Vista previa del material en texto
La actividad física y la salud en la formación básica del profesional de la cultura física y del deporte Universidad de Guadalajara Centro Universitario de Ciencias de la Salud La actividad física y la salud en la formación básica del profesional de la cultura física y del deporte Pedro Reynaga-Estrada Vicente Teófilo Muñoz Fernández (coordinadores) Primera edición, 2013 D.R. © 2013, Universidad de Guadalajara Centro Universitario de Ciencias de la Salud Sierra Mojada 950, Colonia Independencia 44350, Guadalajara, Jalisco ISBN: 978-607-450-894-9 Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico A Jesús Reynaga Valdéz (q.e.p.d) como un tributo al tiempo que representa este esfuerzo invertido por todos los colaboradores en la unión de nuestro trabajo, la familia y nuestros seres queridos. 9 Contenido Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Capítulo 1 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación del profesional de la cultura física y del deporte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 María Magdalena Salazar Landeros, Pedro Reynaga Estrada y José Aldo Hernández Murúa Capítulo 2 Influencia de la vida moderna en la hipo-actividad física . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 Ciria Margarita Salazar C., Emilio Gerzaín Manzo Lozano y Rossana Tamara Medina Valencia Capítulo 3 Impacto de la actividad física en el binomio salud enfermedad . . . . . . . . . . . . . . . . 33 Jesús Ignacio Cardona-Muñoz y Jesús Ignacio Cardona-Medina Capítulo 4 Conceptos básicos de fisiología del ejercicio: músculos y oxígeno . . . . . . . . . . . . . . . 43 José E. Del Rio Valdivia, Jesús Muñiz M. y Manuel Jaime Velasco Capítulo 5 Evaluación cineantropométrica e indicadores asociados a la salud . . . . . . . . . . . . . . . 55 Juan Manuel Rivera-Sosa Capítulo 6 La prescripción del ejercicio y el plan adecuado de actividad física . . . . . . . . . . . . . . . 71 Julio Alejandro Gómez Figueroa Capítulo 7 Los agentes físicos en la rehabilitación deportiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Silvia Porras Rangel, Marisol Agredano Jiménez y Othón J. Reynoso Gutiérrez Capítulo 8 Nutrición y deporte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 José Luis Cabrera González Capítulo 9 El papel del profesional de la actividad física en la prescripción y manejo del ejercicio en enfermedades crónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 Edtna Jáuregui Ulloa, Juan Ricardo López y Taylor e Itzae Navarro López Curriculum vitae de los autores principales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107 Comité científico internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110 Cuerpos académicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 11 Prólogo Este libro es fruto del esfuerzo compartido por distintas instituciones nacionales e internacio- nales. Es un trabajo que emprendió el Cuerpo Académico de “Actividad Física y Salud” (UdG- CA-59) de la Universidad de Guadalajara para res- ponder a las exigencias de calidad académica que se plantean en distintos programas instituciona- les, entre los que destacan el Sistema Nacional de Investigadores (sni) del Consejo Estatal de Cien- cias y Tecnología, y el Programa para el Mejora- miento del Profesorado (Promep) perteneciente a la Secretaría de Educación Pública de la Repú- blica Mexicana. Participaron institucionalmente cinco universidades, con seis cuerpos académi- cos, y diecinueve autores, en los ocho capítulos que componen este libro. Se invitó a miembros clave de distintos cuerpos académicos que volun- tariamente se integraron a esta ardua labor, de tal manera que participan representantes de Jalisco, Colima, Veracruz, Sinaloa y Chihuahua. El objetivo fue elaborar un producto académico que respondiera a la necesidad común que tene- mos los profesores de cultura física y deportes a nivel nacional en México: mejorar la formación profesional básica en la actividad física y la salud. Por tal razón esta obra puede constituirse como un libro de texto básico para los profesionales de la cultura física y del deporte. El presente libro representó un reto para todos porque implicó ser tolerante con los diferentes tiempos y habilida- des de otros, así como trabajar con la rigurosidad de las exigencias de la comunidad científica inter- nacional. Para ello se integró un Comité Cientí- fico de diferentes países del mundo: Venezuela, Colombia, España y Brasil. La evaluación de cada uno de los capítulos siguió el método de doble ciego por pares académicos universitarios de los países mencionados. Se abordan temas básicos para el aprendizaje de los estudiantes del campo de conocimiento de la cultura física y el deporte. El primer capítulo del libro define la necesidad de una visión cien- tífica integral y holística no sólo en la formación de los estudiantes, sino también de los profesores que trabajan en nuestro mundo globalizado. El segundo capítulo describe las características de la sociedad moderna actual, como una condición del entorno que favorece la aparición del seden- tarismo, también llamado hipo-actividad física. En el tercer capítulo se explica la relación de la actividad física con la salud y cómo ésta evita la enfermedad si es practicada correctamente. El carácter científico del libro se demuestra con la comprensión y explicación detallada de los pro- cesos y funcionamiento del impacto de la activi- dad física en la salud. Para ello, el cuarto capítu- lo ilustra detalladamente el nivel fisiológico del ejercicio con dos de sus componentes básicos: los músculos y el oxígeno, y cómo éstos favorecen y mantienen la aparición de la salud. La gente co- mún cree saber que la actividad física es buena para la salud, pero no conoce científicamente 12 Prólogo los mecanismos implicados y que su realización requiere de condiciones básicas, las cuales se ex- plican en el quinto capítulo donde se establece la evaluación cineantropométrica como una etapa necesaria del trabajo del profesional de la cultura física y del deporte. En este proceso de atención profesional también se requiere de un estudio de- tallado del sujeto que practicará actividad física, para conocer y reconocer si le resultará beneficio- sa y no existen riesgos, o éstos son mínimos para que se realice. Lo anterior se aborda en el sexto capítulo. Otra de las vertientes de la profesionali- zación en actividad física y salud es la atención de las lesiones físicas para su eficiente recuperación y los mecanismos que se utilizan. Esto se expli- ca en el capítulo séptimo. Y por último, el octavo capítulo presenta la importancia de la nutrición como una condición importante para la realiza- ción de la actividad física, y para su correspon- diente rendimiento, para que finalmente impacte positivamente en la salud de las personas. Estos contenidos son indispensables para cualquier estudiante de las ciencias del deporte, así como para todo interesado en el campo del conocimien- to de la actividad física y la salud. Dr. Jaime F. Andrade Villanueva Rector del cucs 13 Capítulo 1 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación delprofesional de la cultura física y del deporte María Magdalena Salazar Landeros* Pedro Reynaga Estrada** José Aldo Hernández Murúa*** * Escuela Superior de Educación Física. Universidad Autónoma de Sinaloa. ** Laboratorio de Psicología de la Actividad Física y del Deporte. Universidad de Guadalajara. *** Escuela Superior de Educación Física. Universidad Autónoma de Sinaloa. Movimiento Estudiantil y Profesional de Tratamiento Integral met, ac. Resumen La actividad física y la salud son temas que deben tratarse de manera conjunta, pues una debe llevar a la otra si son trabajados de manera adecuada y respetando en el ser humano las leyes de creci- miento y desarrollo —en cualquiera de las etapas en la que se encuentre—; es decir, un binomio en el cual se diga: si existe actividad física, debe exis- tir salud. Visto desde otra perspectiva, en el deporte de alto rendimiento no siempre se cumple este precepto porque existen riesgos deportivos que conllevan lesiones e incluso la muerte. Es por eso que el enfoque que se le da a este capítulo es des- de la actividad física para la salud, que sirva de eje para la formación profesional de la cultura física y del deporte de una forma integral, vista en cada una de sus partes y a la vez como un conjunto de puntos los cuales nos llevan a una visión holística del profesional de esta disciplina. Debido a la diversidad de denominaciones relacionadas con la cultura física, utilizamos este concepto para incluir áreas de formación como educación física, educación motriz, ciencias del deporte y ciencias del movimiento humano —a menos que especifiquemos lo contrario. Palabras clave: actividad física, salud, educa- ción, formación holística. Visión holística La visión holística se define como la concepción de la realidad como un todo unitario y dinámico en sí mismo y no como consecuencia de la suma de las diferentes partes que lo componen (González, 2009). Este es el caso de la actividad física para la salud: visualizarla como un todo dinámico implica comprenderla desde las distintas disciplinas que la enriquecen, tales como la biología (las bases bioló- gicas del movimiento humano), la psicología (los fundamentos psíquicos), la sociología, la antropo- logía y otras, sin limitarse a ninguna de ellas. Smuts (1926) usó el vocablo para explicar el hecho de que diversos elementos formen una unidad o totalidad distinta de los mismos; asegu- ra que el holismo es un proceso de síntesis crea- dora o construcción progresiva de unidades es- tructurales cada vez más complejas que tienden a la formación de un todo. La visión holística en la actividad física para la salud es una perspectiva científico- profesional que integra las múltiples disciplinas que realizan aportaciones a este objeto de estudio común; asume ese carácter multidimensional y ve a la persona integralmente y dentro de su contexto (Devís, 2001). De allí que estemos de acuerdo con una de las definiciones de actividad física que supera la 14 María Magdalena Salazar Landeros, Pedro Reynaga Estrada y José Aldo Hernández Murúa dimensión biofísica mecanicista del sólo movi- miento corporal de músculos y huesos que repre- senta un incremento del gasto energético en el metabolismo basal (esto sería más bien lo que se conoce como activación física), y lo concibamos más como un movimiento humano intencional que pretende desarrollar las potencialidades y naturaleza bio-psico-social del individuo median- te el entrenamiento y el acondicionamiento físi- co, que resulta en una experiencia personal y nos permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea (Ceballos, Ochoa y Cortés, 2000; Devís, 2001; Reynaga, 2001). Tal definición de actividad física resulta útil para este enfoque pretendidamente holístico y multidisciplinar, en donde la intencionalidad es un concepto clave que permite incluir diferentes disciplinas como la psicología, la antropología, la sociología, etcétera; pero tampoco se pretende excluir la utilidad de otras definiciones para otros enfoques y disciplinas. Incluso hay conceptos que también pretenden comprender el fenómeno del movimiento humano en forma total, y se pueden consultar con detalle algunas de estas reflexiones en otra obra en la que se colaboró con distintos representantes latinoamericanos (Silva, Reynaga y Quiroga, 2009). Esta definición de actividad física también es importante porque se encuentra al mismo nivel que la concepción sobre la salud, entendida como el logro de nivel elevado de bienestar físico, men- tal y social y de capacidad de funcionamiento, así como del reducido nivel de enfermedad, en los que tienen un papel importante los cambiantes y modificables factores políticos, sociales, eco- nómicos y medioambientales en los que vive in- mersa la persona y la colectividad (Devís, 2000; Sánchez, 1996; Sánchez, 1991). Ambas defini- ciones incluyen la totalidad de las dimensiones (estudiadas por las diferentes disciplinas) que in- tegran al individuo y enmarcan a éste último en un contexto amplio natural, histórico y social de su existencia. Educación holística La educación holística no existe de una manera única y uniforme. No se limita a la formación del estudiante, sino que aborda el desarrollo integral de la persona en el sentido más amplio, en las esferas cognitiva y afectiva. Hace hincapié en la educación del alumno más allá del aula e implica el pasaje de un enfoque educativo centrado en el individuo a un programa educativo mucho más amplio. La educación holística se centra en el desarrollo de la persona en el sentido más com- pleto posible, anima a los alumnos a dar lo mejor de sí y los capacita para sacar todo el jugo posible a las experiencias de la vida y alcanzar sus metas (Forbes, 2003). Estas experiencias o logros pueden ser viven- cias inusuales, especiales y profundamente signi- ficativas para el individuo, o pueden representar una posición, función o vocación que la persona perciba como singular, y sea una meta importan- te en su vida. La formación del profesional de la cultura física y del deporte puede estar centrada en una perspectiva holística. No podemos pensar en la formación de la actividad física y la salud de ma- nera holística y como un área de conocimiento básico si no pensamos en la formación integral del estudiante. Gran parte de los profesionales de la cultura física y del deporte actualmente se orientan a la educación física, al rendimiento de- portivo, a la gestión del deporte o a la actividad física rehabilitadora (conocida como terapia físi- ca); pero a excepción de la última, se piensa que las demás nada tienen que ver con la salud. Sin pretender agotar un debate que en otro espacio se puede profundizar, desde nuestra perspectiva, la salud debe constituir un eje transversal inclui- do en toda la formación educativa del profesional de la cultura física y del deporte. Con el objetivo de crear campeones, a veces se rompen todos los principios éticos y educativos de otras áreas de formación (como la educación física, la gestión del deporte masivo, etcétera) que deben priorizar la salud, no desde la perspectiva médica orienta- da a la enfermedad (la rehabilitación) sino desde la perspectiva preventiva y positiva de la salud, que sería lo que últimamente se ha propuesto como actividad física para la salud (Devís, 2000; Sánchez Bañuelos, 1996). Según Herrera Escudero (2011), el abordaje con una visión holística del ser humano ha gene- rado una vasta cantidad de investigaciones diri- 15 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación del profesional de la cultura física y del deporte gidas a definir la relación precisa entre el cerebro y el cuerpo. Un aspecto de la investigación con este abordaje holístico es el estudio de la influen- cia del ejercicio del cuerpo sobre el cerebro, y las investigaciones se han centrado en el efecto de la práctica de ejercicio corporal esporádico y regular.La visión holística de la actividad física y la salud se aborda desde las siguientes tres premisas que deben existir en la formación de todo ser huma- no, especialmente si hablamos de la formación del profesional de la cultura física y del deporte, y esto nos lleva a recordar el adagio de Juvenal: “mente sana en cuerpo sano”. Para este trabajo dividiremos la visión holística en tres partes: 1. La formación intelectual. 2. La formación en cultura física. 3. La formación espiritual y/o sentido de tras- cendencia. Las dos primeras son las que más se fomentan para el estudio y la práctica del profesional de la cultura física y del deporte, aunque las tres marcan la dimensión educativa en la actividad física para la salud. Desde que un ser humano nace, es común que sus padres quieran que aprenda algo; y más aún en nuestros tiempos, donde existen tantos instrumentos de estimula- ción temprana y prenatal como el llamado efecto Mozart, que influye en el aprendizaje de manera natural y el bebé tiene experiencias individuales que regularán su vida desde antes de nacer. Por otro lado, el área espiritual se ha dejado un poco de lado debido a los tabúes de relacionar la espiritualidad con la religión; sin embargo, la espiritualidad va mas allá, porque cada quien la vive de manera diferente. En la formación de la actividad física y la salud en el profesional de la cultura física y del deporte no está de más incluir la formación espiritual como parte de la visión holística, como señala Blake (1996) en lo referente al desarrollo espiritual, moral, social y cultural que propicia la educación física. La formación intelectual La visión holística de la actividad física y la salud está presente en la formación intelectual que se pretende hacer desde la educación física en los programas educativos de las diferentes depen- dencias de la República Mexicana, como la Secre- taría de Educación Pública (sep), la Secretaría de Educación Pública y Cultura (sepyc) y también en las instituciones de educación privada; ya que estos programas se cumplen obligatoriamente, aunque incluyan otros adicionales, como el Pro- grama de Escuela de Tiempo Completo (petc) (sep, 2010). Figura 1 Elementos que forman la visión holística de la actividad física y la salud en la formación profesional de la cultura física y del deporte La mayoría de las veces estos programas no cuentan con el recurso humano, material y eco- nómico para llevarlos al cabo como están con- templados, pero los ejecutan. Sin embargo ¿de qué manera impactan en la formación del profe- sional de la cultura física y el deporte? ¿Cuántos son los profesionales que egresan de nuestras universidades y siguen con estudios de posgrado? La formación educativa del profesional de la cultura física y del deporte, tanto a nivel de pre- grado como de posgrado, se ofrece en las distin- tas universidades de los estados de la República Mexicana o en universidades particulares. Por ello, la formación intelectual se presenta en dife- rentes niveles. Son pocos los profesionistas que realizan estudios de posgrado. Es común que mu- chos egresados de licenciatura en Cultura Física de pregrado comenten que eso se debe a la falta de oportunidades.1 1. Comunicación personal (entrevista) con un grupo de egresa- dos de la Escuela Superior de Educación Física (esef) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (uas), ciclo 2008-2009. 16 María Magdalena Salazar Landeros, Pedro Reynaga Estrada y José Aldo Hernández Murúa Por otro lado, se observa que los maestros no fomentan en el alumno una visión de lo que el profesional de la cultura física y el deporte puede hacer y en dónde emplearse, pues la mayoría de los egresados quieren ser parte de la plantilla de go- bierno y no contemplan otra perspectiva laboral. En consecuencia, el profesional de la cultura física y el deporte desde la formación intelectual, idealmente debe cubrir los siguientes aspectos: Formación intelectual La formación debe ser de manera permanente para que el profesional de la cultura física y deportes pueda ingresar a cursos de actualiza- ción, diplomados, prácticas, viajes de estudios, intercambios académicos, eventos deportivos, congresos; que de hecho existen en las universi- dades del país y del extranjero, de acuerdo a los diferentes calendarios escolares. A través de cada una de estas actividades, el profesional estimula su aprendizaje para que esté en constante supe- ración, pero lo más importante es puede conocer nuevos métodos y técnicas profesionales para aplicar los conocimientos adquiridos (Santos y Martínez, 2000). Esta formación intelectual se puede realizar de manera colectiva pero también en forma in- dividual, porque los profesionales tienen la posi- bilidad de prepararse a través de posgrados, idio- mas adicionales e incursionar en las diferentes disciplinas que se aplican a la actividad física y a la salud como lo son: psicología, pedagogía y me- dicina, entre otras. Creatividad Para Echevarría y Morffi (2002), el desarrollo de la creatividad desempeña un papel determinante en los profesores de educación física y deporte por la importancia que requiere su labor crea- tiva, ya que es decisiva su influencia basada en las características propias del deporte moderno. El profesional de cultura física y deporte, me- diante las nuevas técnicas adquiridas será capaz de ser creativo, que es lo que hace la diferencia entre un profesional y otro. Al ser creativo, la per- sona se vuelve insustituible, pues sus métodos y formas de aplicarlos la hacen única. ¿Cómo hacer creativo al profesional de la cul- tura física y del deporte? Los genios más reconocidos en la historia se han destacado por ser creativos, y estos genios al igual que en la actualidad, empleaban técnicas tan sencillas que las podemos utilizar a diario por ejemplo: • Utilizar notas. Arbona y Aguirre (2001) afir- man que para el estudiante resulta indispen- sable saber escuchar a sus maestros, tomar notas y expresar lo que piensan de forma co- herente. En un salón de clase, se coloca una imagen en la pared, se hace una exposición en el cañón o se escriben notas en el pizarrón y nunca falta el alumno o los alumnos que preguntan: “¿Lo anotamos, profe?”. A lo cual se les responde: “Como ustedes lo crean con- veniente”. Ellos vuelven a preguntar: “¿Va a venir eso en el examen?”.2 Ante estas preguntas, se deduce que para ese tipo de alumnos esa información sólo es importante si va a venir en el examen. No lo consideran importante como experiencia vital y/o como elemento necesario para su práctica profesional. Por otro lado, hay otros alumnos que anotan hasta la más mínima pa- labra que se comenta en el aula y no por ca- sualidad son los alumnos más sobresalientes en el curso. • Leer. Fomentar la lectura de tópicos incluso diferentes a la actividad que nosotros reali- zamos produce que el cerebro se estimule a aprender y desarrollar temas que en algún momento van a servir para resolver alguna problemática que se presente (Devís y Peiró, 1991). • Utilizar los dos lados del cerebro. Levy, Trevarthen y Sperry (1972) afirman que el hemisferio izquierdo procesa la información analítica y secuencialmente, paso a paso, de forma lógica y lineal; por otro lado, el he- misferio derecho, parece especializado en la percepción global, sintetizando la informa- ción que le llega. Con él vemos las cosas en el 2. Conversaciones en la clase de Técnicas de la Gimnasia Sueve y el Entrenamiento, con alumnos del segundo semestre de la carrera de Licenciado en Cultura Física de la esef. Ciclo 2010- 2011. 17 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación del profesional de la cultura física y del deporte espacio, y cómo se combinan las partes para formar el todo. Gracias al hemisferio derecho entendemos las metáforas, soñamos, crea- mos nuevas combinaciones de ideas y final- mente el hemisferio holístico es intuitivo envez de lógico, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos. Tiene capacidad imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva. Podemos estimular el aprendizaje traba- jando lateralidades, por ejemplo, si se escri- be con la mano derecha, hacerlo ahora con la mano izquierda; si se realiza un ejercicio al lado izquierdo, hacerlo ahora con el lado derecho; al igual que los lanzamientos, las pi- ruetas, etcétera. Formular preguntas y hacer las cosas de una manera diferente estimulará también nuestra creatividad. • Hacer cosas diferentes: tocar un instrumento, aprender un idioma, cantar, bailar, realizar actividades que nos hagan estar en contacto con nuestros sentimientos, de esta forma se creará la oportunidad para desarrollar la le- tra de una canción, imaginar diálogos en una poesía o de alguna obra teatral, que tiene que ver con la actividad física para la salud, pues todas ellas implican movimiento. Intuición Como lo expresa Dewey (1961), todos los modos de indagación, intuición, deducción e inducción son igualmente válidos para el proceso de pen- samiento. La intuición ayuda a las personas a ponerse en contacto con sus sentimientos, a visualizar su futuro y descubrir su verdadera vocación. Poniendo en práctica la intuición, el profesional de la cultura física y el deporte se prepara para el éxito y con ello mejora su calidad de vida, pues estará al pendiente de su estado de salud y descubrirá situaciones que lo pueden poner en riesgo y otras en las que debe tomar esos riesgos para lograr sus objetivos. Al final del semestre se presentó un alumno que había tenido únicamente tres asistencias en todo el curso y pidió la oportunidad de presentar el examen extraordinario, para que no lo enviara a repetir el curso. Dijo que ya había hablado con los otros maestros y todos le habían dicho que sí. Cuando les pregunté a los demás docentes, cuatro de siete coincidieron en enviarlo a repetir curso pues no había cumplido con los requisitos mínimos indispensables para estar siquiera en extraordinario y si se le enviaba no podría pro- moverse de grado. Se tuvo otra entrevista con el alumno y al preguntarle cuáles habían sido sus motivos para no asistir a clases durante todo el semestre —pensando en alguna enfermedad de algún familiar cercano y tratando de ser sensible a su situación—, el alumno respondió que había estado en la cárcel por posesión de drogas. La for- ma en que lo dijo nos hizo creer que en realidad lo que quería era ser promovido, lejos de aprender tanto en lo personal como en lo profesional. Fi- nalmente se le permitió presentar el extraordina- rio: la intuición indicaba que no aprobaría, pues es una asignatura de mucha práctica y no teórica. Consiguió una nota de .05 y tuvo que repetir todo el año. A los dos meses llegó a inscribirse a la es- cuela, muy golpeado, y dijo: “Fueron las mismas personas por los que estuve en la cárcel. Ahí es- tuvo, profe, ahora sí a echarle ganas a la escuela”, concluyó.3 Se felicitó a los colegas por su decisión de enviarlo a repetir el grado, pues él recibió una lección de vida que lo hizo reflexionar duramente sobre su futuro. La formación en cultura física Hablar de la profesionalización de la cultura física y del deporte nos lleva al compromiso de ser con- gruentes entre lo que enseñamos y lo que hace- mos. Una gran parte de los profesionales de la actividad física y la salud son obesos. México es el primer lugar en obesidad infantil y también uno de los primeros en obesidad a escala mundial, según la Organización Mundial de la Salud (oms, 2011). Es alarmante ver maestros de educación física, o de cualquier deporte, con altos índices de obesidad, en especial en la región abdominal (Hall, Ochoa, Sáenz y Monreal, 2009). Lo anterior nos lleva a reconocer que es ur- gente la formación física en la visión holística de la actividad física y la salud, en torno a la posibi- lidad de lograr favorables procesos de adaptación 3 Entrevista con alumno del segundo semestre de la carrera de Licenciado en Cultura Física de la esef. Ciclo 2010-2011. 18 María Magdalena Salazar Landeros, Pedro Reynaga Estrada y José Aldo Hernández Murúa funcional y orgánica; pues si bien tiene que ver con la formación profesional, también se relacio- na con la importancia que tiene la actividad física para alcanzar la meta final que es la salud y de esta forma tener una mejor calidad de vida en to- das las esferas. La vida acelerada, el estrés de trasladarse de un trabajo a otro, además de ir a recoger a los niños a la escuela y más tarde estar al pendiente de sus tareas, o de que asistan a alguna actividad extraescolar, lleva al profesional a una vida de se- dentarismo y alimentación a base de comidas rá- pidas; además de la comodidad de tener un auto y buscar poder estacionarlo lo más cercano a la entrada del súper mercado, o evitar bajarnos en la escuela de los niños tanto para dejarlos o ir de regreso por ellos, puesto que implica una pérdida de unos minutos que pueden ser valiosos para ga- nar un bono por puntualidad, pero que conduce a estar más alejados del estado de salud óptimo que nos ofrece realizar actividad física para la salud. Pérez y Devís (2003) sostienen que los beneficios de la actividad física para la salud están relaciona- dos con aspectos cualitativos ligados con la prác- tica en sí misma; por lo tanto, se debe tomar en cuenta para mejorar la calidad de vida. Todo esto implica un desafío en la formación profesional de la cultura física y del deporte, ya que obliga a los profesores y entrenadores tanto a aprender como enseñar desde un modelo globa- lizado y no como un modelo educativo o método de entrenamiento, sino con una visión holística en cuanto que tiende a integrar todas las cuali- dades del ser humano. Para esto se debe cumplir con un proceso de adaptación funcional, en lo que respecta al quehacer físico como parte de la formación física y también una adaptación orgá- nica que le permita el profesional ser estricto y formador; así como se trató anteriormente en lo intelectual, de igual forma en lo físico, ya que esta visión holística no permite que se siga evaluan- do a las personas solamente por su rendimiento motriz sino que hoy en día se premia en olimpia- da nacional (la máxima justa deportiva) al juego limpio (“fair play”), tanto del jugador o el equipo, que aunque no haya ganado en la competencia, se hace merecedor de este premio por su comporta- miento ejemplar dentro y fuera de la cancha (Ma- nifiesto sobre el Fair Play, 1971). Ahora bien, por otro lado, estamos en una era de hedonismo, vanidad y metrosexualismo, donde se entrena el cuerpo sólo para obtener una opinión favorable del resto de las personas, pero no con el objetivo de practicar la actividad física para la salud; prueba de ello es el auge del con- sumo de los distintos tipos de anabólicos, este- roides y bebidas energizantes, que provocan en el organismo reacciones secundarias y son un ries- go para la salud. También las pastillas milagrosas para bajar de peso “sin dejar de comer” y sin hacer ejercicio que promueven los medios de comunicación y las tan utilizadas redes sociales, llevan a una vida de se- dentarismo, comodidad y a la cultura del mínimo esfuerzo; provocando que cada vez sean más los jóvenes que prefieran quedarse más tiempo fren- te a la computadora, al teléfono celular o frente a algún videojuego en lugar de salir a moverse me- diante algún tipo de actividad física. Moncada y Chacón (2012) afirman haber encontrado que los juegos de video de naturaleza activa pueden ser promotores de un mayor gasto energético que los videojuegos de naturaleza pasiva; por lo que, con una guía adecuada, podrían considerarse benéfi- cos para combatir la epidemia global del sedenta- rismo y la obesidad. Es muy común en las clases prácticas de la escuela que al momento de salir los alumnos a la actividad, resulte un lesionado de un tobillo, otro de la muñecao por lo menos alguna jovencita no entre a la práctica porque anda en sus días; clara- mente el docente analiza cómo son los mismos alumnos en cada práctica y, casualmente, los que están pasados de peso. Por todo lo anterior, la visión holística de la actividad física y la salud propone que dentro de esta formación física, se cuiden, trabajen y desa- rrollen los siguientes aspectos: Sistema óseo y articular: el simple hecho de moverse trae beneficios al sistema óseo articular. El profesional de la actividad física y el deporte deberá estar consciente de que al pedirle al alum- no que haga alguna actividad física, esto implica un compromiso para él, quien también deberá realizarla. El valor de que el profesional de la cul- tura física se mueva no sólo tiene fines de ense- ñanza sino de coherencia ética, pero sobre todo para prevenir enfermedades crónico-degenerati- 19 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación del profesional de la cultura física y del deporte vas, como la osteoporosis, que tiene como una de sus causas la falta de movimiento. El profesional de la cultura física y del deporte debe realizar ac- tividad física ya que se producen mejoras en la composición ósea, pues se retienen minerales y se producen mejoras en la vascularización; ade- más, los huesos tienden a hacerse más fuertes y, por ende, aumenta la masa ósea. También está demostrado que dentro de un mismo hueso las partes que soportan compresio- nes tienden a “modelarse”, es decir, a engrosarse, condensarse o reforzarse; en tanto que las que sobrellevan tensiones (estiramientos) tienden a adelgazarse, enrarecerse o debilitarse, en pro- porción con la intensidad del estímulo mecánico correspondiente (Frost, 1982). En el ámbito deportivo, el profesional debe ser cuidadoso con las cargas de entrenamiento que asigne a cada atleta, porque el fin principal en la infancia debe ser la salud; y sabemos que el sis- tema óseo, especialmente en edades tempranas, está en riesgo si es sometido a fuertes cargas de entrenamiento, debido a que la formación carti- laginosa de las articulaciones está en crecimiento y desarrollo. La flexibilidad: otro efecto positivo, en cuanto a su impacto en la salud, es el de adquirir mayor amplitud en los movimientos. El trabajo del sis- tema óseo articular permite estimular las articu- laciones, lo que podemos evaluar mediante una batería de ejercicios de flexibilidad o flexitest. Soares de Araújo (2005) asegura que obtener más flexibilidad al momento de realizar cualquier tipo de actividad física disminuye el riesgo de le- siones, al desplazarse con mayor rapidez, ejercer mejor el trabajo de fuerza y mejorar la postura (dentro y fuera de la clase de deportes y/o educa- ción física), contribuyendo así a una mejor expli- cación práctica de los ejercicios; tanto al momen- to de realizarlos y causar un efecto saludable en el profesional de la actividad física y el deporte, como en el atleta y en el alumno, receptor de este conocimiento aplicado, ahora sí de una manera práctica, sencilla y a la vez con un método cien- tífico. La flexibilidad es un componente físico del fitness para la salud (Bouchard, Shepard, Sthe- phens, Sutton y McPherson, 1990). Es evidente que con el paso de los años los entrenadores y profesores se vuelven más lentos y rígidos debido al engrosamiento de los cartíla- gos y la falta de movilidad de las articulaciones. La práctica continua de un sistema de ejercicios de flexibilidad o bien de gimnasia suave (tai chi, pilates, stretching, yoga) ralentiza el envejeci- miento. Al final de cada clase, o de manera per- sonal, el profesional puede practicar ejercicios de relajación, lo que le permitirá ser una persona más dinámica y con menos riesgos de enferme- dades de tipo óseo-articular, elevando por ende la calidad de vida. Sistema muscular: en cuanto a la formación física del profesional de la cultura física y del de- porte, la sociedad y los medios de comunicación han desempeñado un papel muy importante de- bido a que éste se ha convertido en un modelo a seguir para el niño o el adolescente en general. No se le puede exigir al alumno lo que el maestro no está dispuesto a hacer y el docente puede ser muy criticado por su descuido de su físico (Hall, Ochoa, Sáenz y Monreal, 2009). Con base en lo anterior, la visión holística propone que el profesional de la actividad física la lleve como un proceso continuo, porque au- menta la cantidad de proteínas en el músculo, se fortalecen los tendones y en especial porque favorece una mejora en la coordinación motriz (aunque ésta se aprende y se desarrolla a edades tempranas, se experimenta una mejora mediante el trabajo del sistema muscular). ¿Cuántos entre- nadores y profesores conocemos que nos dieron clases desde el preescolar y cuyas características físicas son incompatibles con la profesión? No se trata de prepararse para un concurso de físico-constructivismo, sino de que el profesional se ocupe de procurar una mejora continua de la salud. Al trabajar el sistema muscular se lleva al organismo a un mejor trabajo aeróbico y por lo tanto resistirá mejor los ejercicios, se sentirá con mayor energía durante el día y descansará duran- te la noche; en conjunto será más efectivo pues el flujo sanguíneo mejorará. Durante una clase de gimnasia, se estaba exi- giendo al equipo (doce niñas entre los ocho y los diez años) la ejecución perfecta de los ejercicios, pues se celebraría una competencia clasificatoria en pocas semanas. Después de muchas repeticio- nes y de no lograr dominar la habilidad, una de ellas dijo: “A ver, hágalo usted”.4 Por supuesto que 20 María Magdalena Salazar Landeros, Pedro Reynaga Estrada y José Aldo Hernández Murúa la misión del entrenador es preparar para la com- petencia a los deportistas, por eso se le respondió que son ellas quienes deben dominar la habilidad. Se detectó que a algunas de las niñas les faltaba más trabajo de fuerza y potencia en uno de los grupos musculares involucrados en la realización correcta del ejercicio, y eso fue lo que se trabajó durante dos semanas. A la tercera semana, todo el grupo dominaba el ejercicio. Con este ejemplo, se debe reconocer la im- portancia del sistema muscular en el aspecto físi- co porque es una de las piedras angulares dentro del proceso enseñanza-aprendizaje. No siempre se requiere saber o hacer todo, pero sí es deber del profesional de la actividad física y del deporte conocer los factores que permitan dar respues- tas a las demandas de la población en todos los niveles educativos de la cultura física y el depor- te. Delgado y Medina (s/f) coinciden en que el profesional que se precie de serlo tiene que estar continuamente aprendiendo de su trabajo, de su práctica profesional, razón por la cual se deben atender estos aspectos. Sistema cardiovascular: la incidencia de enfer- medades cardiovasculares ocupa uno de los pri- meros lugares en el mundo; además, son las de mayor riesgo de muerte con infartos, hiperten- sión y diabetes. La mayor parte de ellas es pro- vocada por la mala alimentación y la falta de ac- tividad física, lo que afecta la calidad de vida, así como la realización profesional, familiar y social (Badell y Lancés, 2005). Cuando se realiza actividad física el sistema cardiovascular, específicamente el corazón, re- fuerza sus paredes provocando una hipertrofia y haciéndolo más resistente, al bombear más sangre por la calidad de su funcionamiento. Hay mayor producción de glóbulos rojos y hemoglo- bina. Por consiguiente, el transporte de oxígeno se vuelve más eficiente. A nivel celular, las mito- condrias también mejoran su función reguladora en el metabolismo y la persona se cansa menos al hacer ejercicio y al realizar cualquier actividad física (Navarrete, 2010). Uno de los factores que han provocado daño en el sistema cardiovascular es el nivel de vida ace- lerado en el que estamos inmersos: correr de untrabajo a otro, llegar por los niños a la escuela y lle- varlos a otras actividades, salir de casa sin desayu- nar, comer cualquier cosa en el trabajo, regresar a casa y comer rápido, descansar menos horas por la noche, estar demasiado tiempo frente a la compu- tadora y con los videojuegos, etcétera. En fin, te- nemos hoy en día una vida más sedentaria donde la cultura del control remoto y la comida rápida se han puesto muy de moda y esto es debido (contra- dictoriamente) a buscar un mejor “nivel” de vida. En lugar de lograrlo, se produce un descenso en la calidad de vida provocado, en la mayoría de las ve- ces, por ignorar los beneficios para la salud de la actividad física y los efectos negativos del sedenta- rismo (Badell y Lancés, 2005). Un profesor de educación física de la secun- daria llegaba a la clase vestido con camisa de vestir y botas vaqueras. La clase era a las 12 del mediodía en los meses de mayo a julio, con una temperatura entre los 35 °C y los 40 °C y su forma de iniciar el calentamiento para los alumnos era darle 20 vueltas a la cancha de futbol, mientras él estaba debajo de un árbol observándolos y con- tando las vueltas, con la amenaza de que el que se parara daría otras cinco vueltas más. Al final de la clase, los alumnos sólo obtenían una gran deshidratación y camisetas mojadas por la sudo- ración. Todos sentían que el corazón se les saldría en cualquier momento. ¿El maestro sabría todo lo que ocurría en estos niños y niñas de primer año de secundaria? Lo triste de esta historia es que todavía existe este tipo de maestros. Por ello, es nuestro deber formar profesionales en cultura física y deporte que realmente mantengan la vi- sión holística de la actividad física para la salud y la apliquen en la práctica. Por otro lado, se han dado casos de muertes fulminantes en partidos de futbol en personas adultas que tenían problemas cardiacos y des- conocían este padecimiento. Estos partidos de futbol son realizados cada semana sin un entre- namiento cardiovascular para este tipo de esfuer- zos, y sin contar con los estragos de los festejos posteriores al triunfo o la derrota. También se han dado casos por golpe de calor en deportistas jóvenes, o algunos padecimientos desconocidos; de ahí la importancia de los che- queos médicos continuos, así como la de realizar evaluaciones integrales (nutricionales, psicoló- gicas, etcétera) a los atletas o alumnos desde el inicio de cada temporada o ciclo escolar. 21 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación del profesional de la cultura física y del deporte Sistema respiratorio: Bruce (1984) afirma que la disminución progresiva en el consumo de oxí- geno después de los 15 años se estima en 0.4 ml/ kg/min por año. Los individuos sedentarios tie- nen un ritmo de deterioro del VO2 máximo, casi el doble con el paso de los años. La calidad del sis- tema respiratorio se deteriora debido a diversos factores como lo son: • Los altos índices de contaminación. En especial en los estados con mayor población vehicular, número de habitantes y basura, todos estos factores provocan que la calidad del aire no sea tan buena. Nuestro sistema respiratorio se ve afectado por enfermedades de este tipo, gripes, resfriados e infecciones en la garganta. • Tabaquismo. Las personas fumadoras —acti- vas y pasivas— tienden a que su sistema res- piratorio, en especial los pulmones, se afecte, en especial al momento de realizar actividad física. La persona se cansa más rápido o su- fre de accesos de tos, con o sin ejercicio. En un estudio realizado por Ruiz, De la Cruz, Risueño y García (2008) concluyeron que existen diferencias en el consumo habitual de tabaco en función de la cantidad e intensidad de actividad físico-deportiva realizada duran- te el tiempo libre. • Alcohol. Los excesivos consumos de alcohol provocan en la persona efectos de fatiga, pér- dida de coordinación y daños estomacales (Muñoz, 2008). • Sedentarismo. La falta de actividad física es una característica común de nuestros tiem- pos, donde se busca la comodidad y la cultura del mínimo esfuerzo. La visión holística de la actividad física y la salud propone que cada profesional de la cultura física y del deporte realice actividad física al menos de 30 minutos diarios. Con este trabajo mínimo indis- pensable se adquiere un aumento de la fuerza al soportar cada vez más trabajo físico; se logra mejor resistencia debido a que el trabajo cons- tante se puede llevar a cabo por más tiempo y soportar cada vez más la fatiga, pues se amplía el volumen de la respiración y, por ende, disminuye el número de respiraciones por minuto. En ciertos deportes (artes marciales o de- portes de contacto) en los cuales el entrenador o el profesor de educación física es un modelo a seguir para los atletas o los alumnos (no sólo en el aspecto social, sino también en el físico), se necesita que el entrenador explique por medio de ejercicios la habilidad. Y se nota cuando el en- trenador se fatiga rápida y repentinamente y no puede terminar de realizar la actividad debido a la falta de capacidad respiratoria. Es por eso que todo profesional de la cultura física y del deporte debe ser un ejemplo. Metabolismo: de acuerdo con González (2000), con la práctica del ejercicio físico hay me- jor y mayor cantidad producción de atp. Por tan- to, hay también mejor producción de fosfato de creatina, y a su vez aumento de combustibles de reserva: glucógeno, azúcar sanguíneo y reservas de ácidos grasos. Cada uno de los seres humanos posee un me- tabolismo diferente y único, que se va volviendo más lento con el paso de la edad, además del tipo de alimentación que tiene cada individuo; es por eso que esta visión holística propone que cada profesional de la cultura física y del deporte, cui- de de su: • Alimentación. Navarrete (2010) señala cuáles deberían ser los hábitos o patrones de con- ducta relacionados con un estilo de vida sa- ludable: alimentación equilibrada, descanso regular y realizar actividad física con la fre- cuencia, intensidad y duración adecuadas. Al cuidar la alimentación y realizar actividad física disminuyen las grasas malas y se mantienen niveles normales de glucosa, en especial en per- sonas con problemas de diabetes e hipertensión. Por otro lado, tenemos que la famosa “comida chatarra” todavía es permitida en las escuelas. Delgado y Tercedor (2002) detallan los hábitos nutritivos que la escuela debería desarrollar. El profesional de la cultura física y el deporte debe evitar el consumo de comida chatarra, primero por salud y después por ser un ejemplo que debe dar como persona especializada en el cuidado de la salud. • Sueño y descanso. La horas de sueño son otro factor para que la función del metabolismo sea regulada, pues tan importante es el tra- bajo como el descanso; respetar estos ciclos logrará un equilibrio físico en el ser humano: al sentirse bien consigo mismo, se sentirá de lo mejor también con lo demás y, como con- 22 María Magdalena Salazar Landeros, Pedro Reynaga Estrada y José Aldo Hernández Murúa secuencia, los resultados profesionales serán de primer nivel (Navarrete, 2010). • Higiene. Muñoz (2008) comenta que una co- rrecta higiene personal es el mejor método para prevenir muchas enfermedades, espe- cialmente las transmisibles. Éste es uno de los factores en la formación del profesional de la cultura física y el deporte que se debe vigilar con rigurosidad por lo dinámico de la actividad, ya que el sudor, el pasto y la tierra son elementos frecuentes en la realización de actividad física, por lo que el profesional debe de ser reiterativo en este aspecto, empezando por presentarse a sus clases de una manera impecable tanto en el hablar como en el ves- tir. En la cancha debe de usar ropa deportiva, su cabello deberá estar limpio, al igual que su calzado, pues esto habla de una cultura salu- dable. La formación espiritual. El sentidode trascendencia o inteligencia espiritual Para Antunes (2006), “aprender a ser” es uno de los cuatro pilares de la educación para el siglo xxi. Para aprender a ser, es necesario conocer el ser. El humano es un ser integral con tres dimensiones: espíritu, alma y cuerpo. Cada día que avancemos en el conocimiento de esta armonía, podremos hacer más efectivos los procesos de enseñanza, el desarrollo profesional y entendimiento adecuado del sentido de trascendencia (González, Domín- guez y Ceriani, 2000). Para el desarrollo de cada una de las áreas y la aprehensión del conocimiento en ellas, se ha establecido diferentes tipos de inteligencias. Mas ¿qué significa inteligencia? ¿En nuestra profesión cómo aplicamos la inteligencia? ¿Qué significa sentido de trascendencia? Siempre se ha considerado que la inteligencia hace referencia a aquellas personas que son estu- diantes con calificaciones sobresalientes. No obs- tante, analizaremos este término. Según el Dic- cionario de la Lengua Española (2001), inteligen- cia proviene del los vocablos latinos intellegere e intellegentia, de los términos: inter que significa “entre” y legere que significa “escoger”, por lo que, etimológicamente, inteligente es quien sabe es- coger o decidir. La inteligencia permite elegir las mejores opciones (capacidad de entender, asimi- lar, analizar y responder) para adaptarse al medio y resolver una cuestión. La inteligencia es defini- da como la capacidad cerebral por la que conse- guimos penetrar en la comprensión de las cosas eligiendo el mejor camino (Jefferson y Moore, 2005). La teoría de las inteligencias múltiples (Fra- mes of Mind: The theory of multiple intelligences) de Gardner (2006) señala que no existe una inte- ligencia única en el ser humano, sino una diver- sidad de inteligencias que marcan las potenciali- dades y acentos significativos de cada individuo, trazados por las fortalezas y debilidades en toda una serie de escenarios de expansión de la inteli- gencia. Clonninger (1994) refiere una novena in- teligencia y la define como “espiritualidad y au- totrascendencia” o “inteligencia espiritual” que hace referencia a la capacidad de tener recono- cimiento social y la capacidad de trascendencia del hombre, en el sentido de lo divino o sagrado a los comportamientos virtuosos que son exclu- sivos del hombre. Para Clonninger, el desarrollo de la inteligencia espiritual es la respuesta para dar una solución integral al individuo. En este capítulo la definimos como “sentido de trascen- dencia”. Si consideramos los nuevos retos descri- tos previamente por Del Valle (2008) a los que se enfrentan los profesionales de la actividad física y del deporte, además de los grandes problemas epidemiológicos de salud que se presentan ac- tualmente en la sociedad mexicana, será impres- cindible tener una visión holística e integral de la emergencia del nuevo perfil profesional en el área de la actividad física para la salud (Gallegos, 2000). El sentido de trascendencia a partir de una visión holística o de la integralidad del ser nos permite la apropiación de un sentido de valores y ética profesional y la difusión de los mismos; esta visión parte del conocimiento mismo del individuo, la gerencia del sí mismo, su grado de compromiso social y su trascendencia como ser humano (met, 2012). La trascendencia no está sujeta ni al tiempo ni al espacio; la conocemos cuando nos encontramos con el verdadero senti- do de la vida. Cuando logramos el entendimiento para renovar la mente a partir de la percepción 23 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación del profesional de la cultura física y del deporte espiritual; entendimiento para identificar el pro- ceso personal de madurez y felicidad; capacidad para afrontar el yo, los factores externos y la co- sas del pasado y que no afecten el nuevo sentido de vida (González et al., 2000). Un profesional de la cultura física que tiene un claro sentido de su vida, incorpora la cultura física a su forma de vida, y al mismo tiempo la cultura física es inspiradora para la definición del sentido de la vida, en donde la inteligencia espi- ritual esta en armonía con el cuerpo (Escudero, 2009). El planteamiento hacia la visión holística a través del sentido de trascendencia es encon- trar un sentido a la vida, primeramente como ser humano y posteriormente como un profesionista que trasciende en el área de actividad física para la salud con proyectos creativos e innovadores. Figura 2 Perspectiva de la formación básica en actividad y salud en el profesional de la cultura física y del deporte para una mejor calidad de vida Conclusión La visión holística de la actividad física para la salud en la formación de la cultura física y el deporte desafía al profesional a un cambio en sus técnicas y métodos de enseñanza-aprendizaje, ya que además de basarse en su experiencia y conocimientos, tanto él como el alumno expe- rimentarán el desarrollo a través de sus propios conceptos y valores, nuevos conocimientos y nuevas formas de llevar a cabo las actividades; se volverá más creativo, motivado y seguro de sí mismo. La relación entre el profesor y el alumno será más afectiva y efectiva, interactuando en las tres áreas: intelectual, física y espiritual, y lo principal: impactará en una mejor calidad de vida para ambos. Referencias Antunes, C. (2006, 5ª ed.). Estimular las inteligencias múltiples: que son, como se manifiestan, como funcio- nan. Madrid, España: Narcea de Ediciones. Arbona, Lorenzo y Aguirre, Josefa (2001). Enseñar a los alumnos a estudiar y a trabajar en forma in- dependiente. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital. Buenos Aires, año 7, núm. 39, agosto. Blake, B. (1996). Spiritual, moral, social and cultural development in Physical Education. The Bulletin of Physical Education, vol. 32, pp. 6-16. Blández, J. (1996). La investigación-acción. Un reto para el profesorado. Barcelona: Inde. Bouchard, C., Shepard, R., Sthephens, T., Sutton, J. R. y McPherson, B. D. (1990). Exercise, fit- ness and health: The Consensus statement. En Bouchad, C., Shepard, R., Stephens, T., Sutton, J. R. y McPherson, B. D. (eds.), Exercise, fitness, and health: consensus of current knowledge (pp. 3-28). Champaign, IL: Human Kinetics. Bruce, R. (1984). Exercise, functional aerobic capaci- ty and aging another view point. Med. Sci. Sport Exer.16:8. Ceballos Rivera, J. J., Ochoa Muñoz, J. y Cortez Pérez, E. (2000). Depresión en la adolescencia. Su rela- ción con la actividad deportiva y consumo de dro- gas. Revista de Medicina del IMSS, 38(5), 371- 379. Centelles Badell, Leticia, Lancés Cotilla, Luisa y Roldán Carmona, Javier (2005). La actividad física en la rehabilitación del paciente hipertenso. Propuesta de un sistema de ejercicios. http://www.efdepor- tes.com/Revista Digital. Buenos Aires, año 10, núm. 84, mayo. Chopra, Deepak y Orloff, Judith (2005). El poder de la intuición. Hay House (audio). Cloninger, C. R. (1994). The Temperament and Character Inventory (tci): A guide to its development and use. Washington University Center for Psychobiology of Personality. Contreras Jordán, Ricardo (2000). La fromación ini- cial y permanente del profesor de educación física. Editorial de la Universidad de Castilla-La Mancha, vol. 2, pp. 465-468. Delgado, M. y Tercedor, P. (2002). Estrategias de inter- vención en educación para la salud desde la educación física. Barcelona: Inde. 24 María Magdalena Salazar Landeros, Pedro Reynaga Estrada y José Aldo Hernández Murúa Delgado Noguera y Medina Casaubon, Jesús (s/f). Relación entre el nuevo perfil del profesor de educación física y su forma- ción inicial. Lecturas Educación Física y Deportes. http://www.efdeportes.com/Revista digital. Año 4, núm. 15, Buenos Aires, 08/99. Del Valle, Y. (2008). Nuevos enfoques que fortalecen la educación física en Venezuela. http://www.ef- deportes.com/ Revista Digital.Buenos Aires, año 13, núm. 121, junio. Devís-Devís, J. (ed.) (2000). Actividad física, deporte y salud. España: Inde. Devís-Devís, J. y Peiró Velert, C. (1992). Nuevas pers- pectivas curriculares en educación física: la Salud y los juegos modificados. Barcelona, España: Inde. Devís-Devís, J. (2001). La educación física, el depor- te y la salud en el siglo xxi (trad. C. Peiró y M. T. Sanegre). España: Editorial Marfil. Dewey, John (1961) Democracy and Education. An in- troduction to the philosophy of education. New York: Feather Trail Press. Diccionario de la Lengua Española (2001). Inteligencia (http:/ / buscon. rae. es/ draeI/ SrvltConsulta?TIPO_BUS=3& LEMA=inteligencia) (vigésima segunda edición). Real Academia Española. Dzhamgarov, T. y Puni, A. (1979). Psicología de la educación física y el deporte. La Habana: Editorial Científico Técnica, p. 23. Echevarría, José Antonio y Morffi, Alfredo (2002). La cretividad y el papel del docente en la activi- dad física y deportiva. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital. Buenos Aires, año 8, núm. 53, octubre. Escudero, D. (2009). La educación física y su influencia en la formación integral del hombre para la vida. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires, año 14, núm. 131, abril. Forbes, Scott H (2003). Holistic Education: An Analysis of its Ideas and Nature. Brandon, Vermont, eu: Foundation for Educational Renewal. Frost, H. M. (1982). Mechanical determinants of bone remodeling. Metabolic Bone Disease & Related Research, 4: 217. Colorado, eu: Elsevier. Ferrer, V. (1996). Prescripción del ejercicio físico para el acondicionamiento cardio-respiratorio. Instituto Municipal del Deporte de Albacete. España: Universidad de Murcia. Recuperado el 15 de ju- lio de 2012 de: http://ocw.um.es/gat/contenidos/ palopez/contenidos/Resistencia_Cardio_Ferrer. pdf. Gallegos, R. (2000). El espíritu de la educación. Integridad y trascendencia en educación holista. Guadalajara. México: Fundación Internacional para la Educación Holista. Recuperado de: http:// www.articulosya.com/article/3095/Educacion_ Holista_de_Ramon_Gallegos.aspx. González Garza, A. (2009). Educación holística: la pe- dagogía del siglo xxi. Barcelona, España: Kairos. González Martín, Mariano (2000). Respuesta meta- bólica al ejercicio. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires, año 5, núm. 27, noviembre. González Ramella, G., Domínguez, I. y Ceriani, P. (2000). Millon y Cloninger; dos modelos integra- tivos de la personalidad. Mar del Plata: Congreso Atlántico de Psiquiatría, apsa. Gardner, H. (2006). Frames of Mind: The theory of mul- tiple intelligences. eu: New Horizons, Basic books. Hall, Ochoa, Martínez, Sáenz y Monreal (2009). Estudio comparativo del nivel de actividad fí- sica, estado nutricio y obesidad abdominal en profesores de educación física de la Universidad Autónoma de Sinaloa y la Universidad de Huelva. Retos: nuevas tendencias en educación física, deporte y recreación, núm. 15, pp. 5-8. Hare, J. R. (2006). Towards an Understanding of Holistic Education in the Middle Years of Education. Journal of Research in Education, 5: 301-22. Herrera Escudero, Mauricio (2011). Efecto del ejerci- cio físico en la producción de los neurotransmi- sores cerebrales y su relación en la prevención de adicciones. Educación social y Prevención de Adicciones. Fonos 56-055- 256024. Chile. Recuperado el 11 de diciembre de 2011 de: http// www.uanyof.cl/Original%20trabajo%20congre- soMauricioHerrera.htm Ingham, K. y Jan Christian Smuts (1986). The Conscience of a South African. Nueva York: St. Martin’s. Jefferson, J. y Moore, D. (2005, 2ª ed.). Manual de psi- quiatría médica. España: Editorial Elsevier. Lameiras, M., Calado, M., Rodríguez Castro, Y. y Fernández Prieto, M. (2003). Hábitos alimenta- rios e imagen corporal en estudiantes universita- rios sin trastornos alimentarios. [Versión electró- nica]. Revista internacional de psicología clínica y de la salud, 3, 23-33. León-Pajuelo, V. (2009). Inteligencias múltiples y edu- cación física. La práctica de actividad física y de- portiva también desarrolla la inteligencia. http:// www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires, año 14, núm. 138, noviembre. 25 La visión holística de la actividad física y la salud en la formación del profesional de la cultura física y del deporte Levy, J., Trevarthen, C. y Sperry, R.W. (1972). Perception of bilateral chimeric figures following hemispheric deconnexion. Brain, 95(1), 61-78. Manifiesto sobre Fair Play (1971). Subsecretaría de Educación. Dirección Provincial de Enseñanza. Dirección de Educación Física. Provincia de Buenos Aires. Dirdef@ed.gba.gov.ar Movimiento Estudiantil y Profesional del Tratamiento Integral ac (2012).Recuperado el 15 de julio de 2012 de: http://www.metmx.com.mx/#/Somos. Moncada Jiménez, José y Chacón Araya, Yamileth (2012). El efecto de los videojuegos en variables sociales, psicológicas y fisiológicas en niños y ado- lescentes. Retos: nuevas tendencias en educación fí- sica, deporte y recreación, núm. 21, pp. 43-49. Morilla Cabezas, M. (2001). Beneficios psicológicos de la actividad física y el deporte. Universidad de Sevilla, España. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires, año 7, núm. 43, di- ciembre. Muñoz Rivera, Daniel (2008). La salud y la calidad de vida. Actividades físicas más convenientes para la mejora de la salud. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires, año 13, núm. 127, diciembre. Navarrete González, Raúl (2010). Factores influyen- tes para la práctica segura de la actividad física. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires, año 14, núm. 141, febrero. Organización Mundial de la Salud (2011). Nota des- criptiva núm. 311. Marzo. Pastor, Yolanda y Balaguer, Isabel (2001). Relaciones entre autoconcepto, deporte y competición deportiva en los adolescentes valencianos. España: Unidad de Investigación de Psicología del deporte. Pérez Samaniego, V. y Devís Devís, J. (2003). La pro- moción de la actividad física relacionada con la salud. La perspectiva de proceso y de resultado. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 3 (10) pp. 69-74. Recuperado de: http://cdeporte.rediris.es/revis- ta/revista10/artpromocion.htm. Pichiyá-Bal, J. (2010). Neurociencia y educación físi- ca. EFDeportes.com. Revista Digital. Buenos Aires, año 15, núm 149, octubre de 2010. Recuperado de: http://www.efdeportes.com/ Pila, A. (1988). Educación físico-deportiva: enseñan- za-aprendizaje. Educación física y su didáctica. Madrid: Universidad de Huelva. Reynaga Estrada, P. (2001). Actividad física y salud mental (Buenos Aires. Año 7. Num. 40). Lecturas Educación Física y Deportes. Revista Digital. Recuperado de: http://www.efdeportes.com. Reynaga Estrada, P., Preciado-Serrano, M. D., Montaño-Valencia, A. O., González-Carballido, L. G. y Morales-Acosta, J. J. (2009). Diseño, cons- trucción y validación de una escala de evaluación de la salud psicológica en deportistas de alto ren- dimiento. Revista Mexicana de Investigación en Cultura Física y Deporte, 1(1), 100-113. Rodriguez, Lucía y José Díaz, Francisco (2001). for- mación de valores en la educación física. Lecturas Educación Física y Deportes. Revista Digital. Buenos Aires, año 7, núm. 37, junio. Ruiz Juan, Francisco, De la Cruz Sánchez, Ernesto, Ruiz-Risueño Abad, Jorge y García Montes, María Elena (2008). Patrones de tabaquismo en jóvenes y práctica de actividad físico-deportiva durante el tiempo libre. Retos: nuevas tendencias en educación física, deporte y recreación, núm. 14, pp. 75-79. Sánchez Bañuelos, F. (1996). La actividad física orienta- da hacia la salud. España: Biblioteca Nueva. Sánchez Vidal, A. (1991, 2ª ed.). Psicología comunita- ria. Bases conceptuales y operativas. Métodos de intervención. Barcelona, España: Promociones y Publicaciones Universitarias. Secretaríade Educación Pública (2010). Programa de Escuela de Tiempo Completo (petc). Recuperado de: http://basica.sep.gob.mx/tiempocompleto/. Silva, A. M., Reynaga Estrada, P. y Quiroga, S. R. (2009). Ciencia, educación física, deporte y re- creación. Aproximaciones epistemológicas y so- ciales desde el sur. En P. H. Tavosnanska (Ed.), Democratización del deporte, la educación física y la recreación. Aportes a la integración regional y la co- operación internacional (pp. 47-57). Buenos Aires: Editorial Biotecnológica. Smuts, J. C. (1926). Holism and Evolution. Nueva York: The Macmillan Company. Soares de Araújo, Claudio Gil (2005). Flexitest. El método de evaluación de la flexibilidad. Badalona, España: Paidotribo, pp. 71-75. Torres, César (1998). Conocimiento explícito e im- plícito, ¿dos formas distintas de pensamiento? Lecturas: Educación Física y Deportes, año 3, núm 10. Buenos Aires, mayo. Trepat, D. (1998). La educación en valores a través de la iniciación deportiva. En Blázquez, D., La inicia- ción deportiva y el deporte escolar. Barcelona: Inde. unesco (1998). La educación encierra un tesoro: in- forme a la unesco de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo xxi, presidida por Jacques Delors. In’am Al Mufti et al. 1ª edición, 4ª impresión. Santillana. 27 Capítulo 2 Influencia de la vida moderna en la hipo-actividad física Ciria Margarita Salazar C. Emilio Gerzaín Manzo Lozano Rossana Tamara Medina Valencia* Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Colima Resumen El movimiento es un efecto físico que enmarca al cuerpo humano (y a cualquier otro cuerpo), remite a la noción de vida y en consecuencia al establecimiento de relaciones entre iguales. El surgimiento de centros urbanos establece formas de sobrevivencia y adaptación que requieren la instrumentación de artefactos facilitadores de las tareas cotidianas y, por lo tanto, suplen las funciones móviles en el género humano ¿será esta transformación civilizatoria una manera de entrar a un nuevo estado para la evolución? El presente texto reflexiona sobre la relación movimiento-cuerpo-ciudad, a partir de la pre- ocupación mundial acerca de la pandemia de la obesidad y su relación con el sedentarismo y el desarrollo urbano. La relación cuerpo-movimiento establece un marco para el desenvolvimiento de la vida hu- mana. El desarrollo de las capacidades motoras especializadas para determinadas tareas que la evolución implica se frena ante la transformaci- ón de los hábitos y las costumbres sociales de la actualidad. En los últimos cuarenta años la vida basada en el esfuerzo físico doméstico, trabajos manu- ales y rudimentarios quedó relegada al pasado como etapa de barbarie para la especie humana. Se realiza un acercamiento, desde Foucault y Bordieu, a los conceptos relacionados con movi- miento y cuerpo en el ecosistema de la ciudad y en la temporalidad de hoy, porque es importante recalcar esta noción en el sentido de percepción actual. Finalmente, se proponen cauces para re- pensar los espacios donde la población se aglo- mera y un reajuste las consideración de actividad física en un centro urbano. Palabras clave: hipoactividad física, cuerpo, ciudad, urbanidad, vida moderna. Introducción La hipoactividad física, entendida como la falta, pérdida, cesación o insuficiencia de movimiento corporal, trae consigo, entre otros males, la atro- fia muscular, la subjetividad en la percepción de bienestar y la presencia de las enfermedades de la modernidad. Resultado de una limitada movi- lidad física durante un periodo prolongado. En los últimos cuarenta años, la vida basada en el esfuerzo físico doméstico, trabajos manu- ales y rudimentarios quedó relegada al pasado como etapa de barbarie para la especie humana. El Homo sapiens (hombre sabio) en la conquista tecnológica apostó a la superficialidad, el has- tío, la motilidad, la comodidad, la abundancia y lo digital, sobre la interdependencia del cuerpo, mente, espíritu, sobre el individuo y la personali- dad, sobre el movimiento y el juego; condiciones aislantes y vidas volátiles, de las cuales no puede 28 Ciria Margarita Salazar C., Emilio Gerzaín Manzo Lozano y Rossana Tamara Medina Valencia evadirse el hombre moderno que vive en las ciu- dades. Hoy en día las enfermedades pandémicas y los estilos de vida nocivos han disminuido la esperanza de vida de los hombres y las mujeres en el mundo. Se tienen vestigios en la literatu- ra de que hombres de edad avanzada aparecían ejecutando actividades a plenitud y lucidez. So- bre estos hombres se acuñaba la frase “ha tenido buena vida”, nada que fuera casual. La longevidad guarda estrecha relación con hábitos saludables, una percepción asertiva de la felicidad, una diná- mica de movimiento y esfuerzo físico cotidiano y costumbres higienistas en el comer. En nuestros días, el abanico del índice de vida oscila entre 80 años para los países desarrollados y menos de 40 en algunos de los más subdesarrollados. Definitivamente, la manera en que vive el hombre ha cambiado: ser moderno, urbano, cita- dino, consumista, capitalista, ha obrado en detri- mento del espíritu y el cuerpo; en pocas palabras, han dejado el movimiento para actuar como ma- sas hipoactivas. Vida moderna: tecnología, confort y mass media Perseguir el placer conduce a una búsqueda ince- sante del gozo por sí mismo. Vivimos en una sociedad hedonista, donde el esfuerzo y el orden —en cualquiera de sus manifestaciones— afec- tan esta construcción de la satisfacción, que sin duda alguna está dada por el consumo de deter- minados alimentos que marcan la pauta divisoria entre los animales y los seres humanos. En pala- bras de Foucault (1983): “se habrían separado de la vida animal por una especie de ruptura de dieta; en el origen, en efecto los hombres habrían utilizado una alimentación semejante a la de los animales: carne, vegetales crudos y sin prepara- ción”. Transformación es el término que podría defi- nir el estilo, ejercicio y desarrollo de vida huma- na actual, pues el cambio es la única constante. En ese término emparientan acciones singulares: evolucionar, movimiento, relacionarse... ¿cuál es el grado de evolución de la humanidad para vi- vir en este mundo donde parece que todo viene a reducirse a una pantalla, un bit, un giga? Este úl- timo —tan escurridizo elemento— de pequeñas dimensiones pero de grandes capacidades de al- macenamiento informativo, ha convulsionado la naturaleza del hombre para enfrentarlo, sin pre- paración alguna, a una estación distinta a todas aquellas etapas históricas donde las revoluciones y los cambios duraban décadas o bien siglos. Se enuncia “moderno” por decir “X vive hoy”, entonces tendremos que el movimiento caracte- rístico de las grandes organizaciones humanas, llámense metrópolis o comunidades virtuales, constituyen actores de un juego —indefinido, brumoso— en términos hermenéuticos: evanes- cente. Un claroscuro marca la función de cada hombre y mujer, sus relaciones, sus productos, cada son más generales, más globales pero al mis- mo tiempo más individuales. Otra vez la dualidad del giga. Indefinición se une a lo moderno: El habitus como sentido del juego es el juego social in- corporado, vuelto naturaleza. Nada es más libre ni más restringido a la vez que la noción del buen jugador. Él se encuentra […] en el sitio en que la naturaleza cae- rá […] El habitus como social inscrito en el cuerpo, en el individuo biológico, permite producir la infinidad de los actores de juego que están inscritos en el juego en el estado de posibilidades y de exigencias objetivas (Bourdieu, 1987). El juego que se juega es Ser, mantenerse individuo en tanto es aceptado por la sociedad: las reglas que construye el hombre sirven para regular los productos del hombre, una especie de metalengua de la sobrevivencia y convivencia. La mercadotec- nia y la publicidad así como la comunicación en cualquiera de sus manifestacionesconducen al ser humano para descubrirse, deconstruirse y cons- truirse con la única finalidad de poder lograr un pleno potencial y establecer nexos que reproduz- can a la especie —aunque suene a determinismo biológico— quizá las señales que constantemente se perciben por radio, televisión y la Web sean el anticipo de aquello que el género humano plan- tea como ideal. La perfección y el equilibrio son la meta. En la construcción de realidades se manifies- ta la realidad más próxima del hombre: el cuer- po. Toda la sociedad se cierne sobre esta masa: vestido, comida, vivienda, artefactos, luchas y 29 Influencia de la vida moderna en la hipo-actividad física pacificaciones. Desde el cuerpo manifestamos la existencia a través del movimiento en un espacio determinado. Si fuese un texto, se piensa en los distintos relatos, descripciones o argumentacio- nes que demostramos a través de las trayectorias, conformaciones y posiciones corporales. La mis- ma ciencia parte del cuerpo, del sentido común y empirista hasta transformarse a la aseveración de la ley, es decir, el hombre se aleja de sí mismo al considerarse una entidad más abstracta que concreta. El cuerpo es el punto de vista que del mundo tiene el hombre. Al mismo tiempo, es el lugar de todos los que hacen el mundo, que lo ven repre- sentado en los rostros, los abdómenes, los des- files de modas, las competencias deportivas. El hombre es cuerpo para poder transitar al estado del alma. El alma se pondera porque es un lugar no visible, algo que da la característica de dual a cada sujeto y que por lo tanto es imposible veri- ficar pero que al mismo tiempo, dignifica y cate- goriza diferente, con una base religiosa, al género humano distinguiéndolo del resto de los anima- les. Decir representación es acercarse al mundo de los signos. El cuerpo es un signo que se dibuja, se lee, se desdibuja y probablemente, como en el I ching, sea mutante. Entonces surgen, a lo largo de la historia, diferentes figuras emblemáticas que han de ca- racterizar determinada época —mismas que las diferentes manifestaciones artísticas se encargan de plasmar, y que definen el perfil de corporal de los protagonistas, o por continuar con la línea antes señalada, jugar el juego en el terreno que les es plantado—. A la construcción del cuerpo recurren temas tales como la alimentación, la di- versión, el vestido, entre otras, para conformar su bienestar que, a su vez, irán a traducirse en conocimiento para que pueda equilibrarse es en- tidad dual. El dibujo del cuerpo plantea varias interro- gantes ¿existe un forma única y equilibrada?, ¿las distintas agrupaciones humanas conforman un sentido particular que da sentido a la corpo- reidad?, ¿qué es el cuerpo en un mundo donde el movimiento físico cada vez se restringe más?, ¿existe una forma democrática para la formación, cuidado y saneamiento del cuerpo? Las preguntas anteriores y muchas otras pueden categorizar las diferencias corpóreas en tanto la sociedad y quienes la conformamos nos debatimos en problemáticas salud consecuentes de un desarrollo inarmónico de la actualidad. El acceso y consumo de bienes y servicios no son equitativos. En una retrospectiva imaginaria: es la década de los setenta en una comunidad de un estado cualquiera de la República Mexicana. La capital del estado se encuentra a 15 minutos por carretera, pero no cuenta con agua potable ni electricidad y se dedica al cultivo de temporal. Para hacerse de agua potable cada familia dedica un día para extraer el agua de una noria cercana, responsabilidad rotativa semanalmente entre los pobladores. No tenían centros de salud; quie- nes deseaban estudiar más allá de la educación primaria, viajaban diariamente a la ciudad. A mediados de esa década, el gobierno federal dota de electricidad, agua potable y otros servicios a este lugar, posteriormente se instala una telese- cundaria en tanto la red carretera estatal se agi- liza y moderniza. Con el agua potable llegan otro tipo de cultivos. Con la electricidad, los aparatos que facilitan la vida en casa ¿cuál fue el impacto en el cuerpo de los lugareños después de treinta años de beneficios sociales? Añadimos a esto la influencia de la televisión, la migración y la movi- lidad social. Vida urbana vida inmóvil La Revolución Industrial fue un periodo his- tórico coyuntural, relevante por la cantidad de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales experimentadas por la humanidad. La industrialización dejó en la historia al trabajo manual para dar paso a la manufactura industrial; reflejo del éxito de la época es en nuestros días la globalización1 y la manera en que se es parte de una cultura política mundial. Esta apertura eco- nómica y de libre comercio mundial permite que cada vez las personas adquieran y tengan acceso a las creaciones tecnológicas más avanzadas en el afán de mejorar la calidad de vida de las personas. 1. Proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia libe- ral y que han abierto sus puertas a la revolución informática. 30 Ciria Margarita Salazar C., Emilio Gerzaín Manzo Lozano y Rossana Tamara Medina Valencia Lo que en los siglos xviii y xix causaba un consumo energético ante la extenuante carga ho- raria laboral —16 horas por día— en las grandes ciudades, la máquina de vapor, la sistematización de procesos, posteriormente la producción en se- rie, marco el destino inactivo de nuestra época. Se dejó atrás el proceso manual (rústico) para operar máquinas (moderno). El proceso de indus- trialización masivo que acompañó a la Revoluci- ón Industrial habría concentrado en la ciudad los principales factores productivos, haciendo crecer su tamaño y despoblando los núcleos rurales y urbanos más pequeños para, en una segunda eta- pa, difundir el carácter urbano por todo el terri- torio. La sociedad se ha urbanizado imponiendo sus modos de vida de forma absoluta. Estas formas de vida han respondido a las políticas urbanísticas y planificación de servicios de cada nación, estado o municipio, amparadas en los idilios de mejora socioeconómica, pero trastornando la dinámica de los núcleos sociales e individuales; conduciendo también a que la ciu- dad sea cada vez más lejana en sus partes, más disgregada, cada vez más mecanizada y por lo tanto menos considerada hacia las posibilidades de movimiento e interacción humana. Ya lo de- cía Saramago (2005): “Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolu- ción tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal”. La hipoactividad física se presenta con mayor frecuencia en la vida moderna urbana, en socie- dades altamente tecnificadas, diseñadas para evadir grandes esfuerzos físicos y potenciar acti- vidades cerebrales. El diseño urbano y la dinámica socioeconó- mica que prevalece en las ciudades de México y algunas latinoamericanas, es limitante y castran- te para el movimiento físico, imposible para mo- vilizarse dentro de ella, espacios reducidos para la práctica del ejercicio físico y deportivo; jornadas de trabajo saturadas de actividades, multifuncio- nalidad laboral y escaso tiempo libre. Las ciudades no tienen un diseño preventivo ni cuentan con arquitectónica saludable, todo lo contrario, proveen de barreras físicas y factores alimentadores de enfermedades y accidentes; rara vez, la urbe es un espacio de encuentro y se- guridad. México en las últimas décadas sufrió un cam- bio acelerado de proporciones gigantescas, ante- riormente las megalópolis eran tres en el país. La llegada de la modernidad y políticas neolibe- rales provocaron la concentración de individuos que buscando la mejora de condiciones sociales de vida dejaron las comunidades rurales para convertir las capitales de los estados en ciudades urbanas, evidentemente con todas las problemá- ticas que la modernidad conlleva: agotamiento de los recursos naturales,