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Estructura de la oración

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Estructura de la
oración
Introducción:
La estructura de la oración es un aspecto
fundamental en la gramática de cualquier
idioma.
En este ensayo, exploraremos los
componentes esenciales de una oración,
su organización y cómo influyen en la
comunicación efectiva.
¿Qué es una oración?
Una oración es una unidad de sentido
compuesta por diferentes palabras
ordenadas que expresan una idea o
mensaje. Es el fragmento más básico del
discurso y su objetivo es comunicar, por lo
que siempre debe tener sentido (dentro de
un contexto) y coherencia.
Por ejemplo: Los niños visitarán la muestra
esta tarde.
Lo que caracteriza a una oración es la
unidad temática, ya que las palabras que la
constituyen deben referirse a un tema
determinado.
Toda oración encierra un pensamiento
completo, es decir, tiene en sí misma un
significado y se puede encontrar de manera
escrita (se reconoce por comenzar con una
letra mayúscula y finalizar con un punto) o
ser formulada de forma oral.
Existen diferentes tipos de oraciones
dependiendo de lo que se desee
comunicar.
En la mayoría de los casos, las oraciones
tienen una división interna entre sujeto
(elemento que indica a aquel que lleva
adelante la acción) y predicado (elemento
que indica la acción que se realiza y su
contexto).
Hay oraciones muy breves, de solo tres o
cuatro palabras, y oraciones más extensas.
Características de una oración
Algunas de las principales características
de una oración son:
Está formada por un conjunto de palabras.
Tiene sentido y funciona por sí misma.
Sirve para comunicar una idea o transmitir
un mensaje.
Es usada tanto de forma oral como escrita.
Puede formar parte de una estructura
mayor, como un párrafo o un texto.
Puede ser bimembre (cuando está formada
por un sujeto y un predicado) o unimembre
(cuando no puede dividirse en sujeto y
predicado).
Varía en extensión.
Está formada por diferentes elementos que
cumplen una determinada función dentro
de la oración.
Tipos de palabras en una oración
Las oraciones se construyen a partir de
palabras, que se diferencian entre sí según
sus características y forman diferentes
clases o categorías gramaticales. Además,
de acuerdo al rol que cumplen, estas
palabras tienen una función sintáctica
dentro de la oración.
Los principales tipos de palabras que
pueden encontrarse dentro de una oración
son:
Sustantivos. Son palabras que se usan
para nombrar cosas materiales e
inmateriales. Existen diferentes tipos, de
acuerdo a aquello que designan, como los
sustantivos comunes (avión, vaca, pizarra),
propios (Marcelo, Valeria, Madrid),
abstractos (pobreza, pasión, miedo),
colectivos (manada, biblioteca, jauría),
entre otros. Por ejemplo: Marcelo viajará a
Madrid en avión para asistir a un congreso
de psicología.
Adjetivos. Son palabras que acompañan al
sustantivo y expresan cualidades o
características. Los adjetivos pueden ser
calificativos (grande, dulce, rojo), posesivos
(mío, tuya, nuestro), indefinidos (todo,
varios, mucho), demostrativos (estos, ese,
aquellas), numerales (treinta, doble,
quinto), entre otros. Por ejemplo: Después
de mucho tiempo los veinte trabajadores
pudieron volver a la antigua fábrica.
Pronombres. Son palabras que se usan
para reemplazar a un nombre o sustantivo,
que ya ha sido nombrado. Pueden ser
personales (tú, ella, yo), demostrativos
(esa, aquella, esos), posesivos (mío, tuyos,
nuestras), relativos (cuyo, el cual, quienes),
indefinidos (ninguno, toda, muchos), entre
otros. Por ejemplo: Ninguna de esas bolsas
es mía, creo que son suyas.
Artículos. Son palabras que acompañan al
sustantivo y concuerdan con él en género y
número. Pueden ser determinados (el, la,
las, los), indeterminados (una, uno, unas,
unos) o invariables (lo). Por ejemplo: Un
profesor será el encargado de guiar a los
alumnos hacia una nueva aventura.
Adverbios. Son palabras invariables (sin
género ni número) que complementan o
agregan información sobre un verbo, un
adjetivo u otros adverbios. Pueden ser de
cantidad (mucho, nada, poco), de modo
(así, bien, perfectamente), de lugar (acá,
ahí, adelante), de tiempo (hoy, nunca,
ahora), de afirmación (sí, claro, obvio), de
negación (no, nunca, jamás), entre otros.
Por ejemplo: Hacía mucho tiempo que no
disfrutábamos de un día tan perfecto como
el de hoy.
Verbos. Son palabras que se usan para
expresar acciones y concuerdan en
persona y número con el sujeto de la
oración. Por ejemplo: Los pintores
terminaron el mural y el gerente lo inauguró
esa misma tarde.
Preposiciones. Son palabras que se usan
para establecer una relación entre dos
palabras de la oración. Las preposiciones
son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de,
desde, durante, en, entre, hacia, hasta,
mediante, para, por, según, sin, so, sobre,
tras, versus, vía. Por ejemplo: El perro de
mi tía salió a la calle sin correa y estuvo
perdido durante tres horas.
Conjunciones. Son palabras que se usan
en una oración para unir palabras o
proposiciones y pueden ser coordinantes
(unen elementos con igual categoría
gramatical) o subordinantes (unen
elementos con diferente jerarquía
gramatical). Algunos ejemplos de
conjunciones son: y, o, u, e, pero, aunque,
porque, ya que, a pesar de, así como, es
decir, entre otras. Por ejemplo: Javier y
Paula volvieron a su casa porque la lluvia
les impidió armar la carpa, así que volverán
a la montaña el fin de semana que viene.
Tipos de oraciones
Una oración está formada por un conjunto
de palabras.
Las oraciones se pueden clasificar de
diversos modos.
Según su estructura:
Oraciones bimembres. Son oraciones
formadas por sujeto y predicado. Por
ejemplo: Los espectadores se sentaron en
sus butacas.
Oraciones unimembres. Son oraciones
formadas por un único miembro y no
pueden dividirse en sujeto y predicado. Por
ejemplo: ¡Qué lindo día!
Según su complejidad:
Oraciones simples. Son oraciones que
están compuestas por un único verbo, que
refiere a un único sujeto. Por ejemplo: Ella
correrá la maratón.
Oraciones compuestas. Son oraciones
formadas por dos o más verbos conjugados
que refieren a dos sujetos distintos. Por
ejemplo: Ella correrá la maratón y yo la
esperaré en la meta.
Según el sujeto:
Oraciones personales. Son oraciones con
un sujeto determinado. Este sujeto puede
ser explícito o tácito. Por ejemplo: Los
deportistas tienen tiempo hasta mañana
para entregar los certificados.
Oraciones impersonales. Son oraciones en
las que ninguno de los elementos que las
conforman es el sujeto ni está omitido. Por
ejemplo: Hay mucho ruido.
Según la voz del verbo:
Oraciones activas. Son oraciones en las
que el sujeto ejecuta de forma directa un
verbo. Por ejemplo: El presidente será el
encargado de entregar las medallas.
Oraciones pasivas. Son oraciones en las
que el sujeto recibe la acción de forma
pasiva y es ejecutada por un complemento
agente. Por ejemplo: Las medallas serán
entregadas por el presidente.
Según la intención del hablante:
Oraciones afirmativas. Son oraciones que
certifican un hecho o una información. Por
ejemplo: La carrera terminará en cinco
minutos.
Oraciones interrogativas. Son oraciones en
las que el emisor hace una pregunta que se
expresa entre signos de interrogación. Por
ejemplo: ¿En dónde se pueden comprar las
entradas?
Oraciones negativas. Son oraciones que
niegan algún hecho, circunstancia o
afirmación. Por ejemplo: No quedan más
entradas para la carrera de hoy.
Oraciones exclamativas. Son oraciones
que indican énfasis o expresan algo entre
signos de exclamación. Por ejemplo: ¡Qué
desgracia!
La estructura de una oración
Un sintagma nominal puede estar
compuesto por uno o más sustantivos.
Las oraciones bimembres están formadas
por dos partes principales:
Un sintagma nominal o sujeto. Se compone
de uno o más sustantivos que, a su vez,
pueden estar explícitos o implícitos. Por
ejemplo: Los pasajeros deberán presentar
su pasaporte en la ventanilla.
Un sintagma verbal o predicado. Se
compone de uno o más verbos (explícitos o
implícitos) y elementos que acompañan al
verbo y lo modifican. Por ejemplo:Los
pasajeros deberán presentar su pasaporte
en la ventanilla.
Cada sintagma, sea este nominal o verbal
(sujeto o predicado), debe tener un núcleo,
que tiene determinado género (femenino o
masculino) y número (plural o singular).
En el sujeto, los núcleos suelen ser
sustantivos y en el predicado suelen ser
verbos y, en ambos casos, están
acompañados por elementos que los
modifican o complementan.
El sujeto de una oración
El sujeto de la oración es la parte de la
oración bimembre en la que se habla de
aquel que lleva adelante la acción. El sujeto
puede encontrarse antes o después del
predicado y puede ser:
Sujeto expreso. Aquel sujeto que está
mencionado de forma explícita en la
oración. Por ejemplo: La profesora llegó
tarde a la escuela.
Sujeto tácito. Aquel sujeto que no está
nombrado de forma explícita en la oración
pero que se puede reconocer por el
contexto. Por ejemplo: Llegamos en hora al
examen (sujeto tácito: nosotros).
Todo sujeto de una oración está formado
por un núcleo, que es la palabra central del
sujeto, y que puede ser un sustantivo o
pronombre. El sujeto es simple cuando está
formado por un único núcleo. Por ejemplo:
Julián obtuvo la mejor nota de su clase. Y
es compuesto, cuando está formado por
dos o más núcleos. Por ejemplo: Julián y
Micaela no deberán rendir el recuperatorio.
Además, existen en el sujeto ciertos
elementos que modifican o brindan datos
complementarios del núcleo.
Estos elementos son:
Modificador directo. Es un pronombre,
artículo o adjetivo que modifica o califica al
núcleo del sujeto. Por ejemplo: El libro de
actas negro quedó sobre la mesa.
Modificador indirecto. Es un nexo
subordinante que modifica al núcleo del
sujeto a través de una preposición. Por
ejemplo: El libro de actas negro quedó
sobre la mesa.
Aposición. Es una palabra o sintagma
nominal que complementa al núcleo del
sujeto. Suele incluirse entre comas. Por
ejemplo: El libro de actas negro, que hay
que entregar a la junta directiva, quedó
sobre la mesa.
Predicado de una oración
El predicado de una oración es aquella
parte de una oración bimembre en la que
se expresa algo sobre el sujeto y puede ser
verbal o no verbal. Por ejemplo: Nosotros
siempre llegamos temprano.
El predicado puede ser:
Predicado no verbal. No contiene un verbo
y en su lugar suele haber una coma. Por
ejemplo: La película, interesante. Puede
ser nominal, cuando el núcleo es un
sustantivo o adjetivo; adverbial, cuando el
núcleo es un adverbio; o verboidal, cuando
el núcleo es un verboide. En los casos en
los que no existe la coma, se trata de una
oración unimembre.
Predicado verbal. Detalla la acción que
lleva adelante el sujeto, por lo que siempre
contiene al verbo (en pasado, presente o
futuro) que es el núcleo. El predicado es
simple cuando la oración contiene solo un
verbo. Por ejemplo: Los hermanos fueron a
la playa ese verano. Por otro lado, el
predicado es compuesto cuando la oración
contiene dos o más verbos. Por ejemplo:
Los hermanos fueron a la playa ese verano
y se compraron una casa.
En todos los casos el verbo debe
concordar en género y número con el
núcleo del sujeto.
Además del núcleo, el predicado verbal
está formado por otros elementos que lo
complementan. Estos son:
Objeto directo. Es el elemento al que se le
atribuye directamente la acción del verbo y
puede ser reemplazada por “lo”, “los”, “la” o
“las”. Por ejemplo: Sus hermanos
compraron la casa de la costa ese verano. /
Sus hermanos la compraron ese verano.
Objeto indirecto. Es el elemento que indica
al receptor de una determinada acción y
suele reconocerse porque va antecedido
por la preposición “a” y “para” y puede ser
reemplazado por “le” o “les”. Por ejemplo:
Él dio a sus hijos una lección de vida / Él
les dio una lección de vida.
Complemento agente. Es el elemento que
se utiliza en la voz pasiva para aludir a
aquel que lleva adelante la acción. Suele
reconocerse porque va encabezado por las
preposiciones “por” o “de”. Por ejemplo: El
terreno fue vendido por uno de los dueños
del restaurante.
Complemento circunstancial. Es el
elemento que da información acerca del
tiempo, el lugar, la cantidad, el modo, la
causa, la finalidad, entre otros, en los que
se desarrolla la acción. Por ejemplo: Nos
encontraremos a las tres de la tarde en la
plaza de la Constitución.
Puntuación de una oración
En la mitad de la estructura de la oración
no puede haber un punto.
Toda oración escrita comienza con una
palabra que se escribe con la primera letra
en mayúscula y finaliza con un punto. Este
punto puede ser punto aparte (cierra un
párrafo), punto seguido (continúa el mismo
párrafo) o punto final (cierra un texto).
En la mitad de la estructura de la oración
no puede haber un punto, pero sí puede
que se encuentre una coma o un punto y
coma.
Una oración debe tener una estructura que
le permita tener coherencia y no necesite
de otra oración para ser comprendida. Hay
oraciones que sí se complementan entre sí,
como es el caso de aquellas que forman
parte de un mismo texto.
Conclusión
En resumen, la estructura de la oración es
esencial para la comunicación efectiva.
Comprender cómo se organizan los
elementos dentro de una oración nos
permite expresarnos con claridad y
precisión.
Al estudiar la gramática y practicar la
construcción de oraciones, mejoramos
nuestra habilidad para comunicarnos en
cualquier idioma.
Bibliografía:
García, M. (2010). Gramática básica del
español. Madrid: Ediciones SM.
Real Academia Española. (2010). Nueva
gramática de la lengua española. Madrid:
Espasa.

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