15 5 The Barbarians before Christmas

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Vicente Riva Palacio

James Kraemer

7/6/2024

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Índice
Argumento ........................................................................................................................ 3
Nota de la Autora .............................................................................................................. 4
Capítulo 1 ......................................................................................................................... 5
Capítulo 2 ....................................................................................................................... 10
Capítulo 3 ....................................................................................................................... 18
Capítulo 4 ....................................................................................................................... 22
Capítulo 5 ....................................................................................................................... 23
Capítulo 6 ....................................................................................................................... 35
Capítulo 7 ....................................................................................................................... 40
Capítulo 8 ....................................................................................................................... 42
Capítulo 9 ....................................................................................................................... 44
Capítulo 10 ..................................................................................................................... 49
Capítulo 11 ..................................................................................................................... 53
Elenco de personajes ...................................................................................................... 55

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Argumento

La creciente tribu bárbara está a punto de celebrar el Día sin Veneno - un tiempo de amor,
risas y regalos. Pero todo lo que Elly quiere es que su pareja esté a su lado antes de que
llegue la temporada brutal. Todo lo que Bek quiere es una manera de regresar rápidamente
a su hembra a pesar de las montañas entre ellos. Gracias al talento de un recién
llegado…ambos están a punto de cumplir su deseo y celebrar juntos las fiestas más felices.

Esta novela presenta personajes de historias anteriores de Ice Planet Barbarians y NO se
puede leer de forma independiente.
∗∗∗∗∗∗∗

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Nota de la Autora

Esta historia cae un poco después del final de Icehome #1 (Lauren's Barbarian). Si has
estado leyendo y estás al día, ¡genial! Recordarás quiénes son todas estas personas.
Si estás detrás de unos cuantos libros y sólo quieres leer sobre nuestros chicos azules, hay
algunos recién llegados de otra nave de esclavos en el otro lado de las montañas, y Vektal
y muchos de los cazadores de la tribu principal han estado fuera de casa ayudándoles a
prepararse para sobrevivir. ¡Allí! Ahora estás al día.:)
Verónica y Ashtar se mencionan mucho en este libro en particular, pero si habéis leído mi
serie de Dragones, no hay sorpresa en cuanto a lo que es Ashtar. No te has perdido su libro.
Está de camino. Sólo quería escribir esta historia ahora en lugar de dentro de unos meses.
Volveremos con ellos. Os lo prometo.
Y una pequeña nota de limpieza. Trato de vigilar a todos los que se mueven de una tribu a
otra y de una edad a otra, y así sucesivamente. Dicho esto, me he metido en un error. En
LAUREN'S BARBARIAN y BARBARIAN'S TEASE, la lista de cazadores que van con Vektal
no incluye a Aehako. No estoy segura de por qué, porque en mi cabeza, siempre ha estado
ahí. Escribí toda esta historia y luego me di cuenta demasiado tarde cuando crucé mis
notas de que él no estaba en la lista de cazadores mencionada allí. Así que podría descartar
las escenas que he escrito para ellos en este libro, o admitir mi metedura de pata.
Me encanta lo que he escrito demasiado, ¡así que mea culpa! Por favor, ignorad mi error y
fingid que estuvo ahí todo el tiempo, permaneciendo en las sombras. No afectó a ninguna
de esas historias de ninguna forma, así que me siento cómoda ‘insertándolo’ en el
argumento.
Con todo eso fuera del camino... ¡disfrutad!
Rubí <3
∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 1

BEK
Escudriño la orilla de la playa, como todas las mañanas, buscando cosas bonitas. Ayer
había una roca en forma de círculo giratorio, y el día anterior, una extraña criatura seca
que parecía una gigantesca fresa rosada. Hoy, no hay nada de particular interés, y hace
que mi estado de ánimo sea aún más amargo de lo habitual.
Al menos si pudiera encontrar un regalo para mi Ell-ee, este día no sería un desperdicio.
En cambio, cada día aquí en la orilla, mimando a los recién llegados, es un día que no paso
con mi pareja. Es ella quien debería estar recibiendo toda mi atención, no estos nuevos
compañeros de tribu que gritan al ver una nueva pieza de caza o se estremecen cuando algo
necesita ser destripado. Al menos los extraños de la isla no son tan terribles como las
humanas, pero no tengo paciencia con los que me alejan de mi pareja. La paciencia que
tenía desapareció hace muchas noches.
Pateo la arena con mi bota y descubro un gran gránulo cristalino que parece como si tuviera
un agujero perforado. Me pongo en cuclillas para recogerlo, mi cola golpeando contra la
orilla rocosa, y lo examino. Esto podría ser un collar, creo. Puedo trenzar un cordón
decorativo lo suficientemente delicado para el cuello de mi Ell-ee, y me imagino
poniéndoselo contra su piel, el calor y la confianza en sus ojos mientras ella me mira....y
me muerdo un gemido de frustración y rabia.
Pensar que he pasado tanto tiempo lejos de mi pareja, después de tantas temporadas sin
ella. Esto no hay quien lo pueda soportar. Debería estar a su lado, mimándola. Haciéndola
sentir segura. Nos hemos ido por una vuelta completa de las lunas ahora, y la echo de
menos como si mi corazón se hubiera ido de mi pecho. Más que eso, ella me preocupa. Mi
Ell-ee es valiente, pero es frágil a su manera. ¿Quién estará ahí para abrazarla cuando
tenga pesadillas? ¿Quién estará allí para darle un mordisco a su comida para que sepa que
es segura? Ella me necesita y yo…yo la necesito tanto como ella a mí. Siento como si
estuviera medio vivo sin ella.
Con un gruñido, me enderezo y pateo la arena.
“Ho”, grita Rokan, acercándose por detrás de mí. “Pisas como un kit privado de su juguete
favorito. ¿Qué te preocupa hoy?”
“¿No lo sabes?” Le hablo bruscamente, irritado. “Tú eres el que puede sentir cosas que no
se pueden ver. Dime qué es lo que me preocupa”.
Se mueve para pararse a mi lado y se apoya pesadamente en su lanza, mirando hacia las
ondulantes e interminables aguas del gran lago salado. “Lo mismo que me preocupa a mí.
Extraño a mi compañera. Necesito estar a su lado”.
Gruño, porque como siempre, no se equivoca. “Y sin embargo, estamos atrapados aquí.
Cuidando de aquellos con menos habilidad que un kit, alimentándolos a mano y
mimándolos”.
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“Eso es injusto”, me reprende Rokan. “Las hembras humanas son totalmente nuevas en
este mundo, y las de la isla no están acostumbradas a este frío. Aprenderán rápidamente.
Ya trabajan duro y nos necesitan cada día menos”.
Lo que él dice es cierto,pero no me atrevo a sentirme menos que molesto con ellos. Le doy
la vuelta al suave cristal en mi mano, pensativo. “No hemos sido compañeros por mucho
tiempo. Es....difícil dejarla”
“No se hace más fácil”, me dice Rokan. “Mi Li-lah está a punto de dar a luz a nuestro kit
pronto, y pienso en ella constantemente. Ella y mi pequeño Rollan. Esperaba estar en casa
antes de que celebraran el Día sin Veneno. A Rollan le encanta. Es una alegría ver su cara
cuando se cuelgan los adornos”.
Ah, sí. La celebración humana en la que decoran un árbol enclenque y anhelan lluvia de
plantas que no son venenosas que demuestren que son amadas. Es una cosa extraña para
celebrar, pero los humanos tienen muchos hábitos extraños. Pienso en los pequeños regalos
que he estado adquiriendo para mi Ell-ee todos los días. Tengo muchas conchas bonitas
para ella, baratijas extrañas y una bolsa grande de sal para darle sabor a la comida. Pienso
en el día sin veneno y me pregunto si mi Ell-ee lo disfrutaría. Me gusta la idea de bañarla
con plantas para que me dé besos. Quiero hacerla sentir tan especial como las otras
hembras humanas. No, aún más, porque ella es mía. “El día sin veneno será muy pronto”,
digo, y mi tono es hosco. “Es otra cosa que nos perdemos”
“No lo creo”, dice Rokan, mirando de nuevo al agua antes de girarse hacia mí. “Debo
regresar. Tú y Aehako también. Nos necesitan”
Mi corazón se agarra a mi pecho. Le aprieto el brazo, aterrorizado. “¿Qué has visto?”
“Nada malo”, me tranquiliza, curioseando mi forma de cogerle de su bíceps. “Sólo que te
necesitan en casa. Es un sentimiento que tengo. Y siento que mi Li-lah también me necesita
en casa. Creo que nuestro nuevo kit llegará muy pronto. Planeo hablar con Vektal sobre
esto. ¿Te unirás a mí?”
Asiento con la cabeza. Haría falta ser tragado por una garra de cielo para evitarlo. Incluso
si Vektal dice que no, me aventuraré a casa de todos modos. Si mi Ell-ee me necesita, debo
estar allí.
∗∗∗∗∗∗∗
La mayoría de los recién llegados están ocupados construyendo chozas a lo largo del lejano
acantilado para que todas las tribus de la isla puedan ser alojadas calurosamente. Es una
tarea que ha consumido muchos días, pero hay mucha risa y alegría en ellos mientras
trabajan. Sólo me recuerda que aquí no nos necesitan tanto como en casa, y estoy más
convencido de que debería volver con mi Ell-ee.
Encontramos al jefe sentado con dos de los recién llegados, el macho dorado llamado Ash-
tar y su hembra, la humana Vuh-ron-ca. Me siento, y Rokan se va inmediatamente. “Un
momento”, dice, y luego me quedo mirando a los demás. Me miran expectantes.
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No puedo evitar fruncir el ceño. Rokan tiene una lengua más suave que la mía. Él debería
ser el que hablara, pero aquí estoy yo solo. Considero por un momento, y luego digo: “Deseo
volver a casa con mi pareja”.
“¿Crees que yo no lo hago?” El tono de Vektal es uniforme y lleno de humor. “Hace
demasiado tiempo que no veo a mi Georgie y a mis hijas”
“No todos nosotros somos necesarios” continúo, mientras Ash-tar y Vuh-ron-ca
permanecen en silencio. “Algunos de nosotros podemos empezar el viaje a casa. Hemos
estado demasiado tiempo aquí ya. Los demás pueden unirse a nosotros en la aldea”, digo
con un movimiento de mi muñeca para indicar a los recién llegados, “O pueden quedarse
aquí para sobrevivir, pero yo no me quedaré”.
La boca de Vektal se aplana con el desagrado de mi tono. Suena como si lo estuviera
desafiando, pero no puedo contenerme. Mi necesidad de mi Ell-ee es demasiado grande.
Pero Rokan regresa un momento después, con un sudoroso Aehako a su lado, y se dejan
caer cerca del fuego junto a mí.
“Ahora estamos todos aquí”, dice Rokan. “Para que podamos discutir nuestro viaje”
Veo que Ash-tar pone una mano en el muslo de Vuh-ron-ca, mirándonos con una expresión
tranquila. Sus ojos parecen cambiar de color, lo que me resulta extraño, pero hay muchas
cosas extrañas en estos recién llegados. Ella pone su mano sobre la de él y se aclara la
garganta. “Estábamos hablando con Vektal sobre viajar a la aldea. Deseo estudiar con
Maylak, aprender más sobre la curación”
¿Mi hermana? ¿Eh? He olvidado que Vuh-ron-ca también tiene un don de sanación. La
excitación estalla en mi pecho y miro hacia atrás, hacia mi jefe. “¿Hay charla sobre un viaje,
entonces?”
“La había, antes de que vinieras y te sentaras con tus demandas”, me dice. “Finalmente,
todos regresarán. Algunos se quedarán: he hablado con Farli y Mardok, y se quedarán por
ahora para ayudar a los demás. También lo harán Buh-brukh y Taushen, ya que están
recién resonados y no necesitan preocuparse por un kit por ahora”.
“Las hembras Leezh y Har-loh están muy embarazadas. Tampoco desearán hacer un largo
viaje de regreso a pie”, sugiero. Si otros se quedan, entonces eso significa que puedo irme.
Vuh-ron-ca y Ash-tar intercambian una mirada. “No tiene que ser exactamente a pie”, dice
la hembra humana lentamente, y enrosca los dedos con los de su pareja. Me doy cuenta de
que tienen el mismo número de dedos -a diferencia de los sa-khui, que tienen cuatro dedos
ante los cinco de las humanas- pero los suyos son más grandes y con la puntas en garra y
mucho más peligrosos. Ella continúa: “Hay otro camino”.
“No me importa quedarme, si es necesario”, dice Aehako, hablando por primera vez.
“Extraño ferozmente a mi pareja y a mi pequeña Kae, pero ellos entenderán si otros deben
quedarse. Estos cazadores de la isla son buenos en muchas cosas, pero ¿has visto a uno
de ellos atrapado en un montón de nieve? Es de lo más divertido...”
“No, debes venir con nosotros”, dice Rokan, interrumpiendo. “Te necesitan en casa”
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Aehako se queda quieto, y la expresión amistosa y abierta de su cara desaparece. “¿Qué
has visto?”
“No he visto nada malo”, continúa Rokan. “Pero sé que te necesitan en casa, como a Bek”
Aehako intercambia una mirada conmigo, y su sonrisa desaparece. Su mandíbula se aprieta
y frota una mano sobre ella por un momento, luego dice: “Puedo estar listo para irme antes
de que los soles se eleven en el cielo”.
Estoy de acuerdo. Él es como yo, no hay nada por delante de una compañera. Nada.
“No vayamos a los extremos”, interrumpe Vektal, levantando una mano. “Rokan dice que
no es nada malo y él lo sabría. No hay necesidad de salir corriendo sin estar preparado. Los
otros que no pueden regresar desearán enviar cosas para la familia. Ya he hablado con
Leezh y Raahosh, y están decepcionados porque no pueden regresar todavía, pero se
quedarán por ahora y enviarán regalos para sus niñas. Necesitaremos comida y
suministros, y necesitaremos una silla llena”
Vuh-ron-ca se aclara la garganta delicadamente. “Umm. Silla de montar. Una grande. En
realidad, Ashtar y yo ya tenemos algo en mente. Podemos estar listos para irnos por la
mañana”
Les frunzo el ceño, porque una hembra humana -especialmente ésta, que es torpe y débil-
sólo nos retrasará. “No necesitamos que vengas con nosotros. Iremos más rápido sin ti”.
Ash-tar me muestra sus colmillos, sus ojos se oscurecen. Vuh-ron-ca aprieta su mano y me
da una mirada extraña. “¿Cómo crees que vas a llegar allí sin nosotros? Necesitas a Ashtar,
y él no se irá sin mí”
“Bah. No los necesitamos a ninguno de los dos”.
“Lo hacemos si queremos llegar en un plazo mucho más corto”, corrige Vektal. Me frunce el
ceño como si estuviera empeorando las cosas con mis protestas. No me importa, en todo lo
que puedo pensar es en mi pareja y en cómo ha estado sola todas estas largas noches.
“No lo entiendo”, dice Aehako lentamente, inclinándose hacia delante. “¿Conocéis vosotros
dos un camino secreto?”
La pareja intercambia una mirada. “Algo así”, dice Vuh-ron-ca. Vektal se frota la mandíbula
y sonríe, mirándome.
No confío en esto. Algo estáen marcha. Y sin embargo... “¿Cuánto más rápido?” Pregunto,
porque esto atrae mi atención.
Vuh-ron-ca mira a su pareja. Ash-tar piensa por un momento, y luego dice: “Podemos estar
sobre las montañas en cuestión de horas. En vuestra casa en un día o dos, siempre y
cuando el tiempo esté despejado”.
¿Un día? ¿Podría estar abrazando a mi Ell-ee a esta hora mañana por la noche? “Sea lo que
sea, lo haré”, digo rápidamente, antes de que alguien cambie de opinión.
“Ya imaginaba que sería así”, dice mi jefe con voz seca. “¿Cuántos puedes llevar, Ash-tar?”
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El macho dorado no duda. “Cuatro, junto con mi compañera. Podemos juzgar futuros viajes
basándonos en éste”
“Espera un momento... ¿llevar?” Balbuceo. He debido malinterpretarlo, porque esto no tiene
sentido para mí. ¿El macho dorado desea llevarnos a través de las montañas?
“Llevaros”, está de acuerdo Ash-tar, y tiene una mirada engreída en su cara de colmillo.
Me quedo sin palabras... pero no importa, porque me voy a casa con mi pareja. Si me dijera
que debo llevarlo a cuestas a través de las agitadas aguas saladas, lo haría, siempre y
cuando Ell-ee me estuviera esperando al otro lado.
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Capítulo 2

ELLY
Las estrellas no son las mismas sin Bek aquí a mi lado. Sola, parecen menos brillantes,
menos acogedoras. Por otro lado, todo lo es. Todas las cosas que tomé con gran alegría hace
unas pocas semanas parecen incapaces de traerme más felicidad. Las noches claras y
estrelladas son poco emocionantes. Los días soleados y ventosos no dan alegría. El calor
del té caliente o la risa de los amigos no significan nada. Pensé que después de haberme
liberado de las jaulas y de la esclavitud, nada en el mundo me volvería a molestar.... pero
estaba equivocada.
Extraño a Bek. Le extraño tanto que me duele. Le extraño tan intensamente que quiero
arrastrarme entre mis pieles y dormir y dormir y dormir hasta que él regrese. Sé que esto
no es saludable. Sé que debo ser fuerte e independiente y pasar mi tiempo ayudando a los
demás, como Gail y Stacy y Claire y todas las demás mujeres de la tribu. Bek me ama. Va
a regresar. Me lo prometió.
Pero la espera es muy, muy difícil. Últimamente parece más difícil que nunca, porque mi
estómago está cada vez más revuelto y quiero carne fresca y cruda... pero Bek no está aquí
para darle un mordisco a mi comida y hacerla segura para mí. No está aquí para envolver
su cuerpo alrededor del mío en el frío de la noche y mantenerme caliente, y no confío lo
suficiente en los demás como para compartir el calor. No soy buena para estar sola. Ya no
más. No cuando tuve una visión de cómo es la vida como su compañera.
Cierro los ojos y me acurruco en mis mantas, soñando con él. Su orgullosa y severa cara.
El suave arco de sus altos cuernos y las largas y oscuras trenzas que ata a lo largo de sus
sienes para mantener el cabello alejado de sus ojos. Pienso en cómo se siente cuando me
acaricia temprano por la mañana, su piel aterciopelada rozando la mía, su cola haciendo
cosquillas en mi muslo. Me abraza con tanta ternura y me acaricia, murmurando un saludo
matutino antes de besar cada centímetro de mi piel y mostrando cuánto me ha extrañado
mientras dormía. Mi garganta se atasca sólo de pensar en ello y las lágrimas calientes se
filtran entre mis pestañas y se convierten en hielo. Me las froto con los dedos.
Ni siquiera me importa el frío cuando está aquí. Cuando no está... bueno, me importa todo.
“Ell-ee”, una pequeña voz bramando fuera de mi cabaña. Una pequeña mano araña la
pantalla de privacidad. “¡Despierta! ¡Es hora de ir a atrapar picos sucios!”
Erevair. No me he olvidado de nuestra pequeña cita matutina. Es sólo que algunas mañanas
es más difícil salir de la cama que otras.
Salgo renuente de las mantas y me pongo las botas, luego me quito el pelo de la cara y voy
a la pantalla, tirando de ella hacia atrás para que mi joven visitante pueda entrar.
“Ya era hora”, declara Erevair al entrar, y suena como Claire. Detrás de él se esconde una
niña con una larga y sedosa trenza marrón y una piel de color azul pálido. Es Kae, la hija
de Kira y Aehako, y es tan callada como ruidosa es Erevair. “¿Has comido hoy, Elly?” Erevair
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se mueve junto a mi hoguera y agita las brasas con mi bastón. “Hace demasiado frío aquí.
A Bek no le gustaría eso”.
Kae se agacha junto a Erevair, contenta de verle merodear por mi casa como si fuera su
casa. Es bastante divertido verlo. Es como si estuviera intentando compensar el hecho de
que Bek se haya ido cuidando de mí. Es dulce, de verdad.
“Comí”, mentí. Tengo pocas raciones que Bek ya me ha ‘probado’ y las estoy guardando.
Puedo saltarme algunas comidas.
“Estás muy delgada”, dice Erevair. “A Bek no le gustará eso” Saca una bolsa de pasteles, le
da un mordisco a uno como lo ha visto hacer a Bek, y luego me lo ofrece.
No puedo evitar sonreír. A pesar de que es un niño, ha asumido bastantes de los gestos de
Bek, y debe haber notado que yo sólo como después de que Bek ha probado algo. Yo como
el pastel mientras él agita mi fuego otra vez, y luego coge un juego de envolturas de pieles,
dándomelas cuando termino mi comida. “Tenemos mucho que hacer hoy. La mamá de Kae
quiere que le traigamos huevos, y mi mamá quiere más nidos. Y luego me dijo que tenía
que lavarme las manos”.
Sabia mamá. Los picos sucios hacen sus nidos de caca de dvisti, así que no culpo a Claire
por exigir un lavado de manos. Me pongo de pie y me pongo las envolturas, y luego les
ofrezco a los niños mi mano. “Vamos”
Erevair toma la pequeña mano de Kae en la suya y une su cola con la de ella, y luego pone
su mano en la mía para que formemos una cadena. Hacemos esto todas las mañanas,
aunque no siempre es Kae la que está con nosotros. A veces es Rukhar, o las niñas de Liz
o de Georgie. Pero creo que Kae es su favorita. Ella es muy callada, lo que le da mucho
espacio para hablar. Joden, el mayor de Josie, vino con nosotros una vez y Erevair se pasó
todo el tiempo tratando de hablar por encima de él. Fue agotador.
Cuando salimos de mi cabaña, veo a Kira sentada frente a la suya, charlando con Claire.
Ellas tienen su costura y saludan cuando nos ven. Por alguna razón, a los niños les encanta
recolectar nidos de picos sucios, así que siempre tengo compañía en esta tarea en
particular. Mi cesta de recolección se apoya en la pared de la cabaña y sacudo la nieve de
ella, luego la meto bajo mi brazo libre. “¿Cesta de huevos?” Pregunto en voz baja, y Kae se
desenreda de Erevair y trota hacia su madre.
Esperamos, y mientras lo hacemos, Erevair me aprieta la mano. "Me alegro de que huelas
bien, Elly. Es mucho mejor que cuando apestabas".
No estoy segura de que me esté regañando, pero de cualquier manera es gracioso. La verdad
es que, cuando mi ansiedad se apodera de mí, es fácil volver a caer en mis viejos hábitos.
No hablar, no socializar, y formar una fina corteza de suciedad sobre mi piel para que nadie
se fije en mí. Pero luego pienso en Bek, y en que no quiero estar sucia cuando vuelva a casa.
Quiero que se sienta emocionado de verme. Quiero que me bese y me toque. Estoy mucho
más limpia y tocable.
Kae salta hacia atrás con su cesta en la mano. “Mamá dijo huevos extra, por favor”.
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Miro a las dos mujeres y Kira me saluda con una sonrisa, agradeciéndonos. Pero ella no se
levanta y yo no voy para allá. Me llevo mejor con los niños, y todos me dan suficiente espacio
para no sentirme acorralada. “¿Más huevos?” Pregunto.
Kae asiente con la cabeza como si eso respondiera a todo.
“Es el Día sinVeneno”, anuncia Erevair, que vuelve a enroscar su cola con la de Kae
mientras ella vuelve a meter su pequeña mano en la de él. “Vamos a decorar huevos y a
pedir deseos”
Oh. Recuerdo que alguien dijo algo sobre unas distorsionadas vacaciones de Navidad, pero
no he prestado mucha atención. Las vacaciones son un recuerdo muy lejano. Pasé tanto
tiempo en jaulas y zoológicos que muchos de mis sueños de la Tierra son sólo recuerdos
muy, muy distantes. No se me ocurrió celebrarlo, no sin Bek. “Ya veo”
Bajamos por el camino del cañón hacia los acantilados, y mientras lo hacemos, Erevair
sigue hablando de las vacaciones. “El Día sin Veneno será pasado mañana. Eso es lo que
dice mamá. ¿Es mucho tiempo, Elly?”
Sacudo la cabeza y me contento con dejarlo vagar.
“Mamá dice que si soy bueno, puedo tener un regalo especial la noche anterior y luego otro
en la mañana. Ella dijo que no serán plantas, sin embargo, porque las plantas Sin Veneno
están guardadas para las chicas para que sus compañeros puedan besarlas. Mi papá no
está aquí para que bese a mamá, así que espero que ella no vaya a besarme”. Arruga su
carita.
“No lo hará”, le digo con un apretón de manos.
“Tenemos guirnaldas y cosas bonitas colgando en nuestra cabaña. Y mamá dijo que la Sra.
Stacy cocinará dulces especiales para todos durante las fiestas. Y vamos a jugar partidos
como el fútbol, pero tenemos que tener cuidado de no jugar demasiado duro, porque Drenol
es muy viejo y mamá tiene miedo de que le hagamos daño”. Cuando no añado nada más
que un apretón de manos para hacerle saber que estoy escuchando, se dirige a Kae. “Le
pregunté a mamá si podía tener una túnica como la favorita de papá. O una red de pesca,
pero dice que soy muy pequeño para una red de pesca y que me meteré por debajo. ¿Qué
pediste, Kae?”
“Que papá vuelva a casa”, canta Kae. “Es lo único que deseo”.
Siento un dolor sordo en el corazón. Oh, yo también quiero eso. Quiero que los cazadores
regresen a casa y quiero ver a mi fuerte y orgulloso Bek acechando en el pueblo, con la
mirada fija en los rostros mientras me busca.
Eso es lo que yo también quiero, que mi amor, mi compañero, mi todo, vuelva a casa a mis
brazos.
Erevair hace un ruido muy triste. “No creo que lo entiendas, Kae. Mamá dice que la
temporada brutal llegará en cualquier momento y eso significa que papá y los demás tal vez
no regresen hasta que haya pasado lo peor de las nevadas. Que podrían ser giros y giros y
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giiiiiiiros de las lunas. Puede que no los veamos hasta que sea hora de volver a la estación
dificil”. Él dice todo esto con autoridad, pero cada palabra es como una daga en mi corazón.
Ya han pasado semanas y semanas. La idea de estar sin Bek durante meses es una tortura.
Quiero llorar. Quiero dar la vuelta y volver a meterme en mi cama y dormir hasta que vuelva.
Estoy tan triste y sola sin él. Me está rompiendo.
“¿Elly?” Erevair me da la mano de nuevo, asegurándose de que estoy escuchando. Repite
su pregunta. “¿Qué te parece eso?”
Creo que es horrible, pero todo lo que hago es encoger los hombros. No puedo hablar. Tengo
un nudo enorme en la garganta.
“Deberías pedir algo más, Kae”, le dice Erevair. “Sólo en caso de que no ocurra”
Ella piensa por un momento. “Una canasta nueva”.
“Esa es una buena respuesta”, dice él alegremente.
Ojalá pudiera distraerme tan fácilmente. Siento como si todo el aire hubiera sido aspirado
del cañón. Puede que Bek no vuelva en meses. Pensé... pensé que con él como compañero,
nunca volvería a estar sola. Ahora parece que estoy tan sola como siempre, y me duele más
de lo que pensaba.
∗∗∗∗∗∗∗
AL TIEMPO que hemos llenado nuestras canastas, Erevair nos ha contado a Kae y a mí con
gran detalle sobre el Día sin Veneno y lo que quiere conseguir y lo que Bek le dio el año
pasado y lo mal que se supone que estarán las nieves muy pronto y es como si mi espíritu
hubiera sido aplastado completa y totalmente por su charla infantil. Estoy más que lista
para volver a mi cabaña y tener un lindo y largo llanto.
Kae camina con cuidado con la cesta de huevos aferrada a su pecho, como si llevara un
valioso tesoro, y así nos dirigimos de vuelta lentamente, para no sacudir sus hallazgos. A
Erevair no le importa esto porque le permite hablar aún más sobre su tema favorito: las
próximas vacaciones. Es como si cuanto más tranquila es Kae, más tiene que llenar Erevair
el espacio de silencio, y para cuando volvemos a la aldea, me alivia ver a Claire
saludándonos, a su bebé Relvi en su cadera. “¿Todo listo, cariño?” Ella me sonríe. “Necesito
que vuelvas y ayudes a mamá con su fuego”, le dice Claire, extendiendo la mano. “Toma tu
parte de los nidos de pajaritos y nos lavaremos las manos”
Dejé mi cesta para que pueda llenar su pequeña mochila, lo cual hace con gran abandono.
Claire arruga su nariz ante el entusiasmo de él y se ríe cuando se pavonea. “Está muy
emocionado por las celebraciones. Espero que no haya hablado demasiado”.
“No demasiado”, miento.
“Le dije que si era bueno y servicial, recibiría un regalo especial” Ella hace una mueca. “Por
supuesto, ahora tengo que pensar en algo, pero estoy segura de que se me ocurrirá. ¿Te
encuentras bien? Erevair dijo que extrañas mucho a Bek y sé que es difícil cuando los
chicos se van por mucho tiempo”. Su mirada amable busca en mi cara mientras su bebé
agarra un puñado de su cabello y lo eleva hasta su babeante boca. “Diría que se hace más
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fácil con el tiempo, pero no estoy segura de que sea así. Creo que sólo nos acostumbramos
más al silencio y a una cabaña vacía. Y por supuesto, están los kits. Cuando llegan,
ciertamente no es tan solitario. Muy cansado, sí. Silencioso y solitario, no”. Tira de su pelo
del puño de Relvi y mira hacia atrás, donde Erevair salta hacia su cabaña. “De todos modos,
estoy hablando. Sólo quería decir que lo entiendo, y si quieres venir a cenar, eres más que
bienvenida. Me encanta la compañía tanto como a Erevair. Te considera de la familia ya
que eres de Bek, y por supuesto yo también”
No me sorprende la generosa oferta. Claire es muy dulce. No es la primera vez que intenta
que vaya a cenar. Estoy segura de que ella siente mi soledad, aunque creo que parte de ella
es sólo su generoso corazón. Pero no estoy del todo segura de estar preparada para ser
sociable. Ya es bastante difícil responder a la gente cuando me hacen una pregunta. Estoy
convencida de que lo conseguiré.
Pero... aún no. Y no sin Bek.
Así que me encojo de hombros y le brindo a Claire una media sonrisa, sin prometer nada.
Kae lo toma como una señal de que la conversación ha terminado y me toma de la mano,
arrastrándome hacia la cabaña de su madre. Me dejo arrastrar, aunque no me gusta que
me toquen. Me encanta cuando se trata de Bek, y lo tolero cuando se trata de los niños,
porque ellos no saben nada mejor, y se sentirían heridos si yo enloquezco. Además, los
niños siempre tienen manos pegajosas, sudorosas e inocentes. Son cálidos y suaves y nada
como las manos que me agarraban cuando era esclava. Aún así, tengo que esforzarme por
concentrarme en otras cosas, porque si pienso en ser tocada por demasiado tiempo, esto va
a enviar mi cerebro a lugares extraños. Me concentro en la extensión de la aldea.
La mañana está en pleno apogeo y eso significa que todo el mundo está fuera. Veo a Hemalo
extendiendo sus pieles frente a su cabaña de curtido cerca de los límites de la aldea. Su
compañera Asha habla con él mientras trabaja, su hija pequeña está enganchada a su
pecho y amamantándose. En el centro de la aldea, algunos de los ancianos despellejan los
cadáveres congelados, probablemente trabajando en las raciones de los senderos que son
un alimento básico por aquí. A lo lejos, puedo ver a Ariana y Gail en la Casa Grande,
hablandocon algunos de los niños agrupados a su alrededor. Supongo que más mujeres se
van a reunir junto al fuego central, como suelen hacer para hablar, compartir los arreglos
y comer la comida de Stacy.
No me uno a ellas a menudo. Gail trata de arrastrarme para charlar con las demás, pero es
demasiada gente a la vez, y no hay ningún Bek reconfortante en el que esconderse y
aferrarse. Prefiero esconderme en mi cabaña.
Kae me da otro apretón de manos, dirigiéndome hacia la cabaña de su madre, y no me
sorprende ver que Kira sigue ahí fuera, esperándonos. Está sentada en un pequeño taburete
frente a la puerta de su casa en lugar de estar cerca del fuego, con el cuero todavía en su
regazo. Nos mira a los ojos y su sonrisa se ensancha al ver a la pequeña Kae con su cesta.
“Encontraste muchos, ¿verdad, baby?”
Kae asiente tímidamente y suelta mi mano, llevando su cesta a su madre.
“Ooohhhh, lo hiciste de maravilla, cariño” La normalmente solemne Kira se desborda sobre
los huevos como si nunca antes hubiera visto uno. “Mira el gran trabajo que hiciste” Ella
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besa el pelo castaño sedoso de su hija. “Deja esto conmigo y ponte al día con los demás. La
Srta. Ariana habla de matemáticas hoy. ¿No es emocionante?”
“¡Sí!” grita Kae alegremente y entrega la cesta, y luego corre hacia los demás en el extremo
opuesto de la aldea.
Kira la ve irse, una sonrisa en su cara, y cuando Kae se queda sin oído, se vuelve hacia mí.
“Algún día aprenderá que las matemáticas no son tan emocionantes. Hasta entonces, me
encanta que esté tan ansiosa por aprender”. Me da una leve sonrisa. “Gracias por llevártelos
hoy”
Asiento con la cabeza y me aferro a las correas de mi mochila, preguntándome si es grosero
girarse y simplemente alejarse. Probablemente. Me quedo, sintiéndome incómoda, porque
no estoy segura de qué más hacer.
Kira tira de su aguja de hueso grueso, arrastrándola a través de la dura piel. “A veces pienso
que ella es como yo, pero entonces dice o hace algo que es puro Aehako, y hace que mi
corazón se alegre mucho al verlo. Prefiero que ella sea como él antes que como yo. Está tan
lleno de alegría y risas” Suspira y se le cruza la cara con una mirada melancólica.
Reconozco esa mirada. Esa es la mirada de una mujer que extraña a su pareja. De repente,
siento que me he conectado con Kira. Levanto el taburete vacío junto al suyo y me siento,
dejando mi mochila cargada detrás de mí. Es como la apertura de la presa, porque no puedo
dejar de hablar de lo mucho que extraño a Bek. “Ha estado fuera un tiempo. Bek, quiero
decir. Aehako, también”
Su asentimiento es de comprensión comprensiva. “No voy a mentir, estoy preocupada. Sigo
diciéndome a mí misma que todo está bien, pero luego me pregunto acerca de los veinte
que hay en las cápsulas y si las abrieron después de todo o si cambiaron de opinión. Me
pregunto si esos recién llegados vendrán aquí, o si están todos muertos, o un millón de
otros escenarios que pasan por mi mente”. Suspira pesadamente. “Me digo a mí misma que
todo está bien y que pronto estará en casa, pero a veces los pensamientos negativos se
meten en mi cabeza y no se van” Kira apuñala el cuero en sus manos y sacude un poco la
cabeza. “Normalmente cuando me pongo toda Debbie Downer, Aehako está ahí para
sacarme de eso otra vez, pero no está aquí. Ya sabes cómo es. Tienen que salir a cazar con
regularidad, así que me digo a mí misma que esta es una de esas veces. Algunos días
ayuda”.
“¿Cómo lo soportas?” Susurro, abrazando mis brazos contra mis pieles. “Desearía que Bek
nunca tuviera que irse”
“Oh, yo también deseo cosas así”, me dice Kira en voz baja. Ella tira de su gruesa aguja y
del "hilo" de cuero a través de su trabajo. "Pero me digo a mí misma que tenga que ser
realista. Nuestra tribu es una tribu de cazadores y recolectores. Tienen que ir a cazar, no
sólo para alimentarnos, sino para alimentar a todos. Y lo disfrutan. También creo que el
hecho de que se vayan por un tiempo y vuelva nos permite extrañarnos el uno al otro. Le
da tiempo para cazar y trabajar con los cazadores, y yo puedo pasar algún tiempo de calidad
con las otras chicas y los kits. Funciona bien, y es bueno tener un poco de espacio". Vuelve
a meter la aguja en el cuero duro. “Sólo desearía que hubiera menos espacio ahora mismo.
Lo quiero en casa”.
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Sé lo que se siente. Pienso en la cara de Bek, en su gran cuerpo y en la forma en que me
abraza, y me siento tan sola por él que podría gritar y llorar a la vez. “No tengo a nadie más
que a él”, le digo, y luego me siento como una idiota por confesarlo. Tengo a Gail. Tengo a
las otras mujeres en el pueblo. Todo el mundo es tan amable conmigo... pero no es lo mismo
que Bek. Nada lo es.
Kira me da una sonrisa comprensiva. “Lo sé. Fue muy duro para mí cuando estaba
embarazada de Kae. Aehako y yo nos apareamos, pero las cosas aún eran nuevas. Todos
los días que se iba se sentía como el día más largo de mi vida. Odio sonarte como una
'Mami', pero se hace más fácil y difícil una vez que llega tu kit. Tienes una nueva y
maravillosa personita para ocupar tu tiempo... y odias que tu pareja tenga que irse aún
más. Pero al menos es una buena distracción”. Ella mira hacia abajo, hacia la Casa Grande.
“Kae ha estado preguntando mucho por su padre últimamente, y no tengo ninguna
respuesta. Me alegro de que se acerca la gran fiesta para que ella pueda concentrarse en
eso y no en cuánto tiempo ha estado fuera. Ahora mismo estoy tratando de concentrarme
en hacer que el Día de No Veneno sea lo mejor posible. Habrá comida, regalos, juegos,
villancicos y una historia sobre un gordo alienígena llamado Santa y su trineo tirado por
ocho brillantes dvistis”. Su sonrisa es irónica. “Mañana conseguiremos un árbol. Drenol y
Kashrem van a ir con algunas de las chicas y sus kits para ayudar con el corte. Eres más
que bienvenida a venir y elegir uno que te guste”.
Tal vez lo haga. Han pasado diez años desde que tuve un árbol de Navidad o celebré
cualquier tipo de fiesta. La idea es extrañamente atractiva aunque me duela pensar que voy
a pasarla sin Bek. Tal vez prepararé nuestra cabaña para las fiestas como si fuera a estar
allí de todos modos y no quitaré ninguna de las decoraciones hasta que llegue a casa. Me
gusta esa idea.
Agarro con fuerza las manos en mi regazo y miro el cuero mientras ella le da otra puñalada
despiadada. “¿Es un regalo para Kae?”
“Para Aehako, en realidad” Ella levanta el cuero y puedo ver una gran pieza cortada en
forma de maní. “Botas nuevas. Él es duro con los suyos y yo los hago con cordones rojos
porque creo que se ven bien contra el cuero más pálido. Voy a hacer una segunda capa
interior con forro de piel para mantener sus pies calientes”. Kira alisa su mano sobre la
pieza. “Todas las punzadas me ayuda a sacar mi frustración, y cuando llegue a casa, tendrá
un buen regalo. Salgo ganando sí o sí”.
Me gusta esa idea. Aunque me siento un poco expuesta y abierta en este momento por
charlar tanto con Kira, me encanta la idea de hacer de Bek un regalo con mis manos.
“¿Puedes....puedes mostrarme cómo?”
Kira parece sorprendida por mi petición. Por supuesto que lo está. Yo soy la que prefiere
esconderse en mi cabaña antes que salir con las mujeres del pueblo. Pero hay algo
tranquilizador en la personalidad tranquila y práctica de Kira, y el hecho de que ella siente
lo mismo que yo sobre nuestros compañeros ausentes. Sentarse con ella no es tan malo.
Traté de ser amiga de Maylak, ya que es la hermana de Bek, pero me observa demasiado
de cerca, y su pareja siempre está cerca, y tienen kit, y es demasiada gente a la vez. Pero
aquí con Kira, no es tan malo.
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“Puedo mostrarte”,dice Kira después de una pausa momentánea. “Tengo algo de cuero
extra. ¿Tienes una de sus botas viejas para que sepamos qué cortar?”
Apesadumbrada, me doy cuenta de que no, y sacudo la cabeza.
Me da una media sonrisa. “No importa. Podemos hacer las suyas grandes y añadir un punto
para atarlas. He aprendido que es mucho más fácil cortar una pieza de ropa que es
demasiado grande que añadir una que es demasiado pequeña. Las haremos grandes y
empezaremos desde ahí. Vamos”
∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 3

RAAHOSH
Puedo soportar una gran cantidad de dolor, o el frío más terrible, o un largo viaje lejos de
casa... pero no puedo soportar el dolor de mi feroz compañera cuando me dicen que otros
regresarán a casa y nosotros no. Me gritó su frustración por no poder volver a casa con
nuestras kits todavía. Entonces, su rabia se convirtió en lágrimas amargas y se aferró a mí
mientras lloraba. Es el embarazo según me dice. La pone sentimental.
Sin embargo, creo que es más que eso. Está triste y extraña a Aayla y Raashel. Las extraño
tanto como ella. Estoy tan frustrado como ella porque no podemos volver a la aldea. Pero
entiendo la decisión de mi jefe, aunque no me guste. Le hice saber mi disgusto, y ahora no
hay nada que hacer excepto cazar hasta que mi irritación se calme. Pero mi compañera de
caza, mi Liz, no está interesada en salir este día. Está demasiado enfadada y desea quedarse
en nuestra tienda y enfurruñarse. No es propio de ella, pero sé que extraña mucho a
nuestras kits. Y pienso en sus lágrimas y en cómo se aferró a mí, y....deseo arreglar esto.
No sé cómo, pero arreglaré esto. Si no puedo llevarla a casa con sus pequeñas, debo hacer
algo que traiga de vuelta a la burlona e inteligente compañera que tanto amo. Me duele
verla tan derrotada.
Me dirijo a la playa, y al hacerlo, oigo el sonido silencioso de un sollozo. Har-loh, que está
tan molesta porque no puede ver su kit como mi Liz. Un momento después, Rukh sale de
su pequeña cueva, con la frustración en la cara. Se quita el pelo desgreñado de la cara y
luego se dirige hacia mí, furioso. “Esto no está bien”, declara. “Nos vamos a casa”.
“No nos podemos ir”, le digo rotundamente. “Por mucho que me gustaría irme, nos necesitan
aquí. Tú lo sabes. Liz y tu Har-loh también lo saben. Sólo están embarazadas y tristes. No
arriesgarán la vida de estos recién llegados, por mucho que extrañen a sus kits”. Hay un
nudo en mi garganta, porque yo también extraño a mis niñas. Bah. Pienso en la pequeña
Aayla y en su redonda y feliz carita y sus ojos brillantes. Pienso en mi Raashel, que es
demasiado inteligente, como su madre. Ella me saludaba con su sonrisita astuta y luego
buscaba en mis bolsillos, buscando las pequeñas golosinas y regalos que le traía.
Y me duele profundamente, porque quiero tenerlas cerca y decirles cuánto las extraño, pero
debo esperar más tiempo todavía. Sé que están a salvo. No puedo estar demasiado molesto.
Bueno, puedo estar un poco molesto. Prefiero estar con ellas que alimentar a estos inútiles.
Pero hay que hacerlo, y los recién llegados desean aprender. Debemos ser pacientes por un
poco más de tiempo.
Rukh gruñe. “Extraño a mi hijo”.
“Extraño a mis hijas”, le digo a mi hermano. “Pero no puedo preocuparme por ellas ahora
mismo. Sé que están a salvo y cuidadas en el pueblo. Es mi Liz la que me preocupa ahora
mismo”
Rukh cruza los brazos y gruñe, con la mandíbula frustrada. “Mi Har-loh no deja de llorar”
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Conozco el sentimiento de impotencia. Mi compañera quería hacer de este Día sin Veneno
un día especial para nuestras hijas porque tenemos otro kit en camino muy pronto. Ahora
ni siquiera estaremos en casa para celebrarlo. Pienso en los pequeños regalos que Liz ha
estado haciendo alrededor del fuego cada noche. Podemos enviarlos con los demás en su
viaje, pero no será lo mismo que observar sus rostros cuando reciban sus regalos. Me duele
el corazón al pensarlo, pero sé que Liz debe estar sufriendo aún más. Le gusta estar a mi
lado, pero al mismo tiempo, se siente desgarrada porque no puede estar con las niñas.
Odio que se arrepienta. Que se sienta atrapada aquí, lejos de nuestras kits.
Debemos hacer algo para devolverles la sonrisa a nuestras compañeras.
“Traigamos No-Veneno aquí”, dice Rukh de repente.
Le pongo una mano en el brazo, porque ha dicho exactamente lo que yo pensaba. “Una
buena idea, hermano mío. Podemos buscar plantas cerca del campamento y hacer grupos
de ellas para nuestras parejas”.
“¿Qué más?” pregunta Rukh.
No lo recuerdo. La mayor parte es una tontería, pero a mi pareja le gusta. Me froto la
barbilla, pensando. “Tal vez deberíamos pedirle sugerencias a algunas humanas”
Rukh asiente en la orilla lejana. Me doy la vuelta y miro, y dos humanas se paran en la
playa de arena. Uno es Tee-ah, la joven hembra. Habla con la que está con el compañero
de cuatro brazos. Me atormento, tratando de recordar su nombre. Todas me parecen
iguales, no a Liz. Me lleva un momento recordar a Lo-ren. Hago un gesto a Rukh para que
me siga y corro hacia la orilla del agua.
Las dos humanas se paran y parlotean, sin darse cuenta de nuestro acercamiento. Lo-ren
sostiene el kit sin madre en su cadera, hablando con Tee-ah mientras lo hace. Observan el
agua, y un rápido vistazo muestra que el compañero de cuatro brazos de Lo-ren, K'thar,
está aprendiendo a lanzar redes en las olas con Zolaya. Es una sabia tarea para él, porque
el extraño macho es extremadamente fuerte. Después de otro lanzamiento de las redes en
lo profundo del agua, se vuelve hacia su pareja y hace un movimiento de escalofrío, y luego
hace rodar su cuello. Este clima frío es nuevo para su gente. Las humanas dijeron que toda
la isla era cálida y húmeda como la cueva de frutas. Suena terrible.
“Ho”, grito, haciendo lo mejor que puedo para sonar amigable.
Las hembras se giran para mirarme, con cautela en sus rostros mientras Rukh y yo nos
acercamos. No les culpo. Normalmente sólo hablo con las humanas para corregirles en algo
que están haciendo mal. Quizás no soy el más paciente de los cazadores. Oigo a Zolaya
llamando la atención de K'thar sobre las redes, sin duda el macho protector está listo para
interponerse entre su pareja y yo si la hago enojar. “Tengo una pregunta. Se trata de cosas
humanas”, digo yo, y hago todo lo posible para ser....bueno, si no agradable, menos temible.
“¿Cosas humanas?” repite Lo-ren, haciendo rebotar el kit en su cadera mientras mira al
agua y a su compañero. “¿Qué clase de cosas humanas?”
“Queremos saber acerca de No-Veneno”, dice Rukh.
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“¿Qué?” Tee-ah suelta, una expresión confusa en su cara.
“Las festividades”, le explico. “El de las hojas y los besos y los regalos”
Las dos hembras intercambian una mirada. “Los humanos tienen muchas festividades”,
dice Lo-ren.
Muerdo mi impaciencia. Esto es para Liz. “Es la fiesta de los regalos”, repito, hablando
despacio. “Con el árbol y las cuerdas de las decoraciones”
“Y besar”, añade Rukh.
Tee-ah suelta una risita. Lo-ren le da una mirada tranquilizadora y da unos pasos delante
de ella, una pizca de sonrisa tocando su boca. “Voy a asumir que os referís a la Navidad.
Como árboles de Navidad y Papá Noel y dar regalos, ¿verdad?”
“¿Qué tiene que ver eso con el veneno y los besos?” Tee-ah susurra lo suficientemente fuerte
como para que yo lo oiga, pero Lo-ren la golpea con una mano y enfoca su mirada en mí,
esperando.
Al menos una de estas hembras es sensata. Ignoro a la tonta, risueña. “Sí. Mi pareja está
triste porque no puede estar en casa con nuestras kits para las festividades, así que quiero
darle las festividades aquí”
“Aww, eso es dulce”, dice Tia conotra risita. “Me encanta”
“Yo-nosotros”, corrijo, señalando a Rukh, “deseamos saber cómo podemos llevar la fiesta a
nuestras parejas y hacerlas sonreír”
“¿Juegos de fútbol?” pregunta Rukh, gravemente serio. “¿Huevos?”
Lo-ren parece aún más desconcertada. “Uh, vale. No, yo no empezaría con esas cosas.
Comenzaría con regalos para vuestras compañeras”
“Tendremos algo para ellas”, le digo y le doy una mirada impaciente de mi mano. “Háblame
de tus tradiciones. Tus costumbres. Necesito más de eso”
“Oh, umm, de acuerdo. Supongo que un gran traje rojo y barba blanca están fuera. Podrías
hacer un árbol, sin embargo, y decorarlo. Haz que parezca festivo”. Lo-ren ajusta los
envoltorios alrededor del kit en su cadera mientras habla.
“Con una estrella encima”, añade Tee-ah. “Tengo que tener una estrella”.
No sé qué quiere decir con eso, pero lo averiguaré. Miro a Rukh y él asiente con la cabeza.
Podemos hacer un árbol. “¿Qué más?” Pregunto.
“Veamos....regalos, regalos”, dice Lo-ren, reflexionando. “Una comida familiar. villancicos
de Navidad!”
“Ooh, sí”, añade Tee-ah y aplaude. “Eso sería perfecto”
“¿Cómo está tu voz cantando?” Lo-ren pregunta.
No es bueno. “¿Los vii-lhann-kos son importantes para las celebraciones?”
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“Mucho”, insiste Tee-ah.
Entonces hay que hacerlo. “Enséñame esas canciones”. Las aprenderé todas y se las cantaré
a mi pareja para demostrarle que me importa.
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Capítulo 4

Decido que voy a regalarle la Navidad a Bek. Tal vez no esté aquí para el Día de No Veneno
para celebrar oficialmente con la tribu, pero eso no importa. Kira me ayuda con las botas y
me paso toda la noche cosiendo porque estoy demasiado distraída para dormir, para variar.
Cuando amanece, salgo y me uno a los demás en su expedición de caza de árboles. No están
cerca de los árboles que teníamos en casa, pero yo tomo uno rosado de todos modos, me
pongo de pie, y luego paso horas sentada frente a la cabaña de Kira con ella, Kae y Erevair,
haciendo guirnaldas con semillas secas. Cuando el sol se puso ese día, mi cabaña ya estaba
decorada y me acurruqué en las mantas una vez más para trabajar en las botas de Bek.
Después de las botas, quiero hacerle una túnica. Tal vez algún un trozo especial de pastel
que pueda llevarse la próxima vez que salga. Puedo pensar en un millón de cosas que mi
pareja necesita ahora que me siento y realmente me concentro en él, y quiero hacérselo
todo.
Cuando llegue a casa, estaré lista para celebrar con él, y el pensamiento me trae alegría y
un propósito renovado. Si él no puede estar aquí conmigo, aún puedo disfrutar de su amor.
∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 5

BEK
“Necesito un taparrabos nuevo después de este viaje”, me dice Aehako con una risa nerviosa
mientras nos deslizamos al suelo desde la espalda del Dragón. Se arrodilla en la nieve y
presiona su frente cornuda contra el suelo. “Nunca pensé que me alegraría tanto de ver
nieve bajo los pies”
“¿No te gusta viajar en avión?” Vuh-ron-ca pregunta dulcemente, con la mano acariciando
las escamas del Dragón dorado. “Mi pobre Ashtar. Tan incomprendido”
El Dragón resopla y baja un enorme hombro para dejarlo caer su espalda. Al otro lado de
la criatura, Vektal y Rokan se mantienen firmes, pareciendo tan incómodos como me siento
yo. Mi estómago sigue gorgoteando desagradablemente por el viaje.
Es difícil de creer que el macho llamado Ash-tar pueda convertirse en tal cosa. Más grande
que dos garras del cielo juntas, es un depredador enorme de garras y escamas y dientes y
alas colgadas. No se parece a nada que haya visto antes, pero Vuh-ron-ca nos asegura que
esto es normal para su pueblo. Ash-tar se lo ha contado todo, y a juzgar por lo cómoda que
está con su extraña y gigantesca forma, no es la primera vez que se lo ha encontrado como
Dragón.
Cuando oí por primera vez que Ash-tar sería nuestro viaje, pensé que lo había
malinterpretado. Entonces me preocupaba que la mente de Vektal se hubiera vuelto blanda,
porque el macho dorado es alto, pero no es más fuerte que cualquier macho sa-khui. No
me imaginaba cómo nos llevaría y tan rápido. Por supuesto, nunca podría imaginar que se
convertiría en una criatura así. Él no se parece a nada en este mundo…lo cual no debería
sorprenderme, y sin embargo lo hace. A pesar de su tamaño y su comportamiento feroz,
Ash-tar es extremadamente cuidadoso con su compañera humana, asegurándose de que
estuviera bien sentada y cubierta antes de que él despegara.
Y así fuimos transportados en la espalda de un Dragón en un clase de paquete de pieles
que tenía dos bolsas colgando de cada lado del Dragón. Cada cazador montaba dentro de
una bolsa, rodeado de bolsas de suministros. Vuh-ron-ca lo llama “silla modificada" y
explica que su gente -los humanos- solía montar encima de animales muy parecidos al
Chahm-pee de Farli, pero tal sugerencia me parece ridícula. El dvisti es tonto y asustadizo
y huele mal. No entiendo por qué alguien montaría encima de él cuando los pies están
perfectamente bien. Pero....también es difícil de creer que hayamos hecho muchos días de
viaje y cruzado las montañas en una sola tarde. Ash-tar podía volar tan alto en su forma
de criatura que ningún obstáculo se interponía en nuestro camino. El viento llegaba al
hueso a tanta altura, sin importar cuántas capas pusiera sobre mi cuerpo, pero no puedo
decir que estoy disgustado.
Si tengo que montar un monstruo para llegar a mi Ell-ee, lo haré con mucho gusto.
Los soles se están poniendo en la distancia, y aquí estamos, en el borde de la garganta.
Está extrañamente silencioso, pero los fuegos de las cocinas hacen que las columnas de
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humo suban desde el propio barranco, así que sé que hay gente debajo. ¿Por qué nadie
viene a saludarnos?
“Creo que le tienen miedo al Dragón”, afirma Vuh-ron-ca, arrodillándose cerca de una
mochila y abriéndola, y luego sacudiendo una larga y pesada capa de piel. Se pone de pie y
la mantiene en alto. “Ven y cámbiate, baby. Estás asustando a los locales”.
El enorme Dragón hace un sonido de chu-chú que podría ser risa y dobla sus enormes alas
cerca de su cuerpo. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, el Dragón desaparece y Ash-tar
se arrodilla en la nieve, desnudo y sudoroso. Las mochilas de cuero atadas a su espalda
caen al suelo y Vuh-ron-ca se mueve a su lado, envolviéndolo en la capa y presionando un
beso en su cara mientras él la tira contra él. “Lo hiciste muy bien, baby”, le dice ella.
“Lo sé”, dice, con una sonrisa arrogante en la boca mientras nos mira. Le divierte lo
aterrorizados que estábamos en su vuelo.
A mí no me importa. Todo lo que me importa es que estamos en casa y en algún lugar abajo,
mi Ell-ee me espera. “Vamos”, digo, impaciente. “Cojamos nuestras mochilas y vayámonos.
No volé en la espalda de un monstruo todo el día para sentarme aquí en la entrada del valle
toda la noche”
“Coged un paquete”, dice Vektal. "Por una vez, Bek tiene razón."
“Gracias por la confianza”, respondo. Pero no me importan sus palabras. Me voy a casa con
mi pareja, y eso es todo lo que importa.
Cada uno de nosotros se lleva algunos de los paquetes que se enviaron con nosotros.
Aquellos a los que no se les permitió regresar a casa en este viaje, enviaron regalos y
pequeñas golosinas desde el campamento de Icehome. Hay paquetes de conchas para los
kits, sal para cocinar, y unos cuantos cangrejos congelados para las comidas, así como
paquetes de pieles y regalos de alimentos secos. Es un pequeño consuelo para los que se
quedan atrás, y pienso en las caras tristes deLiz y Raahosh cuando se enteraron de que no
había lugar para que vinieran. Me aseguraré de dar sus regalos a sus kits y les diré cuánto
las echan de menos sus padres.
“¿Listos?” pregunta Vektal, echando un vistazo a nuestro pequeño grupo. Tengo curiosidad
por saber por qué preguntaría algo así, y luego me doy cuenta de que Ash-tar está
revoloteando muy protectoramente sobre Vuh-ron-ca, que parece nerviosa. Me pregunto si
es como mi Ell-ee en el sentido de que está ansiosa por conocer gente nueva. Inteligente
por parte de Vektal para tratar de aliviar sus preocupaciones.
“Vamos a ver quién es lo suficientemente valiente para saludarnos, ¿eh?” canturrea Aehako,
con toda su alegría una vez más. “Apostaría mi mejor túnica de piel a que será Sessah, listo
para sacudir su lanza hacia nosotros”
Resoplo, porque en mi mente, Sessah sigue siendo un kit aferrado a la túnica de su madre.
“Todo irá bien”, promete Rokan. Ha estado callado en este viaje, y me pregunto qué piensa.
Tomamos nuestros paquetes y los bajamos por la polea, luego bajamos en grupos. Yo caigo
con Aehako y Rokan, y Vektal se queda cerca de Vuh-ron-ca y Ash-tar. Me pregunto quién
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vendrá a recibirnos. ¿Los ancianos? ¿Kashrem y Hemalo? ¿Sessah? Últimamente no
quedan muchos cazadores en el pueblo, y los que permanecen estarán decididos a proteger
a sus compañeras. No les culpo. Nunca debí haberme ido del lado de mi Ell-ee. Lo he
lamentado todos los días desde entonces. Si Warrek y Harrec pudieran quedarse atrás
porque estaban recién resonando, no debería importar que yo sólo tuviera una vuelta de la
luna con mi pareja. Ella es mucho más frágil de espíritu que sus compañeras. Pero entonces
me siento culpable por pensar tal cosa, ¿porque mi Ell-ee no es fuerte y valiente? Es sólo
mi anhelo lo que me hace preocuparme por ella. Ella es una superviviente. Ella estará bien
sin mí…y quizás eso es lo que más me preocupa. Que habrá decidido que ya no me necesita
a su lado. Que ella será una persona diferente cuando regrese e incluso la resonancia no la
anclará a mi lado.
Me froto el pecho, deseando el amistoso zumbido de mi khui que me diga que está cerca, y
que me buscan.
Una banda de cazadores aparece al final del cañón, con las lanzas en la mano. Puedo ver
los hombros de Oshen, y los dos que están a su lado deben ser Vadren y Drayan, con Drenol
y Vaza detrás de ellos. Bufo de diversión por eso. ¿Han decidido los ancianos venir a proteger
el pueblo y dejar atrás a los cazadores sanos para proteger a sus compañeras? Es
admirable…y un poco tonto también.
Aehako levanta una mano en el aire, corriendo hacia delante. “Ho, Padre. ¡Somos nosotros!
No hay necesidad de tener miedo”
“¿Mis hijos?” Grita Oshen, entrecerrando los ojos mientras avanza.
“Somos nosotros, padre”, está de acuerdo Rokan, moviéndose al lado de Aehako. “Hemos
regresado”
“¿Pero dónde está el resto?” pregunta Vadren, estudiando nuestro pequeño grupo. Sus
trenzas son totalmente blancas contra su piel y la mano que sostiene su lanza tiembla un
poco, pero se mantiene fuerte y erguido, una mirada feroz en su rostro desgastado mientras
estudia a Vuh-ron-ca y Ash-tar. “¿Qué hay de la criatura gigante en el cielo? ¿Y quiénes
son estos recién llegados?”
“Hay mucho que explicar”, dice Vektal enérgicamente, avanzando. “Pero todos están bien y
envían sus saludos. Es bueno veros a todos vosotros”
Los ancianos se agrupan a nuestro alrededor, ofreciéndose a llevar mochilas y saludar a los
recién llegados de Icehome con amabilidad. Veo a Aehako y Rokan abrazar a su padre y me
pregunto si mi hermana y su familia están bien... pero principalmente pienso en mi Ell-ee.
Ella es la que realmente quiero ver. “Si hemos terminado de sacudirnos las lanzas, volvamos
a casa”, anuncio, pero todos están ocupados exclamando sobre la piel dorada de escamas
de Ash-tar y los paquetes de víveres que llevamos. Parece que no tienen prisa.
Enfadado, me pongo la mochila al hombro y me dirijo hacia el pueblo. No me necesitan aquí
para saludar. Están bien sin mí. Me dirijo a través del cañón y mis pasos se aceleran al
doblar la curva y diviso el pueblo al final de la garganta. El humo de los incendios ha
desaparecido, y todas las cabañas tienen pantallas de privacidad frente a ellas. A lo lejos,
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veo a unos pocos cazadores de pie frente a la Casa Grande, armados con lanzas. Sin duda,
todavía están asustados por la aparición del Dragón.
Bah. El tiempo de la protección ha pasado. Me pongo una mano en la boca, llamando a mi
pareja. “¡Ell-ee! Soy yo, tu Bek! ¡Estoy en casa!”
“¿Bek?” Un grito de asombro se eleva desde detrás de la pared de cazadores que están de
pie en la puerta de la Casa Grande, y luego una pequeña figura se mueve desde debajo del
hombro de Haeden y corre hacia mí. Es mi compañera, cubierta de pieles, su cara pálida,
toda ojos y su barbilla puntiaguda, y es la cosa más bella que he visto en mi vida. Mi khui
corre al verla, y mis rodillas se debilitan. Siento el impulso abrumador de llorar como una
hembra, me siento tan aliviado de verla viva y bien.
Ella llora mientras corre hacia mí, con los brazos extendidos, y dejo caer mis mochilas al
suelo. No me importa si las delicadas conchas que hay dentro están aplastadas; todo lo que
importa es abrazar a mi dulce compañera y abrazarla.
Ell-ee se estrella contra mí con todo el peso de su ligera forma, y sus brazos me rodean el
cuello. "Bek!" llora, y entierra su cara contra mi cuello. Ella solloza mi nombre una y otra
vez, su cuerpo tiembla mientras envuelve sus delgadas piernas alrededor de mi cintura,
como si estuviera aterrorizada de que me vaya de nuevo.
Mi pareja.
El vacío dentro de mí de repente se siente lleno una vez más. La amargura que he llevado
durante estos largos días sin ella se ha ido, y toco su pelo, su espalda, su pierna,
acariciándola y asegurándome de que es ella después de todo. “Mi Ell-ee”, murmuro, y mi
voz está ronca de emoción. “Cómo te he echado de menos”
“Nunca más me dejes”, llora contra mi garganta, sus manos se enredan en mi pelo. “No se
te permite”
“Nunca”, estoy de acuerdo. Aunque tenga que ir a los senderos a cazar, me la llevaré
conmigo. La idea de dejarla de nuevo es insoportable.
Levanta la cara y sus mejillas están llenas de lágrimas medio congeladas, pero está
sonriendo. Es tan encantadora que me roba el aliento de la garganta. Nuestros khuis cantan
fuerte en nuestra reunión, y siento una oleada de lujuria al verla.
Mía. Mi compañera.
Presiono mi boca contra la de ella. Ha pasado demasiado tiempo desde que la probé. Para
mi deleite, mi normalmente tímida Ell-ee responde con un pequeño gemido hambriento,
agarrándome la cara mientras me besa con una intención feroz. No hay nada mejor que
una compañera deseosa de mi toque, y le devuelvo el beso con igual intensidad, nuestras
bocas hambrientas mientras se encuentran. No hay nada que exista más allá de la leve
forma de Ell-ee presionada contra mí, su lengua deslizándose contra la mía.
He esperado demasiado para reclamarla de nuevo, y no esperaré más. Ignoro los gritos
felices de los que nos rodean reunidos con la familia. Cerca de aquí, oigo reír a Aehako
mientras balancea a su hija en sus brazos, y Vektal llama a Shorshie. Otros se amontonan
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alrededor, queriendo saber acerca de los miembros de la familia y saludar a los recién
llegados, pero a mí no me importa nada de esto. Con mi Ell-ee en mis brazos, atravieso la
multitud, dirigiéndome a nuestra cabaña.
Voy a reclamar a mi pareja y a llenar su cuerpo con mi semilla. Saludar al resto de la tribu
puede esperar.
Hace pequeños ruidos de deseo mientras la llevo, sus piernas apretadasalrededor de mis
caderas. He extrañado tanto esto -la he extrañado a ella- que hace que me duela el espíritu.
Es como si me hubiera recuperado una vez más y tuviera que henchirme de ella para borrar
los recuerdos de esas noches y días interminables sin ella a mi lado.
Llegamos a nuestra cabaña y dejo a un lado la pantalla de privacidad. El fuego en el interior
no es más que carbón almacenado, y nuestras pieles permanecen en el mismo lugar que
siempre. Me dirijo a la cama de pieles y acuesto suavemente a mi pareja en medio de ellas.
Ell-ee gimotea cuando la dejo ir, aferrándose a mí. “No”, susurra, urgente. “Quédate”.
Gimo cuando ella desliza su pequeña lengua contra la línea de mi boca. No hay nada que
quiera más que quedarme. “Debo volver a poner la pantalla de privacidad para que no nos
molesten”. Incluso por un momento, la idea de dejar el calor de sus brazos parece una mala
elección. Pero entonces pienso en los otros vengan y nos molesten cuando estoy metido en
mi pareja, y gruño al pensar en eso. No deseo ver a nadie más que a ella hasta el amanecer
de mañana, como mínimo. Me obligo a levantarme de las pieles, ignorando el tentador roce
de sus dedos en mi brazo, y cruzo la cabaña con prisa. Golpeo el biombo sobre la entrada,
coloco una cesta detrás para que no se mueva, y luego regreso a los brazos de mi
compañera.
“Te he echado tanto de menos”, respira Ell-ee. Sus ojos brillan con lágrimas sin derramar.
“Siento que hemos estado más separados de lo que hemos estado juntos”
“Eso cambia este día”, le juro. “No te dejaré sola otra vez. Lo juro” Tomo su mano y presiono
mi boca contra la palma de su mano. “Estar sin ti hace que cada día sea difícil”
Ella asiente con la cabeza, sus ojos muy llenos de tristeza. “Era difícil levantarse de la cama
a veces, sabiendo que no estarías allí. Tuve que forzarme a comer, también”
El pensamiento me trae dolor. La imagino, delgada y desdichada, y la acerco a mí. “Debes
ser fuerte para nuestro kit, mi Ell-ee. Para mí y para él”.
“Lo sé”, dice con voz suave, y sus dedos revolotean a lo largo de mi mandíbula. “Pero a veces
es muy difícil”
Razón de más para no dejarla nunca más. Quizás no es tan independiente como Leezh, o
tan extrovertida como Mah-dee, pero no importa. Ella es fuerte de diferentes maneras, y me
necesita para sentirse completa. Eso lo entiendo -¿cuántas mañanas me he despertado y
me he sentido como si estuviera hueco sin ella a mi lado?- “De ahora en adelante”, le digo,
“cuando vaya a cazar, tú vendrás conmigo. Si tengo que volver a las costas de la casa de
hielo, iremos juntos”.
“¿Lo prometes?” Su pulgar se desliza sobre mi boca.
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“Lo juro” Le corté la punta del dedo. “Te necesito tanto como tú a mí”
“Bien”. Me retira un mechón de pelo desde mi frente hacia atrás “¿Y cuándo llegue el kit...?”
“Nos quedaremos donde debamos hasta que puedas viajar de nuevo. Lo digo en serio
cuando digo que nunca más me apartaré de tu lado”. Desabrocho la banda anudada que
sostiene su primera capa de pieles envuelta alrededor de su torso. “Estaremos juntos,
siempre. Los otros tendrán que aceptar esto”
“Podemos volver a la otra tribu -¿la Icehome, como les llamaste? - si te necesitan”. Se
muerde el labio, insegura.
“Nadie me necesita tanto como tú, mi compañera”, le digo. “Y lo mismo vale para mí. Te
necesito más que a nada”.
Con un suspiro de felicidad, Ell-ee acaricia mi cara mientras quito sus capas de ropa. Como
todas las humanas, se cubren de pesados envoltorios de pieles para mantenerse calientes,
y encontrar su piel suave debajo es un reto. Ella me ayuda con la ropa, se sienta y me mira
con ojos ansiosos mientras le quito las botas y le quito los calzones. Luego, su túnica, y
luego la banda que cubre sus pequeñas tetas. Cuando ella está desnuda y acostada ante
mí, exhalo un suspiro de pura alegría. Soy un tonto por dejarla siempre a su lado.
Ell-ee me alcanza, tirando de la pesada envoltura que llevo sobre mis hombros. “Estás todo
cubierto”, susurra ella. “Quiero tocarte”
Me despojo de mis capas, dejándolas a un lado hasta que no tenga nada más que mi
taparrabos y mis botas. Ella se sienta en la cama y tira del nudo en mi cintura que mantiene
mi taparrabos en su lugar, y sus manos se deslizan sobre mi dura y dolorida polla. Un
gemido se me escapa de la garganta. “No”, murmuro, cogiendo su mano en la mía. “Ha
pasado mucho tiempo desde que te toqué. Debo mantener mi control o de lo contrario no
haré esto muy bueno para ti”
Por alguna razón, eso hace que Ell-ee se ría a carcajadas. “¿Se supone que eso debe
desanimarme? Me gusta la idea de volverte loco, Bek. Sueño con ello todo el día”
“¿En serio?” Estoy asombrado. Pienso en nuevas y emocionantes maneras de tocarla
constantemente, pero no me di cuenta de que ella hacia lo mismo.
Ella asiente con la cabeza y me mira con entusiasmo, retorciéndose en las mantas con
entusiasmo. “Pienso en cuando pongo mis manos sobre ti y haces ese ruido en tu garganta”
Ella pone sus palmas contra mi pecho, y yo aguanto la respiración. “Así”, murmura. “Y
pienso en los ruidos que harías si te pusiera la boca encima”
¿Está sugiriendo que...? Gruño ante la idea. “Ell-ee”
“Quiero hacerlo”, me dice. “¿Puedo? ¿Me dejarás?”
¿Se lo permitiré? No puedo pensar en nada más que en eso, ahora que ha llamado mi
atención sobre eso. “Sólo si lo deseas”
“Estar contigo me hace desear hacer muchas cosas”, dice, y me quita el taparrabos,
exponiendo mi polla al aire.
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Ella mira mi polla con ojos tan hambrientos que hace que todo mi cuerpo se mueva en
respuesta. Sus manos pequeñas y suaves se enroscan alrededor de mi cuerpo, su piel de
color extraño tan vibrante contra mi azul oscuro. Me encanta ver sus dedos contra mi piel...
casi tanto como me gusta su tacto. “Siempre me olvido de lo grande que eres”, murmura
con su suave y tímida voz. “Y cuando te veo, siempre me sorprende. En el buen sentido, por
supuesto” Ella me mira y me da una sonrisa tímida.
“Siento lo mismo cuando te miro, mi Ell-ee”, le digo. “Olvido lo encantadora que eres, y
cuando te miro, me quitas el aire de los pulmones”
Sus mejillas se ponen rosadas de placer y se lame los labios. “Te quiero”, susurra. “Estoy
muy contenta de que estés en casa”
Quiero contarle de todos los días que la extrañé, de lo difícil que fue separarme de ella
después de haberla encontrado, de la tortura que fueron las largas noches, de lo
preocupada que estaba por ella, odiando que estuviera aquí sola y que pudiera necesitarme,
pero todo se me escapa de la cabeza cuando se inclina hacia adelante, su trasero
redondeado levantándose en el aire mientras su boca desciende sobre mi verga.
Yo... nunca he sentido algo tan bueno como esto. La succión caliente y húmeda de su boca
mientras se cierra sobre la cabeza de mi polla... es un placer indescriptible. Hago un ruido
que no es ni un suspiro ni un jadeo, sino algo confuso entre medias. Su suave melena cae
sobre mi regazo, acariciando mis muslos mientras ella trabaja su boca sobre mi longitud,
explorándome con sus labios.
La mano de Ell-ee se enrosca alrededor de mi fuste, la otra se apoya en mi muslo. Ella besa
la cabeza de mi polla y luego mueve su boca, subiéndola y bajándola por mi piel, su lengua
chasqueando contra una vena gruesa en la parte inferior. Trato de quedarme quieto para
no interrumpir, pero no puedo evitar temblar en respuesta cada vez que su lengua toca mi
piel. “Tu piel es muy suave aquí”, me susurra. “Y huele a ti” Ella suspira y frota su cara
contra mi longitud, y yo casi derramo mi semilla por toda su cara y melena ante ese pequeño
gesto.
Se me escapa un gemido y me acerco para quitarle la melena de las mejillas, porque quiero
mirarla mientras me toca. Quiero ver si ella encuentra esto tan placenterocomo yo. No
importa lo bien que me sienta, si no se ve contenta, pararemos y pondré mi boca entre sus
piernas, porque sé que eso le gusta. Pero sus ojos están cerrados y hay una expresión de
suave alegría en su rostro cuando me toca. Sus dedos suben y bajan por mi longitud en
caricias revoloteando, y cuando una gota de mi semilla corona la cabeza de mi pene, ella se
inclina y la prueba con su lengua.
Y debo apretar los puños para no perder el control. Mi aliento se siente áspero en la
garganta, duro y tosco. “Ell-ee”, gruño. “Tu boca... es demasiado buena. Déjame
complacerte a mí en su lugar”
“No”, insiste, su terquedad se nota. “Quiero hacer esto por ti. Me gusta esto. ¿No lo estás
disfrutando?” Me mira, preocupada. “¿Lo estoy haciendo mal?”
“No creo que haya nada malo, compañera. Si se siente bien, eso es todo lo que importa”. Me
acerco y acaricio su mejilla. “Y se siente muy, muy bien”
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Me sonríe, contenta.
“Tal vez demasiado bueno. Te daré placer en su lugar” Es difícil decir las palabras, porque
ella ya se está inclinando una vez más sobre mí, llevando mi polla a su boca. Sólo ese
pequeño movimiento es terriblemente distractor, y cuando su lengua se desliza a lo largo
de mi eje, aprieto los puños y trato de concentrarme en cosas menos agradables para no
derramar mi semilla demasiado pronto y arruinar su diversión.
“Puedes”, dice después de un momento. "Cuando termine contigo. No tiene que ser ni una
cosa ni la otra". Ell-ee se ríe, su aliento susurrando sobre mi piel. "Podemos hacer las dos
cosas".
Gimo. Es demasiado, mi dulce amiga. Pongo mi mano en su melena, y cuando ella hace un
ruido ansioso y me lleva a su boca otra vez, resisto el impulso de guiar su cabeza, de
bombear en el pozo caliente de su boca con mi polla, de reclamarla como lo hago con su
coño. El pensamiento es muy atractivo, pero mi Ell-ee es frágil. No puedo...
Pero entonces sus dedos se deslizan hacia mi espolón y pierdo el control. Ella juguetea con
él, frotando suavemente el largo con sus dedos, y el aliento explota en mi cuerpo. Gruño de
nuevo, mi mano retorciéndose en su sedosa melena, y no puedo resistirme a balancearme
hacia adelante, empujando hacia su boca. Ella hace un pequeño sonido de placer ansioso,
mirándome con ojos calientes. Le gusta, y quiere más. Le daré más, entonces. Gimo
mientras ella coloca una mano alrededor de mi eje y me succiona de nuevo con su boca.
Aumenta la sensación, utilizando su lengua y lamiéndome con impaciencia, haciendo
pequeños ruidos de placer como los que suele hacer ella. No puedo evitarlo; vuelvo a
empujar en su boca, y cuando ella me anima a hacerlo de nuevo, vuelvo a embestir su boca
. Se siente increíble, y el darme cuenta de que ella lo disfruta tanto como yo duplica el placer
que siento. Vuelvo a bombear en el suave y húmedo calor de su boca, y siento como si
estuviera acariciando su coño. Mi gente no lo hace, pero he oído que los humanos no tienen
ese problema, y la comprensión de que mi Ell-ee desea que me corra por todos los caminos
posibles es embriagadora. Soy gentil mientras penetro su boca ansiosa, pero cuando ella
acaricia mi espolón y toca mi saco, mis movimientos se vuelven inestables, mis impulsos
menos gentiles. Ella me anima, y luego me meto en su boca, al borde de mi liberación,
mientras ella gime y hace sonidos de alegría, lista para mi semilla. Quiero entrar en ella,
pero está tan frenética con su boca, tan preparada, tan dispuesta, que no puedo apartarme
de la deliciosa sensación, ni siquiera por un momento. Empujé una y otra vez, y cuando
ella frota su lengua a lo largo de la parte inferior de la cabeza de mi polla una vez más,
pierdo todo el control.
Me corro en su boca, derramandome sobre su lengua y sus labios. Ella jadea mientras yo
gruño, y cuando trato de salir para terminar mi liberación, ella agarra mi cola y me mantiene
en el sitio, y yo le doy hasta la última gota de mi semilla. Se mancha la boca y la barbilla,
traga y luego se lame los labios. "Oh, Bek", susurra mientras usa su lengua y sus dedos
para engullir mis semen. "Me gustó mucho".
"¿De verdad?" Estoy fascinado por esto, por cómo es dar a mi pareja. Entré en su boca.
Parece... que está mal, pero me gustó demasiado para que fuera algo malo. Nada está mal
entre nosotros. "No es la manera sa-khui."
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“Tal vez debería serlo” La punta de su lengua se desliza a lo largo de su labio superior. “Me
encantó. Me encantó verte tan excitado, y cuando me pusiste la mano en el pelo...” Le da
un pequeño escalofrío de placer.
Vuelvo a gemir, porque aunque acabo de terminar, ella me hace más duro por el deseo. Mi
polla se mueve igual que mi khui, y esta vez, deseo complacerla. Con un gruñido bajo, la
agarro por la cintura y la llevo de vuelta a las pieles, arrastrando mi boca por su vientre. Es
más delgada de lo que recordaba, mi Ell-ee, y resuelvo que nunca más me apartaré de su
lado. Me aseguraré de que coma todo el tiempo, hasta que esté tan redonda y rellena como
Mah-dee. Me gusta mucho ese pensamiento. Presiono besos en la suave y pálida piel de su
vientre, moviéndome hacia abajo hasta que rozo mis labios sobre los rizos de su coño. Su
aroma es más dulce aquí, y sé que sus rizos esconden el color rosa de sus pliegues, el sabor
húmedo y rico de ella. Se me hace la boca agua, y cuando gime y sus manos se acercan a
mis cuernos, sus muslos tiemblan, entiendo por qué disfrutaba dándome placer con su
boca. Cuando hago lo mismo por ella, no hay nada mejor en el mundo.
Y luego coloco mi boca sobre la carne suave de su coño, y ella grita, su cuerpo arqueándose
debajo de mí. Una ráfaga de humedad toca mi lengua, diciéndome que ella disfruta de esto
tanto como yo disfruto de sus respuestas. Hay un dicho entre los cazadores: que no hay
mejor sabor que el de una compañera de resonancia en tu lengua, y sé que es cierto. He
extrañado el sabor de mi dulce Ell-ee estos largos días separados. He extrañado su sabor,
el olor de su necesidad, el apretón de sus muslos mientras presiona contra los lados de mi
cara y los cuernos. Deslizo una mano por su costado, acariciándola. No tiene cola a la que
pueda aferrarme, pero le enrollo la cola alrededor del tobillo y la agarro contra mí. Sus
piernas se estremecen y tiemblan mientras mi lengua se desliza sobre sus pliegues, y puedo
oír cómo su respiración se acelera con anticipación nerviosa. Ell-ee aspira aire cuando la
exploro, con mi boca jugueteando a lo largo de su coño, pero evitando la mejor parte - ese
tercer pezón sensible en la parte superior de sus pliegues que le encanta que le toquen
tanto. Quiero saborearla primero, para enloquecerla de necesidad.
“Bek”, jadea, sus pezones se agitan. “Por favor. Entra dentro de mí. Quiero que me llenes”.
“Paciencia” le digo, complacido de que esté tan deseosa. Mi khui retumba de placer al verla
tumbada debajo de mí, sus muslos agarrándose a mi cara. Mi compañera. Mi hembra
perfecta, llena de mi kit y tan maravillosamente sensible a mi tacto. La resonancia ha elegido
sabiamente para mí, y siento un estallido de orgullo al mirarla. Ah, mi dulce Ell-ee. Tan
perfecta.
Mía. Todo mía.
Con una sonrisa de pura alegría, bajo la cabeza y vuelvo a besar y lamer su coño. La exploro
con mi boca, aunque he estado entre sus muslos muchas veces desde que nos apareamos.
No tiene importancia. Cada vez es un viaje delicioso, y me encanta sentirla retorciéndose
debajo de mí, levantando sus caderas en silenciosa guía de donde más quiere mi boca.
Jugueteo con mi lengua en la entrada de su núcleo, donde está más mojada, y cuando gime
mi nombre, le doy una lamida y luego me alejo de nuevo, deleitándome con su gemido. La
complaceré allí, pero con el tiempo. Mi polla ya me duele y se pone dura de necesidad una
vez más, pero la ignoro.