una triste historia

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Una triste historia.
 Es difícil comenzar hablando sobre nuestra vida, quizás por la falta de conocimiento en normas, protocolos o pasos a escribir a la hora de redacción, sin embargo, al tratarse de una historia en particular considero que no debería influir tanto obviar estos aspectos ya que el objetivo es dar a conocer la vida de una triste joven.
 Se trata de una joven que nace en una familia humilde al lado de su mamá, abuelos, primo y hermanas, allí crece está niña ayudando en los quehaceres del hogar y juegos en el patio junto a su hermana pequeña y sus primos que venían fines de semana o en vacaciones, al cumplir 7 años está niña es llevada a la casa de sus tíos a vivir junto con su mamá que a partir de ese momento comenzaría a trabajar como doméstica, bueno corrijo trabajo en realidad no lo era ya que para que fuese así se debía de recibir alguna remuneración económica que no era el caso , el pago en este caso era el derecho a la comida, al techo y al estudio de sus hijas en la escuela. Así pasaron los años la mamá en casa cuidando de 5 sobrinos y atendiendo 2 o a veces 1 sola hija dependiendo del humor con el q se encontrará la tia que era dueña de la casa donde trabaja la mamá. Está niña ya con 10 años y que a partir de ese momento se le había asignado la tarea de hacer la cena y algunas veces los almuerzos, para alimentar 7 niños y 3 adultos, que para el momento era mucha responsabilidad para una niña que apenas comenzaba a entender su realidad, carente de recursos económicos por parte de su mamá que ella se limitaba a solicitar o exigir cosas para cubrir sus tareas escolares o actividades exigidas en la escuela; para no notificar a su mamá, y así pasaron los años hasta el momento en que llega el desarrollo el paso de niña a señorita y que también tenía que limitarse a rendir las pocas toallas que podía tener ya que no había dinero para cubrir esos gastos, un resumen para definir está situación sería encerrar a una familia a la cual la alimentas pero no recibe ninguna retribución económica en otros tiempos se le llamaría esclavitud pero ese término dejo de usarse hace algún tiempo aquí en el país y había sido abolido, solo que esta vez ocurría en una familia donde se supone debe reinar el amor, la justicia y el respeto solo que yo era muy pequeña para darme cuenta de eso y exigir respeto hacia mi madre, al cumplir mis 15 años que por supuesto tampoco hubo celebración ni regalo y estando en el periodo de vacaciones de 3 año, y esperando ingresar al 4 año en un nuevo liceo está tía decide que ya está señorita debía irse a la casa de sus abuelos de dónde se la había traído hace ya unos años, sin ninguna explicación ni razón solo decide que ya no quería que se quedara allá, yo por supuesto sin querer exigir respuesta por qué ya era más que humillante la situación sin decir nada decide quedarse en la casa de sus abuelos dónde hacia unos años fue muy feliz.
 Les cuento la etapa o el capítulo donde vivo con mis abuelos, mis hermanas mayor y menor, su primo y su esposa, ya que mi mamá aún seguía en la casa de mi tía ayudándole con el cuido de sus 5 hijos. La situación económica en casa era complicada ya que solo el ingreso que se percibía era el de mi abuelo que era jubilado por la alcaldía el cual era insuficiente para cubrir los gastos de la casa, por su parte mi primo trabajaba para unos contratistas y era muy poco o casi nada lo que aportaba. Y así con lo poco q había ad en casa pudo terminar el bachillerato con 17 años, su hermana menor con 14 años apenas en sexto grado, y la hermana mayor en sexto grado había decidido dejar de estudiar, y trabajaba de vez en cuando en casas de familia, al salir de bachillerato y sin poder ingresar a la universidad comienzo a trabajar en un pequeña tienda de fotografía dónde el salario era semanal y sin arreglo a fin de año y para lo único que le alcanzaba fue para comprar unos zapatos y unas telas para que su mamá con ayuda de una costurera amiga le hiciera los estrenos de ese año 1996. 
 El resto del dinero percibido era mal gastado en compras de croissant y chocolate en la panadería, con el novio que ahora que lo pienso una decisión tan egoísta e irresponsable para aquella señorita que sabía que había tantas carencias y falta de dinero en casa y desperdiciaba el dinero así, con un novio dominante, celoso, obsesivo y por mala suerte ella acostumbrada a no exigir derechos en la vida se ve envuelta en una relación tóxica y asfixiante y sin poder librarse, queda embarazada y sin querer hacer daño y decepcionar más a su mamá decide esconder su embarazo y casarse con un joven un año menor y ser mantenida por la suegra.