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364 Los negocios y sus representaciones internas son resultado de la exposición a sustancias químicas y a peligros físicos matan a otros traba- jadores. Los costos anuales directos de las muertes y las lesiones relacionadas con el trabajo (costos médicos y pagos a los trabajadores) en Estados Unidos fueron de 40.1 miles de mi- llones de dólares, y los costos indirectos (pérdida de productividad, tiempo extra, etcétera.) fueron de 240 mil millones de dólares en 2002.23 Los peligros en el lugar de trabajo no sólo incluyen las categorías más obvias de he- ridas mecánicas, electrocución y quemaduras, sino también el frío y el calor extremos, la maquinaria ruidosa, el polvo de roca y de fibras textiles, los humos químicos, el mercurio, el plomo, el berilio, el arsénico, los corrosivos, los venenos, los irritantes de la piel y la ra- diación.24 La descripción del gobierno de las lesiones laborales es desalentadora: Tres millones y medio de trabajadores estadounidenses expuestos a los asbestos enfrentan una doble amenaza: no sólo enfrentan el riesgo de ser víctimas de la neumoconiosis pulmonar cicatrizante propia de su oficio, la asbestosis, sino que están en riesgo de padecer cáncer de pulmón asociado con la inhalación de fibras de asbesto. Estudios recientes sobre el aislamiento de trabajadores en dos estados mostraron que una de cada cinco muertes se debió al cáncer pulmonar, es decir, siete veces la tasa esperada; la mitad de los individuos con 20 años o más en el oficio mostraron evidencias de asbestosis en estudios de rayos X; una de cada 10 muertes fue causada por mesotelioma, una enfermedad pulmonar o pleura que ataca sólo a uno de cada 10,000 individuos en la población laboral general. De 6,000 hombres que han trabajado en minas de uranio, se estima que de 600 a 1,100 morirá durante los siguientes 20 años, como resultado de la exposición a la radiación, principalmente de cáncer pulmonar. El 50% de las máquinas indus- triales generan niveles de ruido potencialmente dañinos para el oído. Cada año, cientos de miles de trabajadores sufren enfermedades de la piel por el contacto con los materiales que utilizan en sus trabajos. Las dermatosis son las enferme- dades laborales más comunes. Aún los viejos y bien conocidos venenos, como el mercurio, el arsénico y el plomo, continúan causando problemas.25 Muchos peligros de los lugares de trabajo no se reconocen hasta varios años después de que empiezan a dañar a los trabajadores. El asbesto, por ejemplo, que se mencionó en la cita anterior, tarda alrededor de 20 años en provocar el cáncer de pulmón que ahora sabemos que produce. Aunque durante mucho tiempo se sospechó que la inhalación de fibras de asbesto causaba enfermedades pulmonares, no se descubrió en definitiva que estaba relacionada con el cáncer sino hasta 1964, mucho tiempo después de que decenas de miles de trabajadores habían estado expuestos al asbesto en astilleros y otros proyectos de construcción. De forma similar, muchos trabajadores habían estado expuestos al manganeso hasta hace poco tiempo. Ahora sabemos que el manganeso inhalado en forma de vapor o en partículas transportadas por el aire causa trastornos cognoscitivos, convulsiones, debilidad, falta de coordinación motriz y problemas respiratorios. Los trabajadores que han estado expuestos a vapores de manganeso todos los días incluyen soldadores, mineros, trabajado- res del acero, algunos trabajadores ferroviarios, granjeros que manejan pesticidas o fertili- zantes que contienen manganeso, y obreros implicados en procesos de fabricación que lo utilizan. Estos trabajadores enfrentan un futuro difícil e incierto, ya que muchos de ellos quedarán incapacitados por completo y dependerán de otros para todas sus necesidades. En 1970, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de seguridad y salud laboral y creó la Occupational Safety and Health Administration (osha) “para asegurar tanto como sea posible a cada hombre y mujer trabajadores del país condiciones de trabajo segu- ras y saludables”.26 Por desgracia, desde sus inicios la osha se vio rodeada de controversias. A pesar de las severas críticas que ha recibido,27 un número inadecuado de inspectores de campo y procedimientos de regulación a menudo ineficientes, la existencia de osha ha pro- vocado que muchas empresas instituyan sus propios programas de seguridad. Una encuesta reveló que el 36% de las compañías encuestadas ha puesto en práctica programas de segu- ridad como resultado de osha, y el 72% dijo que su existencia ha influido en sus esfuerzos Occupational Safety and Health Administration (OSHA) organismo creado por el congreso estadounidense en 1970 “para asegurar tanto como sea posible a cada hombre y mujer trabajadores del país condiciones de trabajo seguras y saludables”. Vela�squez 08.indd 364 24/5/06 08:49:07 El individuo En la organización 365 de seguridad.28 Aun cuando ahora se está poniendo más atención a la seguridad laboral, no todas las tasas de accidentes han disminuido en Estados Unidos. Entre 1970 y 2001, el número de trabajadores muertos en accidentes de trabajo disminuyó dramáticamente de 18 muertes por cada 100,000 trabajadores a cuatro por cada 100,000. Sin embargo, el número de lesiones que incapacitan ascendió de forma constante de 2.2 millones en 1970 a 3.9 millones en 2001.29 El riesgo es, por supuesto, una parte inevitable de muchas ocupaciones. Un piloto de carreras, un artista circense y un vaquero de rodeo aceptan ciertos peligros como parte de sus empleos. Si un patrón (a) toma medidas adecuadas razonables tanto para estar infor- mado como para informar a los trabajadores acerca de los riesgos del lugar de trabajo y para eliminar tales riesgos, (b) compensa y asegura por completo a los trabajadores que co- rren riesgos que no es posible eliminar, y (c) los trabajadores aceptan esos riesgos restantes de forma libre y deliberada a cambio de una compensación adicional, entonces podemos concluir, en general, que el patrón actuó éticamente.30 El problema básico, sin embargo, es que en muchos trabajos peligrosos no existen estas condiciones. 1. Los salarios no logran proporcionar un nivel de compensación proporcional a los riesgos de un trabajo cuando los mercados de laborales en una industria no son competitivos o cuando no registran riesgos porque aún no se conocen. En algunas zonas mineras rurales, por ejemplo, una sola compañía minera puede monopolizar los empleos. Los riesgos que implica la minería para la salud o el uso de cierto material, como el manganeso, quizá no se conozcan hasta mu- chos años después. En estos casos, los salarios no compensan por completo los riesgos. 2. Los trabajadores podrían aceptar riesgos sin saberlo puesto que no tienen un acceso adecuado a la información concerniente a esos riesgos. Por ejemplo, reunir información acerca de los riesgos de manejar ciertos químicos toma una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero. Determinar los peligros del man- ganeso, por ejemplo, tomó varios años de estudios. Por lo tanto, a los trabaja- dores que actúan de forma individual les cuesta mucho reunir la información necesaria para evaluar los riesgos de los trabajos que aceptan. 3. Los trabajadores aceptan riesgos conocidos como resultado de la desespera- ción, puesto que carecen de la habilidad para ingresar a otras industrias menos riesgosas o que no cuentan con información sobre las alternativas disponibles. Los soldadores o los mineros de manganeso de bajos ingresos, por ejemplo, conocen los peligros inherentes a respirar estos vapores. Sin embargo, como no cuentan con los recursos que necesitan para buscar en otro lado, se ven forzados a aceptar el trabajo que tienen o padecer hambre. Cuando se da cualquiera de las tres condiciones, el contrato entre el patrón y el em- pleado deja de ser justo. El patrón tiene el deber, en este tipo de casos, de tomar medidas para asegurarse de que el trabajador no está siendo manipulado injustamentepara aceptar un riesgo por desconocimiento, a disgusto, o sin la debida compensación. Suponiendo que el patrón haya eliminado todos los peligros de salud y seguridad del lugar de trabajo que violan las leyes locales y que haya eliminado todos los demás peligros que sea posible elimi- nar con una inversión razonable, entonces: 1. Si cualquier riesgo de salud y seguridad del lugar de trabajo no se elimina a un costo razonable, el patrón tiene la obligación de patrocinar estudios sobre esos riesgos, en particular, de aquellos que comprometen la salud y la vida, y la obligación de compensar a los trabajadores por cualquier lesión que sufran. 2. Los patrones deben ofrecer salarios que reflejen las primas por riesgos que prevalezcan en otros mercados laborales similares pero competitivos, para que los trabajadores sean compensados adecuadamente por los riesgos que impli- can sus trabajos. Repaso breve 8.4 Las condiciones de trabajo justas requieren • Estudiar y eliminar los riesgos de trabajo • Compensar los riesgos • informar a los trabajadores de los riesgos conocidos • asegurar a los trabajadores contra los riesgos desconocidos Vela�squez 08.indd 365 24/5/06 08:49:08
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