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Resumen del texto de Alberto Lettieri “La civilización en debate” Capítulos: 2-3-9 Capítulo 2: “El universo de las ideas políticas. Liberalismo y democracia en el Siglo XIX” El texto se centra principalmente en la relación tensa entre democracia y liberalismo que a pesar de lo que los regímenes democráticos actuales pueden hacernos creer, ha sido siempre más compleja que interdependiente. El estado liberal no es automáticamente democrático ni al revés. Por liberalismo, se entiende una determinada concepción del Estado como ámbito exclusivo de la política con poderes y funciones limitados, que cuenta con el monopolio legítimo de la coerción sobre un territorio dado. El término democracia, refiere a dos sentidos: El primero es el jurídico-institucional, que reconoce a la democracia como una forma de gobierno positiva consagrada por la teoría política clásica, en la que el poder no está en manos de un monarca si no de la mayoría. El otro sentido es el ético, que se referencia en el ideal de igualdad. El liberalismo aportó entre los siglos XVII y XIX los principales fundamentos ideológicos a través de intelectuales como Thomas Hobbes, John Locke, Jean Jacques Rousseau, Monstesquieu, J. Stuart Mill o Alexis de Tocqueville, para la constitución de un nuevo sistema legal-estatal e institucional. Dentro del pensamiento liberal, pueden distinguirse tres momentos: El primero se caracterizó por la necesidad de la burguesía comercial de la existencia de un soberano absoluto capaz de garantizar la propiedad privada, a través de la fijación de barreras arancelarias y la consolidación de un mercado interno. En este momento pueden identificase las reflexiones y justificaciones de Jean Bodin y Thomas Hobbes. El segundo momento, una vez consolidada la propiedad privada, suscita una nueva cuestión, la exigencia de garantías individuales frente al ejercicio de poder absoluto y la participación en el gobierno común. Esta problemática se desarrollan las críticas de Rousseau, Locke y Montesquieu. Finalmente, en el tercer momento se situaría entre los fines del Siglo XVIII y mediados del Siglo XIX. El eje de reflexión se sitúa en relación liberalismo-democracia y la fijación de correctivos para las desigualdades generadas por el capitalismo. En este momento se destacan las críticas de Stuart Mill y Tocqueville El gobierno representativo: la distinción entre la libertad de los antiguos y la libertad de los modernos La democracia presenta dos variedades: la representativa y la directa. Los orígenes de la primera se encuentran en las tres revoluciones modernas, concebida por los intelectuales y teóricos como una forma superior y diferente a la democracia de los antiguos. Una nueva concepción de representación: los miembros más destacados ya no eran los representantes naturales sino que se refina el tratamiento de los negocios públicos, designando como representantes al conjunto de la nación, a un cuerpo electo de ciudadanos, que impedirían que las decisiones públicas respondiesen a intereses personales. La forma de gobierno representativa se sostiene en cuatro principios: 1) Los gobernantes son elegidos por los gobernados a intervalos regulares 2) Los gobernantes conservan un margen de independencia de los gobernados 3) La opinión pública no tiene efectos inmediatos en la toma de decisiones políticas 4) La decisión colectiva es tomada al término de la discusión Esta antítesis entre liberalismo y democracia fue planteada por primera vez por Benjamin Constant. Para este pensador, el fin de los antiguas era la distribución del poder entre los ciudadanos y el de los modernos limitar el ejercicio de poder por parte del Estado. Para lograr el control del poder estatal propone el sufragio censatario. A partir de Constant se produce un cambio de énfasis en la teoría política que deja la perspectiva desde el soberano por la perspectiva de los súbditos. A su vez, inaugura la tradición liberal que continuará hasta el siglo XX, donde la idea de libertad como goce efectivo de la independencia privada debe subordinar a la igualdad. La democracia como protección en Inglaterra Durante la primera mitad del S.XIX aparecen preocupaciones aisladas por recomponer la relación entre liberalismo y democracia, como las reflexiones de Jeremy Bentham y James Mill. Ambos se inscriben dentro de la teoría utilitaria, aceptando con esta definición el capitalismo. Entendía como una ley universal que los ciudadanos estaban siempre más cerca a la indigencia, porque los hombres tendían naturalmente a aumentar sus bienes y placeres a expensas de los otros, sólo en la medida en que tuviese a seguridad de conservar su propiedad. Para Bentham, esta sociedad necesitaba un tipo de Estado basado en un sistema político de gobierno que protegiera una sociedad libre de mercado libre, y que al mismo tiempo tuviese instituciones que protegieran a los ciudadanos de los gobiernos. Este tipo de Estado, se impediría que el gobierno desposeyese al resto, permitiendo que la mayoría pudiese revocar a los gobiernos, de este modo se esforzarían por conseguir que la gente fuese más feliz. Por su parte James Mill parte del principio que los hombres son egoístas por naturaleza, por lo que quienes no tenían poder político serían oprimidos por los otros. De este modo promueve en 1820 en sufragio universal, como una forma de protección contra el gobierno, el objetivo del voto era socavar los intereses de la clase terrateniente, lo que mejoraría la actuación de los ricos. El gobierno, negocio de ricos, debía obtenerse por las buenas para que fuera bueno. Del gobierno republicano a la república igualitaria: Los Estados Unidos En el siglo XIX, sólo en Estados Unidos se implementó una democracia liberal más igualitaria en la que el gobierno era elegido por el pueblo llano que participaba activamente de los asuntos políticos. Democracia era gobierno del pueblo y por el pueblo. Al rechazarse el proyecto de constituciones mixtas, todo pasó a ser electo incluso jueces y autoridades policiales, lo que convierte al voto en un elemento esencial del sistema representativo. En 1825, se sanciona el sufragio universal de adultos blancos da origen a la “democracia jacksoniana”, en las que los representantes de todo el país son personas del común. John Stuart Mill y el gobierno representativo La expansión del capitalismo en Europa causa principalmente un efecto desolador. A su vez, el liberalismo no había logrado cumplir su promesa de igualdad y libertad. La pregunta recurrente en la sociedad del siglo XIX, rondaba en la posibilidad de revertir la situación, si es que aún se estaba a tiempo para lograr una sociedad igualitaria y liberal. Alexis de Tocqueville y John Stuart Mill, son considerados los dos mayores escritores liberales del siglo XIX. S.Mill representa la experiencia radical, consideraba que el gobierno representativo era el desarrollo natural del liberalismo, era un medio para garantizar la protección de los individuos frente al gobierno y para promover una transformación gradual de la sociedad con mayor igualdad. Entendía por sociedad igualitaria aquella que garantizara el progreso de todos, por lo tanto era necesario la justa proporción entre el salario y el trabajo, además de una distribución equitativa de la producción. Mill también propone la ampliación del sufragio, como el mejor remedio contra la tentativa de una tiranía de la mayoría. Alexis de Tocqueville: La democracia en América En cambio, Alexis de Tocqueville se inscribe dentro de la corriente conservadora. Se definía a si mismo como más liberal que igualitario, sosteniendo que la libertad religiosa y moral eran el fundamento de la convivencia civil. Su corta estadía en Estados Unidos le causa un fuerte impacto que lo lleva a preguntarse si podría sobrevivir la libertad en Europa a una sociedad democrática. Para Tocqueville la idea de igualdad era un mito creado por la Revolución francesa que corría el peligro de caer en la tiranía. La democracia era una nueva forma de despotismo terminaría por sumergir a los individuosa una sociedad tradicional basada en un orden jerárquico inamovible. El principal problema político es la forma de limitar el poder. Capítulo 3: “Libertad de mercado y desigualdad social” Paradójicamente, las revoluciones liberales que se presentaron como un paso a la emancipación fueron refrendando las desigualdades. A pesar de que el régimen de producción feudal no persiste, las monarquías, el sistema político que lo sustenta, si lo logra desplegando diferentes estrategias para su perpetuación. En el tránsito del antiguo régimen al capitalismo pueden distinguirse puntos de inflexión: 1) El descubrimiento de América y la expansión a Asia generan una lucha por la distribución territorios que dan origen al mercantilismo, a través del comercio a la distancia que logrando una importante acumulación del capital será un pilar del capitalismo 2) Las relaciones exteriores comienzan a ser definidas por la evolución de la balanza comercial de cada Estado. A su vez, la supremacía marítima y territorial pasa a ser la forma en que los imperios miden su fuerza. 3) La vinculación estrecha entre economía mercantil y colonialismo dependía de las estrategias geopolíticas que desplegaran los países para comercialización de los productos. I. La “mano invisible” del mercado Entre los siglos XVII y XVIII, la economía política surge como ciencia social que analiza las leyes inmutables e universales de la circulación de la riqueza. Quesnay uno de los primero economistas sostenía que la prosperidad solo se alacanzaba con la ampliación de las areas cultivables y la libertad comercial. La libertad y la igualdad, no son entendidas como términos de carácter emancipatorio sino como un atributo necesario para el desarrollo de las relaciones de producción. Sin embargo, este pensamiento iba a cambiar radicalmente con Adam Smith que produce un cambio en el pensamiento humano. Propone cambiar el centro de la política a la economía como estructura condicionante. Su cosmovisión de la sociedad como “sociedad comercial” permite entender su formulación económica. Creía que en la sociedad no había antinomias, bondad y maldad se congeniaban positivamente, a su vez sostenía que la sociedad moderna era la forma más absoluta de progreso. Smith propone que el desarrollo de la riqueza se da a partir de las facultades productivas del trabajo, por ende cuando más productivo fuese más se elevaría la riqueza lo que beneficiaria a todos. La economía política tenía que encargarse de realizar un análisis de la distribución de la riqueza generada por el trabajo. Lo que pone en primer plano el trabajo humano como generador del valor, que aumentaría con la división del trabajo. De este modo trazaría las bases del capitalismo: la propiedad privada y la división del trabajo. Su formulación se sustentaba en que los hombres tenían una propensión natural al intercambio, lo que genera una de las principales críticas a su teoría. A diferencia de lo que se enuncia habitualmente sobre la “mano invisible” Adam Smith defendía la existencia de un estado como amortiguador de las clases sociales. II. La cuestión social Con la liberación de la fuerza de trabajo, se eliminan las barreras de protección social y da origen a una nueva clase social: el proletariado. Al mismo tiempo surge la pobreza. un fenómeno hasta entonces ignoto, que constituía una de las principales amenazas de la burguesía. La puja entre capital y trabajo no sólo incumbe a lo salarial, sino también al control social y disciplinario, que vincula la fábrica con la vida privada. La especialización regida por lo parámetros ingleses engendró nuevas problemáticas para la teoría económica. Una de ellas fue la formulada por David Ricardo, quien sostuvo que las ventajas comparativas de cada economía con el resto generarían una artculación armoniosa. Al mismo tiempo generar ventajas comparativas significaba una depreciación salarial, que conducía a una pauperización de masas, que implicaba la intervención estatal que se denominó “tutelaje extrasalarial” III. La integración social en una economía de mercado A pesar del tutelaje estatal, la cuestión social no se extingue. A su vez, en el siglo XIX se produce una liberalización del mundo económico con la cosificación, la prevalencia del mercado y la conversión de un estado cada vez más capitalista que fortalece a los sectores dominantes. En este momento histórico, las palabras libertad, democracia y ciudadanía eran palabras muy abstractas, la lucha por estos valores debía pasar de la esfera privada a la pública. De este modo las luchas sociales van a adquirir un perfil politico, que sin embargo no va a poder hacer uso de sus libertades porque la burguesía que definió discursivamente a la libertad no la extiende, si no que la restringe a algunos sectores. Capítulo 9: “Burgueses, aristócratas y radicales” Con Napoleón Bonaparte se produce una expansión de las ideas liberales, que va a atemorizar a las monarquías europeas. Sin embargo la derrota de Waterloo marca que algunos antiguos regímenes todavía conservaban el poder. I. El congreso de Viena. El congreso de Viena de 1815 tiene como objetivos restablecer la legitimidad de la autoridad en su territorio frente a las ideas liberales, evitar conflictos armados en europa entre las potencias firmantes y el derecho a las potencias de construir un poder colonial. Para mantener el “equilibrio en el poder”, que evitaría la lucha por intereses nacionales que acabarían en un enfrentamiento entre las potencias, era crucial evitar la unión de el territorio central europeo, compuesta por Austria y Rusia y más de 200 territorios feudales. En el “Consenso de Viena” , Francia era un punto clave, ya que la burguesía exigía cada vez mas derechos políticos restringidos. Luego de la caída de Napoleon, Luis XVIII asume el trono, pero ya no como un monarca determinante sino como una figura decorativa. El nuevo rey de la dinastía Borbón sanciona una carta constitucional en la que invitaba a la burguesía a formar parte de su gobierno. Esto demuestra que a la burguesía no le interesaba la forma de gobierno mientras apoyen sus intereses II. Revoluciones europeas de 1820,1830 y 1848. La revolución del ´20 Con la consolidación de las monarquías suscita una mayor represión, esto se evidencia en las huelgas que se dan en España, Portugal, Sicilia, Piamonte y Grecia, regiones con economías más débiles. Estas protestas eran impulsadas por las burguesías que invocaban un profundo sentimiento nacional. La revolución del ´30 La circulación de ideas socialistas y anarquistas no tardó en convertir a las huelgas en protestas políticas. La primera se produce en Francia, a la que se responde con represión hasta que la burguesía decide apoyar las protestas para deponer al Rey Carlos X, que renuncia y en su lugar asume Luis Felipe de Orleans, uno de los financistas más importantes que es convocado por la burguesía para defender sus intereses. Estas protestas tienen la particularidad de extenderse por Belgica, Suiza, Alemania, Inglaterra, Polonia, Italia y Grecia. A pesar de sus intereses particulares, religiosos, étnicos o independentistas, todas tienen en común el cuestionamiento a la legitimidad del monarca. Lo que demuestra el fin del Consenso de Viena. Revolución del ´ 48 1848 puede entenderse como un punto de inflexión en donde Francia vuelve a ser el centro de una ola de revoluciones que se sucedería por toda europa. Lo que comienza como un mitín estudiantil termina por convertirse en una conmoción popular, apoyados nuevamente por la burguesía que decide deponer al rey y formar la segunda república que finalmente sancionara constituciones liberales y garantizara la propiedad privada y los derechos civiles.
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