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Coordinadores: Antonio Luna Alcalá, Joan Carles Vilanova Busquets Coordinadores: Antonio Luna Alcalá Joan Carles Vilanova Busquets A C T U A L I Z A C I O N E S S E R A M A C T U A L I Z A C I O N E S S E R A M Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM Difusión Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM Difusión B as es , c o n ce p to s té cn ic o s y ap lic ac io n es c lín ic as d e la R M D if u si ó n A nt on io L un a A lc al á, Jo an C ar le s V ila no va B us qu et s ACTUALIZACIONES SERAM Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM Difusión © 2012 Sociedad Española de Radiología Médica Reservados todos los derechos. El contenido de esta publicación no puede ser reproducido, ni transmitido por ningún procedimiento electrónico o me- cánico, incluyendo fotocopia o grabación magnética, ni registrado por ningún medio, sin la previa autorización por escrito del titular de los derechos de explotación. Edita: L&C Diseño S.L. http://www.lycdesign.com Depósito legal: M-648-2014 ISBN: 978-84-941730-1-1 Impreso en España ACTUALIZACIONES SERAM Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM Difusión Coordinadores: Antonio Luna Alcalá, Joan Carles Vilanova Busquets ÍNDICE DE autorEs Acevedo Barberá, Agustín Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Universitario Quirón, Madrid, España Alcalá Mata, Lidia Radiología Abdominal. SERCOSA. Clínica Las Nieves. Calle Carmelo Torres nº 2, 23007 Jaén, España Baleato González, Sandra Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Clínico Universitario, Santiago de Compostela, A Coruña, España Barceló Obregón, Joaquim Unidad de Resonancia Magnética, Clínica Girona, Girona, España Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Santa Caterina, Salt, Girona, España Departamento de Ciencias Médicas, Facultad de Medicina, Universidad de Girona, Girona, España Boada Ordis, Maria Unidad de Resonancia Magnética, Clínica Girona, Girona, España Broncano Cabrero, Jordi Radiología torácica. RESSALTA. Grupo Health Time. Hospital Cruz Roja. Paseo de la Victoria s/n. 14008 Córdoba, España Hospital San Juan de Dios. Avda del Brillante 106. 14012 Córdoba, España Cabrera Zubizarreta, Alberto Neurorradiología. Unidad de RM. Osatek. Hospital Galdakao, Barrio Labeaga s/n 48960 Galdakao, Bizkaia), España Carrascoso Arranz, Javier Servicio de Diagnóstico por la Imagen. Hospital Universitario Quirón. Madrid. García Figueiras, Roberto Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Clínico Universitario, Santiago de Compostela, A Coruña, España Herraiz Hidalgo, Luis Servicio de Diagnóstico por la Imagen. Hospital Universitario Quirón. Madrid, España Hygino Da Cruz, Luiz Celso Clinicas de Diagnóstico por Imagen and Multi-Imagen. Ave. das Américas 4666, sala 32522649-900. Rio de Janeiro, Brasil Luna Alcalá, Antonio Responsable de RM. Grupo Health Time. Clínica Las Nieves. Calle Carmelo Torres nº 2, 23007 Jaén, España Martín Noguerol, Teodoro Neuroradiología. SERCOSA. Clínica Las Nieves. Carmelo Torres 2. 23007 Jaén, España Martínez Barberoa, José Pablo Neurorradiología. Clínica Las Nieves, SERCOSA, Grupo Health Time. Carmelo Torres 2, 23006 Jaén, España Nicolau Molina, Carlos Sección de Radiología Genitourinaria. Servicio de Radiología. Hospital Clínic de Barcelona, Barcelona, España Ontañón Garcés, José María OSATEK. Unidad Hospital Galdakao, Bizkaia, España Paño Brufau, Blanca Sección de Radiología Genitourinaria. Servicio de Radiología. Hospital Clínic de Barcelona, Barcelona, España Pérez de Tudela i Rodríguez, Anna Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Santa Caterina, Salt, Girona, España Ramón Botella, Enrique Sección de Radiología Abdominal. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Calle Dr. Esquerdo 46, 28007 Madrid, España Rodríguez Jiménez, Inmaculada Neurorradiología. Hospital de San Juan de Dios, RESSALTA, Grupo Health Time. Avénida del Brillante 106, 14012 Córdoba, España Salvador Izquierdo, Rafael Sección de Radiología Genitourinaria. Servicio de Radiología. Hospital Clínic de Barcelona, Barcelona, España Sánchez González, Javier MR Clinical Scientist, Philips Cuidado de la Salud, Iberia, Madrid, España Sebastiá Cerqueda, Carmen Sección de Radiología Genitourinaria. Servicio de Radiología. Hospital Clínic de Barcelona, Barcelona, España Vicente Olabarria, Iñigo OSATEK. Unidad Hospital Galdakao, Bizkaia, España Vilanova Busquets, Joan Carles Unidad de Resonancia Magnética, Clínica Girona, Girona, España Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Santa Caterina, Salt, Girona, España Departamento de Ciencias Médicas, Facultad de Medicina, Universidad de Girona, Girona, España PrÓLoGo Tienes en tus manos, estimado compañero, un nuevo número de las Actualizaciones que regularmente publica la SERAM. Conocidas como Monografías desde el inicio de su publicación en el año 2004, pasaron a denominarse Actualizaciones desde 2006 para resaltar el objetivo de las mismas, la renovación y puesta al día en los conocimientos científicos de nuestra especialidad, siempre en constante avance y desarrollo desde su inicio lo que nos obliga a estar, al igual que en otras áreas de la medicina, en permanente forma- ción. El presente número se realiza con la editorial L&C Diseño. En el año 2006 la SERAM publicó el número titulado “Aprendiendo los fundamentos de la Resonancia Magnética” con la intención, como señalaban sus coordinadores, de poner en manos de sus socios un tex- to comprensible, escrito en español y que abarcara todo lo esencial para la práctica clínica diaria, tratando de facilitar el trabajo a los radiólogos que comenzaban su andadura en la Resonancia Magnética. Habíamos pasado desde los inicios de la técnica con muy escasos equipos instalados en nuestro país a unos años de amplia implantación en la mayoría de Servicios de Radiología del país. Han pasado solamente siete años desde entonces y en tan pocos años el desarrollo y las aplicaciones de la técnica han crecido de forma exponencial, tanto que se hace necesario actualizar los contenidos de aquel número. Los equipos actuales permiten sofisticados estudios y se han ampliado las indicaciones de la técnica en todas las áreas; entre todos los avances se hacía necesario responder a cuestiones relaciona- das con las imágenes potenciadas en difusión, utilizadas ya no solo en estudios cerebrales como durante muchos años : ¿qué es la difusión?, ¿qué es el valor b?, ¿cuál es el valor b óptimo?, ¿qué es el ADC?, ¿cómo se calcula el ADC?, ¿qué unidades de medida utilizamos?, ¿qué fiabilidad permite la falta de estandarización de los valores b en muchos estudios?, ¿qué seguridad diagnóstica permiten los exámenes de difusión en los distintos órganos?, etc El presente número trata de dar respuesta a las anteriores y a otras muchas más cuestiones. En los distintos capítulos comprobamos las posibilidades de aplicación actuales en los distintos órganos y siste- mas. Los editores y los autores de los capítulos son los verdaderos artífices de esta monografía; a ellos les damos las gracias por su esfuerzo y trabajo desinteresado Antonio Talegón Meléndez Responsable de publicaciones de la SERAM ÍNDICE PRÓLOGO ........................................................................................................................................ 7 Capítulo 1. BASES FíSICAS, ADquISICIÓN y CuANTIFICACIÓN DE IMAGEN POTENCIADA EN DIFuSIÓN Javier Sánchez González ....... .................... ...................................................................................................... 11 Capítulo 2. EVALuACIÓN DEL SNC MEDIANTE TÉCNICA DE DIFuSIÓN CON RESONANCIA MAGNÉTICA Iñigo Vicente Olabarria, Jose María Ontañón Garcés y Alberto Cabrera Zubizarreta ....................................... 21 Capítulo 3. APLICACIONES DEL TENSOR DE DIFuSIÓN EN SNC y COLuMNA TeodoroMartín Noguerol y Luis Celso Hygino da Cruz ....................................................................................35 Capítulo 4. RM DIFuSIÓN EN LA EVALuACIÓN DE LAS LESIONES EN CABEZA y CuELLO José Pablo Martínez Barbero e Inmaculada Rodríguez Jiménez .................................................................... 47 Capítulo 5. DIFuSIÓN POR RESONANCIA MAGNÉTICA EN EL TÓRAX Jordi Broncano Cabrero y Antonio Luna Alcalá ............................................................................................... 57 Capítulo 6. RESONANCIA MAGNÉTICA DIFuSIÓN EN MAMA y GINECOLOGíA Joaquim Barceló Obregón, Joan Carles Vilanova, Anna Pérez de Tudela i Rodríguez y Maria Boada Ordis ........................................................................................................................................ 67 Capítulo 7. DIFuSIÓN CON RESONANCIA MAGNÉTICA EN EL HíGADO Enrique Ramón Botella, Lidia Alcalá Mata y Antonio Luna Alcalá ................................................................... 77 Capítulo 8. DWI EN EL ESTuDIO DE LAS VíAS BILIARES, EL PáNCREAS, EL TRACTO GASTROINTESTINAL y EL PERITONEO Sandra Baleato González y Roberto García Figueiras ...................................................................................... 87 Capítulo 9. DIFuSIÓN EN SISTEMA GENITOuRINARIO Carlos Nicolau Molina, Carmen Sebastiá Cerqueda, Rafael Salvador Izquierdo y Blanca Paño Brufau .......... 99 Capítulo 10. DIFuSIÓN EN MuSCuLOESquELÉTICO Javier Carrascoso Arranz, Luis Herraiz Hidalgo, Agustín Acevedo Barberá y Joan Carles Vilanova Busquets .................................................................................................................. 109 Capítulo 11. DWI EN CuERPO COMPLETO Joan Carles Vilanova Busquets, Antonio Luna Alcalá y Joaquim Barceló Obregón ...................................... 121 BasEs fÍsICas, aDquIsICIÓN y CuaNtIfICaCIÓN DE ImaGEN PotENCIaDa EN DIfusIÓN Javier Sánchez González* MR Clinical Scientist, Philips Cuidado de la Salud, Madrid, España RESUMEN En este capítulo se explican los fundamentos físicos de la difusión y las técnicas de adquisición de imágenes de reso- nancia magnética diseñadas para obtener un contraste de ima- gen potenciada en esta propiedad del tejido. Dentro de este apartado se explican los requisitos técnicos necesarios para la adquisición de este tipo de imágenes y obtener una adecuada estimación del coeficiente de difusión aparente. Una vez expli- cados todos los detalles necesarios para una adecuada adquisi- ción de estas imágenes, se explican las distintas metodologías de análisis para obtener los coeficientes de difusión aparente o los parámetros derivados de los estudios de tensor de difusión, como la fracción anisotrópica y los estudios de tractografía. Palabras Clave: Diffusion Weighted Imaging (DWI), Coeficiente de difu- sión aparente (ADC). INTRODUCCIÓN La difusión se define como el movimiento aleatorio de las moléculas que se encuentran a una temperatura superior a -273ºC (0º Kelvin). Este movimiento depende de diferentes propiedades del medio como la temperatura o la viscosidad. En tejidos biológicos existen diferentes barreras, como la membrana de las diferentes células, que limitan el movimien- to libre de las moléculas. En 1965, Stejskal y Tanner1 introdujeron una secuencia de resonancia magnética (Fig. 1) que era sensible a este movi- miento de las moléculas de agua. Esta secuencia emplea la pérdida de señal generada por la aplicación de unos gradien- tes de campo magnético, localizados alrededor de un pulso de 180º, como método para potenciar en difusión. El primer pulso de gradiente introduce un desfase en los espines en fun- ción de la posición. Después de este pulso de gradiente las moléculas con capacidad de moverse evolucionan cambiando de posición mientras que las moléculas estáticas no varían su posición. Después del segundo pulso de gradiente, con la mis- ma área que el primero, las moléculas estáticas recuperan la fase puesto que no han cambiado su posición. Por otro lado, las moléculas que han cambiado su posición con el segundo lóbu- lo de gradiente, no pueden recuperar la fase produciendo una caída de señal en la imagen final. Esta caída de señal es mayor a medida que el desfase de los espines es mayor, potenciando más en difusión. Para conseguir una mayor potenciación en di- fusión existen dos posibilidades. La primera es separar más los gradientes de difusión permitiendo un mayor desplazamiento de las moléculas y por lo tanto, introduciendo un mayor desfa- se entre las mismas. La segunda opción es aumentar el área de los gradientes de difusión aumentando el desfase entre los espines antes de su desplazamiento, produciendo una mayor caída al final de la secuencia. La potenciación en difusión se mide por el valor b (Ecuación 1): b = Υ 2 G2 δ2(Δ- δ_ 3 ), Ec. 1 donde G representa la intensidad de los gradientes aplicados para la potenciación en difusión alrededor del pulso de 180º, δ representa el tiempo de aplicación de dichos gradientes, Δ es la separación entre los lóbulos de gradiente y Υ es la constan- te giromagnética. Un valor b mayor implica un mayor desfase entre los espines haciendo que movimientos más pequeños pierdan su señal, quedando señal solamente en aquellas re- giones en las que los espines tienen limitado su movimiento. Se puede apreciar que la forma más eficiente de aumentar el valor b, es aumentando el área de los gradientes (Gδ ) puesto que el valor b aumenta cuadráticamente con dicha cantidad. Esta caída de señal de la imagen de difusión por desfase de los espines se suele modelar por una caída monoexponen- cial (Ecuación 2): S = S0 exp—ADC*b, Ec. 2 donde S es la señal de la imagen para cada una de las poten- ciaciones en difusión; S0 es la señal sin aplicar gradientes de 1 *Autor para correspondencia: Javier Sánchez González E-mail: Javier.Sanchez.Gonzalez@philips.com 12 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión potenciación en difusión y está afectada por otros factores de la secuencia como efectos T1 y efectos T2; y coeficiente de di- fusión aparente ADC (en inglés Apparent Diffusion Coefficient) que representa la propiedad del tejido que se quiere medir me- diante técnicas de difusión. ADQUISICIÓN DE IMÁGENES DE DIFUSIÓN La calidad de una imagen médica se puede describir se- gún dos características básicas. La primera y más importante, es la capacidad de la imagen para representar la propiedad que se quiere medir. En el caso de la imagen de difusión, se- ría la elección del valor b de potenciación en difusión para un contraste adecuado. En segundo lugar, la ausencia de artefac- tos que puedan alterar la geometría o puedan enmascarar las propiedades relevantes de la imagen como la relación señal a ruido y la resolución de la imagen. SELECCIÓN DEL VALOR b DE LA IMAGEN Para una correcta selección del valor b en una imagen de di- fusión es necesario tener en cuenta dos aspectos que limitan el rango del mismo para una determinada anatomía (Fig. 2). Lo pri- mero que hay que tener en cuenta para una correcta selección del parámetro b, es que siempre es mejor elegir el valor b más alto posible para cada anatomía. En la figura 2a, se muestran dos ejemplos de la estimación de los valores de ADC con dos conjuntos de datos diferentes. En el primer conjunto (líneas grises) adquirimos las imágenes con dos valores b de 0 y 50 s/mm2. El segundo conjunto de datos (líneas rojas) está adqui- rido con dos valores b pero con más separación entre ellos (0 y 1000 s/mm2). En ambos casos, asumimos que los datos tienen el mismo nivel de ruido representado por las barras de error ver- ticales a 50 y 1000 s/mm2. Debido a la contaminación por ruido de la adquisición, la estimación de los valores de ADC puede variar entre los límites de las líneas grises, para el conjunto de datos 0-50 s/mm2, y límites de las líneas rojas,para el conjunto de datos 0-1000 s/mm2. Se puede apreciar que para la misma relación señal-ruido, cuanto mayor sea la separación entre los valores b, más precisa es la estimación del ADC puesto que los límites de variación de los valores de ADC son más pequeños. Por este motivo, es siempre deseable adquirir imágenes poten- ciadas en difusión con el valor b lo más alto posible. Por otro lado, para definir el límite máximo para la poten- ciación en difusión, nos fijamos en la figura 2b. En esta figura se quiere demostrar que si se adquiere la imagen con una potenciación tan fuerte (en este caso b=600 s/mm2) que haga desaparecer la señal de la imagen, el valor de ADC de ambas curvas es el mismo aunque ambos comportamientos son cla- ramente diferentes. Por este motivo, es necesario asegurar que en la imagen de difusión con el valor b más alto, siempre existe suficiente señal como para permitir una adecuada esti- mación del ADC en los tejidos de interés. Figura 1: Esquema de secuencia de difusión. En la parte de la izquierda se muestra la metodología típica para obtener una potenciación en difusión en una secuencia espín-eco. Se puede apreciar el efecto del gradiente resultante de la combinación de gradientes en distintas direcciones para conseguir una potenciación en difusión en una dirección oblicua del espacio. En la parte de la derecha, se muestra el esquema de la lectura EPI convencional. Bases físicas, adquisición y cuantificación de iMagen potenciada en difusión 13 Figura 2: Muestra los efectos que hay que tener en cuenta para una adecuada selección de los valores b y el efecto que tiene en la cuantifi- cación final del ADC (ver en el texto). En la figura 2c, se pueden ver imágenes adquiridas de un car- cinoma rectal con los mismos parámetros variando únicamente el valor b máximo utilizado en la estimación del ADC, mostrando el cambio del ADC en la parte inferior de la figura. Se puede apreciar que las imágenes de ADC son menos ruidosas a me- dida que aumentamos el valor de b en la segunda imagen de difusión. Teniendo en cuenta ambos conceptos, se puede definir que el mejor valor b para una determinada anatomía, es el mayor posible que mantenga la señal para el valor b más alto. En [2] dan unas indicaciones para una correcta selección de los valores b para diferentes anatomías (Tabla 1). Esquema de potenciación en difusión La difusión es una propiedad vectorial, es decir, su valor cambia con la dirección del gradiente en la que se potencia en difusión aunque todas las secuencias tengan el mismo valor b. Esta característica de la difusión es especialmente relevante en aquellos casos en los que el tejido está muy estructurado, como son los tractos de sustancia blanca.3,4 Para obtener esta infor- mación de direccionalidad habría que variar la intensidad de los gradientes en los tres ejes del espacio XYZ para potenciar en una determinada dirección de difusión, manteniendo constante la intensidad del gradiente final resultado de la combinación de los gradientes en los tres ejes. En el ejemplo de la izquierda de la figura 1, se muestra un gradiente de difusión resultado de la combinación de los gradientes en tres direcciones del espacio diferentes. Esta combinación obtiene una imagen de difusión con una potenciación en una sola dirección del espacio oblicua a los ejes principales. Para adquirir la misma información en dife- rentes direcciones del espacio habría que variar las intensidades relativas en los distintos ejes de gradiente, manteniendo cons- tante la intensidad del gradiente total de la combinación de los tres ejes. Si esta información se adquiere en suficientes direccio- nes de difusión, es posible estudiar la dirección privilegiada de la difusión mediante la metodología del tensor de difusión (DTI de sus siglas en inglés Diffusion Tensor Imaging).5 Por otro lado, este carácter vectorial de la difusión también impone que para tener una adecuada representación de la difu- 14 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión sión media de un determinado tejido es necesario hacer la media de la potenciación de difusión en tres direcciones perpendicula- res del espacio siendo indiferente la orientación de los mismos. Esta propiedad del tejido es conocida como difusión media. REDUCCIÓN DE ARTEFACTOS DE LA IMAGEN Relación Señal a Ruido Aunque el nivel de ruido de la imagen no es un artefacto lo incluimos dentro de esta sección puesto que, como hemos visto en la sección anterior, puede alterar los resultados de la estimación del ADC en las imágenes de difusión. Dentro de este apartado explicaremos los diferentes parámetros de la adquisición que nos permite mejorar la relación señal a ruido (SNR, del inglés Signal to Noise Ratio). La forma más habitual para incrementar la señal es subien- do el número de repeticiones de la imagen con el consecuente aumento del tiempo de exploración. Por otro lado, dentro de las secuencias de difusión existen otros parámetros que nos permiten mejorar la SNR de las imágenes. Si nos fijamos en la Ec.2 se observa que la SNR de las imágenes potenciadas en difusión dependen de la potenciación en difusión, que es el pa- rámetro que queremos estudiar, y de la intensidad de la señal S0. Como ya se ha comentado en la introducción la señal de S0 depende de los efectos T2 y T1 de los tejidos. Normalmente, las secuencias de difusión con múltiples cortes tienen tiempo de repetición bastante largos, por encima de 2500 ms, habien- do poco efecto de saturación T1. Donde se puede recuperar más señal de los estudios de difusión es reduciendo al máximo posible el tiempo de eco (TE) de la adquisición. En la figura 3a se muestran diferentes imágenes con idénticos valores b=0 y 800 s/mm2 en los que se cambia el TE de la secuencia. Se puede apreciar que a medida que aumenta el TE desaparece la señal de aquellas estructuras como el hígado que tienen un T2 más corto limi- tando la capacidad de la difusión para medir de forma adecua- da el ADC de dichas estructuras. En las imágenes con un TE de 55 ms existe una señal suficiente en todas las estructuras incluyendo el hígado. Para poder obtener imágenes con menores TE es necesario aumentar la intensidad de los gradientes de difusión (G) lo máxi- mo posible. En Ec.1 se puede apreciar que un aumento en el área de gradiente de difusión implica un aumento cuadrático del valor b permitiendo reducir la separación entre gradientes y el tiempo de aplicación de los gradientes. En la figura 1 se puede apreciar que una reducción en estos dos parámetros repercute en una reducción en el TE de la secuencia y por lo tanto en un aumento de la señal de la imagen. Por este motivo, es importante que en estudios de difusión siempre se utilice toda la potencia de gra- diente disponible en el equipo de RM. Otra opción que existe en los equipos de resonancia mo- dernos es la opción de combinar la potencia de todos los ejes de gradientes al mismo tiempo mejorando la potencia efectiva de los gradientes de potenciación en difusión. En la figura 3b tenemos un diagrama explicativo de este concepto. En la parte de la derecha de la figura 3b se muestra la potenciación con cada uno de los ejes de gradiente por independiente, utilizando la máxima potencia por cada uno de ellos. Por el contrario, en la parte de la izquierda se utilizan gradientes oblicuos en todas las direcciones y al igual que en el caso anterior utilizando la máxi- ma fuerza de gradiente disponible en el equipo. En este último caso el gradiente efectivo es el módulo de la suma geométrica de los tres gradientes obteniendo un aumento de la potencia de gradiente efectiva de 1.7G (raíz cuadrada de 3 por la poten- cia nominal de los gradientes). Esta estrategia permite reducir el tiempo de eco de la imagen pudiendo recuperar parte de la señal. Las imágenes de difusión de la figura 3b están adquiri- das con los mismos parámetros, cambiando solamente el pa- rámetro para combinarla potencia de los gradientes (gradient Overplus) y por lo tanto el TE. Se puede apreciar que en la ima- gen con este parámetro activo las imágenes tienen una mejor SNR que si la comparamos con el mismo corte de una imagen adquirida sin esta opción activa (imagen de la izquierda). Este aumento en la señal de la imagen se puede apro- vechar para tener más resolución en la imagen final o para aumentar la potenciación en difusión aumentando el valor b de potenciación. Reducción de artefactos geométricos Una vez se ha potenciado en difusión es necesario generar una imagen mediante una estrategia de lectura (Figura 1). Por su buena relación tiempo a ruido, normalmente en las secuencias de difusión utilizan estrategias de lectura basadas en secuencias eco planares (EPI, Echo Planar Imaging). Esta técnica de imagen permite adquirir un corte completo en una sola excitación tenien- Valores b (s/mm2) Regiones anatómicas de interés > 1000 Próstata, Útero, Cérvix, ganglios linfáticos 750-1000 Mama, Tórax, Abdomen (incluyendo región colorrectal, páncreas, riñones y peritoneo). También es aplicable a estudios de cuerpo completo con supresión de la señal de fondo (secuencia DWIBS: diffusion weighted imaging with background suppression). 100-750 Hígado (primario y metástasis) < 100 Se utiliza como técnica de sangre negra (muy útil en la detección de lesiones hepáticas). Tabla 1. Bases físicas, adquisición y cuantificación de iMagen potenciada en difusión 15 do una gran eficiencia en términos de tiempo de exploración. Una de las desventajas de esta técnica es su alta sensibilidad a artefactos geométricos por falta de homogeneidad del cam- po magnético produciendo distorsiones en la imagen final. Esta distorsión ocurre porque la falta de homogeneidad del campo magnético produce variaciones en los gradientes de campo de codificación de la imagen asociando las frecuencias adquiridas a posiciones erróneas en la imagen. Para minimizar estos arte- factos existen varias estrategias desde el punto de vista de la adquisición como pueden ser aumentar el ancho de banda de la adquisición o utilizar técnicas de adquisición en paralelo. Para entender mejor el efecto del ancho de banda en la adquisición nos fijamos en la figura 4. En la parte superior tenemos un esquema que representa el efecto de tener una estructura llena de aire rodeado de agua. Cuando este obje- to está inmerso en un campo magnético uniforme debido a las diferencias en las permeabilidades magnéticas de los dis- tintos componentes (agua y aire), se produce una alteración del campo magnético resultante denominado en el ejemplo como H(x). Esta alteración del campo es la misma tanto en el caso de la izquierda como en el de la derecha. Por otro lado, para la adquisición de la imagen por reso- nancia magnética es necesaria la aplicación de un gradiente de campo magnético G(x). Dependiendo del ancho de banda de adquisición la pendiente de este gradiente es distinta, siendo mayor en el caso de mayor ancho de banda de lectu- ra (parte derecha de la imagen). Como resultado del gradien- te final que percibe el objeto B(x) se puede apreciar en el ejemplo que aunque en ambos casos existe una distorsión en el gradiente de campo, esta diferencia es menor en el caso de mayor gradiente que en el caso de un gradiente de lectura menos potente. Esta menor distorsión en el gradien- te se ve reflejada como una menor distorsión geométrica en la imagen final. En la figura 4 se muestran dos imágenes adquiridas con los mismos parámetros pero con dos anchos de banda diferentes donde se puede apreciar que la imagen adquirida con un mayor ancho de banda presenta menos dis- torsiones que la adquirida con un ancho de banda menor. Otro de los métodos que permite reducir los artefactos de distorsión geométrica son las técnicas de adquisición en paralelo.6,7 Este tipo de técnicas reduce el número de codi- ficaciones de fase de la imagen que las recupera a partir de la información espacial que proporcionan los diagramas de Figura 3: En la parte superior, muestra el efecto del TE en la SNR observando una pérdida de señal a medida que crece el TE de la secuencia. En la parte inferior, muestra la estrategia de utilizar gradiente de difusión utilizando todos los ejes de gradiente al mismo tiempo para tener un gradiente efectivo mayor y poder reducir el TE y ganar más señal en la imagen final. 16 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión Figura 4: Muestra el efecto del ancho de banda en la reducción de artefactos de distorsión geomé- trica en una lectura EPI. En la parte de la izquierda, se muestra el efecto de una adquisición con un ancho de banda reducido, mientras que en la imagen de la derecha se muestra el resultado de la misma adquisición con el máximo ancho de banda. Figura 5: Muestra el efecto de la adquisición en paralelo. En la parte de la izquierda, se muestra una imagen sin aplicar técnicas de adquisición en paralelo mientras que en la imagen de la derecha, se muestra la misma adquisición adquirida con un factor SENSE de 2. Bases físicas, adquisición y cuantificación de iMagen potenciada en difusión 17 radiación de bobinas multicanal (phased array). El efecto de estas técnicas en la adquisición EPI es disminuir el factor EPI de la imagen reduciendo la acumulación de desfase a lo largo de la lectura. En la figura 5 se muestran dos imágenes en las que se mantienen todos los parámetros iguales, incluyendo el ancho de banda, y solamente se cambia el porcentaje de adquisición en paralelo. Se puede apreciar que en la imagen de la derecha, adquirida con un factor de imagen en paralelo mayor, existe una menor distorsión de la anatomía. Reducción de artefactos de supresión grasa Otro de los problemas derivados de las técnicas EPI es el desplazamiento de la grasa. Puesto que la grasa procesa a distinta frecuencia que el agua y que en una lectura EPI se acumula esta diferencia a lo largo de toda la lectura de la imagen se produce un desplazamiento de la señal de la grasa en la dirección de codificación de fase. En la figura 6a se muestra una imagen de difusión en la que no se ha apli- cado ningún método de supresión de la señal de grasa. Se puede apreciar como hay una segunda estructura debido a la señal de la grasa periférica desplazada. En las figuras 6b, 6c y 6d se muestra la misma adquisición con una supresión selectiva (SPIR o SPAIR) y una supresión no selectiva (STIR) en un equipo de 3T. En todas ellas se aprecia que ha reduci- do esta segunda estructura derivada de la señal de la grasa. En las secuencias con supresión selectiva se aprecia una mayor señal especialmente en el músculo si la comparamos con la secuencia STIR. Por otro lado, la técnica SPAIR (Fig. 6c) muestra una mejor supresión comparada con la técnica SPIR (Fig. 6b) derivada del mejor comportamiento de la téc- nica SPAIR frente a variaciones de la intensidad del pulso de supresión por la utilización de pulsos adiabáticos. La ventaja de las técnicas STIR (Fig. 6d) es su menor sen- sibilidad a artefactos de homogeneidad del campo magnético, permitiendo una supresión más uniforme en estudios de cuerpo completo. Por otro lado, la aplicación de técnicas selectivas de supresión son más adecuada para el estudio de zonas específicas debido a su mayor relación señal a ruido en los tejidos blandos.8 Sincronismos Las secuencias de difusión en abdomen superior y tórax son muy sensibles a movimientos respiratorios y del latido cardiaco, que provocan típicamente pérdida de señal deriva- da del efecto de los gradientes de difusión en el movimien- to macroscópico del tejido. Por este motivo, a mayor valor b hay una mayor pérdida de señal, siendo muy típica la pérdida de señal en el lóbulo hepático izquierdo. Por compensar este efecto las adquisiciones en estos dos territorios se suelen realizar con respiración libre y varias repeticiones. Otra aproxi- mación para la adquisición de secuencias de difusiónen terri- torio abdominal o torácico implica el uso de sincronismo respi- ratorio, apnea o navegadores. El sincronismo cardiaco puede ser necesario en las adquisiciones torácicas, sobre todo en el estudio de lesiones paracardíacas o si es necesario visualizar correctamente la información del lóbulo hepático izquierdo. CUANTIFICACIÓN DE IMÁGENES DE DIFUSIÓN La evaluación de las imágenes de difusión se puede hacer de forma visual fijándose en las zonas con mayor intensidad en las imágenes con mayor potenciación en difusión, normal- Reducción de artefactos de la grasa Figura 6: Resultado de aplicar diferentes técnicas de supresión de la grasa. a) Sin supresión, b) SPIR, c) SPAIR y d) STIR. 18 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión mente relacionada con una mayor restricción del movimiento del agua. Esta metodología puede llevar a errores en la eva- luación de las imágenes en función del comportamiento de S0 de los distintos tejidos con los parámetros de adquisición. Para tejidos con valores T2 muy largos puede producirse que incluso para valores b altos estos tejidos sigan manteniendo un valor de la señal superior al resto de los tejidos circundan- tes pareciendo que existe un aumento de la restricción. Sin embargo, esta hiperintensidad no se debe a un aumento de la restricción sino a la diferencia de valores de S0 entre los distintos tejidos debido a sus diferencias en las constantes de relajación. Este error en la evaluación visual de las imágenes potenciadas en difusión se conoce como T2 shine-through. Por otro lado, existe el caso contrario, es decir, tejidos que tienen un T2 muy corto hace que los valores de S0 son tan pe- queños, incluso en la imagen b=0, que no permite su evalua- ción en las imágenes con valores b altos, apareciendo hipoin- tenso en todas las imágenes. Este otro error en la evaluación de las imágenes de difusión se conoce con el nombre de T2 dark-through. La mejor forma de eliminar estos efectos en la evaluación de imágenes de difusión es mediante la cuantifica- ción de parámetros derivados de la difusión. Como se ha comentado anteriormente el principal objeti- vo de los estudios de difusión es la cuantificación del movi- miento del agua. Para calcular esta cantidad bastaría adquirir dos imágenes con los valores b adecuados y extraer el valor del ADC de la ecuación 3: ADC = — ln , Ec. 3 donde ln representa el logaritmo neperiano. Esta cantidad se puede extraer para cada una de las direcciones de difusión, pero lo que suele tener un mayor interés es el promedio de los valores de ADC en todas las direcciones. Este valor se suele conocer como ADC isotrópico o difusividad media. En el caso de tener más de dos potenciaciones en difusión la Ec.3 se puede transformar en una regresión linear ln = – ADC * b , Ec. 4 donde los valores b representan el término independiente, y los valores de ln representán el término dependiente de la recta y ADC representa la pendiente de la recta que es la cantidad que se quiere estimar. Para la cuantificación de la señal de difusión existen otros modelos más complejos como el bicompartimental o IVIM (In- tra Voxel Incoheren Motion)9 en los que asumen que la señal de difusión está compuesta por dos componentes; uno rápido, que representa el componente vascular, y uno lento, que representa la difusión real del tejido. En la figura 7 se muestra una señal de difusión (línea verde claro) formada tanto por el componente rá- pido (línea verde oscuro), como el componente lento (línea gra- nate). Como se puede ver en la señal en los valores b bajo hay una caída rápida de la difusión, asociada a la sangre en movi- miento en red capilar. Por otro lado, a partir de un cierto valor de b esta componente desaparece y solamente permanece la di- fusión propia del tejido sin estar afectada por el movimiento de la sangre. Esta componente se conoce como difusión libre de perfusión. Para una correcta estimación de esta curva hay que adquirir como mínimo 3 valores b diferentes (puntos amarillos en la figura). El primero un valor de b sin potenciar en difusión (b=0 s/mm2), otro valor b donde la contribución de la parte de la sangre es despreciable (en la figura b=300 s/mm2) y finalmente otro valor b en el que se potencie suficiente en difusión.10 Figura 7: Muestra una señal de difusión (línea verde claro) que representa un tejido con un 25% de componente de perfusión en la señal. Esta señal de difusión está formada tanto por el componente rápido (línea verde oscuro), como el componente lento (línea granate). Bases físicas, adquisición y cuantificación de iMagen potenciada en difusión 19 Por otro lado, si la información vectorial de la difusión se adquiere en múltiples direcciones es posible hacer un análi- sis de la difusión de forma que proporcione información de la dirección privilegiada de difusión.5 Como se ha comentado anteriormente en la parte de adquisición es conocido con el nombre de DTI puesto que este movimiento se puede expre- sar matemáticamente como un tensor que describe comple- tamente la movilidad del agua en cada dirección Ec.5. ADC = ADCXX ADCXY ADCXZ ADCYX ADCYY ADCYZ ADCZX ADCZY ADCZZ , Ec. 5 donde ADCij (con i, j = X, Y, Z) representa el valor del ADC en la dirección ij; y donde el tensor tiene una forma simétrica puesto que el ADC en la dirección ij es el mismo que en la dirección ji. Por lo tanto, para adquirir este tensor hay que adquirir como mí- nimo imágenes con potenciación en difusión en seis direcciones diferentes. Es importante destacar que la difusión en cada una de las direcciones, por ejemplo la X, está afectada por la difusión en las otras dos direcciones del espacio, Y y Z. Por lo tanto, para poder obtener una información independiente para cada una de las direcciones es necesario obtener la transformación matricial desde el sistema de coordenadas del equipo de RM a un nuevo sistema de coordenadas donde todos los elementos de la ma- triz descrita por la Ec.5 sean cero menos los elementos de la diagonal (Fig. 8a). El valor de los elementos en la diagonal de la matriz representará los valores máximos de difusión conocidos como autovalores del tensor (λ1, λ2, y λ3) y las direcciones (X’, Y’ y Z’) en las que la difusión es máxima son conocidas como auto- vectores de difusión. Este proceso se denomina diagonalización y proporciona las direcciones de máxima difusividad en orden decreciente (λ1 > λ2 > λ3). Puesto que la representación de un tensor con imágenes es compleja, requiriendo distinto conjunto de imágenes, se ha propuesto una representación en elipsoides. Un elipsoide es una representación tridimensional de la distan- cia de difusión que cubren las moléculas en el espacio para un tiempo de difusión dado. Este elipsoide puede ser representado para cada vóxel de la imagen y puede ser calculado de una forma sencilla a partir de los autovalores (λ1, λ2, y λ3) en las tres direccio- nes privilegiadas de difusión (X’, Y’ y Z’). Del análisis de los autovalores se pueden obtener distin- tos mapas paramétricos de interés. Por un lado, se puede obtener la difusividad media de la misma forma que en los estudios de difusión convencionales como Ec. 6 donde (λ1 + λ2 + λ3) se conoce como la traza del tensor y repre- senta un invariante del tensor de difusión, es decir, la suma de los elementos de la diagonal del tensor es siempre constante independientemente del sistema de coordenadas que se utilice. Este hecho hace posible tener una adecuada representación de la difusividad media adquiriendo solamente la información de di- fusión en tres direcciones perpendiculares del espacio. Figura 8: Muestra la metodología de análisis del Tensor de Difusión. a) Resultado en los ejes de difusión antes y después de la diagonalización para buscar las direcciones privi- legiadas de difusión. b) Mapas paramétricos derivados del análisis de DTI difusividad media y mapas de anisotropía fraccional.c) Criterios y resultado del análisis de fiber tracking. 20 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión Por otro lado, puesto que los autovalores indican la máxi- ma difusividad en forma decreciente, se puede calcular otro parámetro conocido como la anisotropía fraccional o FA (del inglés Fractional Anisotropy) que se calcula como y que tiene un valor de 0 para medios en los que las molécu- las de agua se pueden mover libremente en cualquier direc- ción (completamente isotrópico), y 1 para medios en los que el agua solamente se puede mover en una dirección (comple- tamente anisotrópico) (Fig. 8b) Finalmente, con los autovectores se pueden estudiar caminos privilegiados de difusión del agua a partir del auto- vector que define la dirección de máxima difusión λ1. La fi- nalidad de esta metodología es unir los vectores de máxima difusión entre un vóxel y sus vecinos, de forma que definan un camino bajo unas ciertas condiciones de máxima angula- ción entre el vector de un vóxel y el vóxel contiguo, y valores mínimos de FA (Fig. 8c). Esta metodología permite trazar los tractos de máxima difusión como, por ejemplo, los tractos de sustancia blanca. Metodología de cuantificación del ADC El ADC habitualmente se mide dibujando una o varias regiones de interés (ROI), proceso operador dependiente y no estandarizado. Tampoco hay un consenso sobre la me- dida del ADC más válida, siendo frecuente el uso del valor medio, mediana o mínimo.11 La medida más utilizada es el ADC medio, que representa la magnitud promedio del mo- vimiento de las moléculas de agua en un volumen tisular, aunque no refleja la heterogeneidad de las lesiones. Más práctico es el uso de los histogramas para representar la he- terogeneidad del ADC dentro de una ROI. Los histogramas permiten la diferenciación de los componentes de lesiones con ADC medio, similar pero con distinta distribución de los valores ADC12 (Padhani AR, 2011). Recientemente, se han empezado a utilizar programas de software complejos que registran la información de un mismo paciente en los distintos estudios realizados para el seguimiento de la evo- lución de una patología. Después del registro de los distin- tos estudios se pueden obtener información de volúmenes de la lesión y de los cambios en el ADC con el tiempo, conocidos como mapas funcionales de difusión o mapas paramétricos de ADC.12 CONCLUSIONES En este capítulo, se han tratado los diferentes aspectos necesarios para una correcta cuantificación de imágenes de difusión, desde la adquisición de las imágenes hasta una ade- cuada cuantificación de las mismas. Desde un punto de vista de adquisición, se han tratado técnicas para mejorar la rela- ción señal-ruido teniendo en cuenta las reglas a seguir para tener una adecuada potenciación en difusión que nos permita una correcta estimación del ADC. Por otro lado, se han descri- to las aproximaciones más adecuadas para evitar artefactos como distorsión de las imágenes y artefactos de desplaza- miento químico de la grasa. Finalmente, una vez descritos los detalles de la adquisición, se han explicado las diferentes metodologías de análisis calcu- lando desde el ADC con uno o varios factores b a técnicas más sofisticadas como la metodología de DTI y los mapas de FA. BIBLIOGRAFÍA 1. Stejskal , E., & Tanner JE. Spin diffusion measurements: spin echoes in the presence of time-dependent field gra- dient. Journal of Chemical Physics. 1965; 42(1), 288-292. 2. Padhani, A., Liu, G., Mu-Koh, D., Chenever, T., Thoeny, H., Takahara, T., y otros. 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Diffusion MR imaging for monitoring of treatment response. Magn Reson Imaging Clin N Am 2011; 19, 181-209. 2 EVaLuaCIÓN DEL sNC mEDIaNtE téCNICa DE DIfusIÓN CoN rEsoNaNCIa maGNétICa Iñigo Vicente Olabarria*, José María Ontañón Garcés, Alberto Cabrera Zubizarreta OSATEK. Unidad Hospital Galdakao, Bizkaia, España INTRODUCCIÓN La imagen potenciada en difusión (DWI) es actualmente una secuencia estándar en un gran número de protocolos clí- nicos del sistema nervioso central (SNC). Es cada vez más utilizada en el diagnóstico de patología de diversos tipos, más allá de la isquemia cerebral, en enfermedad neoplásica, in- flamatoria e infecciosa. Sus aplicaciones han aumentado de forma paralela a su desarrollo técnico. En este capítulo revisa- mos las principales aplicaciones de la DWI en el estudio de la patología del SNC. ICTUS ISQUÉMICO Actualmente la DWI es considerada el método más fiable para la detección precoz de la isquimia cerebral. Se han descri- to tres mecanismos principales para explicar la restricción en difusión: variaciones en el volumen del espacio intra y extra- celular, incremento en la tortuosidad del espacio extracelular y disminución de la movilidad en el compartimento intracelular. El factor más importante para explicar la restricción a la di- fusión es el edema citotóxico. Por debajo de un umbral crítico de perfusión de 10-20 ml/100g/min se produce una alteración del metabolismo energético que lleva a un fallo de la bom- ba Na+/K+-ATPasa y otras bombas iónicas.1 Esto conduciría a una alteración de los gradientes iónicos con acúmulo de iones en el espacio intracelular; a ello seguiría un movimiento por ósmosis del agua extracelular al compartimento intracelular donde su desplazamiento está más limitado. La tumefacción celular produce una disminución del espacio extracelular y una disminución de la difusión molecular y del coeficiente de difusión aparente (ADC). En esta fase de edema citotóxico el agua tisular total no está aumentada. Posteriormente se libe- ran factores de mediación de la inflamación desde el tejido *Autor para correspondencia: Iñigo Vicente Olabarria E-mail: ivicente@osatek.net. Fase Hiperagudo (0-6 horas) Agudo (2-24 horas) Subagudo precoz (1-7 días) Subagudo tardío Crónico Fisiopatología Edema citotóxico Edema citotóxico Edema citotóxico con pequeña cantidad de edema vasogénico Edema citotóxico y edema vasogénico Edema vasogénico. A continuación gliosisy pérdida neuronal DWI Hiperintenso Hiperintenso Hiperintenso, hipointensidad giral de hemorragia petequial Hiperintenso (debido al componente T2) Iso a Hipointenso ADC Hipointenso Hipointenso Hipointenso Isointenso Hiperintenso T2 Isointenso Hiperintenso Hiperintenso, hipointensidad giral de hemorragia petequial Hiperintenso Hiperintenso Tabla 1: Evolución de la isquemia cerebral en Difusión. 22 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión isquémico, con lesión de la barrera y extravasación de agua lo que conduce a un edema vasogénico con expansión del espacio intersticial e incremento del agua tisular total. Conse- cuentemente el ADC va incrementándose progresivamente para volver a la línea de base. Finalmente en la isquemia cró- nica se produce gliosis, cavitación progresiva y un incremento de la difusión (Tabla 1). Interpretación de la difusión En los ictus agudos deberían tenerse en cuenta tanto las imágenes potenciadas en DWI como el mapa ADC y las imá- genes potenciadas en T2, ya que tanto áreas con aumento como con disminución de la difusión pueden aparecer hiperin- tensas en DWI. Una lesión isquémica aguda, con restricción en difusión, aparece hipointensa en ADC e hiperintensa en DWI, esto último debido tanto a efecto T2 como a la propia restricción, factores ambos que incrementan la señal en DWI. Una lesión hiperintensa en ADC y en DWI presenta “efec- to T2” (T2-shine through) y puede verse tanto en infartos subagudos tardíos como crónicos, aunque en estos últimos lo habitual es que en el mapa ADC sea hiperintensa y en DWI iso o hipointensa al parénquima sano. Sensibilidad La DWI tiene una alta sensibilidad (88-100%) y especifici- dad (86-100%) en la detección del infarto hiperagudo y agu- do.2 La mayoría de los falsos negativos en DWI son debidos a infartos puntiformes en troncoencéfalo, tálamos o ganglios basales. Los falsos positivos ocurren en pacientes con infartos subagudos o crónicos con “efecto T2”, es decir lesiones hiper- intensas en DWI como resultado de un aumento de la señal T2. La interpretación conjunta de la DWI con el mapa ADC per- mite evitar este “error diagnóstico”. Otros procesos patoló- gicos restringen la difusión: abscesos, tumores, lesiones des- mielinizantes, hemorragia, encefalitis herpética y lesión axonal difusa. Puesto que estas lesiones se analizan en combinación con imágenes morfológicas, T2 y/o T1 tras Gadolinio habitual- mente se diferencian fácilmente de la isquemia cerebral. Evolución temporal de DWI/ADC en el infarto En las fases iniciales se produce un descenso de la di- fusión que, según diferentes autores, puede aparecer a los 11-30 minutos de instaurarse la isquemia.3 La difusión es superior a las imágenes convencionales de RM y TC para la detección del infarto en las primeras 6 horas porque general- mente no existe un incremento suficiente de agua tisular total para la detección de hipoatenuación en TC o hiperintensidad de señal en T2 y FLAIR. Aunque los infartos suelen ser identificados tanto en TC como en RM después de las 6 horas, la DWI también tiene valor pasado este tiempo dado que muestra una mayor sensibi- lidad para la detección de pequeños infartos que pueden pasar desapercibidos en FLAIR o T2. Diferencia pequeñas lesiones isquémicas de sustancia blanca de otras hiperintensidades inespecíficas en T2 y FLAIR que generalmente tienen difusión elevada. Los valores de ADC se recuperan hasta la línea de base o la superan, en un tiempo aproximado de 7-14 días. Múltiples factores pueden alterar la evolución de la DWI y ADC durante la isquemia, incluyendo el tipo de infarto (el des- censo del ADC ocurre antes en los infartos no lacunares que en los infartos lacunares), el estado del paciente y la reperfusión precoz tras tratamiento fibrinolítico. En ausencia de fibrinolisis la reversibilidad a tejido viable de las lesiones agudas con res- tricción en DWI es muy rara. En una revisión de miles de pa- cientes con lesiones hiperintensas agudas en difusión, solo 21 demostraron reversibilidad.4 Se han descrito porcentajes más altos de reversibilidad tras tratamiento fibrinolítico intraarterial o intravenoso (IV).5 Sin embargo, tras la recuperación inicial sue- len producirse, en controles a una semana, recaídas en algunos de los casos, lo que se denomina lesión secundaria tardía. Uno de los factores que puede sobreestimar la reversibilidad es la pérdida de volumen y la retracción tisular lo que conduce a una infravaloración del volumen final del infarto. Aunque los valores de ADC son insuficientes para determinar la viabilidad (influyen otros factores como la duración y la severidad de la isquemia o el estatus de perfusión del tejido), las lesiones con mayor ADC tiene mayor probabilidad de reversibilidad.6 Figura1: Varón 75 años con mismatch DWI-PWI por oclusión de la carótida terminal (TICA). (a) Mapa paramétrico de ADC con restricción a la difusión en territorio de perforantes y rama cortical de la ACM izquierda (rojo). (b) Superposición sobre secuencia Flair de imágenes de PWI con TMax. de 4 (rojo) y 6 (amarillo) segundos. (c) Área de mismatch DWI/PWI (amarillo). (d) 3D TOF con oclusión distal de la carótida interna intracraneal. eValuación del snc Mediante técnica de difusión con Resonancia Magnética 23 Penumbra isquémica En estudios seriados la mayoría de los infartos territoria- les incrementan el volumen del infarto en DWI hasta alcanzar el máximo a las 48-72 horas (con un crecimiento medio de un 20%).7 Esto ha dado lugar al concepto de penumbra que co- rresponde al área de tejido hipoperfundido (mismatch) que, si no es tratado, puede evolucionar a infarto y que rodea al nú- cleo (core) del infarto (Fig. 1). En este contexto clínico las imá- genes en DWI pueden interpretarse en combinación con la perfusión (PWI) para intentar definir la penumbra isquémica y oligohemia. El core isquémico vendría representado por el área de alteración de la difusión y de la perfusión; el área de penumbra y oligohemia tendría difusión normal y perfusión patológica considerando que existe mismatch si la diferencia de volumen es superior a un 20%. También se ha utilizado la difusión en conjunción con la clínica, con la Angiografía por Resonancia Magnética (ARM) o con ambas. Pacientes con un volumen lesional menor de 25 ml con NIHSS ≥ 8 y DWI- ASPECTS (Alberta Stroke Program Early Computed Tomogra- phy Score) ≥ 8 tenían muy buena correlación con el mismatch clásico DWI/PWI.8 En los infartos de pequeño vaso habitualmente la perfu- sión inicial y la lesión en difusión muestran un volumen simi- lar y la lesión en difusión aumenta levemente en el tiempo. Si hay reperfusión precoz la lesión en difusión puede ser mayor que la lesión en perfusión. Transformación hemorrágica (TH) Puesto que se cree que los valores de ADC marcan la severidad de la isquemia, varios estudios han evaluado los mismos para predecir la TH. Las lesiones con mayor volumen (> 100 ml) y los infartos con valores menores de ADC (< 300 x 10-6 mm2/s) tendrían más riesgo de TH sintomática. Estudios más recientes han sugerido que la perfusión en RM es más importante en la predicción de la transformación hemorrágica con un valor predictivo superior al del ADC.9 DWI y etiología del infarto La DWI tiene mayor sensibilidad que las secuencias con- vencionales para definir bilateralidad o afectación de múltiples territorios. Se ha propuesto la DWI como un método para el análisis de los diferentes subtipos de infarto según la clasifi- cación TOAST (Trial of Org 10172 in acute stroke treatment). Aunque los resultados varían en las diferentes series la DWI parece ser un método útil para definir su etiología.10 Imitadores del Ictus A) Lesiones no isquémicas sin alteraciones en difusión Incluyen el vértigo periférico, migraña, crisis, demencia, angiopatía amiloide y alteraciones funcionales y metabólicas. Los déficits clínicos asociados con estos síndromes habi- tualmente sonreversibles. Si la imagen inicial es normal y el déficit clínico persiste se debe repetir la DWI. Pacientes con infartos lacunares de troncoencéfalo o de núcleos grises profundos representan falsos negativos en difusión. B) Síndromes con déficits clínicos reversibles que pue- den tener disminución de la difusión. AIT: El 21-48% de los pacientes con AIT tienen lesiones hiperintensas en DWI concordantes con pequeños infartos, habitualmente menores de 15 mm. La información obteni- da mediante DWI puede cambiar la localización sospechada de la lesión isquémica así como el mecanismo etiológico en más de un tercio de los pacientes.11 Amnesia global transitoria (AGT): Se caracteriza por un fallo de memoria de inicio rápido con amnesia anterógra- da y retrógrada, sin otros déficits neurológicos y que típica- mente se resuelve en 3-4 horas. En ocasiones pueden ver- se lesiones puntiformes con restricción en difusión en los hipocampos, giros parahipocámpicos y esplenio del cuerpo calloso.12 C) Síndromes de edema vasogénico Síndrome de encefalopatía posterior reversible (PRES): Es un síndrome que se asocia a varias entidades clí- nicas entre las que se incluyen hipertensión arterial (HTA), preclampsia-eclampsia, tratamiento inmunosupresor o qui- mioterápico y trastornos hematológicos como el Síndrome hemolítico urémico, púrpura trombócitopénica trombótica (PTT), porfiria aguda intermitente (PAI) y criogloblulinema. En el PRES los hallazgos en RM suelen ser reversibles aunque en ocasiones pequeñas áreas de restricción de la difusión pueden progresar a infarto, incluyendo tejido que inicialmen- te muestra una difusión normal o elevada.13 Síndrome de hiperperfusión tras endarterectomía carotídea: Las imágenes T2 muestran hiperintensidad corti- cal y subcortical que puede imitar un infarto. La DWI muestra incremento de difusión. Se cree que de forma similar al PRES el incremento de presión lesiona las herméticas uniones en- doteliales conduciendo a una fuga capilar y desarrollo de ede- ma vasogénico. Infarto venoso En el infarto venoso el desencadenante es el aumento de la presión venosa y la disrupción de las uniones endoteliales en los capilares, con incremento del volumen del agua extracelular y la consecuente aparición de edema vasogénico. En este punto las lesiones serían reversibles. A continuación se produce un fallo de la bomba Na+/K+-ATPasa, condicionando un incremento del agua intracelular con aparición de edema citotóxico dando lugar a una restricción a la difusión. En contraste con el infarto arterial las lesiones brillantes en DWI podrían ser reversibles de forma completa si se tratan adecuadamente.14 ICTUS HEMORRÁGICO En la hemorragia pueden definirse cinco fases o estados (Tabla 2; Fig. 2). El aspecto variable de la hemorragia intra- cerebral en RM se atribuye al estado de oxigenación de la hemoglobina, estado químico del hierro (férrico o ferroso) y a la integridad de los hematíes. A diferencia del ictus isqué- 24 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión mico hiperagudo en el hematoma hiperagudo el “efecto T2” (shine-through) parece ser un importante componente de la intensidad de señal en DWI. Su corolario, el “T2 blackout effect”, contribuiría en la fase de hiposeñal T2 a la hiposeñal en DWI.15 Los valores de ADC de los hematomas que son hi- pointensos en T2 no pueden ser calculados de forma precisa debido a este efecto.16 Hemorragia hiperaguda: los hematíes recién extravasa- dos contienen hemoglobina oxigenada. En T2 y sobre todo en T2* la hemorragia hiperaguda puede tener un fino e irregular anillo de hiposeñal que se atribuye a la rápida desoxigenación de la interfase sangre-tejido cerebral. La lesión restringe la difusión. No está claro a que es debida la hiposeñal en ADC. Hemorragia aguda: se caracteriza por la formación de deoxiHb, proceso que ocurre primero en la periferia. La le- sión es hipointensa en T2 y sobre todo en T2*. El coágulo se retrae, aumenta el hematocrito y se rodea de edema (puede aparecer como anillo de hiperseñal perilesional en T2). La hi- poseñal en T2 y DWI se atribuiría a la inhomogeneidad del campo magnético causada por la deoxiHb intracelular para- magnética. Hemorragia subaguda precoz: se inicia la respuesta in- flamatoria. Falla el metabolismo de los hematíes y se forma metaHb; disminuye la relajación T1 que conduce a una hiper- señal. La hiposeñal en T2 y DWI se atribuiría a la metaHb intracelular paramagnética. Hemorragia subaguda tardía: se produce una pérdida de la integridad celular y las células se lisan. Con la lisis de los hematíes la metaHb difunde libremente en la cavidad del hematoma y el contenido intracelular se distribuye en el es- pacio extracelular posiblemente causando alta viscosidad y consecuente aumento de DWI; Hemorragia crónica: la hiperintesidad en T1 y T2 dismi- nuye a medida que la concentración de metaHb disminuye. El centro del hematoma puede evolucionar hacia una cavidad llena de líquido con unas características de señal similar a las del LCR. Además las paredes de la cavidad pueden colapsar- se conduciendo a una hendidura. La periferia del hematoma es hipointensa en DWI y en ADC por acúmulo de ferritina y hemosiderina en los macrófagos mientras que la región cen- tral varía en DWI de isointensa a hipointensa en función del mayor o menor contenido líquido del mismo. Hemorragia extraxial: al igual que en la hemorragia paren- quimatosa se pueden diferenciar las 5 fases evolutivas en difu- sión, aunque la vascularización de la duramadre en el caso de los hematomas subdural y epidural y los altos niveles de oxigeno en el LCR en el caso de las hemorragias subaracnoidea e intraven- trivular hace que la evolución entre fases pueda ser más lenta. INFECCIÓN DEL SNC Cerebritis y Absceso En la evolución de la infección por gérmenes piógenos en el SNC se describen cuatro fases: cerebritis precoz, cerebritis tardía, absceso en fase de encapsulación y absceso en fase de encapsulación tardía. Existe cierta discrepancia entre las diferentes fuentes en los intervalos de tiempo se acepta que oscilan de forma aproximada entre 1 a 3 días, 4 a 9 días, 10 a 14 días y más de 14 días respectivamente. La cerebritis precoz se caracteriza por un área mal delimita- da con necrosis, edema, congestión vascular, microhemorragia petequial e infiltrado inflamatorio perivascular. En T1 se muestra como un área mal definida iso o hipointensa, con leve efecto de masa y realce sutil o ausente tras la administración de contraste (Figs. 3). Puede presentar restricción a la DWI posiblemente de- bido a la hipercelularidad, isquemia o edema citotóxico.17 En la cerebritis tardía hay una licuefacción central con pared periférica de grosor variable y mal delimitada que capta contraste sin las características de señal y morfología típicas de la cápsula del absceso. Fase Tiempo Hb Localización T1 T2 DWI ADC T2* Hiperaguda < 24 h OxiHb, intracelular Iso o Hipo Hiper Hiper Hipo Variable Aguda 1 – 3 d DeoxiHb, intracelular Iso o Hipo Hipo Hipo Hipo Hipo Subaguda precoz > 3 d MetaHb, intracelular Hiper Hipo Hipo Hipo Hipo o Iso Subaguda tardía > 7 d MetaHb, extracelular Hiper Hiper Hiper Hipo Hiper Crónica > 14 d Ferritina y hemosiderina, extracelular Iso o Hipo No colapsado: • Periferia: Hipo • Centro: Hiper Colapsado: Hipo Hipo No colapsado: • Periferia: Hipo • Centro: Hiper Colapsado: Hipo No colapsado: • Periferia: Hipo • Centro: Hiper Colapsado: Hipo Tabla 2: Hallazgos en DWI en las diferentes fases evolutivos de la hemorragia intracraneal. eValuación del snc Mediante técnica de difusión con Resonancia Magnética 25 Figura 2: Los 5 estadios de metabolización de la hemoglobina con difusión. De izquierda a derecha cada columna T1, b 1000, ADC y T2. Hematoma en fase hiperaguda (a), aguda (b), subaguda precoz (c), subaguda tardía (d) y crónica (e). 26 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión En la fase deabsceso precoz aparece una cápsula de grosor homogéneo rodeando un área con restricción de la difusión. En algunos casos la restricción puede ser exclusiva- mente parietal debiéndose establecer el diagnóstico diferen- cial con abscesos no piógenos o tumores necróticos. En la fase de absceso tardío el grosor de la cápsula se hace más uniforme, con restricción de la difusión mas homo- génea debido a la alta viscosidad y a la celularidad del pus.19 Pequeños abscesos piógenos pueden tener valores de ADC normales. El valor de ADC varía en función del tiempo de evolución, del tratamiento (antibiótico o drenaje) y del estado inmune del paciente. Con tratamiento antibiótico adecuado el valor de ADC va aumentando; la persistencia de un ADC bajo o la recurrencia a bajos valores de ADC en un absceso tratado se ha relacio- nado en diferentes series con la reactivación de la infección o el fallo de la antibioterapia.18 La DWI es útil para diferenciar entre abscesos y neoplasias quísticas o necróticas (Fig. 3). Los ratios de ADC con el parénquima normal son mayores en las neoplasias que en los abscesos pero pueden no diferen- ciar aquellas de los abscesos no piógenos.19 Tuberculosis cerebral Los tuberculomas no caseificados y los caseificados con licuefacción central suelen ser hiperintensos en T2 con res- tricción a la difusión. Los tuberculomas caseificados y sin li- cuefacción interna no suelen restringir y tienen una señal T2 más baja, iso o hipointensos a la sustancia blanca. La DWI puede ser útil en la diferenciación entre este último tipo de tuberculomas del linfoma en el paciente VIH.20 Infección fúngica: La Criptococosis puede producir meningitis, pseudo- quistes y criptococomas. Los pseudoquistes tienen una señal T2, DWI y valores de ADC similares al LCR. Los criptococo- mas son raros, generalmente tienen un tiempo de relajación alto en T1 y T2 y no restringen la difusión, hallazgo este que puede diferenciarlos de los abscesos piógenos.21 Los abscesos cerebrales por Aspergillus puede mostrar hiposeñal en T1 con pequeños focos hemorrágicos o por de- pósito de sustancias paramagnéticas (hierro o manganeso), más evidentes en eco de gradiente. Su comportamiento en difusión es variable pudiendo verse restricción en la pared con un core con difusión facilitada; el infarto y hemorragia asociados a la invasión vascular y la formación de aneurismas restringen la difusión.22 Figura 3: Absceso cerebral único en paciente en tratamiento corticoideo crónico por sarcoidosis. Utilidad del b 3000: la restricción central es más evidente a medida que aumenta el factor b de difusión (a-d: respectivamente b 1000. b 3000, ADC, T1+Gd). Buena respuesta al tratamiento antibiótico con difusión facilitada en el control posterior (e,f: b 3000 y ADC). eValuación del snc Mediante técnica de difusión con Resonancia Magnética 27 Parásitos Toxoplasmosis El comportamiento en difusión es muy variable. Se han intentado usar los ratios de ADC con la sustancia blanca con- tralateral sana para diferenciar toxoplasmosis de linfoma en el paciente VIH. Los resultados obtenidos no son concluyentes debido principalmente a la variabilidad del comportamiento en difusión de la toxoplasmosis.23 Infección extraaxial Meningitis y empiemas La DWI muestra con mayor claridad que las secuencias convencionales las complicaciones extraaxiales.24 Ocasional- mente pueden verse restricciones de la difusión en el espacio subaracnoideo. Estas áreas de restricción a la difusión suelen localizarse con más frecuencia en los lóbulos frontales por la mayor superficie de espacio subaracnoideo. En algunas series se ha relacionado el hallazgo con un peor pronóstico del proce- so. Se ha descrito un comportamiento en DWI diferente entre los empiemas subdurales y epidurales. Estos últimos pueden mostrar un patrón mixto o de señal baja en DWI debido a un curso clínico más largo con presencia de pus crónico con pro- piedades diferentes en DWI (más debris y menos celularidad viable) y a las diferentes condiciones físicas que rodean los empiemas epidurales (más alejados del espacio subaracnoi- deo, con mayor retraso en la esterilización y diferencias en la presión, entre otros factores) que pueden justificar diferencias en la actividad de los polimorfonucleares o en el contenido de los mismos.24 La DWI es la secuencia más sensible para la detección del empiema intraventricular. Virus En la encefalitis herpética existe restricción de la difu- sión por edema citotóxico del córtex afectado, habitualmente temporal mesial, insular y cingular anterior, que evoluciona ha- cia la necrosis. En la fase aguda se produce hiperseñal cortical giriforme en la DWI que puede preceder a las lesiones visibles en T2 y FLAIR. En la fase aguda tardía y subaguda precoz (de 3 a 7 días) disminuye el infiltrado perivascular y aparece el edema vasogénico en la sustancia blanca. En la fase subagu- da tardía y crónica (a partir de la segunda semana) aparece la necrosis y la desmielinización condicionando pérdida de volu- men con alta señal T2 y mayores valores de ADC.25 La DWI es el método de elección para la monitorización de la respuesta y puede ser útil en la diferenciación de la en- cefalitis de los tumores infiltrativos gliales de bajo grado del lóbulo temporal.26 En la leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP), las lesiones agudas o la periferia de las lesiones grandes muestran bajo ADC e hiperseñal en DWI, por el importante aumento de los macrófagos y las inclusiones intracitoplásmi- cas en los oligondendrocitos. Las lesiones crónicas y el área central de las lesiones de mayor tamaño tienen una difusión facilitada por el aumento del espacio extracelular con esca- sos oligodendrocitos y macrófagos y desmielinización. Se ha demostrado la utilidad de la difusión en la monitorización de la respuesta al tratamiento en el paciente VIH con terapia HAART, con menor hiposeñal central en DWI y una resolución de la restricción periférica de la difusión a los seis meses. Su utilidad es menor en el seguimiento de pacientes con esclero- sis múltiple en tratamiento con Natalizumab dado que la LMP en estos casos puede cursar sin restricción a la difusión.27 Prionopatías En la forma esporádica de C-J, los hallazgos en RM pue- den preceder a la clínica, sobre todo con el uso de la DWI.28 Existe hiperseñal cortical, frecuentemente asimétrica en fases iniciales, y en ganglios de la base, especialmente en el cuerpo estriado, con gradiente anterior a posterior.29 Pueden existir alte- raciones de la señal del tálamo y sustancia gris periacueductal. En fases iniciales la restricción a la difusión sería debida a la pre- sencia de priones y de vacuolas intracitoplásmicas. Conforme la enfermedad progresa la DWI se puede normalizar por la muerte neuronal con la consecuente disminución del número de vacuo- las y aparición de gliosis. Aunque la DWI no está incluida en los criterios del C-J esporádico de la OMS el consorcio europeo de RM y CJ ha sugerido su inclusión. En algunas series la DWI se ha mostrado más sensible que el EEG y que el estudio de la proteína 14-3-3 y enolasa específica de neurona en el LCR para el diagnóstico en las fases iniciales de la enfermedad. En la variante de C-J el patrón de afectación es diferente. Se ha descrito una restricción a la difusión casi siempre simé- trica del pulvinar talámico, mayor que en ganglios de la base (signo del pulvinar).30 Ocasionalmente se puede ver el signo del “hockey stick”, por afectación concomitante de los pulvinares y núcleos talámicos dorsomediales, atrofia cerebral y cerebelo- sa. Los criterios de la OMS para el diagnóstico de la variante sí incluyen este signo como criterio de probabilidad diagnóstica. TUMORES Tumores extraaxiales La mayor utilidad práctica de la difusión reside en la di- ferenciación entre quiste aracnoideo y quiste epidermoide. El contenido interno con debris/queratina del quiste epider- moide condiciona restricción de la difusión,a diferencia del aracnoideo que no restringe. Además del quiste epidermoide los quistes dermoides se han descrito con restricción a la difu- sión si bien presentan componente graso evidente en las se- cuencias convencionales. Se ha descrito también su utilidad en la diferenciación entre meningiomas típicos (grado I) de los atípicos (grado II) y anaplásicos (grado III) aunque existen discrepancias entre estudios.31 Tumores intraaxiales Se ha descrito la utilidad de la difusión en la diferenciación de tumores de alto y bajo grado. La restricción de la difusión en el componente sólido de los tumores de alto grado es de- bida a una disminución del espacio extracelular y a un mayor ratio núcleo/citoplasma en las células tumorales. Sin embargo existe solapamiento en los valores de ADC entre tumores de alto y bajo grado por lo que la diferenciación entre ambos no 28 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión se puede establecer únicamente en base a la difusión; la com- binación de bajos valores de ADC y altos de volumen cerebral relativo rCBV contribuiría a una mejor clasificación.32 En el caso del linfoma del SNC los valores de ADC y los ratios con la sustancia blanca contralateral se han descrito útiles para la diferenciación con los glioblastomas siendo ambos menores en el linfoma debido a su elevada celulari- dad.33 Por este motivo la difusión es útil en los meduloblas- tomas. La difusión se ha utilizado para la diferenciación de los distintos tumores infratentoriales de la edad pediátrica o en adultos jóvenes, aunque los resultados no son concluyen- tes debido al solapamiento histológico entre los diferentes subtipos y por la heterogeneidad de las lesiones. De todos los tumores infratentoriales el único que presenta difusión facilitada, similar al LCR en el componente sólido, es el he- mangioblastoma.34 Una elevación rápida de los valores de ADC durante el tratamiento quimio o radioterápico indica una buena respuesta al tratamiento.35 Se ha intentado utilizar la difusión en el diagnóstico dife- rencial entre los tumores primarios y secundarios del SNC en base a valores ADC obtenidos en el parénquima peritumoral. En el parénquima perilesional de las metástasis suele existir edema vasogénico mientras que en los tumores primarios, especialmente en los de alto grado, suele existir una combina- ción de edema vasogénico e infiltración tumoral. Sin embargo se considera que un valor aislado de ADC puede no diferen- ciar el edema peritumoral asociado a infiltración del edema aislado. Aunque la necrosis tumoral no suele restringir la di- fusión en ocasiones las metástasis pueden tener un aspecto similar a los abscesos (Fig. 4). Figura 4: Metástasis cerebral en paciente alcohólico y fumador que ingresa con crisis convulsiva aislada y sin fiebre. En analítica sanguínea 13.200 leucocitos sin desviación izquierda. Lesión bilobulada con edema en precuneo derecho con restricción a la difusión en el lóbulo profundo que planteó diagnóstico diferencial con absceso. La restricción se describió inicialmente en metástasis de tumores mucinosos pero también es visible en otros tipos histológicos. El glioblastoma multiforme y la radionecrosis pueden ocasionalmente presentar este comportamiento. eValuación del snc Mediante técnica de difusión con Resonancia Magnética 29 ESCLEROSIS MÚLTIPLE (EM) Las lesiones desmielinizantes agudas pueden presentar restricción a la difusión, principalmente en sus márgenes, así como en las lesiones de tipo pseudotumoral. Este patrón no es específico aunque si sugestivo de proceso desmielinizante. Este hallazgo puede ser útil para diferenciarlo de otros procesos expansivos como los glio- mas en los que la restricción suele ser homogénea en el componente sólido debido a la alta celularidad. Se ha des- crito que ocasionalmente, lesiones en fases hiperagudas (2-7 días) pueden mostrar restricción de la difusión prece- diendo a la captación de gadolinio. Esta restricción tiende a normalizarse en fases posteriores en las que aparece cap- tación de contraste. Se ha intentado diferenciar las placas agudas de las cróni- cas usando los valores de ADC y de fracción de anisotropía, con resultados dispares. Los valores de difusión son más al- tos en las lesiones hipointensas en T1 comparados con las lesiones captantes o isointensas en T1. Estas lesiones hipo- intensas en T1 pueden ser debidas tanto a “agujeros negros” como a lesiones agudas con aumento del espacio extracelular debido al edema e inflamación. Por este motivo la predicción de la actividad de la enfer- medad en base a los valores de difusión y a la medida de ADC no es fiable.36 Figura 5: Paciente con sepsis severa de ori- gen urológico que presenta estatus convulsivo y coma. Hiperseñal en Flair y restricción de la difusión en cíngulo, ínsulas e hipocampos (a, b flair coronal; c, d DWI con b-1000). Mejoría clínica y radiológica en DWI a los 17 días (e) y al mes (f). Otras lesiones que pueden mostrar restricción reversible de la difusión cortical son la migraña- epilepsia, la enfermedad mitocondrial y la amne- sia global transitoria. 30 Bases, conceptos técnicos y aplicaciones clínicas de la RM difusión EPILEPSIA La activación del foco epileptógeno en un paciente con es- tatus epiléptico incrementa las necesidades de consumo de O2 y de glucosa. Cuando el flujo cerebral local no es suficiente para prevenir la hipoxia, la glicolisis anaerobia con producción de ácido láctico, reducción del ATP y fallo de las bombas de Na+/K+ induce un edema citotóxico y reduce el espacio extrace- lular. Posteriormente la lesión de la BHE, con alteración de per- meabilidad y la muerte celular favorecen el edema vasogénico, de manera que dependiendo del tiempo de evolución del esta- tus, el edema puede ser citotóxico o vasogénico y la difusión puede estar restringida, facilitada o ser una mezcla de ambas.37 Aunque la restricción a la difusión es mucho más frecuente tras crisis convulsivas generalizadas o focales también se des- cribe en el estatus no convulsivo y tras crisis aisladas. Dura 1-3 días y suele resolverse de forma completa al noveno día. En el período inter o postcrítico el ADC vuelve a valores normales o puede estar facilitado por el aumento del espacio extracelular tras la degeneración y muerte neuronal y glial (Fig. 5). El diagnóstico diferencial en la restricción a la difusión hipo- campal incluye la isquemia aguda por compromiso de la arteria cerebral posterior, la amnesia global transitoria y la encefalitis límbica. Cuando coexiste con restricción cortical hay que pen- sar también en encefalopatía anóxica o hipoglucemia.38 ALTERACIONES METABÓLICAS En la encefalopatía de Wernicke (EH) se produce res- tricción leve a la difusión en fase aguda característicamente localizada en los núcleos paramediales del tálamo y en la sus- tancia gris periacueductal.39 La afectación de los ganglios de la base se describe en edad infantil. Algunos artículos inclu- yen las cifras de ADC de estos pacientes, superiores a 550 x 10-6 mm2/s, en el rango del ADC de la penumbra isquémica, por lo que son lesiones potencialmente reversibles si se ins- taura tratamiento adecuado. En la enfermedad de Marchiava Bignami (MBD) se pro- duce una disminución del ADC en fase aguda y en ocasiones captación de contraste. En la forma crónica pueden aparecer focos de necrosis y la difusión está facilitada. La alteración de la señal puede extenderse a la sustancia blanca hemisférica e incluso al córtex.40 El síndrome de Desmielinización Osmótica (SDO), pre- viamente conocido como mielinolisis central pontina o mieli- Figura 6: Restricción de la difusión en el esplenio del cuerpo calloso en paciente con encefalitis secundaria a rotavirus (a-d) con resolución a integrum en el control posterior (e-f). eValuación del snc Mediante técnica de difusión con Resonancia Magnética 31 nolisis extrapontina, se caracteriza por una desmielinización que afecta predominantemente
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