Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1. 0 EL ARTE GRIEGO CRONOLOGÍ A ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS ARQUITECTURA ESCULTURA PERÍODO ARCAICO (S. VIII-VI a. C.) • Desde 800 a. C. aparición de la escritura alfabética; composición de la Ilíada y la Odisea, poemas atribuidos a Homero. Origen y desarrollo de las poleis • Expansión griega por el Mediterráneo Influencia cultural de Asia Menor y Egipto • Consolidación de la planta rectangular con peristilo del templo griego • Aparición y definición de los órdenes dórico y jónico • Evolución del templo hacia proporciones más armoniosas en planta y alzado • Nacimiento de los principales santuarios de culto panhelénico de Grecia Influencia de la estatuaria egipcia • Imágenes votivas: kuroi y korai • Evolución desde el hieratismo y esquematismo hacia formas naturalistas. • Obras: - Moscóforo - Kouroi: Kouros de Anavyssos, Cleobis y Bitón - Korai jónicas PERÍODO CLÁSICO (S.V a. C.) • Los persas invaden Jonia y destruyen Mileto (494 a. C.); estallan las guerras médicas (490- 479 a. C.) y derrota persa. 477 a. C. fundación de la liga de Delos bajo hegemonía ateniense 443- 429 a. C. Gobierno de Pericles en Atenas • Guerras del Peloponeso (431- 404) entre Atenas y Esparta • Aparición del orden corintio Reforma de la Acrópolis ateniense. • Concepción antropocéntrica de la política y la sociedad y principios matemáticos • Armonización exterior mediante correcciones ópticas • Programas decorativos en tímpanos y metopas • Obras: - Partenón - Erecteion - Templo de Atenea Niké - Propileos de la Acrópolis • Idealismo. • Búsqueda del equilibrio en la proporción (Policleto), movimiento (Mirón) y naturalidad sagrada (Fidias) • Obras: - Mirón: Discóbolo de - Policleto: Diadúmeno y Doríforo - Fidias: frontones, metopas uy friso de las Panateneas del Partenón, Atenea Parthenos, Atenea Promacos y Zeus de Olimpia. PERIODO POST CLÁSICO (siglo IV a. C.) • Crisis de las poleis • Tras la victoria de Queronea (338) Filipo II de Macedonia conquista Grecia • Campañas de Alejandro (336- 323), que conquista el Imperio Persa, Egipto y el valle del Indo. • Influencia del colosalismo de las escuelas de Asia Menor Construcciones cívicas. • Preferencia por el orden corintio. • Obras: - Linterna de Lisícrates - Teatro de Epidauro - Mausoleo (Halicarnaso) • Imágenes melancólicas y sensuales de dioses y hombres • Aumentan el naturalismo, la expresividad y el movimiento • Obras: - Scopas: Ménade danzante. - Praxiteles: Hermes con Dionisos niño, Venus de Cnido, Apolo Sauróctono - Lisipo: Apoxiómenos PERÍODO HELENÍSTIC O (S.III-I a. C.) • Fragmentación del imperio de Alejandro y formación de los reinos helenísticos en los que destacan Pérgamo y Egipto. • Síntesis entre la cultura griega y las culturas de orientales. Cosmopolitismo, desarrollo de la ciencia. • Grandes construcciones y diseños urbanísticos espectaculares. • Monumentalidad • Predominio del orden corintio • Formas dinámicas. • Obras: - Altar de Zeus (Pérgamo) - Templo de Zeus Olímpico (Atenas) • Fin del equilibrio clásico: predominio de temas sentimentales, dramáticos o eruditos. Realismo extremo • Composiciones dinámicas, con diagonales y espirales • Intensidad en las expresiones • Obras: - Victoria de Samotracia - Grupo de los Gálatas - Laocoonte y sus hijos - Venus de Milo -Altar de Pérgamo Contexto histórico y cultural La civilización griega se desarrolló en un territorio más amplio que la Grecia actual y que abarcaba la península de los Balcanes, la península del Peloponeso, la costa de Anatolia o Asia Menor y las islas del mar Egeo y mar Jónico, el sur de Italia, la isla de Sicilia y algunos puntos de Mediterráneo. 1. 1 Hacia el año 1400 los aqueos o micénicos invadieron y ocuparon la Grecia continental y las islas próximas, donde levantaron varias ciudades-fortaleza como Micenas o Tirinto. Hacia el 1200 a. C. una segunda invasión, la de los dorios, arrasó las ciudades micénicas y sumió Grecia en una regresión, la Edad Oscura. Aunque eran pueblos muy primitivos, tanto los micénicos como los dorios hablaban una forma primitiva de griego, y de ellos derivan las principales características de la cultura griega, en especial el valor que daban al ser humano y a la vida política. En los siglos VII y VI a. C., en la época arcaica, las civilizaciones orientales (fenicios, persas, babilonios….) influyeron mucho sobre Grecia y contribuyeron al desarrollo del arte y de la filosofía, sobre todo en la región de Jonia, en la costa de Anatolia, que era más refinada y abierta, mientras que el Peloponeso quedó como una zona más tradicional y más austera. Entre ambas regiones estaba Atenas, donde se dio una síntesis que tuvo grandes consecuencias culturales. En esta etapa, algunas polis transitaron hacia formas de participación ciudadana y los aristócratas perdieron poder frente al pueblo. En Atenas, esta evolución culminó con la democracia. En el siglo V a. C. el imperio persa invadió la costa de Jonia y los griegos, que veían en él un gran estado despótico, en el que todos los habitantes eran esclavos del Gran Rey, se unieron para frenarlo (las Guerras Médicas). Vencieron e interpretaron la victoria como un triunfo moral, el de la razón y la civilización contra la soberbia y la barbarie. Pero después, Atenas y Esparta se enfrentaron por la hegemonía de Grecia en las llamadas Guerras del Peloponeso y Grecia cayó en una crisis Entonces Filipo, el rey de Macedonia (un pequeño y casi bárbaro reino al norte de Grecia) aprovechó la debilidad de las polis para conquistarlas. Su hijo Alejandro heredó su imperio y además conquistó Mesopotamia, Egipto y Persia y construyó el mayor imperio conocido. A su muerte, el imperio se dividió en los llamados reinos helenísticos, en los que la cultura griega se extendió y se fundió con las antiguas culturas orientales. 1. 2 1. Las características esenciales del arte griego Mientras que las culturas orientales (Egipto, Persia) tenían normas rígidas de representación y de construcción de sus edificios que no cambiaron con el tiempo, el arte griego evolucionó buscando la perfección. Esto se debe a que los griegos daban mucha importancia al ser humano y querían que los edificios y las esculturas fuesen agradables y comprensibles para los seres humanos, es decir, que fuesen sencillas, armoniosas, naturales y bellas. Para conseguir este ideal, los artistas griegos intentaron establecer normas, sobre todo matemáticas, como la proporción o el equilibrio, pero también se fijaron en el mundo que les rodea, buscando la naturalidad o la expresión del sentimiento. En esta búsqueda ensayaban y rectificaban continuamente, buscando la perfección. Esa perfección es lo que ha hecho que el arte griego se considere “clásico”, intemporal y universal, valioso para todas las épocas y todos los seres humanos. 2. La arquitectura griega La arquitectura griega es fundamentalmente cívica: los edificios estaban destinados a la vida en común. Los edificios eran todos arquitrabados, es decir, tienen el techo plano, sin bóvedas, cúpulas ni arcos, estaban construidos con muros de piedra labrada en forma de sillar, columnas de diferentes órdenes y vigas y techo de madera, sobre los que se levantaba un tejado, por lo general a dos aguas. 1.1. Los edificios civiles. Los griegos pensaban que los individuos solo podían alcanzar la virtud y la felicidad viviendo en una ciudad (polis) y los edificios públicos y la forma misma de la ciudad estaban diseñados para favorecer esa vida ciudadana. Así se fueron definiendo espacios públicos, como el ágora (plaza que servía comolugar de mercado y de discusión política), las distintas stoai (en singular stoa), pórticos que se levantaban alrededor del ágora para que se reunieran y encontraran los ciudadanos. También los templos y los teatros tenían un significado cívico; en las primeros se realizaba el culto a los dioses de la ciudad y en los segundos se representaban tragedias y comedias que abordaban los conflictos morales y religiosos de la vida ciudadana. 1.2. El templo griego: Estructura y planta El templo era el edificio más importante en la ciudad griega. Un templo era la morada de un dios o diosa y no un lugar de reunión: los sacrificios se desarrollaban en altares que se alzaban ante ellos y por eso su aspecto interior tenía escasa importancia, mientras que el exterior estaba mucho más cuidado. El templo de planta rectangular era el más frecuente. Los primitivos templos eran de madera; a partir del siglo VII a. C., por influencia egipcia, se empezaron a construir con muros de piedra y se rodearon de una columnata o peristilo. También había templos de planta circular, los tholoi (en singular, tholos), pero eran poco frecuentes. 1. 3 El templo tiene muros gruesos y lisos, sin vanos y construidos con sillares bien labrados y perfectamente encajados entre sí, en ocasiones con grapas metálicas. El techo es plano y se extiende sobre un entablamento. Tiene pórticos con columnas en uno o dos de los lados cortos y, en muchos casos, un peristilo o columnata que lo rodea por completo. Todo el conjunto está protegido por un tejado a dos aguas o vertientes entre los que quedan dos espacios triangulares o frontones. Elementos de la planta del templo griego. Pronaos. Se trata de una especie de vestíbulo. Suele ser un habitáculo de tamaño reducido. Naos o cella. Es propiamente el templo, donde se guarda la imagen de la divinidad. Opistodomos El espacio donde se custodian el tesoro del templo y los objetos rituales Uno o dos pórticos en los lados cortos. Peristilo Columnata que rodea el templo. Por la disposición de los pórticos los templos pueden ser: In antis Tienen dos columnas entre los muros de los lados largos (antae) la fachada principal. Períptero El edificio está completamente rodeado por una columnata o peristilo Pseudoperíptero Las columnas están adosadas a los muros del edificio. Próstilo Tiene un solo pórtico Anfipróstilo Tiene dos pórticos. Según el número de columnas de cada lado corto hablamos de templos tetrástilos (4), hexástilos (6), octástilos (8) y así sucesivamente. Los órdenes griegos Los órdenes son diferentes estilos o tradiciones constructivas que los arquitectos seguían para levantar los templos, cada uno con determinados elementos; por lo general, los arquitectos no mezclaban los diferentes órdenes. El orden dórico es propio del Peloponeso y la Grecia continental; es un orden muy tradicional y recuerda a los primitivos edificios de madera (por ejemplo, los triglifos y las metopas recordaban las cabezas de viga y las placas cerámicas que había entre ellas). El orden jónico procede de la costa de Asia Menor y tiene mucha influencia oriental; es más decorativo (los capiteles tiene volutas, que vienen de la decoración vegetal) y es más estilizado (las columnas son más altas y delgadas). El orden corintio apareció ya en época clásica (siglo V a. C.) y fue el preferido de los romanos. Es muy parecido al jónico pero en lugar de volutas tiene hojas de acanto. 1. 4 Para conseguir un aspecto armonioso, los órdenes seguían normas matemáticas, pero también incorporaban correcciones que las ajustaban a las condiciones de la visión humana, como el éntasis o abombamiento de las columnas, el mayor tamaño de las columnas de los extremos, etc. 2. 3. Evolución de la arquitectura griega Período Arcaico (s.VII-VI a. C.) Solo conservamos templos arcaicos del orden dórico (los templos jónicos de esta etapa, que se encontraban en Asia Menor, fueron destruidos durante las Guerras Médicas y en época helenística). Los templos dóricos más arcaicos tienen un aspecto masivo y recio, columnas de fustes gruesos y cortos y éntasis acusado, capiteles voluminosos (cuyos equinos tienen perfil convexo) y entablamentos anchos y pesados; la planta suele ser alargada. Pero, progresivamente, las proporciones se fueron haciendo más gráciles: las columnas se alargaron y estrecharon y los capiteles perdieron volumen. Ejemplos de templos arcaicos son los de Hera en Olimpia (finales del VII a. C., muy alargado) y, ya en el siglo VI a. C., los templos de Apolo en Corinto, de Apolo en Delfos y Poseidón en Paestum (Magna Grecia). 1. 5 El templo de Atenea Afaya (invisible) en Egina, isla muy próxima a Atenas, es un ejemplo de templo de la transición del arcaísmo al clasicismo: tiene proporciones casi clásicas (doce columnas en el lado largo y seis en el más corto), y los volúmenes de todos sus elementos son muy armoniosos entre si. Siglo V a. C La arquitectura clásica se caracteriza por la armonía en la construcción y la ornamentación y por el equilibrio como entre las normas matemáticas y la percepción humanas. Los templos clásicos más importantes de esta etapa están en la Acrópolis de Atenas. Entre los años 480 y 479 a. C., durante las guerras médicas, los persas saquearon la Acrópolis y destruyeron sus templos. Tras la victoria, Pericles, el arconte de Atenas, hizo reconstruir los templos para simbolizar la victoria moral de los griegos frente a los persas, y el liderazgo de Atenas en la Hélade. ANÁLISIS DE OBRAS DE ARTE El Partenón Identificación El Partenón fue erigido entre 447 y 432 a. C. por los arquitectos Ictinos y Calícrates bajo la supervisión de Fidias y dentro del proyecto de restauración de la Acrópolis emprendido por Pericles. Estaba consagrado a Atenea Partenos (Atenea Virgen). Análisis El Partenón, construido con mármol del Pentélico, es un templo dórico, anfipróstilo, períptero y octástilo. El interior está dividido en tres partes: pronaos, naos y opistodomos; en los accesos a la naos y el opistodomos hay pórticos con seis columnas. En la naos o cella hay una columnata dórica que tenía forma de U y doble altura para dejar espacio a la imagen de oro y marfil de Atenea, obra de Fidias, de doce metros de altura. El opistodomos no tenía acceso desde la cella y en su interior se elevaba una estructura formada por cuatro columnas jónicas. Sobre el estilobato o parte superior del podio se erigen las columnas dóricas, sin basa y con un fuste poderoso de altura moderada, claramente visible gracias las aristas vivas. Una sutil moldura, el collarino, anticipa el capitel que está formado por ábaco y equino y ofrece un aspecto sobrio y geométrico. Sobre las columnas se levanta el entablamento, formado por el arquitrabe, sin decoración, y el friso, decorado con metopas y triglifos; sobre ellos se apoyaba la cubierta a dos aguas que en cada lado menor se cierra con un frontón. Se trata de una construcción armónica y equilibrada; en planta, guarda una proporción de 8 X 17 (ocho columnas en el lado corto y diecisiete, es decir, el doble y una más, en el lado largo). Además para establecer la symmetría o proporción del conjunto, entre las dimensiones de todos los elementos hay una razón matemática sencilla, la que existe entre el 2 y el 3 y sus cuadrados, el 4 y 9. No obstante, los arquitectos introdujeron sutiles correcciones: el estilobato está abombado, las columnas están 1. 6 inclinadas hacia el interior, las de los extremos son más anchas y están más juntas, etc. De esta forma compensaban el efecto que hubiera producido una construcción rigurosa, que bajo las condiciones de la visión humana hubiera resultado irregular, buscando, no la perfección material, sino la armoníavisual. Hay además en esta obra influencias jónicas: la columnas son bastante estilizadas y el peristilo es muy amplio, con ocho columnas en cada fachada (en vez de seis, como era tradición en el dórico); además el templo tiene un friso corrido (si bien en el interior del peristilo), el que representa la procesión de las Panateneas. Significado: Este templo soberbiamente emplazado era un símbolo del triunfo de Atenas sobre los persas y de su preeminencia sobre las demás polis griegas, pero no atribuyéndose directamente el mérito de la victoria, sino glorificando a su diosa titular, Atenea. Las esculturas de Fidias contribuían a este significado, celebrando los mitos más importantes de la diosa y la procesión en la que todos los atenienses le rendían culto; incluso las metopas, en las que se representaban combates contra los centauros, las amazonas y los troyanos, aludían a la lucha de la civilización, que Atenas pretendía encarnar, contra la barbarie, imagen misma de los persas derrotados. También las influencias jónicas tenían un sutil significado: los griegos iniciaron la guerra contra los persas para defender las ciudades jónicas, de las que Atenas se presentó, una vez terminada la guerra, como protectora y heredera. Además del Partenón sobre la Acrópolis se edificaron dos templos más: Templo de Atenea Niké. Estuvo consagrado a Atenea victoriosa y se levantó para conmemorar la paz de Nicias de 421 a. C., que ponía término a los primeros diez años de la Guerra del Peloponeso. Es un templo jónico, tetrástilo y anfipróstilo, y en el interior solo hay un espacio, la cella. Fue diseñado por Calícrates, y se eleva presidiendo la vía sacra, junto a los Propíleos, como si fuera un monumento conmemorativo. Erecteion. Mnesicles proyectó el Erecteion, que fue levantado entre los años 421 y 406 a. C. Es un templo jónico de planta irregular que en realidad acoge distintos altares y espacios sagrados; desde el pórtico norte se accedía al santuario de Atenea Políada (Atenea como protectora de la ciudad), en el que estaba la imagen más antigua de la diosa y a la que todos los años, en la fiesta de las panateneas, se entregaba un peplo nuevo; desde el pórtico oriental, que está a mayor altura, se accedía a diferentes santuarios entre los que destacaban los de Poseidón y el de Erecteo, dios ancestral de Atenas que da nombre al conjunto. En el sur está el pórtico de las cariátides, que enlaza este templo con el Partenón y en el que estas figuras femeninas, obra de Alcámenes (discípulo de Fidias) hacen la función de columnas. El Erecteion es una de las construcciones más meritorias y refinadas del mundo antiguo, sobre todo en sus detalles constructivos y decorativos; 1. 7 la irregularidad de su planta tiene relación con la situación espiritual de la época en que se construyó, en la que estaba renaciendo el respeto hacia las divinidades ancestrales, que solo esta solución ingeniosa podía salvar. Otros templos clásicos del s. Va. C. La ciudad de Atenas mandó levantar en Delfos un pequeño templo conmemorativo o tesoro y que se conoce como el Tesoro de los atenienses, para agradecer a Apolo el oráculo que vaticinó la victoria de Maratón. Es dórico y tiene dos columnas in antis y una sola nave; es muy pequeño, pero muy armonioso. También en este siglo fue erigido en el santuario de Olimpia el templo de Zeus. En el Ática y contemporáneos del Partenón hay dos templos dóricos más: el Teseion, consagrado a Teseo, rey mítico de Atenas, está construido en mármol y aun se alza muy bien conservado en el ágora de Atenas; y el templo dedicado a Poseidón en Cabo Sunion, a las afueras de Atenas, que está al borde de un acantilado. El siglo IV a. C. En esta época se difundió un tipo de templo nuevo: el tholos, de planta circular y relacionado con el culto a héroes o antepasados divinizados; desconocemos a quién estuvo consagrado el llamado tholos de la Marmaria, cerca de Delfos, que tiene un peristilo circular dórico. También se levantó en esta época el Mausoleo de Halicarnaso, una tumba monumental que hizo levantar Mausolo, un sátrapa persa de la provincia de Caria. Este edificio seguía el modelo de las grandes tumbas monumentales de oriente y fue un importante precedente de las tumbas monumentales de época romana. En el siglo IV a. C. el teatro griego adquirió su forma definitiva. Tenía un recinto circular en el que el coro declamaba (orquestra) y un escenario sobre el que hablaban los actores (skaena), con decorados y tramoyas; los espectadores se sentaban en un graderío (theatron). Las representaciones teatrales tenían mucha trascendencia en la vida cívica. Uno de los mejores teatros de Grecia está en Epidauro y fue construido hacia el año 300 a. C. Podía albergar en torno a 12000 personas y tiene una acústica excelente; en su sencillo diseño se ve cómo los griegos adecuaban perfectamente la forma de una construcción a la función a la que estaba destinada. 1. 8 Período Helenístico (último tercio s.IV-Ia. C.) En esta época, por la influencia de las culturas orientales, la arquitectura se hizo más monumental y efectista: los edificios formaban parte de conjuntos urbanísticos espectaculares, con escalinatas y terrazas y tenían mucha decoración, tanto de elementos arquitectónicos como de esculturas. Se utilizaban materiales nobles como los mármoles policromos y los órdenes jónico y dórico fueron desplazados a favor del corintio, mucho más decorativo. El altar de Zeus en Pérgamo, que fue erigido por el rey Eumenes II en el siglo II a.C., tiene una escalinata en el centro, un gran zócalo con relieves (que estudiaremos en la escultura) y una columnata corintia con forma de U. El Templo de Zeus olímpico de Atenas, el llamado Olimpeion fue sufragado por el rey seleúcida Antioco IV en el siglo II a.C. pero se concluyó en tiempos del emperador Adriano (131 d.C.). Es un templo corintio con doble peristilo de proporciones gigantescas. 3. La escultura griega Las primeras esculturas griegas eran de madera y apenas han llegado hasta nosotros. En época arcaica (siglos VII y VI a. C.), por influencia de Egipto, los escultores griegos comenzaron a utilizar la piedra, y sobre todo el mármol, para tallar sus imágenes, que siempre estaban policromadas; más tarde introdujeron el bronce fundido, con el que podían realizar estatuas en prefecto equilibrio. Las esculturas griegas son relieves (adosados a las paredes de los edificios) o esculturas exentas o de bulto redondo. 1. 9 Son esencialmente religiosas: exvotos (representan a un devoto o un fiel que adora a un dios) o representaciones de dioses y de sus mitos. Los griegos concebían a sus dioses como seres poderosos e inmortales pero también similares, en su aspecto y temperamento, a los seres humanos y también veían en los seres humanos algo de divino y eterno. Para expresar esta naturaleza sagrada y terrenal, humana y a la vez divina, de hombres, mujeres y dioses, los escultores griegos procuraban que las imágenes no tuvieran rasgos individuales, signos de la edad, y todas las cosas que diferencian a un individuo de otro, sino que fuesen intemporales, ideales, no solo en sus rasgos de la cara o en la forma del cuerpo, sino también en sus proporciones y disposición en el espacio. Pero todo esto lo fueron logrando con el tiempo, a través de una evolución. 3.1. Período Arcaico (siglos VII-VI a. C.) Las imágenes arcaicas que han llegado hasta nosotros (del siglo VI a.C.) son sobre todo exvotos, figuras de bulto redondo que los fieles entregaban a un templo o hacían levantar junto a un altar o en un santuario para agradecer a la divinidad una victoria o un favor o simplemente como símbolo de devoción.Entre este tipo de figuras están los llamados kouroi (en singular kouros), representaciones de jóvenes desnudos (porque son héroes), de tamaño real o algo mayor que el natural. Aunque son obras bien proporcionadas, son muy poco naturales y tienen las convenciones propias de las imágenes sagradas: son rígidas y estáticas y no tiene expresión; por influencia de las esculturas egipcias tiene un pie adelantado, pero no caminan con naturalidad, y son frontales: su rostro y todo su cuerpo se orientan solo hacia el frente, donde está el dios o diosa; su rostro está atento e inexpresivo, con una sonrisa que no significa sentimiento alguno, sino el aire ausente y la fascinación de quien está ante los dioses. Los rasgos de la cara y las partes del cuerpo están definidos con líneas geométricas y también el pelo está hecho de forma esquemática. Con el tiempo, las figuras adquirieron volumen, los rasgos de la cara se hicieron más naturales y los músculos y las partes del cuerpo, en vez de separados por líneas, aparecen modelados. Muchos de los kuroi representan a particulares que realizaron alguna acción especialmente devota, como los hermanos Cleobis y Bitón, que arrastraron un carro en una procesión religiosa, o que han vencido en juegos y competiciones (Kouros de Anavyssos), que para los griegos eran también una forma de sacrificio religioso. El Jinete Rampín, que aparece montado a caballo, pertenecería a este mismo grupo. También son figuras votivas las llamadas korai (en singular, Kore), muchachas vestidas que aparecen levantando una mano, como ofreciendo algo a la divinidad. Como los Kouroi, son frontales, estáticas y tienen sonrisa arcaica. Destacan las llamadas Korai jónicas de la Acrópolis de Atenas, denominadas así por su atuendo (con una túnica ligera y un manto, característico de esta región) y cuyos vestidos y 1. 10 cabellos están realizados con primorosos detalles decorativos; la llamada Koré del Peplo lleva en cambio atuendo ático y es más sobria. El Moscóforo es una escultura que representa a un muchacho vestido que lleva a sus hombros como ofrenda un becerro; aparece vestido, porque no se trata de un héroe, pero la anatomía se adivina a través de la ropa; los brazos forman un aspa con las patas del becerro y proporcionan a la figura una composición sencilla y rigurosa muy característica del mundo arcaico. 3.2. La transición al clasicismo. Durante la segunda mitad del siglo VI a. C. y la primera del siglo V a. C. los escultores se esforzaron por crear figuras vivas, con una presencia más real e inmediata y más naturales. Para lograrlo, se dedicaron a observar a personas reales en acción (por ejemplo, los cambios y la tensión de sus músculos en movimiento) y comenzaron a abandonar los esquemas geométricos de la época arcaica. Las figuras de esta etapa ya no están rígidas y frontales sino que parecen moverse. En los frontones del templo de Atenea- Afaia en Egina, que representan dos episodios de la guerra de Troya, los guerreros en combate están representados en posturas diversas y de forma natural, los cuerpos parecen tener peso real y los músculos se tensan y relajan de forma convincente. En el frontón más reciente de los dos, realizado ya a principios del siglo V a. C., la representación de las figuras avanzó un paso más y éstas perdieron la sonrisa arcaica; a cambio, adoptaron una expresión seria que ha hecho que este estilo también se llame “severo”. Esta misma característica se observa en los frontones del templo de Zeus en Olimpia, realizados entre el 465 y 457 a. C., que representan dos mitos, en uno de los cuales aparece el propio dios Apolo, lleno de nobleza y majestad. Pocos años más tarde las figuras se volvieron aún más naturales y desapareció la geometría del cabello y de las ropas, y en su lugar aparecieron pliegues y mechones más naturales; también se empezó a romper la simetría de las figuras, tanto en el rostro (que adquiere así un aspecto mucho más humano) como en la disposición del cuerpo. Esto se advierte en el auriga de Delfos, que aparece ligeramente girado, con el gesto anhelante y contenido del que está bajo la tensión de la carrera pero también seguro de la victoria, con líneas escuetas y precisas pero con ligeras irregularidades (en la altura de los ojos, los pliegues de la túnica, la forma de la cabeza) que le imprimen viveza. El Poseidón de Artemision aparece en tensión, con el cuerpo desplegado para lanzar el tridente, rompiendo por completo la frontalidad pero sin que el esfuerzo altere la expresión grave de su rostro. 1. 11 3.3. El primer clasicismo (siglo V a. C.) A mediados del siglo V a. C. se inició la etapa clásica. Tras la victoria definitiva sobre los persas (479 a.C.), los griegos adquirieron gran confianza en su civilización, que ponía al ser humano y la razón como principio de todas las cosas. En la Atenas de Pericles aparecieron artistas muy individualizados, con un estilo característico, y admirados y reconocidos por sus contemporáneos. Todos ellos estaban fascinados por las leyes de la razón y por la búsqueda del equilibrio y la proporción. Mirón. Fue un autor preocupado sobre todo por la representación del movimiento. Para los griegos, el movimiento no era solo desplazamiento en el espacio: significaba también cambio, alteración, que las cosas dejasen de ser como son para ser de otra manera, un concepto incómodo para su visión del mundo. Mirón pretendía precisamente representar la estabilidad dentro del movimiento, lo que se denominaba rhytmos. Su Discóbolo representa el momento culminante en el que el atleta toma impulso antes de lanzar el disco, justo el momento de equilibrio que resume todo el proceso; su cuerpo aparece en tensión, pero está inscrito en dos arcos (el que une las dos manos y el que va desde la cabeza hasta las rodillas) que ordenan visualmente la figura. Polícleto de Argos también se interesó por la representación correcta del cuerpo humano, pero no en relación con el movimiento, sino con la medida; investigó acerca de la symmetria, es decir, la correspondencia entre las partes y el todo (que nosotros llamamos proporción) en el cuerpo masculino y estableció que el canon, es decir la proporción correcta, es la que tiene un cuerpo humano que mide siete veces lo que mide su cabeza. Su Doríforo o joven lancero (tal vez Aquiles), es la obra que mejor representaba este principio; además es una figura que ya aparece colocada en el espacio de una forma natural porque está en contraposto (una pierna se dobla y descansa mientras la otra soporta el peso) y así rompe por completo con la frontalidad arcaica y porque el brazo en que lleva la lanza hace un escorzo que introduce mayor profundidad y volumen en la figura. Fidias. Representó la culminación de la escultura griega porque aplicó esta búsqueda del equilibrio a la representación de los dioses, que, según se cuenta (apenas conservamos obras suyas) eran a la vez cercanos y distantes, con una serena majestad, a la vez viva y distante, sagrada e inmediata, como concebían los griegos a sus dioses. Hizo dos famosas estatuas crisoelefantinas (cubiertas de marfil y oro): la Atenea del Partenón y el Zeus del templo de Olimpia y una Atenea llamada Promacos de bronce que estuvo en la Acrópolis. Sí han llegado hasta nosotros las esculturas del Partenón. Los frontones representan el nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus y el pulso entre Atenea y Poseidón por la tutela de la ciudad, con figuras 1. 12 de bulto redondo agrupadas con dinamismo y flexibilidad, en las que se percibe la tensión del movimiento y, a través de los pliegues y el volumen, la presencia real de los cuerpos. El friso de las Panateneas representa la procesión en la que cada año los atenienses entregaban un peplo nuevo a la imagen deAtenea que se guardaba en el Erecteion y es una composición rítmica y armoniosa, en la que el dinamismo y el reposo están perfectamente compensados. En estas esculturas, Fidias y los atenienses quisieron expresar la devoción hacia su diosa titular, a la que consagran su victoria sobre los persas. 3.4. El siglo IV a. C. El siglo IV a. C. fue una época crítica. Desapareció la confianza en la polis y la religión tradicional, y se difundieron los cultos mistéricos, sobre todo el culto a Dionisos, dios de la resurrección y el éxtasis. La literatura y el arte exploraban el alma individual y se volvieron más emotivos y sentimentales y apareció una tendencia a recrearse en la belleza superficial y sensual. Praxíteles creó imágenes de dioses menos majestuosos y dignos que los de Fidias, en actitudes cercanas y con un aspecto sensual, que buscaban conmover al espectador antes que inspirarle respeto. Presentaba a los dioses en actitudes ensimismadas y anecdóticas, sin heroísmo ni majestad. Dulcificaba las superficies de sus figuras, dándoles una textura delicada. Acentuaba mucho el contrapposto de manera que las figuras aparecen curvadas (curva praxiteliana), en una posición inestable y ofreciendo diferentes puntos de vista. En su Venus de Cnido representó a la diosa del amor, no surgiendo de la espuma del mar, como dice el mito, sino saliendo del baño y mostrando de forma deliberada una imagen sensual del cuerpo femenino, que aparece por primea vez desnudo. El Hermes con Dionisos niño hallado en Olimpia es seguramente un original; presenta al dios mensajero jugando con Dionisos, en una escena tierna en la que hay un sabio juego de miradas y gestos que crea complicidad entre las dos figuras y acentúa su carácter conmovedor. 1. 13 Lisipo alargó el canon a ocho cabezas, que hace las figuras más largas y espirituales. Colocaba algún elemento (por ejemplo, un brazo) en escorzo, es decir, saliendo hacia el espectador y así marcaba de forma muy clara la profundidad, de esta forma, daba a las figuras más puntos de vista y llevó a hasta sus últimas consecuencias el desarrollo espacial de la escultura. El Apoxiómenos es un atleta que, tras el ejercicio, se retira de la piel el polvo y aceite con un estrigile, una excusa ideal para plasmar estas novedades. Lisipo también se interesó por la expresión de los sentimientos y la búsqueda de una belleza más sensual; se le atribuyen algunas obras en esta línea, como la Venus de Milo, debido a la sinuosidad de las curvas y el movimiento, oculto por los paños. La tradición atribuye también a Lisipo varios retratos de Alejandro Magno, en los que plasmó el heroísmo y aura divina que le envolvió aún en vida. 3.5. Período Helenístico (siglos III-I a. C.) En esta etapa se acentuó la crisis espiritual y cultural que se había iniciado en el siglo IV a.C. y Grecia recibió la influencia de Egipto y Persia, que Alejandro Magno incorporó a su imperio. Los reyes helenísticos encargaban monumentos espectaculares con los que hacerse propaganda y los ciudadanos particulares más ricos querían obras novedosas y llamativas para sus residencias privadas, con temas eróticos, dramáticos, sentimentales o grotescos. Ya no había normas o convenciones que establecieran cómo debía representarse a los hombres o los dioses y los artistas, que por supuesto aprendieron de los grandes maestros anteriores, trabajaban ahora con mucha libertad, tratando de ser originales y de demostrar su virtuosismo, haciendo obras conmovedoras, dramáticas, eruditas o graciosas, según el encargo y el cliente. La escultura helenística ofrece en consecuencia un panorama muy variado en el que podemos destacar estas obras: La Victoria de Samotracia, es el exvoto de una victoria naval que representa a la diosa Nike o Victoria sobre la proa de un barco. Tiene un gran tamaño y mucho dinamismo, por el contraste entre las piernas adelantadas y las alas plegadas y por el efecto del viento que ondula el manto y lo repliega sobre las formas del cuerpo de la diosa. 1. 14 En Pérgamo hubo entre los siglos III y II a. C. un importante reino cuyos gobernantes pretendían enlazar con la Atenas clásica y protegieron la cultura y el arte. En el siglo III a. C. Atalo I mandó levantar un monumento para conmemorar la victoria contra los gálatas, a los que detuvo en su avance por Asia Menor; hoy está perdido pero se conservan copias romanas de las esculturas de los vencidos. Son figuras realistas en las que aparecen caracterizados por primera vez como tales hombres bárbaros y que, en lugar de glorificar el combate, representan el dolor, la desesperación y la muerte. También en Pérgamo se realizó el Altar de Pérgamo, que ya conocemos como obra de arquitectura. Representa un tema tradicional: la lucha entre los dioses olímpicos y los gigantes. Es una obra muy dramática, con composiciones forzadas y en diagonal, y anatomías y facciones muy detalladas y tensas; las superficies tienen un acusado claroscuro y contraste de texturas. Hubo una tendencia más clasicista que desarrolló sobre todo en Grecia y sur de Italia; a ella se atribuyen la Venus de Milo, realizada hacia el siglo II a.C. o el Niño de la Espina, realizada ya para el público romano, un asunto anecdótico pero lleno de sabiduría compositiva. ANÁLISIS DE OBRAS DE ARTE Laocoonte y sus hijos Identificación Esta escultura es una copia en mármol de un original de bronce de época helenística que fue realizado en el siglo II a. C. por tres escultores de Rodas: Agesandro, Polidoro y Atanadoro. Representa un episodio de la guerra de Troya, la muerte de Laocoonte, sacerdote de Apolo, que fue estrangulado junto a sus hijos por dos serpientes que envió contra él Poseidón para que no revelara que el caballo regalado por los griegos a la ciudad de Troya era una trampa. Análisis Este grupo escultórico tiene una compleja composición en la que destaca la figura de 1. 15 Laocoonte, que pudo ser concebida como una obra independiente. Las figuras de sus hijos parecen ser solo complementos de la composición, y se pudieron añadir para completar el episodio de la guerra de Troya y dar a la imagen un carácter más narrativo y dramático. Las tres figuras están relacionadas a través de un esquema triangular y las serpientes que se enroscan en sus cuerpos. El cuerpo de Laocoonte describe una diagonal con la que se cruzan otras diagonales menores, la que forma la cabeza inclinada y la que trazan los brazos; es una composición habitual en el helenismo que introduce dinamismo e inestabilidad en la escena y que obliga a colocar la figura en posición casi sedente, inverosímil en una situación tan desesperada pero muy efectiva desde el punto de vista dramático. Su cuerpo tiene una poderosa anatomía en la que los músculos, venas y tendones, reproducidos con realismo, aparecen completamente tensos, como si fuera el cuerpo de un atleta en pleno esfuerzo. El rostro expresa desesperación y agonía; está realizado con acusados contrastes de luces y sombras, con marcadas arrugas, los ojos hundidos y el cabello voluminoso y revuelto. El escultor se ha permitido la licencia de unir este rostro, que parece el de un hombre viejo, con un cuerpo que parece propio de un hombre en la plenitud de sus fuerzas para poder expresar en uno y otro el esfuerzo físico y el drama psicológico, una asociación muy frecuente en la cultura helenística. Las figuras tiene una disposición frontal: aunque podríamos colocarnos en un lateral o en la parte posterior para tener otros puntos de vista, es obvio que la composición está concebida para ser contemplada solo por delante y cabe pensar que formó parte de algún monumento que solo ofrecía este punto de vista. Duranteel helenismo no es raro que los autores renuncien a alguno de los logros de la escultura de época clásica, como, en este caso, el desarrollo de las tres direcciones que procuraron Policleto y, sobre todo, Lisipo, para conseguir efectos más teatrales y, en cierto modo, similares a la pintura. Significado En esta obra encontramos toda la sabiduría que los artistas griegos habían atesorado durante cinco siglos de investigación acerca de la forma de representar el cuerpo humano y la expresión de los sentimientos; pero los autores de este grupo fueron un poco más lejos y se tomaron ciertas libertades para conseguir efectos más dramáticos, como la posición inverosímil en que aparece el sacerdote, la diferencia de tamaño entre éste y sus hijos o la disposición rigurosamente frontal de la composición. Precisamente es propio de esta etapa el sacrificar los principios clásicos a favor de un mayor efectismo, una característica que heredará y llevará a sus últimas consecuencias la plástica romana.
Compartir