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Tema 8 – Enfoque Procesual de las Diferencias Individuales en Personalidad 2015 1 Ness Uned PRINCIPALES CRÍTICAS DE MISCHEL EN 1968 1. Las variables de carácter cognitivo presentan una consistencia transituacional y estabilidad temporal aceptables, si bien pequeñas variaciones situacionales, o diferencias mínimas en el procedimiento seguido, reducen de forma dramática dicha consistencia. 2. En lo que respecta a las variables de personalidad, los resultados pueden concretarse en los siguientes puntos: ! Algunas de las dimensiones presentan cierta estabilidad temporal, especialmente cuando son evaluadas a través de autoinformes. Las personas se perciben a sí mismas de forma similar a lo largo del tiempo. ! Las correlaciones entre el mismo comportamiento observado en situaciones diferentes son muy bajas, lo que indicaría una escasa consistencia transituacional de la conducta (situaciones hace referencia a los test). ! Las correlaciones entre un rasgo (evaluado a través de cuestionarios), y distintas medidas objetivas supuestamente relacionadas con el rasgo en cuestión, no supera, por lo general, el valor de .30 (lo que Mischel denominó “coeficiente de personalidad”); por tanto, la validez predictiva de las disposiciones personales es de carácter moderado. ! Determinadas manipulaciones sobre las variables situacionales, y quizás sobre la interpretación de las mismas por parte de los individuos, pueden eliminar la influencia de cualquier diferencia de carácter disposicional sobre las respuestas obtenidas primando el efecto general de la manipulación experimental sobre la conducta observada. PRINCIPALES PLANTEAMIENTOS SITUACIONISTAS ! La conducta es altamente específica con respecto a la situación en que se produce, y no presenta una consistencia transituacional significativa. ! Los patrones de respuesta están exclusivamente vinculados a los estímulos presentes en la situación, únicos determinantes causales de los mismos. ! En el caso de existir regularidades en la conducta, éstas deberán explicarse en función de las regularidades estimulares existentes en el contexto, no en supuestas dimensiones inherentes al individuo. ! Las DI que se observan en cada situación deben ser atribuidas, principalmente, a un error de medida, más que a la existencia de disposiciones internas de carácter general. PRINCIPALES CRÍTICAS AL SITUACIONISMO Y A LOS DATOS Y CONCLUSIONES DE MISCHEL Críticas al situacionismo y su metodología: ⇒ El situacionismo no da respuesta al por qué de las DI existentes ante una misma situación. ⇒ El situacionismo no contempla las interacciones existentes entre las personas y las situaciones. ⇒ La metodología experimental utilizada por los planteamientos situacionistas está diseñada, fundamentalmente, para detectar cambios conductuales y no la estabilidad del comportamiento, focalizándose en la respuesta general de las personas a los tratamientos o condiciones experimentales, y considerando la variación individual como un error a desestimar. ⇒ Por otra parte, en las investigaciones realizadas se analiza la consistencia del comportamiento básicamente a partir de los datos obtenidos en el laboratorio, en donde las condiciones experimentales suelen limitar bastante la manifestación de respuestas individuales diferenciadas. Críticas a la metodología propia de la psicología de los rasgos: ⇒ La escasa consistencia de los estudios analizados por Mischel debe atribuirse a que los instrumentos y diseños tradicionales de evaluación de rasgos presentan ciertas deficiencias metodológicas que habría que subsanar, más que a la posible ausencia de consistencia transituacional de la conducta. Algunas de las deficiencias metodológicas serían: o La escasa fiabilidad de una buena parte de los instrumentos de evaluación psicológica utilizados en los distintos estudios (generalmente cuestionarios basados en autoinformes). o La gran homogeneidad, o escasa variabilidad, de algunas de las variables dependientes escogidas, por lo que no son útiles para la distinción de diferencias individuales relevantes. o La equiparación de una serie de conductas, supuestamente representativas de un rasgo de personalidad, bajo la consideración de que tienen el mismo valor y significación para todos los individuos, lo que es discutible. Importancia que Allport concedía a la existencia de “equivalencias” estimulares y de respuestas para cada persona. Ernesta_NR Resaltado Tema 8 – Enfoque Procesual de las Diferencias Individuales en Personalidad 2015 2 Ness Uned " Persona y Situación: c laves de encuentro en el marco del Interaccionismo Polo internalista o personalista: la evaluación y aplicación de los modelos disposicionales estuvo siempre focalizada en la predicción global del comportamiento. Allport había planteado el papel de la personalidad y la situación en la determinación conjunta de la conducta:”...las características de la personalidad... hemos de considerarlas como márgenes de conducta posible, que pueden ser activadas en puntos diversos según los requerimientos de la situación”. 4 aspectos: 2 ligados a la personalidad y 2 a la situación. Ambos polos importantes. ⇒ Aquellas características estables y consistentes que definen su personalidad. ⇒ Aquellas defensas y formas de disimulo que se utilizan con la intención de no manifestar abiertamente determinados aspectos de su personalidad, y el grado en que éstas son empleadas. ⇒ El modo en que la situación es percibida, así como su relación con la misma. ⇒ Los requerimientos y demandas de la situación con respecto a la actuación del individuo en la misma. La resolución del debate sobre la personalidad vino de la mano de un modelo integrador, el interaccionismo. El desarrollo de los modelos interactivos, especialmente a partir del final de los años 60, gozó rápidamente de amplia aceptación contribuyendo de forma decisiva a convenir un lenguaje común entre personólogos y situacionistas. 1. El tipo de interacción persona x situación que se propone tiene un carácter “dinámico” basado en una causación recíproca, o transaccional. El cambio es un elemento importante. El ambiente no es la única fuente posible de cambio; la persona puede modificar el impacto del entorno, modificar las características del mismo o elegir otro diferente. No sólo las interacciones entre sino, también, intra sistemas deben ser consideradas, integrando las relaciones entre factores biológicos, psicológicos y sociales, así como las existentes dentro de cada sistema. 2. Todos los autores habrán de coincidir en que en los modelos interaccionistas las DI más potentes se encontrarán en la forma en que los individuos seleccionan y construyen las condiciones estimulares externas. 3. A partir de estos procesos psicológicos, la conducta de las personas no se concibe como inconsistente, sino como “discriminativa”, en la medida en que su objetivo último es la adaptación o el ajuste al medio. No se entiende como un proceso aislado y estrictamente específico ante cada situación. Este tipo de planteamientos relativos al papel activo del individuo en la interpretación y construcción de su realidad ya habían sido destacados previamente por autores como G. Kelly: Teoría de los Constructos Personales o J. Rotter: Teoría cognitiva del aprendizaje social. En suma, no son los eventos en sí, sino la interpretación de los mismos, lo que permitirá estudiar la personalidad de los individuos y las diferencias existentes entre los mismos. PRINCIPALES PRESUPUESTOS DEL MODELO INTERACCIONISTA (Endler y Magnusson) 1. La conducta es función de un proceso continuo de interacciones recíprocas entre el individuo y la situación. 2. El individuo es un agente intencional y activo en este proceso de interacción. 3. Por lo que respecta a la persona, los determinantes esenciales de la conducta son los factores cognitivos, si bien también deben considerarse los factores motivacionales y emocionales,así como los factores biológicos (de más reciente incorporación a este tipo de modelos). 4. Por lo que respecta a la situación, el valor de la misma vendrá dado por el significado psicológico que el individuo atribuya al contexto puntual en el que se encuentre. " Perspectivas actuales de integración entre los modelos disposicionales y dinámicos El entendimiento de los procesos que median entre la personalidad y la conducta, conlleva, necesariamente, una integración entre dos concepciones de la personalidad, la disposicional y la dinámica. Según los objetivos disciplinares de la Psicología de las DI, desde el segundo estadio (explicativo, el primero es el descriptivo), es necesario analizar las disposiciones de un modo tal que permita comprender cómo los individuos interactúan con las situaciones y, lo que es más importante, identificar y evaluar los procesos dinámicos intra- individuales que subyacen a esas interacciones. Los modelos disposicionales responden a una estrategia de explicación top-down (de lo general a lo específico) ya que están basados en el análisis de un nº determinado de disposiciones conductuales generales o rasgos supuestamente estables y consistentes. Los planteamientos situacionistas, como los interaccionistas, enfatizan los aspectos dinámicos, funcionales, y procesuales del comportamiento, y se corresponden con la estrategia de explicación bottom-up (de lo específico a lo general) al basarse en los mecanismos específicos que subyacen a los fenómenos observados. Tema 8 – Enfoque Procesual de las Diferencias Individuales en Personalidad 2015 3 Ness Uned La existencia de diferencias globales estables entre individuos en cualidades como el temperamento, el estado de ánimo crónico, las habilidades específicas, no lleva necesariamente a un conflicto teórico con las aproximaciones dinámicas. Los enfoques procesuales han contribuido, incluso, a identificar situaciones diagnósticas. Asumen la contribución de los factores genéticos. McCrae y Costa, máximos exponentes y defensores del modelo estructural de los 5 factores, han abogado recientemente por una concepción procesual y dinámica de la personalidad. Específicamente, estos autores describen la personalidad como “la organización psicológica dinámica que coordina la experiencia y la acción”. Pervin propone 3 principios (un ejemplo de los 2 últimos serían los procesos de desarrollo): a) Multideterminación: cualquier actividad compleja implica la interacción de múltiples determinantes. b) Equipotencialidad: partiendo del mismo punto se pueden obtener resultados diferentes, y c) Equifinalidad: se puede llegar al mismo punto final por vías diversas. Variables y procesos mediadores que permitan explicar, pero también describir, la manifestación de la personalidad: ⇒ En primer lugar, es imprescindible una reconceptualización de la situación en términos psicológicos con la finalidad de poder explicar la interacción que se produce entre el contexto y el sistema dinámico del individuo. Los elementos objetivos y físicos de la situación (también denominados nominales) los más relevantes, sino cuestiones relativas a la forma subjetiva que cada individuo tiene de interpretar la situación. ⇒ En segundo lugar, se requiere de un modelo de personalidad que sea capaz de asumir la complejidad de esta última y las dinámicas cognitivo-afectivo-motivacionales, conscientes e inconscientes, que subyacen a esos estados internos y expresiones conductuales características de cada uno. ⇒ Finalmente, es necesario crear un “puente” conceptual y metodológico entre el sistema de procesamiento dinámico que define idiográfícamente a individuos concretos y a grupos de individuos, y la caracterización y clasificación nomotética de tipos y subtipos de disposiciones o dimensiones generales de diferenciación individual. La personalidad se entiende como un sistema abierto y complejo. Modelos en los que la personalidad se concibe como “el sistema global que confiere unidad, continuidad y coherencia a la conducta y experiencia individuales”. CAPRARA. 1. Unidades dinámicas de estudio de las DI de la personalidad: el individuo en situación. Para distinguir entre rasgos y unidades dinámicas utilizaremos el diferente significado del concepto “tener”, representado por conceptos estructurales del tipo de los “5 factores”, y el de “hacer”, vinculado a la forma en que las disposiciones personales se manifiestan y mantienen en los procesos de interacción social. Las nuevas unidades “individuo en situación”, de carácter menos global o general que los rasgos, se centran en las cogniciones, emociones y conductas presentes en el individuo en las condiciones en que se produce la conducta. Algunas de ellas denominadas de “nivel medio”, permiten contemplar la coherencia del comportamiento, más que exigir la consistencia clásica, en lo que Caspi ha acuñado como “continuidad interactiva”, o coherencia del comportamiento a lo largo del tiempo. a. El Estado como Actualización de los Rasgos Disposicionales El “estado” supone una actualización momentánea de una disposición personal en una situación concreta; así, por ejemplo, una persona con un rasgo de ira elevado no mostrará una irritabilidad de forma permanente, sino que dicha propensión a irritarse será activada, únicamente, en momentos y situaciones determinadas. Distinción entre el “ser” (rasgo) y el “estar” (del estado momentáneo). Tiene su origen en las contribuciones de Cattell (fluctuaciones del estado de ánimo). Estrecha relación existente entre el rasgo y el estado, relación que se establece a través del valor de la situación. Así, por una parte, una elevada puntuación en un rasgo se asociará a una probabilidad mayor de que se experimente el estado emocional del rasgo correspondiente, o nivel de estado. Las situaciones ejercen una función moduladora. La distinción entre rasgo y estado puede operativizarse en función de los siguientes criterios: ⇒ Potencialidad vs. actualidad: el rasgo representa el nivel potencial que una característica tiene en un individuo, mientras que el estado es la manifestación puntual de dicho rasgo en un momento dado. ⇒ Estabilidad vs. transitoriedad temporal: mientras que el rasgo es una predisposición permanente, el estado solo se presenta durante un intervalo de tiempo transitorio. ⇒ Generalidad vs. Especificidad situacional: el rasgo presenta un nivel de generalidad muy amplio, mientras que el estado únicamente está vinculado a la situación específica en donde se manifiesta. Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Tema 8 – Enfoque Procesual de las Diferencias Individuales en Personalidad 2015 4 Ness Uned Desarrollo de procesos mediacionales como el modelo cognitivo-mediacional del estrés, mediante el que se pretende apresar el proceso de percepción e interpretación estimular bajo una óptica interactiva, en el ámbito general del estrés. Importancia de los factores cognitivos y estilos de afrontamiento (coping). b. El Sistema de Personalidad Cognitivo – Afectivo (SPCA) – Propuesto por Mischel. Modelo comprehensivo que da cuenta de la rica dinámica interna existente en el individuo y que contempla el papel de la situación psicológica en la conducta y en el sistema de personalidad, en su conjunto. Se enmarca dentro de las llamadas teorías cognitivo-sociales de la personalidad. El modelo concibe las situaciones como parte de la personalidad misma, integrando la variabilidad del comportamiento como elemento que, no solo no es contrario a la existencia de la personalidad sino que parte de la misma. La personalidad se concibe como “un sistema estable caracterizado por una serie de unidades cognitivas y afectivas disponibles, organizadas en una red distintiva de interrelaciones que procesa, de forma característica, la información acercade las situaciones, externas o internas”. En lo que a las diferencias individuales se refiere, su naturaleza en el SPCA hace referencia a 3 aspectos: ⇒ Diferencias individuales en la accesibilidad crónica (niveles de activación) de las unidades cognitivo- afectivas. (Ej.: Creerse o no competente). ⇒ Diferencias individuales en la organización estable de relaciones entre estas unidades. ⇒ Diferencias individuales en el patrón de relaciones que el individuo establece entre situaciones o contextos específicos y el comportamiento característico ante los mismos. (Si…..entonces….) Condición. ! Unidades del SPCA y su organización Intra-sistema La existencia de un sistema de personalidad coherente y estable se establece a partir de un sistema de procesamiento de la información social propio. Este sistema da cuenta, por tanto, de la organización de la información (básica para dicha coherencia) y de las relaciones dinámicas entre cognición, afecto y conducta a medida que la persona interactúa con su mundo social. Un proceso clave en esta organización es la activación de las representaciones mentales. Constituirán el grueso de las unidades cognitivo sociales propuestas inicialmente por Mischel y que han pasado a formar parte del denominado sistema de personalidad cognitivo- afectivo. Tiene como objetivo: el conocimiento de cómo las personas construyen su realidad, mediando el impacto de los estímulos y generando patrones distintivos de comportamiento en contextos particulares. Las Unidades cognitivo-afectivas Las variables personales propuestas manifiestan una clara vertiente procesual. Las unidades cognitivo- afectivas se constituyen en una de las posibles fuentes de DI. La que se refiere a las diferencias que presentan los individuos en el grado de accesibilidad crónica (es decir, estable), o niveles de activación de representaciones mentales-emocionales particulares (es decir, de las cogniciones y los afectos) que cada persona tiene. A partir de la agrupación básica llevada a cabo por Bermúdez (1985), este tipo de unidades pueden categorizarse en dos grandes bloques, aquellas variables que expresan la potencialidad de la conducta, y las variables presentes en la ejecución de la misma. 1. La potencialidad que la conducta presenta, cuyas unidades responden a: a) Las capacidades, o competencias cognitivas, aprendidas, y el conocimiento que dispone el individuo para construir, transformar y utilizar de forma activa la información, generando patrones cognitivos y conductuales útiles para afrontar las situaciones. La evaluación va encaminada a lo el individuo es capaz de hacer, es decir, a sus potencialidades. Este tipo de constructos están claramente vinculados a la inteligencia social, reflejada en la capacidad de adaptación al entorno y en las competencias sociales que el individuo manifiesta, así como en su habilidad para el logro de sus objetivos y metas. Se focalizará, pues, en mayor medida, en variables funcionales tales como la flexibilidad cognitiva potencial del individuo, sus alternativas constructivas o los procesos de resolución y afrontamiento de problemas, que en conceptos estáticos tales como el Cl. b) Las estrategias de codificación y constructos personales, o procesos relativos a la forma en que las personas atienden, codifican y estructuran la información que reciben, así como a los procesos de categorización y al tipo de inferencias que realizan. Este tipo de estrategias definen y caracterizan el modo individual de procesar e interpretar la realidad por el que las personas se diferencian; en otras palabras, la forma en que construyen su mundo. Conceptos tales como esquemas, guiones, planes, etc. se postulan como aquellas estructuras mentales que median el impacto de la experiencia y guían el procesamiento selectivo de la información. 2. Las unidades presentes en la ejecución de la conducta; es decir aquellas que implican la construcción de la conducta en situaciones particulares: Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Tema 8 – Enfoque Procesual de las Diferencias Individuales en Personalidad 2015 5 Ness Uned a) Expectativas y Estilos atribucionales. Estas variables son de carácter cognitivo. Las expectativas hacen referencia a las relaciones que el individuo percibe entre las conductas alternativas que puede poner en marcha en una situación y las consecuencias probables, inmediatas, o futuras. Predicción del comportamiento. También existen expectativas generalizadas; estas últimas son de gran interés para el estudio de DI. Hacen referencia a la explicación que las personas suelen conceder al origen de los eventos, en general, y de forma más específica a sus éxitos y fracasos, su bienestar o infelicidad, e incluso a su salud. Este tipo de variables tiene un enorme valor, en la medida en que tienen implicaciones cognitivas, motivacionales y emocionales. b) Valores subjetivos, concernientes a aquellas preferencias que los individuos manifiestan, y al valor concedido a los acontecimientos y situaciones que las personas persiguen o eluden, así como a sus consecuencias. c) Los mecanismos autorreguladores, o mecanismos complejos que incluyen un amplio número de componentes a través de los cuales las personas buscan satisfacer sus objetivos y metas autorregulando su propia conducta; de esta forma, los objetivos personales guían y mantienen el comportamiento. La selección activa de situaciones forma parte de estos sistemas y planes de autorregulación personal con unidades de análisis de “nivel medio” (actividades y situaciones cotidianas), al tiempo que presentan un grado de generalidad aceptable. Las metas proporcionan coherencia en el funcionamiento de la personalidad. La mayoría de las metas diarias se encuentran interconectadas. d) Variables procesuales relativas al afecto y las emociones; estas variables incluyen sentimientos, emociones y respuestas afectivas (incluidas las reacciones fisiológicas a los sucesos como, por ejemplo, la activación de la frecuencia cardiaca ante una situación que provoca ansiedad), y afectan profundamente al procesamiento de la información social y al afrontamiento. UNIDADES COGNITIVO-AFECTIVAS Agrupadas en función de la Potencialidad de la conducta: ⇒ Capacidades. Capacidad de adaptación al entorno (Inteligencia Social). ⇒ Estrategias de codificación y constructos personales. Interpretación y construcción del mundo. Agrupadas en función de la Ejecución de la conducta: ⇒ Expectativas y Estilos atribucionales. Creencias acerca de la propia capacidad para obtener los resultados deseados, del grado en que la conducta conducirá a esos resultados, y de las causas de los sucesos futuros y pasados. Tanto las creencias generales como las específicas, asociadas a la situación. ⇒ Valores subjetivos. Valor asignado a los resultados, situaciones y tareas. ⇒ Mecanismos autorreguladores. A través de las metas, estos mecanismos proporcionan dirección a la conducta, y controlan el grado de esfuerzo necesario para la consecución de esas metas. ⇒ Afecto y emociones. Respuestas asociadas a las situaciones en las que la persona está inmersa, influyendo en la manera de interpretarlas y de reaccionar ante ellas. UNIDADES CONDICIONALES Si…… Entonces….. Condición que especifica la relación entre las características de la situación (si...) y la conducta (entonces...), permitiendo realizar predicciones específicas de esta última. Determina cuándo y cómo se manifiestan las unidades cognitivo-afectivas en un contexto específico. Desde el modelo SPCA se asume que la personalidad está formada por patrones estables de relaciones situación-conducta. La organización estable de relaciones entre las unidades cognitivo-afectivas Aunque las unidades cognitivo-afectivas sonelementos integrantes del sistema de personalidad, no describen ni explican por sí mismas, de forma aislada, la estructura de la personalidad. El foco de análisis del SPCA no está sólo en determinar el grado en que el individuo posee una unidad particular sino también, y principalmente, cómo se relacionan las distintas unidades dentro de ese individuo formando una red única de interconexiones que funcionan como un todo organizado y que se caracteriza por ser una organización estable peculiar y característica del individuo. Esta red de relaciones constituiría la segunda fuente de DI (Mischel y Shoda, 1995). Las disposiciones estables de personalidad son conceptualizadas como estructuras características de procesamiento cognitivo-afectivo que generan dinámicas de procesamiento distintivas. La estructura de procesamiento de la disposición consiste en un conjunto característico de cogniciones, afectos y estrategias de conducta inmerso en una organización de interrelaciones que guía y limita la activación de esas unidades. Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Resaltado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Ernesta_NR Subrayado Tema 8 – Enfoque Procesual de las Diferencias Individuales en Personalidad 2015 6 Ness Uned LA SITUACIÓN PSICOLÓGICA EN EL MODELO SPCA Desde esta perspectiva, el papel del individuo es clave a la hora de determinar la existencia e influencia de las situaciones. Las personas diferirán en la construcción activa de la situación; es decir, en: 1) cómo atienden y seleccionan las distintas características de la situación. 2) cómo las categorizan y codifican cognitiva y emocionalmente. 3) cómo estas codificaciones activan otras cogniciones y afectos existentes en el sistema de personalidad. Las DI detectadas en función de la situación tienen un interés limitado, pues no pueden generalizarse más allá de la situación o contexto específico. Por el contrario, la redefinición de esta situación en términos psicológicos permite que la información acerca de las tendencias específicas de conducta de la persona, dadas unas condiciones (los síes de las unidades condicionales), pueda ser utilizada para predecir la conducta (los entonces) a través de un amplio rango de contextos que contienen las mismas características psicológicas. Desde una consideración nominal, una situación (p.ej., reunión de trabajo) puede evocar una conducta (p.ej., ansiedad), y otra situación diferente (p.ej., pasear por la calle) puede evocar la misma conducta, sin posibilidad de poder articular una conexión (predicción) entre situaciones y conducta. Sin embargo, bajo la concepción de la situación en términos psicológicos, podrían detectarse, por ejemplo, elementos comunes (equivalencias funcionales) a estas situaciones aparentemente distintas que serían responsables de la activación de la conducta. 2. Análisis de las disposiciones clásicas en función de procesos dinámicos Operacionalización de los 5 Factores de personalidad en términos de creencias generalizadas (+ Alta Puntuación en ese factor y – Baja Puntuación) " Explicación, predicción y nivel de anális is en la investigación de DI en personalidad Magnusson (1990) ha empleado una interesante metáfora meteorológica para comparar los distintos niveles de análisis: cuando deseamos estudiar y determinar las temperaturas promedio y sus variaciones entre las distintas estaciones del año, este estudio solo podrá basarse en un conjunto de observaciones correspondientes a muestras representativas de diversos días a lo largo de distintos años, para cada estación. Estos promedios nos pueden servir: 1) para describir el rango de temperaturas y clima habituales de una estación del año, así como las diferencias existentes entre las distintas estaciones y 2) para poder predecir, sin demasiado riesgo de equivocarnos, la temperatura promedio que, a lo largo de los años, tendrá, por ejemplo, el mes de Junio. En este sentido, estas temperaturas promedio que intentan apresar las regularidades meteorológicas podrían equipararse a los “rasgos” de comportamiento. A un nivel más específico, el mero conocimiento de las estaciones no será útil para establecer y explicar la climatología de un día concreto del año, objetivo para el cual hará falta analizar, de forma más precisa, las condiciones climatológicas precisas y los eventos atmosféricos puntuales de cada momento. Esto se asemejaría a los objetivos que se persiguen desde una aproximación procesual al entendimiento de la personalidad. Los rasgos, entendidos como disposiciones amplias y generales, serán útiles para la predicción de “rangos de conducta”. En consecuencia, cuando el objetivo de análisis y diagnóstico sea un retrato comprehensivo y coherente de la personalidad, o la selección de individuos en función de este tipo de categorías amplias que nos dan información muy global sobre las personas y su forma de comportarse a lo largo del tiempo, los rasgos más amplios, situados en el nivel superior de la jerarquía, serán preferibles por presentar una mayor parsimonia. Si nuestro objetivo es el estudio del “individuo en situación” y la explicación de la conducta particular, y las diferencias individuales, en situaciones más específicas, se hará necesario un análisis de los componentes menos generales de estos rasgos superiores, así como el uso de variables personales y patrones de conducta de carácter más procesual (como todas las unidades de carácter dinámico) vinculadas a los aspectos situacionales. 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