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INDUSTRIALIZACION SUST DE IMPORTACIONES

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ICSE RESUMEN DE SEGUNDO PARCIAL 
FASE DE INDUSTRIALIACION SUSTITUTIVA DE IMPORTACIONES 1930-1976 
 
Cap. 3 El alivio externo y la primera etapa de industrialización 
La depresión que comenzó con el crac de la bolsa en Wall Street fue el fin del modelo agroexportador y el 
inicio de un período industrial. 
La industrialización afectaba fundamentalmente a los pequeños y medianos productores. Los grandes 
terratenientes en la industria veían una nueva posibilidad de negocios a la que no iban a renunciar. Para eso, 
debían garantizar el poder del Estado, aunque sea a costa de un golpe de Estado o de un régimen 
constitucional engañoso. 
Durante la “década infame” las políticas de endeudamiento se caracterizaron por la continuidad con el período 
agroexportador. 
Los gobiernos conservadores de 1930, un sector importante de la élite argentina consideraban el final del 
modelo agroexportador como circunstancial. La sustitución de importaciones era aceptada como una 
situación excepcional y, la industrialización como una política necesaria pero limitada. 
Después de la posguerra la economía se volvió favorable a Argentina, y se redujo la deuda externa. Al asumir 
Perón en su primer mandato la Argentina era acreedora y no deudora de Inglaterra, una situación que jamás 
volvería a repetirse. Durante los primeros gobiernos peronistas se tomaron medidas de nacionalización de 
servicios públicos aprovechando ese margen de autonomía logrado por la situación internacional. Se puso en 
marcha, un programa de industrialización que a diferencia de la década de 1930 no era visto como un mal 
necesario sino como el objetivo principal de la política económica. La industrialización era condición necesaria 
para la independencia económica. 
En la primera etapa de la fase de industrialización por sustitución de importaciones, la deuda externa había 
dejado de ser un problema gracias a los cambios en el contexto internacional y a la limitada industrialización, 
situación que era sostenida por la política de los primeros años del gobierno peronista de no acudir a la banca 
internacional. 
 
Las necesidades financieras de la segunda etapa de industrialización 
El proceso de industrialización trajo los problemas relacionados con las finanzas y las cuentas externas. La 
sustitución de bienes necesita de máquinas o insumos que no se fabrican en el país y por eso deben 
importarse. Cuánto mayor es el crecimiento de la industria mayor era la divisa que se tenía que pagar. Este fue 
el problema de la segunda etapa de industrialización qué generó crisis. 
La deuda externa fue un papel importante en este proceso. 
Ya en los últimos años de su gobierno Perón ensayó un acercamiento con la banca norteamericana, 
sancionando una nueva ley de inversiones extranjeras y unos polémicos acuerdos con la California Standard 
Oil para la explotación del petróleo. Con el derrocamiento de Perón, Argentina abrió los tratados de Bretton 
Woods, que organizaban el sistema financiero internacional luego de la Segunda Guerra Mundial, ingresando 
al Banco Mundial (BM) y al Fondo Monetario Internacional (FMI). 
Si bien durante este período el endeudamiento del país aumentó, hacia 1975 la deuda externa total de la 
Argentina no superaba los 7500 millones de dólares, lo que representaba solo un 13% de su producción anual. 
La gran diferencia con la fase de desarrollo anterior y con la que seguiría después es que en este período la 
deuda externa no operaba como un objetivo de la política económica, sino como una rueda auxiliar de la 
política de industrialización. Durante la fase sustitutiva, la deuda se había convertido por primera vez en una 
variable dependiente de otros objetivos. 
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CAPITULO 4 FASE DE INDUSTRIALIZACION SUSTITUTIVA DE IMPORTACIONES (1930-1976) 
Comienza sobre el final de la ola de inmigrantes europeos hacia América, originado en: guerras mundiales, 
crisis económica, guerra civil española, etc. 
La crisis económica de 1929 provoca una disminución de los precios agropecuarios mayoristas. 
Esta nueva relación de precios en el mercado internacional disminuye la capacidad de compra de productos 
industriales en las sociedades productoras primarias, como era la argentina, en la cual disminuyó el salario 
real. Este menor costo de la mano de obra incentiva a la producción industrial a transferir recursos desde el 
agro, acentuada por la creciente utilización de productos manufacturados. La actividad industrial se convierte 
en motor productivo; en 1938 supera a la actividad agrícola. 
Las industrias se instalaron en alrededores de la Ciudad de Buenos Aires, en terrenos de bajo valor económico 
y de fácil acceso. Lanús y Avellaneda fueron lugares centrales en este proceso de concentración urbana, fabril 
y de población. A partir de 1930, reciben gran afluencia de población que se dedica al trabajo obrero 
industrial. Según el censo de 1947 es una de las zonas más pobladas del Gran Buenos Aires. En esta área 
industrial, parte de esos extranjeros proceden de países limítrofes y no de Europa. 
Los extranjeros procedentes de países limítrofes, a partir de 1930 tienen mayor visibilidad, porque la 
población inmigrante procedente de Europa es cada vez menor: los mayores mueren y sus hijos y nietos son 
registrados y reconocidos como argentinos. Además, antes de iniciarse la industrialización sustitutiva, 
trabajaban en tareas rurales, lejos de las grandes ciudades, y en el siglo XX se urbanizan. Esta población 
obrera, urbana, inmigrante, que reside en el Gran Buenos Aires, especialmente en Lanús, Avellaneda y La 
Matanza(zona sur y oeste) se hace ver en la vida política. 
Entre 1946 y 1958, se reanuda la emigración exterior española con rumbo a Latinoamérica, generando un 
saldo migratorio negativo para aquel país, en todo el período. Esta afluencia de españoles republicanos 
víctimas de la represión y la pobreza llegados a Argentina durante la posguerra. 
 
 
PERON. LUIS ROMERO 
IV. El gobierno de Perón, 1943-1955. 
Perón logro promover un largo movimiento político, y fue una figura central en la política que le permitió 
ganar las elecciones de febrero de 1946. Perón completó su período de seis años y fue reelecto en 1951, para 
ser derrocado por un golpe militar en septiembre de 1955. 
La emergencia. 
La rev del 4 de junio fue encabezada por Rawson, que renuncio antes de prestar juramento y lo reemplazo 
Pedro pablo ramirez (ministro del ult gob constitucional). El nuevo gobierno suscitó variadas expectativas 
fuera de las Fuerzas Armadas, y se constituyo casi exclusivamente con militares, y el centro de las discusiones 
y las decisiones estuvo el ministerio de guerra controlado por una logia llamada GOU. sector nacionalista del 
ejército el grupo de oficiales Unidos. 
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Los militares en el gobierno coincidían en la necesidad de calmar la agitación política y la protesta social: 
proscribieron a los comunistas, persiguieron a los sindicatos e intervinieron la Confederación General del 
Trabajo (CGT), disolvieron Acción Argentina, para romper relación con el eje y despues hicieron lo mismo con 
los partidos políticos. 
En el gobierno había, junto con algunos que simpatizaban con Alemania, otros proaliados y muchos 
partidarios de mantener la neutralidad del gobierno de Castillo, simpatizante con Gran Bretaña. En 1943 la 
guerra evolucionaba alineando con el eje. El acuerdo comercial con gran Bretaña se mantuvo. Estados unidos 
ataco con fuerza a uno de los dos unicos gobiernos americanos no dispuestos a acompañarlo en la guerra con 
el eje y sospechosos de apoyar el nazismo. 
El Departamento de Estado emprendió una cruzada contra los militares, desinteresándose de su acción e 
ignorando los gestos de acercamiento del gobierno argentino. Esto permitió a los más decididos partidarios de 
la neutralidad ganar posiciones, y el conflicto desenvolvió una escalada creciente. 
En 1944 luego de que Ramírezdecidiera romper relaciones con el Eje, fue desplazado por oficiales 
antiestadounidenses y el gobierno se encontró metido en un callejón sin salida. Fue proporcionada por Perón, 
miembro importante del GOU, secretario y ministro. Y en julio de 1944 llega a ser vicepresidente y alma del 
gobierno. 
Perón seguía el régimen fascista italiano y se ocupaba del movimiento obrero y se vinculaba con los dirigentes 
sindicales. Todos se convocaron menos los comunistas, que fueron perseguidos y erradicados de sus 
posiciones. El resto organizaba y presentaba sus demandas, que se satisficieron; se extendió el régimen de 
jubilaciones vacaciones pagas, de accidentes de trabajo, se ajustaron las categorías ocupacionales y, en 
general, se equilibraron las relaciones entre obreros y patrones, incluso en la actividad misma de las plantas. 
La sanción del Estatuto del Peón innovó en lo sustancial, pues extendió estos criterios al mundo rural, 
introduciendo un elemento público en forma paternal y privada. 
Perón expandía los mecanismos del estado y acompañaba a los trabajadores, incentivaba sus reclamos y 
presionaba para que éstos fueran satisfechos. La reacción de los dirigentes sindicales fue al principio de duda. 
La tendencia original sindicalista, sin embargo, no había desaparecido: en 1942, la CGT se dividió entre un 
sector más afín a los partidos opositores, encabezado por los comunistas y muchos de los dirigentes 
socialistas, y otro más identificado con la vieja línea sindicalista, donde se alineaban los gremios ferroviarios. 
La propuesta de Perón agudizó una discusión ya existente entre los dirigentes sindicales: el Frente Popular 
perdía atractivo. Los sindicalistas adoptaron lo que Juan Carlos Torre llamó una estrategia oportunista: 
aceptaron el impulso del gobierno sin cerrar las puertas a la “oposición democrática”. 
En el Consejo Nacional de Posguerra que constituyó, insistió en la importancia de profundizar las políticas de 
seguridad social, asegurar la plena ocupación y la protección del trabajo, ante la eventual crisis que pudieran 
sufrir las industrias crecidas con la guerra. A los empresarios les señaló la amenaza que entrañaban las masas 
obreras desorganizadas y el peligro del comunismo, que se veía avanzar en Europa. Pero los empresarios 
desconfiaban, y las agrupaciones patronales tomaron distancia de Perón y de la política de la secretaria. A la 
vez, se fueron reduciendo las insinuaciones de los dirigentes sindicales, quienes encontraban en los partidos 
democráticos un eco y un interés mucho menor que el demostrado por Perón. 
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La oposición democrática, que había encontrado en el gobierno militar un enemigo más adecuado que el viejo 
régimen oligárquico, empezó a reconstituirse a medida que el fin de la guerra hacia mas difícil lo intolerable 
del gobierno. 
La liberación de París, en agosto de 1944, dio pie a una notable manifestación antigubernamental, y desde 
entonces el movimiento social ganó la calle y revitalizó los partidos políticos. El gobierno mismo estaba en 
retirada: en marzo de 1945, y ante el fin del conflicto, aceptó el reclamo de Estados Unidos -donde una nueva 
conducción en el Departamento de Estado prometía una relación más fácil- y declaró la guerra al Eje, 
condición para ser admitidos en las Naciones Unidas, que empezaban a constituirse. 
Los partidos opositores querian la retirada de los gobernantes y la entrega del poder a la Corte Suprema, y 
sellaron su acuerdo para las elecciones que veían próximas: la Unión Democrática expresaría el rechazo de la 
civilidad a los militares y la total adhesión a los principios de los vencedores en la guerra. El frente político, que 
incluía a comunistas, socialistas y demoprogresistas, y contaba con el apoyo implícito de los grupos 
conservadores, estaba animado por los radicales, aunque un importante sector del partido, encabezado por el 
cordobés Amadeo Sabattini, rechazó la estrategia “unionista” y reclamó una postura intransigente y 
“nacional”, que apostaba a algunos interlocutores en el Ejército, opuestos a Perón. Esa posición no prosperó, y 
la Unión Democrática fue definiendo su frente y sus alianzas: en junio de 1945 un Manifiesto de la Industria y 
el Comercio repudiaba la legislación social del gobierno. En septiembre de 1945, una multitudinaria Marcha de 
la Constitución y de la Libertad terminó de sellar la alianza política y social, que excluía a la mayoría de los 
sectores obreros, otrora animadores del Frente Popular. 
El Ejército, presionado por la opinión pública y ganado por la desconfianza al coronel sindicalista, forzó su 
renuncia el 8 de octubre, pero no encontró una alternativa: el general Ávalos, nuevo ministro de Guerra, y la 
oposición democrática tenia varias opciones, pero no pudieron definir ningún acuerdo. Y el 17 de octubre de 
1945 en la Plaza de Mayo una multitud reclamaba por la libertad de Perón y su restitución a los cargos que 
tenía. Los partidarios de Perón en el Ejército volvieron a imponerse, el coronel habló a la multitud en la plaza y 
volvió al centro del poder, ahora como candidato oficial a la presidencia. 
Su emergencia coronaba un proceso callado de crecimiento, organización y politización de la clase obrera. La 
industrialización había avanzado durante la guerra, tanto para exportar a los países vecinos y para sustituir las 
importaciones, escasas por las dificultades del comercio y también por el boicot estadounidense. la ocupación 
industrial había crecido y que la masa de trabajadores industriales había empezado a engrosar con migrantes 
rurales, expulsados por la crisis agrícola. No fue un crecimiento visible, se desarrolló en la periferia de las 
grandes ciudades, como Rosario, La Plata o Buenos Aires. 
Se acercaban las elecciones y Perón organizaro su fuerte electoral. Los dirigentes sindicales, fortalecidos por la 
movilización de octubre, decidieron crear un partido político propio, el Laborista, inspirado en el que acababa 
de triunfar en Inglaterra. Su organización aseguraba el predominio de los dirigentes sindicales, y su programa 
recogía diversos motivos, desde los más estrictamente socialistas hasta los vinculados con el dirigismo 
económico y el estado de bienestar. 
 
En el nuevo partido perón promovió una división en el radicalismo, la unión cívica radical junta renovadora a la 
que se integraron unos pocos dirigentes de prestigio. Las relaciones entre laborista y radicales renovadores 
fueron malas, se pretendía que el coronel domingo mercante que secundo a perón la compañera la fórmula 
pero solo fue candidato a gobernador en la provincia. Apoyaron a perón muchos dirigentes conservadores de 
segunda línea y los respaldo el ejército y la iglesia, votar por el candidato del gobierno que había perseguido el 
comunismo y estableció la enseñanza religiosa. 
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La unión democrática incluso los partidos de izquierda y excluyó a los conservadores que debieron resignarse 
a apoyar la de afuera o pasarse silenciosamente al bando de perón. 
El país cambio y perón asumió el discurso de la justicia social de la Reforma justo y posible a la que solo se 
oponía el egoísmo de unos pocos privilegiados. Perón contrapuso la democracia formal a democracia real de 
la justicia social y dividió la sociedad entre el pueblo y la oligarquía. Otro cambio fue los nacionalistas que 
emergió en forma brusca como respuesta y la oportuna intervención en la elección del embajador 
estadounidense qué respaldo públicamente a la unión democrática. 
El 24 de febrero de 1946 triunfó Perón y se convierte en presidente cargo. que vuelva ocupar en 1952 luego de 
reformar la Constitución. El primer gobierno es desde 1946 hasta 1952 y el segundo hasta 1955. 
 
En las grandes ciudades, fue evidente el enfrentamiento entre los grandes agrupamientos de trabajadores y 
los de clases medias y altas, pero en el resto del país las divisiones tuvieron un significado más tradicional, 
vinculadoal peso de ciertos caudillos, al apoyo de la Iglesia o a la decisión de sectores conservadores de 
respaldar a Perón. Perón había ganado, pero el peronismo estaba todavía por construirse. 
García Delgado cataloga está tapa como la del Estado social. Al peronismo lo pone dentro del subtipo 
nacional-popular sobre todo por los nacionalista de la economía (Cómo la industria nacional, la nacionalización 
de los ferrocarriles etcétera) 
 
Mercado interno y pleno empleo. 
El nuevo gobierno fue antiestadounidense y estuvo distanciado del comunismo y del capitalismo e intento 
mejorar sus relaciones con Washington. Estados Unidos siguió dispuesto a hacer pagar a Argentina por su 
independencia durante la Guerra. el boicot fue el sistemático y el bloqueo de armamentos de insumos vitales 
q no pudo mantenerse en la posguerra y el comercio exterior era vulnerable. Y las exportaciones industriales a 
los países limítrofes empezaron a retroceder ante la competencia estadounidense. En exportaciones agrícolas 
a Europa Fueron obstaculizadas por Estados Unidos y se restringieron los transportes o se vendieron a precios 
subsidiados. En 1948 se lanzó el Plan Marshall pero Estados Unidos prohibió que los dólares aportados a 
Europa se usarán para importaciones de argentina. En 1949 Europa se recuperó y Estados Unidos inundó al 
mercado con cereales subsidiados y la participación Argentina disminuyó un montón. 
Gran Bretaña no aceptó las presiones estadounidenses para restringir las compras en Argentina y estaban en 
juego las libras argentinas bloqueadas en Londres durante la Guerra y las inversiones británicas. La crisis 
británica de 1947 y el abandono de la convertibilidad de la libra acabaron con la única ventaja importante que 
tenían. Vender cereales y vender carne fue cada vez más difícil y menos interesante, se redujo la producción 
agropecuaria. El lugar que tenía Argentina como productor privilegiado de bienes agropecuarios fue 
haciéndose menos significativo. 
La Segunda Guerra mundial la crisis de los mercados y el aislamiento acentuado por el boicot estadounidense, 
había contribuido el proceso de sustitución de importaciones iniciado en la década anterior, avanzó en el 
sector metalúrgico y en otros por ejemplo la hipersecreción notablemente con sus heladeras ventiladores 
planchas y lavarropas en algunos casos se exportaba países vecinos y otros se fabricaron localmente. el uso 
intensivo de mano de obra aumentó la producción e implicó la caída en la productividad laboral. Creció junto a 
las empresas industriales tradicionales y aumentó la mano de obra Industrial. 
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El fin de la guerra y la conclusión de esa suerte de “vacío de poder” en el mundo, que había permitido el 
crecimiento de sectores industriales marginales como el argentino, planteaban distintas opciones. 
Abandonada definitivamente la idea de una vuelta a la “normalidad” previa a 1930 o a 1914, quienes estaban 
vinculados con los grupos empresarios más tradicionales, ubicados tanto en el sector exportador como en el 
industrial, adoptaban las ideas planteadas por Pinedo en 1940: estimular las industrias “naturales”, capaces de 
producir eficientemente y de competir en los mercados externos, asociarse con Estados Unidos para sustentar 
su crecimiento, y a la vez mantener un equilibrio entre el sector industrial y el agropecuario, del cual debían 
seguir saliendo las divisas necesarias para la industria. Estaba la necesidad de recomponer una relacion con 
EEUU y recuperar los mercados de los productos agropecuarios, tmb eliminar el segmento menos eficiente 
durante la guerra y afrontar la mano de obra que quedaria desocupada. Otra alternativa fue por grupos 
militares, con ideas nacionalistas; profundizar la sustitución, extenderla a la producción de insumos básicos, 
como el acero o el petróleo, con intervención del Estado, y asegurar la autarquía. La imagen de la Unión 
Soviética se había convertido en un Estado poderoso, implicaba un enorme esfuerzo para la capitalización, 
restricciones al consumo y probablemente una “generación sacrificada”. 
Perón tuvo en cuenta principalmente los intereses de los trabajadores, que constituían su apoyo más sólido. 
La inspiración autárquica de los militares se dibuja en el Primer Plan Quinquenal. La presencia del sector 
industrial creció en la guerra y la alta ocupación y los salarios trajeron aparejada una expansión de la demanda 
y una inflación cuyos niveles empezaron a elevarse, pero a la vez ganancias importantes para los empresarios. 
Perón había optado por el mercado interno y por la defensa del pleno empleo. Se trataba de una verdadera 
“cadena de la felicidad”, que pudo financiarse principalmente por la existencia de una abundante reserva de 
divisas, acumulada durante los prósperos años de la guerra, y que permitió en la posguerra poco eficiente 
equipamiento industrial. En esos años se gastó en el exterior mucho más de lo que entraba. Por otra parte, el 
IAPI monopolizó el comercio exterior y transfirió al sector industrial y urbano ingresos del campo, mediante la 
diferencia entre los precios pagados a los productores y los obtenidos por la venta de las cosechas en el 
exterior. Era un golpe fuerte al sector agropecuario, al q ya no se consideraba la “rueda maestra” de la 
economía. Los productores rurales padecían por la falta de insumos y maquinarias, el congelamiento de los 
arrendamientos, que afectó la fertilidad de la tierra, y el costo más alto de la mano de obra, debido a la 
vigencia del Estatuto del Peón. Todas estas razones agudizaron la caída de la superficie cultivada, al tiempo 
que el aumento del consumo interno -reflejado en el trigo, y sobre todo en la carne- reducía aún más las 
disponibilidades para la exportación. 
La política peronista se caracterizó por un fuerte impulso a la participación del Estado en la dirección y 
regulación de la economía; desarrolló tendencias iniciadas en la década anterior, bajo las administraciones 
conservadoras, pero las extendió y profundizó, tuvo inspiración keynesiana difundida en muchas partes 
durante la posguerra. A la vez, hubo una generalizada nacionalización de las inversiones extranjeras, de 
empresas controladas por capital británico, que se hallaba en pleno proceso de repatriación; se adjudicó a 
esto una gran importancia simbólica, expresada en la fórmula de la Independencia Económica(Tucumán 9 de 
julio de 1947). A los ferrocarriles se le sumaron los telefonos, se impulsaron empresas de gas y electricidad, se 
avanzo en act industriales y la nacionalización del banco central, manejaba la política monetaria y la crediticia 
y el comercio exterior. 
La nacionalización de la economía y su control por el Estado fueron una de las claves de la nueva política 
económica. Entre 1946 y 1949 se extendieron y generalizaron las medidas sociales lanzadas antes de 1945. Por 
la vía de las negociaciones colectivas, garantizadas por la ley, los salarios empezaron a subir notablemente. A 
ello se agregaron las vacaciones pagas, las licencias por enfermedad o los sistemas sociales de medicina y de 
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turismo. El Estado benefactor contribuyó: congelamiento de los alquileres, establecimiento de salarios 
mínimos y de precios máximos, mejora de la salud pública -la acción del ministro Ramón Carrillo fue 
fundamental-, planes de vivienda, construcción de escuelas y colegios, organización del sistema jubilatorio, y 
en general todo lo relativo al campo de la seguridad social. 
 
El Estado peronista 
Perón ordenó la disolución de los distintos partidos que lo habían apoyado, y entre ellos el Partido Laborista, a 
través del cual los viejos sindicalistas aspiraban a conducir una acción política autónoma, solidaria con Perón 
pero independiente. La decisión -que culminaría en la creación del Partido Peronista-fue al principio resistida, 
en enero de 1947, Perón eliminó de la dirección de la CGT a Luis Gay, veterano gremialista e inspirador del 
PartidoLaborista. No hubo resistencias. Desde 1947, Eva Perón, esposa del presidente, se dedicó desde la 
Secretaría de Trabajo -el lugar dejado vacante por Perón- a cumplir las funciones de mediación entre los 
dirigentes sindicales y el gobierno, facilitando la negociación de los conflictos con un estilo muy personal que 
combinaba la persuasión y la imposición. 
En los primeros años, hasta 1949, las huelgas fueron numerosas, y se generaron al impulso de las reformas 
lanzadas desde el gobierno, para hacerlas cumplir o extenderlas, con la convicción por parte de los 
trabajadores de que se ajustaban a la voluntad profunda de Perón. 
Los gremialistas que lo acompañaron en el inicio fueron alejándose, reemplazados por otros elegidos por el 
gobierno. Las huelgas fueron consideradas inconvenientes al principio, y negativas luego. Se procuró 
solucionar los conflictos mediante los mecanismos del arbitraje, y en su defecto se optó por reprimirlos, ya sea 
por mano del propio sindicato o de la fuerza pública. 
La relación entre Perón y el sindicalismo fue compleja. Y nunca dejaron de ser la expresión social y política de 
los trabajadores. El estado creaba una situación de comunicación y participación fluida y hasta familiar. El 
estado peronista tenían los trabajadores su gran fuerza legitimadora y a procuro apoyar a la amplia franja de 
sectores populares no sindicalizados a través de Eva perón y de la fundación que lleva su nombre. La 
fundación creo escuelas hogares para ancianos o huérfanos y policlínicos repartió alimentos y regalos, 
estimula el turismo y los deportes etcétera. Eva perón resultaba así la reencarnación del estado benefactor. La 
experiencia de la acción social directa, sumada al reiterado discurso del Estado, terminaron constituyendo una 
nueva identidad social, los “humildes”, que completó el arco popular de apoyo al gobierno. 
El gobierno peronista mantuvo la enseñanza religiosa en las escuelas y las universidades se vinculaban con el 
clericalismo hispanófilo. Y se incorporaron algunos sacerdotes a lo político. preocupados por el autoritarismo 
creciente, se alineó firmemente en el lado de los opositores; otros lamentaron la renuncia de Perón a las 
consignas nacionalistas, y otros muchos miraron con reservas algunos aspectos de la política democratizadora 
de las relaciones sociales, como por ejemplo la igualación de derechos entre hijos “naturales” y “legítimos”. 
Según perón el estado debía ser el ámbito donde los distintos intereses sociales previamente organizados 
negociarán y dirimieran sus conflictos. Se inspiraba en modelos muy difundidos y rompía con la concepción 
liberal del estado. 
Un gobierno surgido de una de las escasas selecciones inoxidables que hubo en el país recorrió con decisión el 
camino hacia el autoritarismo. 6947 reemplazo la Corte Suprema mediante un juicio político escasamente 
convincente utilizó el recurso de intervenir en las provincias. Casi 2 años después en noviembre de 1951 Juan 
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Domingo perón y Juan hortencio Quijano fueron reelectos obtenido en la ocasión cuando votaron por primera 
vez las mujeres. 
En el Congreso, Perón exigió de cada diputado o senador de una renuncia en blanco, como garantía de su 
disciplina. El Partido Peronista, creado en 1947, adoptó una organización totalmente vertical, donde cada 
escalón se subordinaba a la decisión del nivel superior, hasta culminar en el líder, presidente del país y del 
partido, con derecho a modificar cualquier decisión partidaria. el Partido -manejado por el almirante Alberto 
Teisaire- se limitó a organizar las candidaturas, y Perón, a arbitrar en los casos difíciles o a mencionar 
simplemente quiénes debían ser electos. Finalmente, el Partido fue incluido dentro del movimiento, junto con 
el Partido Peronista Femenino - que organizó Eva Perón- y la CGT, a las órdenes del jefe supremo, a quien se 
subordinaban el Comando Estratégico y los Comandos Tácticos. 
La doctrina peronista se convirtió en la doctrina nacional consagrada por la Constitución de 1949. Los 
conceptos más tradicionales de democracia no alcanzan a dar cuenta de esta forma muy moderna de 
democracia de masas. es la democracia se constituya desde el estado los diversos sectores que conforman su 
base de sustentación eran considerados como masa Cómo indiferenciado sin valor y que debía ser moldeado 
inculcandole la doctrina. El régimen Tuvo una tendencia definida a peronizar todas las instituciones y 
convertirlas en su adoctrinamiento o sea un sufragio masivo en favor de perón a los candidatos por él. La 
forma más característica de las masas era la movilización y las concentraciones. 
Al renovar el pacto fundador entre el líder y el pueblo, las grandes concentraciones cumplían un papel 
fundamental en la legitimación del régimen, que era considerada mucho más importante que la electoral. 
Además, eran el momento privilegiado en la constitución de una identidad, que resultaba tanto trabajadora y 
popular como peronista. 
La derrota de 1946 desarticuló totalmente el proyecto de la Unión Democrática -última figuración del Frente 
Popular- y confrontó a los partidos opositores con una cuestión difícil: enfrentar a Perón. Los socialistas, 
mantuvieron su caracterización de “nazifascismo”, denunciaron los avances hacia el autoritarismo y querian 
acabar con el régimen, pero el antiguo frente se reconstituyó en una línea de oposición frontal, fundada en la 
defensa de la legalidad republicana. 
 
Un conflicto cultural 
El régimen peronista no atacó ningún interés fundamental de las clases altas tradicionales, aunque algunos 
segmentos de ellas pudieran verse afectados por la política agropecuaria. Las instituciones que expresaban los 
intereses corporativos de los propietarios -la Sociedad Rural, la Unión Industrial y otras- no se opusieron 
públicamente al gobierno, e incluso aceptaron discretas cooptaciones. En el imaginario social ocupó un lugar 
importante el “nuevo rico”, en 1945: los sindicalistas ocuparon puestos visibles, junto con una nueva camada 
de políticos, deportistas o artistas. Las clases medias tradicionales tuvieron quizá más motivos de queja, en 
especial quienes gozaban de rentas fijas, reducidas por la inflación, o quienes perdieron sus empleos estatales. 
Pero en cambio se nutrieron de nuevos contingentes llegados por las vías más tradicionales de la sociedad 
argentina: la modesta prosperidad económica de los trabajadores y la educación de sus hijos, fue la expansión 
de la matrícula en la enseñanza media y la no menos notable expansión de la universitaria. 
El reconocimiento de la existencia del pueblo trabajador y el ejercicio de nuevos derechos estuvieron 
asociados con la acción del Estado, y la justicia social fue una idea clave y constitutiva tanto del discurso del 
Estado -que derivó de ella la doctrina llamada “justicialista”- como de la nueva identidad social que se 
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constituía. Los materiales de esta idea se habían ido conformando en las dos décadas anteriores, tanto por 
obra de las experiencias de los sectores populares como de diversas fuentes discursivas, del socialismo a la 
doctrina de la Iglesia. 
La acción del Estado aportaba el empujón inicial, la eliminación de los obstáculos más gruesos, para que los 
mecanismos tradicionales pudieran empezar a funcionar. La justicia social venía a completar así el proceso 
secular de integración de la sociedad argentina, y la identidad que se constituyó en torno de ella fue a la vez 
obrera e integrativa. 
El peronismo había surgido, en los años de la guerra y la inmediata posguerra, en un fuerte conflicto social, 
alimentado del Estado. Se separaba al oficialismo de la oposición, y, por otra, en un conflicto que, más que 
social, era cultural. 
Fue un conflicto cultural, infinitamente más violento que el existente entre los intereses sociales básicos, el 
que opuso lo “oligárquico” con lo “popular”. Lo popular combinaba las dimensiones trabajadorae integrativa, 
y carecía de aquellos componentes clasistas. No se apoyó en un modelo cultural diferente, sino en una manera 
diferente y más amplia de apropiarse de él, de participar de algo juzgado valioso y ajeno. En esa perspectiva, la 
oligarquía -fría y egoísta- era la que pretendía restringir el acceso a esos bienes y excluir al pueblo. 
 
Crisis y nueva política económica. 
1949: los precios de los cereales y las carnes volvieron a su normalidad y los mercados se contrajeron, 
mientras que las reservas acumuladas, consumidas con poca previsión, se agotaron. La situación era grave, 
pues el desarrollo de la industria, hacía al país más dependiente de sus importaciones: combustibles, bienes 
intermedios como acero o papel, etc. dificultaba el desenvolvimiento de la industria y provocaba inflación, 
paro y desocupación. invierno de 1952, la gente debió consumir un pan negruzco, faltó la carne y los cortes de 
luz fueron frecuentes. También en ese invierno murió Eva Perón, uno de los símbolos de la prosperidad 
perdida. 
En 1952 el gobierno adoptó con firmeza un nuevo rumbo económico, ratificado luego en el Segundo Plan 
Quinquenal, mucho más específico que el anterior, que debía tener vigencia entre 1953 y 1957. Para reducir la 
inflación, se restringió el consumo interno: fueron eliminados subsidios a distintos bienes de uso popular, se 
estableció una veda parcial al consumo de carne y se levantó el congelamiento de los alquileres; además, 
Perón hizo una apelación a la reducción voluntaria y consciente del consumo, de sorprendente efecto. Por 
otra parte, se proclamó la “vuelta al campo”: el IAPI, manejado por un “ministro liquidador”, invirtió su 
mecanismo y empezó a estimular a los productores rurales con precios retributivos, al tiempo que se daba 
prioridad a la importación de maquinaria agrícola. Esta política, cuyos efectos no llegaron a ser apreciables, 
apuntaba a aumentar la disponibilidad de divisas para seguir impulsando el desarrollo del sector industrial, 
clave para todo el andamiaje del peronismo. 
El estancamiento industrial era evidente El principal problema del sector industrial era su reducida eficiencia, 
oculta por la protección y los subsidios que por distintas vías recibía del Estado. Por último, la industria 
empleaba una alta proporción de mano de obra, y el peso de los salarios resultaba particularmente alto y 
difícil de reducir debido a la alta ocupación y a la fuerte capacidad sindical de negociación. La expansión de la 
demanda había perdido su efecto dinamizador, de modo que el problema comenzó a ser grave para los 
empresarios. 
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La nueva política económica restringió el credito y el uso de las divisas, y se priorizo a las empresas grandes y 
las industrias de bienes de capital Los contratos colectivos de trabajo fueron congelados por dos años. A 
principios de 1955, se convocó a empresarios y sindicalistas para discutir las cuestiones de la productividad y 
afloraron los temas que preocupaban a aquéllos: la ineficiencia de la mano de obra, el poder excesivo de los 
delegados de fábrica, el ausentismo de los lunes. 
Los logros de la nueva política económica fueron modestos: se redujo la inflación y se reequilibró la balanza de 
pagos, pero no se apreciaron cambios más sustanciales en el agro y en la industria. esta nueva política 
económica se mantenía dentro de la tradición peronista. 
Los comienzos de la crisis económica fueron acompañados de importantes manifestaciones de disconformidad 
entre dos de los principales apoyos del régimen, los sindicatos y el Ejército, cuya solución implicó un avance en 
el camino del autoritarismo. Hacia 1948, el Estado había logrado estabilizar y controlar el frente gremial, pero 
desde el año siguiente las huelgas, aunque menores en número, fueron más duras y con una veta 
crecientemente opositora. Perón optó por aplicar una dura represión: prisión a los dirigentes rebeldes y 
movilización militar a los obreros. 
Perón aprovechó para establecer el estado de guerra interno y mantenerlo hasta 1955. Con ese instrumento 
se dedicó a depurar a los mandos militares de adversarios, sospechosos, tibios o vacilantes. A la vez, en plena 
campaña electoral, restringió aún más la acción de los políticos opositores y obtuvo un aplastante triunfo en 
noviembre de ese año. 
Pero es derrocado por un golpe el 16 de septiembre de 1955 y pasa a estar 18 años en exilio. Y el gobierno 
queda en manos de militares y presidentes radicales y se los autodenomina “Revolución libertadora”. Para 
Delgado esto es un estado social desarrollista y proviene del enfoque económico impulsado mayormente por 
frondizi que contemplaba el desarrollo de la industria pesada con el financiamiento de capitales extranjeros. 
 
Consolidación del autoritarismo 
Perón inició su segundo período consolidado por el nuevo plan económico, que parecía tener éxito, la victoria 
sobre rebeldes militares y sindicalistas y el triunfo electoral. Incluso la muerte de Evita, sin duda un golpe muy 
duro para el régimen. El fin de la etapa revolucionaria -visible en la nueva política económica y en la 
normalización de las relaciones con Estados Unidos, y también simbolizado por el trágico acallamiento de la 
voz más dura del régimen-podía hacer presuponer una marcha hacia la pacificación política y una relación más 
normal con los que disentían, en el marco de un cierto pluralismo. Pero había otras fuerzas que empujaban al 
mantenimiento y acentuación del rumbo autoritario: el propio desenvolvimiento de la maquinaria puesta en 
marcha, que avanzaba inexorablemente sobre las zonas no controladas, y la poca predisposición para 
reconstruir los espacios democráticos por parte de muchos de los opositores, jugados a la eliminación del 
líder. 
En los tres años finales de su gobierno, fue evidente la dificultad para llenar el vacío dejado por la muerte de 
Eva Perón: tanto en la Fundación como en el nuevo Partido Peronista Femenino o en la misma CGT, se advirtió 
un manejo burocrático y una pérdida de iniciativa. Perón mismo pareció perderla, manifestó cierto cansancio 
y menor concentración en el trabajo y en la conducción política; pasó mucho más tiempo en la residencia de 
Olivos y se dedicó a exhibirse rodeado por las adolescentes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). 
Se avanzó en la “peronización” de la administración pública y la educación, con la exigencia de la afiliación al 
partido, la exhibición del “escudito” o el luto por la muerte de Eva Perón, la donación de sueldos para la 
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fundación y todo tipo de manifestaciones celebratorias del líder y su esposa, cuyos nombres fueron impuestos 
a estaciones ferroviarias, hospitales, calles, plazas, ciudades y provincias. La “peronización” llegó a las Fuerzas 
Armadas: hubo cursos de adoctrinamiento justicialista, y las promociones y selección de jefes obedecieron 
desembozadamente a razones políticas. 
Mientras por esa vía el régimen marchaba hacia el totalitarismo, procuraba reconstruir un espacio de 
convivencia con los opositores, empezando por un objetivo mínimo: el reconocimiento recíproco. 
En abril de 1953 estallaron en la Plaza de Mayo bombas de parte de los opositores de peron en forma de 
terrorismo donde murieron muchas personas. La respuesta por parte de los peronistas también fue muy 
violenta encendieron la casa radical la casa del pueblo socialista y otras más a partir de esto se detuvieron a 
los dirigentes y los opositores pero en la segunda mitad del año el régimen sea blando y los libros mientras 
que estos reconozcan al régimen. 
Por entonces el radicalismo había definido su perfil, encontrando un ángulo de oposición posible a un régimen 
que giraba simultáneamente al conservadurismo y al autoritarismo. Los unionistas, herederos del alvearismo y 
la Unión Democrática, estaban totalmente jugados a la abstención, la ruptura total y el golpe militar. 
El grupo de Intransigencia y Renovación, en cambio,insistió desde el comienzo en la lucha institucional e 
ideológica, y siguió haciéndolo pese a la reducción casi total de los espacios. En 1954, ganó control del partido, 
cuando Arturo Frondizi alcanzó la presidencia del Comité Nacional. Acusado de “rojo” por sus enemigos 
internos, Frondizi había definido una imagen original de político intelectual, y había lanzado la propuesta de 
combatir al peronismo desde lo que éste tenía de más progresista, y sin renunciar a la crítica institucional, 
reivindicar la reforma agraria y el antiimperialismo, tema que los contratos petroleros habían tornado 
urticante. 
 
La caída. 
La fundación del partido demócrata cristiano marcó el comienzo del conflicto entre perón y la iglesia que 
rápidamente llevo a su caída. Estos empezaron a chocar y la Iglesia Era sensible a los avances como de la 
fundación y en la educación, Como el desagrado por el culto laico del presidente de la nación y su esposa. 
En septiembre de 1954 perón lanza su ataque contra la iglesia el enfrentamiento pareció enfriarse enseguida 
pero se agudizó en diciembre y descubrieron los vicios de la iglesia aunque se intentó limitarlo fue un ataque 
feroz. se dejo la enseñanza religiosa en las escuelas y se envió un proyecto de reforma constitucional para 
separar a la iglesia del Estado. Muchos sacerdotes fueron detenidos y los periódicos se llenaron de denuncias 
públicas y comentarios malos sobre la conducta y la moralidad de sacerdotes. 
El 16 de junio se produjo un levantamiento de la marina contra perón. La Marina Era la más laica y liberal, y 
buscaba bombardear la casa de gobierno para asesinar a perón su ejecución defectuosa culminó en el 
bombardeo y ametrallamiento de una concentración de civiles reunida en la Plaza de Mayo Para apoyar a 
perón. Pero había perdido mucho de su libertad y en cierto modo fue prisionero de su salvadores militares. Se 
concluyeron los ataques a la iglesia y se llamó a la oposición a negociar. Pero no dejó de ser al jefe y pasó a 
convertirse en el presidente de Argentina. El 31 de agosto presentó su renuncia y convocó a los peronistas a la 
plaza de marzo y lanzó uno de los más duros ataques contra la oposición. Perón había perdido iniciativa y 
tampoco tuvo la voluntad de defenderse. El 20 de septiembre de 1955 perón se refugió en la embajada de 
Paraguay y el 23 de septiembre el general lonardi se presentó en Buenos Aires como presidente provisional de 
la nación ante una multitud numerosa por el régimen. 
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El 1976 perón vuelve al país y lo reemplaza a Héctor cámpora y a Raúl lastiri y ocupará por tercera vez la 
presidencia de la Argentina hasta su fallecimiento el 1° de julio de 1974. Perón intento repetir la un estado 
benefactor en las relaciones entre capital y trabajo como había hecho antes pero claramente la sociedad había 
evolucionado y esto ya no encajaba. La sociedad quería algo más que un estado interventor y quería una 
patria socialista por medio de organizaciones Guerrilleras. Esto resultó la excusa perfecta para que la derecha 
nuevamente diera un golpe de estado el último de la historia Argentina y se iniciará el proceso de 
reorganización nacional. 
 
 
TEXTO DE ANSALDI DICTADURA 
las cuatro dictaduras institucionales de las Fuerzas Armadas establecidas en Brasil (1964-1985), Argentina 
(1976-1983), Uruguay (1973-1985) y Chile (1973-1990) 
 
LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL FUNDAMENTO IDEOLÓGICO DE LAS DICTADURAS. 
Las dictaduras son la negación de la política y eliminación del desacuerdo. carecen de principio de legitimidad 
y pretenden legitimar con el argumento de restaurar la democracia de los malos políticos. 
Una de las características comunes de las dictaduras fue intentar constituir un fundamento ideológico a partir 
de la doctrina de la seguridad nacional. Comenzó a elaborarse a partir de teorías geopolíticas antimarxista y 
conservadoras o de extrema derecha del pensamiento social católico. 
Con el comienzo de la Guerra Fría, elementos de la guerra total y de la confrontación inevitable entre las dos 
superpotencias –los Estados Unidos de Norteamérica y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas- y sus 
respectivos bloques militares –la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN o NATO, según sus siglas 
en inglés) y el Pacto de Varsovia)- se incorporaron a la ideología de la seguridad nacional en América Latina. 
Así, mientras los teóricos norteamericanos de la seguridad nacional privilegiaban el concepto de guerra total y 
guerra nuclear, y los franceses, en la guerra contra los guerrilleros comunistas en Indochina, y en la Guerra de 
Argelia (por la independencia), después, concentraban su atención en la guerra limitada como respuesta a la 
“amenaza comunista”, los latinoamericanos, preocupados por el crecimiento de movimientos sociales de clase 
obrera, enfocaban la amenaza de la subversión interna y de la guerra revolucionaria. 
Para la DSN después de la Segunda Guerra Mundial se llevaba la desaparición de Las Guerras convencionales y 
son reemplazadas por guerras ideológicas dentro de las fronteras nacionales de cada país. Está definió tipos 
de guerra: la guerra total, guerra limitada y localizada, Guerra subversiva y Revolucionaria y guerra indirecta o 
psicológica. Se pasó a una guerra total y de total a global. 
 
LAS DICTADURAS, SIMILARES Y DISÍMILES. 
Las cuatro dictaduras dieron rumbos diferentes en política económica en política y social y terrorismo. La 
dictadura brasileña política económica desarrollista mediante una alianza Tecno burocrática militar con 
importante intervención estatal fue la menos violenta. La dictadura Argentina y chilena fueron las más duras. 
En Chile en los primeros días del golpe hubo más de 2000 muertos prisioneros o exilio de unas 9000 dirigentes 
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y partidarios. en Argentina el número de desaparecidos fue de 30000 personas y se prolongó más usado el 
primer año de Dictadura. 
Acuerdos de dictaduras coincidieron con la operación Cóndor un plan secreto que coordina tareas de 
inteligencia, persecución y asesinato de opositores a las dictaduras realizadas por los organismos represivos de 
Argentina, Bolivia, Brasil, chile, Paraguay y Uruguay el Mercosur de la muerte. Stella Calloni dice que Estados 
Unidos proporciona inspiración financiamiento y asistencia técnica a la represión y plantó la semilla de la 
operación Cóndor. La CIA promovió una mayor coordinación entre los servicios de inteligencia Y fue 
intermediaria entre los escuadrones de muerte brasileros y argentinos uruguayos, suministro de equipos de 
tortura eléctrica brasileros y argentinos y ofrece asesoramiento sobre el grado de shock el cuerpo humano no 
puede resistir. 
 
Los que comparten las 4 dictadura es proponer un nuevo régimen político. 
Las fuerzas armadas chilenas Tenían un régimen militar tradicional con una junta de gobierno como autoridad 
máxima pero con una importante grado de concentración del poder en el general Pinochet quién fue 
presidente de la república y de la junta de gobierno hasta 1980. 
Las fuerzas chilenas abandonaron pronto la supuesta pretensión restauradora de la democracia y fue 
considerado por los militares golpistas, la causa misma de la crisis política del país. El nuevo rumbo quedó 
fijado por dos documentos; la “declaración de principios” que suspendía la institucionalidad jurídica, la 
intervención y control de la prensa y las universidades, el toque de queda, etc. y el “objetivo nacional” qué era 
un nuevo modelo económico; el neoliberal impulsado por economistas chilenos. la nueva institucionalidad fue 
una democracia protegida y autoritaria. el orden político tuvo la pretensión de una democracia occidental 
incapaz de defenderse de La amenaza comunista y prohibió la actividad de los partidos políticos. 
 
En Argentina la junta concentro algunos poderes y funciones asignadas por la Constitución nacional a 
presidentes de derecho. La presidencia empeoróy de los cuatro jefes del ejército que hubo solo Jorge Rafael 
Videla completo su mandato. Argentina puso énfasis en evitar la personalización del Poder y ver que las 
fuerzas armadas daban crisis institucional. 
 
En Brasil el presidente asumía importante facultades arrebatadas al legislativo y apuntaba a una nueva 
centralización y concentración del poder en El Ejecutivo sería la reconstrucción económica financiera política y 
moral de Brasil. El 27 de octubre de 1965 se firmó el alto institucional Qué introdujo nuevas encomiendas 
constitucionales y profundizó el proyecto gubernamental de institucionalización del estado. 
La dictadura militar brasileña tuvo un régimen político que incluyo el funcionamiento de partidos políticos y el 
congreso y la periódica convocatoria a elecciones, está no negó la política y no radicalizó la incompatibilidad 
entre dictadura militar y política, se trató de una dictadura representativo. 
En Brasil la política económica impulsada por las fuerzas armadas brasileñas contrastantes con la neoliberal o 
neoconservadora. El plan económico tenía como objetivo la racionalización de la economía por la 
concentración del capital en las Industrias más eficientes y la penetración del capital multinacional más 
moderno y productivo y correspondía la doctrina de la seguridad nacional y de desarrollo. La mejor manera de 
 14 
desarrollar a Brasil consiste en transformar a la economía del país en área prioritaria para la inversión 
extranjera. No podía ver seguridad nacional sin un desarrollo económico. La clave era la fuerte intervención 
del estado en la economía nacional. 
Pereira dice que el pacto político autoritario y excluyente se conforma por la Triple Alianza en la 
tecnoburocracia estatal y qué tanto el capitán local como el multinacional eran ya predominantes industriales. 
Esto fue clave para el proceso de democratización. La economía se diferencia de las otras tres porque era una 
nacional desarrollista. 
Tras el golpe de 1973 la doctrina de la seguridad nacional la primera etapa de la dictadura uruguaya llamada 
dictadura comisarial duró 3 años y la segunda llamada ensayo fundacional y se extendió entre 1976 y 1980, la 
presidencia fue ejercida brevemente por el doctor Alberto demicheli y desde el 1 de septiembre de 1976 por 
Aparicio Méndez militante del partido Nacional. 
Los militares uruguayos fundaron una democracia limitada y le dieron forma constitucional y sometieron el 
proyecto siguiendo el procedimiento exitoso de chile en 1977 pero en este caso no funcionó. Las fuerzas 
armadas uruguayas se diferenciaron de las otras en materia de ejercicio del poder y no de manera directa. 
 
CAP 9 
DERECHOS DE LA CIUDADANIA Y RESPONSABILIDAD DEL ESTADO 1943-1955. 
Las transformaciones a nivel mundial generaron amenazas a la calidad de vida y Esto llevó a la intervención del 
estado en las cuestiones de la salud. 
La crisis de 1929 fue favorable para el estado socialmente. Se comenzó la expansión de los servicios de salud 
con base a los derechos ciudadanos. En 1943 la salud será competencia del departamento Nacional de higiene 
del Ministerio del interior y cerré conoció a la salud como un problema de interés. 
El neurocirujano Ramón Carrillo ocupó la Secretaría de Salud Pública desde 1946 y luego, en 1949, pasó a 
ejercer el cargo de ministro de Salud Pública. Fue encargado de enfrentar las enfermedades endémicas de las 
zonas más pobres del país. Cuándo asume elabora el plan “analítico de salud” donde describe la salud 
Argentina y propone acciones para el futuro, “política sanitaria Argentina” basada en tres principios: 
• Todos los hombres tienen igual derecho a la vida y a la sanidad. 
• No puede haber política sanitaria sin política social. 
• De nada sirven las conquistas de la técnica médica si esta no puede llegar al pueblo por medio de 
dispositivos adecuados. 
Con el Plan quinquenal planificó la construcción de hospitales, centro de salud, hogares para niños, etcétera. 
Por medio del ministro de Obras Públicas, la subsecretaría de construcciones del ministro de salud y la 
fundación Eva perón crearían 4229 establecimiento sanatorios con 130180 camas, qué el estado no había 
profundizado hasta ese momento. Asistencia médica completa y gratuita al 65% de los argentinos que eran 
considerados no pudientes en la economía. Perón dijo que no podía existir medicina sin medicina social y esta 
última tampoco sin una política social del estado. 
Con el peronismo se inicia una inclusión social ya que a nuevos sectores sociales se les posibilita la atención 
médica y la expansión de los Derechos sociales en general con la oferta pública universal y gratuita de los 
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servicios de la salud, acá es notable el estado de bienestar. También se expande la lógica del seguro social 
focalizando en un grupo de trabajadores formales asalariados. Así es como Argentina avanzaba hacia la 
construcción del estado de bienestar. Aunque en una década se triplicó la cantidad de enfermeras y médicos 
hasta 1950 no se limitan las inversiones públicas. 
El golpe de estado de 1955 interrumpe el trabajo que se venía desarrollando en esta etapa punto el rol 
distribuciónista del estado es reemplazado, en el desarrollismo, por el de garantizar la acumulación del capital. 
El sector de la salud sufre un impacto y se intenta disminuir el gasto del Estado nacional. A comienzos de 1960 
Argentina era un país políticamente inestable. Frondizi ganó las elecciones de 1958 por un acuerdo con el 
peronismo, pero este era cuestionado por sus aliados civiles y por los militares. En 1962 es derrocado y se 
convoca a elecciones para el año que viene. 
En julio de 1963 Arturo Illia asumía con debilidad del gobierno y reporto sus intereses a mejorar la calidad de 
la salud pública, el 15 de enero ingreso al congreso el proyecto de ley de medicamentos. (derrocado el 28 de 
junio de 1966) 
 
 
	Cap. 3 El alivio externo y la primera etapa de industrialización
	CAPITULO 4 FASE DE INDUSTRIALIZACION SUSTITUTIVA DE IMPORTACIONES (1930-1976)
	PERON. LUIS ROMERO
	TEXTO DE ANSALDI DICTADURA

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