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Radiología Intervencionista: Manual de instrucciones básico para residentes Poster No.: S-0178 Congress: SERAM 2014 Type: Presentación Electrónica Educativa Authors: I. Belda Gonzalez, D. Soliva Martínez, T. Martínez Fernández, P. Fernández Iglesias, J. A. Martínez Yunta, E. Catalá Rubio; Cuenca/ES Keywords: Educación, Intervencionista no vascular, Intervencionista vascular, Arteriografía con catéter, Percutáneo, Telerradiología, Instrumentación, Punción, Patología DOI: 10.1594/seram2014/S-0178 Any information contained in this pdf file is automatically generated from digital material submitted to EPOS by third parties in the form of scientific presentations. References to any names, marks, products, or services of third parties or hypertext links to third- party sites or information are provided solely as a convenience to you and do not in any way constitute or imply ECR's endorsement, sponsorship or recommendation of the third party, information, product or service. 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Page 2 of 57 Revisión del tema 1.- INTRODUCCIÓN 2.- EVALUACIÓN DEL PACIENTE 3.- CONSENTIMIENTO INFORMADO 4.- CONTRAINDICACIONES 5.- COMPLICACIONES Y SEGUIMIENTO 6.- INTERVENCIONISMO GENERAL 7.- INTERVENCIONISMO DE LA MAMA 8.- INTERVENCIONISMO EN UROLOGÍA 9.- INTERVENCIONISMO EN NEFROLOGÍA 10.- INTERVENCIONISMO DE APARATO DIGESTIVO 11.- OTROS: INTERVENCIONISMO VASCULAR. TORÁCICO. GINECOLÓGICO. OFTALMOLÓGICO. 1.- INTRODUCCIÓN: Las nuevas tecnologías permiten que los procedimientos intervencionistas percutáneos sean menos invasivos que la cirugía convencional, sin embargo los pacientes sometidos a procedimientos intervencionistas también corren el riesgo de sufrir complicaciones, de ahí la necesidad de una adecuada indicación del procedimiento, preparación de la técnica y del paciente previo a intervención, debiéndose valorar el riesgo- beneficio individualmente en cada paciente. Además algunas intervenciones precisan un seguimiento a largo plazo para asegurar el éxito del procedimiento realizado. Gracias a que se trata de intervenciones mínimamente invasivas, los procedimientos intervencionistas han tenido una rápida expansión en el trabajo intrahospitalario. Pero no están exentos de complicaciones por lo que precisan una valoración muy precisa del paciente con una historia clínica, anamnesis y exploración física y radiológica adecuada que permitan una indicación adecuada de la técnica a realizar, valorando, como ya se ha comentado, el riesgo-beneficio para así minimizar en lo posible las complicaciones posteriores. Page 3 of 57 2.- EVALUACIÓN PREVIA DEL PACIENTE: 2.1- HISTORIA CLÍNICA: • Antecedentes médicos: Datos personales (edad, sexo, situación social), enfermedades agudas y crónicas previas y antecedentes quirúrgicos. Alergias conocidas, hábitos tóxicos y medicaciones usuales. Estos antecedentes nos pueden permitir valorar posibles riesgos de intervenciones y hacer un pronóstico de evolución de ciertas enfermedades. • ANAMNESIS: Información directa dada por el paciente a cerca del episodio actual, incluyendo el síntoma principal, síntomas acompañantes, inicio de la sintomatología, evolución en el tiempo, circunstancias precipitantes del mismo....En algunas circunstancias esta anamnesis debe ser dirigida hacia determinados síntomas con características específicas de determinadas enfermedades. 2.2.- EXPLORACIÓN FÍSICA: • Nos permite confirmar la impresión clínica obtenida con la anamnesis y debe ser suficientemente detallada como para permitir apreciar cambios en dicha exploración en posteriores seguimientos en consulta. • La exploración esta compuesta por: 1. Inspección de paciente: Estado físico y mental del paciente. 2. Auscultación: Permite descartar patologías cardiopulmonares y detectar lesiones vasculares que se presentan con un soplo sobre el vaso estenótico. A nivel intestinal pueden orientar hacia un proceso obstructivo o paralítico. 3. Palpación: Aporta información sobre posibles organomegalias, lesiones cutáneas o superficiales. En el abdomen, por ejemplo, es eficaz para detectar aneurismas infrarrenales. 4. Palpación de pulsos periféricos: Es fundamental en el paciente vascular, útil para la planificación del procedimiento y desvela posibles accesos vasculares alternativos. 3.- CONSENTIMIENTO INFORMADO: Es imprescindible antes de realizar cualquier intervención. Tanto la familia como el paciente deben estar informados tanto del procedimiento a realizar como de la posible morbimortalidad asociada al mismo. Page 4 of 57 El consentimiento debe incluir: • En qué consiste el procedimiento. • Alternativas existentes, incluyendo las consecuencias de no realizar el procedimiento. • Las posibles complicaciones, sin olvidar las secundarias a la principal. El paciente debe estar en condiciones cognitivas de dar su autorización y firmar el consentimiento, si no es así, son los familiares o tutores legales, en caso de menores de edad, los responsables de firmar dicho consentimiento. En caso de rechazo de la intervención por el paciente o sus tutores, éste debe ser también firmado, previa explicación de las consecuencias de no realizar la intervención. Excepcionalmente, en casos de urgencia vital en los que se supone que el paciente daría su consentimiento para la realización de una intervención lex artis, no sería necesaria esta firma. Es importante también conocer si el paciente tiene firmadas voluntades anticipadas sobre su manejo terapéutico. 4.- CONTRAINDICACIONES: Una vez realizada la evaluación clínica del paciente así como las pruebas complementarias precisas se puede definir tanto la indicación como la contraindicación de un determinado procedimiento intervencionista. Teniendo en cuenta siempre que se debe valorar el riesgo-beneficio en cada paciente de manera individual. Las contraindicaciones absolutas son pocas. Sin embargo, existen contraindicaciones relativas que dependerán fundamentalmente del grado de urgencia con que se deba realizar el procedimiento. En otras ocasiones el procedimiento intervencionista se realiza como alternativa cuando el riesgo quirúrgico es elevado, debido a su menor agresividad. Pero dado que no está exento de complicaciones en aquellos pacientes ancianos o de alto riesgo es recomendable estimar el riesgo de complicaciones cardiovasculares y pulmonares, podría ser necesario realizar ECG y radiografía de tórax, y añadir dicho riesgo al consentimiento informado. Contraindicaciones relativas: • Falta de acceso adecuado: Los procedimientos percutáneos (biopsias, colocación de catéter...) precisan siempre de la realización previa de un Page 5 of 57 estudio de imagen (radiología simple, ecografía, TC y/o RM) antes de realizar el procedimiento, ya que nos permiten: - Descartar la presencia de estructuras anatómicas importantes en el trayecto de la punción. - Revelar la presencia de colecciones líquidas, como ascitis o derrames pleurales. - También son útiles en el momento de programar la intervención, evaluando accesos alternativos y disminuyendo el riesgo de hemorragia,al permitir valorar el grado de vascularización de las lesiones o estructuras en el trayecto escogido. • Relacionadas con el contraste: Algunos estudios de imagen obligan al uso de material de contraste. Las contraindicaciones al uso de contraste yodado incluyen: La alergia, el hipertiroidismo, el mieloma múltiple y la nefropatía. Aunque son contraindicaciones relativas siempre según la urgencia del procedimiento. Si se decide finalmente usarlo es necesario realizar una analítica que contenga al menos el nivel de creatinina y la función tiroidea ya que la nefropatía y la crisis tireotóxica, pueden aparecer hasta meses después de la administración de contraste. Para prevenir estas complicaciones se puede utilizar, por ejemplo sustancias como perclorato de sodio o fármacos antitiroideos, para bloquear la glándula tiroidea y evitar así la crisis tireotóxica. • Trastornos de la coagulación y trombocitopenia: Todo paciente que se somete a un procedimiento percutáneo sufre el riesgo de hemorragia, por lo que deben tenerse en cuenta trastornos de la coagulación y trombocitopenia que puedan aumentar este riesgo y considerarlos como contraindicaciones, fundamentalmente cuando el procedimiento se esta realizando cerca de estructuras que son especialmente sensible como puede ser la médula ósea. Por lo tanto, es imprescindible también previo a dicha intervención el contar con una analítica reciente que incluya un hemograma y una prueba de coagulación, para poder evaluar es riesgo hemorrágico. • Sepsis: Generalmente es una contraindicación para un procedimiento intervencionista salvo que dicho procedimiento esté dirigido a la resolución de la causa de la sepsis, como por ejemplo el drenaje biliar en una colangitis o un absceso. • Contraindicaciones relacionadas con el órgano a tratar: Para evaluar las contraindicaciones específicas de cada órgano, y asegurar el tratamiento más adecuado así como la optimización del balance riego-beneficio para el paciente es necesario que cada caso sea evaluado con un enfoque multidisciplinar, es decir, con médicos de otras especialidades relacionadas con el órgano a tratar. Page 6 of 57 5.- COMPLICACIONES Y SEGUIMIENTO: Las complicaciones de un procedimiento intervencionista pueden surgir de forma inmediata (aparecen durante el procedimiento o inmediatamente después) o de forma tardía, por lo que para su detección es necesario realizar un seguimiento del paciente. 5.1.- Complicaciones inmediatas: Para su detección se debe monitorizar al paciente, al menos presión arterial y frecuencia cardiaca, y en pacientes de mayor riesgo y ciertos procedimientos, incluir además la monitorización de la saturación de oxígeno y el ECG. Las más habituales son las siguientes: • Reacción alérgica: Se trata administrando antihistamínicos (bloqueantes de H1 y H2) y corticoides; y en algunos casos puede ser necesario administrar catecolaminas (adrenalina). • Insuficiencia respiratoria: Su aparición obliga a la intubación, por lo que estos pacientes deben estar en ayunas previamente a la intervención. • Complicaciones cardiovasculares: Pueden requerir el uso de catecolaminas. • Shock: Taquicardia asociada a hipotensión. Puede ser causado por complicaciones cardiovasculares o reacciones alérgicas. • Reacción vagal: Es una complicación frecuente caracterizada por bradicardia e hipotensión. El tratamiento consiste en al administración de atropina. • Dolor: Existen procedimientos que por el territorio en el que se realizan o por la forma en que se realizan pueden ser dolorosos. El dolor se trata administrando analgésicos antes, durante y después del procedimiento. La pauta de tratamiento dependerá del tipo de procedimiento, desde solamente analgésicos del tipo AINES, en los procedimientos menos dolorosos, hasta el uso de opiáceos potentes en las intervenciones más dolorosas. Se debe considerar también la posibilidad de usar medicación ansiolítica/sedante. • Trombosis: En pacientes que se someten a procedimientos endovasculares. 1. Para evitar la trombosis inmediata se debe usar heparina durante el procedimiento (procedimiento terapéutico: 100UI/Kg. i.a.) El uso y la cantidad dependerán del procedimiento y del riesgo individual del paciente. Page 7 of 57 2. Para evitar las complicaciones tromboembólicas tardías se recomienda la administración de heparina de bajo peso molecular durante las 48 horas posteriores al procedimiento. 3. Si el paciente no está antiagregado previamente al procedimiento, podría estar indicada una dosis de carga por ejemplo de clopidogrel 300mg v.o., para evitar complicaciones trombóticas. • Hemorragia: Puede ser inmediata o tardía. 1. Su tratamiento requiere el uso de expansores de volumen, concentrados de sangre y sustitución de plasma y plaquetas, por lo que es imprescindible en todos los pacientes tener disponible un acceso venoso permeable. A veces, puede ser necesario utilizar técnicas endovasculares como al embolización para parar la hemorragia. 2. Se puede producir por punciones inadecuadas o incorrectas. 3. La mayoría de hemorragias son de poca importancia, pero si el diámetro del material usado es mayor, existen alteraciones de la coagulación, se trata de una estructura muy vascularizada o existen estructuras cercanas que pueden ser sensibles la importancia de estos sangrados puede ser mucho mayor, llegando a representar una verdadera emergencia. 4. Existe además riesgo de infección del hematoma, lo cual debe tenerse en cuenta. • Derivadas del acceso: 1. Son fundamentalmente: Neumotórax, perforación de órganos sólidos/ huecos y fístulas vasculares/no vasculares. 2. La mayoría suelen ser autolimitadas y no requieren ninguna actitud agresiva. 3. Sin embargo, es importante saber que estas pueden producirse y por lo tanto, en cualquier procedimiento es necesario realizar las pruebas de imagen necesarias, posteriores al procedimiento que descarten su existencia, como pueden ser radiografía simple de tórax o una ecografía, fundamentalmente cuando durante el procedimiento ha existido algún incidente que pueda suponer un mayor riesgo de complicación, por ejemplo punciones múltiples. • Infección: Es una complicación de gran importancia por su frecuencia, que obliga a realizar antibioterápia. El tipo de antibiótico dependerá de la región anatómica en la que se esté trabajando, y siempre que sea posible se debe enviar cualquier muestra obtenida de líquido orgánicos, abscesos, etc. a microbiología para la elección del antibiótico más adecuado. Las indicaciones para una antibioterápia profiláctica son: 1. Intervenciones en regiones anatómicas y órganos en los que una infección suponga una elevada morbimortalidad, por ejemplo, una válvula aórtica infectada. Page 8 of 57 2. Cuando se establezca comunicación entre un sistema estéril y otro no estéril, por ejemplo, drenaje biliar. 3. Cuando exista una manipulación prolongada. 4. En pacientes inmunodeprimidos, por ejemplo, al colocar reservorios para quimioterapia. • Nefropatía por medio de contraste: 1. Se puede producir una insuficiencia renal aguda y el riesgo es mayor en pacientes diabéticos. 2. Lo fundamental para evitarlo es una correcta hidratación del paciente tanto previa como posterior al uso de contraste, siendo esto especialmente importante en pacientes ancianos, que suelen estar deshidratados de una manera crónica. Se debe administrar como mínimo 12 horas antes y hasta 24 horas después del procedimiento. 3. Consideración especial precisan los pacientes con insuficiencia cardiaca ya que una excesiva hidratación en estos pacientes puede producir edema pulmonar, por lo que precisan en algunos casos una valoración previa por parte del especialista en cardiología. 4. Existen otras formas de renoprotección, más discutidas, como el uso de N- acetilcisteína (600mg v.o. / 12h). • Relacionadas con los catéteres o drenajes percutáneos: Existen muchos factores en los catéter que pueden dar lugar a un mal funcionamiento de los mismo como la formación de incrustaciones, acodaduras del catéter,perdidas accidentales, etc. De ahí la necesidad de realizar un control adecuado de los mismos, fundamentalmente por personal entrenado en su manejo, e incluso en muchos casos por el propio paciente. 5.2.- Seguimiento tardío: Existen intervenciones que precisan un seguimiento a largo plazo que asegure el existo del procedimiento, siendo las más frecuentes las endovasculares. El contacto con el paciente no solo ayuda para conocer la evolución del procedimiento, si no para conocer aspectos que podrían mejorarse del mismo, así como para educar al paciente sobre factores de riesgo, manejo de catéter, etc. y así ayudar al éxito del tratamiento. 6.- INTERVENCIONISMO GENERAL: Dentro del intervencionismo general se incluyen una serie de procedimientos básicos tanto diagnósticos como terapéuticos que son realizados en la mayoría de hospitales incluso comarcales debido a su sencillez técnica y a sus escasas complicaciones. Page 9 of 57 Preparación previa del paciente: Es similar en casi todos los procedimientos por lo que se describe de manera conjunta: • Ayunas. • Aseo personal previo al procedimiento. • Revisión de historia clínica y pruebas de imagen • Canalización de vía periférica • Preoperatorio que incluya coagulación y hemograma. • Consentimiento informado explicando riesgos, beneficios etc. 6.1.- PROCEDIMIENTO DIAGNÓSTICOS: Entre ellos se incluyen PAAF, biopsia percutánea, drenaje de colecciones, abscesos, toracocentesis y paracentesis. 6.1.1.- PAAF: Es una técnica mínimamente invasiva que permite obtener una muestra de citología de una lesión, realizada con ayuda de técnicas radiológicas, básicamente ecografía Fig. 1 on page 30 y TC Fig. 2 on page 30. Está indicado en cualquier lesión accesible mediante técnicas radiológicas, y que de otra manera precisaría una intervención quirúrgica para poder tipificarla. Las contraindicaciones están relacionadas con: coagulopatías incorregibles, que precisan tratamiento; lesiones de menos de 1 cm., con estructuras óseas interpuestas; o ascitis en caso de lesiones hepáticas. Técnica de PAAF: • Elección de la técnica radiológica ecografía Fig. 1 on page 30 o TC Fig. 2 on page 30: Según localización, profundidad y tamaño de la lesión, y la experiencia del radiólogo. • Se mide la distancia desde la piel a la lesión. • Se escoge el punto de entrada y se pone anestesia local en los casos que lo precisen. • Se avanza con la aguja Chiva de 22 G, tan fina que es prácticamente atraumática. • Una vez dentro de la lesión se aspira, con un movimiento de entrar y salir de la lesión (pases). Se deja de aspirar antes de sacar la aguja. • La muestra se da al patólogo, que debe estar presente en la sala para comprobar que la muestra es suficiente y no es preciso realizar otra punción. El realizar un mayor número de punciones aumenta la posibilidad Page 10 of 57 de obtener muestra que sea diagnóstica pero también aumenta la posibilidad de iatrogenia. • Las complicaciones son poco frecuentes, en algún caso pueden aparecer hematomas, infecciones, punción de una estructura anatómica cercana, cuadro vagal...Se debe realizar al menos compresión local para disminuir la posibilidad de hematomas. 6.1.2.- Biopsia Percutánea: Se utiliza para obtener un cilindro de un órgano o lesión para su estudio histológico. Está indicado en tumoraciones grandes y accesibles así como en enfermedades que afecten difusamente a un órgano, generalmente hígado y riñón Fig. 3 on page 31. Las contraindicaciones son las generales de cualquier procedimiento, añadiendo en este caso la ascitis cuando se trata de biopsia percutánea de hígado. Técnica de biopsia percutánea: • Monitorización de paciente (ECG, TA, pulso y saturación). • Mediante la guía ecográfica Fig. 3 on page 31 o de TC Fig. 4 on page 31 se selecciona el punto de entrada, la dirección y la profundidad mínima para obtener muestra. • Poner anestesia local en el punto elegido. • Se utiliza una aguja tipo Trucut montada en una pistola automatizada, el diámetro (14-18 G) dependerá de la localización, tipo de lesión, etc. Se carga la aguja, se introduce y una vez confirmamos mediante la guía ecográfica que se encuentra en la lesión se dispara y se extrae, manteniendo compresión durante unos minutos para evitar hematomas. 6.1.3.- Drenaje de colecciones: Puede tratarse tanto de colecciones infectadas de distintas localizaciones como de colecciones líquidas que precisan drenaje, como pueden ser los derrames pleurales o la ascitis. 6.1.3.1.- Abscesos: Toda colección que presenta signos clínicos y/o radiológicos de infección debe ser drenada. En general todos los drenajes de abscesos son iguales independientemente de la localización. Page 11 of 57 Está indicado en todo absceso accesible mediante guía ecográfica Fig. 5 on page 32 Fig. 8 on page 34 o TC Fig. 6 on page 33 Fig. 7 on page 33, de localización más o menos profunda, para evitar una intervención quirúrgica mayor. En los casos en los que el contenido de la colección es demasiado denso o espeso se puede administrar a través del catéter sustancias como la Uroquinasa para diluirlo: Se introduce 100.000 UI disueltas en 20ml de suero fisiológico y se deja cerrado el catéter durante dos horas, abriéndose posteriormente. Técnica: • Monitorización del paciente. • Elección de la técnica adecuada Ecografía o TC. • Selección del punto de punción, evitando estructuras anatómicas vecinas y eligiendo el mejor trayecto. • Infiltración de anestésico local. • Para acceder al absceso existen dos técnicas: La técnica de Seldinger Fig. 6 on page 33 Fig. 7 on page 33 Fig. 8 on page 34 y la técnica del trocar Fig. 5 on page 32. • Técnica de Seldinger: Punción inicial con una aguja de menor calibre, una vez confirmado que estamos en el interior del absceso Fig. 6 on page 33, generalmente por la obtención de contenido purulento al aspirar, se introduce a través de la aguja una guía que se deja enrollada en el interior de la colección. Se hace una pequeña incisión el la piel con un bisturí para permitir en paso del drenaje. Sobre esta guía se pasan dilatadores y posteriormente el catéter de drenaje Fig. 6 on page 33, se retira la guía y por último se fija el catéter a la piel Fig. 7 on page 33 Fig. 8 on page 34. • Técnica del trocar: Se trata de un catéter montado sobre una aguja de calibre grueso, que se usa como aguja y como fiador para dejar alojado el catéter en la colección Fig. 5 on page 32. Se realiza primero la incisión en piel y posteriormente se introduce el trocar, cuando estamos en el interior de la colección se retira el fiador-aguja. 6.1.3.2.- Tocacocentesis: Los derrames pleurales con frecuencia precisan drenaje percutáneo, teniendo un manejo específico. Indicaciones: - Derrame pleural de cuantía suficiente y que provoque disnea. Page 12 of 57 - Empiema. - Derrame no filiado, para diagnóstico. Técnica de toracocentesis: • Monitorización. • Con control ecográfico Fig. 9 on page 35 se localiza el derrame y se elige el punto de punción, y se pone anestesia local. • Se utiliza una aguja tipo Abbocath y se punciona hasta llegar a pleura. • Se obtiene líquido pleural que se remitirá a laboratorio de microbiología y citología según la indicación. • Después se continua la técnica de Seldinger similar a la indicada en el capitulo anterior, pasando la guía Fig. 9 on page 35. • En este caso también se puede utilizar Uroquinasa si es preciso. En este caso es preciso un control post-procedimiento que incluye: • Realización de radiografía simple de tórax para confirmar la localización del catéter de drenaje, el estado del derrame pleural y la posible existencia de complicaciones como el neumotórax. • Control del débito: Si se obtiene más de 500ml se debe cerrar la llave y esperar una media hora antes de volver a abrirla para evitar el edema pulmonar. • Siempre antes de cambios de bolsa se debe cerrar la llave para evitar neumotórax. • Finalmente cuando no drene se debe realizar una radiografía para confirmar la resolución del derrame. 6.1.3.3- Paracentesis:El drenaje de la ascitis es sencillo si es a tensión pero si la distribución no es uniforme la punción a ciegas puede ser arriesgada. Indicaciones: Ascitis a tensión y ascitis complicada, tabicada o infectada. Técnica de paracentesis: • Monitorización. • Con control ecográfico Fig. 10 on page 36 se localiza la región abdominal donde existe una mayor cantidad de líquido, y se anestesia la zona elegida. • Se atraviesa el peritoneo con técnica de Seldinger. • Se deja conectado a bolsa. Page 13 of 57 6.2.- PROCEDIMIENTOS TERAPÉUTICOS. ACCESOS VENOSOS: Se incluyen básicamente accesos venosos, reservorios subcutáneos y catéteres tipo Hickman; para tratamientos fundamentalmente oncológicos, aunque también se utilizan para pacientes que precisan tratamientos muy irritativos a nivel vascular y nutrición parenteral, que hacen necesario usar vías centrales que se puedan mantener períodos de tiempo más largos. 6.2.1.- Reservorios subcutáneos. El reservorios subcutáneo consiste en una cámara que se coloca en el plano subcutáneo y que se conectada a un catéter alojado en la vena cava superior. Este dispositivo se utiliza para pacientes crónicos fundamentalmente oncológicos, que precisan de un tratamiento prolongado y múltiples controles; sirviendo sobre todo para la extracción de sangre y la administración de medicamentos (quimioterapia). Este dispositivo puede durar desde unos meses hasta años. Existen diferentes tipos dependiendo del uso que se les va a dar, la duración que se precisa, etc. Indicaciones: Tratamientos oncológicos de larga duración que soportan repetidas extracciones y administración de quimioterápicos y en los que las venas periféricas son insuficientes. Técnica: • Paciente monitorizado. • Se localiza la vena yugular interna para su punción mediante la técnica de Seldinger. Para localizar la vena yugular interna existe dos opciones, utilizar el triángulo de Sedillot del cuello, formado por los haces del músculo esternocleidomastoideo y la clavícula, y realizar la punción a ciegas o utilizar la guía ecográfica para localizarla y realizar la punción. • Una vez localizada la vena se pasa una guía a través de la aguja y se introduce hasta la vena cava superior. • Tras la introducción de la guía se procede a anestesiar la zona donde se va a instalar el reservorio, es decir, la región superior del pectoral, anestesiando fundamentalmente el tejido subcutáneo donde se fabricará el bolsón. • Se tuneliza desde el bolsón hasta el punto de entrada en la yugular. • Una vez fabricado el bolsón subcutáneo se coloca en él la cámara del reservorio. • Se mide la longitud del catéter hasta el punto del entrada en la yugular, y medimos el catéter para que la puntal distal quede en la vena cava Page 14 of 57 superior Fig. 11 on page 37, e introducimos el mismo a través de la guía previamente colocada. • Se comprueba por fluoroscopia la correcta colocación del catéter, y que no este acodado en todo el trayecto; así como su correcto funcionamiento. • Se deja heparinizado el sistema y se dan los puntos de sutura necesarios. Complicaciones: Las complicaciones son las habituales de cualquier procedimiento intervencionista, aunque hay que añadir otras específicas de este procedimiento como pueden ser: extrasístoles al manipular la aurícula derecha si se introduce demasiado la guía o el catéter, trombosis de la vena yugular interna, embolismo aéreo al manipular la yugular, neumotórax por punción accidental del pulmón, pseudoaneurisma por punción accidental de la arteria carótida o los derivados del mal mantenimiento del reservorio. Manejo del reservorio y cuidados post-procedimiento: Además de los cuidados habituales de reintroducción de alimentación a las 4 horas, vigilancia de constantes y de las punciones del cuello y herida del reservorio es importante recordar los siguientes cuidados: • Después de cada uso y al menos una vez al mes se deberá heparinizar cada luz con 1000 UI de Heparina en 10cc de suero fisiológico (1ml de Heparina Sódica al 1% y 9ml de suero). La inyección se hará lentamente para evitar que refluya sangre. • Utilizar siempre las agujas especiales anti desgarros diseñadas para estos reservorios en ángulo de 90º y 20G. Se localiza el reservorio por palpación y se punciona perpendicularmente, atravesando el diafragma hasta contactar con el fondo del mismo, antes de usarlo siempre purgar el sistema. • Para administrar medicamentos en bolo o en perfusión continua: siempre comprobar la permeabilidad del sistema aspirando 3cc de sangre. Lavar la cámara con 5cc de suero en una jeringa de 10cc y después conecta la perfusión que se puede fijar con tiras adhesivas para evitar que se movilice • Para la extracción de sangre: Con jeringa de 10 o 20 cc o sistema vacutainer. Colocar al paciente en decúbito supino, aspirar sangre con la jeringa de 10cc desechando los primeros 3 cc y después de la extracción dejar el sistema heparinizado. Problemas más frecuentes que se pueden presentar y soluciones: • Obstrucción del catéter: Lo más frecuente es que esta obstrucción impida la extracción pero permita la infusión de medicación. Se puede deber a muchas causas: 1. Incorrecta posición de la aguja, lo que precisa la comprobación de la misma y su recolocación si es necesario. Page 15 of 57 2. La punta del catéter esta en contacto con al pared del vaso lo que hace efecto de válvula durante la aspiración. Para solucionarlo se puede movilizar al paciente, girándolo, levantándole los brazos, colocarlo en posición de Trendelenburg, para movilizar el extremo distal del catéter, también se puede limpiar el catéter con 10-20cc de solución salina. 3. Si aún así no se resuelve se administran 5000UI de heparina en bolo y después 10cc de suero fisiológico en jeringas de 5cc para obtener mayor presión. 4. Si aun así no se resuelve avisar a radiología intervencionista para comprobar la vía con contraste. • Trombosis vascular: El paciente refiere dolor, malestar, inflamación local...se puede intentar primero limpiar la vía con suero (10cc), si no funciona usar un bolo de heparina, y si aún así no funciona avisar a radiología intervencionista. • Infección: Para evitarla manipular siempre con la máxima asepsia. • Extravasación: Se puede deber a la colocación incorrecta de la aguja o desplazamiento. Si no es así valorar posible trombosis, falta de integridad del reservorio. 6.2.2.- Catéteres tipo Hickman y tipo PICC. El catéter tipo Hickman Fig. 12 on page 38 Fig. 13 on page 39 es un catéter de trayecto subcutáneo, con dos luces amplias para soportar grandes volúmenes, indicado sobre todo para enfermos de oncohematología, así como de manera provisional para diálisis hasta la colocación de un acceso venoso definitivo. Existe otro tipo de catéter denominado PICC (catéter central de inserción periférica) Fig. 14 on page 40, que tiene la misma utilidad pero su inserción se realiza desde una vena periférica, generalmente la vena basílica, también utilizado no solo para quimioterapia si no para diálisis, de manera provisional hasta que se consiga un acceso definitivo. Técnica catéter tipo Hickman: • Paciente monitorizado. • Abordaje similar al del reservorio, es decir localización de la vena yugular por referencias anatómicas (triangulo de Sedillot) o mediante guía ecográfica. Canalización de la vena mediante técnica de Seldinger y pasar guía hasta vena cava superior. • Infiltración de anestesia local del tejido celular subcutáneo de la región superior del pectoral, donde se realizará una mínima incisión, y desde ahí se tuneliza hasta el punto de entrada de la yugular. Page 16 of 57 • Se mide la longitud del catéter para dejar la punta distal en la vena cava superior. • Se introduce el catéter a través de la guía y se pasa por el túnel subcutáneo Fig. 12 on page 38. • Se comprueba con fluoroscopia la correcta colocación del catéter a nivel de vena cava superior Fig. 12 on page 38 y que no se encuentra acodado en su trayecto Fig. 13 on page 39, ya que si es así habría que volver a pasarla guía y recolocarlo correctamente. Se comprueba el funcionamiento del mismo y se dejan heparinizadas ambas vías. • Se dan unos puntos de sutura sobre la incisión realizada. Técnica catéter tipo PICC: • Paciente monitorizado. • Se localiza la vena basílica y se introduce en primer lugar una aguja fina, comprobando que estamos en la vena mediante guía radioscópica. • Posteriormente se pasa una guía. • Se pone una pequeña cantidad de anestesia local en el punto donde vamos a insertar el catéter. • A través de la guía se pasa en catéter y se mide para que al cortarlo la punta del mismo quede en la vena cava superior Fig. 14 on page 40. • Se realiza comprobación tanto de la colocación como del buen funcionamiento del catéter y se hepariniza. Las complicaciones son similares a las descritas en el punto previo en la colocación del reservorio. Manejo del catéter y cuidados post-procedimiento: • Mantener asepsia escrupulosa siempre que se manipule el catéter. • Se puede utilizar inmediatamente después de su colocación. • Para la administración de medicamentos siempre lavar primero el catéter (5cc de suero fisiológico en jeringa de 10cc) y después heparinizar. • Para la extracción de sangre se usa la misma técnica que en el reservorio: paciente en decúbito supino y desechar los primero 3cc de sangre, y después siempre heparinizar. • Pauta de heparinización: siempre después del uso y una vez a la semana: 1000 UI de Heparina Sódica diluido con 9cc de suero fisiológico; en cada una de las luces. 7.- INTERVENCIONISMO DE LA MAMA El intervencionismo en la mama tiene una gran importancia no solo en cuanto a diagnóstico precoz, con biopsias de lesiones sospechosas tanto palpables como no Page 17 of 57 palpables, mediante distintas técnicas (ecografía, mamografía y RM), si no también para la localización prequirúrgica de lesiones no palpables. También se realizan otras técnicas menos frecuentes como la galactografía. 7.1.- PAAF: Al igual que las PAAF en otras localizaciones permite obtener una muestra de células para el análisis citológico. Se utiliza para lesiones tanto palpables, como no palpables, utilizando guía ecográfica Fig. 15 on page 41 y mamográfica (estereotaxia). Actualmente con la difusión de otras técnicas como la biopsia con agua gruesa (BAG) se ha limitado a determinadas indicaciones: • Evaluación de quistes palpables: Se puede realizar el drenaje del quiste con control ecográfico. Actualmente otras técnicas como la inyección de aire y realización de mamografía (neumoquistografía), análisis citológico del líquido, etc. tienen poca utilidad terapéutica, y no están recomendadas. • Diferenciación entre lesión sólida y quística: Estos casos dudosos son fundamentalmente los quistes complejos, que pueden simular lesiones sólidas en la ecografía, y por tanto deben ser puncionados. • Estudio citológico de áreas palpables: Especialmente frecuente en el caso de lesiones de aspecto probablemente benigno (BIRADS 3). También puede ser útil en pacientes con áreas palpables indefinidas sin correlación clara radiológica o en mamas densas. • Punción de adenopatías axilares: Frecuente en pacientes con cáncer de mama para valorar el estado de la axila, ya que si la PAAF es positiva evita la técnica del ganglio centinela. También se puede realizar punción de adenopatías en otras localización también accesibles (supraclaviculares, infraclaviculares, cervicales...). • Otras indicaciones: Punción de nódulos de probable naturaleza inflamatoria o infecciosa, nódulos múltiples de categoría BIRADS 3. Técnica de la PAAF mamaria: Siempre se realizará con guía radiológica (generalmente ecográfica) Fig. 15 on page 41 sean o no palpables las lesiones ya que aumenta el rendimiento diagnóstico. Es una técnica con complicaciones mínimas aunque es recomendable comprimir la zona de punción unos minutos para evitar hematomas, que son muy raros. Otras complicaciones más raras como el neumotórax son casi inexistentes gracias al control estricto del avance de la aguja. • Se realiza asepsia de la piel. No precisa anestesia local. • Se emplea la técnica de aspiración, al aplicar vacío mediante una jeringa unida a una aguja de 20-25G, pudiendo utilizarse dispositivos especiales de soporte de la jeringa para facilitar su realización con una sola mano. Page 18 of 57 • Se introduce la aguja con guía ecográfica hasta comprobar que la punta de la misma está en el centro de la lesión. Iniciándose entonces la aspiración con jeringa. • Se realizan maniobras de entrada y salida de la aguja y en varios planos, manteniendo la aspiración en todo momento. • Una vez se tiene la muestra se suspende la aspiración antes de extraer la aguja para evitar la contaminación con material del trayecto. • Una vez retirada la aguja el contenido de la misma y de la jeringa se extiende sobre el portaobjetos y se realiza el análisis directo del mismo, por parte de anatomopátologo que debe estar presente en el momento de la punción para confirmar si existe material suficiente o es preciso realizar una nueva punción. 7.2.- BAG: Se está imponiendo como técnica de elección para el diagnóstico, por su alto rendimiento diagnóstico, y además por ser una técnica sencilla y segura. El único inconveniente es la infravaloración de la lesión cuando se trata de microcalcificaciones, dependiendo la actitud posterior no sólo del resultado de la biopsia sino también de la sospecha pretest. Las complicaciones son también similares a la PAAF. Indicaciones: • Todas la lesiones palpables y no palpables de sospecha intermedia o alta (BIRADS 4 y 5) • Casos seleccionados en los que esté indicado un diagnóstico histológico de lesiones probablemente benignas (BIRADS 3), en lugar del seguimiento radiológico. • Algunos autores también la prefieren a la PAAF para el diagnóstico de adenopatías de cualquier localización. Técnica de la BAG Fig. 16 on page 42: Se utilizan dispositivos automáticos tipo Trucut de calibre 14G (2.1mm de sección) para extraer la muestra. Se utiliza anestesia local (lidocaina o mepivacaina), y se extraen de 3 a 5 muestras, aunque pueden ser más si se trata de microcalcificaciones. Una vez extraídas se introducen en líquido para su transporte y existe un signo importante, el signo de la flotabilidad, ya que si la muestra flota indica que existe un elevado contenido graso de la misma, por lo que el valor diagnostico será menor. BAG con guía ecográfica (Fig. 16.1) Fig. 16 on page 42: Similar a la técnica de la PAAF pero el mayor calibre de la aguja obliga a poner anestesia local. Es preferible a la guía estereotáxica por que no utiliza radiaciones ionizantes. Page 19 of 57 BAG con guía estereotáxica (Fig. 16.2) Fig. 16 on page 42: En los equipos digitales con el paciente en decúbito prono, y con la utilización la mamografía (angulación a +/- 15-20º sobre la lesión) se establecen una coordenadas para la lesión. BAG con guía RM: Poco utilizada por su complejidad. 7.3.- Localización prequirúrgica de lesiones no palpables. Su uso es muy frecuente para permitir la extirpación quirúrgica completa de lesiones que no son palpables, tanto para el tratamiento definitivo de lesiones malignas como para el diagnostico definitivo mediante biopsia excisional de lesiones sospechosas, mediante su marcado con guías metálicas o radiotrazadores. Técnica de colocación de guías metálica o arpones Fig. 17 on page 43: Son radioopacas con la punta diseñada para evitar la movilización una vez colocada. Se puede usar guía ecográfica o mamográfica, aunque es preferible la guía ecográfica ya que la paciente está acostada, no precisa compresión, no utiliza radiaciones ionizantes y se controla el procedimiento en tiempo real. Si sólo es visible mediante RM se utilizará esta técnica y se suele colocar un marcador no ferromagnético. Independientemente de la técnica utilizada se debe intentar siempre elegir el abordaje que permita el camino más corto para el cirujano y siempre confirmar la localización final del arpón mediante dos proyecciones de mamografíaque serán mostradas al cirujano antes de la intervención. 7.4.- GALACTOGRAFÍA: La secreción mamaria es un síntoma común que frecuentemente tiene un origen benigno, medicamentoso o sin relación con patología local de la mama. Sólo estaremos ante una secreción sospechosa o patológica cuando se trate de una secreción unilateral, por un sólo orificio y de forma espontánea (sin presión de la mama), pudiendo ser tanto serosa, como serohemática o claramente sanguinolenta. La causa más frecuente de galactorrea es el papiloma intraductal, siendo el cáncer de mama una causa muy rara. Técnica de galactografía Fig. 18 on page 44: Se realiza con la paciente en decúbito supino. • Localización del conducto galactóforo en el que se produce la secreción, tras la expresión suave de la mama. • Desinfección del pezón. Page 20 of 57 • Canalización del conducto galactóforo mediante catéteres apropiados o sondas de sialografía. • Se introduce el catéter unos 5-10mm, purgándolo previamente de burbujas. • Se inyecta una pequeña cantidad de contraste yodado hidrosoluble (0.5-1ml) hasta que la paciente note dolor o escozor. Tras la inyección el catéter se puede extraer o dejar. • Se realizan 2 proyecciones mamográficas ortogonales, preferiblemente magnificadas. Las lesiones intraductales se identifican como imágenes de defecto de repleción o stop de la columna de contraste. La mayoría son lesiones benignas, fundamentalmente papilomas. La extirpación de la lesión intraductal se puede realizar mediante procedimiento percutáneos por ejemplo BAG, aunque esta técnica no está disponible en todos los centros. La localización para una biopsia quirúrgica de estas lesiones galactográficas se realiza gracias a las coordenadas de la propia galactografía. 8.- INTERVENCIONISMO EN UROLOGÍA 8.1.- NO VASCULAR: Dentro del intervencionismo no vascular existen numerosas técnicas: Nefrostomía percutánea, catéteres doble J, esclerosis de quistes renales, drenaje de colecciones, tratamiento de fístulas ureterales y urinomas, tratamiento de estenosis ureterales, cistostomía percutánea y recuperación de cuerpos extraños en vía urinaria. Sin embargo, dado que la mayoría son técnicas más avanzadas sólo se describirán las 2 más utilizadas y que puede ser preciso realizar incluso de urgencia. El drenaje de colecciones perirrenales es una técnica importante pero su realización es similar al drenaje de abscesos en otras localizaciones por lo que se puede resumir en lo descrito en los procedimientos básicos. 8.1.1.- Nefrostomía percutánea: Fig. 19 on page 45 Fig. 20 on page 46 Se trata de una técnica descompresiva en casos de uropatía obstructiva aguda o crónica, de etiología supravesical, que permite asegurar la función renal y/o posteriores manipulaciones de la vía urinaria: colocación de catéteres doble J, dilatación de Page 21 of 57 estenosis ureterales, extracción de cálculos, exploración endoscópica, extracción de cuerpos extraños... La nefrostomía percutánea es una técnica segura y eficaz, con escasas complicaciones, con un 100% de existo técnico, que baja al 90% si el sistema pielocalicial no esta dilatado. Indicaciones: • Pionefrosis: En este caso la nefrostomía debe realizarse de urgencia. • Hidronefrosis de etiología benigna: Litiasis, siempre que se requiera la descompresión renal y los intentos endoscópicos no tengan éxito; Estenosis posquirúrgica o inflamatoria (Tuberculosis); Fibrosis retroperitoneal; Adenoma de próstata y Etiología neurógena. • Hidronefrosis de etiología maligna: Neoplasia vesical; Neoplasia de próstata; Neoplasia ginecológica; Tumor retroperitoneal y Carcinomatosis • Como primer paso a otras técnicas endourológicas: Colocación de doble J; Extracción de cálculos; Dilatación de estenosis ureterales y Técnicas quirúrgicas endocavitarias. Técnica: • Monitorización del paciente. Se administra analgesia y si es preciso sedación. Tendremos preparada atropina. • Paciente en decúbito prono. • Con control ecográfico o fluoroscópico se marca en la piel el punto de entrada, dirigido a pinchar en el polo inferior del riñón Fig. 19 on page 45a. • Se administra anestesia local en ese punto. • Con una aguja Chiba de 21 G se pincha buscando el polo inferior del riñón, tratando de entrar por el cáliz posteroinferior Fig. 19 on page 45a ya que es la zona menos vascularizada Fig. 20 on page 46a. • Una vez pinchamos se aspira con la aguja para comprobar la salida de orina, de la cual se tomara muestra para laboratorio de microbiología. • Comprobada la salida de orina se pasa una guía por la aguja Fig. 19 on page 45b que nos permita asegurar la localización en la pelvis renal, se puede confirmar dicha localización introduciendo contraste y confirmándolo con fluoroscopia Fig. 20 on page 46b. • Tras asegurar la correcta localización de la guía en pelvis se realiza una mínima incisión en piel para permitir el paso del catéter de nefrostomía a través de la guía hasta colocarlo en la pelvis renal Fig. 19 on page 45 c, d y e; Fig. 20 on page 46 c, d y e. • Recomendaciones en pacientes trasplantados: Éstos presentan inmunodepresión por lo que se deben extremar las medidas de asepsia y suministrar cobertura antibiótica. El abordaje percutáneo debe ser lo Page 22 of 57 más lateral posible (próximo a la cresta iliaca), para evitar un trayecto transperitoneal y el tejido fibroso de la cicatriz. • Se debe evitar la hiperpresión al teñir la vía por riesgo de bacteriemia, se aconseja vaciar un poco, administrando como máximo tanto contraste como cantidad de orina hallamos retirado. Las complicaciones de este procedimiento son muy raras, siendo las más habituales la hematuria (2-3%), infección (1-2%), extravasación y formación de urinoma, punción accidental de otro órgano (0.1%), reacción vagal (3%).... El manejo posterior debe incluir reposo absoluto durante 24 horas, control de constantes al menos las 6 horas siguientes, y si aparece hipotensión solicitar ecografía o TC renal y hemograma urgentes. Iniciar alimentación a las 4 horas, mantener tratamiento antibiótico y cuantificar débitos. El cambio de catéter de debe realizar cada 3 meses. 8.1.2.- Catéteres doble J. Fig. 21 on page 47 Se trata de un catéter colocado entre la pelvis renal y la vejiga, para restablecer el tránsito normal de orina hacia la vejiga, salvando en algunos casos el obstáculo que produce la obstrucción. Indicaciones: • Estenosis tumorales intrínsecas y/o extrínsecas al uréter. • Afectación del meato ureteral por tumoración vesical. • Estenosis ureterales quirúrgicas o inflamatorias. • En litiasis previa a la litotricia, siempre que no sea posible hacer cateterismo retrógrado endoscópico. • Fibrosis retroperitoneal • Etiología neurógena • Tratamiento de fístulas ureterales y urinomas. Técnica: • Monitorización del paciente • Administrar anestesia en el punto de entrada de la nefrostomía. • Se pasa una guía a través del catéter de nefrostomía, y se retira dicho catéter. • Se pasa un catéter sobre la guía hasta pasar la estenosis y llegar a la vejiga, donde se deja el extremo de la guía enrollada. • Se retira el catéter de manipulación y se pasa sobre la guía el catéter doble J, asegurándose de dejar el extremo distal del mismo en la vejiga y el extremo proximal en al pelvis renal. Page 23 of 57 • Finalmente se coloca un nuevo catéter de nefrostomía como catéter de seguridad durante 24 horas, y para poder realizar una pielografia retrograda de control que confirme la permeabilidad del catéter doble J Fig. 21 on page 47. Esta técnica presenta una alta tasa de éxito, con escasas complicaciones. Dentro de los cuidados postoperatorios además de los habituales, se debe realizar una pielografía retrograda a las 24 horas para comprobar la permeabilidad de catéter doble J, y si es así se retirará el catéter de nefrostomía. 8.2.- VASCULAR: Los procedimientos urológicos vasculares son técnicas muchos mas avanzadas fundamentalmente: Flebografía espermática, embolización de varicocele, angiografía de la impotencia, tratamiento depriapismo de alto flujo y embolización renal. 9.- INTERVENCIONISMO EN NEFROLOGÍA. Dentro del intervencionismo en nefrología se incluyen: Fistulografía en diálisis , tratamiento de fístulas de diálisis (angioplastia, trombolisis), acceso venoso (catéter yugular) Fig. 12 on page 38 Fig. 13 on page 39 Fig. 14 on page 40, determinación de reninas, tratamiento de HTA vasculo-renal y biopsia renal percutánea Fig. 3 on page 31. Tanto la biopsia renal percutánea como el acceso venoso (catéter yugular) ya se han descrito en otros apartados de intervencionismo general, por lo que no es preciso volver a comentarlos. Además de los procedimientos propiamente nefrológicos, los nefrólogos o los cirujanos vasculares también suelen solicitar previo a la realización de la fístula arterio-venosa una flebografía Fig. 22 on page 48 del miembro en el que van a realizarla. Los dos más frecuentemente utilizados son: 9.1.- Fistulografía en diálisis Fig. 23 on page 49 Fig. 24 on page 50 Fig. 25 on page 51: Se trata del estudio angiográfico de la fístula de diálisis, para valorar estenosis, trombosis y maduración de la fístula. Page 24 of 57 La principal indicación de su realización es el estudio de fístulas arterio-venosas que funciona deficientemente o no funciona. Preparación: • Los preparativos habituales: Ayunas, aseo personal, preoperatorio que incluya coagulación, hemograma y bioquímica básica, revisión de historia clínica y consentimiento informado. • Eco-doppler de la fístula arterio-venosa. • Vía periférica en el brazo donde no tenga la fístula arterio-venosa. Técnica: • Monitorización. • Punción en al arteria braquial con Abbocath de 20G. • Se realiza la serie angiográfica, estudiando la fístula arterio-venosa y todo el recorrido venoso incluido el sector subclavio-cava Fig. 23 on page 49. • A veces, se pueden producir complicaciones durante la realización de esta técnica, que son poco importantes. Dentro de ellas una de las más frecuentes es la extravasación de contraste Fig. 24 on page 50. 9.2.- Tratamiento de fístulas de diálisis (angioplastia, trombolisis) Fig. 26 on page 52. Indicaciones: La angioplastia está indicada cuando en el estudio angiográfico se aprecia estenosis a cualquier nivel, tanto en anastomosis como en sector venoso. La trombolisis mecánica esta indicada cuando existe trombosis de la fístula arterio-venosa (generalmente de injerto). Preparación: Similar a la de la fistulografía. Técnica: - Monitorización de paciente. - Angioplastia de la fístula arterio-venosa Fig. 26 on page 52: • Punción de la arteria braquial con Abbocath de 20G. • Una vez identificada la estenosis en la fístula arterio-venosa o en territorio venoso, se realiza punción en el sector venoso de la fístula pasando una guía hasta la arteria (si la estenosis está localizada en la anastomosis) o hacia la vena cava ( si la estenosis está en el sector subclavio-cava) Page 25 of 57 • A continuación se pasa sobre la guía un catéter-balón, que dilatará la estenosis. • Finalmente, haremos un control del resultado inyectando contraste desde la arteria Fig. 26 on page 52d. - Trombolisis mecánica: • Punción en arteria braquial y se comprueba la oclusión de la fístula arterio- venosa. • Se realiza una punción en el extremo distal del injerto y con una guía, tratamos de recanalizar el trombo, llegando hasta la arteria, donde dejamos una guía. • A continuación realizamos otra punción en el extremo proximal del injerto, pasando otra guía que dejamos en el sector venoso. • Por cada punto de punción del injerto pasamos un catéter-balón que iremos inflando para deshacer el trombo o realizamos trombolisis química con bolo de uroquinasa. • Finalmente, realizamos control inyectando contraste desde la arteria apreciándose limpio el injerto. En el manejo postoperatorio es fundamental que el miembro se mantenga inmovilizado dentro de lo posible. 10.- INTERVENCIONISMO DE APARATO DIGESTIVO. En este apartado se incluyen multitud de técnicas la mayoría de las cuales son también extremadamente especializadas. Sólo se describirá la colecistostomía percutánea Fig. 27 on page 53 Fig. 28 on page 54 ya que consideramos que debe ser de conocimiento general para todo residente aunque no se vaya a dedicar al intervencionismo, por su relativamente fácil realización y la posibilidad de que se precise su realización de urgencia. TUBO DIGESTIVO: Incluye: Sondas nasogástricas, dilatación esofágica, endoprótesis esofágica, gastronomía percutánea, endoprótesis antrales o duodenales, dilatación de estenosis benignas de colon y colocación de endoprótesis en patología maligna y diagnóstico y tratamiento del sangrado digestivo e isquemia intestinal. PÁNCREAS: Incluye: Drenaje de pseudoquistes y bloqueo ganglionar. BAZO: Incluye embolización esplénica parcial y de sangrados postraumáticos. Page 26 of 57 HÍGADO Y VÍA BILIAR: Incluye: Colangiografía transparietohepática, drenaje biliar externo, drenaje biliar externo-interno, endoprótesis biliar, dilatación de estenosis benigna, colecistostomía percutánea, biopsia percutánea Fig. 1 on page 30, biopsia transyugular, shunt portosistémico transyugular, esclerosis de quistes sintomáticos, embolización de sangrados postraumáticos, diagnostico de hepatocarcinoma (TAC lipiodol, PortoTC) y tratamiento de hepatocarcinoma: embolización y etanolización percutánea, termoablación. Colecistostomía percutánea: En la colecistitis aguda el tratamiento de elección es la colecistectomía quirúrgica, ya sea abierta o por laparoscopia, y se puede realizar de manera urgente en los casos en los que existe algún tipo de complicación como puede ser perforación vesicular, absceso regional o sepsis del paciente, o se puede realizar de manera diferida si el paciente no presenta complicaciones y responde bien al tratamiento médico. Cuando se realiza de urgencia la colecistectomía presenta una mayor morbimortalidad relacionada fundamentalmente con la patología asociada que presenta el paciente, la edad y las complicaciones locales (infección, absceso...). La colecistostomía se utiliza sobre todo para tratar aquellos pacientes que tengan un elevado riesgo quirúrgico, para conseguir una descompresión de la vesícula y permitir una mejoría del estado del paciente que permita una colecistectomía diferida o incluso un tratamiento conservador. Indicaciones: • Pacientes de alto riesgo quirúrgico y necesidad de descompresión urgente. • Paciente de alto riesgo quirúrgico para la cirugía programada y que se trata con técnicas alternativas (disolución del cálculo y ablación de la vesícula con agentes químicos). • Drenaje vía biliar en obstrucciones distales, con cístico permeable y fallo de abordaje transhepático. Preparación del paciente: • Analítica de función hepática, coagulación, hemograma y función renal. • Ayunas de 6 horas previas al procedimiento. • Cobertura antibiótica de amplio espectro. • Vía periférica. • Resto igual que los demás procedimientos. Page 27 of 57 Técnica: • Paciente monitorizado. • Se selecciona con guía ecográfica Fig. 27 on page 53 Fig. 28 on page 54 Fig. 28 on page 54 o TC (generalmente ecográfica) el lugar más adecuado de punción. • Se pone anestesia local en la zona de punción Fig. 28 on page 54. • Se puede realizar un abordaje transhepático o directo. El abordaje transhepático tiene las ventajas de mayor estabilidad del catéter y del procedimiento y menor peligro de fugas a peritoneo (siendo el más usado) Fig. 27 on page 53 Fig. 28 on page 54 y el directo tiene las ventajas de evitar la agresión al parénquima hepático y más seguro para realizar posteriormente colecistolitotomía. • Mediante técnica de Seldinger o de trocar Fig. 27 on page 53 se punciona la vesícula biliar. • Una vez abordada la vesícula se pasa una guía y se enrolla lo más posible dentro de la vesícula para evitar que se salga. • Se dilata el trayecto y se coloca el catéter de drenaje que debería tener un sistema de autorretención interna para evitar su salida Fig. 28 on page 54; generalmente es de tipopig-tail y mantiene su forma gracias a un hilo del que hay que tirar una vez colocado en el lugar adecuado. Las complicaciones mayores de este procedimiento son poco frecuentes (5%) y consisten básicamente en salida de bilis a peritoneo con o sin infección del mismo, reacción vagal grave y hemorragia. Las complicaciones menores son dolor e infección del punto de punción. El manejo post-procedimiento incluye reposo absoluto 24 horas, control de constantes en las primeras 6 horas, cuantificación de débitos, cuidado extremo en la manipulación del catéter y mantener antibioterápia. 12.-OTROS: INTERVENCIONISMO TORÁCICO. GINECOLÓGICO. OFTALMOLÓGICO Dado que se trata de procedimientos muy especializados que exceden claramente el contenido de este trabajo, que va dirigido más a procedimientos básicos, no nos extenderemos en su explicación, por lo que únicamente se nombraran las mas importantes. INTERVENCIONISMO VASCULAR. Se trata de técnicas más complejas y con una mayor posibilidad de complicaciones por lo que su realización está algo más limitada. Se incluyen también procedimientos tanto diagnósticos como terapéuticos. Page 28 of 57 ARTERIAL: Incluye procedimientos como la aortografía, arteriografía, revascularización percutánea, ya sea mediante angioplastia, fibrinolisis o endoprótesis arteriales, y embolización. VENOSO: Incluye procedimientos como la flebografía de extremidades Fig. 22 on page 48 Fig. 25 on page 51, cavografía, colocación de filtro de cava, endoprótesis venosa, angioplastia de fístula de diálisis Fig. 26 on page 52, síndrome de vena cava superior. INTERVENCIONISMO TORÁCICO: Incluye técnicas como el tratamiento del síndrome de vena cava, arteriografía bronquial y tratamiento de hemoptisis, arteriografía pulmonar, trombolisis pulmonar, que son técnicas avanzadas; e incluye también técnicas como las PAAF pulmonares, biopsia pleural Fig. 2 on page 30 Fig. 4 on page 31 y toracocentesis Fig. 9 on page 35, ya descritas en los procedimientos básicos. INTERVENCIONISMO GINECOLÓGICO. Incluye la embolización de miomas uterinos. INTERVENCIONISMO OFTALMOLÓGICO. Tratamiento de la epifora. Page 29 of 57 Images for this section: Fig. 1: PAAF HEPÁTICA CON GUIA ECOGRAFICA. Paciente con antecedentes de hepatopatía crónica y lesión hepática con sospecha de hepatocarcinoma. En ecografía se visualiza lesión hipoecogénica de unos 4cm en segmento VII (flechas rojas) y se punciona con aguja Chiba 22G (punta de aguja- flecha azul) obteniendo muestra con resultado positivo para malignidad. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Fig. 2: PAAF LESIÓN COSTAL GUIADA CON TC. Paciente con lesión lítica en arco posterior de 6º costilla izquierda, visible en radiología simple (circulo) a la que se realiza PAAF guiada mediante TC (punta de aguja-flecha roja). Page 30 of 57 © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Fig. 3: BIOPSIA CON AGUJA GRUESA DE MASA RENAL CON GUÍA ECOGRÁFICA. Paciente que presenta lesión heterogénea abdominal en flanco izquierdo con áreas de necrosis de 15x12cm, de probable origen renal (Circulo). Se realiza BAG guiada por ecografía visualizando importante vascularización de la masa y realizando punción (punta de aguja- flecha roja), sin incidencias. El resultado AP fue sugestivo de carcinoma renal, posiblemente de células claras. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 31 of 57 Fig. 4: BIOPSIA CON AGUJAN GRUESA DE MASA MEDIASTÍNICA GUIADA CON TC. Paciente que presenta en la TC una masa sólida con realce heterogéneo a nivel de mediastino posterior (circulo). Se realiza mediante control con TC una BAG con aguja de 18G (punta de la aguja-flecha), sin complicaciones. El resultado de anatomía patológica fue de carcinoma microcítico. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Fig. 5: DRENAJE DE ABSCESO HEPÁTICO CON GUÍA ECOGRÁFICA: Paciente con dolor en hipocondrio derecho en el que se aprecia en la ecografía una colección de unos 10cm heterogénea con un centro hipoecogénico (circulo), se realiza punción para cultivo Page 32 of 57 y drenaje de la misma (trayecto aguja- flecha azul; punta de aguja- flecha roja), con resultado en el cultivo de Pseudomona aeuruginosa. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Fig. 6: DRENAJE DE ABSCESO PÉLVICO GUIADO POR TC: Paciente que acude por fiebre. Se realiza ecografía y TC en los que se aprecia colección de unos 5cm de diámetro con pared fina e irregular y con aparente captación de contraste compatible con absceso de localización prevesical. Mediante control TC, se realiza punción mediante técnica de Seldinger, con punción inicial con aguja (punta de aguja-flecha) y posterior colocación de drenaje tipo pig-tal 8.5F (circulo). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 33 of 57 Fig. 7: DRENAJE DE ABSCESO EN MUSCULO PSOAS DERECHO GUIADO POR TC: Paciente que presenta colección en psoas. Se realiza drenaje de la misma con técnica de Seldinger, puncionando primero con aguja (flecha azul) y posteriormente pasando el drenaje tipo pig-tail 8.5F (flechas rojas -trayecto catéter). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 34 of 57 Fig. 8: DRENAJE DE COLECCIONES POR PANCREATITIS AGUDA CON GUÍA ECOGRÁFICA: Paciente que presenta pancreatitis aguda grave con colecciones y que ingresa en la UCI. Se realiza mediante guía ecográfica, para evitar movilizar al paciente hasta el TC, drenaje de dichas colecciones mediante técnica de Seldinger (la flecha azul corresponde a la punta de la aguja y las flechas rojas corresponden al trayecto del drenaje). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 35 of 57 Fig. 9: TORACOCENTESIS CON GUÍA ECOGRÁFICA: Paciente con antecedente de hepatopatía crónica por VHC que presenta derrame pleural masivo en hemitorax derecho (Rx simple). Mediante guía ecográfica se confirma la existencia de derrame y se realiza punción, pudiéndose apreciar la punta de la aguja en el interior de la colección y posteriormente la colocación de un drenaje tipo pig-tail 8.5 F. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 36 of 57 Fig. 10: PARACENTESIS CON GUÍA ECOGRÁFICA: Paciente con antecedente de cistoadenocarcinoma de vía biliar que presenta ascitis, confirmada mediante ecografía, y al que se realiza punción de la misma. Inicialmente se realiza punción con aguja (flecha azul) y posteriormente se coloca drenaje tipo pig-tail 8.5F (flechas roja). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 37 of 57 Fig. 11: RESERVORIO SUBCUTANEO: Paciente con antecedente de cáncer gástrico a la que se coloca reservorio subcutáneo para quimioterapia. Se puede ver el reservorio (circulo) y la punta del catéter en vena cava superior (flecha). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 38 of 57 Fig. 12: CATETER YUGULAR: Mujer con antecedentes de enfermedad renal crónica en diálisis peritoneal que por complicaciones locales no puede continuar con la misma por lo que se coloca catéter yugular para diálisis. Se coloca catéter de con trayecto subcutáneo (flecha azul) y con puntas de ambas luces en vena cava superior (flechas rojas). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 39 of 57 Fig. 13: CATETER YUGULAR ACODADO: Paciente con antecedentes de enfermedad renal crónica a la que se coloca un catéter yugular para diálisis, se comprueba tras su colocación que a nivel del trayecto subcutáneo se encuentra acodado (flecha verde), lo que no permite el buen funcionamiento, por lo que se vuelve a reintroducir la guía (flechas azules) y se recoloca el trayecto subcutáneo comprobando que ya no se encuentra acodado (flechas rojas) y su correcto funcionamiento. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 40 of 57 Fig. 14: CATETER TIPO PICC:Paciente con antecedente de enfermedad renal crónica al que se coloca un catéter tipo PICC introducido a través de la vena basílica izquierda, con punta del catéter en vena cava superior (flecha roja). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 41 of 57 Fig. 15: PAAF MAMA GUIADO POR ECOGRAFÍA: Paciente mujer de 45 años que consulta por nódulo palpable en LIC inferior-CIE de mama izquierda, móvil de 3x2cm, redondeado y bien delimitado sugestivo de quiste. Mamografía (A) (B): Destaca la presencia de una formación nodular parcialmente oculta localizada a nivel de línea intercuadrántica inferior de mama izquierda. Ecografía mamaria (C): se confirma la presencia de un nódulo sólido, pobremente circunscrito y con ecoestructura interna dishomogénea, aunque con buena transmisión de sonido. Mide 2'6 cm. de diámetro y presenta discreto aumento de la vasculatura periférica que en principio podría corresponder a un fibroadenoma. Se visualiza un segundo nódulo de 1'4 cm. en CSE/LIE de esta misma mama, también sólido, homogéneo, mejor definido, cuyos criterios son de probable benignidad (D). PAAF: (E) (F) Se realiza a cada uno de los nódulos un único pase con aguja fina (flecha roja-punta de la aguja en el interior de la lesión) obteniendo suficiente material representativo de la lesión. El resultado anatomopatológico fue benigno. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 42 of 57 Fig. 16: FIGURA 16.1: BAG MAMA CON GUIA ECOGRAFÍCA. Paciente de 61 años que presenta nódulo palpable retroareolar izquierdo. Se realiza mamografía (A) en la que se aprecia dicha lesión nodular. En ecografía lesión de 4cm, realizándose BAG con aguja de calibre 16G (B: flecha-punta de la aguja). FIGURA 16.2: BAG DE MAMA CON GUIA ESTEREOTAXICA: Paciente de 67 años con antecedente de cáncer de mama izquierda tratado con cirugía conservadora, con microcalcificaciones que en un control presentan aumento del número de las mismas, las cuales se sitúan a nivel de LIS (C)(D). Se decide biopsia realizándose BAG con mamotomo y guía con estereotaxia digital de mama izquierda. En la mamografía se aprecia grupo de microcalcificaciones pleomorficas localizado en LIS/MI (E). Se realiza biopsia percutánea con mamotomo obteniendo 12 cilindros de calibre 11G (F), visualizando microcalcificaciones en dos de ellos, correspondientes a la mayoría de las componentes del grupo objeto de estudio. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 43 of 57 Fig. 17: COLOCACIÓN ARPON: Paciente de 57 años que refiere desde hace 6 meses nódulo superficial en mama izquierda. Se realiza mamografía en la que se aprecia imagen nodular localizada en LIE/CSE de mama izquierda con signos mamográficos (A) y ecográficos con criterios de benignidad pero al no disponer de estudios previos se recomienda realizar PAAF. Se realiza PAAF con guía ecográfica en la que se aprecia nódulo de 0,9 cm. localizado en LIE/CSE de mama izquierda, con criterios de benignidad (B); y realizando dos pases de PAAF (B: flecha-punta de aguda PAAF), obteniendo aparentemente material citológico representativo. El resultado anatomopatológico es dudoso por lo que se decide extirpación de la lesión para lo cual se realiza mediante guía colocación de un arpón radioopaco (C) sobre la lesión de 1 cm. localizada en LI-CSL/ MI. Uno de los ganchos del arpón queda insertado en el nódulo (flecha), realizándose comprobación con mamografía (D y E). Posteriormente se realiza radiografía de la pieza quirúrgica confirmando que el nódulo está incluido en el espécimen insertado en uno de los ganchos del arpón (F). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 44 of 57 Fig. 18: GALACTOGRAFÍA: Paciente con telorrea serosa transparente por mamila izquierda, aparentemente uniorificial. Se canaliza el ostium secretor, rellenando retrógradamente con medio de contraste el árbol galactofórico, siendo éste de apariencia radiológica normal. Se visualizan las divisiones principales, secundarias y distales hasta las unidades ductolobulillares, de características normales, sin que se objetiven defectos de llenado, amputaciones o irregularidades ductales. El resultado de la citología fue negativo para malignidad. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 45 of 57 Fig. 19: NEFROSTOMÍA PERCUTANEA. Paciente de 73 años con antecedente de carcinoma urotelial papilar de alto grado que infiltra la cara lateral izquierda de la vejiga, incluyendo la terminación de uréter izquierdo. Se realiza nefrostomía izquierda: En primer lugar se marca con ecografía y se punciona con una aguja fina (a) posteriormente una vez confirmado que estamos en pelvis renal se introduce una guía (b), y a través de ella se introduce el catéter tipo pig-tail 8.5F (c) se puede ver la marca distal ya en pelvis renal(flecha); una vez el catéter está en pelvis (d) se comprueba con introducción de contraste que la localización y el funcionamiento son correctos (e). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 46 of 57 Fig. 20: NEFROSTOMÍA PERCUTANEA: Paciente que presenta obstrucción a nivel de uréter distal derecho y que precisa nefrostomía percutánea. Se realiza en primer lugar la punción con aguja Chiba (a), posteriormente se confirma la correcta localización de la misma en pelvis con la introducción de contraste (b), se introduce la guía hasta pelvis- uréter proximal (c), y después se introduce el catéter (d). Por último se comprueba la correcta localización del mismo introduciendo nuevamente contraste (e). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 47 of 57 Fig. 21: CATÉTER DOBLE J: Paciente que presenta uropatia obstructiva derecha tras histerectomía por tumor maligno con reimplantación del uréter, que presenta dilatación pieloureterocalicial y se decide colocación de catéter doble J. Se deja colocado el catéter doble J con extremo proximal en pelvis renal y distal en vejiga (flecha azul), de deja catéter de nefrostomía del mismo lado (flecha roja) con extremo en pelvis para control durante 24 horas. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 48 of 57 Fig. 22: FLEBOGRAFÍA MIEMBRO SUPERIOR: Paciente con insuficiencia renal crónica al que se solicita por parte del Servicio de Cirugía Vascular una flebografía previa a la realización de la fístula arterio-venosa (FAV). En el miembro superior derecho se repleciona la vena cefálica que presenta un aspecto normal con buen lavado de la misma. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 49 of 57 Fig. 23: FISTULOGRAFÍA DE FAV: En paciente con FAV se realiza fístulografía observando una vena cefálica poco desarrollada pero sin que se observen estenosis ni en la anastomosis arteriovenosa ni en el segmento inicial de la vena cefálica. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 50 of 57 Fig. 24: FISTULOGRAFÍA CON EXTRAVASACIÓN DE CONTRASTE: Paciente al que se realiza fistulografía de FAV radiocefálica en miembro superior izquierdo en la que se observa un escaso desarrollo de la vena cefálica, sin que se observen estenosis proximales al punto de punción. A la altura de la flexura del codo el flujo pasa a la vena basílica, observándose al menos otras dos venas colaterales. No se observan estenosis más proximales. Al realizar la última serie para la valoración de la anastomosis arteriovenosa se ha producido extravasación del contraste. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 51 of 57 Fig. 25: FISTULOGRAFÍA CON COMPRESIÓN POR PSEUDOANEURISMA: En paciente con FAV reciente, se realiza fistulografía de control con punción en vena basílica próxima a la anastomosis arterio-venosa observando vena basílica con buen calibre pero comprimida por un pseudoaneurisma que presenta un diámetro longitudinal máximo de aproximadamente 9 cm. y que dificulta engran medida el retorno venoso (imágenes de la izquierda). La paciente se intervino con reparación de pseudoaneurisma. Realizándose control posterior con flebografía (imagenes de la derecha). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 52 of 57 Fig. 26: FISTULOGRAFÍA Y ANGIOPLASTIA CON BALÓN: Paciente con FAV con mal funcionamiento al que realiza fistulografía de fístula humerocefálica de miembro superior derecho en la que no se observa estenosis en la anastomosis arteriovenosa. En el segmento inicial de la vena cefálica se observan dos dilataciones aneurismáticas apreciándose una estenosis significativa justo posterior a la primera de ellas (a) de la que se podría realizar tratamiento endovascular. Por lo que tras la punción se introduce guía (b) y a través de ella un catéter balón de 8 x 40 mm. en el que se observa una pequeña muesca que cede al hincharlo hasta 14 atm. (c). Se realiza posteriormente una nueva serie angiográfica en la que aparentemente no hay muchos cambios (d) pero en la exploración sí que la paciente presenta Thrill en la vena cefálica más proximal al segundo aneurisma, que antes no presentaba. © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 53 of 57 Fig. 27: COLECISTOSTOMÍA PERCUTÁNEA: Paciente con ecografía compatible con colecistitis aguda y alto riesgo quirúrgico en el que se decide realizar tratamiento con colecistostomía percutánea guiada con ecografía. Se selecciona el punto de punción y se introduce el trocar (flecha azul punta de aguja), posteriormente se introduce el catéter tipo pig-tail de 8.5 F y se retira la aguja (flechas rojas). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 54 of 57 Fig. 28: COLECISTOSTOMÍA PERCUTANEA: Paciente de 94 años con mal estado general y que presenta signos ecográficos de colecistitis aguda por lo que se decide tratamiento con colecistostomía percutánea. Se introduce una aguja intramuscular y se pone anestesia en la zona elegida de punción (a), incluida la capsula hepática (b), posteriormente se introduce el trocar (catéter pig-tail con aguja) (c) y finalmente se retira la punta y se introduce el catéter (d). © Servicio de Radiodiagnostico, Hospital Virgen de la Luz - Cuenca/ES Page 55 of 57 Conclusiones El radiólogo actual no se puede limitar simplemente a valorar imágenes y establecer una sospecha diagnostica o un diagnostico diferencial entre varias entidades sino que en muchos casos debemos ir más allá y realizar, de manera cada vez más habitual, un diagnostico anatomopatológico, y en algunos casos llegar incluso a realizar el tratamiento de la patología. Para ello se precisa un conocimiento de las principales técnicas intervencionistas que están disponibles en cualquier hospital. Page 56 of 57 Bibliografía • Del Cura JL, Pedraza S, Gayete A. Radiología Esencial. Seram. Editorial medica Panamericana. 2009. • Vega Bolivar A. 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