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Salud públ. Méx. Época V. Volumen 1I, Núm, lo Enero-Marzo, México, D. F. ENFERMEDADES PARASITARIAS MAS COMUNES ENMEXICO Exponernos en seguida en forma resumi- da las principales enfermedades parasitarias más comunes en México. Las helmintiasis más comunes entre los trabajadores en México son las intestinales. La uncinariasis prevalece en las regiones tro- picales de México y en menor grado se en- cuentra la estrongiloidiasis. A ellas se agre- gan las infecciones por Trichuris. Ascaris. Taenia. Hymenolepis y Enterobius. las cuales existen en grados variables en todo el país. La cisticercosis (por Taenia solium) es diagnosticada casi exclusivamente por los oftalmólogos y los cirujanos de cráneo; los casos conocidos durante los últimos 20 años pueden calcularse en cerca de trescientos. La oncocercosis afecta aproximadamente a cincuenta mil habitantes y se encuentra lo- calizada en regiones montañosas de los Es- tados de Oaxaca y Chiapas. La triquinosis raras veces produce cua- dros clínicos graves; sin embargo, las explo- raciones realizadas en cadáveres han revela- do un índice de casos positivos de 160/0,con predominoncicr de infecciones ligeras. La hidatidosis existe en algunos animales mamíferos que se sacrifican para fines ali- menticios, pero ocurre excepcionalmente en el hombre. Entre los parasitismos debidos a protozoo- rios el más importante ha sido el paludismo, * Director Genernl de Institutos y Laboratorios. Luis MAZZOTTl* ahora en franco descenso-a causa de la cam- paña de erradicación. En segundo lugar se encontraría la orni- biasis, pero su incidencia es poco conocida por falta de exploraciones adecuadas. En (11- gunos grupos de población que nos ha tOC..1- do examinar nunca hemos encontrado coa'i- cientes mayores del 100/0. La enfermedad de Chagas existe con una incidencia mucho menor que en la América del Sur y al parecer con una patogenicidad atenuada del parásito, como lo demostrada el hecho de que no se hayan encontrad.o ce- pas suficientemente virulentas para producir experimentalmente parálisis y muerte en el perro, como han sido señaladas en la Amé- rica del Sur. Por otra parte, en regiones muy infestadas por triatomídeos infectados, nues- tras exploraciones por medio de xenodiag- nósticos colectivos en niños escolares apenas han dado cifras máximas de 2 a 30/0, sin ob- servar ningún cuadro sintomático. En cam- bio hemos visitado reqioaea.endémiccs en la América del Sur, donde con relativa facilidad se nos han mostrado hasta tres casos patoló- gicos en una misma localidad. La leishmaniasis se encuentra bajo forma benigna y esporádica, en el sur de México, en los Estados de Veracruz, Chiapas, Oaxa- ca, Tabasco y en la península de Yucatán. Corresponde al tipo cutáneo, no habiéndose observado casos típicos de la forma cutáneo- mucosa. La incidencia es muy baja, al gra- do que el suscrito durante muchos recorridos 119 LUIS MAZZO'l"l'l. en las zonas endémicas, durante los últimos 20 años, apenas ha visto total aproximado de 60 casos; la casi totalidad de éstos eran enfermos crónicos con ulceración en uno o ambos pabellones de la oreja. Este parasi- tismo afecta a trabajadores dedicados a lo: extracción del chicle (goma de mascar) o al corte de maderas tropicales. Sin embcrrqo, en locclidcde-s aisladas de los Estodos de Veracruz y Chicrocs. hemos encontrado olqu- nos casos en individuos que estaban dedica- dos exclusivomente-rr trabajos oorícolos. Se ha demostrado un caso de leishmaniasis vis- ceral en un niño del Estado de Guerrero. En el centro de la altiplanicie, en una am- plia zona aue abarca los Estados de Aguas- calientes, Guanajuato, Zacatecas y [olisco, se presentan casos aislados de fiebre recurren- te trasnmitida por Ornithodorgs tur!cata. En los Estados de Chiapas y Veracruz se han observado casos de fiebre recurrente trans- mitida por Omithodoros talaje. Los cuadros cuadros patológicos muestran ser benignos en comparación con la fiebre recurrente epi- démica que ocurre en otros continentes . La Ieotosoirosis aparece poco frecuente en la altiplanicie, pero se han confirmado algu- nos casos en las regiones costeras. El mal del pinto afecta a un aran número de pobladores de las rerriones cálidas de Mé- xico, pero con el advenimiento de la penici- lino resulta factible 'su erradicación. Por estar en su mayoría: los habitantes de México dedicados a trabajos agrícolas, po- demos decir que están expuestos a contrcer algunos de los parásitos antes rp.encionados. No quedan sin embargo excluídas de las riersonos OllA habitan en los centros urbanos. En efecto, debemos considerar que aún en las ciudades mexicanas importantes, que tienen instalados servicios de agua potable, redes de avenamiento y oficinas de hiniene, las con- diciones sonitcricrs. no alcanzan un nivel sa- tisfactorio. Esto es debido en gran parte a la inmicroción constante de personas proce- dentes de las regiones rurales, que se aveci- nan en terrenos aledaños a la ciudad, im- orovisando sus habitaciones y formando co- lonias que en su mayoría carecen de sanea- miento. Complementa esta situación la impor- tación de alimentos vegetales y animales, contaminados o infectados, procedentes de las regiones rurales vecinas carentes de servicios de higiene. Se comprende que en esas ciudades exis- te un peligro atenuado, pero constante, para adquirir infecciones parasitarias y bacteria- nas. Esa situación que ocdriornos llamar in!ersanitaria (*) ocurre prácticamonte en to- 120 das las ciudades mexicanas al igual que en el resto de la América Latina y en general en todas las naciones donde el nivel econó- mico no es suficiente para proteger desde un punto de vista higiénico a todos los habitan- tes. El problema resultante es muy vasto y aun cuando se logra ejercer alguna acción con- tra los parasitismos intestinales, esa situación intersanitaria favorece la prevalencia de las infecciones bacterianas del tubo digestivo, problema mucho mayor, que es mantenido por la presencia de individuos portadores que contaminan los alimentos y en menor escala el agua. Por otra parte y en contraposición con la opinión general que ha existido sobre los pe- ligros de las regiones cálidas de México o causa de las enfermedades parasitarias, de- bemos' señalar que este país se encuentra en una situación privilegiada en cuanto a la au- sencia de varias enfermedades como la es- quistosomiasis, la filariasis bancrofti, el pian y la bartonelosis, que afectan gravemente a algunas naciones de la América del Sur. Ade- más, y como ya se señaló, la leishmaniasis cutánea es una enfermedad benigna. en com- paración con las formas graves cutáneo-mu- cosas sudamericanas; la enfermedad de Cha- gas ha presentado una patogenicidad leve en los casos hasta hoy descubiertos, y el quis- te hidatídico ocurre por excepción en el hombre. En resumen, podemos decir que México es uno de los países de la América Latina que tiene menos enfermedades parasitarias, y de las cuales, la mayoría pueden ser domi- nadas con nuestros conocimientos actua- les. Desafortunadamente la insuficiencia de medios económicos retrasa proyectos tan im- portantes como los de distribución de agua potable e instalación de redes de avena- miento, no obstante la intensa labor que en tal sentido desarrolla el gobierno mexicano. Ello impide una efectiva campaña contra- los parasitismos intestinales más importantes, la que al mismo tiempo dominaría en gran parte a los infecciones bacterianas del tubo digestivo. Para finalizar tenernos la pena de mencio- nar el gran problema social de origen econó- mi, que representa la desnutrición de la ma- yoría del pueblo mexicano y la cual facilita el desarrollo de algunas enfermedades para- sitarias y bacterianas. (.) El término in!ersanitario 10 empleamos con un sen- tido análogo al aplicado por los antropólogos para el vocablo inlercu1tural. La situación favorable de la ¡República Mexiconc de no sufrir, como otros países tro- picales y subtropícoles, de padecimientos graves y difíciles de combatir como son la esquistosomiasis,la hidatidosis, la peste, etc., en ninguna manera excluye que debamos in- tensificar las investigaciones científicas médi- PARASITOSIS COMUNES E~ ::\IEXICO. cas en general ni las referentes a los pade- cimientos parasitarios, muchos de los cuales por su variabilidad de una región a otra, tan- to en su incidencia como en su grado de patogenicidad y diferentes modalidades de trasmisión requieren un conocimiento profun- do para poderlos combatir con buen éxito. SUMARIO Se presenta un resumen de las principa- les enfermedades parasitarias existentes en México y se hacen consideraciones sobre la menor incidencia que tienen en este país frente a la mayoría de las otras naciones latino-americanas. Al mismo tiempo se señala la importan- cia que tiene para .la República Mexicana intensificar el saneamiento del medio. 121
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