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CONSTRUCCIÓN: TÉCNICAS Y SISTEMAS LA ARQUITECTURA COMO TÉCNICA III Ramón Araujo Este libro es el tercer tomo del Curso de Construc- ción que he impartido en la Escuela de Arquitectu- ra de Madrid durante muchos años. Y que he de- nominado, en conjunto, “La Arquitectura como Técnica”. Los otros dos tomos están ya publicados. El primero en editarse fue “Superficies”, editado por Tectónica, el segundo “Construir en Altura”, por Reverté. El orden en que se explicó el curso en cla- se no es el de las ediciones y éste que ahora se edita corresponde a las clases iniciales, aunque los tres libros pueden ser leidos con independen- cia. Reverté publicó otro libro mío, “La Arqui- tectura como Ciencia”, que es en gran parte com- plementario a éste, tratándose de una visión gene- ral de nuestro oficio y de un análisis de nuestras diferentes tipologías. El libro derivaba también de la docencia, en n ese caso de mis asignaturas en el Máster de Construcción y Tecnología de la Es- cuela, que aún dirijo. En el libro que ahora se edita se tratan aquellos temas cuyo conocimiento me parece esencial y necesario para cualquier arquitecto, y para enfrentarse a temas de diseño de cierto al- cance. Comienza recordando los conceptos bási- cos de los materiales y de las estructuras, tanto de su comportamiento como de su construcción. Ya con esta base se analizan algunas tipologías que nos permiten desarrollar lo anterior con casos reales en los que domina el diseño estructural y nos sirven de preparación para las superficies y los edificios en altura. El contenido se centra especialmente en el diseño estructural, tema en el que no soy en abso- luto un especialista, pero siempre he pensado que si algo nos hace arquitectos es la comprensión del edificio como estructura y el conocimiento de su construcción. Los temas de cerramientos y acondicio- namiento ambiental se desarrollan en los restantes tomos. ÍNDICE 1. Materiales 2. Acero y hormigón armado 3. Diseño de piezas lineales 4. Piezas lineales de acero y hormigón armado 5. Uniones 6. Uniones en acero y hormigón armado 7. Sistemas de barras 8. Vigas y torres 9. Naves de columnas 10. Puentes de hormigón armado. 11. La vivienda aislada: sistemas murales. 12. La vivienda aislada: sistemas de esqueleto. 12. La vivienda aislada: sistemas industrializados. 1 1. MATERIALES: ESTRUCTURA Y COMPORTAMIENTO La elección y definición del material es una de las más importantes decisiones de diseño: no podemos planear la forma sin conocer el material. Las nuevas ideas en arquitectura siempre van ligadas al desarrollo de nuevos materiales. Esto es particularmente cierto desde la revolución industrial, al comenzar la conquista de los metales, y el proceso es imparable desde el siglo XX: la arquitectura moderna fue primero hija del acero, del hormigón armado y del vidrio y las más nove- dosas realizaciones actuales derivan de la aplica- ción de los polímeros (cubiertas textiles) y los ace- ros de alta resistencia (estructuras tensadas). Los grandes cambios que se han produci- do y siguen ocurriendo en arquitectura, como en todas las ramas de la construcción de artefactos, se originan en la impresionante revolución de la ciencia de los materiales. Realmente siempre fue así desde los comienzos de la humanidad, y de- nominamos a las edades por sus materiales: Edad de Piedra, del Bronce ,… el siglo XIX sería la edad del hierro, el XX del vidrio y el mundo actual la era de los nuevos materiales compuestos. Las prestaciones de un objeto siempre de- penderán de sus materiales constituyentes, y esto es particularmente claro en aquellas ramas más avanzadas de la tecnología. Hace tiempo comenzó la incorporación de los polímeros reforzados en la fabricación de automóviles, las embarcaciones son en su mayoría de resinas armadas, la revolución aeronaútica está siendo posible gracias a las nue- vas aleaciones de aluminio y los polímeros com- puestos, etc. En el campo de la medicina, la elec- trónica´, la nanotecnología, etc los cambios son aún más impresionantes. Los Nuevos Materiales La tierra, o mejor el cosmos, es una fá- brica de materiales, un crisol gigante capaz de crear múltiples compuestos, la mayoría de los que son minerales, es decir, mezclas de elementos. Los procesos de elaboración de materiales son procesos termodinámicos, de los que resultan un estado de equilibrio termodinámico ante las ac- ciones exteriores, que es un estado de mínima energía. Los procesos que sufre el material son alteraciones de este estado de equilibrio, en los que pasa por una serie de estados inestables has- ta lograr una nueva configuración. El primer escalón de la arquitectura lo marcan los materiales naturales no orgánicos. Son aquellos que encontramos organizados en la natu- raleza, y que han sido creados por procesos físi- cos y orgánicos. Aunque la arquitectura ha depen- dido en gran parte de estos materiales naturales (los pétreos principalmente), en realidad muy po- cos de ellos son aptos para nuestros fines sin grandes transformaciones. Nosotros fabricamos también materiales. Lo hemos hecho siempre a partir de las materias primas que recogemos y sometemos a procesos físico-químicos. Estos procesos han ido alcanzando un im- presionante desarrollo. Si el inicio de la tecnología de los materiales son los sistemas prehistóricos de obtención de cerámicas por procesos mecánicos y térmicos, el primer gran salto es la conquista de la metalurgia hasta el control de las altas temperatu- ras que caracteriza a la revolución industrial. Todo esto sufre una gran revolución desde el momento en que despega la ciencia de elabora- ción de materiales: su inicio es la invención y fabri- cación de nuevos polímeros en las guerras mun- diales: es la época de los plásticos. Lo que es nuevo no es solamente la impresionante variedad de materiales, sino la posibilidad ya real de diseñar el material de acuerdo a nuestros objetivos: definir unas prestaciones y crear el material que las cum- pla. Los nuevos materiales encuentran múltiples aplicaciones en los automóviles eléctricos para aumentar la ligereza, el recambio o construir las baterías. Pero hay otro gran cambio: el descubri- miento de la materia viva. Los organismos son también fábricas de materiales, pero sus materias primas son diferentes, pues son las propias de la vida. Durante mucho tiempo hemos utilizado materiales orgánicos como la madera o la seda, pero los materiales que fabricábamos no solían imitarlos: los materiales artificiales tenían a las rocas como modelo a emular por su rigidez y du- rabilidad, y eran “copias” de las rocas, como los ladrillos. Hoy la ciencia ha encontrado que en el mundo orgánico los materiales tienen unas presta- ciones valiosas, en particular su complejo compor- tamiento elasto-plástico y su organización com- puesta. Es el caso de los polímeros orgánicos (colágeno, celulosa, resilina, etc.) y organizaciones 2 como las del músculo, la piel, el hueso o tantos otros. Sirvan de ejemplo el adhesivo de los mo- luscos (no se ha descubierto un adhesivo que pueda emular su resistencia), la tela de araña (con deformaciones del 1000%) o el material de nuestro sistema arterial, que se organiza aumentando su rigidez en proporción al radio de la arteria para limitar su dilatación. Piel artificial Se trata de materiales mucho más comple- jos y difíciles de lograr que los inorgánicos, son materiales compuestos, y de aquí deriva un com- portamiento bien diferente. El neumático por ejem- plo, una de las invenciones más sorprendentes de nuestra civilización, está muy lejana a los concep- tos tradicionales de rigidez y resistencia. La arqui- tectura puede plantear con ellos muchos concep- tos bien diferentes a aquellos que han sido hasta ahora sus fundamentos. Es estecomportamiento el de los materia- les del siglo XXI y no tiene sentido una arquitectu- ra ajena a este progreso tecnológico. MATERIALES: ESTRUCTURA INTERNA El comportamiento mecánico, la densidad, la per- meabilidad... todas las propiedades del material se explican desde su estructura interna, y ésta al fin corresponde a infinitas variaciones sobre unas leyes generales. Los mismos elementos, someti- dos a diferentes procesos naturales originan una impresionante variedad de rocas, metales y alea- ciones... resultando propiedades bien diversas. El material muestra estructuras organiza- das a diferentes escalas. La inferior de éstas es la atómica, que explica algunas de sus propiedades, pero en general es la estructura a una escala su- perior la que más nos interesa. Descripción Molecular A escala molecular el rasgo fundamental de los materiales es el tipo de enlace, o fuerza atractiva entre átomos. Estas fuerzas atractivas dependen de su configuración orbital, etc., y pueden ser más o menos resistentes y elásticas, así como provocar diferentes tipos de rotura. También los diferentes enlaces explican su densidad, comportamiento térmico, eléctrico, etc. Estos enlaces pueden ser: a) Iónico: fuerza atractiva entre átomos car- gados positiva o negativamente, caracterís- tico de los compuestos entre metales y no metales. Es un enlace no direccional, fuerte y enérgico pero frágil. Implica altas tempera- turas de fusión y baja conductividad térmica. b) Covalente: en el que los átomos comparten electrones para llenar su última órbita. Es di- reccional, típico de los no metales y políme- ros. Puede tener diferentes intensidades y no permite la reordenación, lo que explica su fragilidad. c) Metálico: en el que los electrones de la úl- tima órbita son compartidos por todos los átomos, formando una especie de nube de electrones. El enlace metálico no es direc- cional, y permite la reordenación del sistema tras una deformación, ya que la nube de electrones vuelve a equilibrarse con los átomos, lo que hace a los metales puros muy plásticos. Son buenos conductores del calor. d) De Van der Waals. Que es una atracción débil entre moléculas o átomos neutros. Es característico e las moléculas de los gases y polímeros. e) Puente de Hidrógeno. Que es el enlace a través de un átomo de hidrógeno compar- tido por dos moléculas. La debilidad del puente de hidrógeno caracteriza la falta de cohesión del agua. Tipos de enlaces moleculares La intensidad de la fuerza atractiva y la posibilidad o no de reordenación comienzan a explicar el comportamiento del material ante es- fuerzos (elasticidad, plasticidad, fragilidad, etc) 3 Descripción Estructural A una escala superior, estos enlaces moleculares resultan en ordenaciones tridimensionales de dife- rentes tipos. Así las moléculas se pueden organi- zar en redes cristalográficas (que es lo habitual en los materiales inorgánicos), en organizaciones vítreas (sin la geometría de las anteriores) o en grandes macromoléculas (los polímeros, compues- tos orgánicos naturales o artificiales que incorpo- ran al carbono). Es interesante notar que la diferencia entre el estado sólido y el liquido o gaseoso es precisa- mente que el primero tiene estructura, ordenación molecular, y por ello rigidez. Cuando el agua se “ordena” resulta el hielo, que es ya un material estructural. Estructura del agua en estado sólido, líquido y gaseoso Debemos considerar que no hablamos ahora solamente de materiales simples, porque a esta escala estructural es posible organizar “mez- clas” de materiales para lograr estructuras más complejas, caso de las aleaciones o de los com- puestos. Resistencia mecánica y elasticidad, tipo de rotura y deformación dependen de estas ordena- ciones. La elasticidad es la deformación y recupe- ración del enlace molecular y la plasticidad la reor- denación de la red tras dislocarse. La rotura frágil es característica de las redes que no pueden reor- denarse y es explosiva por la gran cantidad de energía de deformación acumulada, mientras que los materiales dúctiles “resbalan” y se deforman (ensanchan) precediendo a la rotura. Todo comportamiento se explica en reali- dad a escala estructural: el agua aumenta de vo- lumen al helarse porque adopta una estructura estrellada característicamente poco densa, mien- tras otros materiales se “empaquetan” al solidifi- carse. Resultan cuatro tipos de estructuras carac- terísticas a esta escala: a) Cristales. Son ordenaciones regulares según las redes geométricas posibles, todas ellas paralepipédicas o hexagonales, pero que no son homogéneas, sino que forman microcristales inde- pendientes trabados entre sí por unas zonas me- nos ordenadas, especie de “cemento cristalino”. Por ejemplo muchas rocas y metales. Las diferentes redes cristalinas son más o menos deformables y densas según su geometría. Generalmente los cristales son anisótropos a escala molecular pero isótropos a escala estructural, ya que son granulares y se caracterizarán por un comportamiento indiferente bajo carga en dife- rentes direcciones. Redes cristalográficas características de los metales. Tienen estructura cristalina los metales, muchas cerámicas y algunos polímeros. Los materiales cristalinos, como el acero, se caracterizan en general por su comportamiento elástico seguido de una fase plástica y dúctil. En tracción, las moléculas del sólido crista- lino se separan y el fallo será plástico, después de un proceso de estiramiento longitudinal y contrac- ción transversal. La sección se estrecha y rompe por deslizamiento de la red cristalina. En cortadu- ra y en torsión predomina la rotura por esfuerzos tangenciales, y la rotura es a 45º con el esfuerzo. En compresión los átomos no pueden acercarse y “se escapan” lateralmente (efecto de Poisson), provocando el fallo por tensiones tan- genciales. Estructura de una aleacción de titanio: los microcristales se agru- pan en un continuo amorfo. Este comportamiento y forma de rotura hace de los sólidos cristalinos materiales de altas prestaciones mecánicas. Los sólidos cristalinos son generalmente muy densos y por tanto buenos transmisores del calor y el sonido. 4 La deformación plástica de los metales es la base de sus aplica- ciones. b) Vidrios. Son redes moleculares desordenadas o incompletas características de algunas cerámicas y polímeros. Un ejemplo son las cerámicas vítreas, donde la red cristalina tetraédrica de átomos de sílice y oxígeno característica de las cerámicas no llega a cerrarse, porque la rompen las moléculas de óxidos metálicos. Estructura molecular del vidrio. Los vidrios son isótropos y por tanto indife- rentes a la dirección de los esfuerzos. Son frágiles debido a que no tienen capacidad de reordenación y deslizamiento. Su rotura es súbita y de geome- tría impredecible. Rotura de un terreno por desecación Su trabajo de fractura es muy bajo, en proporción inversa a su gran resistencia y no pue- den proporcionar sistemas flexibles o deformables. En general los materiales vítreos tienen alta resistencia debido a sus enlaces, pero su comportamiento frágil requiere grandes precaucio- nes en su empleo. c) Estructuras fibrosas. Son el resultado de la for- mación de elementos lineales, consecuencia en general de la formación de grandes ma- cromoléculas, típicas de los polímeros. Son fibro- sas la mayoría de las fibras orgánicas vegetales, o las resinas artificiales. Mientras cristales y vidrios son isotrópicos, los fibrosos no lo son, y su comportamiento es bien diferente en cada dirección. Tienen altas re- sistencias en direcciones paralelas a las fibras, pudiendo ser muy débiles en direcciones ortogo- nales. Estructura fibrosa del leño. El comportamiento de los diferentes polí- meros y compuestos dependerá de la ordenación de sus macromoléculas, grado de cristalizacióny entrecruzamiento. Y de las diferentes característi- cas de sus fibras y matriz: serán elásticos y duros los polímeros muy entrecruzados o cristalinos. En general son viscoelásticos porque per- miten reordenaciones de su estructura, y son muy deformables (inferiores módulos elásticos). Los polímeros y compuestos pueden ser poco densos, blandos, plásticos y por tanto ser aislantes al calor y sonido. Su rotura puede ser plástica en tracción, dependiendo de su estructura fibrosa. Cuando se comprimen paralelamente a las fibras se produce por pandeo de éstas, perpendicularmente o a 45º con el esfuerzo (el segundo caso cuando no pue- de reducir su sección transversal), lo que ocurre con pequeños esfuerzos. Los materiales fibrosos suelen ser com- puestos, y su comportamiento dependerá de las 5 características de sus componentes, como vere- mos al hablar de materiales compuestos. d) Podemos considerar como última escala de organización la direccionalidad y estratificación. Las estructuras estratificadas suelen ser el resul- tado de redes cristalinas con direcciones preferen- tes de desarrollo, por lo que forman sistemas de fibras orientadas o de láminas superpuestas. Por ejemplo las arcillas. Igualmente, muchos materia- les compuestos tienen estructuras orientadas de este tipo. COMPORTAMIENTO MECÁNICO DE LOS MA- TERIALES Aunque está muy extendida la idea de que los artefactos más durables y eficientes son los más rígidos, buscando materiales y estructuras “inde- formables”, la incorporación de nuevos materiales ha cambiado esta óptica: hoy en la elección del material se requiere un análisis más complejo que el de su resistencia límite y el estudio de su defor- mación cobra cada día más importancia. Elasticidad y Gráfica Tensión-Deformación Ante la acción de cargas, las partículas del mate- rial se desplazan, deformándose el cuerpo hasta restablecer el equilibrio entre las fuerzas exteriores e interiores. El cuerpo acumula energía de defor- mación (como un muelle), y la cederá si el sistema exterior de fuerzas se anula, estabilizando su for- ma y realizando un trabajo. Modelo simplificado de un material sometido a tensión. Si el cuerpo recupera su forma (sin trans- formar parte de ese trabajo en calor), se dice que es perfectamente elástico. Por el contrario, si todo ese trabajo se transforma en calor o se emplea en una “disloca- ción”, el material no acumula energía de deforma- ción y no puede recuperar su forma: es perfecta- mente plástico y las deformaciones crecen sin proporción con las acciones. Un tercer comportamiento es el viscoso, cuyo modelo son los líquidos, también caracteriza- do por la no recuperación de las deformaciones, pero con la diferencia de que ahora aparece una nueva variable que es el tiempo de deformación: el comportamiento del agua ante un choque es fun- ción de la velocidad de éste (pensar en su diferen- te respuesta ante una zambullida). Ejemplo de los tres comportamientos es la diferente deformación al impacto contra el suelo de una bola de acero, de plastelina o de agua. En realidad no hay comportamientos pu- ros, y nos interesaremos especialmente por los materiales elasto-plásticos (generalmente crista- les) y visco-elásticos (generalmente polímeros). Recordemos que los cristales son redes geométri- cas que se estiran para recuperarse, y los políme- ros madejas de moléculas que deslizan entre sí. Los primeros tendrán un comportamiento elástico, seguido o no de una fase plástica, y los segundos una fase elástica seguida de otra viscosa. En el ensayo de un material elástico des- cubrimos que puede o no existir proporcionalidad entre tensiones o deformaciones. El primer caso corresponde a los materiales linealmente elásticos y es el comportamiento característico de los mate- riales estructurales. En estos materiales distinguiremos unos valores característicos: r: Tensión de Rotura en compresión o tracción (supuesta una distribución uniforme de tensiones). es el Módulo Elástico del material y expresa la relación entre tensión y deformación. Cuanto más alto menos se deforma el material ante carga y es la gran propiedad de los materia- les estructurales. También le llamamos “rigidez” y a su opuesto “deformabilidad”. f: El punto donde cesa el comportamien- to elástico se llama límite elástico, que asociamos a la tensión máxima a la que podemos someter el material sin producir deformaciones irreversibles. El comportamiento de un material dado se describe por su gráfica tensión deformación. Pri- mero nos fijamos en su rango elástico, durante el cual tensiones y deformaciones son proporciona- les tanto en compresión como en tracción. Alcan- zado el límite elástico, nos encontramos con la aparición de un periodo plástico, o la rotura (acero y vidrio respectivamente, por ejemplo): este pe- riodo plástico es también fundamental para las prestaciones del material. Por ejemplo, los metales tienen una re- serva plástica que resulta en grandes prestacio- nes, mientras que el vidrio al ser frágil requiere grandes precauciones en su uso. Los materiales viscoelásticos (polímeros) son similares en su comportamiento, reblande- ciendo o endureciendo tras el límite elástico, aun- que su tensión de rotura y módulo elástico son muy inferiores a los metales. 6 Comportamiento elástico (a), plástico (b), plástico tras el límite de proporcionalidad (c) y frágil tras el límite de proporcionali- dad. En general, los materiales de más altas prestaciones estructurales tendrán altos módulos elásticos (poco deformables) y altos límites elásti- cos (alta resistencias). Pero es interesante pensar en como la arquitectura está cambiando como consecuencia de la incorporación de los nuevos materiales, muchos de ellos caracterizados por módulos elásticos inferiores al acero y por tanto mucho más deformables. Su empleo requiere di- seños capaces de asumir altas deformaciones. Un ejemplo de esto último son las mem- branas orgánicas, elementos a base de materiales de gran deformabilidad cuya gráfica tensión- deformación es muy horizontal (las gomas), adqui- riendo deformaciones superiores al 50 ó 100% y hasta el 800% (los materiales rígidos rara vez superan el 0’1%). Los polímeros orgánicos, en general, adoptan un diagrama variable, con un tramo inicial horizontal pero con deformaciones decrecientes a medida que aumentan las tensio- nes. Este comportamiento permite a las membra- nas orgánicas suavizar los saltos bruscos de pre- sión. Diagramas σ/ de los polímeros, mostrando como tras el límite elástico el material puede “ablandarse o endurecerse” a la deformación. (a). Diagrama / de la piel mostrando su res- puesta variable ante esfuerzos moderados o importantes. (b). Del mismo modo que podemos trazar el diagrama para tensiones normales, puede hacerse para tensiones tangenciales. Un elemento sometido exclusivamente a fuerzas cortantes, sufrirá una distorsión angular, acortándose y esti- rándose sus diagonales. Al igual que el módulo elástico relaciona esfuerzos normales y de- formaciones lineales, el módulo de esfuerzos cor- tantes relaciona esfuerzos cortantes y giros. El comportamiento a cortadura de un material elásti- co se presenta igualmente en un diagrama tensión deformación, que suele ser análogo (pero no siempre) al de tracción, pero con valores inferio- res. En el acero . Además, a todo estiramiento longitudinal le corresponde una contracción lateral y viceversa, y la relación entre ambas deformaciones viene dada por el módulo de Poisson. Cuando el material es isótropo (mismo comportamiento elástico en las dos direcciones) esta relación es contrac- ción/alargamiento = 1/4. Tensiones Nuestra primera intuición de los esfuerzos simples es una distribución homogénea de tensiones en las secciones perpendiculares al esfuerzo. En un material elástico, una fuerza de tracción o compresióninduce tensiones de trac- ción o compresión, en una sección perpendicular, igual al cociente entre el esfuerzo y el área que lo resiste. . Pero induce también tensiones del mismo signo aunque menores en cualquier sección obli- cua, que se reducen hasta anularse en una sec- ción perpendicular. Cuando estudiamos una sec- ción oblicua, descomponemos la tensión paralela al eje de la pieza en una tensión perpendicular a la sección y otra paralela: tensión normal y tan- gencial. Una produce estiramiento y la otra desli- zamiento. La máxima tensión normal x se produce en la sección perpendicular al esfuerzo y la má- xima tensión tangencial a 45º con él, y es más reducida: 0.7 7 Tensiones normales y tangenciales: las últimas son máximas en las secciones a 45º y nulas en las ortogonales al esfuerzo. Las primeras nulas en las paralelas y máximas en las ortogona- les. La importancia de esta variación de ten- siones en un punto es fundamental para intuir el estado tensional de una pieza: nos explica la “ge- neración” de las tensiones tangenciales y a partir de ésta la rotura a 45º de los elementos cargados axialmente (ya que la mayoría de los materiales tienen menor resistencia a esfuerzos tangenciales que normales). Las tensiones paralela y perpendicular a la fuerza aplicada se llaman tensiones principales, son las máximas y mínimas en ese punto, y co- rresponden a planos de tensiones cortantes nulas. Estamos familiarizados con materiales que tienen la misma resistencia a tracción y compre- sión, con resistencia a cortante del orden del 70 % de aquellas. Pero éstos son en general materiales homogéneos y el comportamiento será bien dife- rente en los que no lo son (compuestos sobreto- do). La forma de rotura dependerá también de la estructura interna y en tracción oscilará desde una rotura perpendicular al esfuerzo hasta la clási- ca estricción inicial a 45º típica de los materiales dúctiles. En compresión, como hemos visto, ade- más de la rotura por tensiones cortantes es posible el “hinchamiento” previo de los materiales dúctiles, la fisuración vertical (poca resistencia a tracción) o el pandeo de las fibras. Formas de rotura. Concentración de Tensiones Este análisis elástico no explica el comportamiento real de la materia, y especialmente su rotura: la elasticidad considera que la materia es homogé- nea y continua y esto no es realmente así. Las “imperfecciones estructurales” tienen consecuen- cias determinantes en el comportamiento del ma- terial. La teoría de la elasticidad es una descrip- ción del comportamiento de un cuerpo a una cierta escala, que es la propia de la resistencia de ma- teriales. Pero es falsa ante aplicaciones dinámicas y, sobre todo, es falsa a escala de la estructura del material. Resulta que todos los materiales tienen resistencias teóricas muy superiores a las reales, las probetas de laboratorio muy superiores al pro- ducto típico. Griffith descubrió que tal comporta- miento se debe a la concentración de tensiones que se produce en una discontinuidad estructural, en una imperfección: en el entorno de toda imper- fección, se produce una concentración de tensio- nes cuyo valor supera con mucho las esperables según la teoría elástica. Y toda la materia es a escala estructural discontinua e imperfecta: al sumergir en agua un cristal de sal, para que se disuelva su capa más externa, éste aumenta tanto su resistencia que se aproxima a la teórica, como consecuencia de la disolución de sus imperfecciones superficiales. Concentración de tensiones en un cambio brusco de sección. Algunas experiencias llevaron a entender este comportamiento: los ensayos en tracción de una chapa con un taladro circular y elíptico mues- tran que la distribución de tensiones es triangular, con tensiones máximas en la tangente al taladro de hasta cinco veces las esperadas dividiendo la fuerza entre la sección neta. Un fenómeno similar se produce cuando la sección es variable. Una entalladura en un ele- mento traccionado o flectado, trabajando a una tensión inferior a su límite de rotura, (considerando la reducción de sección), tiene el mismo resultado: el efecto de la entalladura es muy superior a la simple reducción de la sección resistente. 8 Concentración de tensiones en un taladro o una grieta y plastifi- cación del material. A esta rotura por concentración de tensio- nes se le llama rotura frágil y se caracteriza por producirse con tensiones elásticas muy inferiores a las de rotura elástica del material. La fatiga es un fenómeno relacionado con la rotura frágil: un alambre doblado y enderezado sucesivas veces rompe por fatiga: aplicación de compresiones y tracciones inferiores a la tensión de rotura, pero en forma sucesiva, equivalen a una imperfección que se forma gradualmente. Un ejemplo próximo es la rotura de una cubrición me- tálica por dilatación y contracción térmica su- cesivas cuando le impedimos sus movimientos. Rotura por fatiga de los “Liberty” en la segunda guerra mundial. En general, cuanto más elástico es el ma- terial, mayor resistencia tiene ante la rotura frágil (pensar en un alambre elástico frente a uno que no lo sea), ya que aquella se produce cuando el material rebasa el límite elástico y se deforma plásticamente. Pero la verdadera defensa de los materia- les contra la rotura frágil es su potencial compor- tamiento plástico, ya que la deformación plástica de estas zonas debilitadas permite al material redistribuir tensiones: el comportamiento plástico constituye una reserva de resistencia porque cada fibra que se plastifica transferirá su tensión exce- dente a la contigua en un proceso sucesivo que difunde las puntas de tensión. Por el contrario los materiales sin periodo plástico, como las cerámicas, son muy sensibles a la rotura frágil. En las construcciones “habituales” el coe- ficiente de seguridad y la redundancia de nuestras estructuras nos defienden de la rotura frágil, pero en las grandes estructuras, en los casos de cargas dinámicas y en las piezas muy mecanizadas o debilitadas deberá atenderse al problema. En cuanto al propio material, lo fundamen- tal es recordar que los materiales reales están, debido a sus imperfecciones internas, muy por debajo de sus resistencias teóricas, lo que está abriendo hoy un gran campo de búsqueda de nue- vos materiales. Energía de Deformación: resiliencia y ductili- dad Toda deformación implica un trabajo, que en el comportamiento elástico se acumula en forma de energía de deformación, energía que la pieza in- vertirá después en recuperar su forma. Esta energía es el producto de la fuerza aplicada por la deformación que ésta provoca: en el diagrama de tensión-deformación en tracción de una barra, es el área del triángulo inferior de la gráfica (U) de forma que la capacidad de almace- narla de un material es proporcional a su límite elástico e inversa a su módulo elástico: resulta así que la goma puede almacenar en teoría veinte veces más energía de deformación por unidad de volumen que el acero. Energía de deformación: las nuevas construcciones con mate- riales más deformables se basarán en esta capacidad de “de- jarse ir” para acomodar los esfuerzos con cambios de forma. En el pasado se ha prestado poca aten- ción a esta característica, cuyo renovado interés está ligado al desarrollo de nuevos materiales y conceptos estructurales: la eficacia de algunas estructuras naturales como la rama del árbol o la tela de araña se debe a la gran capacidad de sus materiales para almacenar energía, que les permi- te “dejarse llevar” para amortiguar el golpe y des- pués recuperarse. La posibilidad de esquiar se debe a la capacidad del tendón para almacenar la energía de choque; el arco es capaz de almacenar la energía suministrada por el arquero gracias a la capacidad de sus materiales para almacenar la energía; una cuerdarompe a una tensión dada, independiente de su longitud, ante la misma fuerza aplicada, pero cuanto más larga más se deforma y más energía de deformación acumula, y es por tanto más resistente ante cargas súbitas. Esta propiedad de almacenar energía y deformar elásticamente bajo carga es la resilien- cia, y depende del material y de la forma. Tiene expresiones diferentes para el trabajo mecánico en compresión, flexión o torsión: en flexión será siempre inferior a la obtenida por tracción, como 9 resultado del no agotamiento de la sección (no todo el material almacena energía). En los sistemas traccionados recurrimos a materiales con altas energías de deformación.(Schlaich-Bergerman, Estadio de Mara- caná). En el periodo de deformación plástico de un material también se genera energía de defor- mación, sí bien no será recuperable ya que la de- formación es permanente: la capacidad de un material para tal consumo de energía se llama ductilidad, y mide la deformación plástica que puede soportar un material o pieza hasta la fractu- ra. Es el opuesto a la fragilidad y mide su capaci- dad para ser conformado. Su medida es también proporcional al área de la gráfica tensión- deformación, pero en el periodo plástico, siendo mayor en los materiales con largos períodos plás- ticos. La elección del material es un compromiso entre características, resistencia, resiliencia y duc- tilidad: la falta de la segunda ocasiona la fragilidad, pero también su exceso (las gomas, dada la gran energía de deformación que acumulan, producen finalmente una rotura frágil). Este compromiso entre ambas es el éxito del acero. Toda estructura es un compromiso entre deformabilidad y resistencia. Los niños son más resilientes pero menos resistentes que los adultos. Lo grande tiende a ser rígido y a cambio frágil. Parece que la naturaleza opera con este principio. Dureza y Resistencia al Impacto La dureza es la resistencia a la perforación y abra- sión: suele ser proporcional a la resistencia mecá- nica, pero depende de la estructura interna del material. Se suele medir por la tabla de Mohs entre el talco (1) y el diamante (10). La resistencia al impacto depende también de la resistencia, pero sobre todo de la resiliencia. En construcción su importancia es ocasional, pero en el diseño de los seres vivos el impacto importa más que las cargas estáticas. La resistencia al desgaste es una variante de la dureza. Hay muchas formas y ensayos posibles de dureza, resistencia a impactos, etc.: Dureza Bri- nell, nº de Taber, desarrollados para diferentes tipos de materiales y acciones. OTRAS ACCIONES CON CONSECUENCIAS ESTRUCTURALES Nos ocuparemos ahora tan solo de aquellas ac- ciones que, no siendo propiamente mecánicas, puedan tener consecuencias en el comportamien- to estructural de un material. Se trata de las accio- nes térmicas y químicas, principalmente. Efectos del Calor en el Comportamiento Me- cánico El calor es una forma de energía que actúa sobre los materiales como un fluido, transmitiéndose a éstos y circulando por su interior hasta lograr esta- blecer el equilibrio entre el cuerpo y el medio. Esta transmisión de calor tiene como efecto elevar la temperatura del cuerpo. La energía calorífica actúa sobre los ma- teriales produciendo la vibración de sus moléculas, que tienen que desplazarse para encontrar un nuevo estado de equilibrio reordenando su estruc- tura. Ante la energía calorífica incidente, el cuerpo la refleja, transmite o absorbe, producién- dose una acumulación de calor en su masa (cam- bio de temperatura) que afecta a sus dimensiones. Esfuerzos mecánicos y térmicos: los últimos actúan como solicitaciones mecánicas si se impide la libre dilatación del material. Todo salto térmico del material se traduce en un cambio volumétrico: el coeficiente de dila- tación mide este cambio, siendo los coefi- cientes de dilatación lineal, superficial y volumétri- co. El incremento de longitud de una pieza some- tido a un cambio de temperatura será l l.t, Tal cambio dimensional induce un sistema de tensiones en el elemento si se impide. Muchas construcciones fallan por este problema, desde grandes estructuras a cerramientos ligeros 10 Coeficiente de dilatación térmica. Dilatación de una barra de 10 m. con un incremento de 100 ºC. (fengler). Aluminio y acero tienen altos coeficientes de dilatación, muy superiores a los del hormigón o madera. Mayores saltos térmicos implican cambios de estado, de forma que la mayoría de los materia- les -sobre todo estructurales- pierden todas sus capacidades en esas condiciones: de hecho tales saltos térmicos son la base de casi todos los pro- cesos industriales de transformación. Lograr materiales que conserven sus pres- taciones a altas temperaturas es hoy un gran reto en todos los campos. En aeronáutica, por las altas temperaturas que originan la combustión y el ro- zamiento. En arquitectura por el incendio. Alteraciones en la estructura del material El comportamiento mecánico de un material se altera si cambia su constitución, generalmente por acciones agresivas de naturaleza química. El agua: disolución, entumecimiento capilaridad, congelación, impermeabilidad al agua y al vapor. El agua es el primer agente a considerar, ya que su acción es muy poderosa, debido a su capacidad para disolver muchísimas sustancias (con tiempo suficiente casi todo compuesto orgá- nico resulta soluble en agua: por eso no hay agua pura), a su acción capilar (por la que es capaz de ascender en contra de la gravedad) o como vapor (pudiendo infiltrarse intersticialmente) y a su anó- malo cambio de volumen al cambiar de estado (al enfriarse contrae, como todos los materiales, pero al bajar de 4ºC comienza a expandirse, disminu- yendo su densidad, con aumento del 10 % en volumen al helarse). El agua es una gran destructora: Palatino de Roma. El comportamiento de los materiales ante el agua se estudia por una serie de parámetros, fundamentalmente grado de absorción (porosidad/ densidad), permeabilidad, resistividad al vapor de agua, índice de filtración (permeabilidad al aire) y capilaridad. Pero son muchos otros, además del agua, los elementos que pueden actuar de esta forma. Como por su propia naturaleza construir es juntar materiales, y estos se encuentran además en un medio activo, aparece el problema de la compatibi- lidad química entre todos ellos. Hay algunas acciones químicas frecuentes que vamos a resumir: La cristalización, que es la reacción quí- mica en la que un líquido saturado solidifica en forma de cristales, generalmente durante el proce- so de evaporación o secado. Una reacción así son las eflorescencias en las cerámicas, que resultan de la reacción entre los ácidos atmosféricos y al- gunas sustancias del material poroso. La hidratación, que es la adición de agua al material, formando un compuesto con el mate- rial (hidratos) que cuando vuelvan a perder el agua se descomponen en materiales de características bien distintas. Es el caso del deterioro de las ce- rámicas ante el agua. La oxidación, que es la combinación del oxígeno con un material. Con muchos materiales (sílice, aluminio y otros metales) el oxígeno forma rocas y minerales que, una vez transformados, mantienen su tendencia a volver a oxidarse y re- gresar al estado natural, que es su estado estable. Neutralización e hidrólisis son los proce- sos inversos de combinación de un ácido y una base para formar sal y agua. El carácter ácido o básico de una sustancia es su capacidad para aceptar o ceder protones, carácter que se mide por el PH de la misma. El agua es neutra (PH = 7), los ácidos tienen PH y las bases PH . Un caso de neutralización es la carbona- tación, reacción química entre el dióxido de car- 11 bono (CO2), que tiene propiedades ácidas, con un material básico (los óxidos metálicos), formando carbonatos.Por carbonatación se deterioran las rocas calizas, los mármoles y el hormigón armado (acción conjunta del CO2 y la humedad), al resultar productos solubles. La sulfatación es la combinación de un material con dióxido de azufre (SO2). Destruye los mármoles, las calizas, los cementos y muchos otros materiales, y es característica de las áreas industriales, terrenos yesíferos, etc. CONSUMO DE ENERGÍA Y CONTAMINACIÓN Teniendo en cuenta todos los costes energéticos directos (uso de los edificios) como indirectos (fa- bricación de los materiales, construcción, demoli- ción etc.), se estima que en España la industria de la construcción consume el 40% de la energía total. La idea de diseñar nuestros edificios de modo que minimicemos la energía consumida por sus materiales, elementos constructivos y proce- sos de ejecución, así como la contaminación gene- rada por ellos, no es tan nueva y está presente de algún modo en todo edificio siendo muy clara en la arquitectura histórica y popular. En general hoy se aceptan medias del tipo 25% del consumo en construcción y 75% del con- sumo en el uso del edificio, de modo que para reducir este gasto será fundamental optimizar la selección de materiales, su proceso de fabricación y su reciclado. Para esto es importante conocer el ciclo de vida de los productos de construcción: un balance que evalúa el producto atendiendo al con- sumo de energía y la contaminación generada por el proceso de fabricación completo, desde la ex- tracción al montaje y posterior reciclado. Un aspecto fundamental para reducirlo es que sean durables y por esto siempre se han valorado tan positivamente las buenas prácticas de cons- trucción y la durabilidad de los edificios. Las materias primas necesarias para fabri- car los materiales típicos en la construcción – ladrillo, hormigón, acero, vidrio, aluminio- son en general abundantes. Por ejemplo la bauxita, mate- ria prima del aluminio, es uno de los minerales más abundantes en la corteza terrestre. Otra cues- tión es la energía necesaria para su transforma- ción y el impacto ambiental generado por su ex- tracción. Las excepciones serán la madera certifi- cada proveniente de cultivos programados y por supuesto la tierra –adobe, tapial-. Los materiales de altas prestaciones impli- can siempre consumos mucho más altos de ener- gía y mayores emisiones, pero con la contrapres- tación de que necesitaremos menores cantidades de material para resolver el mismo problema. Por ejemplo, un edificio ligero construido con acero y aluminio reciclados y con muy buen aislamiento térmico es más eficiente en términos de consumo energético que otro de la misma superficie y geo- metría construido con materiales convencionales como el ladrillo. Pocos kilos de un material con energía primaria media o alta versus muchos kilos de un material con energía primaria baja o muy baja. Por otra parte algunos materiales natura- les requieren una consideración diferente, pues reúnen un bajísimo consumo energético con altas prestaciones, caso de la madera y la piedra, y permiten tecnologías con sencillas transformacio- nes. Como respuesta a la importancia del consumo energético la madera está desarrollando hoy capacidades completamente nuevas. Michael Green, edificio en Minneapolis. 2016 El consumo energético de un material se denomina “energía primaria” y es el sumatorio de los consumos parciales de extracción de materia prima, fabricación y transporte. La unidad más común para cuantificarla es el MJ/Kg (megajou- le/kilogramo) o KWh/Kg (Kilovatio hora/Kilogramo). Las emisiones de CO2 se miden en Kg/Kg (Kilo- gramo de emisiones por cada Kilogramo de mate- rial). Consumo de energía por unidad de masa de diferentes mate- riales de construcción. Estas estimaciones del consumo y las emisiones por unidad de masa hay que manejarlas con precaución, pues no podemos comparar direc- tamente materiales entre sí. La comparación de- biera realizarse en términos de sus prestaciones, comparando el coste energético de la unidad de resistencia mecánica o térmica, etc. 12 Consumos de energía por unidad de resistenacia mecánica y térmica de diferentes materiales de construcción. Pero muchas veces la comparación entre diferentes sistemas constructivos resulta en con- sumos muy similares, de modo que más importan- te que favorecer unos materiales frente a otros será apostar por la reutilización de los elementos constructivos o su aprovechamiento como base para producir un nuevo material: el reciclado. Hoy la mayoría de los materiales emplea- dos en construcción son artificiales, de modo que el objetivo último sería construir siempre con los mismos materiales, minimizando el consumo de materias primas. El caso de la posibilidad de infini- tos reciclados del aluminio es significativo. En general los materiales reciclados con- sumen menos energía y producen menos emisio- nes que los primarios, y en algunos casos esta reducción es drástica (acero, vidrio, aluminio). Además hoy son muchos los materiales que han desarrollado su tecnología de reciclado, con un amplio desarrollo en los productos domésticos que anticipa el de los elementos de construcción. Hoy en Centro Europa se recupera o reci- cla del orden del 30% de los materiales de edifica- ción, mediante una demolición selectiva. Ciclo de vida del aluminio. De cara al futuro podemos apuntar que al- gunos materiales aparecen como claramente indi- cados para incorporarse a un eficiente reciclado. Primero los metales, que pueden volver a fundirse. El acero es reciclable en un 100% para fabricar nuevos aceros y hoy más del 40% del acero pro- ducido es reciclado. El aluminio reciclado consume en su fabricación el 5% de la energía necesaria para producir aluminio primario. D9. El reciclado del 100% del acero será pronto una realidad. La madera es reciclable y recuperable en un 100%. El vidrio es reciclable y recuperable en un 100%. Los tableros de yeso son reciclables en teoría en un 100%, pero no es habitual hoy. Algunos materiales parecen inicialmente muy poco adecuados al reciclado y la recupera- ción. El hormigón armado no es un material reci- clable, ni el compuesto ni sus componentes (ce- mento, áridos, armaduras). Tan solo es viable la producción de áridos de baja calidad, lo que impli- ca una importante degradación de sus característi- cas. Algunos elementos prefabricados sí permiti- rían su reutilización. Algo parecido ocurre con los materiales pétreos y cerámicos, que no son reci- clables nada más que para áridos, aunque si tie- nen una colocación adecuada –en seco- pueden ser recuperados. Poco a poco cada material está encon- trando una tecnología apropiada para el reciclado. Los plásticos, en teoría los mas difíciles de recupe- rar, van mejorando sus tecnologías y los principa- les termoplásticos -polietileno, poliestireno, pvc y otros- son reciclables. El policarbonato es un plás- tico obtenido a partir del reciclado de termoplásti- cos. Los aislamientos de fibras -fibra de vidrio o lana de roca- son difícilmente recuperables, pero se fabrican aislantes con fibras de papel obtenidas de los periódicos. De los aislantes rígidos (termo- plásticos) puede remoldearse el poliestireno, en teoría un 100%, aunque hoy no es habitual. La asimilación del producto final es parte importante del coste ambiental. La capacidad de reciclado hemos visto que favorece a muchos materiales. Algunos tienen el problema de su difícil degradación: mientras los metales vuelven a su 13 estado natural por oxidación, los plásticos solo se eliminan si son reciclados. Es importante resaltar que los plásticos son tóxicos en su proceso de degradación en el medio natural. Es posible que en un futuro próximo los plásticos biodegradables resuelvan este problema. MATERIALES: FAMILIAS Al describir el comportamiento y posibilidades de las distintas familiasde materiales, veremos que los límites entre éstas son cada vez más borrosos: cada vez son menos los materiales empleados en estado puro y más las composiciones de varios de ellos. Además las técnicas de fabricación y con- formación son tan determinantes para su compor- tamiento que el mismo material cambia drástica- mente en sus prestaciones según su elaboración. La variedad de materiales es abrumadora y nos ocuparemos aquí tan solo de algunos de ellos. Tabla comparativa de las características de algunos materiales. METALES Los metales son los elementos de la parte izquier- da de la tabla periódica. Se caracterizan por su número atómico elevado, lo que le hace pesados. Su estructura interna es cristalina y su enlace me- tálico, por lo que su comportamiento será elasto- plástico y su resistencia mecánica alta. Otras características propias son su ines- tabilidad química por oxidación (debida a esa “nu- be de electrones” que hace a los metales combi- nables con el oxígeno libre) y por la misma razón su conductibilidad eléctrica y su dilatación térmica elevadas. Sus temperaturas de fusión son altas por lo que se tardaron en aislar (de unos 1500 ºC el acero), ya que su estado natural es oxidados. Al- gunas de sus principales limitaciones derivan del difícil control del proceso térmico a las altas tem- peraturas que requiere su elaboración, lo que ge- nera productos impuros: por esto los antiguos hierros forjados y fundidos eran frágiles. El punto de fusión de los metales es una característica fundamental para sus tecnologías de elaboración y producción (el cobre se conquista mucho antes que el hierro por fundir a 1000ºC, mientras el hierro lo hace a 1500ºC), pero lo es también para sus prestaciones, ya que mucho antes de alcanzar esta temperatura se transforma su comportamiento mecánico, perdiendo sus pres- taciones. Con el aumento de temperatura se acen- tua su comportamiento plástico. Los metales puros son demasiado plásti- cos, debido a su excesiva facilidad de reorde- nación molecular: esta y otras limitaciones las resuelven las aleaciones, que son nuevos metales que resultan de insertar o sustituir un material en otro. El proceso de aleación es característico de los materiales cristalinos y es de naturaleza termo- química. A diferentes composiciones químicas corresponden diferentes ordenaciones a escala molecular y estructural y por tanto nuevas propie- dades: así que no hay acero o aluminio, sino mu- chos aceros o aluminios posibles, con diferentes características mecánicas, térmicas, etc. Los metales tienen altos coeficientes de dilatación térmica, por lo que se deben considerar sus deformaciones cuando las dimensiones de las piezas o las cargas térmicas sean significativas. Su alto coeficiente de transmisión hace de los metales pésimos aislantes térmicos, lo que tiene consecuencias para la fabricación de cerra- mientos, conducciones etc. Otra característica importante es su alto poder reflexivo, consecuen- cia de su “brillo” superficial al pulirse, lo que les confiere usos como reflectores de las radiaciones solares o térmicas. Broche micénico: El gran valor concedido al oro se debe a que recuerda al sol, pero sobre todo a su gran durabilidad por ser inoxidable. Ya hemos visto que la oxidación es una reacción química característica de los metales. Consiste en la formación de un par electroquímico, esto es, una corriente eléctrica entre dos metales en el interior de un electrólito (el agua en nuestro caso). Este par es una pila que produce corriente a cuenta de agotar a uno de sus dos polos (el de menor potencial eléctrico). Así cualquier pareja de metales en con- tacto provoca el proceso de oxidación, proceso que puede evitarse aislándolos entre sí, creando 14 un potencial inverso o incorporando un ánodo de sacrificio. Pero este mismo par se puede crear en el seno de un solo material: una capa uniforme de óxido o un recubrimiento son protecciones que detienen la oxidación, pero una discontinuidad en la película, pone al metal en contacto con el elec- trólito, y esta forma un par con la zona protegida bajo ella, que actúa de ánodo. Como veremos, las protecciones suelen tener discontinuidades inevitablemente. Tabla de oxidación bimetálica. Veremos que algunos metales, como el aluminio, tienen la propiedad de pasivarse, esto es protegerse contra la oxidación mediante la crea- ción de una oxidación superficial que frena el pro- ceso, mientras otros pueden hacerse menos oxi- dables por aleación. Los metales de grandes pres- taciones ante este ataque son el oro y la plata, y de aquí su valor. Oxidación en el arranque de un pilar de acero Los procesos de conformación de los me- tales son muy variados y difieren para los distintos metales. Casi todos ellos pueden conformarse en caliente, por laminación o fundición, y los más dúctiles por extrusión. La fundición es un proceso de conformación con nuevo auge, con lo que re- cuperamos unos diseños perdidos (los del siglo XIX que resultaban frágiles) que nos abren un nuevo campo en el diseño. Con las nuevas aleaciones han nacido nuevas técnicas de conformación: solidificación direccional (orientación provocada de la estructura granular), fundición con moldes precalentados, conformación super plástica (que es una confor- mación volumétrica de aleaciones de grano tan fino que son capaces de una deformación del 1000 % lo que evita los costosos procesos de estampación. Se suelen obtener de polvo metáli- co), solidificación rápida (que logra una estructura muy homogénea), etc. Todas estas técnicas y materiales van penetrando progresivamente en la arquitectura. Piezas de acero fundidas en el centro Georges Pompidou (Piano y Rogers). CERÁMICAS Las cerámicas son materiales derivados del proce- samiento de algunas rocas o minerales com- puestos de sílice y óxidos metálicos. Las rocas o minerales empleados pueden ser muchos, siendo la roca tradicional la arcilla, cuyo mineral esencial es el caolín. El procesa- miento suele ser la adición al polvo obtenido de los minerales de un material aglomerante (habitual- mente el agua) y formar una masa plástica que se somete a un proceso térmico durante el que se pierde el aglomerante. La estructura a nivel atómico de una ce- rámica es una red de celdillas regulares a partir de enlaces iónicos y covalentes que se repiten de manera periódica a lo largo del material. Según el proceso térmico (principalmente enfriamiento súbi- to o gradual), estas celdillas forman una estructura periódica o desordenada. En el primer caso la cerámica es cristalina, en el segundo la cerámica es vítrea. Esta estructura explica el comportamiento mecánico de las cerámicas. Son siempre materia- les muy resistentes y poco deformables, como resultado de sus enlaces (el enlace iónico es fuer- te y el covalente es muy direccional, formando celdillas muy indeformables). Pero precisamente esta fuerza de los enlaces impide el desplazamien- to de los átomos y el material no puede defor- 15 marse. Como consecuencia, los enlaces ceden de repente y el material rompe súbitamente: las ce- rámicas son frágiles. Además, el material será mucho más resistente a compresión que a trac- ción, ya que las fuerzas de tensión tienden a abrir la grieta iniciada y la compresión o corte a sellarla. Este comportamiento frágil hace al ma- terial extremadamente sensible a los defectos por el fenómeno de concentración de tensiones, ya que al no tener comportamiento plástico no puede reordenarse para “aliviar” las concentraciones de tensiones. Todo defecto inicia una grieta y ésta se propaga ya sin control ni dirección preferente. Las resistencias prácticas de los materia- les cerámicos están muy lejos de las teóricas, y su rotura se producirá según la dirección de las má- ximas tensiones tangenciales. Como resultado de esto las piezas ce- rámicas tienden adiseñarse para no trabajar en tracción ni flexión. Este comportamiento frágil se está modi- ficando drásticamente con las nuevas tecnologías de elaboración, capaces de procesos de fabrica- ción que pueden minimizar los defectos, lograr estructuras de grano finísimo, mezclar los estados vítreo y cristalino, etc. Las cerámicas comerciales han mejorado así sus prestaciones, y se han lo- grado nuevos materiales como las vitrocerámicas. Cerámicas de gran formato. Otras técnicas en desarrollo se dirigen a construir una estructura capaz de detener el cre- cimiento de las microfisuras mediante la adición de fibras que refuercen el material y otros procesos. Las cerámicas, al ser estructuras muy estables, tienen gran resistencia a las elevadas temperaturas sin alterar sus características mecá- nicas, siendo habitual la fabricación de cerámicas especialmente resistentes al calor (refractarias). Su coeficiente de dilatación térmica es muy bajo, por lo que son materiales muy estables dimensionalmente. Resulta un buen “acumulador térmico” y un mediano aislante. Las arcillas son materiales de gran inesta- bilidad volumétrica ante los procesos de inhibición y desecación. Las cerámicas tradicionales tienen elevada porosidad y absorción, lo que exige pre- cauciones desde su colocación y las hace sensi- bles ante las heladas y ciclos de secado exigiendo su ventilación, etc. La impermeabilización de las cerámicas se resuelve tradicionalmente con el esmaltado, o por la dosificación del material base (gres, porcelanas, etc). El proceso típico de conformación de las cerámicas es el moldeo desde el estado plástico y su posterior tratamiento térmico (cocción). Este proceso higrotérmico produce la inestabilidad vo- lumétrica de la pieza (hinchamiento por adición de agua y contracción por pérdida de la misma), de forma que el límite de fabricación es la rotura y deformación de la pieza durante el propio proceso. Esto, sumado a la dificultad de su trabajo en fle- xión lleva a piezas de poco tamaño y esbeltez, formas curvas más estables, etc., típicas en las técnicas tradicionales. Dada su alta densidad, la técnica se dirige a la fabricación de elementos aligerados en los que se busca el mínimo espesor de pared. Hoy el progreso de estas técnicas está derivando a la superación progresiva de estas limitaciones: son las cerámicas tenaces emplea- das en motores, etc. Fachada cerámica. R. Piano, Berlín. Parece que las cerámicas volverán a ocu- par un lugar preeminente entre los materiales de construcción, consecuencia del bajo coste de sus materias primas, asociado a las nuevas posibilida- des de modificación de su estructura para superar su carácter frágil. Las prestaciones de su resistencia a com- presión, comportamiento a altas temperaturas y capacidad aislante nos hacen pensar en piezas polivalentes que recuperen las grandes posibilida- des de las cerámicas en la construcción. Además, el moldeo es una técnica siempre asequible. La base de estas posibilidades serán los compuestos de matriz cerámica, con todo tipo de refuerzos o cargas, y la precisión de fabricación y 16 montaje con la que las cerámicas se alejan defini- tivamente de las técnicas artesanales. Un ejemplo interesante son los sillares de cerámica aligeradas y aislantes (aireadas, con cargas de materiales plásticos, etc.) o los revesti- mientos cerámicos sobre bastidores metálicos. Mas futurista es la posibilidad de un siste- ma estructural de cerámica armada, seguramente pretensada. VIDRIO El vidrio es una cerámica, y comparte por tanto casi todas sus características con ellas: gran resis- tencia, tenacidad (alto módulo elástico), fragilidad, etc. Teóricamente, sus propiedades lo harían incluso superior al acero, pero estos valores no se alcanzan por su fragilidad. Debido a su estructura molecular la rotura no tiene fase plástica: se trata de una rotura frágil dentro del período elástico. Todo esto es consecuencia de la formación de “defectos de Griffith”, que producen concentración de tensio- nes en mínimos defectos superficiales. Esta rotura produce el colapso por propagación instantánea de las microfisuras. Los vidrios sencillos quedan limitados por esta razón a resistencias de cálculo muy inferiores a las teóricas. El mismo comportamiento frágil se presenta ante las acciones térmicas: una zona fría de la pro- pia pieza limita la expansión de otra caliente y la pieza rompe. La rotura frágil se produce por diferen- cias de temperatura de 70ºC en el vidrio normal y de 240ºC en el templado. Estas limitaciones aumentan con Las dimensiones , con las restricciones a la dilatación o los defectos geométricos superficiales de la pieza . Estas limitaciones se están superando hoy con diferentes técnicas, principalmente el templado, que consiste en un pretensado de origen térmico, resultando comprimidas las superficies y traccionado el interior. Las fisuras sólo se crearán cuando los esfuerzos venzan esta precompresión. El vidrio templado multiplica por cinco la resistencia del vidrio normal. Mesa de vidrio templado (Gae Aulenti). Estas soluciones hoy disponibles no agotan las posibilidades: vidrios laminares encolados, desa- rrollo de nuevos intercalarios y procedimientos de "blocaje de microfisuras", recubrimientos con lámi- nas elásticas, templado químico, etc. Fábrica de vidrio de La Granja. El estirado y el laminado son las técnicas que diferencian netamente la tecnología del vidrio de construcción de otras cerámicas, permitiendo la fabricación de productos de grandes dimensio- nes, con esbelteces que no están al alcance de otras cerámicas: estos vidrios planos son la base fundamental de la tecnología del vidrio. El vidrio sigue siendo el material revolu- cionario, y casi todas las posibilidades de renova- ción de la arquitectura cuentan necesariamente con él. Escalera de Apple En primer lugar, poco a poco se supera su naturaleza frágil para acercarnos hacia sus eleva- dísimas resistencias teóricas, lo que permite ade- más nuevas soluciones de estructuras acristaladas de las que estamos viendo muestras cada día. Pero es sobre todo el aprovechamiento de su comportamiento energético lo que hará posible una arquitectura bien diferente: una construcción realmente capaz de aprovechar los recursos natu- rales sólo será posible con el vidrio. Los nuevos compuestos y laminados se aproximan cada vez más a una respuesta variable, lo que permitirá un material autoregulable de 17 acuerdo a un clima cambiante. En asociación a sus posibilidades mecánicas, con posibles piezas bien diferentes al vidrio plano (el vidrio moldeado parece recuperar posiciones), podrán lograrse nuevas soluciones. POLÍMEROS Están formados por repetición de una o más molé- culas tipo que son los monómeros o radicales, unidad base que por repetición forma las macro- moléculas que son cadenas tetraédricas de áto- mos de carbono. Su estructura se caracteriza por el gran tamaño de sus moléculas (pocas molécu- las inorgánicas alcanzan la docena de átomos, mientras que la mayoría de las orgánicas tienen docenas o miles). Estos materiales tienen algunas carac- terísticas diferenciales de los inorgánicos: son combustibles y no pueden soportar tratamientos enérgicos sin destruirse debido a la debilidad de sus enlaces, y tras estos tratamientos, no puede volver a formarse la sustancia original. Por contener carbono en sus moléculas, y casi siempre hidrógeno, son inflamables. Los polímeros pueden ser amorfos o tener diferentes grados de cristalización. Además de las características típicas de cualquier material, en los polímeros debemos prestar atención a comportamientos que les son característicos por su naturaleza: comportamiento mecánico en función de la temperatura y el tiempo de duración de las cargas, resistencia a los agen- tes atmosféricos (radiación ultravioleta y oxígeno,ya que su naturaleza orgánica los hace sensibles a ambos), combustibilidad, etc. Polímeros Naturales Son polímeros naturales los materiales biológicos, que son las sustancias provenientes de la materia viva. Existen polímeros naturales con grandes propiedades mecánicas y de otro tipo, especial- mente los tejidos animales, cuyo comportamiento es asombroso: la tela de araña es el material más resistente que se conoce, con una capacidad de estiramiento del 400 %. La mayoría de los polímeros naturales forman materiales compuestos a base de fibras lineales y una matriz, ambas poliméricas, y de- bemos considerarlos como materiales compues- tos. Nos ocuparemos ahora de sus componentes a) Un primer grupo son los materiales or- gánicos cristalinos, en los que se forman cristales embebidos en regiones amorfas que dan lugar a plegamientos y entrecruzamientos que dotan al material de rigidez y elasticidad. Forman fibras muy resistentes y de alto módulo elástico. Así son la seda, la celulosa y el colágeno, este último la materia básica de los tejidos animales. Entre los polímeros artificiales pertenecen a este grupo el polietileno, el nylon y el teflón. b) Los polímeros amorfos, no cristalinos, son muy deformables y flexibles, y se caracterizan por poder almacenar mucha energía de de- formación: los cauchos, la resilina (ligamentos de las conchas), etc. Polímeros Artificiales Los polímeros sintéticos son materiales a medida fabricados por repetición de monómeros también sintéticos: la estructura del material es artificial desde la escala molecular hasta la macro- estructura. El proceso de creación de un polímero es químico, pero en él es también fundamental el proceso de fabricación; podríamos decir que el primero es responsable de la organización molecu- lar y el segundo de la estructura. Los primeros polímeros artificiales fueron el celuloide, el rayón, la baquelita, el neopreno, el nylon, etc. Hoy los polímeros pueden sustituir a los metales por sus prestaciones estructurales. Presentación del “Tupperware” hacia 1940. El comportamiento del polímero depende fundamentalmente de las características de sus cadenas moleculares: la longitud y rigidez de cada cadena, la fuerza atractiva entre ellas y la regulari- dad de su “empaquetamiento”. Como las atraccio- nes moleculares de los polímeros son débiles (en- laces de Van der Waals), las cadenas son poco estables ante esfuerzos mecánicos, térmicos y químicos. Esta estructura se hace más estable y resistente por los procesos de cristalización y en- trecruzamiento ya comentados, que pueden pro- ducirse artificialmente resultando dos familias bá- sicas: a) Polímeros termoplásticos: Como los polímeros cristalizan al llegar a la temperatura de vitrificación, tal propiedad se apro- vecha en su fabricación para formar en su interior 18 pequeños cristales (cristalitas) que refuerzan la estructura de las cadenas. Los plásticos de este tipo se llaman termo- plásticos, y están caracterizados por el desorden, bajo entrecruzamiento y bajo poder atractivo de sus cadenas moleculares. Esta estructura amorfa aporta flexibilidad, y las cristalitas rigidez. Como consecuencia su límite resistente es ba- jo: son elásticos y resistentes hasta tensiones moderadas, reblandecen a bajas temperaturas y son poco resistentes a las acciones químicas. Son termoplásticos el PVC, el poliestireno, el polipropileno y el polietileno; este ultimo tiene más prestaciones por su mayor nivel de cristalización. b) Polímeros termoestables. Diseñando cadenas muy largas y entrecruza- das se crea una red tridimensional de enlaces: a mayores longitudes y entrelazamientos, mayor estabilidad y resistencia. Los plásticos de este tipo se llaman termoes- tables, y son mucho más resistentes, elásticos y estables a altas temperaturas y resistentes a los agentes químicos. Son termoestables los cauchos sintéticos, las resinas de poliester y epoxi, etc. Otras técnicas permiten modificar el compor- tamiento del material: reforzar y orientar las cade- nas para lograr fibras lineales o láminas superficia- les de gran resistencia direccional, mezclar termo- plásticos con elastómeros, construir híbridos con cadenas rígidas y elásticas, construir estratificados laminares y organizar materiales jerarquizados que emulen a los materiales biológicos. Pero estos son ya materiales compuestos. En algunas aplicaciones se han hecho insusti- tuibles, como las impermeabilizaciones, aislamien- tos, conducciones, juntas y adhesivos, etc. La casa Montsanto de R. Hamilton, M. Goody y H. Dietz, 1957. Construida con paneles de poliéster reforzado con fibra de vidrio rellenos de poliestireno. Actualidad Los plásticos han ido sustituyendo a muchos otros materiales gracias a su carácter de “materiales diseñados” y facilidad de moldeo, y hoy cumplen innumerables misiones en elementos auxiliares, desempeñando diferentes papeles con caracterís- ticas diferentes: aislantes de todo tipo, muchas veces con características mecánicas simultáneas, como es el caso de las planchas para suelos, el relleno de paneles, la rotura de puente térmico, etc; revestimientos ligeros y posiblemente portan- tes gracias a su facilidad de moldeo aportando estanqueidad, transparencia y muchas caracterís- ticas costosas con otros materiales. En los sistemas de instalaciones práctica- mente han sustituido a los metales por su flexibili- dad, facilidad de ensamblaje y ligereza, y un largo etc. En todos estos casos sus prestaciones son indiscutibles. Las dificultades de una limpia producción y reciclaje son su punto débil, junto a problemas de envejecimiento y durabilidad. Tales problemas quizás sean consustanciales al material o, por el contrario, nuevas técnicas permitan una nueva generación de polímeros. En este segundo caso el proceso conti- nuará tras la actual calma, y el proceso de sustitu- ción se acelerará. Tenderemos entonces hacia sistemas compuestos de los que los plásticos se- rán un componente junto a elementos metálicos y de todo tipo. Pero sus mayores prestaciones las encon- trarán seguramente como materiales compuestos, como veremos más adelante. MATERIALES COMPUESTOS Son materiales compuestos, o híbridos, aquellos formados por dos materiales diferenciados, fibra y matriz, organización con la que se logran pro- piedades que ningún material simple suministra. Algunos materiales por la resistencia de sus enlaces son muy resistentes, pero frágiles, y parecen óptimos para constituir las fibras. Ade- más, al fabricar el material en forma de fibras, su resistencia se multiplica, ya que se reduce la pro- babilidad de la grieta y además ésta no se propa- ga. Así serán óptimas las fibras muy resistentes y elásticas de carbono, silicio, aluminio, etc., ade- más de muchos polímeros naturales y artificiales. La matriz protege a la fibra además de aglomerarlas. Algunos materiales típicos para la matriz son: a) Matriz polimérica: Los polímeros ter- moestables son típicos en matrices, como las resi- nas epoxi o el poliéster, con fibras de vidrio, car- bono, etc. b) Matriz cerámica: Debido sobre todo a su resistencia a las altas temperaturas. El compuesto carbono-fibra de carbono (grafito) se emplea con temperaturas de 2500 ºC. El comportamiento del compuesto estará dictado por ambos materiales, y muy especial- mente por la “interfase” o contacto entre ambas, por lo que es fundamental su compatibilidad quí- 19 mica y el análisis de la transferencia de esfuerzos entre ambos (adherencia). Se logran óptimos comportamientos me- cánicos del compuesto empleando matrices elásti- cas y fibras de gran rigidez, de forma que la rotura de la fibra es soportada por la deformación de la matriz. Diagramas tensión deformación de la matriz y fibra del PRV La fibra además se puede orientar, alte- rando las características del material en diferentes direcciones. Esta geometríadel refuerzo puede no existir (fibras dispersas), caso de los compuestos más sencillos, pero el aumento de prestaciones suele requerir grandes longitudes y orientación de las fibras, llegándose a los sistemas entrelazados. Hay compuestos orgánicos de compor- tamiento bien diverso: materiales flexibles como la piel y otras membranas blandas, cuya matriz es flexible (tipo caucho) y la fibra resistente (de colá- geno). Además la piel es un compuesto multicapa, y de dosificación y espesor variable a lo largo del cuerpo (puede ser una elástica membrana o una coraza), y su comportamiento es bien diferente según la intensidad del esfuerzo: muy deformable a bajas tensiones (sólo trabaja la matriz) y más rígida con altas (trabaja la fibra). Estructura del tendón: los haces concéntricos le dotan de una flexibilidad variable con la carga. Muchos polímeros biológicos tienen una matriz de elastina con fibras de colágeno, el se- gundo mucho más rígido, de modo que la fibra entra a trabajar -rigidizando el material- sólo con altas tensiones, lo que explica su elasticidad va- riable. Gráficas de la elastina y el colágeno, matriz y fibra de muchos compuestos de elasticidad variable. Compuestos rígidos son aquellos de ma- triz rígida (cerámica) con fibras elásticas para combatir la fragilidad. Es el caso del hueso, que es un material elástico, capaz de deformación (4% en rotura) y muy orientado. Estructura del hues de la cabezao. El leño es también rígido, formado por fi- bra de celulosa en una matriz amorfa, formando sistemas de células cilíndricas en capas concén- tricas de orientación lineal. Por último hay compuestos pétreos, es- tructuras de carbonato cálcico en una matriz orgá- nica, con diferentes estructuras en láminas o pris- mas: conchas, cáscaras de huevo, etc. En arquitectura hoy son habituales mu- chos compuestos de naturaleza bien diferente: son compuestos muchos polímeros como el PRV, mu- chos derivados de la madera (aglomerados de fibras, etc.), los materiales textiles y naturalmente los diferentes hormigones armados. Los materiales compuestos serán indiscu- tiblemente la gran novedad de la arquitectura futu- ra, por las posibilidades que abren a la producción de materiales de altas y nuevas prestaciones. Como hemos visto, es en los materiales orgánicos, que son compuestos, donde descubrimos hoy posibilidades que la tecnología no es aún capaz 20 de lograr, y los hay de todo tipo, con un amplísimo espectro de características. Los compuestos continúan además con la idea iniciada por los polímeros de definir caracte- rísticas y producir el material que los cumpla. Pero sobre todo, su elección implica abrir la tecnología a todos los materiales suministrados por la naturaleza, pues son posibles compuestos con matices y fibras de todo tipo. Hoy gran parte del avión se construye con estructuras monocasco de materiales compuestos, como en el Boeing 787 En los terrenos más experimentales y donde mayores prestaciones se exige a los mate- riales su éxito es absoluto. Un buen ejemplo son los diseños para el deporte, donde ligereza, preci- sión, velocidad, fiabilidad.... son prioritarias. En los polímeros armados con fibras de vidrio, carbono, etc. están siendo aquí fundamentales, a pesar de estar sustituyendo a materiales de grandes presta- ciones (como las maderas laminadas o los metales ligeros en embarcaciones, raquetas, etc.). Ade- más, es en este campo donde la consideración de la energía de deformación es prioritaria. En construcción nos encontramos com- puestos de “bajas prestaciones” por todos lados, como hormigones armados con fibra de vidrio o aligerados con cerámicas, cerámicas aligeradas, polímeros reforzados, etc., pero algunos compues- tos más sofisticados están haciendo aparición. Las maderas laminadas o el ferrocemento son materia- les novedosos, pero destacan sobre todo las fábri- cas textiles: y la gran revolución que estas cons- trucciones significan dan idea de sus posibilida- des. BIBLIOGRAFÍA GENERAL Asimov, I - Breve introdución a la química. Alianza 1979. Araujo.R, Seco.E. - Industria y Arquitectura. Pro- naos. Madrtid 1991. Carrión Isbert.A- Diseño acústico de espacios arqui- tectónicos. Edicions UPC. Barcelona 1998 Callister, W- Introducción a la Ciencia e Ingeniería de los Materiales. Reverté 2000 Enzio- La materia de la invención. CEAC. Gordon. J.E- Estructuras o porque las cosas no se caen. Celeste. Madrid1999. Investigación y Ciencia- Monográfico nuevos mate- riales. Diciembre 1986. Laffarga j. Olivares, s- Materiales de construcción. Editan s.a. Sevilla. 1995 Le Thomas, P - La metalurgia. Orbis 1988. Merrick Gay. Ch y otros.- Instalaciones en los edifi- cios. G.Gili 1979. Parton.v.z - Mecánica de la destrucción. Col. ciencia popular. Moscú 1990 Quarmby.A- Materiales plásticos y arquitectura ex- perimental. Gili Rice, P - An Engineer Imagines. Artemis. London, Zurich, Munich. Saechtling, H - Los plásticos en la construcción. G.Gili 1978. Timoshenko - Resistencia de materiales. Espasa- Calpe. Madrid 1989. Wainwright. S.A y otros- Diseño mecánico de orga- nismos. H. Blume. Madrid 1980. 1 2. ACERO Y HORMIGÓN ARMADO El acero y el hormigón armado siguen siendo los materiales más empleados en nuestras estructu- ras, y parece que lo seguirán siendo por mucho tiempo. A pesar de la importancia que los materia- les compuestos van adquiriendo, las prestaciones de ambos les siguen haciendo insustituibles. ACERO El acero es una aleación de hierro, siendo este último un metal que en estado puro es pesado, de estructura cristalina y enlace metálico, por lo que su comportamiento será elasto-plástico y su resis- tencia mecánica alta. Otras características propias son su inestabilidad química por oxidación y por la misma razón su conductibilidad eléctrica y su dila- tación térmica elevadas. Su temperatura de fusión es de unos 1500 ºC, por lo que se tardó en obte- ner. Algunas de sus principales limitaciones deri- van del difícil control del proceso térmico a las altas temperaturas que requiere su elaboración, lo que genera un producto impuro: por esto los anti- guos hierros forjados y fundidos eran frágiles. Fundición de hierro en la Biblioteca de Santa Geoveba de París.Labrouste 18938. El hierro es demasiado plástico, debido a su excesiva facilidad de reordenación molecular, y la propiedad fundamental que logran las alea- ciones de hierro-carbono es transformar esta es- tructura plástica en otra elástica y mucho más resistente. Esta transformación se debe a la incor- poración de otros elementos que rigidizan la red cristalina, pero conservando su comportamiento plástico, lo que caracteriza su rotura diferida por capacidad de reordenación, siendo capaz de al- canzar grandes tensiones en punta. Comportamiento Mecánico La estructura del acero es muy homogé- nea por efecto de la aleación, y su comporta- miento es simétrico a compresión y tracción, de forma que no existe la rotura (excepción hecha de fatiga y concentración de tensiones) sin de- formación plástica. Gráficas tensión deformación del hierro y los diferentes tipos de acero El fallo del material, de producirse, ocurrirá en las zonas debilitadas o solicitadas térmi- camente. Es allí donde pueden producirse con- centraciones de tensiones (por imperfecciones, entalles o soldaduras), o fenómenos de fatiga. Si un exceso de tensión rebasa el límite elástico la pieza se acomodará, aceptando im- portantes alabeos sin romperse. En las zonas de concentración de tensiones, si no existen reduc- ciones quebradas o bruscas de sección, la plastifi- cación del material también permitirá este coefi- ciente de seguridad o acomodo de la sección. Sólo si la rotura es por concentración brusca de tensio- nes o fatiga, las fisuras serán netas y pulidas. La resistencia del acero es muy alta, con resistencias de cálculo superiores