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T. 27. ASCARIDIDOSIS DE LOS CARNÍVOROS 1. ETIOLOGÍA En el desarrollo de esta enfermedad parasitaria intervienen especies de los géneros Toxocara y Toxascaris. Dentro del primero de los géneros considerados, se encuentra Toxocara canis, parásito del intestino delgado de perros y zorros, distribuido especialmente por zonas subtropicales y templadas. Mantiene algunas de las características propias de los ascarídidos, como su gran tamaño, que el caso de las hembras puede llegar a los 20 cm de longitud. Los machos carecen de bolsa copuladora, contando con un pequeño apéndice terminal característico. En este mismo género se encuadra Toxocara cati, que se localiza en el intestino delgado de gatos y félidos salvajes y se distribuye mundialmente. Machos y hembras son similares a los de T. canis pero de menor tamaño (con una longitud máxima de aproximadamente 10 cm). La otra especie, Toxascaris leonina, es menos frecuente, parasita el intestino delgado del perro, gato, zorro y otros félidos y cánidos salvajes, y se distribuye en la mayor parte del mundo. Su tamaño oscila entre 3-10 cm, siendo menores los machos, que se diferencian de los del género Toxocara por carecer de apéndice terminal en el extremo posterior. 2. EPIDEMIOLOGÍA La prevalencia de la ascarididosis en los pequeños animales varía dependiendo de las zonas y siempre es mayor en animales con menos de 6 meses. En general se encuentran entre los endoparásitos más frecuentes del perro y el gato. La distribución de la enfermedad depende de varios factores como son: • La gran fecundidad de las hembras. • La gran resistencia de los huevos en el medio. • El constante reservorio que supone los tejidos de la madre en Toxocara. • El hecho de que las larvas enquistadas en Toxocara no sean susceptibles a la mayoría de los antihelmínticos. • El importante papel que juegan los roedores y otros hospedadores paraténicos/intermediarios en la transmisión. 3. PATOLOGÍA Las infecciones más graves suelen producirse cuando los animales son criados en instalaciones con escasa higiene. También influye el estado inmunológico y nutricional de los animales. Una infección masiva prenatal por T. canis puede originar la muerte de toda la camada. Aunque la migración pulmonar puede originar neumonía, lo más frecuente es observar vómitos y diarreas como consecuencia de la presencia del parásito en el estómago y en el intestino. Los vómitos pueden producir una neumonía por aspiración. 1 En las infecciones menos severas por T. canis y en infestaciones por T. cati y T. leonina se observa una disminución del crecimiento, mal aspecto, diarrea intermitente y en ocasiones anemia. En la fase de migración, presente sólo en Toxocara, el órgano más afectado es el pulmón. En este órgano se producen las mismas alteraciones que con A. suum y son debidas a una acción mecánica y tóxica (según algunos la muda se realiza en el pulmón). En T. canis también es frecuente ver granulomas en riñones de perros muy parasitados. En la fase intestinal, desarrollada tanto en infecciones por Toxocara como por Toxascaris, los vermes actúan por medio de las siguientes acciones patógenas: - Acción expoliativa: se alimentan de glúcidos, Vitamina C, fosfatos. - Acción mecánico-irritativa: da lugar a una inflamación. catarral que puede evolucionar a hemorrágica. - Acción mecánica-obstructiva. - Acción tóxica: crisis epileptiformes. - Migraciones hacia el estómago y vías biliares (colédoco). También pueden encontrarse trastornos nerviosos como consecuencia de la irritación a nivel intestinal ejercida por los vermes adultos, o como resultado de las lesiones originadas en el sistema nervioso por larvas con una migración errática. SIGNOS CLÍNICOS Los animales infectados muestran una disminución del crecimiento, mal aspecto y vientre abultado. El pelo suele estar áspero y duro. En ocasiones puede observarse emaciación, anemia, inquietud, diarrea o constipación. En Toxascaris los signos clínicos aparecen más tarde y son más leves que en Toxocara. En cachorros infectados por T. canis puede observarse eosinofilia hacia la primara semana asociada a la migración hepato-pulmonar. La diarrea puede ir acompañada de mucus e incluso de sangre, y periódicamente se eliminan parásitos adultos por las heces y más raramente por el vómito. En la fase de migración pulmonar, en casos graves, se aprecian toses, incremento de la frecuencia respiratoria y descarga nasal. Es en esta fase donde se suelen producir el mayor número de muertes. La muerte súbita también puede originarse en cachorros por rotura intestinal y consiguiente peritonitis. LESIONES El paso de las larvas de Toxocara canis, especialmente en pulmones, hígado y riñón, causa inflamaciones focales, inicialmente hemorrágicas y más tarde de carácter granulomatoso-eosinofílico. En el intestino se encuentran adultos enrollados inmersos en abundante mucus. Suele haber enteritis catarral más o menos intensa, dependiendo de la importancia de la carga parasitaria. En las infecciones más comunes por Toxocara cati, por ingestión de larvas con la leche o mediante hospedadores de transporte, no se produce migración somática, al igual que en las 2 infecciones por Toxascaris leonina. Por tanto, las lesiones se limitan al intestino, siendo muy similares a las observadas en el perro. 4. DIAGNÓSTICO Se suele hacer en base a los signos clínicos y se confirma mediante la presencia de huevos en heces (Fig. 1). Los huevos producidos por Toxocara spp. son subesféricos, ligeramente marrones y con una cáscara gruesa que suele presentar pequeñas hendiduras. Son algo más pequeños en el caso de T. cati. Los de T. leonina se caracterizan por ser ligeramente ovoides, de coloración más clara y cuenta con una cubierta lisa en la que destaca una especie de trenzado en su cara interna. 5. TRATAMIENTO Los fármacos que pueden emplearse como antihelmínticos en la ascarididosis no suelen ser muy efectivos frente a las formas larvarias y de serlo deben emplearse a concentraciones más elevadas. Piperacina (piperazine adipate): No se ha observado ningún efecto de la piperacina frente a las larvas de los tejidos de la madre. Pamoato de pirantel Nitroscanato Muy útil para animales jóvenes, hembras preñadas o en lactación. Tiene efecto sobre las formas adultas y las larvarias. A Bencimidazoles: Mebendazol Levamisol 6. PROFILAXIS B Es fundamental una buena higiene de las instalaciones. En T. cati y T. leonina, donde la infección oral puede conducir directamente a una infección patente, los parásitos pueden eliminarse mediante el tratamiento de los perros o gatos y la limpieza regular de las instalaciones (por ejemplo con hipoclorito sódico). Fig. 1. Huevos de Toxocara (A) y Toxascaris (B). 3 Es más problemático en infecciones prenatales o transmamarias. En estos casos lo fundamental es reconocer y preveer tales infecciones tratando a los animales recién nacidos. El tratamiento con algunos antihelmínticos como el fenbendazol o con ivermectina se ha observado que reduce considerablemente el número de larvas en los tejidos de la madre cuando se administran durante la preñez, lo cual puede usarse como medida para disminuir el riesgo de infección prenatal. Para los cachorros hay diferentes pautas de tratamiento profiláctico: a la segunda y a la cuarta semana, a la segunda semana y repitiendo a intervalos de 3 semanas hasta los tres meses, a la primera semana y repetir a las semanas 4, 6 y 8. Una medida de control más a largo plazo consiste en tratar a los adultos regularmente (cada 6 meses) y disminuir o eliminar la contaminación del medio realizando una limpieza periódica de las instalaciones. Como los roedores pueden actuar como hospedadores paraténicos o intermediarios, éstos deben ser controlados medianteraticidas. También es necesario realizar un control de los animales nuevos. Por último, se ha de tener en cuenta que en el género Toxocara los animales jóvenes son la principal fuente de infección, mientras que en Toxascaris son tanto los jóvenes como los adultos. ASPECTOS ZOONÓSICOS El término "LARVA MIGRANS VISCERAL" hace referencia a una patología originada generalmente en niños por larvas de T. canis, aunque también T. cati y T. leonina. Se caracteriza por la aparición de lesiones granulomatosas (generalmente eosinofílicas) asociadas con larvas de estos parásitos y localizadas fundamentalmente en hígado, pulmón, cerebro y en ocasiones ojo. El número de lesiones puede ser elevado como consecuencia de sucesivas reinfecciones. Esta entidad debe diferenciarse del fenómeno "larva migrans cutánea" originado por larvas de ancilostómidos caninos. Se asocia a un aumento de tamaño del hígado y con la presencia de lesiones granulomatosas eosinofílicas, infiltración pulmonar, fiebre intermitente, pérdida de peso y de apetito y tos persistente. En un 50% de los casos se observa eosinofilia periférica. También es posible encontrar lesiones oculares que recuerdan a un retinoblastoma, con el cual ha de hacerse un diagnóstico diferencial. Afecta sobre todo a niños por debajo de los cinco años, pero constituye un problema de salud pública más amplio porque las infecciones pueden adquirirse en todas las edades en parques, plazas, y otras áreas de recreo contaminadas con huevos de estos parásitos. Esta patología pueden también encontrarse en otros animales como en cerdos infectados con T. canis. 4 El diagnóstico de larva migrans visceral ha de basarse en la observación de las lesiones originadas por las larvas en biopsias del tejido afectado. No obstante, en humana puede también diagnosticarse por reacciones inmunológicas con antígenos específicos obtenidos de larvas o adultos, y más específicamente con antígenos de excreción-secreción de las L-II. El test ELISA indirecto usando este último tipo de antígenos ha demostrado ser un método de diagnóstico útil. El riesgo de larva migrans visceral se reduce al mínimo si se mantienen alejados los perros de parques y zonas de recreo de los niños y evitando el contacto estrecho de éstos con perros sin el adecuado control parasitario. El control del censo canino conlleva la retirada de perros callejeros o vagabundos, junto con la educación sanitaria sobre el riesgo de transmisión de la enfermedad que, en gran parte, es desconocido. 5 SIGNOS CLÍNICOS LESIONES Levamisol
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