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PRA 02 – KANT: CRITICA DE LA RAZON PURA Significado del título: CRITICA: se trata de un análisis de los límites y presupuestos de nuestra facultad racional. Que puede hacer y qué no. DE LA: es una crítica desde la razón y hacia la razón. Se trata de una suerte de autocrítica de la razón. En tanto somos seres racionales tenemos esta capacidad de discernimiento, de juzgar los limites. Pero a la vez, el objeto examinado es la razón misma. La razón es el que juzga y a la vez el que es juzgado. PURA: lo puro tiene un sentido especifico que remite a todo saber que podemos portar en tanto eres racionales que es independiente de la experiencia. Es un saber que no extraernos de la experiencia. Antecedentes al autor (clase pasado): Racionalismo: el conocimiento nace de la razón. Tiene un origen fundamentado puramente en la razón. La razón es el “suelo” en el que podemos asentar las verdades absolutas. El conocimiento es verdadero porque es dado a priori por la razón. El conocimiento empírico (por la experiencia) no es verdadero: nuestros sentidos muestran como las cosas se nos aparecen, pero la razón es la única forma en la que podemos darnos cuenta de cómo las cosas son en verdad (es decir, purificar esa experiencia y comprender la verdad de las cosas). La fuente de verdad son la ideas innatas de la razón. Empiristas: el único conocimiento verdadero deriva de la experiencia. La razón reproduce la experiencia. Parte del método inductivo (va desde los más chico a lo más grande): el precio de utilizar ese método es perder la capacidad de dar enunciados universales. Solo pueden dar reglas de costumbre: universales relativos que se adaptan a un conjunto finito. Carpio dice que desde el punto de vista de Kant ambas posturas pueden ser tachadas de realistas (es un concepto de Carpio, no de Kant) en la medida en que para ellos conocer supone reproducir pasivamente el objeto que ya está constituido. Conocer es meramente contemplar. Ninguno de ellos se pregunta si acaso lo que percibimos como objeto no está ya influido subjetivamente (es decir que al mirar un objeto ya lo está alterando). Esa va a ser la pregunta kanteana. Kant concibe al acto de conocimiento como un acto activo, porque conocer va a significar modificar al objeto (una praxis transformadora). En la medida en la que yo conozco algo, le implico ciertas coordenadas que son mías y en ese sentido el objeto ya está alterado por nosotros mismos. Esto es la revolución copernicana. Revolución copernicana: consiste en el cambio de rol que le da Kant al sujeto. La razón pasa de ser considerada pasiva a ser considerada como activa. Para Kant conocer supone una actividad transformadora del objeto. A partir de él el sujeto pasa a ser considerado como un sujeto activo que modifica al objeto que está conociendo (la subjetividad pasa a ser transformadora: el sujeto de conocimiento es necesariamente activo porque lo que hace es constituir fenómenos poniendo materias bajo determinadas formas subjetivas). El sujeto es activo porque HACE al objeto. La racionalidad siempre opero así, pero los filósofos anteriores no se habían percatado. Las facultades de la razón (nuestras capacidades racionales que hacen a nuestra forma de pensar) alteran nuestra percepción del mundo. Percibir ya es un acto de trasformación. El objeto va a ser siempre la síntesis entre la materia del mundo (ya dada. Es La UES Presidencia independiente de mi pensamiento) y la forma, que es subjetiva. Esa materia no se puede conocer, pero si se puede pensar. Conocer ya no es contemplar (reflejar pasivamente, como ocurría con las dos tradiciones anteriores) sino una operación trasformadora. En la crítica de la razón pura hay dos problemas interrelacionados: el problema del conocimiento y el problema de la articulación entre la naturaleza y la libertad: Problema del conocimiento: qué podemos conocer y qué no. Para responder a esto es fundamental encontrar un fundamento para el conocimiento (de esta forma, es prioritario el mismo problema que lo era para los espiritistas y racionalistas). Ese fundamento no va a estar en una autoridad externa (Dios) sino que va a estar en nosotros mismos (fundamento del sujeto). En la medida en la que corremos ese eje hay una posibilidad de refundar la ética, la política, la filosofía de la historia, etc. La verdad es refundada en todos los ámbitos. Hay que hacer una distinción entre conocimiento de hecho y de derecho. El conocimiento científico ya existe de hecho. Es un hecho que los hombres pueden construir ese tipo de conocimiento. Pero la pregunta a resolver desde el plano filosófico es cómo es eso posible. Para responder la pregunta de que podemos conocer tengo que buscar los fundamentos del conocimiento. Se debe indagar sobre las condiciones subjetivas de posibilidad del conocimiento cientifico. Capacidades racionales del hombre que nos dan la capacidad de construir leyes. Conocer: se conoce al afirmar que lo que yo digo se corresponde con lo que la cosa es. Hay conocimiento en cuanto mis representaciones subjetivas son adecuadas a lo que el objeto es. 2 tipos de conocimientos/disciplinas: Conocimientos consolidados como ciencia: física y la matemática. Son ciencias de hecho. Han demostrado ser capaces de dar resultados universalmente válidos. Han logrado consolidarse porque comprendieron que, para fundar verdades, la razón siempre reposa sobre principios independientes de la experiencia (principios a priori). Metafísica: es lo que hacen Kant y los filósofos. Pretende siempre un conocimiento enteramente a priori (independiente de la experiencia). Hasta ahora (hasta ´él) no han logrado convertirse en ciencia porque no ha logrado aquello que la ciencia si logro: resultados científicamente comprobables. No hay un pensamiento progresivo y evolucionista. Esto no se pudo dar porque no habían dado con lo que él dio: la posibilidad de comprender las condiciones de posibilidad del conocimiento. Hasta ahora los metafísicos no habían comprendido cuales son esos rasgos universales de pensar que rigen toda percepción del mundo. Conocimiento objetivo: hay conocimiento objetivo en la medida en que hay conocimiento de objeto. También supone un conocimiento certero: con pretensión de universalidad y necesariedad. Si pretenden esto tienen que ser independientes de la experiencia (Por el problema del inductivismo que no permite leyes universales. Siempre remite al pasado, por lo cual no se puede predecir). Como estoy buscando las condiciones de posibilidad que permiten fundar todo conocimiento objetivo yo ya sé cómo NO lo puedo fundar: con el método inductivo. Por ello, voy a necesitar contar con algún presupuesto que este dado a priori, es decir que no provengan de la experiencia sino de la razón. A priori: quiere decir independencia de la experiencia. Es opuesto a lo posteriori: lo dado por la experiencia. Lo universal y necesario nunca jamás pueden derivar de la experiencia. La UES Presidencia Carpio dice que hay algunos momentos en los que el hombre vive en estados puramente sensoriales (primeras semanas de vida, por ejemplo). Nuestra razón opera ordenando el caos para construir objetos con sentido. En la crítica Kant busca identificar las coordenadas ultimas que operan sobre el material que recibimos (por la empiria) y que nos permiten ordenar y construir ese sentido. Kant dice que la razón está dividida en facultades: Sensibilidad: porta en si misma las intuiciones puras: tiempo y espacio. Están en el sujeto. Nosotros vivimos nuestra experiencia sensible siempre bajo estas dos coordenadas. La sensibilidad como facultad se ocupa de la primera recepción de los estímulos del mundo. Entendimiento: porta las 12 categorías o conceptos puros del entendimiento: por ejemplo, sustancia, causalidad, etc. Esas categorías tienen que ver con cómo nuestro pensamientoordena el material que recibimos. Lo que hace es ordenar el material intuido (caótico) gracias a ajustarlo bajo determinadas lógicas, reglas o coordenadas (las 12 categorías). Nos permite unir acontecimientos entre sí (por ejemplo, con la causalidad). Es donde se ve con más fuerza la espontaneidad subjetiva del hombre. El entendimiento es por excelencia la facultad que piensa. Imaginación: opera entre las anteriores. Produce esquemas. Razón en sentido estricto: porta ideas. Juicio analítico: sujeto y predicado son iguales. Propios de la matemática. Racionalista. Son universales y necesarios, pero desestiman el valor de la experiencia. A ellos apelan los racionalistas. Juicios a posteriori: sujeto y predicado no son iguales, sino heterogéneos entre sí. Depende de la experiencia. Extienden nuestro conocimiento del mundo al incorporar la experiencia, pero no puede llegar a leyes universales. A ellos apelan los empiristas. Kant inventa un tercer tipo: los juicios sintéticos a priori: para que exista la posibilidad de crear verdades universales, pero que además nos digan algo de la experiencia, la única solución a este problema son los juicios sintéticos a priori. En la medida en la que un ser racional porta estas coordenadas ordenadoras universales iguales a todo sujeto y que usamos para sintetizar la materia, en realidad lo que hacemos cuando conocemos es emitir juicios sintéticos. Es una conjunción entre los dos tipos anteriores. Sintetizamos el material intuido bajo determinadas lógicas o categorías universales. El conocimiento surge de estas dos fuentes irreductibles entre sí: solo puede haber conocimiento allí donde hay también un material dado que sea aquella materia que voy a sintetizar. La razón, en la medida que piensa, hace del material intuido una manufactura subjetiva (se pone la materia bajo una forma subjetiva, por ende, pierde su “pureza”). Las intuiciones por si mismas son ciegas: no tendríamos experiencias sino solo impresiones caóticas. Pero los conceptos también en sí mismos son vacíos, es decir, las categorías de conocimiento de la razón NO aportan por si mismas conocimientos: el pensamiento queda en el vacío si no se lo llena con un contenido empírico. Subjetividad trascendental: modo de ser sujeto humano racional que es común a todo ser humano (todos tenemos las mismas capacidades de entendimiento). La UES Presidencia En la medida en que nosotros portamos estas facultades que modifican el material intuido, es licito pensar que el mundo exterior no tiene el mismo orden que nosotros le damos. En este sentido, como conclusión Kant da lugar a la diferenciación entre el fenómeno (el objeto de la experiencia: el objeto tal cual como YO lo conozco) y la cosa en sí (Noúmeno): cómo son las cosas independientemente de cómo nosotros las conocemos. La podemos pensar, pero no conocer. No la podemos conocer porque al conocerla la estamos alterando. Por nuestra naturaleza misma ese límite es inalterable. Del límite (entre lo que podemos conocer y lo que no) se deriva una utilidad positiva y una negativa: Utilidad negativa: no hay conocimiento de la metafísica. Utilidad positiva: si nosotros quisiéramos conocer entes de los cuales no tenemos experiencia, estaríamos incurriendo en falsos conocimientos (raciocinios dialecticos). Entonces, este límite básicamente nos permite evitar el error. Además, otra utilidad positiva reside en que considera que ha fundamentado la ciencia explicando cómo es posible para los seres humanos conocer: no de manera absoluta sino de manera limitada, pero conocer al fin. Tercera facultad de la razón: La razón en sentido estricto (razón como facultad) La pretensión de conocer meramente con la razón (como pretendía descartes, que consideraba que el trasfondo de la realidad es racional) nos lleva a falsos conocimientos (raciocinios dialecticos). La razón puede pensar todo aquello que no incurra en contradicciones lógicas. En el terreno del conocimiento, la lógica del “Yo conozco algo cuando determino su causa” constituiría una regresión infinita. La razón lo que hace es postular idealmente las causas primeras (hipótesis explicativas primeras: por ejemplo, Dios en la religión; el Big Bang) que sirven para darle coherencia a todo el sistema de conocimientos que constituyen el entendimiento. La razón postula una causa incondicionada. Estas hipótesis ordenan todo el resto de conocimientos y les dan cierta coherencia. Siempre tienen ese carácter hipotético (idea de alma, de dios y de mundo). El entendimiento avanza produciendo síntesis hasta que hace falta saltar hacia la razón. La razón como facultad trabaja con el producto del entendimiento. La razón postula ideas con la función de síntesis superior. Estas ideas unifican esos productos del entendimiento que en caso contrario no tendrían coherencia entre sí (función regulativa de las ideas). Evita las regresiones infinitas. Para Kant tienen una tarea heurística: caen bajo la forma del “como si”. Estas ideas NO provienen de la experiencia: es la razón la que las produce espontáneamente para resolver los problemas a los que necesariamente llega. La UES Presidencia
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