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EL BARROCO Sobre el concepto de arte Barroco El barroco es quizá el estilo artístico más complejo, rico y variado, el más diverso en función no sólo de los distintos países sino de las distintas escuelas locales, etapas, personalidades, etc. En nuestro diccionario de la lengua se define -de manera un tanto incompleta- con 3 acepciones: 1ª.- "Estilo de ornamentación caracterizado por la profusión de volutas, roleos y otros adornos en que predomina la línea curva, que se desarrolló, principalmente, en los siglos XVII y XVIII. (Esta definición es inexacta porque no es solo ornamentación) 2ª.- Por extensión aplícase a lo excesivamente recargado de adornos. 3ª.- Período de la cultura europea, y su influencia y desarrollo en América, en que prevaleció dicho estilo artístico y que va desde finales del XVI a los primeros decenios del XVIII" (En realidad el B. va más allá de los primeros decenios, incluso, en determinados lugares puede rebasar la mitad del siglo). El concepto de barroco puede entenderse en dos sentidos: 1º.- Como un modo de expresión artística que constituye una categoría permanente, opuesta al clasicismo, y que se da a lo largo de toda la historia; uno de los dos polos de un dualismo constante que existe en todo y también en el arte. El historiador H. Wölfflin, intentando expresar el Barroco como oposición al Renacimiento contrapone: Renacimiento: línea - Barroco: color R: plano - B: profundidad R: forma cerrada - B: forma abierta R: unidad - B: pluralidad Esta categoría ideal de "lo barroco", podría -según afirma Eugenio d'Ors- estar presente en el sucesivo devenir de muy diversos estilos artísticos, desde la prehistoria hasta nuestros días. 2º.-Como el arte que se desarrolla en un periodo histórico concreto, desde que el Renacimiento desaparece, en su fase manierista, hasta la llegada del Neoclasicismo. Generalizando, la cronología sería siglo XVII y 1ª mitad del XVIII, pero en Italia el barroco se inicia algo antes que en el resto de Europa, finales del XVI y se prologa, más o menos, hasta mediado el XVIII. Sin embargo en algún caso –en Iberoamérica, por ejemplo, el B. puede prolongarse hasta inicios del s. XIX. El término, que parece tener su origen en la palabra portuguesa "barroco" que significa perla irregular, o piedra irregular o verruga -en España se habla tb. de perla barrueca- encierra un sentido de irregularidad, de algo rocoso, con salientes. En francés existe tb. la palabra "baroquer" = abarquillar, curvar. En sus orígenes el término, en general, tiene un sentido peyorativo, se identifica con lo que es oscuro, extraño, desigual… En el Diccionario de la Ilustración francesa, se aplica ya concretamente a las Bellas Artes, con este mismo sentido peyorativo: lo exagerado, excesivo. Se dice que una pintura barroca es la que no respeta las reglas y "todo se representa según el capricho del artista" Esta apreciación es lógica dentro de una época, la neoclásica, que tiene un gusto totalmente opuesto. Wölfflin refiriéndose al barroco italiano dice: "De un lado el barroco está delimitado por el renacimiento, de otro por el neoclasicismo que comienza a manifestarse en la segunda mitad del XVIII... Pero en el curso de este periodo la evolución del estilo es tal que es difícil reconocerle una unidad... El barroco en sus comienzos es pesado, masivo, comprimido, severo; a continuación escapa poco a poco a su pesantez primera, el estilo gana en ligereza y alegría; al final se llega a una juguetona disolución de todas las formas tectónicas; a esta última etapa la designamos con el nombre de rococó". El barroco nace como reacción contra la excesiva intelectualización manierista y su mundo en crisis. La extraordinaria variedad de tendencias que se da en él es claro exponente de su: Naturalismo. Hay un acercamiento a lo natural, sin límites; búsqueda de lo real, de lo cotidiano que lo convierten en un arte popular. Por otra parte hay un deseo de grandiosidad, una exaltación de lo excesivo, de la riqueza. Capacidad de representar todos los sentimientos, todos los éxtasis; sensualismo y espiritualidad a la vez. Desdén por la regla, lo académico. En ocasiones búsqueda de lo escenográfico, de lo aparatoso. Afán de captación del movimiento: composiciones ricas en diagonales, líneas y formas abiertas. Por otra parte existe tb. un barroco más intelectual, desde el punto de vista conceptual o filosófico, aparentemente sencillo pero de una complicación oculta: el juego intelectual de Las Meninas Existe incluso una faceta de pesimismo: un barroco que reflexiona sobre sí mismo. De ahí la importancia de: los monumentos funerarios (con excepción de España) y de los cuadros llamados de "vánitas", especie de bodegones o naturalezas muertas en que se incluyen objetos como el reloj, s.t. de arena, monedas, espejos, calaveras... que recuerdan el paso del tiempo, la fugacidad de los bienes terrenos, el más allá. Frente a lo racional, el orden, la proporción, la perfección formal, que representa el clasicismo, el barroco es realismo, apertura, movimiento, sentimiento, exuberancia, teatralidad: Bernini, Rubens... pero tb. complicación conceptual, sutil elaboración mental teñida de aparente sencillez, contención: Velázquez En suma se trata de un arte riquísimo, variado, complejo, abierto a todas las sugestiones y fantasías, pero a la vez cercano, apegado a la realidad. Formalmente lo barroco se identifica con el movimiento, la línea curva, la composición abierta, con diagonales; también la complejidad, la riqueza de puntos de vista, la abundancia decorativa.. Históricamente el barroco –al menos en su inicio- es el estilo artístico de la Contrarreforma, época de crisis religiosa, con elementos de triunfo y de pesar. El B. civil es asimismo manifestación de una época de afirmación de las nacionalidades, rica en cambios sociales y políticos. En Europa, como consecuencia de Trento y la Contrarreforma se produce una división clara: países protestantes y países católicos, de extraordinaria trascendencia en lo artístico. En los países católicos - que, además de Italia, son tb. los del absolutismo monárquico: España (con Bélgica) y Francia, cuando la 2ª arrebata la hegemonía a la 1ª, Paz de Westfalia, 1648 - el arte está al servicio de estas dos grandes fuerzas: la religión y la monarquía, a la que se suma la nobleza; ellos son sus clientes. El papel de las grandes Cortes de la época, Francia, España, Inglaterra, Austria, es determinante para el mecenazgo artístico. Los grandiosos palacios que las albergan requieren de arquitectos, escultores, pintores y decoradores que, en ocasiones imponen su personalidad y otras se someten prácticamente al gusto del comitente, como sucede especialmente en el caso de Francia. Además, algunos de estos grandes creadores trabajan para diversas Cortes En los protestantes -países de un parlamentarismo inicial- la sociedad civil cobra protagonismo como cliente de arte. Especialmente se hace evidente en la pintura. La burguesía es importante sin embargo tb. en Francia e Italia. El papel de la religión católica es fundamental, s.t. a partir del Concilio de Trento (1545-1563). Sus decisiones rigen la vida del católico y el arte, de manera destacada en España. En principio un arte austero, contrarreformista, que irá luego evolucionando hacia el triunfalismo y la exaltación de la iglesia. El barroco desornamentado se transforma en lujo y riqueza. El edificio del templo está concebido para convencer al fiel que entra en su recinto de la verdad del dogma que la Iglesia profesa; su esplendor se manifiesta a través de interiores dorados, bóvedas pintadas como si la cubierta se abriese, los llamados "rompimientos de gloria", que parecen poner en comunicación la tierra con el cielo. Arquitectura, escultura y pintura se alían para conseguir este efecto; a ellos se une la música. LA ARQUITECTURA BARROCA El barroco se manifiesta en arquitectura tanto en los elementos fundamentales, estructurales,como en la decoración que los reviste, es decir en la totalidad del edificio. Existe una gran diversidad de tipologías y de soluciones. -Los elementos arquitectónicos: .se siguen utilizando los órdenes clásicos, los mismos del renacimiento, -en especial el corintio- pero con una gran libertad, sin sujeción a normas .además aparecen otros tipos de soportes: columna salomónica, estípite, etc. .se utiliza preferentemente el arco de medio punto pero tb. cualquier otro (escasamente el ojival) .los frontones de rompen; los entablamentos se quiebran, curvan y ondulan (En España poco) .las cubiertas son preferentemente de bóveda y cúpula, con frecuencia decoradas con estucos o pinturas. -La decoración: .se hace cada vez más rica, con elementos naturalistas o abstractos cada vez más gruesos. .en general reviste los interiores de los edificios, salvo en España e Hispanoamérica en que prolifera en las fachadas, especialmente en las portadas. -En el conjunto del edificio: .Plantas: En Italia y otros países europeos: plantas movidas: centrales, elípticas, mixtilíneas. En España son excepción, aunque notables. En todas partes, persisten asimismo los tipos de planta del renacimiento. .Alzados: en ocasiones los muros y, por tanto, las fachadas se mueven también; a veces hacen juegos de curvas y contracurvas; más raro en España. Las fachadas se adornan con columnas o pilastras, más o menos salientes > juego de luces y sombras. .importancia de las escaleras, muy monumentales En suma, como dice Burckhardt: "La arquitectura barroca habla el mismo lenguaje que la renacentista, pero con el acento de un dialecto salvaje". Por su finalidad la arquitectura es: -religiosa: las iglesias de tipo jesuítico -nave única y capillas entre contrafuertes; cúpula sobre el crucero- conviven con las de planta central; ambas ricamente decoradas -civil: grandes palacios: Italia, Francia, (tb. España aunque en menor número); jardines, s.t. en el XVIII > arquitectura paisajística. -militar: realizada fundamentalmente por ingenieros, con una tipología precisa y variada: fortificaciones, cuarteles, hospitales, etc., de la que no está exenta la decoración, por ejemplo en la puertas monumentales. -Tb. existe una importante arquitectura fabril, relacionada formalmente con la militar aunque sea estrictamente civil. -arquitectura efímera, puramente escenográfica, que se hace en ocasión de grandes acontecimiento civiles o religiosos y que, por estar destinada a perecer, es a veces la más innovadora y creativa. Importancia del urbanismo: creación de grandes ejes de perspectiva, espacios grandes que se comunican entre sí, perspectivas urbanas que realzan la arquitectura; el edificio se integra en el conjunto. En España se desarrolla una tipología que procede del Renacimiento: las Plazas Mayores. Arranca del urbanismo barroco en la transformación de Roma, en los últimos años del s. XVI, época de Sixto V. Grandes ejemplos se dan en la Francia de Luis XIV y Luis XV, así como en Viena, Londres, etc. Italia es la iniciadora del Barroco, como del Renacimiento. El rechazo que el concepto de barroco aplicado al arte produjo en los teóricos neoclasicistas se refiere en gran medida y se puede concretar en las manifestaciones artísticas del barroco romano del seiscientos, sobre todo Bernini, Borromini y Pietro da Cortona. Las grandes creaciones en arquitectura, escultura o pintura del pleno barroco vienen precedidas, sin embargo de un primer momento, todavía de transición. Cronología de la arquitectura barroca italiana: 1º) 1er Barroco, todavía de transición, en convivencia con el manierismo tardío: 1580+- 1624+- Desde Sixto V hasta Pablo V (1605-21) 1622: canonización d S. Ignacio de Loyola, S. Francisco Javier, Sta. Teresa, S. Felipe Neri 2º) Pleno Barroco: desde 1624 (Baldaquino del Vaticano de Bernini) - resto del s. XVII. Bernini, Borromini, etc. 3º) Siglo XVIII: cierta decadencia de Roma. Otros centros: Turín. Guarino Guarini y Filippo Juvarra El resto de Europa presenta algún retraso en la difusión del barroco pero sin enormes desfases cronológicos del Renacimiento. Sí es muy notable en la difusión del B. por Iberoamérica, donde arraiga con gran fuerza. Papas impulsores del Barroco Sixto V (1585-90), todavía en el XVI, inicia, sin embargo, la transformación hacia la Roma barroca Otros papas continuarían la labor de Sixto V, especialmente: Pablo V, Camillo Borghese (1605-1621). Terminación basílica de San Pedro Urbano VIII, Maffeo Barberini (1623-1644). Inocencio X, Giovanni Baptista Pamphili (1644-1655) Alejandro VII, Fabio Chigi (1655-1667), entre otros Junto a ellos hay otros mecenas notables, como el cardenal Scipione Borghese, sobrino del papa Paulo V. Mundano, vivaz, amante de todas las artes y los placeres, de refinado gusto artístico, protector de Bernini y coleccionista. 1º) La transición del Manierismo al Barroco Se concreta en la transformación de Roma, gracias mecenazgo del papado, desde donde se extenderá el barroco por todo el territorio italiano y luego al resto de Europa y la América Latina. -La Iglesia triunfante busca basar su prestigio en la Historia de Roma, es una capital política, integradora: se valora la cultura clásica que la reforma consideraba pagana La Roma de Sixto V (1585-90) concreta toda la mentalidad que bulle en el momento en el centro del catolicismo. Se produce una evolución urbanística importantísima. El arquitecto favorito del Papa, Doménico Fontana, escribe que este "ha abierto en muchos lugares varias calles anchas y rectas de forma que cada cual pueda, a pie, a caballo o en carroza, partir del lugar de Roma que quiera y llegar casi directamente a los más famosos lugares de devoción, lo que ayuda a que la ciudad se llene de gente; ... siendo esas calles frecuentadas por el pueblo, se construyen con gasto de verdad increíble. Y conforme al ánimo de tan alto Príncipe ha trazado las dichas calles de un lado a otro de la ciudad, sin atender a los montes y a los valles que por allí la atravesaban; ... haciendo nivelar aquéllos y rellenar éstos, los ha reducido a suavísimas llanuras y bellos lugares, descubriéndose en los sitios por donde pasan las partes más bajas de la ciudad, con variadas y diversas perspectivas, de manera que la devoción se alimenta incluso con el deleite de los sentidos". D. FONTANA, Della transportazione dell' obelisco vaticano e delle fabbriche di... Sisto V, 1590. En realidad durante el Renacimiento ya se habían iniciado algunas de estas transformaciones, pero de estos logros fragmentarios, Sixto V hace un programa unificado; idea un gran plano ordenador impulsado por un motivo religioso: su intento de unir las 7 basílicas mayores de Roma y los templos que los peregrinos debían recorrer en una sola jornada para conseguir las indulgencias. Deseaba hacer de Roma un único y sagrado templo. En muchos lugares destacados de la ciudad se trazan plazas, que se decoran con obeliscos egipcios, existentes en la Roma imperial. La ciudad se concibe como un entramado armónico de calles y plazas, no como conjunto de bloques de edificios. Se hace necesaria la determinación de puntos de referencia a través de monumentos, obeliscos, fuentes, etc., que tienen un nuevo valor representativo. Acueductos para el abastecimiento de agua; lavaderos, instituciones sociales, desarrollo del comercio, etc., son también aspectos esenciales de la reforma de Sixto V. En lo puramente arquitectónico, se edifican numerosas iglesias en un estilo todavía a caballo entre el manierismo y el barroco; casi todas ellas tienen fachadas estructuradas a base de columnas y, en algún caso, pilastras, cuya disposición se va haciendo cada vez más compleja y movida, hasta llegar al pleno Barroco. El arquitecto más importante de este primer barroco es Carlo Maderno (1556-1629). Además de la iglesia de Santa Susana (1597), cuya fachada (1603), avanza hacia el Barroco, a partir de 1607 se encarga de la terminación de labasílica del Vaticano. Pablo V, decide alterar el proyecto y concluir el templo con planta de cruz latina, añadiendo a la cruz griega unos tramos a los pies y la monumental fachada, esencialmente apaisada, en la que destaca el balcón central desde el cual el Papa se dirige a los fieles en las celebraciones más solemnes. Es una idea teatral, una puesta en escena del triunfo de la iglesia manifiesto al exterior. Arquitectónicamente, Maderno, admirador de Miguel Ángel, procuró respetar la idea del maestro y articuló el gran cuerpo longitudinal en el organismo central, con buen resultado La fachada sacrifica toda regla o proporción tradicional a la necesidad de no construir un obstáculo óptico a la cúpula: baja, ancha y con un ático que lleva la visión hacia la cúpula > que sigue siendo el motivo dominante. La parte central de la fachada –que recuerda un pórtico de templo griego- conduce la vista hacia ella. Sólo desde algunas posiciones cobra la fachada su protagonismo 2.- Pleno Barroco. El desarrollo de la arquitectura romana del pleno barroco cuenta con dos arquitectos de primera fila: Bernini y Borromini. El primero representa un modo de hacer más clásico, más moderado dentro de su barroquismo, mientras que el segundo alcanza la mayor audacia en las innovaciones. La gran figura, el auténtico “rector” del pleno barroco romano y figura capital del Barroco global, es Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), en su doble faceta de arquitecto y escultor. Para él es la mejor clientela, la más poderosa económicamente, lo que le permite utilizar los mejores materiales, logrando un resultado de notable brillantez. Se considera punto de partida de esta etapa, en la que las tres artes encuentran su culminación, colaborando conjuntamente para la glorificación de la Iglesia y el embellecimiento de la ciudad, el año de 1624 en que Bernini diseña el Baldaquino de San Pedro, el primer encargo de importancia de los muchos que hará, en arquitectura y escultura, para el gran templo. Acababa de subir al trono pontificio Urbano VIII, gran cliente de Bernini. Obra arquitectónica que tiene mucho de escultórica, pone de relieve la pericia del joven artista capaz de resaltar, con la grandiosidad necesaria, el altar de San Pedro sin estorbar la visión del conjunto del templo. A pesar de sus dimensiones, el baldaquino, enteramente de bronce, resulta casi ligero gracias a la utilización de las columnas torsas, salomónicas, que soportan el dosel adornado con los escudos de papa Barberini. Unos años más tarde Bernini realizó se encargó de la decoración interior de la basílica, diseñando, entre otras cosas, el revestimiento de los cuatro grandes machones que soportan la cúpula con unas “fachadas” en las que se sitúan esculturas de grandes dimensiones. Ya en la segunda mitad del siglo, durante el pontificado de Alejandro VII, trazará la Scala Regia, que desde la derecha de la fachada accede a los palacios vaticanos y la Plaza de San Pedro, con su monumental columnata elíptica que actúa como grandioso atrio de la basílica y acoge a los fieles evocando los brazos de la Iglesia. Entre otras obras arquitectónicas de Bernini, merece destacarse la iglesia de San Andrés del Quirinal, realizada para el noviciado de los Jesuitas, de planta elíptica, en la que juega con el contraste entre la convexidad del conjunto, con un pórtico avanzado, y la concavidad de unas alas laterales. Su interior, ricamente decorado, se cubre con bóveda también oval. Paradigma del artista triunfador, Bernini fue llamado a Francia por Luis XIV con el fin de diseñar una fachada para el palacio del Louvre, pero en esta ocasión no hubo entendimiento y los proyectos del moderado barroco que era parecieron demasiado atrevidos para el clasicismo francés. Francesco Borromini (1599-1667), aunque figure aparentemente en un segundo plano en el aprecio de la clientela, -solamente el papa Inocencio X lo prefirió a Bernini- es también un arquitecto genial y el más audaz en la utilización de los recursos de su oficio. Plantas complejas, atrevidas cubierta e imaginativos remates y, sobre todo, la utilización de la curva y contracurva en un mismo paño de fachada hacen de su arquitectura la más avanzada del barroco en su tiempo. Entre sus obras pueden destacarse el Oratorio de los Filipenses, las iglesia de San Ivo alla Sapienzia, de planta estrella y novedosa cubierta, Santa Inés, en la plaza Navona, y San Carlos de las Cuatro Fuentes, apodada por los romanos “San Carlino”, una pequeña iglesia encargada por una orden modesta, los Trinitarios descalzos españoles, situada a pocos metros de San Andrés, de Bernini, a la que supera en barroquismo. De planta también próxima a lo oval pero mucho más compleja, destaca sobre todo por su fachada, que se ondula como si estuviese hecha en una materia dúctil. Perteneciente a la estirpe de los denominados “artistas malditos” -que alude a los creadores de temperamento atormentado, enfrentados con el mundo y consigo mismos- Borromini se suicidó arrojándose sobre su propia espada, pero su influencia sería fue grande en la mayoría de los países del Barroco europeo. ARQUITECTURA BARROCA EN FRANCIA. Siglo XVII -Absolutismo monárquico > hegemonía europea > Predominio de la arquitectura civil -Barroco clasicista por influencia de la Academia. -Importancia del Urbanismo: creación de Plazas: Del Delfín, de los Vosgos, Vendôme - Desarrollo paralelo a los reinados En el 1er tercio: La arquitectura barroca francesa refleja tendencias contrapuestas: patrones manieristas y obras revolucionarias Se cuenta con un poso de clasicismo, con un estilo propio formado en el Renacimiento, que seguirá manifestándose a través de diferentes notas: -Importancia de la arquitectura civil sobre la religiosa -Arquitectura al servicio de la monarquía, que camina hacia el absolutismo de Luis XIV > Academicismo -Predominio de las líneas rectas y las formas horizontales Salomón de Brosse (1571-1626) es el más importante arquitecto, intérprete de la arquitectura en clave de volumen, no de decoración. Abre el camino para la generación siguiente y la introdución del clasicismo. En el 2º tercio: Comienza a surgir un clasicismo que se consolida con Luis XIV > Academicismo: 1635 se crea la Academia de la Lengua; 1648 la de Escultores y Pintores Los dos grandes arquitectos de este momento, que interpretan el barroco con equilibrio y mesura, son: Jacques Lemercier, formado en Roma François Mansart, gran arquitecto pero de carácter difícil y poco escrupuloso en el ejercicio profesional Gran innovador y creador del clasicismo francés imperante a partir de 1650: decoración barroca sometida a la arquitectura, armoniosa y equilibrada -Arquitectura religiosa: Iª de la Visitación. Iª de Val de Grâce -Arquitectura civil: modificación del Castillo de Blois > Ala de Gastón de Orleans Castillo de Maisons –Laffite (en forma de U) Reinado de Luis XIV (especialmente 1660-1685/90) 1661, muerte de Mazarino, se cierra un periodo en la evolución del arte francés. El Rey se hace cargo del poder y tb. de la dirección del arte. Sus primeros ministros, suoerintendentes, 1º Fouquet y luego Colbert, detentan un poder exclusivamente técnico, controlado por la autoridad del Rey Sol, que está convencido de ser el Estrado francés y la cabeza de Europa. El gusto del propio monarca es el que rige las obras reales aunque Colbert acumula en su persona los cargos claves relacionados con las artes: Superintendente de edificios, Viceprotector y luego Protector de la Academia. Su política trata de dar al monarca un escenario, un entorno de boato similar al que los papas renacentista y barrocos habían logrado en Roma. Arte al servicio de la Corte, con lenguaje clásico, claro. Arte oficial: la Corte francesa rivaliza con Roma; peso de los artistas franceses se reforman las Academias ya existentes, así la de Escultores y Pintores sefunda la Academia de Arquitectura, 1671, inspirada en las de Florencia y Roma Extraordinario florecimiento de las artes decorativas que dará lugar, ya en el XVIII, al Rococó Arquitectos: Luis Le Vau (1612-1670). Trabaja tb. en el periodo anterior; desde 1655 es arquitecto del Rey. - Castillo de Vaux-le-Vicomte (precedente de Versalles) - Intervención en el Patio Cuadrado del Louvre - Su trabajo en Versalles Claude Perrault: Columnata del Louvre (fachada Este) Jacques Bruant: Los Inválidos (Hospital-Asilo; no la iglesia) Jules Hardouin - Mansart (1646-1708). Discípulo de su tio, François Mansart, trabaja con Bruant. Arquitecto favorito de Luis XIV, a partir de 1669 superintendente de las construcciones de Francia - Iª de los Inválidos - Place Vendôme - Versalles PALACIO DE VERSALLES Compendio de lo antes hecho en la arquitectura francesa Luis Le Vau y Jacques Hardouin-Mansart aúnan sus esfuerzos con un gran equipo, también de arquitectos paisajistas: Le Nôtre -jardinería arquitectónica- y decoradores: Le Brun La Corte se establece allí, trasladándose desde París, en 1678. (Aunque al tiempo se sigue trabajando en palacio de El Louvre) El edificio se convierte en un símbolo del poder real Se parte del antiguo cazadero de Luis XIII, realizado por Lemercier (1624) y ampliado en 1634 por Philibert Le Roy, que tenía tres fachadas frmando un pequeño patio en forma de U. A partir de la toma del poder efectiva por Luis XIV, las obras se realizan en dos etapas: 1ª.- 1661-1670. Le Vau remodela lo hecho por Lemercier, núcleo central en torno al Patio de Mármol (la Cour de Marbre), envolviéndolo con dos alas laterales –que forman el Patio Real (la Cour Royale)- y situando delante una plaza circular, abierta y rematada por obeliscos. Por detrás proyecta una gran fachada abierta a los jardines, que de este modo se valoran. Esta fachada hacia el jardín se asemeja a un gigantesco balcón pues se organiza con vacío central, una terraza, y dos cuerpos laterales de 7 ventanas. 2ª.- 1678-90. J.H. Mansart reforma la fachada trasera, de los jardines, cerrando el espacio central -en cuyo interior se sitúa el gran “Salón de los Espejos” - que sirve de enlace a los dos pabellones extremos. También comienza a ampliar las dos alas, hacia el Sur (1679-82) y el norte (16849. La fachada en su totalidad medirá 580 m. Se inicia también la capilla, dedicada a San Luis, que se completará en años posteriores. Hacia adelante nuevas construcciones se extienden en dirección a la ciudad creando un nuevo patio, el de los Ministros, porque las construcciones que lo delimitan están ocupadas por ministerios. Charles Le Brun dirige la importante decoración interior, en la que intervienen marmolistas, mueblistas y pintores reclutados por él. En el Salón de los Espejos el resultado es espectacular. De 73 m. de largo, a las 17 grandes ventanas que lo iluminan corresponden en la pared opuesta otros tantos espejos Se juega con el efecto barroco de multiplicación del espacio y de la luz por medio de los espejos. Destacan asimismo los salones de la Guerra y de la Paz, situados a ambos lados del de Espejos Pinturas, muebles de las manufacturas reales, tapices de los Gobelinos, porcelanas, etc. adornan el interior del palacio que se irá transformando en sucesivos reinados marcando una evolución de estilo: decoración rococó con Luis XV, inicios de neoclasicismo con Luis XVI Otro edificio de J.H. Mansart en el recinto de Versalles es El Gran Trianon (1687), de una sola planta. En 1762 Ange-Jacques Gabriel construye el Petit Trianon. Ambos están situados en los jardines. El arquitecto paisajista André Le Nôtre es el principal responsable de la traza de los grandioso jardines, en los que se sitúan espejos de agua, fuentes, pabellones, bosques, etc. A fines del XVIII y principios del XIX se completa el palacio hasta adquirir el aspecto actual, siempre en el mismo estilo ESCULTURA BARROCA. Características: Como producto artístico y como manifestación histórica participa, naturalmente, de las características generales del estilo, del modo de producirse a que pertenece: el Barroco. - arte esencialmente variado, rico y pluriforme - que evoluciona dentro de su periodo - presenta diferencias nacionales, regionales, locales... - la diferencia entre los países católicos y los protestantes es aún más decisiva que en Arquitectura. Se inicia más tarde que las otras artes; la ruptura con el manierismo es menos brusca, sobre todo en comparación con la pintura. Incluso Bernini (1598-1680), el escultor más barroco, tiene en sus primeras obras un poso considerable de manierismo. Igual sucede en Martínez Montañés, Gregorio Fernández, etc. Poco a poco la escultura barroca se va liberando de los convencionalismos del manierismo para buscar lo que es propio del barroco, los pilares sobre los que descansa el estilo: - Realismo: interés por el verismo, lo concreto, objetivo e inmediato. La belleza ideal se supedita a todo ello. .Efectos pictóricos: calidades diversas; uso del trépano que da profundidad .policromía: Italia mediante la alternancia de materiales; España mediante pintura y postizos .Interesan las calidades táctiles en el tratamiento de la materia (telas, carnes, cabellos), la correcta anatomía, los rasgos reales: retrato. Exaltación de la personalidad: escultura funeraria: pietista pero aparatosa - Movimiento: real, que sustituye al frio y congelado del manierismo: escorzos violentos, diagonales abiertas, vuelo de las telas, el espacio entra a formar parte de la escultura, agrupación de escenas. La armonía y la proporción se supeditan al dinamismo. Bernini: "el hombre es tanto más semejante a sí mismo cuanto más se mueve". - Dramatismo, contenido, carga pasional. Captación del momento crítico en que se realiza la acción. Tensión de actitudes y escenas; plasmación del esfuerzo físico y del climax emocional. Todo lo cual conduce a la -Teatralidad, rasgo fundamental en algunos países, como Italia. Menos en España. Escultura religiosa: La trascendencia de la religión en la escultura de los países católicos. Giulio Carlo Argan (Storia dell'arte italiana, vol. 3, p.257), llega a decir que: "El periodo que se llama Barroco puede definirse como una revolución cultural en el nombre de la ideología católica" Las tres artes se alían para expresar el triunfo de la iglesia romana. El arte religioso busca un fin docente y la escultura juega en ello un papel capital. Enorme influencia del Decreto del Concilio de Trento sobre las imágenes: en la iconografía y en las forma de la escultura. Exaltación de todo aquello que los protestantes denuestan: Culto a la Virgen, en especial a la Inmaculada; a la Cátedra de Pedro, expresión de la supremacía de la Iglesia; los Sacramentos de la penitencia, santos penitentes, y de la Eucaristía: milagros de la Misa y Comunión; las indulgencias: Virgen del Socorro, del Carmen, ánimas; culto a los santos: rica iconografía, exaltando los martirios y lo éxtasis; culto a las reliquias. Importancia de la Iglesia como mecenas, patrocinadora y cliente de artistas. La escultura funeraria, estaría a medio camino entre lo profano -evoca a - y lo religioso, dado que se erige habitualmente dentro de un templo. Hay creaciones de gran aparatosidad, especialmente en Italia. Escultura civil: Al margen existe, lógicamente, una escultura civil al servicio fundamentalmente de las monarquías y las clases poderosas: palacios y jardines se adornan con esculturas y fuentes. Igualmente las calles y plazas públicas se adornan con fuentes monumentales de carácter escultórico. Igualmente es notable el desarrollo del retrato, incluso ecuestre. El escultor que enmarca mejor que ningún otro las características del barroco escultórico a escala del arte occidental es Gian Lorenzo Bernini. Siendo un arquitecto más bien clásico dentro de lo barroco, como escultor llega almáximo barroquismo. Realismo, movimiento, expresión, grandiosidad, teatralidad, son constantes de su estilo. Su figura eclipsa a otros excelentes escultores del pleno barroco romano. En cualquier formato, desde retratos de busto hasta las más complejas composiciones, la maestría técnica y la fantasía creadora de Bernini son extraordinarias. El material casi único es el mármol, ocasionalmente otras piedras y el bronce. Pero en su escultura se incorporan a veces el aire, los efectos lumínicos o el agua. Entre sus obras más destacadas, todas en Roma, están: los grupos de Plutón y Proserpina y de Apolo y Dafne, de su primera época, en la Galería Borghese; La Transverberación de Santa Teresa (iglesia de Santa Maria Della Vittoria), quizá su obra más espectacular; la grandiosa Fuente de los Cuatro Ríos, en la plaza Navona, alegoría del poder de la iglesia; y muchas realizaciones para la basílica de San Pedro: la escultura de Longinos, en uno de los machones que soportan la cúpula; la Cátedra de San Pedro o Transparente, también llamado la Gloria del Bernini, en el ábside; los monumentos sepulcrales de Urbano VIII y Alejandro VII, además de la escultura ecuestre de Constantino, situada al comienzo de la Scala Regia. PINTURA BARROCA EN ITALIA La más temprana de las Bellas Artes en iniciar el Barroco. Tres corrientes: 1.- Naturalismo o Tenebrismo. Comienza al filo del XVII. No es la primera en empezar pero sí la más rompedora y nueva. La encabeza y ejemplifica uno de los más grandes pintores de toda la historia: Michelangelo Merisi, conocido como Caravaggio (1571-1610). Este gran innovador fue un artista de vida corta y difícil, en parte debido a su aparente carácter violento. Nacido en Milán, a partir de 1592 se traslada a Roma, iniciando una carrera pictórica al principio de relativo éxito. Este llega cuando en 1599 recibe el encargo de realizar tres pinturas sobre la vida del apóstol y evangelista San Mateo -la Vocación de San Mateo, San Mateo escribiendo el Evangelio y el Martirio de San Mateo-, con destino a la capilla Contarelli, de la iglesia romana de San Luis de los Franceses, que suponen el arranque de esta corriente. Desde entonces hasta 1606 realiza obras fundamentales en Roma pero ese año, a consecuencia de haber matado a un hombre en una riña, tiene que huir de allí, trasladándose a Nápoles, Malta y Sicilia, acabando por morir, al parecer en la localidad de Porto Ercole, cuando estaba a punto de lograr el indulto. El estilo de Caravaggio, de gran novedad, se basa en dos rasgos fundamentales: una iluminación muy contrastada que destaca brillantemente unas partes del cuadro dejando otras enteramente en sombra: -lo que se llama tenebrismo- y un extremo realismo en las representaciones de figuras y objetos, sin desdeñar incluso lo vulgar: el naturalismo. Además Caravaggio es barroco por el movimiento, la utilización de escorzos, diagonales, etc. Junto a la pintura religiosa, trata también temas mitológicos, escenas de la vida cotidiana, incluso bodegón o naturaleza muerta y algún retrato. Siempre original al interpretar los temas habituales, el “excesivo” realismo en la representación de los personajes sagrados le llevó al rechazo de algunas de sus creaciones por parte de los comitentes. Además de las ya citadas, otras de sus obras principales son: la Conversión de San Pablo Crucifixión de San Pedro, para la capilla Cerasi, en la iglesia de Santa María del Popolo; las Siete obras de Misericordia, en Nápoles; 2.- Clasicismo es una segunda corriente, que surge en Bolonia, un poco antes, h. 1590, que el Tenebrismo. Arte algo más intelectualizado: realismo mediatizado por el estudio de la composición, de las figuras. Interés por el dibujo y el equilibrio de la composición; aquietamiento de las pasiones y de los sentimientos. Inspiración en los modelos de la antigüedad clásica y del Renacimiento pleno: los grandes maestros, también de Venecia. Arte realista en comparación con el manierismo, pero que manifiesta cierta idealización en comparación con el naturalismo de la corriente. Éxito en medios eclesiásticos y cultos. Interés por la naturaleza: paisajes de gran belleza, equilibrados, ordenados en planos, en los que se incluyen frecuentemente motivos de ruinas clásicas, precursores del paisaje posterior Los creadores de esta corriente son la familia de Los Carracci, dos hermanos y un primo, y el más notable de ellos es Aníbal Carracci (1560-1609). Su obra más importante es la pintura del techo de la Galería principal del Palacio Farnesio (1597- 1608). Decoración unitaria con un programa iconográfico basado en el triunfo del amor divino, de la Virtud, apoyado en temas de la mitología, tomado de las Metamorfosis de Ovidio y las Geórgicas de Virgilio. La gran bóveda se divide en escenas diversas pero con un tema unitario: triunfo del amor entre dioses y mortales. Recuerdo indudable de la Sixtina; ordenación renacentista, pero con un nuevo interés realista. La gran escena central representa a Baco y Ariadna. Manifiesto del realismo intelectualizado. Figuras desnudas, serenidad clásica pero movimiento fluido, riqueza, exuberancia de las actitudes y composiciones: barroco Le seguirán bastantes discípulos. El desarrollo de esta corriente clasicista acabará enlazando ya con el barroco decorativo. Entre ellos destacan Domenichino y Guido Reni, Guercino, etc 3.- Barroco decorativo Es la última fase del barroco. Surge a mediados del XVII –incluso antes- y se prolonga en el XVIII desembocando en la etapa rococó. Último gran estilo pictórico italiano en que se prodiga la decoración de muros y bóvedas, aunque se pintan tb. cuadros de caballete. -Momento de máximo triunfalismo religioso, se ignora al resto de la Europa no católica; exaltación de la iglesia mediante el arte, s. t. la pintura. Las muchas iglesias y palacios se decoran con frescos, tan populares en el siglo XVI, pero con una técnica compositiva completamente distinta. Se cantan las glorias religiosas y las glorias nacionales, en Roma y en el resto del mundo católico. Tb. en los países protestantes, como reacción Hasta ahora la pintura había sido fundamentalmente de caballete; ahora la mural se funde con la arquitectura que la soporta, utilizando una nueva perspectiva: “sotto in su” = de abajo arriba. Del naturalismo toma sus logros de realidades y del clasicismo los literarios y retóricos, fundiendo ambas con un sentido de teatralidad, decorativismo y monumentalidad. Las composiciones son unitarias, no estructuradas por encuadramientos; en todo caso figuras rebasan el marco. A veces usan arquitecturas fingidas (cuadratura) Puede considerarse iniciador de este modo de pintar a Pietro da Cortona (1596-1669), también notable arquitecto. Su obra maestra es el: Fresco de la Bóveda del gran salón del Palacio Barberini (Encargado en 1631; realizado 1633-39) Obra fundamental del barroco, se considera el arranque del barroco decorativo. Se trata de una especie de bóveda esquifada en cuya parte central, plana, pinta el “Triunfo de la Divina Providencia y el cumplimiento de sus fines a través del poder temporal y espiritual del Papa” (Urbano VIII). Todavía precisa acomodarse al espacio del techo y recurrir al enmarcamiento pero es mínimo. Exalta a la familia Barberini entroncándola con la Eneida y la fundación de Roma. Aparatosidad, figuras que flotan en el espacio; turbulentas y tumultuosas, torbellinos tipo Rubens. Sensualidad cromática tomada de Venecia. Perspectiva de “sotto in su”. Otro artista fundamental es Gian Battista Gaulli, apodado Il Baccicia (1639-1709), heredero directo del estilo de Cortona. Había conocido e Génova las obras de Rubens y Van Dyck. Exquisitez, aparatosidad, ampulosidad. Su obra capital: Bóveda de Il Gesú: Adoración del Nombre de Jesús (1683). Un paso más avanzado que Cortona; los personajes rompen el marco, salen de los dorados preexistentes. Ilusionismo a base de refinados juegos de perspectiva. Pinta el presbiterioy las pechinas del templo, que cambia así su primitivo aspecto. En esta misma línea, cada vez con más audacia, está el padre Andrea POZZO (1642-1709), jesuita, que pinta la otra iglesia de su Orden en Roma, San Ignacio, con un verdadero alarde de barroquismo ilusionista. También arquitecto y matemático, utiliza la perspectiva arquitectónica, “quadratura”, para dar la sensación de que las paredes de la iglesia se prolongan más allá de lo real. En el techo de la nave Exaltación de San Ignacio o de la obra misionera de los Jesuitas; en el crucero cúpula fingida, pintada en lienzo, obra de perfecto ilusionismo. El trampantojo se ve en toda su perfección desde un lugar preciso de la nave. PINTURA BARROCA EN EL RESTO DE EUROPA Fuera de Italia, la pintura barroca alcanza también gran desarrollo y brillantez, destacando las escuelas Flamenca, Holandesa y Española; en segundo lugar, Francia. La gran figura de la escuela Flamenca es Pedro Pablo Rubens (1577-1640), quizá el pintor más claramente barroco de toda la historia del arte, por el movimiento, exuberancia, grandiosidad y teatralidad de sus composiciones. Gran dibujante y extraordinario colorista, Rubens fue el paradigma del artista triunfador; hombre culto, trabajó para las principales Cortes de Europa, e incluso realizó tareas diplomáticas entre algunas de ellas. Dirigía en Amberes un numerosísimo y organizado taller de pintura para satisfacer a una escogida clientela, entre la que se encontraba Felipe IV, de ahí las muchas y buenos pinturas que atesoraba la colección real española y que hoy conserva el Museo del Prado. En su segundo viaje a España, realizado en 1628, se entusiasmó con la pintura de Tiziano existente en palacio, muchas de cuyas obras copió, y conoció al joven Velázquez (1599-1660), a quien impulsó para que realizase su primer viaje a Italia. Además de temas religiosos, pintó mitología, alegoría y fue un extraordinario retratista. Discípulo suyo fue otro grandioso pintor, Antón van Dyck (1599-1641), esencialmente retratista, que trabajo para Inglaterra. A la cabeza de la escuela holandesa está Rembrandt van Rijn (1606-1669), otro de los nombres fundamentales de la pintura barroca. Aunque en principio experimentara la influencia de Rubens, su estilo personal es bien diverso, sustituyendo la brillantez y aparatosidad del pintor flamenco por un modo de hacer más introspectivo, de profundo contenido interior que resuelve con una paleta de colores más restringida y una forma de aplicar la pintura muy pastosa. Después de años de gran éxito personal y artístico, su vida entró en una deriva de decadencia económica y familiar aunque no artística. Trató todos los géneros, religioso, alegórico, mitológico, histórico, etc., con especial predilección por los retratos -ha dejado multitud de Autorretratos en los que va escudriñando los estragos que el paso del tiempo va produciendo su rostro-, y entre ellos grandes obras maestras de retrato colectivo: La Compañía del capitán Frans Baning Coq, más conocida como La Ronda de noche, la Lección de anatomía del doctor Tulp y Los Síndicos de los pañeros. Faceta importantísima en la producción de Rembrandt es la de grabador, en la que alcanzó un papel de primera fila en la historia del arte. EL BARROCO
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