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Falla Cardiaca-2

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Normalmente, la contractilidad miocárdica se ubica en un rango de 1,5 a 3 
longitudes de músculo/seg. Un corazón con falla se define como aquél en el cual la 
máxima velocidad de acortamiento de la fibra es menor a 1 longitud muscular/seg. 
Mediciones muy precisas de este parámetro pueden efectuarse con una 
mínima invasión del organismo. Sólo se tiene que colocar dentro del ventrículo 
izquierdo (VI) un micromanómetro en la punta de un catéter y registrar la presión (P) 
desde el interior de esa cámara. A partir de la curva de presión, se computa la primera 
derivada de la presión con relación al tiempo (dP/dt). Dividiendo la dP/dt por la P (y 
una constante que representa la rigidez miocárdica) durante el período de contracción 
isovolumétrica, se puede generar una curva que puede ser extrapolada a ese 
parámetro a carga 0. La intercepción de tal curva sobre el eje de la ordenada o eje de 
las Y (que representa la velocidad), corresponde a la máxima velocidad de 
acortamiento (Vmáx.) de la fibra a una carga 0 (la contractilidad miocárdica). Las 
catecolaminas, las cuales son conocidas como agentes inotrópicos positivos, 
incrementan la Vmáx., mientras que la mayoría de los estados morbosos, o los agentes 
inotrópicos negativos disminuyen la Vmáx. 
La falla cardiaca también puede identificarse y la magnitud y el grado de su falla 
cuantificarse mediante el análisis de la curva longitud pasiva-tensión activa, llamada 
también, la curva de Frank-Starling. Tal curva se genera llenando al VI con más y más 
sangre durante sucesivas diástoles y midiendo la tensión activa generada (o el volumen 
de eyección, o la potencia del latido, o el gasto cardiaco, o el pico de la presión 
sistólica, o el dP/dt máximo) durante latidos sucesivos. Mientras mayor sea el volumen 
de sangre en el ventrículo durante el final de la diástole, mayor será la fuerza de la 
sístole. A este volumen también se le denomina precarga. De allí que incrementos en 
la precarga producen incrementos en la fuerza de contracción. De hecho, en 
corazones normales, a partir de una determinada precarga, la fuerza de contracción 
generada puede predecirse dentro de límites razonablemente pequeños. Se dice que 
un corazón entra en falla cuando, para una determinada precarga, la fuerza de 
contracción es menor a la esperada.

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