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la ética dE la discriminación En El trabajo 343 concluyó el 5 de abril de 2002, cuando el jurado anunció que otorgaba a cada una de las seis mujeres 550,000 dólares como compensación por el daño emocional que les había causado el acoso y 5 millones en daños punitivos, dando un total de 33.3 millones. La suma otorgada estaba entre las más grandes en la his- toria por un caso de acoso sexual en Estados Unidos, y sor- prendió a Kroger, que esperaba que fuera sustancialmente menor. El abogado de las mujeres declaró que la suma era ade- cuada ya que la compañía “sabía que estaba sucediendo, pero eligió una acción no efectiva. Todo lo que hicieron fue trans- ferir a las víctimas”. Después del juicio, el abogado dijo a los jurados que el juez no le había permitido presentar evidencia de que Misiolek había acosado mujeres durante 10 años antes de que se hiciera cargo de la tienda de Escondido. Una mujer que trabajó para Misiolek en 1985, dijo supuestamente que la había llamado “mexicana sucia” y le había arrojado cosas, mientras que una mujer negra dijo que en 1992 le había dicho, “me puedes llamar ‘mi señor jefe’”. Uno de los jurados, John Adair, declaró que sentía que la pena era demasiado pequeña porque la compañía debió ser penalizada con al menos 1% de su valor neto de 3,700 millones de dólares. De todas formas, unos cuantos meses después de termi- nado el juicio, el veredicto de los jurados se hizo de nuevo a un lado. El juez Michael Anello emitió una orden el 15 de julio de 2002, que argumentaba que los daños punitivos concedidos a las seis mujeres eran “burdamente excesivos” y el resultado de la “pasión y prejuicio” del jurado. En su orden el juez Ane- llo concedía que el comportamiento de Misiolek era “absolu- tamente despreciable”. Sin embargo, continuaba, “no había evidencia que apoyara la conclusión de que Ralphs aprobara o ratificara la conducta de Misiolek”. Éste no actuaba en nom- bre de Ralphs cuando acosaba a las mujeres, dijo el juez, ni la administración de la compañía le ordenó que lo hiciera. En su lugar, era una acción aislada de un solo gerente. La compañía como un todo no debe, entonces, ser responsable por sus ac- ciones, argumentó el juez. El jurado debió haber castigado a la compañía sólo por las acciones específicas de los supervisores de Misiolek que le permitieron operar la tienda de Escondido después de recibir las quejas de otras mujeres sobre su com- portamiento. Las acciones de este puñado de administradores no merecen un castigo de 30.6 millones contra toda la com- pañía. Aún más, dijo el juez Anello, los daños punitivos (que son de alrededor de 60 veces los 550,000 dólares otorgados como daños compensatorios) no estaban razonablemente re- lacionados con los daños compensatorios. Por último, los 30.6 millones exceden la cantidad necesaria para castigar a Ralphs y evitar que otras compañías hagan lo mismo en el futuro. Ane- llo concluyó con una reducción de los 30.6 millones a 8.25 millones. De acuerdo con el juez, Dianne Gober debía reci- bir 3 millones, Tina Swann debía recibir 1.5 millones, Finto y Lange debían recibir 934,500, Noland debía obtener 750,000 y Papiro, 1.125 millones. El juez dio a las seis mujeres 10 días para decidir si aceptaban la pena reducida, si no, ordenaría un nuevo juicio. El 24 de julio de 2002, dos mujeres, Dianne Gober y Tina Swan, aceptaron la suma reducida del juez. Las otras cuatro mujeres decidieron rechazarlo y regresar a la corte para otro juicio. El juicio todavía no se inicia, pues nume- rosas apelaciones deben llegar al sistema de las cortes de California, forzando a las mujeres, que después de 10 años todavía no reciben un centavo de compensación, a continuar esperando. Uno de los abogados de las mujeres declaró eno- jado que la suma reducida no castigaba a Ralphs, no evita- ría actividades similares en otras compañías y no serviría de ejemplo para otros, como se supone deben servir los daños punitivos. Preguntas 1. Suponiendo que los administradores de distrito y de tien- das de Ralphs recibieran quejas del comportamiento de Misolek desde 1985, pero que no llegaran a las oficinas de Ralphs en Crompton, ¿cree que el juez está en lo correcto al decir que la compañía como un todo no debe ser res- ponsable de esas acciones? ¿Debe la compañía ser respon- sable por las políticas que evitan que las quejas lleguen a las oficinas generales? 2. ¿Qué tipo de penalización cree que hubiera sido adecuada para Ralphs? Desde su punto de vista, eran 33.6 millones una pena excesiva? Explique. 3. ¿Debe Kroger pagar por hechos que ocurrieron antes de comprar la cadena de supermercados? 4. Muchos estados (pero no California) adoptan las reglas federales que dan un tope de 300,000 a los daños puniti- vos en casos de acoso. ¿Es ese tope una buena idea desde un punto de vista ético? Explique. 5. ¿Qué haría una compañía para asegurar que no ocurra una situación como la Misiolek? ¿Por qué piensa que Ralphs permitió al gerente continuar administrando las tiendas? Notas 1. Jim McNair, “Subsidiary of Kroger Loses $30.6 M Lawsuit”, Cin- cinnati Enquirer, este caso se basa en las siguientes fuentes adi- cionales: Alexei Oreskovic, “$30M Awarded in Sex Harassment Suit”, The Recorder, 10 de abril de 2002; “Post-Verdict, Jury Learns of Other Allegations”, abcnews.com, 20 de junio de 2002; Davan Maharaj, “$3.3-Million Judgment Against Ralphs Tossed Out”, Los Angeles Times, 24 de julio de 1998; Onell Soto, “Ralphs to Pay $30 Million over Sexual Harassment”, San Diego Union-Tribune, 7 de abril de 2002; Onell Soto, “Harassment Award Against Ralphs Cut”, San Diego Union-Tribune, 17 de julio de 2002; Lisa Girion, “$30.6 million Judgement Against Ralphs Slashed”, Los Angeles Times, 17 de julio de 2002; Lisa Girion, “Harassment Verdict Prompts Review”, Los Angeles Times, 9 de abril de 2002; Davan Vela�squez 07.indd 343 24/5/06 08:48:00 344 Los nEgocios y sus REPREsEnTAcionEs inTERnAs Wal-Mart Stores, la cadena de tiendas más grande del mundo, es dueña de 4,800 tiendas, incluyendo 1,475 tiendas de des- cuento, 1,750 tiendas Wal-Mart Supercenter, combinación de descuento y abarrotes, y 540 almacenes Sam’s Club. Es el vendedor líder tanto en Canadá (236 tiendas) como en México (633), es dueña de casi 40% de seiyu, una cadena de super- mercados japonesa, y tiene tiendas en Argentina (11), Brasil (144), China (39), Alemania (92), Corea del Sur (15), Puerto Rico (54) y el Reino Unido (270). Al final del año fiscal 2004, Wal-Mart declaró ingresos por 256,300 millones de dólares y un ingreso neto de 9,100 millones. La compañía tenía más de 1,500,000 empleados en todo el mundo y planeaba agregar otros 800,000 para el final de la década. La compañía es famosa por su fuerte y distintiva cultura corporativa, que promueve activamente. Los empleados nue- vos obtienen vídeos, clases y literatura acerca de la cultura de Wal-Mart, como “tres creencias básicas” (“respeto por el individuo”, “servicio a nuestros clientes” y “lucha por la ex- celencia”). Los empleados leen la biografía personal del fun- dador Sam Walton y aprenden cómo sus valores personales se convirtieron en las creencias de la compañía. La capacita- ción semanal sobre la cultura de la empresa es obligatoria para gerentes y empleados. Los gerentes tienen cursos continuos sobre este tema y los imparten a sus subordinados. Los em- pleados pasan una evaluación sobre estos conocimientos y se les compensa cuando demuestran un compromiso fuerte con la compañía.2 Algunas tradiciones culturales de la compañía tienen una orientación masculina. Los gerentes con antigüe- dad asisten al retiro anual de la corporación, por ejemplo, que siempre incluye pesca y caza de codorniz. En ocasiones, se programa a los gerentes a juntas de distrito en los restaurantes Hooter’s y las reuniones de ventas anuales incluyen visitas a clubes de strip tease. Aunque la compañía es acérrimamente antisindicatos se conoce como un empleador benevolente,pero su reputación ha sufrido recientemente. En julio de 2000, una auditoría in- terna descubrió violaciones de las leyes de trabajo estatales en el tiempo para descansos y violaciones de las leyes federales de niños en el trabajo. En octubre de 2003, el ins (servicio de inmigración y naturalización) realizó varias redadas noctur- nas y descubrió que las compañías de limpieza que contrataba Wal-Mart para limpiar sus tiendas tenían cientos de ilegales trabajando como intendentes. Se acusó a Wal-Mart de cons- piración con las compañías de limpieza para no pagar los sa- larios justos a los inmigrantes. En febrero de 2004, se declaró culpable a la compañía por no pagar los salarios de horas extra a trabajadores que aseguraban las habían trabajado sin paga entre 1994 y 1999.3 El mayor dolor de cabeza por los empleados de Wal- Mart, sin embargo, es una demanda de clases (Dukes et al., vs. Wal-Mart Stores, Inc.) alegando que la compañía discriminaba a las mujeres en promociones, salarios, capacitación adminis- trativa y asignación del trabajo. La demanda fue lanzada en junio de 2001 cuando seis empleadas acusaron a Wal-Mart de pagar menos a las mujeres y pasarlas por alto para las pro- mociones. El 22 de junio de 2004, el juez de distrito Martin Jenkins dictaminó que las seis mujeres podían demandar en nombre de todas las mujeres empleadas de Wal-Mart que ha- bían trabajado en las tiendas de Estados Unidos en cualquier época desde el 26 de diciembre de 1998. Las mujeres pidieron salarios retroactivos y compensaciones para 1.6 millones de mujeres empleadas a quienes Wal-Mart había discriminado. Para apoyar estos argumentos, las mujeres contrataron al experto en estadística, Richard Drogin, un profesor de la Uni- versidad del estado de Californiaen Hayward, para analizar los registros computarizados de 3,945,151 empleados que habían trabajado en algún momento durante 1996 y 2002.4 Drogin observó que los empleados de Wal-Mart están divididos en dos grandes grupos: los empleados por horas en los niveles más bajos y los empleados administrativos asala- riados en los niveles altos. Los empleados por horas incluyen cajeros, asociados, personal de almacén y administrativos de apoyo. Los empleados administrativos con salario están divi- didos en dos grupos: en el nivel bajo están los que administran una sola tienda y en el nivel alto los que manejan un distrito o región, o los que entran a la administración corporativa. En el nivel de la tienda, los administradores asalariados incluyen a los gerentes y los asistentes; arriba de ellos están los gerentes de distrito, los vicepresidentes regionales y los vicepresiden- tes generales. Como Wal-Mart promueve casi siempre desde adentro, los trabajadores pueden progresar del nivel alto por horas (usualmente “apoyo administrativo”), a la capacitación administrativa o asistente de la gerencia, y por último a ge- rente de distrito, regional o corporativo. C A S O S Las mujeres de Wal-Mart1 Maharaj, “Ralphs Fights Record Award”, Los Angeles Times, 23 de julio de 1998; Lisa Girion, “6 Women Win Suit Against Em- ployer Ralphs”, Los Angeles Times, 6 de abril de 2002; Margaret Fisk, “$3.3 M Award Swells to $30 M”, National Law Journal, 15 de abril de 2002; Alexei Oreskovic, “$30 Million Verdict Cut”, National Law Journal, 22 de julio de 2002. 2. “Harassment in the Supermarket”, abcnews.com, 30 de junio de 2002. Vela�squez 07.indd 344 24/5/06 08:48:00
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