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RESUMEN DX NIÑOS - CHARO MAROÑO

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RESUMEN DX NIÑOS - CHARO MAROÑO
SCHEJTMAN: ¿ES POSIBLE ESTABLECER UNA PSICOPATOLOGÍA
PSICOANALÍTICA EN LA NIÑEZ?
Los conceptos más importantes de este texto son: (tener en cuenta relaciones posibles para
hacer con los textos de Bleichmar)
- Trabajo terapeútico/ síntoma y escucha analítica
- Diagnóstico en la primera infancia
- Perspectiva sincrónica y diacrónica
Los niños llegan a consulta cuando algo no funciona como se espera. Lo patológico en
medicina busca una etiología (causa) pero el psicoanalista escuchará el modo de contarlo,
las circunstancias en la que aparece e inferirá el dolor psíquico. El analista de niños no sólo
se plantea el alivio del sufrimiento del niño y familia sino explora el síntoma que puede
desencadenar en otros momentos.
El psicoanálisis infantil apunta a construir recursos psíquicos y simbólicos para 
enfrentar los desafíos que el crecimiento, adolescencia, salida exogámica y otras 
situaciones desestabilizantes le impongan.
El diagnóstico en la primera infancia es una guía del trabajo terapéutico, explora los 
nudos que detienen el desarrollo del niño y la apertura a las nuevas experiencias 
significantes y no en una categoría definitiva que podría encasillarse.
En la consulta es necesario:
➔ Formular hipótesis
➔ Plantear líneas de trabajo
➔ Realizar una devolución a los padres.
Plantea las perspectivas SINCRÓNICA y DIACRÓNICA para ubicar a la clínica infantil en el
intercambio de ambos y así llegar a un diagnóstico:
DIACRÓNICA: Se refiere a la historia evolutiva de ese niño, que es el relato de los 
padres, el relato del niño, las circunstancias de la vida, posición estructural, cambios 
endógenos pulsionales, etapas libidinales, etc. Todo aquello que hace ser al niño en el 
presente. 
SINCRÓNICO: Es un momento de corte focalizada en el momento de la consulta, 
¿cuando aparece el síntoma? ¿Por qué se consulta ahora?. Se centra en el pedido de 
consulta, se produce en un determinado momento, hay una previa a la elección profesional 
también, y es fundamental para poder establecer una primera alianza con los padres. 
Observa las manifestaciones afectivas del niño que impactan en su entorno como “no 
esperadas”.
Perspectiva DIACRÓNICA: aspectos importantes para indagar sobre ella: 
-GÉNESIS: serie encadenada de hechos y de causas que conducen a un resultado.
Comienza antes del nacimiento biológico, en las representaciones y deseos conscientes e
inconscientes que los adultos sostienen del niño.
-ETAPAS LIBIDINALES, ORALIDAD, ANALIDAD, EDIPO, NARCISISMO:
Es central indagar la historia de la constitución del cuerpo erógeno a partir de la relación
entre la construcción de las zonas erógenas y la fantasmática parental que se pone en
juego en los primeros cuidados y en los intercambios del adulto con el cuerpo del 
infante.
Constitución psíquica; el adulto investidor abre las zonas erógenas y produce un 
interjuego libidinal con el infante desvalido, el adulto excita y al mismo tiempo calma, 
ubicándose como agente de la operatoria de la ligazón de la cantidad de excitación y de 
distribución de goce y más tarde de rehusamiento pulsional a medida que el niño va 
logrando mayores niveles de satisfacción y de autonomía frente a las exigencias 
ambientales.
La experiencia de satisfacción (oralidad- PRIMERA VIVENCIA DE SATISFACCIÓN) da 
lugar a la instalación del polo de placer y a la diferenciación placer-displacer. El agente 
maternante queda inscripto a partir de la identificación primaria donde investimiento e 
identificación con el objeto primario no se diferencian, generando omnipotencia, 
apuntalamiento y autoconservación – sexualidad.
-ALIMENTACIÓN: el infante incorpora el mundo exterior a partir de la experiencia
libidinizadora con la madre. En la fase oral, el chupeteo, produce placer que no se
satisface con la disminución autoconservativa del hambre. 
La constitución del autoerotismo tiene un valor estructurante y es un antecedente del 
nuevo acto psíquico que se produce con la unificación narcisista.
En la dependencia vital del infante, el yo está fusionado imaginariamente a ese otro 
deseo. Esta fusión complejiza el proceso de separación. El destete es la primera 
separación del cuerpo del otro y aquí se juegan angustias de separación en el niño y en la 
madre (LA ANGUSTIA DE SEPARACIÓN). Es la madre quien vehiculiza el destete. Aquí el
lugar del tercero significativo tiene un impacto fundante en el sostén de la separación, tanto 
para el niño como la madre.
La satisfacción autoerótica oral se irá transformando. En ocasiones se producen 
defensas marcadas frente al abandono del autoerotismo que se pueden manifestar en
dificultades en la aceptación de nuevos alimentos, anorexias tempranas y más 
adelante, rechazo a dejar el pecho, la mamadera, el chupete.
-ANALIDAD: hay un cambio en la zona erógena rectora que se manifiesta en el juego
placentero de retener y soltar. En el control de esfínter se afianza el distanciamiento
entre el cuerpo del niño y el de los padres y se instala la privacidad, se construye la
representación del cuerpo propio separado del de su madre que se llevará como
consecuencia el rehusamiento a la satisfacción pulsional en función del amor
sublimado. Esto se expresa mediante el berrinche y la terquedad como primeras
autoafirmaciones de un yo, vulnerable, pero que descubre su posibilidad de dominar
al objeto vía el dominio del cuerpo.
Las angustias son de pérdida de objeto frente a la percepción de la separación del 
mismo que el niño intenta negar vía retención de las heces. El control de esfínter 
produce gratificación narcisista, comienzo de autonomía, sostén del propio cuerpo, 
diferenciación y colabora en la construcción del mismo.
En situaciones donde hay dificultad para aceptar el inodoro o retienen muchos días 
se juega una conflictiva de afirmación del yo. La diferencia entre el berrinche necesario y
el negativismo extremo, podría ser un cuadro clínico para evaluar el tipo de intervención y
deslindar un posible devenir psicopatológico.
CASO CLÍNICO: Niña de 4 años con dificultades para dejar el pañal. Había logrado evacuar
pero retiene hasta 7 días y con mucho sufrimiento, requería enemas, laxantes que
aumentaban la tensión entre los padres y la niña. Niña con altibajos de ánimo y dificultades
de dicción, tenia buen nivel de desarrollo del pensamiento simbólico, era difícil entenderla.
En el trabajo clínico hicieron entrevista familiar con padres y hermanos y sesiones de madre
– hija, padre – hija y algunas individuales. En el material clínico con las sesiones con la
madre aparecía una asociación entre ser ella el bebé y ser la mamá de su hermanito.
El juego mostraba su bebe en la panza a su mama. Los primeros tiempos la mamá estaba
embarazada. Se trabajó la reubicación de los padres en sus funciones y se produjo un
llamativo cambio tanto en los estados de ánimo como en la evacuación, logró superar la
fobia del inodoro y comenzó a avanzar en el lenguaje. La intervención fue breve. Se la
derivó a fonoaudiología. (pag 27 sesión)
-EJE NARCISISMO - EDIPO
El niño viene a realizar el deseo irrealizado de los padres. Pelento sugiere que el niño debe
nacerle al narcicismo de los padres y ubicarse como Rey. Hay niños que nunca son Reyes y
deben hacer un enorme esfuerzo para justificar su existencia a la madre y al padre. Un
primer tiempo de narcisización y un segundo tiempo de destronamiento de su 
majestad el bebe. Tiempo fundante del psiquismo, moviliza el narcisismo parental y es 
un momento de vulnerabilidad psíquica que requiere un sostén amoroso del adulto que le
permita al niño adquirir la capacidad de estar a solas en presencia de otro (Winnicott).
Dos problemáticas en la constitución del aparato psíquico
➢ Déficit de narcisización; depresiones tempranas, falta de vitalidad del niño que
podría ser antecedente de patología de vacío en adolescencia o adultez. La depresión
post parto y posterior puede producir dos tipos de reacciones, la madres deprimidas
retraídas tienenbebés retraídos y las depresivas intrusivas bebés irritables, estos
demandan al ambiente y tienen mejor posibilidad. Esto se puede relacionar con el
planteo de Winnicott de niños que constituyen un mecanismo antidepresivo de la
madre (cuanto más falle la madre, más se acentúa).
➢ La caída de su majestad, la pérdida de la omnipotencia narcisista. Situaciones que
se dan con la vuelta al trabajo o nacimiento de hermano, pueden producir caídas
abruptas y el niño verse inundado de angustia que no logra ligar. 
FICHA DE CÁTEDRA: ACERCA DEL JUGAR 
El juego como ingreso a la cultura
Entendemos al juego como punto de partida para el despliegue de una adaptación 
creativa a la cultura. Corresponde a un tiempo y un lugar determinado, habilitando al 
sujeto la posibilidad de una acción transformadora. El juego siempre implica una relación 
dialéctica entre el adentro y el afuera y se transforma en el desarrollo de una capacidad de 
acción. En el juego surge la necesidad de una conquista, una acción que permita la 
ampliación del psiquismo y, por lo tanto, una vía hacia la subjetivación.
El juego toma un fragmento de la cultura o de la vida y lo coloca en una situación 
especial. Necesita del principio de realidad. Proporciona una forma de extraer ideas de su
contexto original de tal manera que se puedan desarrollar en otro contexto completamente 
nuevo. Es una de las mejores formas de aprender los conceptos propios de la cultura, 
ya que se basa en reglas estrictas y contextos muy definidos.
Caillios destaca el espíritu del juego encierra y articula dos características: la regla y la 
libertad, y necesita un punto de equilibrio entre ambas para que el juego no se interrumpa 
(el juego es un sistema de reglas pero a su vez se necesita libertad para q se despliegue y 
divertirse).
El juego compartido es un fenómeno cultural que permite adquirir experiencia, consolida el
desarrollo de la personalidad y el sujeto se enriquece y aumenta su capacidad para percibir
la riqueza del mundo externo real y, por lo tanto, colabora en establecer lazos.
El juego simbólico en análisis de niños
Denominamos juego simbólico a aquella actividad que se desarrolla a partir del momento
en que existe un yo que sabe que está jugando diferenciándose de las actividades
exploratorias o sensoriales previas a esta adquisición.
Todo niño que juega inserta las cosas de su mundo en un nuevo orden, toma muy en 
serio su juego. El niño diferencia muy bien de la realidad su mundo del juego, y tiende a 
apuntalar sus objetos y situaciones imaginados en cosas palpables y visibles del mundo 
real.
El juego del FORT DA: pone palabra al objeto ausente y elabora una situación
desagradable siendo él el creador del objeto y de la situación.
Al instaurarse el ppio de realidad, una parte de la actividad de pensamiento se desprende y
queda libre de la prueba de realidad y sometido al ppio de placer. Se trata del fantasear,
que comienza con el juego infantil y que luego continúa como ensueño diurno en el 
adulto.
En el juego de los niños se crea un mundo fantástico, al que se lo toma muy en serio, 
pero al mismo tiempo se lo diferencia de la realidad. Tanto el sueño diurno como el 
juego son realizaciones de deseos.
IMPORTANTE: El juego es considerado la expresión privilegiada de los niños de la misma 
manera que el lenguaje verbal lo es para los adultos.
La técnica de juego se crea entonces con el propósito de suplir la asociación libre del
adulto, entendiendo al juego como medio de acceso al icc del niño.
MELANIE KLEIN: a través del juego se produce una descarga de fantasías masturbatorias,
una proyección de las fantasías icc y una personificación en los juguetes o en los
personajes del juego, de las imagos/objetos del mundo interno distorsionadas por las
proyecciones del niño.
Para S.FREUD: la fantasía icc surge luego de que se instaura el ppio de realidad. Para 
Klein la fantasía icc es la expresión mental de los instintos y por ende existe desde el 
comienzo de la vida. Crear fantasías es una función del yo, por lo tanto, Klein plantea un yo 
desde el comienzo de la vida psíquica, que con el tiempo va adquiriendo una mayor 
organización.
La fantasía no es una fuga de la realidad: es lo que aparece o actúa, inevitablemente,
conjuntamente con las experiencias reales y en constante interacción con ellas.
Pero la función de la fantasía es múltiple y compleja. La fantasía también es una 
defensa contra la realidad externa, pero también contra la realidad interna.
El trabajo en análisis es a través de la interpretación del juego, permite analizar las
relaciones del yo con los objetos internos y externos y las fantasías asociadas a ellos. Al
modificar las fantasías sobre estos objetos es que podemos influir esencialmente sobre la
estructura más permanente del yo.
Klein postula que, para interpretar un juego, es fundamental tener en cuenta no solo el
contenido de ese juego, sino también cuándo, cómo y de qué manera se realiza el mismo.
El niño con su jugar “actúa en lugar de hablar”.
WINNICOTT sostiene que el juego es terapéutico en sí mismo al promover y permitir que el
paciente llegue, por sí mismo, a aquello que desea transmitir. El juego se da en una zona de
juego que se denomina espacio transicional.
Labos propone que un niño en análisis implica poner en juego una demanda en
transferencia. A partir del establecimiento de esta relación, significa poner en juego las
formaciones del icc, ya sean actos fallidos, síntomas, chistes o sueños, expresados
lúdicamente en dibujos o juegos infantiles.
Para la autora el niño juega y al jugar habla, por lo que la lectura del juego, a partir de su
gramática, no es más que leer la fantasía icc donde el fantasma se construye. No es real
ni histórico, sino que es una construcción que emerge en el curso de la cura.
Es un discurso sin palabras donde se pasa de un objeto a otro, siendo el preludio de un 
tiempo ulterior, en el cual el niño avanzará sobre las palabras. Tanto aquí como 
anteriormente el objeto ocupa el mismo lugar. El niño, y por su inmadurez, utiliza las teorías 
sexuales infantiles para dar respuestas a enigmas, como por ej. la diferencia sexual 
anatómica. Es así que las llamadas fantasías primordiales u originarias se trataría de 
elaboraciones fantasmáticas que intentan cubrir la inquietante angustia frente a los misterios
esenciales.
El juego del niño en transferencia se establece a partir de la demanda, sostenida en el
enigma de querer saber acerca del sexo, del nacimiento y la muerte. Constituyendo la
transferencia el sostén del dispositivo analítico, emerge en tanto y sólo si el analista ocupa,
para el analizante, un lugar particular en el discurso: El juego no debería ser visto sólo como
una instancia en la que el niño se expresa, sino también como un espacio en el que él 
produce y lo que produce es a sí mismo, produce subjetividad.
El proceso psíquico del juego.- Dio Bleichmar, E. (2005)
El proceso psiquico que se desarrolla en el sujeto cuando juega se trata de una actividad 
placentera particular que es el placer de ser causa de lo que sucede. Lo que motiva la 
actividad lúdica se trata de una motivación narcisista, del placer que experimenta el sí 
mismo explorando, haciendo, descubriendo y sintiendo que domina algo al hacerlo.
Se trata de una actividad espontánea y auto engendrada, voluntaria, que se inicia a partir de
una motivación interna que no depende de la recompensa o reforzamiento externo.
Diversos tipos de juego: Se puede clasificar el juego en tres grandes categorías: 
funcional, simbólico y de reglas:
1)Juego funcional: (0-2 años)
La finalidad es el poner en acto, poder hacer algo, y el placer es funcional (por la
satisfacción de realizar la acción). Con el paso del tiempo los juego funcionales se
socializan y forman la base de los deportes. Un ejemplo puede ser: correr, gatear, alcanzar 
un sonajero, encontrar un objeto aparentemente escondido, etc. También tiene que ver con 
realizar una acción una y otra vez,por el placer de obtener el resultado.
2)Juego simbólico y función semiótica (pensamiento egocéntrico en estado puro/ 2 a 
6 años):
El juego simbólico es la capacidad de desacoplar la representación que
designa a un objeto o cosa, y hacerla funcionar como representando a otra, de forma
personal, arbitraria y motivada. Esto constituye el proceso por el cual se instituye el icc
dinámico repleto de símbolos de producción individual.
Esta función comienza a aparecer en el primer año de vida en formas pre simbólicas como
gestos o acciones significantes, los comportamientos de pedido (protoimperativos), de
atención (protodeclarativos) y en la imitación por medio de la acción propia de un modelo
ausente (como el dormir), lo que Piaget denominó imitación diferida. A esto último también
se aplica un esquema de acción a objetos inadecuados (montar sobre un palo y galopar
como si anduviese a caballo), transformación de objetos (usar una banana como teléfono) y
la descontextualización de la acción (acariciar el pelo de su madre y decir “michi” como a un
gato).
Jugar a ser adulto, a ser mamá o al papá, constituye el procedimiento a partir del cual el
infante y los niños adoptan una identidad idealizada, admirada o con la cual tratan de
identificar, es decir, de ocupar su lugar de forma imaginaria.
El juego simbólico es un procedimiento de expresión de realidades subjetivas o de
reproducción de experiencias vividas por medio de representaciones simbólicas. El placer
del juego simbólico radica en el placer de evocar y recomponer lo evocado de acuerdo a los
deseos propios.
3)Juego de reglas
A partir de los 5 o 6 años los juegos simbólicos comienzan a desaparecer tendiendo hacia
un mayor orden relativo de las construcciones lúdicas, por oposición a la incoherencia de
las combinaciones simbólicas y por una preocupación creciente por la veracidad de la
imitación de lo real.
El juego de reglas ya implica relaciones sociales o interindividuales, la regla consiste en una
regularidad impuesta por el grupo y su violación se presenta como una falta.
Funciones del juego en el desarrollo:
Las funciones que el juego permite desarrollar tienen relación con la perspectiva 
narcisista, ya que el niño logrará a través del juego una afirmación o el restablecimiento 
del equilibrio de la representación del sí mismo. Incluye:
● Realización de deseos y moratoria de la frustración: permite que ocurra lo que uno
desea o se propone.
● Control imaginario sobre la realidad por medio de la asunción de roles adultos, lo
cual es equivalente a poder transformar lo vivido o sufrido pasivamente en sujeto
activo.
● Liberación de conflictos, el juego los ignora, los liquida o los elabora.
● Intentos de comprensión y de elaboración de experiencias vividas: al jugar, la
situación es aislada del contexto y queda recortada de los ppios que la rigen
(temporalidad, existencia y verdad) de modo que el niño al imponerle sus propias
leyes de evocación, reproducción y reensamblado implica un intento de comprensión
y dominio.
Indicadores relacionales en la hora de juego:
● Contacto visual
● Actitud corporal
● Adecuación a la situación nueva
● Tono emocional, humor.
● Capacidad de empatía y comunicación con el entrevistador
● Respuesta al halado
● Respuesta a la prueba de límites
● Ver si se interesa por el entrevistador como persona
● Ver si está atemorizado, si mantiene distancia o si da poca información
● Ver si demanda constantemente atención
Análisis psicoanalítico de la hora de juego
● La temática de las narrativas y si ellas son recurrentes
● La dinámica del juego: que sucede entre los roles y la estabilidad de las
representaciones
● Relaciones amigables, destructivas
● Héroes o personajes significativos
● Grado, amplitud y adecuación de los sentimientos expresados en relación al
contenido
● Procedimientos frente a la angustia, conflictos y problemas de la tarea misma de
juego
● Si su juego es participativo o solitario
● Uso de los juguetes: si cumplen las funciones que representan materialmente o le
adjudica otras funciones
Perturbaciones en el juego
El juego permite controlar la ansiedad, pero hay una medida de ansiedad que resulta
insoportable y destruye el juego. El aumento de ansiedad o el exceso de ella llevan al juego
compulsivo, repetitivo a una búsqueda de placer exagerado y si se excede aún más lleva a
la búsqueda de una gratificación sexual.
La excitación corporal de las zonas erógenas amenaza al juego y lo interrumpe. Esta
manifestación puede deberse a un agente externo que anula el sentimiento de unidad como
persona del niño.
La función del analista es de fundamental importancia para no perturbar la actividad lúdica
del niño. La interpretación fuera del material es adoctrinamiento y produce acatamiento. La
resistencia surge de la interpretación fuera de lugar. Cuando el analista no puede jugar, la
interpretación es inútil o provoca confusión.
Si el niño no puede jugar, el analista debe interpretar cuál es el juego potencial que el
paciente desplegaría y qué es lo que se lo impide. En ese caso, el analista debe aportar
aquello que permita su despliegue. La interpretación debe ser en forma lúdica
(interpretación lúdica) y en y desde el juego.
En los niños con déficits cognitivos,debemos reparar en el uso convencional, fijo, del
juguete o de la acción lúdica en el diagnóstico. En estos casos el juguete se utiliza como
objeto sobre el que se desarrolla una acción: agarrar un auto y deslizarlo, tomar un lápiz y
copiar formas, etc.
El juego simbólico depende de la aparición de la función semiótica o capacidad de
simbolización. Esta operación se halla ausente en niños autistas. Los niños autistas pueden
presentar comportamientos protoimperativos, pero carecen de la necesidad de buscar
compartir el foco de atención con el otro.
CAP 5: “LA CLÍNICA INFANTIL” E.DIO BLEICHMAR
Tener en cuenta que los conceptos más importantes de este texto son:
- Alianza terapeútica
- Entrevista inicial
- Transferencia y contratransferencia
Desde el primer momento del tratamiento de un niño los padres están presentes en la
mente y en la relación que el terapeuta tiene con él. Los padres son el origen y la fuente del
mundo interno del niño, una relación diaria y actual; son los que mantienen el tratamiento ya
sea colaborando o perturbándolo.
El desafío del terapeuta se centra en la capacidad para crear una relación de alianza y
colaboración, que se consigue trabajando en contacto con la contratransferencia 
parental. No se basa sólo en ser empáticos y no culpabilizarlos, sino en tener herramientas 
teóricas que permitan comprender las motivaciones y sufrimientos como padres, y la 
decepción de reconocer que algo falló en su empeño.
Se trata de entender que la psicopatología que presentan los niños consiste, generalmente
en problemas de relación que se manifiestan en forma de desórdenes psicofuncionales o 
de ansiedades por parte de los adultos para ejercer de padres.
En la actualidad se cree que el formato de la entrevista inicial depende de la definición de
la problemática que haya hecho el analista luego del contacto telefónico. Para tomar esta
decisión se cuenta con datos mínimos: primero, quien los envía (escuela, obtención de un
informe, decisión familiar, solicitud del niño o adolescente); segundo quien realiza la
demanda (madre, padre, otro familiar). También hay que tener en cuenta la edad del niño, y
de forma somera el motivo de consulta.
Debe construirse una transferencia parental, donde los padres sienten que dejan a sus
niños en manos de alguien que puede ayudarlos con el problema que ellos no están
pudiendo solucionar. Especialmente sucede con la madre. Si bien llega formalmente
pidiendo ayuda, la acompaña un temor a ser criticada, censurada o acusada por las
dificultades que atraviesa, estando a la defensiva emocionalmente.
La alianza terapéutica implica que los padres queden dentro del proceso terapéutico y
participen activamente en el mismo;y por parte del terapeuta ya no se trata solo de apelar a
la empatía, sino de poseer una herramienta técnica y conceptual para operar con ellos. No
es siempre el lugar del terapeuta responder a la demanda de los padres. A veces, ellos
quieren que el terapeuta se haga cargo completamente de la problemática que traen en
cuestión y no responsabilizarse ellos. 
En la entrevista, hay que afinar la escucha y tener en cuenta especialmente los siguientes
datos:
● Los momentos de la relación en los cuales surgieron los problemas.
● La conducta del niño y los significados que construyó sobre la relación.
● La capacidad de los padres para comprender la naturaleza de cada problema
● Los desencuentros que se configuran y los conflictos que se han generado.
● La orientación de la investigación, es decir, la indagación en la consulta opera como un
reorganizador, permitiendo captar y ligar spectos del pasado que estaban dispersos.
Hay dos posiciones que suele tomar el terapeuta: a) asumiendo parcialmente dicha
demanda, ya que el objeto es siempre lograr un grado de alianza y dirigir la consulta hacia
un grado de mayor desarrollo de la capacidad de parentalización; b) tomando un rol
suplementario al de los padres.
Osofky y otros dividen los patrones de interacción atencional en positivos y de 
riesgo:
El patrón de interacción recíproca positiva se caracteriza por la disponibilidad emocional,
el entonamiento afectivo y las emociones positivas de la madre; se observa disfrute en 
ambos al estar juntos, con caricias, sonrisas y contacto visual. 
A los patrones de riesgo los divide en interacción apagada (poca comunicación 
mediante el rostro, la voz y la caricia), enfadada (predomina la frustración e irritación) y 
mixta (no hay sincronía entre niño y adulto).
Aberastury aporta la importancia de las sesiones con los hermanos, porque a veces el
paciente no es el más o el único afectado.
La idea es convertir a los padres en los propios agentes terapéuticos.
Melanie Klein decía que el análisis de los niños no tiene porque ser diferente al de los
adultos.
Hay cuatro subtipos de relación del paciente con el analista:
● La transferencia predominante de modalidades habituales de relacionarse: el niño
revela formas de relación que mantiene con cualquier persona, no es transferencia
en sentido estricto, pero representa un cierto grado de formas de estar-con y de
representaciones actuadas relacionales.
● La transferencia predominante de relaciones actuales, y la relación con el terapeuta
es una extensión de las relaciones con sus padres.
● La transferencia predominante de experiencias pasadas, cuando deseos, fantasías,
conflictos y defensas son revividas durante la terapia y desplazadas sobre el
analista.
● La neurosis de transferencia, que alude a la concentración de conflictos y deseos
reprimidos hacia la persona del analista con disminución en otras relaciones. Esto
pone énfasis en la figura del terapeuta como un adulto otro, nuevo, distinto de los
adultos significativos que introduce un contexto de interacción diferente y genera una
línea de desarrollo que hasta ese momento se hallaba ausente. Silvia Bleichmar
(2000) insiste en el concepto de neogénesis para dar cuenta de algo que no estaba
ni preformado y que no hubiera llegado a instalarse por sí mismo si no era en virtud
de las intervenciones psicoanalíticas.
El analista funciona en un doble rol, pero si acepta sólo el papel de objeto nuevo 
interfiere con la repetición y las reacciones transferenciales, y si ignora o rechaza el papel 
de fuente de nuevas experiencias. No se debe fomentar que el paciente se identifique 
con el analista. Por otro lado, uno de los grandes miedos de los terapeutas es que los 
padres irrumpan el tratamiento repentinamente, por eso es tan importante el trabajo en 
conjunto con los padres.
Antes se creía que la contratransferencia con los pacientes era un problema. Pero 
hoy se reconoce la importancia de la misma en el proceso terapéutico. El buen analista
es el que puede colocarse fuera de la díada, y rescatar un yo observador que mire qué es lo
que está pasando.
Existen dos tipos de contratrasferencia: la contratransferencia concordante, cuando el
analista se identifica con ciertos aspectos del paciente; y la complementaria, cuando el
analista toma lo que está ausente en el paciente.
Una contratransferencia concordante con el niño es sentir las mismas angustias del
paciente, identificarse con ello, y cuando esto sucede el analista no está analizando. La
actitud frente a esta contratransferencia es preguntarse porque se reactiva y salir de la
identificación; mientras que en la complementaria hay que trabajar con lo que el paciente
está delegando o depositando en el terapeuta.
TKACH: “EL DISPOSITIVO ANALÍTICO CON EL NIÑO, VARIACIONES EN EL
DISPOSITIVO”
Clínica de niños y adolescentes; El dispositivo analítico con el niño:
SIGMUND FREUD 
Técnica en Psicoanálisis de niños: En su “Conferencia” del año 1932 sostiene que el
niño, si bien es muy analizable, no tolera mucho métodos que la asociación libre –
como método de asociación verbal.
Juego infantil: Tiene varias conceptualizaciones sobre el juego, aunque la más
conocida y célebre es la que desarrolla a partir de la observación de su nieto, el
clásico caso del Fort-da, elaborada en sus últimos años, y la cual surge en el marco
de sus desarrollos teóricos sobre la pulsión de muerte y el más allá del principio del
placer. Muchos años antes había hecho diversas referencias al juego infantil, en la
línea del principio de placer, acerca del papel que tiene el juego en la vida del niño,
pero desde una perspectiva de observación de fenómenos culturales. 
En “El creador literario y el fantaseo”, se sintetizan las ideas de Freud previas al “Más 
allá del principio del placer”: En este artículo, Freud compara al que juega con el espectador
de una situación dramática. Ambas situaciones son planteadas como fuentes de
placer para la vida psíquica; En el caso del espectador de un drama, no obstante las
tensiones psíquicas que puede acarrear, la fuente de placer proviene del hecho de
que el espectador se identifica con el héroe o personaje de la trama. En este
sentido, el juego infantil conllevaría algo similar: el niño, al jugar, se identifica con
algún papel y vive en el juego las peripecias de los personajes que representa. En
esta misma línea, Freud dice que, en última instancia, todo niño juega a ser grande,
a hacer todo lo que no puede hacer como niño. De esta manera, la ganancia de
placer tiene el mecanismo basado en que se constituye en un ahorro del costo que
dicha ganancia implicaría en lo real. 
Otra cuestión relativa plantea que el niño es como el creador artístico: “todo niño que 
juega se comporta como un poeta que crea un mundo propio o, mejor dicho, inserta las 
cosas de su mundo en un nuevo orden que le agrada”. Con esta afirmación, Freud 
establece el carácter de creación que tiene el juego. Esta idea de Freud es la que más se va
a emparentar con lo que Winnicott desarrollará sobre el juego en “Metamorfosis de la 
pubertad” (1905):
Plantea que el espacio de juego es como el de las fantasías, es decir,
“representaciones no destinadas a ejecutarse”. El juego participaría del espacio de la
fantasía, en el marco ya de una noción de espacio psíquico, sería una forma de
ejecución de esas fantasías. A diferencia del juego, en el caso de los niños, en la
pubertad o la adolescencia, o incluso en el adulto, lo que viene a sustituir al juego es
el fantasear. En este sentido, la actividad de jugar tendría que ver con una actividad
de las fantasías y su puesta en representación en una actividad simbolizante,
Esta concepción se relaciona fuertemente con lo que plantea Winnicott acerca de la 
capacidad de jugar, que puede estar perturbada en el caso de muchos niños, y que 
servirá a una formulación diagnóstica. El juego del Fort-da y su conceptualización pone 
las cosas en otro orden.
Lo que Freud descubre es que el niño que juego repiteactivamente una experiencia 
displacentera.
No se trata de la búsqueda de la repetición de placer, sino de una búsqueda de
placer enigmática. El niño que juega más allá del principio del
placer nos muestra otra forma de la repetición, y que hay algo que se repite en
acción, una experiencia que se caracteriza por ser de displacer, con o sin
representaciones.
El hecho de que el juego se repita y que el acto de arrojar
se repita más veces que el acto completo de arrojar y recoger, muestra que la
vivencia traumática insiste, y esto último remite a la existencia de algo que pulsa
intrapsíquicamente más allá del juego, haciéndole revivir el dolor del cual se quiere
curar. Lo importante no es reconocer la ausencia de la madre, sino poder renunciar
a ella, es decir, aceptarla. El niño del Fort-da no sólo reconoce la ausencia de la
madre, sino que la acepta. En un caso contrario, nos encontraríamos con un niño
que, al volver la madre, se vengaría contra ella haciéndole un escándalo o no
queriendo comer, por ejemplo. En el niño del Fort-da nos encontramos con la
existencia de un espacio psíquico diferenciado de la madre.
MELANIE KLEIN
● Técnica en Psicoanálisis de niños: es la primera en plantear el juego como método o
técnica específica para el trabajo con niños, llegando a conceptualizar la producción
del juego del niño como el equivalente a la asociación libre de los adultos. Klein
inventa un método a partir del método freudiano clásico. El objeto, en este caso, es el 
inconsciente infantil. En vez de asociación por palabra, asociación por el juego. En la 
concepción de Melanie Klein, el inconsciente está desde los orígenes. 
Para Klein, el juego mismo deja de ser algo espontáneo desde el momento en que el se lo 
encuadra en un dispositivo como el analítico, quedando diferenciado del que puede realizar 
el niño en su casa. Klein señala que se debe interpretar al juego de la misma forma que
Freud nos enseñó a interpretar los sueños, lo que implica hacerle producir 
asociaciones y, por ese camino, llega a la analogía con las asociaciones libres 
verbales. En esta elucidación hay un factor que no hay que perder de vista y es que, en el 
juego, el polo motor está abierto: el niño pone en acto, escenifica. El tipo de lenguaje 
del fantasear se escenifica, cosa que no ocurre en el sueño. Algo que interesa 
particularmente a Klein es que, siendo la actividad de jugar el vehículo para la 
producción de un material psíquico, el trabajo analítico y las intervenciones del 
analista deberán orientarse a liberar los obstáculos que le impiden al niño producir 
ese material que no está expresado en fantasías.
De allí viene la idea de que le juego permite liberar la fantasía; y la acción de la
interpretación se orienta a aliviar la angustia que impide fantasear. Si el niño no
fantasea, porque hay inhibición de juego – consecuencia de la inhibición de la
fantasía – es por la presencia de angustia, sobretodo de la ansiedad persecutoria
producto de la pulsión de muerte que opera como un factor negativizante de la
capacidad simbólica. Sería un factor negativo en el sentido de que actúan los
procesos no ligados o autodestructivos que actúan contra la capacidad de Eros de
ligar y producir conexiones asociativas. Es esa angustia la que hay que aliviar para
poder liberar el fantasear para que el psiquismo pueda producir ligazones,
interconexiones. 
El alivio de la angustia y la culpa (la angustia en Klein está muy
ligada al sentimiento inconsciente de culpa) es lo que permitirá al niño expresar sus
fantasías de muerte, agresivas, etc. Y esa expresión ya sería un camino de
liberación psíquica; la aparición de ese material ya sería un progreso del análisis, al
tiempo que brindaría la posibilidad de trabajar interpretativamente sobre la aparición
de ese material. Para Klein la respuesta a la interpretación no es tanto la
corroboración por parte del yo del niño – como buscaban Freud o Anna Freud – sino
que la eficacia de la interpretación va a estar dada por las asociaciones de juego que
se produzcan posteriormente.
Melanie Klein pensaba que los niños no podían hablar, no a causa de su
incapacidad, sino porque la angustia era lo que se los imposibilitaba. Entonces, el
juego aparece como un camino de producción de lo que ella denomina 
“representaciones indirectas”.
El niño kleiniano se diferencia del freudiano, en el sentido de que es un niño mortificado 
por la presencia de la pulsión de muerte. La cura, en el caso
de Klein, estará dirigida a operar sobre la angustia, y la angustia paranoide es el resultado 
de la propia fuerza destructiva, proyectada para poder dominarla, que retorna sobre el 
propio sujeto.
● El juego infantil: Klein observa y postula que el juego le permite al niño lo que ella 
va a llamar “liberar fantasías” y afirmar que el lenguaje del inconsciente, presente en 
los niños, que se evidencia a través de los sueños y el juego.
Otro factor que va a poner de relieve Klein es que, en el juego, participa un elemento que 
es anterior a la palabra y que es la acción; la cual va a remitir directamente a la acción 
pulsional, como impulsión y como compulsión de repetición. Dice que es un mecanismo 
anterior a la palabra, más primitivo.
● Patología en el juego: La patología es todo lo que no se muestra en la fantasía. Lo 
saludable en el niño es que muestre la lucha en la vida, la crianza y también en el juego. 
Cuando el sentimiento de culpa es muy fuerte, Klein sostiene que un niño puede 
presentar inhibiciones en el juego (como sucede en el
caso Dick). Hay una dialéctica entre la inhibición del juego y la capacidad de jugar, o
la detención del juego y las vicisitudes, alteraciones del juego. Klein lee las
interrupciones del juego, el cambio de secuencia, el abandono del juego, etc. como
la acción del sentimiento de culpa que le impediría al niño representar en el juego.
La interpretación, entonces, estará dirigida a que el alivio del sentimiento de culpa le
permita al niño expresar aquello que padece y no está pudiendo representar.
ANNA FREUD 
● Técnica en Psicoanálisis de niños: No consideró al juego como un equivalente de la 
asociación libre del adulto, si bien lo consideraba como una forma de acercamiento y de 
trabajo en relación al psiquismo infantil.
Anna Freud critica el hecho de que, en el método de Klein, su interpretación
se volvió independiente de la corroboración por parte del niño. 
Buscaba la corroboración a través de los registros preconsciente-consciente 
(corroboración verbal); y le importará que el niño registre que lo que dice tiene que ver con 
él. 
Por otra parte, no puede asegurarse que el niño al jugar suponga que esa actividad está 
destinada al desciframiento por el analista porque, además, para el niño el analista no está 
constituido como alguien de quien el niño espera ayuda y así establecer con él una alianza 
terapéutica. 
Asimismo, para A. Freud, el niño no podía hacer neurosis de transferencia porque ésta 
implicaba una reedición de las primeras relaciones parentales, y en el caso del niño, 
éste no ha terminado aún de realizar la primera edición de las mismas. 
El objeto que se transfiere son las imagos de los objetos parentales o familiares como 
figuras totales: el padre, la madre, los hermanos, etc. – son figuras de lo que Freud llamaba 
los objetos de la elección de objeto de amor; mientras que Klein hace referencia a la madre 
y al padre en tanto objetos parciales. Estos objetos parciales son los objetos de la fantasía, 
que no es otra cosa que la representación mental de la pulsión. 
Entonces, en el caso de Klein,la transferencia tiene que ver más con la dinámica pulsional 
que con la dinámica de las relaciones de objeto en términos totales. Lo que se transfiere 
son los objetos pulsionales fantasmáticos en términos de objetos parciales. 
DONALD WINNICOTT
● Técnica en Psicoanálisis de niños: no centrar exclusivamente el
trabajo con los niños en el juego como método exhaustivo o recurso único de acceso
al inconscientey su funcionamiento. Los niños, aparte de jugar, hablan, ríen, lloran,
piden, se enojan. Inclusive, en el mismo campo de juego, pueden ocurrir muchas
cosas: no importa sólo su contenido simbólico sino que importa también, y en esto
concuerda Melanie Klein, el modo en que el niño juego, el cambio de un juego a
otro, lo que dice el niño mientras juega, lo que dice a partir del juego, que no
necesariamente tiene que ver con el juego concretamente, el uso del medio de
representación, etc. 
En relación a la polémica entre Anna Freud y Melanie Klein,
respecto a que la primera pone el acento en la situación analítica en la cooperación
consciente y la segunda lo coloca en la cooperación inconsciente; Winnicott sostiene
que no habría una respuesta que pueda considerarse universal al problema.
Por otro lado, la presencia del analista pasa a ser un factor que forma parte de la 
escena analítica: además de ser intérprete, también ofrece su marco, su persona como 
marco de disponibilidad, y su presencia pasa a ser un elemento actual que influye en 
la producción de las asociaciones y del material psíquico analítico que se dará en 
sesión. 
Respecto a las cuestiones de la angustia y de la pulsión, Winnicott organiza una 
concepción que nos conecta con la actividad del juego en su carácter sublimatorio, 
creativo, productivo e inclusive como una actividad terapéutica en sí misma.
● El juego infantil: Winnicott pone el acento en la creación, lo emparentará más con la
idea de creatividad que con la idea de creación artística propuesta por Freud. La
creatividad presente en el juego implica la capacidad de introducir en el mundo algo
que no existía, introducir una realidad particular, porque la realidad del juego, en la
concepción de Winnicott, es una realidad de “mundos sutiles”, cuya fuerza -y no su
debilidad- radica en eso: “es de una precariedad” y su fuerza radica en eso.
Winnicott realiza una teorización sobre el juego como fenómeno cultural, que está
presente en todas las culturas. Con este autor se abre una nueva posibilidad de
concebir al juego: ya no es meramente la traducción o expresión de lo que está en el
interior del psiquismo; la actividad de jugar tiene valor como un espacio en sí mismo.
El jugar es hacer. Hay un tiempo y un espacio singular para el juego, un espacio y
un tiempo donde las representaciones psíquicas ocupan la realidad – no lo real, sino
la realidad -. Justamente porque jugar es hacer, hay una diferencia entre el pensar o
el desear y el hacer del juego. 
Para Winnicott los niños juegan por placer, para expresar agresión, para adquirir 
experiencia, etc. pero además de esto, sostiene que “resulta menos cómodo aceptar que los
niños jugar para controlar la ansiedad o para controlar ideas o impulsos que pueden llevar a
la ansiedad si no se las controla”. Por otra parte, un exceso de ansiedad puede
conducir al juego compulsivo o repetitivo. Winnicott plantea que el juego, en su
carácter de actividad simbolizante, tiene un carácter precario. Con esto se refiere al
hecho de que cualquier interrupción del ambiente lo desarma y el juego desaparece.
La inestabilidad – precariedad – del juego aparece como una de sus características
centrales. 
Las discriminaciones que introduce Winnicott tienen la ventaja de permitirnos discriminar 
modalidades psíquicas que están implicadas en los juegos de
los niños, por ejemplo, mayor actividad de simbolización, de la pulsión, de presencia
de fantasías o de fantasmas. En este sentido se diferencia de Klein. Ella no
encuentra otra cosa más que las fantasías de la pulsión. Y, en el caso de Winnicott,
no es que no esté la pulsión o la angustia, pero él se permite pensar modalidades de
juego que implican distintos mecanismos psíquicos en juego. En este sentido, hay
juegos que pueden dominar la ansiedad y convertir el juego en algo creativo, y otros
que fracasan en ese intento de dominio y se presentan como psicopatología del
juego, en donde lo que prima es la huida.
● Psicopatología del juego: La capacidad de jugar es un dato clínico fundamental para el 
trabajo con niños, como elemento diagnóstico. La capacidad de un niño para el juego se 
refiere a la capacidad de organizar fenómenos transicionales con objetos que funcionan 
como representaciones y en ausencia del otro – aunque el otro esté ahí como sostén -.
Esa capacidad es un dato fundamental para evaluar a los niños en los primeros
encuentros, para indagar acerca de sus síntomas y sus perturbaciones. Nos dará
indicios sobre su estructura psíquica y sus potencialidades, y sobre las posibilidades
que tendremos de actuar sobre ellas o no. En última instancia, la capacidad de jugar
de un niño nos hablará sobre su capacidad representacional y de operar cambios
sobre ella. 
El juego implicará siempre una intersección de estos dos niveles, a predominio o del 
proceso primario o del secundario. También se presenta la situación, de un juego 
compulsivo o de pasaje al acto, donde las representaciones sirven sólo para la descarga
pulsional directa, donde no haya creatividad, aunque tome la máscara y la forma de juego.
En estos últimos casos quedan canceladas las funciones del proceso primario y secundario,
porque la pulsión solo quiere la descarga directa, ni siquiera con alucinación o con un 
mínimo de ésta. 
Una de las formas que puede adoptar la psicopatología del juego es bajo la pérdida 
de la capacidad de juego. Dicha capacidad puede no estar, puede estar ya mal constituida
en la estructuración de un niño, o puede estar constituida pero, por dificultades de ese 
momento, puede estar funcionalmente no operando. Winnicott decía que en estas 
situaciones el primer trabajo del analista es llevar al niño de la imposibilidad a la capacidad 
de jugar. Esto implica pensar el trabajo analítico en un campo más amplio que el de 
entender significaciones, el de extraer significantes reprimidos. Implica construir algo que 
no estaba constituido, re-ligar lo que había quedado desligado. Entre los motivos que 
plantea Winnicott para la falta de capacidad de juego, están la falta de confianza o
problemas en cuanto a la libre fantasía. 
Otra posibilidad es el juego estereotipado, aunque conserve algo de la capacidad 
representativa o fantasmática. Esto puede suceder regularmente o puede ser que exista un 
período de juego estereotipado. Como material clínico hay que analizarlo. Se trata de la 
presencia de ciertos modos de funcionamiento psíquico muy rígidos.
Hay otra forma en que aparece lo pulsional, que es la sensualización y hace referencia a 
cuando el juego se vuelve una actividad sensualizada, erogenizada, es decir, 
masturbatoria. Forma parte de la psicopatología del juego cuando la finalidad de dichos 
juegos se reduce a esa satisfacción sensual. En todo juego hay un elemento de satisfacción
pulsional, sino no se podría jugar. Pero se trata de una satisfacción pulsional sublimada,
simbolizada. En la psicopatología del juego estamos ante satisfacciones pulsionales
directas, no simbolizadas.
“EL CAMPO TRANSFERENCIAL MÚLTIPLE EN PSA DE NIÑOS” - SIEDMANN DE
ARMESTO, ZIMERMAN, EKBOIR Y SANHOVALER
En los procesos diagnósticos y en los tratamientos analíticos, muchas veces efectuamos
entrevistas de niños con presencia de sus padres. Se trata de un encuadre que incluye
la presencia de un 3º en un psicoanálisis individual: el niño las solicita 
espontáneamente al entrar. Que el niño decida esto, es decir, que decida entrar 
acompañado, ya es un indicador clínico significativo acerca de los procesos de separación e
individuación y de sus defensas frente a las ansiedades. 
El 3º será convocado o no a participar según el niño lo disponga, y las intervenciones 
serán dirigidas al niño, pero oídas también por el acompañante. Nuestra mirada está 
enfocada a la comprensión del mundo interno del niño.
 
Casos clínicos:
Fernando, 4 años y medio. Problemas para aceptar reglas y pautas en su casa y en el
jardín. Era desafiante y no aceptaba un “no” aunque fuese paracuidarlo. En las primeras
dos sesiones entro con la mamá y luego con el papá. Con el padre jugó con la plastilina,
luego dibujó, luego encontró un ovillo de lana, el cual usa para atar al padre, la analista le
pregunta “¿Para qué lo atas? ¿Para que no se te vaya?” y el niño responde “Para que se
caiga”, luego, abandona ese juego, agarra uno de animales, toma un perro y dice “es una
víbora”.
En un comienzo, la analista pensó que, lo que se desplegó en la entrevista, eran las teorías
sexuales infantiles aceca del origen de los niños en su versión anal y la conflictiva edipica
negativa: el deseo de tener bebés con el padre. Luego, cuando le preguntó por qué lo
ataba, lo hizo pensando en las dificultades del niño de contar con el padre y su temor a
perderlo. El niño dio una respuesta mostrando hostilidad contra el padre. La presencia del
padre, facilitó observar la hostilidad manifiesta contra él (esa hostilidad se visualizó al 
no esperar su ayuda, al mancharlo, el intento de que se caiga, ver una víbora en un perro). 
El campo transferencial múltiple permitió descubrir la degradación hacia el padre y 
entender la desobediencia en el jardín como una renegación de la dependencia infantil 
haciendo un salto a la pseudo adultez.
Esta hostilidad fue comprendida como una reacción ante un padre con una conexión
superficial y poco empática. La analista había registrado antes un padre infantil con rasgos
psicopáticos. Estas reacciones defensivas revelan una dificultad de realizar un apego
confiable y la angustia de no poder contar con el padre para una estructuración psíquica
adecuada. La presencia de un tercero no actuó como una resistencia, sino que facilitó
la comprensión de la conflictiva del niño. Tampoco interfirió en la comprensión del 
material, sino que permitió ampliarla. 
El CAMPO TRANSFERENCIAL MÚLTIPLE es una de las grandes diferencias entre 
trabajar con niños o con adultos. En este campo se dan transferencias y 
contratransferencias concordantes y complementarias. Así, al realizar una entrevista 
psicoanalítica estamos creando un espacio nuevo y único, que pertenece a todos los 
participantes del encuentro, donde se organizan el conjunto de los fenómenos subjetivos 
que atañen tanto al analista como al paciente y a sus progenitores. Lo característico en el 
campo múltiple es que el paciente sigue siendo uno solo, y todas las intervenciones 
están centradas en él y destinadas al desarrollo de su análisis. Entonces, aun cuando 
el analista comprenda las diferentes transferencias que circulan en el campo, sólo 
interpretará explícitamente la del niño. Igualmente, una intervención en la línea de la 
transferencia principal hace efecto también en las transferencias laterales. En este campo, 
el analista
elige conscientemente no interpretar aquello que pertenece a la privacidad del niño,
dejándolo para el momento en que la presencia de sus padres ya no sea requerida.
Juanito: Bigote; miedo a su padre por querer tanto a su madre. “Tú me has pegado hoy por
la mañana”.
Freud, sin dejar de prestar atención a la información que le habían aportado, extrae sus
propias conclusiones sobre lo que le parece el niño. Creemos que de no haber estado los 3
involucrados allí presentes, Freud no hubiera notado tan claramente el desplazamiento del
padre al significante caballo.
Las intervenciones que el analista realiza dentro de este campo múltiple interesan a 
todos los integrantes de dicho espacio y la interpretación dirigida hacia el niño 
resulta también efectiva para los otros participantes. Mientras el análisis progresa, el 
campo transferencial múltiple tiende a transformarse en un campo donde sólo están 
involucrados paciente y analista, esto se relaciona con la posibilidad del niño de ir 
prescindiendo de la presencia externa real de sus objetos originales y del afianzamiento de 
la relación transferencial con su analista.
La presencia de los progenitores no debería ser considerado un obstáculo, sino que 
abre un amplísimo campo de posibilidades de profundización en la comprensión de la
mente de los pacientes.
“HACIA UNA TEORÍA TRAUMÁTICA DE LAS NEUROSIS” CAP 6. SILVIA BLEICHMAR
Los conceptos más importantes de este texto son:
● Situación de consulta
● Estructura edípica de partida (en este concepto es importante incluir el concepto de 
alianza conyugal/ historia edipica de los padres/ lugar que viene a ocupar el niño)
● Historia significante
● Estructura psíquica de llegada (como se constituye la neurosis del niño, como llega a 
consulta, síntoma).
La autora plantea que en la situación de consulta está el relato/ el discurso que el adulto 
formula, en el cual se entremezclan las preocupaciones por el niño y sus propias fantasías, 
deseos y angustias que tiñen a la entrevista.
Por otro lado, tenemos los discursos que se despliegan en la mente del analista.
La escucha tiene que ser activa y con “dos oídos”: uno que apunta a la ubicación de 
indicios que dan cuenta de la estructura del niño y otro que busca en el adulto las 
determinaciones simbólicas, deseos y fantasías que lo capturan en cierta trama, el analista 
va definiendo la dirección del diagnóstico y el proceso de la eventual cura, de modo 
que se va aproximando al nudo patógeno. Pero esto debe ser realizado teniendo en 
cuenta que, para desarticularlo, deberá permitir que se desplieguen transferencias 
parentales.
Triada: NIÑO - PADRES - ANALISTA
Situación de consulta: se trata, en principio, a través de un corte transversal en la
estructura psíquica del niño, de ubicar el modo de funcionamiento que la define
meta psicológicamente. A través de la historia singular del sujeto, podemos capturar 
las relaciones entre la estructura edípica de partida y la historia significante que 
desembocara en la estructura edípica de llegada. 
La estructura psíquica siempre es singular, su constitución y modo de funcionamiento 
darán origen al conflicto al síntoma.
Al hablar de HISTORIA SIGNIFICANTE: no se trata de una historia de vida, sino de aquella
que dará razón de ese particular ensamblaje entre traumatismo y síntoma. Historia de 
las vicisitudes libidinales, tanto pulsionales como amorosas, teniendo en cuenta que están 
en estrecha dependencia al semejante.
El relato materno, por el cual nos aproximamos a esta historia de las vicisitudes libidinales,
solo puede ser tomado como referencia, no pudiendo nunca ser concebido como una vía 
de acceso al inconsciente del niño.
Hay dos órdenes de referencia considerados centrales en el comienzo de un análisis:
1. El que hace a la constitución del inconsciente infantil y su referencia al deseo
materno.
2. El que se juega en las determinaciones entre traumatismo y síntoma.
A partir de estos dos elementos, se pondrá en juego el concepto de metábola, y su función
en la simbolización, por relación al significante y su operancia en el inconsciente.
CASO PAULA
En la primera entrevista con la madre, ella manifiesta que “en realidad no sabe a quién le
está pasando algo”.
Cuando Paula tenía dos años y nueve meses, después de un choque, dejo de hablar. No
dejo de hablar directamente, sino que comenzó con un tartamudeo, ante el cual la mamá le
informó que no le gustaba, y que si lo seguía haciendo la iba a regalar. A partir de esta
la intervención materna, la niña dejó de hablar definitivamente.
Condiciones edípica de partida:
Paula es la menor de tres hermanos.
La madre se casó joven y no pudo disfrutar de sus hijos mayores, al nacimiento del primer
hijo el marido se encariño tanto con el niño que ella sintió profundos celos. La segunda hija
llego al poco tiempo, y ella se sentía cada vez más presionada por la situación. Después de
varios años nació Paula y con ella pudo establecer la relación que nunca había tenido con
los mayores.
En cuanto al padre, ella hablaba de su marido como una persona posesiva, que la hacía
sentir muchas veces molesta. Guardaba devoción a sus padres, no habiendo nunca logrado
establecer una alianza conyugal con su mujer, a lacual consideraba siempre imperfecta en
relación a su propia madre.
La madre de Paula había sido, en su familia de origen, la única mujer de un grupo de siete
hermanos. Nunca tuvo buena relación con su madre, quien siempre la encontró imperfecta y
la criticaba. Tanto su deseo de tener un hombre para sí misma sin otros que obstaculicen el
vínculo, como la precocidad con la cual tuvo que hacerse cargo de las tareas maternas,
abrían una línea para entender su ambivalencia originaria a sus hijos como su ubicación en
el lugar de mala madre; ubicación subjetiva, de una falla que la atravesaba y la llevaba a
buscar, sin nunca sentirse suficientemente buena.
Paula fue una niña deseada narcisizada por la madre, logrando su propia re-narcisización.
Tuvo un buen desarrollo, sin nunca presentar problemas. Pero cuando tartamudeo, la
madre fue presa de un colapsamiento narcisista, que la confronto con su falla como mujer y
como madre. El tartamudeo de Paula operó como un factor de derrumbe.
La sintomatología emergente en Paula había aparecido, según la madre, después de un
choque. ¿Por qué ese síntoma? La estructura edípica de partida no daba razón de la
elección neurótica realizada. Tampoco el choque en sí mismo permitía la 
comprensión directa de los síntomas. Por lo cual era necesario encontrar las razones, 
históricas, singulares, traumáticas, que conducían a Paula a esta elección de síntoma.
Vicisitudes históricas de Paula conducentes a la estructura edípica de llegada:
Paula fue deseada por toda la familia desde el embarazo, alimentada con pecho y biberón
debido a que su madre sentía que tenía poca leche para satisfacerla fantasma asociado
a la imposibilidad de ejercer plenamente sus funciones de satisfacer al otro.
Cuando llegó a la consulta, el psiquismo de Paula había ya pasado por las constelaciones
que hacen a las primeras instalaciones de la represión originaria y que no han sido aún
resignificados por el Edipo.
Cuando se indaga acerca de la angustia del octavo mes, la madre responde, “sabes que no
se. Siempre la atendí yo. Nunca deje eso en manos de nadie”.
Hubo un episodio que luego cobraría importancia por su encadenamiento traumático ala
emergencia sintomal: “cuando Paula tenía ocho meses, la madre bajo del auto para buscar
a los otros dos niños, dejándola durante nos momentos adentro. Cuando volvió a buscar las
llaves, regresando desesperada a intentar abrir la puerta, la gente la rodeaba, tratando de
ayudarla como de tranquilizar a la beba, que lloraba desesperadamente”.
Se puede suponer que Paula lloró desesperadamente porque, por primera vez, algo la
separaba de los brazos de su madre; por otra parte, las caras desconocidas, unidas al 
gesto de horror de la madre, propiciaron la emergencia de una verdadera angustia del 
octavo mes, pero al modo de un excedente traumático.
Cuando paula tenía un año y medio los padres decidieron sacarla de la habitación
matrimonial, en la cual habitaba desde su nacimiento. Se realizó un desplazamiento real, 
la habitación de los padres es cedida al hijo mayor, y Paula va a ocupar una habitación con 
su hermana. Pero Paula no llora cuando sacan su cuna de la habitación, sino cuando es
retirada la cama de los padres. Define su propio espacio por referencia al lugar del otro,
poniendo de manifiesto que no ha logrado un espacio que la ubique en su propio 
sistema de coordenadas.
Por esa misma época, deja el biberón; un día, al acabar de tomar pidió otro el cual 
leprodujo vómito por saturación. A partir de allí, no lo aceptó nunca más.
Existía una hiperconexion de la niña con todos los actos y los objetos maternos; 
cualquier cosa que la madre dejara en algún lugar, ella sabía dónde estaba “estando 
conmigo, se adapta a lo que sea”.
A los dos años ya cantaba, conocía las partes del cuerpo, elegía su ropa, repetía canciones
que oía diferenciando entre las que le gustaban y las que no. Paula estaba en posesión del
sí y del no, era capaz de expresar sus deseos y aun de contraponerse al semejante.
La secuencia traumática
Llama secuencia y no traumatismo a los grupos de acontecimientos.
Primera secuencia: en marzo del año anterior a la consulta, cuando Paula tenía dos años y
cuatro meses, se produjo el primer choque. Fue sin consecuencias, Paula empieza a repetir
la frase “que le pasó a mi mama”. Cada vez que la escena traumática aparecía en su
cabeza empleaba el lenguaje al modo que este opera cuando empieza a constituirse; 
como objeto reasegurante. Destinado a sí mismo, se trata de una invocación 
tranquilizante que metaforiza al objeto en su materialidad concreta. Hubo una subversión 
de la función lingüística, produciendo una regresión de su función comunicacional a una 
defensiva.
Segunda secuencia: un mes después, en Julio, los padres parten solos de viaje por veinte
días. Cuando vuelven, la madre encuentra a Paula con un cambio de carácter, llanto y
berrinches.
Tercera secuencia: toda la familia se va de viaje con los abuelos. En el viaje de vuelta,
Paula repite “se cayó el avión mama”. Poco tiempo antes del viaje, Paula se cayó de la
cama. También por ese tiempo, la madre estaba entrando a la casa y se cayó, y Paula se
impresiono mucho. Por otro lado, durante estas vacaciones Paula durmió en la misma
habitación de hotel que sus padres.
Cuarta secuencia: segundo choque, de más gravedad, choque frontal. La madre iba con 
los tres niños. Si bien ninguno sale herido, el auto queda muy dañado.
Algunas conductas que suceden luego de cada secuencia:
- Luego del primer choque, Paula entra reiteradamente a la habitación de su hermano,
choca los autitos. Corresponde a un intento de elaboración espontánea del primer
traumatismo.
- A la vuelta de las vacaciones, y luego del segundo choque, comienza a rechazar a
sus amiguitos. Un primo de su misma edad le pega, Paula habla reiteradamente del
episodio.
- Luego del segundo choque empieza el tartamudeo y, posteriormente, el mutismo.
En medio de la entrevista, Paula intentó evitar que el diálogo prosiguiera, tratando de
impedir cualquier intercambio entre su mama y la psicóloga, demostrando así que se le
hacía intolerable la inclusión de un tercero en el interior de la simbiosis que aun 
perduraba. Pero cuando la psicóloga interviene y señala el enojo que le producía eso, por la
sensación de exclusion que sentía, cedió su conducta.
“Me sentí la madre más mala del mundo” decía. Los fantasmas mortíferos contra su propia
madre retornaban. La menor conducta hostil era vivida como un riesgo de destrucción
plena, generando en la niña una precoz represión del sadismo que se inscribía en sus
síntomas.
Una génesis constituida apres – coup.
Podemos considerar a las secuencias traumáticas como tiempos segundos que se
resignifican, o recomponen, por aprés – coup, diversos movimientos previos.
A los ocho meses de vida: queda encerrada en el auto, mientras la madre intenta
desesperadamente abrir la puerta. Primera impronta separadora inicial; Paula estaba afuera
del entorno materno. Doble juego en el interior del auto: espacio de soledad compartida con
la madre durante largos paseos, espacio de exclusión del cuerpo materno, a partir de este
traumatismo.
Al año y medio: expulsión de la habitación de los padres.
El episodio de quedar encerrada en el auto no cobra fuerza traumática solo por su
encadenamiento posterior, sino porque la vivencia de ser separada por primera vez de los
brazos de su madre se encadena al gesto de horror de esta, propiciando un
hiperinvestimiento destinado al apres – coup.
La reconducción de un síntoma histérico a una escena traumática solo se da si esa escena
satisface dos condiciones: idoneidad determinadora y fuerza traumática. Una escena
traumática puede tener fuerza traumática y no por ello idoneidad determinadora, o
viceversa.
El primer choque tiene idoneidad determinadora pero no ha alcanzado la fuerza traumática
necesaria, por eso queda en latencia.
¿Qué es lo que le otorga al segundo choque el incremento de la fuerza traumática?Hay que buscar entre ambas escenas qué elemento determina el que la primera quede 
resegnificada por la segunda. Este está siempre del lado de lo sexual, y en este caso 
puede ser el pequeño viaje realizado por los padres y la posterior inclusión de la niña en la 
escena primaria a través del colecho en las vacaciones compartidas. Esta inclusión 
resignifica la exclusión.
Lo traumático es aquello que se escapa a la simbolizacion preconsciente, a la
temporalización, a la historizacion. Esta grieta solo puede rellenarse mediante
fantasmatizaciones, teorías encapsuladas cuyo estatuto no logra instituirse en el
pensamiento consciente y queda siempre librada a la formación de síntomas. El síntoma
mismo es concebido como el efecto de un intento de reequilibramiento espontaneo de la
economía libidinal.
Las cadenas traumáticas, así como los determinantes edipicos, dan cuenta de la
pluricausalidad. Esta no propicia una sobre determinación por sumatoria, sino un re
ensamblaje. 
De la neurosis traumática a una teoría traumática de la neurosis
Laplanche retoma la teoría del traumatismo, su acción queda descompuesta en varios
tiempos supone la existencia de, por lo menos, dos acontecimientos.
La teoría de la seducción pone de relieve que todo el traumatismo viene al mismo 
tiempo del exterior y del interior. Del exterior, porque es desde el otro de donde llega la 
sexualidad al sujeto, del interior porque brota de ese externo interiorizado.
Estamos entonces ante una concepción del traumatismo en la cual todo es exógeno y
endógeno a la vez, lo exógeno se inscribe, deviene endógeno y se reactualiza a partir 
de un nuevo elemento que viene a producir un re ensamblaje, una reactualización.
El traumatismo se juega en el interior y el exterior del psiquismo. Su eficacia no queda
subordinada a la magnitud del estímulo exterior, sino a las relaciones que se establecen
entre estas cantidades externas que invaden al psiquismo y lo que internamente es
disparado.
La teoría traumática de la neurosis va a proponer que toda neurosis es el re 
ensamblaje, por apres – coup, de elementos desgajados de lo que acontece, que 
ingresan de modo descompuesto, desarticulando, e investando y resignificando 
representaciones.
La elección de neurosis: relaciones entre los encadenamientos traumáticos la
estructura edípica de partida
En “La etiología de la histeria” se ve como factor a la herencia paternal; implica el intento de
demostrar que ya hay antecedentes patológicos. Este factor es algo del orden de la
sexualidad de los padres. Lo que da un carácter diverso a esta herencia es su carácter
factual, el hecho de que la acción seductora del adulto ha sido capturada traumáticamente
por el niño; como aflujo de excitación indomeñable, como enigma a resignificar.
El segundo factor es el factor constitucional; las vivencias sexuales infantiles son 
condición básica, la predisposición. Ellas producen los síntomas histéricos, pero no de 
manera inmediata, sino que solo cobran eficiencia patológica luego, cuando, pasada la 
pubertad, son despertadas como unos recuerdos inconscientes.
El tercer factor es el traumatismo desencadenante.
Entre el segundo y el tercer factor se juega la sobre determinación; la fuerza determinadora
de las escenas infantiles se esconde, ello lleva a que uno crea haber encontrado la
explicación de un síntoma en el contenido de alguna de las escenas posteriores, chocando
luego con el mismo contenido de una de las escenas infantiles.
Los síntomas histéricos son sobre determinados. No remiten a una o dos escenas, sino a
una verdadera red.
Una revisión del concepto de series complementarias:
La ecuación etiológica expuesta para la determinación de las neurosis en la histeria deviene
en serie complementaria.
La fijación libidinal del adulto se descompone en otros dos factores:
- La disposición heredada la predisposición adquirida en la primera infancia.
- Tempranas experiencias sexuales.
Entonces, la causación de la neurosis es: predisposición por fijación libidinal (vivenciar
prehistórico + vivenciar infantil) + vivenciar accidental (traumático).
Si se sigue el planteo freudiano, la predisposición abarca lo singular lo singular, histórico,
del vivenciar infantil, más los prehistóricos, aquello que se hereda. 
TKACH: “EL CONCEPTO DE TRAUMA DE FREUD A WINNICOTT: UN RECORRIDO
HASTA LA ACTUALIDAD”
Todas las producciones teóricas del trauma se empezaron a desarrollar hace 30 años. El 
trauma no formó parte del paradigma que regía en los desarrollos teóricos del psicoanálisis 
oficial. 
En el primer Lacan, el concepto no tiene estatuto ni teórico ni clinico. Cuando es abordado 
(pre Lacan o en el último), lo hace de un modo muy particular enmarcado ya en su propio 
pensamiento. Es una conceptualización que deja la historia y las vicisitudes del sujeto 
reducidos a un efecto estructural necesario e incierto en sus consecuencias. 
ANNA FREUD: Advirtió que el término trauma estaba siendo usado de manera inapropiada 
y abusiva. Este uso dificulta la diferencia entre influencias. Ella recupera la idea original de 
Freud y muestra que en otras escuelas (americana, francesa, etc) el concepto fue tomando 
relevancia teórica.
MELANIE KLEIN: El concepto de trauma está prácticamente ausente en la obra Kleiniana. 
LACAN: El concepto de trauma es trabajado desde una perspectiva vinculada a la fórmula 
lógica: “el significante es causa de goce”.
FREUD: Como toda la obra de Freud, el concepto de trauma presenta variaciones en sus 
trabajos. Trauma como acontecimiento accidental. Visión cuantitativa ligada a la pulsión. 
Experiencias sexuales infantiles. Vencimiento de barrera anti estímulos.
Conceptualizaciones post 1920: 
“Factor traumático” de carácter endógeno. 
○ Tiempo original e inextinguible en el psiquismo. 
○ Testimonia la fuerza de la pulsión. 
○ Punto de vista económico y cuantitativo. 
○ Trabajo del psiquismo para dominar la energía y su ligadura, en el primer 
tiempo de la tramitación.
El “carácter traumático” de las experiencias sexuales infantiles
○ Están enlazadas con impresiones dolorosas de angustia, prohibición, 
desengaño y castigo. 
○ La fijación inconsciente a un trauma origina que la “violenta pulsión aflorante”
fuerce a la superficie material de episodios sentidos como penosos. 
○ Niño traumatizado por la violencia de la pulsión
Trauma como vencimiento de la barrera protectora de estímulos 
○ La sorpresa y la impreparación del YO. 
○ Preparación y posibilidad de anticipación brindada por el ‘apronte angustiado’
o la ‘angustia señal’. 
○ Cuando fracasa la angustia señal o al apronte angustiado, el aparato no logra
prepararse para lo que viene y aparece el trauma.
“La situación traumática”
○ Nombra la emergencia de la ‘angustia automática’, también llamada angustia
traumática. 
○ Es la situación vivenciada de ‘desvalimiento’, ‘desamparo’, ‘indefensión’. 
○ Connotaciones que permiten cualificar los estados afectivos de la vivencia 
traumática. 
○ La angustia que emerge en la situación de peligro, remite a la ‘situación 
traumática’ en tanto anticipación de esta última.
➔ Luego de 1920 las especificaciones acerca del concepto de trauma se enmarcan en 
la búsqueda de la etiología de las neurosis, sin que quede resuelto si existe una 
relación entre ambos. 
➔ Se puede calificar como traumática una vivencia únicamente a consecuencia de un 
factor cuantitativo. 
➔ Dicha vivencia causa un exceso de exigencias para el aparato psíquico provocando 
reacciones insólitas y patológicas. 
➔ Siguiendo la lógica de las series complementarias, en ciertas construcciones 
producirá afectos de trauma algo que en otra no lo tendría. 
WINNICOTT
Tiene una conceptualización propia relativa a la noción de dependencia. 
❏ Para él el entorno y la familia brindan protección contra traumas severos. 
❏ Habla también de un aspecto “normal” del trauma vinculado a las acciones 
“traumatizantes” de la madre para que el niño emplee nuevos mecanismos mentales
y habilidades.❏ La dificultad aparece entonces, con los denominados traumas sutiles o traumas 
tempranos.
El entorno
❏ En el momento de la dependencia absoluta del bebé, el trauma se genera cuando 
aparece un derrumbe de la confiabilidad del ambiente previsible. 
❏ El trauma se manifiesta en una falla o falta relativa en la instauración de la 
organización yoica. 
❏ El ambiente, que debía sostener, se convierte en persecutorio y penetra en las 
defensas del niño.
❏ El quehacer materno suficientemente bueno, entonces, es aquel que permite al bebé
no verse obligado a enfrentar lo impredecible, hasta ser capaz de dar cabida a las 
fallas del ambiente. 
❏ Hasta aquí, el trauma parece una vivencia pasiva del niño no anticipable dada su 
temprana etapa de constitución. 
❏ Sin embargo, Winnicott agrega una dimensión activa del niño que termina de 
configurar la conceptuación del trauma. 
El mundo interno
❏ El niño tendrá reacciones frente a las fallas del entorno. 
❏ Frente a la falta del objeto que cumpla la función, se quiebra la idealización del 
objeto por el odio a un individuo. 
❏ En el mundo interno del niño aparece entonces un delio de ser perseguido por los 
objetos buenos. 
❏ El odio ante la falla del objeto, se transforma en “ser odiado”.
Trauma y angustia
❏ Se enmarca así, en la conceptualización de Winnicott, una dialéctica constante entre
ambos factores: INTERNO Y EXTERNO. 
❏ Winnicott agrega una descripción del tipo de angustia a la que dan lugar los 
sucesos traumáticos permitiendo cualificar la variedad de afectos que, mientras duró
la preminencia de lo cuantitativo, no era posible dar cuenta suficiente en el trabajo 
clínico. 
❏ Angustia impensable o de máximo dolor 
❏ Angustia primitiva o arcaica 
❏ Ese ‘espanto’ o ‘el dejar caer’. Que incluye:
❏ Caída perpetua 
❏ Desintegración 
❏ Escisión somática 
❏ Despersonalización
❏ Un bebé bien atendido tendrá la posibilidad de edificar su capacidad de creer en sí 
mismo y en el mundo. 
❏ Aquel que no, llevará consigo para toda la vida experiencias de angustia impensable
y déficit en la esfera de la confiabilidad introyectada. 
¿Qué nos permiten estos desarrollos? 
● Pensar en una distinción entre traumatismo y trauma. 
● Diferenciar entre:
○ Vivencia traumática
○ Evento o entorno disruptivo (Beyankar y Lezica)
○ Vivencia traumatogenica (Beyankar y Lezica) 
● El autor reserva el término “traumático” solo al tipo de disfunción psíquica que ve 
impedida la normal articulación entre representación y afecto
● Distinguir la situación disruptiva para denominar un evento factico de cualidades 
desestabilizantes y distinguirlo de aquello que impide la articulación psíquica frente a
un evento disruptivo. 
● Conocer los conceptos sobre los que se apoyan (y discuten) los autores que 
continuaron los desarrollos de la idea de trauma, complejizando y profundizando sus
implicancias. 
TKACH: “SÍNTOMAS EN LOS NIÑOS: NEUROSIS INFANTIL Y NEUROSIS DE
ANGUSTIA”
Freud: diferencia a las neurosis actuales de las psiconeurosis dividiendo las actuales en: 
a. Neurastenia
b. Neurosis de angustia: neurosis de angustia en tanto neurosis actual y cuyo síntoma
principal es la angustia.
c. Hipocondría
FORMACIÓN DE SÍNTOMAS EN LAS NEUROSIS ACTUALES
● Trasposición directa de la angustia. 
● Síntoma de la neurosis actual como el núcleo y etapa previa del síntoma
psiconeurótico
● Todo niño atraviesa una neurosis actual en movimiento hacia la constitución de una
psiconeurosis.
● Lo que genera angustia es una acumulación de excitación (producto de una descarga
estorbada) somática de naturaleza sexual.
● La tensión física (somática) “no ligada psíquicamente” se muda en angustia.
● A una acumulación cuantitativa de tensión se adjunta una modificación cualitativa:
se transforma en angustia sin atravesar un proceso psíquico, no hay simbolización de
la excitación somática
● Las neurosis actuales son la base para el posterior desarrollo de psiconeurosis.
● La neurastenia (neurosis actual) es el antecedente de la histeria de conversión
(psiconeurosis).
● La neurosis de angustia (neurosis actual) es el antecedente de la histeria de angustia
(psiconeurosis).
● En la neurosis actual la causa es actual y en acto (ausencia de mediación o de
elaboración psíquica)
● Neurosis de angustia en tanto neurosis actual: presente en el tiempo y en acto.
FORMACIÓN DE SÍNTOMAS EN LA PSICONEUROSIS
Sustitución representativa: tienen un significado psíquico.
La causa hay que buscarla en el pasado o en acontecimientos pasados reactivados en el
presente. La causa es el conflicto entre instancias, a nivel psíquico.
SÍNTOMAS Y ANGUSTIA
Los síntomas de angustia en los niños pueden dar cuenta de dificultades inevitables en la
constitución subjetiva hasta las perturbaciones de la constitución en sí lo que puede
configurarse como un cuadro sintomatológico fijo.
Síntomas infantiles: tienen en común ser síntomas de angustia. El síntoma es la angustia
que se exterioriza de diversos modos: irritabilidad general, expectativa angustiada, el ataque
de angustia, los ataques de angustia rudimentarios, terror nocturno y 2 tipos de fobias
típicas tempranas:
1. El primer tipo de fobia se refiere a peligros comunes (serpientes, tormentas, 
oscuridad), 
2. El segundo tipo de fobia incluye la agorafobia con sus variedades colaterales 
caracterizadas en su conjunto por referencia a la locomoción.
En cuanto a los SÍNTOMAS; DESCRIPCIÓN DE CADA UNO:
-Irritabilidad general:
Indica una acumulación de excitación o una incapacidad para tolerarla. Se expresa por una 
hiperestesia auditiva, que es también causa de insomnio.
-Expectativa angustiada:
Es el síntoma nuclear. Se trata de la presencia de un quantum de angustia libremente 
flotante; es energía libre, un “estado de angustia”, que constituye un fenómeno de fondo 
permanente, crónico que puede transformarse en un ataque de angustia.
-Ataque de angustia: Es una exteriorización del estado de angustia, que irrumpe de pronto 
en la conciencia sin que sea evocado por nada. La diferencia con la expectativa angustiada 
o “estado de angustia” es que esta se mantiene latente, pero en continuo acecho. En 
cambio, en el ataque de angustia no opera la expectativa, es decir, no hay una forma de 
anticipación, la irrupción es repentina. Entonces la expectativa podría ser el paso previo a 
que se dé el ataque.
- Equivalentes del ataque de angustia o ataques de angustia rudimentarios
Son perturbaciones corporales que acompañan a la angustia por sí sola y de forma aguda
se vuelve el ataque mismo. Pero como la alteración corporal está en un primer plano, no 
hay un registro psíquico de la angustia que hay de fondo. 
Esto incluye perturbaciones de la actividad cardíaca, respiratoria, digestiva, parestesias, 
sudor, temblores, vértigo locomotor, etc. Muchos de estos síntomas pueden aparecer de 
manera crónica.
Aquí la angustia como ataque se traspuso al cuerpo, y es irruptora y aguda.
-Terror nocturno (adultos) pavor nocturno (niños)
Aparece como una variedad del ataque de angustia, que se acompaña de angustia, disnea, 
sudor, etc. Puede estar enlazado con la reproducción de una vivencia o de un sueño, con lo
cual adquiere un sesgo histérico pero también se presenta puro y sin sueño
Angustia es libido no empleada : excitación libidinosa que no se satisface y en su lugar surge
un estado de angustia.
FOBIAS MÁS TEMPRANAS EN LA INFANCIA:
a. Son fobias regulares, esperables
b. Son el paso previo de las fobias de la histeria de angustia (psiconeurosis), que se
trata de la represión típica de las mociones de deseo provenientes del Complejo de
Edipo, siendo estas fobias enigmáticas.
c. Fobias más tempranas de la infancia tienen una explicación cierta. 
Las fobias constituyen “las primeras neurosis de la infancia”, en las que un desarrollo
inicial de la angustia es relevada por la posterior formación de síntoma. El miedo, es a la
propia libido peligro interno que se traspone en peligro

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