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2� PRinciPios básicos Etapa dos: Orientación instrumental y relativa En esta etapa las accio- nes correctas se convierten en aquellas que sirven como instrumento para satisfacer las necesidades del niño o las de otros a quienes él quiere. Ahora está consciente de que otros tienen necesidades y de- seos similares a los suyos y comienza a intentar que los otros hagan lo que él quiere. NIVEL DOS: ETAPAS CONVENCIONALES Ahora, cumplir las expectativas de la familia, los pares o la nación se ve como valioso por sí mismo, sin importar las consecuencias. La persona en este nivel de desarrollo no sólo cumple las expectativas, también muestra lealtad al grupo y sus normas. si se pregunta a un adolescente en este nivel por qué algo está mal o por qué es correcto, por ejemplo, tal vez responda en términos de “mis amigos piensan”, “mi familia me enseñó”, “lo que cree- mos los estadounidenses” o, incluso, “la ley dice que”. El adolescente en esta etapa es capaz de ver situaciones desde el punto de vista de otros, pero las únicas perspectivas que puede tomar en cuenta son los puntos de vista que le son familiares de las personas que pertenecen a sus grupos socia- les: familia, pares, organizaciones, país y clase social, y supone que todos son como éstos. La persona está motivada para cumplir con las normas del grupo, al cual subordina sus propias necesidades. Etapa tres: Orientación de concordancia interpersonal El buen com- portamiento en esta etapa convencional temprana es vivir de acuerdo con las expectativas de aquellos a quienes se tiene lealtad, cariño y con- fianza, como la familia y los amigos. La acción correcta es la que cumple con lo que se espera, en general, en el rol de buen hijo, hija, hermano, amigo, etcétera. Hacer lo correcto está motivado por la necesidad de verse como buena persona a los propios ojos y a los de los demás. Etapa cuatro: Orientación de ley y orden Lo correcto e incorrecto en esta etapa convencional más madura está determinado por la lealtad a una sociedad más amplia o al país. Las leyes deben respetarse, ex- cepto cuando están en conflicto con otros deberes sociales estableci- dos. Ahora, la persona es capaz de ver a los otros como parte de un sistema social más grande que define los papeles y las obligaciones individuales, y separar las normas generadas por este sistema de las relaciones y los motivos interpersonales. NIVEL TRES: ETAPAS POSCONVENCIONALES, AUTÓNOMAS O DE PRINCIPIOS En estas etapas, la persona ya no acepta simplemente los valores y las nor- mas de los grupos a los cuales pertenece. Ahora trata de ver las situaciones desde un punto de vista que toma en cuenta, de manera imparcial, los inte- reses de todos. La persona cuestiona las leyes y los valores que ha adoptado la sociedad y los redefine en términos de principios morales elegidos por ella misma, que pueden ser justificados en términos racionales. si se pregunta a un adulto en esta etapa por qué algo está mal, la persona responderá en términos de lo que se ha decidido a través de procesos que son “justos para todos” o en términos de “justicia”, “derechos humanos” o “bienestar social Vela�squez 01.indd 26 24/5/06 08:38:05 Gab.Ost Highlight Gab.Ost Highlight ética y negocios 2� global”. Las leyes y los valores adecuados son los que están de acuerdo con los principios que cualquier persona razonable estaría motivada a cumplir. Etapa cinco: Orientación de contrato social En esta primera etapa pos- convencional, la persona está consciente de que la gente tiene una va- riedad de puntos de vista y opiniones en conflicto que hacen hincapié en maneras justas de llegar a consensos mediante acuerdos, contratos y procesos debidos. La persona cree que todos los valores y las nor- mas son relativos y que, además de este consenso democrático, todos deben tolerarse. Etapa seis: Orientación de principios éticos universales En esta etapa final, la acción correcta se define en términos de principios morales elegidos por su amplitud, universalidad y congruencia. Estos princi- pios éticos no son concretos, como los 10 mandamientos, más bien, son principios generales abstractos que manejan la justicia, el bienes- tar social, la igualdad de los derechos humanos, el respeto por la dig- nidad y la idea de que las personas son fines en sí mismas y deben ser tratadas como tales. Las razones personales para hacer lo correcto se basan en un compromiso con estos principios morales, los cuales son vistos por la persona como los criterios para evaluar el resto de las re- glas morales y los acuerdos, incluyendo los consensos democráticos. La teoría de Kohlberg es útil porque ayuda a entender el desarrollo de las capacidades morales y revela cómo podemos convertirnos en seres más cultos y críticos en el uso y la comprensión de los estándares morales que tenemos. La investigación de Kohlberg y otros ha mostrado que, aunque generalmente las personas pasan por las etapas en la misma se- cuencia, no todos las recorren todas. Kohlberg encontró que muchas personas se quedan en alguna de las primeras etapas toda su vida. Para quienes permanecen en el nivel precon- vencional, lo correcto e incorrecto siempre estará definido en los términos egocéntricos de evitar el castigo y hacer lo que dicen las figuras de autoridad y poder. Para quienes llegan al nivel convencional pero nunca avanzan más, lo correcto e incorrecto continuará definido en términos de las normas convencionales de sus grupos sociales o de las leyes de su país o sociedad. Sin embargo, para quienes llegan al nivel posconvencional y reflexionan con ánimo crítico sobre los estándares morales que les fueron inculcados, el bien o el mal moral están definidos en términos de principios morales que eligieron por sí mismos como los más razonables y adecuados. Es importante observar que Kohlberg implica que el razonamiento de quienes están en las últimas etapas del desarrollo moral es mejor que el de los que están en las primeras. En primer lugar, las personas en las últimas etapas tienen la habilidad de ver las cosas desde una perspectiva más amplia y completa que los que están en las primeras. Una persona en el nivel preconvencional vería situaciones sólo desde su propio y egocéntrico punto de vista; los individuos en el nivel convencional pueden ver las situaciones sólo desde enfoques que le son familiares a las personas en su propio grupo social, y la persona con un punto de vista posconvencional puede ver las situaciones desde una perspectiva que intenta tomar en cuenta a todos los afectados por la decisión. Segundo, alguien en las últimas etapas tiene mejores formas de justificar sus decisiones ante otros, que la gente en las primeras etapas. La persona en el nivel preconvencional sólo justifica sus decisiones en términos de cómo quedarán afectados los interese propios y, por tanto, las justificaciones son persuasivas sólo para la persona. Un individuo en el nivel convencional justificaría sus decisiones en térmi- nos de las normas del grupo al que pertenece, y por ello las justificaciones son concluyentes sólo para los miembros de ese grupo. Por último, la persona en el nivel posconvencional justificaría lo que hace con base en principios morales que son imparciales y razonables y, por tanto, que serían atractivos para cualquier individuo razonable. Repaso breve 1.5 Los tres niveles de Kohlberg del desarrollo moral • Preconvencional (castigo y obediencia; instrumen- tal y relativo) • Convencional (concor- dancia interpersonal; leyes y orden) • Posconvencional (con- trato social; principios universales) Vela�squez 01.indd 27 24/5/06 08:38:05
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