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DISTRIBUCIÓN GRATUITA Nº 30 Junio 2021 Pág. 6 “DE PASO” Pág. 10 FORMAS PARA PODER OBTENER LA INDULGENCIA EN EL AÑO DE SAN JOSÉ “Su aspecto es gallardo como el cedro.” (Cant. 5,15)(Cant. 5,15) SUMARIO AL LECTOR SANTIFICANDO EL TRABAJO “DE PASO” SAN LEONARDO DE PUERTO MAURICIO Y SAN JOSÉ FORMAS PARA PODER OBTENER LA INDULGENCIA EN EL AÑO DE SAN JOSÉ MUERTE Y RESURRECCIÓN DE SAN JOSÉ “SIN HACERSE NOTAR” Pág. 3 4 6 8 10 12 14 2 3 E Estimados Josefinos: La Redacción.La Redacción. ... Al lector... José, tienen poder absoluto y omni- potente frente al que desea nuestra perdición. Si San José cuidó de Jesús durante los treinta años de vida oculta, esa misma labor hará con nosotros, Cuerpo Místico de Cristo. Él está llamado también a cuidar, guiar, defender y enseñar a la “prolonga- ción” de Cristo en los hijos de la Igle- sia. Dios quiere hacer reinar a San José, icono transparente de Dios Padre, junto a la Virgen Santísima. Por algo fue nombrado para nuestro bien y seguridad: Patrono de la Iglesia Universal. l “misterio de San José”, tan poco conocido aun por los católicos y, en cierta manera, “marginado” por no pocos teólogos, debe ser conocido por todos los que nos llamamos y somos, en verdad, del “nuevo pueblo de Dios”. La Providencia Divina, sin duda, desea poner al humilde Patriarca en el puesto que se merece. Estuvo y está unido, indisolublemente, a la toda Hermosa, a la más Pura Criatura salida de las Manos de Dios: María, la antagonista de la antigua serpiente que, como está dicho en el Génesis, “le aplastará la cabeza…” (Gn. 3, 15 y Apoc 12). San José también tiene “su labor” con el “matador de hombres”; solo él ha sido llamado, en sus letanías, Terror de los demonios. Ambos, María y 4 5 Oración A SAN JOSÉ lorioso Patriarca San José, dechado y modelo de trabajadores. Por aquella fe y aquel amor con que empuñaste los instrumentos de artesanía en el taller de Nazaret, dejándolos santificados para siempre en las gotas de tu sudor. Por la solicitud constante y sacrificada con que ganaste el sustento diario para tu Hijo y para tu Esposa. Por aquella virtud sublime con que supiste convertir en templo tu hogar, donde las almas fusionadas en la oración, en el trabajo, en el amor fueran las delicias del Padre Eterno y el embeleso de los Ángeles. Alcánzanos, poderoso abogado nuestro, la gracia de saber santificar nuestro trabajo convirtiéndolo en instrumento de expiación, a imitación de Jesús, de María y tuya, a fin de que se vuelva a nosotros en acrecentamiento de virtudes y méritos ante los ojos del Señor. mé “antificando el trabaj” Meditación JOSEFINA “De paso” an José nos enseña a sacar partido de todos los sufri- m i e n t o s , d e l a s penas cotidianas. Nos enseña que la tierra es un valle de lágrimas y que la cruz y el sacrifi- cio son plantas que se arraigan en todas las latitudes. Cuando su espíritu se hallaba como envuelto entre tinieblas, parecía que no era posible ni rogar ni meditar ni comprender. ¡No importa!... El dolor es ya una oración sin palabras. Es que, la debilidad humilde y sufrida, llama en su ayuda el socorro de la fuerza que se adapta a todas las postraciones. Algo bulle en San José que lo acerca a nosotros, que lo humani- za, que nos permite sentir que “nos entiende” en nuestro dolor. Dios prueba a sus amigos en el crisol hasta purificarlos. El que iba a ser padre virginal de Jesús, después crucificado, necesitaba probar de antemano el acíbar del Calvario en Nazaret . E l Padre Eterno sabe acendrar, hasta el 6 7 último cuadrante, el alma de sus santos. Por el dolor se sube al amor. ¡Qué dichoso era San José cuando sacaba utilidad de las penas que le proporcionaban los demás! Siempre callaba ante ellas; y lo hacía porque sabía que las pro- testas son inútiles. Se limitaba a soportarlas; así se enriquecía en lugar de perder, porque le permi- tían atesorar méritos ante Dios. Su espíritu tranquilo, tan habi- tuado a las cosas divinas, espera- ba siempre la orden de Dios para aceptarlo todo. Él pensaba que no había que mirar abajo donde cada vez es el vacío más grande, sino que era necesario dirigir los ojos a la altura, hacia el bien definiti- vo de nuestras almas. Nunca solicitaba, ni de la mano ni de la palabra de los hombres, reme- dio para sus penas secretas porque muy bien sabía que más bien que curarlas las envenenarían. Los hombres no eran para él más que los instrumentos inconscientes de los eternos designios de Dios. El Padre hace bien todo cuanto quiere hacer. Por eso de sus pesares hablaba poco con los hombres y mucho con Dios. Miraba al cielo y, con esta mirada, reconfortaba s u c o r a z ó n a n i q u i l a d o . S u fría cerca de Jesús y así sufría amando. El amor lo endulza todo y hace llevadera la permanencia en la tierra. San José sabía que la mortificación más grata a Dios era “tener paciencia” en los trabajos y adver- sidades y, mayormente, cuando eran de parientes y amigos porque estas venían “permitidas” por su Dios. Callaba San José pero no por reproches directos ni correcciones indirectas, sino por una supera- ción patente de “lo bajo” por lo “alto”, de lo “terreno” por lo “ce- leste”, de la “naturaleza” por la “gracia”. Junto al dolor, mantenía la felici- dad de una mirada con destellos de la eterna hermosura. Así se forjan las grandes almas. Para ganar el premio es preciso merecerlo. Y San José se llenó de merecimien- tos porque todo lo veía y se sentía en esta vida como... ...De paso... 98 ERES AMADO Con razón (Cant. 1,4) ERES AMADO Con razón (Cant. 1,4) ue un fraile de la Orden de los Her- manos Menores reformados de la estricta observancia. Fue eI santo de la devoción al Vía Crucis y a la Inmaculada. Como misionero reco- rrió los caminos de Italia durante cuarenta años. Fue canonizado en 1867 por el papa Pío IX y nombrado Puerto Mauricio y San José San Leonardo de “¡Alegráos, porque el paraíso está cerca de vosotros; la escala que conduce al cielo tiene solo tres gradas: Jesús, María y José! He aquí cómo se sube y se desciende por esta escala: Para ascender vuestras súplicas han de ser antes confiadas a las manos de San José; José las entrega a María; y María a Jesús. En el descenso, las respuestas de Jesús las recibe María; y María se las confía a José… Todos los cristianos pertenecen a José porque Jesús y María le han pertenecido”. (Sermones, Casterman, 1850, t.II, 24) patrón de las misiones populares por el papa Pío XI en 1923. Inspirado por San José, proponía al Santo Patriarca como maestro de vida cristiana y como remedio principal contra la herejía janse- nista de la época. Decía en sus sermones: 1. Participar en un retiro espi- ritual durante al menos un día que incluya una meditación sobre San José. 2. Pedir en la oración la inter- cesión de San José para que los desempleados puedan encontrar un trabajo digno. 3. Recitar las Letanías de San José por los cristianos persegui- dos. Los católicos bizantinos tienen la opción de recitar un Aka- thistos para San José. 4. Encomendar el trabajo y las actividades diarias a la protección de San José Obrero. 5. Seguir el ejemplo de San José y realizar una obra de misericordia corporal como dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, visitar a los presos y los enfermos y enterrar a los difuntos. 6. Realizar una de las obras espi- rituales de misericordia, como consolar al triste, dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que se equivo- ca, sufrir con paciencia los defec- tos del prójimo, perdonar al que nos ofende y rezar por los vivos y los difuntos. 7. Rezar el Rosario en familia para que “todas las familias cris- tianas se sientan estimuladas a recrear el mismo ambiente de íntima comunión, amor y oración que había en la SagradaFamilia”. 8. Los comprometidos también pueden recibir una indulgencia al rezar el Rosario juntos. 9. Meditar, al menos treinta segundos, al rezar el Padre Nues- tro, pues San José nos invita a redescubrir nuestra relación filial con el Padre, a renovar la fidelidad a la oración, a escuchar y corres- ponder con profundo discerni- miento a la Voluntad de Dios. 10. Rezar una oración aprobada a San José el domingo de San José, que es el domingo después de Navidad en la tradición católica bizantina. Formas para poder obtener la indulgencia en el 11. Celebrar la fiesta de San José el 19 de marzo realizando un acto de piedad en honor a San José. 12. Rezar una oración aprobada a San José el día 19 de cualquier mes. 13. Honrar a San José realizando un acto de piedad o rezando una oración aprobada cualquier miérco- les, que es el día tradicionalmente dedicado a San José. 14. Rezar a San José en la Fiesta de la Sagrada Familia celebrada el 27 de diciembre. 15. Celebrar la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo realizando un acto de piedad u ofreciendo tu oración. Año de San José Dic, 2020 � Dic, 2021 10 11 13 a n J o s é , c o m o acostumbra enseñar la Tradición de l a I g l e s i a , murió antes de comenzar Jesús su vida pública pues no se ve que aparezca ya más en los Evangelios, aunque lo nombren. No aparece, por ejemplo, en las bodas de Caná ni en muchas de las narra- ciones de los milagros y hechos de Jesús y, sobre todo, al pie de la cruz junto a su Esposa. Al encomendar los cuidados de su Madre a San Juan, es un hecho claro que San José ya habría muerto pues se la hubiese encomendado a él. La Tradición nos dice que la muerte de San José debió ser entre los cincuenta años de edad. Murió entre los brazos de Jesús y María; de a h í q u e s e a P a t r o n o d e l a buena muerte. Este ha sido el sentido de la fe del Pueblo de Dios, conside- rarlo Patrono en ese trance. 12 JosefologíaJosefología Muerte y resurrección de San José La Tradición nos dice también que su cuerpo no sufrió la corrupción del sepulcro y que resucitó el mismo día de la resurrección de Jesús (Mt 27, 53), junto con muchos cuerpos de santos que dormian y que también resucitaron. El día en que Cristo ascendió a los cielos, ascenderían con Él también. Podemos deducir que el primero de todos sería San José por ser el “padre virginal” de Jesús y muy amado por Él. San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia, dice en un Sermón s o b r e S a n J o s é : “ E l g l o r i o s o Patriarca tiene en el cielo un crédito grandísimo con aquel que tanto le favoreció, conduciéndolo al cielo en cuerpo y alma. ¿Cómo iba a negarle esta gracia a quien toda la vida le obedeció?”. S La Tradición nos dice que la muerte de San José debió ser alrededor de los cincuenta años de edad. Murió entre los brazos de Jesús y María; de ahí que sea Pat�ono de la buena mue�te. 1514 e s t i e r r o … ¡ t r a b a j o ingrato de Nazaret… de aquí para allá… pobre- za…! ¡San José todo lo dulcifica! Cogía las cruces de los hombros de Jesús y María… ¡y se las cargaba sobre su espalda! ¡Él soportaba en silencio los tragos amargos de las situaciones duras! ¡Una sonrisa amable por fuera… allí dentro… las preocupaciones, las congojas…! ¡para él solo! “Sin hac�se not�” D ¡sin que lo noten! ¡Entrégate tú también a José! Él será el bálsamo de tus penas. Pero… ¡no te contentes con eso! Sé tú el José de los que te rodean… ¡Alivia sus cargas; lleva sus cruces…! Santo Patriarca, que sea yo el ciri- neo de todos… ¡y que lo sea sin apa- rato, sin llamar la atención… son- riendo siempre, silenciosamente, como tú en Nazaret…! San José, ángel tutelar de la Sagrada Familia, ruega por nosotros para que seamos “otros cirineos” para las almas cansadas… Ejército Blanco www.reinadodemaria.org NSEradio www.nseradio.com www.nsetv.com nsetvradio @nseradio @nsetv Síguenos en: nseradio nsetv Si lo deseas, puedes contribuir con un donativo a la di�usión de El Josefino. E-mail: revistaeljosefino@gmail.com 604 82 46- 320 496 61 83 https://�einadodemaria.o�g/categoria/el-josefino/ Colección completa en: