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68 PrinciPios básicos Segundo, el utilitarismo también podría equivocarse, dicen los críticos, cuando se aplica a situaciones que incluyen justicia social. Por ejemplo, suponga que los salarios de subsistencia obligan a un pequeño grupo de trabajadores inmigrantes a continuar haciendo los trabajos agrícolas más indeseables en una economía, pero producen cantidades inmen- sas de satisfacción a la vasta mayoría de los miembros de la sociedad, porque disfrutan vegetales a buen precio, lo que les permite hacer ahorros para satisfacer otros deseos. Su- ponga también que las cantidades de satisfacción producidas de esa forma, cuando se equi- paran con la infelicidad y el dolor impuesto sobre el pequeño grupo de trabajadores, da una utilidad neta mayor de la que existiría si todos tuvieran que compartir el peso del cultivo. Entonces, de acuerdo con los criterios utilitarios, sería moralmente correcto continuar con este sistema de salarios de subsistencia para los trabajadores del rancho. Sin embargo, para los críticos, un sistema social que impone tal desigualdad en las cargas es claramente inmo- ral y un agravio contra la justicia. Los grandes beneficios que podría tener el sistema para la mayoría no justifica la carga extrema que se impone en un pequeño grupo. El defecto que revela este contraejemplo es que el utilitarismo permite que los beneficios y las cargas se distribuyan entre los miembros de una sociedad de cualquier manera, siempre que la canti- dad total de beneficios se maximice. De hecho, algunas formas de distribuir los beneficios y las cargas (como la distribución en extremo desigual del contraejemplo) son injustas sin importar qué tan grandes sean los beneficios que produce dicha distribución. El utilita- rismo ve sólo cuánta utilidad se produce en una sociedad y falla en tomar en cuenta cómo se distribuye esa utilidad entre sus miembros. Para ver con más claridad la forma en que el utilitarismo ignora las condiciones de justicia y derechos, considere ahora cómo manejaron los administradores de Ford el diseño del Pinto. Si hubieran decidido cambiar el diseño y agregar 11 dólares al costo de cada auto, habrían en efecto forzado a los compradores del auto a compartir el pago de 137 millones que costaría el cambio. Cada comprador habría pagado una parte igual del costo total necesario para este aspecto del diseño del Pinto. Pero, al no cambiarlo, los adminis- tradores de Ford estaban en realidad forzando a 180 personas que morirían a absorber todos los costos. Entonces debemos preguntar: ¿Es más justo hacer que 180 compradores soporten todos los costos del diseño del Pinto por sí mismos, o es más justo distribuir los costos por igual entre todos los compradores? ¿Cuál es la manera más justa de distribuir estos costos? Considere ahora que cuando los administradores de Ford decidieron no hacer cam- bios, no sólo estaban haciendo al Pinto más barato, también estaban construyendo un auto con cierta cantidad de riesgo (para la vida): quienes lo manejaran estarían conduciendo un auto que presentaba un riesgo un poco mayor de morir que lo que razonablemente podría suponer. Es posible que los conductores del Pinto hubieran aceptado gustosos el mayor riesgo para su vida a cambio del precio más bajo del auto. Pero no tuvieron opción en el asunto, porque no sabían que el auto era más riesgoso. Entonces debemos preguntar: ¿Tienen las personas derecho a saber lo que están comprando cuando eligen comprar un producto? ¿Tienen las personas derecho a decidir si corren un riesgo mayor para sus vidas? ¿Violaron los fabricantes de Pinto este derecho básico de los clientes de elegir si aceptar un auto con mayor riesgo a cambio de un precio menor? Así, el caso del Pinto deja claro que el utilitarismo parece ignorar ciertos aspectos importantes de la ética. Consideraciones de justicia (que observa cómo se distribuyen los beneficios y las cargas entre las personas) y derechos (que observa el privilegio de los indi- viduos por la libertad de elección y bienestar) parecen ignorarse en el análisis, que ve sólo los costos y los beneficios de las decisiones. Respuestas del utilitarismo a las objeciones de justicia y derechos Para manejar los tipos de contraejemplos que ofrecen los críticos del utilitarismo tradi- cional, se ha propuesto una versión alternativa importante influyente del utilitarismo, justicia Distribución justa de los beneficios y las cargas entre las personas. derechos Privilegio individual por la libertad de elección y bienestar. Vela�squez 02.indd 68 24/5/06 08:39:48 PrinciPios éticos en los negocios 69 llamada regla utilitaria.27 La estrategia básica de la regla utilitaria es limitar el análisis utilitario a las evaluaciones de la reglas morales. De acuerdo con la regla utilitaria, cuando se trata de determinar si una acción dada es ética, no se supone que deba preguntarse si esa acción particular producirá la mayor cantidad de utilidad. En su lugar, se supone que se pregunta si la acción es requerida por las reglas morales que todos deben seguir. Si estas reglas requieren tal acción, entonces se debe llevar a cabo. Pero, ¿cuáles son las reglas morales “correctas”? ¿Sólo debe hacerse esta segunda pregunta, de acuerdo con la regla utilitaria, en lo que respecta a maximizar la utilidad? Las reglas morales correctas son aquellas que producirán la mayor cantidad de utilidad si todos las siguen. Un ejemplo aclarará esto. Suponga que intento decidir si es ético para mí fijar precios con un competidor. En- tonces, según la regla utilitaria, no debo preguntar si esta instancia específica de fijar pre- cios producirá más utilidad que cualquier otra cosa que pueda hacer. En su lugar, debo primero preguntarme, ¿cuáles son las reglas morales correctas respecto a fijar precios? Quizá concluya, después de reflexionar, que la siguiente lista de reglas incluye a todos los candidatos: 1. Los administradores nunca deben reunirse con los competidores para fijar pre- cios. 2. Los administradores siempre deben reunirse con los competidores para fijar precios. 3. Los administradores pueden reunirse con los competidores para fijar precios cuando están perdiendo dinero. ¿Cuál de estas reglas es una regla moral correcta? Según la regla utilitaria, la regla moral correcta es la que producirá la mayor cantidad de utilidad para todos los afectados. Su- ponga que después de analizar los efectos económicos de fijar precios, concluyo que dentro de nuestra economía y circunstancias sociales las personas se beneficiarán mucho más si todos siguen la regla 1 que si todos siguen las reglas 2 o 3. Si esto es cierto, en- tonces, la regla 1 es la regla moral correcta respecto a fijar precios. Ahora que sé cuál es la regla moral correcta para fijar precios, puedo hacer otra pregunta: ¿Debo participar en esta acción específica de fijar precios? Para responderla, sólo debo preguntar, ¿qué requieren las reglas morales correctas? Como ya se observó, la regla correcta es nunca fijar los precios. En consecuencia, aun cuando en esta ocasión en particular fijar precios de hecho generará más utilidad que no hacerlo, estoy obligado éticamente a no hacerlo porque así lo requieren las reglas con las que todos en mi sociedad obtienen los mayores beneficios. La teoría de la regla utilitaria tiene dos partes que se resumen en los dos principios siguientes: I. Una acción es correcta desde el punto de vista ético si y sólo si la acción re- quiere reglas morales que son correctas. II. Una regla moral es correcta si la suma total de las utilidades producidas, cuando todos siguen esa regla, es mayor que la suma total de las utilidades producidas si todos siguieran una regla alternativa. Entonces, de acuerdo con la regla utilitaria, el hecho de que cierta acción maximice la utili- dad en una ocasión específica no muestra que sea correcta desde el punto de vista ético. Para la regla utilitaria, la falla en los contraejemplos que ofrecen los críticos del utilita-rismo tradicional es que en cada caso el criterio utilitario se aplica a las acciones particula- res y no a las reglas. Más bien, la regla utilitaria debe exigir que se use el criterio utilitario para encontrar cuál es la regla moral correcta para cada contraejemplo y luego evaluar las Regla utilitaria La estrategia básica de limitar el análisis utilitario a la evaluación de las reglas morales. Vela�squez 02.indd 69 24/5/06 08:39:48
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