Vista previa del material en texto
SALMOS PEKITENCIALES Se volvi6 tni vel-dor en sequedades de verano. Selah. Semejante aflicci6ri iiace marchitar e1 corazón, ánimo y sentido de niodo que también e1 ciierpo de1 Iiombre decae. 5. POY 10 tanto lzngo manifiesto. Ahora advierto que no l-iay cosa mejor que confesar ante ti que en mí no hay más que pecado y nada bueno, para que só10 tu gracia sea enaltecida y ansiada, y termine todo orgullo y confianza en 10s méritos y buenas obras. Y no encubrió mi pecado. Asi proceden aqiiellos a 10s ciiales si: espíritu maííero produce una confianza enganadora, de inanera qiie sin iniedo osan justificare v disculparse a sí mismos. Ademris entra11 en altercados con otra gente y caen en soberbia, odio, impaciencia, se erigen en jiieces y hablan de1 prójimo; a caiis;i de su "inocencia" se viielveri vcrclacleramente culpa- hles, y no obstante, quieren liabri proceílirlo bien y rectamente. Ocul- tan profundamente si1 maldacl, piiesto que lraccn valer sii piedati. No confiesan a Dios ? t i pecado en verdad y siri nialicia de sii espíritu inte- rior. En cambio, 10s hombres rectos no esconden si1 mialílacl, no se enco- lerizan, no se vuelven inipacientes, aunque ~i i fran iniiisticia, puesto que no creen que algiiien 10s pueda tratar injustamente. N o encuentran justicia en sí. Son 10s bienaventurados a los cuales Dios 105 redime y cancela su injusticia, porque la dcclaran; y porque ello, inisinos no en- cubren o esconden su pecado, por eso Dios lo riibre 7 oculta. Esto significa: Alrora veo que LIXO debe decir y actuar así. No puede qer de otro modo. Es como si dijera: tú eras tan benigno y tanto te agrada oír e1 verdadero reconocimiento y la confesión humilde, que tan pronto como e1 liombre se propone humillarse, de inmediato lo consiielas y levantas. Ni bien se reconoce pecador y lo lamenta ante ti, en seguida e5 justo y agratlable a ti. Confesaré co?ztra rni mis tranyl-esiones a1 Secor. Esto es: Yo me reprenderé a mí mismo y Dios me elogiará; rne deshonraré y Dios me dará horior; me aciisaré y Dios me disculpará; hablaré contra mí y Dios hablará a mi favor; diré mi culpa, é1 dirá mi mérito, como 10 hizo a María Magdalena en la casa de Simón e1 leproso lfi. Y tú perdonaste la maldad de ~ n i pecado. Selah. T ú perdonaste, porque yo tuve en cuenta Ia maldad de mi pecado y la confesé. 6 . Por es fo o?-n~dn R ti todos los sa~itos. Eso significa: Serán santos porque lloran ante ti su maldad y pi- den clemencia. Kótese bien: ante ti. Porque, si bien parecen santos ante Ia gente, no 10 toman en cuenta, sino que teinen tu juicio, sabien- do que su santidad no es nada ante ti. A1 contrario, humildemenite esperan tu gracia. E n t i e~npo oportuno. Es e1 momento cuando e1 hombre se conoce a s í mismo o el tiempo de ia gracia, piiesto que es Ia oporliinidad propia de pedir, coino dice e1 profeta Isaíaslí: "En tiempo aceptable te oí". En esta coyuntura están 10s santos, cuando Dios 10s toca y visita con Ia lu^ de la gracia. Czertarnente e97 las inundacione.~ de muchns aguas. Esto significa: E1 santo que así se basa, no eri si1 santidad, sino sobre Ia roca de tu justicia que es Cristo, en la cual se fundamenta cada cual que iç acusa a sí mismo, se reprende y se juzga cuando lo acosan muclios embates y tribulaciones crueles igual como un diluvio con aguas, o si lo persiguen por su vida humilde. N o llegardn n ellos. Esto significa: No perjiidicarán su alma, aunque tengan que dejar e1 cuerpo y la vida. 7 . Tú eres n u 1 efugio. Eii todas estas aguas de las tribitlaciones que me embisten eres tú mi roca en Ia que estoy parado firmemente, para que no me ahoguen y devoren. M e guardar& de lu angustia. Son las aguas, tribulaciones de todas partes alrededor. Con cantlcos de liberacid~z m e ~odearás. Selah. Esto significa: Me gloriaré cle tu gracia por dondequiera, y venceré Ias congojas y seré alboro7ado. 8 . T e halC entender, y te elzsefinré el camino en que debes andar. Es decir: Donde yo qiiiero que estés. Tú pides que te redima. No te enfades. No me ensefies a nií ni a ti. Entrégate todo a mi. SALMOS PENITENCIALES 259 Fiiera de mí no necrsitas maestro. T e enreiíaré e1 camino en que puedes andar según mi agrado. T e parece que todo está perdido si Ias cosas no van como piensas. Tus ideas son nocivas para ti v una traba para iní. Las cosas tienen que ir, no según tu entendimiento, sino más a115 cle é1. Si te hun Ies en Ia irreflexión, te daré mi refle- xión. Carecer de entendimiento es e1 verdadero entendimiento. No saber a dónde vas es conocer en verdarl tu camino. Mi inteligencia hace de ti un ser sin inteligencia. Así Abraham 1s abandonó su patria sin saber a d0nde iba. Se entregó a rni sapiencia, dejando a un lado su saber, y encontró e1 camiao recto a Ia meta recta. He aquí, ésta es la senda de la crii7. No puedes hallarla tú, sino que tengo que conducirte yo como a un ciego. Por ello, ni tíi, ni iin Iiombre, ni una criatura Ia podéis mostrar, sino m smo te ensefíaré por mi Espíritu y palabra e1 caniino donde ciebes ca~niilai-. No es Ia obra que tú kli- ges, ni e1 sufrimiento que tú ideas, 10 que debes seguir, sino e1 que te sobreviene contra tu elección, pensamiento y deseo. Alií obedece, ahí llamo, ahí sé discípulo; ahí es e1 momento; ahí ha venido ti1 maestro; ahí no seas un caballo o un animal irracional. Bbedéceme a mi abandonándote a ti. Mira, entonces: Sobre t i fijaré mis ojos. No te dejaré. No te hundirás. No te olvidaré. Tus ojos deben estar cerrados sobre ti, mientras mis ojos están abiertos sobre ti. ;No has leído: "Los ojos de1 Sefior están abiertos sobre 10s justos"1s. Y e1 monte Moriah se llama dominus videbit?20, sin duda, para que yo solo provea así, como tamb;in le pioveí a Abraham 10 que é1 no pudo proveer. En resumen, esto no es otra cosa que: D i a quiere que tengamos una £e recta y sencilla, y firme confianza, seguridad y esperanza. Por ello, en estas palabrai no se menciona explicitamente la fe, esperanza, humildad )I paciencia, sino lo que es Ia índole y ver- dadera naturaleza de esa viitud. Hay inuchos que e~cr i l~en de virtii- des, y en vez de mostrar su natiiraiela, elogian m2s 10s téiminos en sí. 9. N o seais con?o e1 c ~ b n l l o , o como el mtclo, si72 entendimiezto. Son aquellos que no me clejan gobernar. For el contrario, son como 10s aniinales provistos de sentidos que obedecen cuando sien- ten. Donde no sienten o no llegan a convencerse, no obedecen. No entienden e1 espíritii. Piles e1 caballo ;v e1 muio no han sido creados para comprender las cosas no perceptibles con 10s sentidos. Por ello, no son impelidos por elias ni para bien ni para mal. A L ~ son 10s liombres que quieren hacer, dejar o sufrir só10 10 que pueden medir, 18 Gn. 12:l y sigs. 1"al. 34:15. 2o Gn. 22:14; e1 Seiíor rerá. comprender, sentir y probar. No pueden sondear mi inteligencia. La razón es para ellos 10 que para 10s caballos son 10s sentidos. Ambos s610 andan de acuerdo con Ia vida sensitiva. Que han de ser sujetados c072 cabestso y con frencr, si n o quieren alle- garse a ti. Esto significa: No me agradan 10s que deben ser forzados por leyes como 10s animale5 con bridas, sino 10s que de plena libertad, sin coerción de Ia ley, me sirven por e1 espíritu y amor. Son 10s que se çobiernan a sí mismos. No quieren tolerar e1 gobierno de Dios y andan só10 según su parecer. Sin embargo, opinan que respetan y veneran a Dios en la nlejor forma. Consideran que son 10s más obedientes, piatlosor y justos, porque tienen buenas inten- ciones, y que es recto 10 que resulta de su buen designio. A ellps D i o ~ se opone siempre, porçrie son vanidosos y en e! sentido divino no son sumisos. Por e110 tienen que tener muchos padecimientos y plagas, y todo es en vatlo, sin mérito y consuelo, puesto que no tienen buena conciencia, sino solamente fatiga y trabajo en su buena vida, a 10 cual 10s impiilsa la ley y la concienciaabrumada y mala, como a 10s caballos y 10s mulos. Mas a1 que espe~a e?z el Seízor, le rodea~á Ia misericordia. Así como aquellos son rodeados por e1 juicio y Ia ira de Dim, por 10 cual tienen inucha desgracia y niriguna felicidad, por cuanto se basnil en sí misinoq y fiin<lan su esperanza en su propia intención buena, así 10s Iiombres rectos que no esperan nada de sí rnismos ni de su correcta opinión, ni se fían en eso, 10s circunda la bondad por Ia cual reciben muclios bienes y felicidad. Por eqto, concluye e1 sal- mista de ellos: 11. Alegraos en e1 Selior y gozaos, justos. Esto significa: Tlosctros que confiáis en Dios podéis también ale- graros en éi, que no os apoyais en vosotros ni os gozáis, sino que desesperáis de vosotros mismos y os afligís, sois enemigos de vosotros y en vuestra opiiii6n nada os complace. Y cantad con júbilo todos vosotros 10s rectos de corazón. Esto significa: Tened ánimo y sed valientes, levanlaos, gloriaos y complaceos como un liombre que se glorifica. Porque e1 çorazón que es recto ante Dios y no vertido sobre sí mismo, o algo fuera de Dios, se fundamenta eii e1 bien eterno y está firme. Por eso é1 posee MLMOS PENITENCIALES 26 1 con profusión de que puede gloriarse, lucir, ostentar y alardear. Como dice e1 apóstol: "El que se gloría, gloríese en el Sefior"Q1, Pero Ias almas torcidas y vertidas en si mismas con falsos pareceres, creyén- dose enganosamente buenas, alarctean de sí mismas y no de Dios. TERCER SALMO PENITENCPAL 'i. SALMO 38 Sefior, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira. Porque tus saetas están clavadas en rní, y tu mano me aprieta. Nada hay sano en mi carne, a cama de tu aixenaza; ni paz en mis Iiuesos, a causa de mi pecado. Porque mis iniquidades sobrepasan mi cabeza; como carga pesada se han hecho demasiado graves para md, Hieden y supuran mis ilagas, a causa de mi loçura. Estoy encorvatlo, esroy liurnillado en gran manera, ando afligido todo e1 dia. Porque mis entrafias se han secado de ardor, y nada Iiay sano en mi carne. Estoy debilitado y molido en gran manera; gimo a causa de la conmoción de mi corazón. Sefior, delante de ti estin todos rnis deseos, y mi suspiro no te es ocuito. Mi corazón está acongojado, me ha abandonado mi vigor, y aun la 1:iz de mis ojos me falta ya. Mis amigos y rnis companeros se mantienen lejos de mi plaga, y los más allegados a mí se han alejado. Los que buscan mi vida arman lazos; y 10s que procuran mi mal hablan e inwratan falsedades diariamente. Alas yo, como si fuera sordo, no oigsr y soy como mudo que no abre !â boca. Soy, pues, como un hombre que no oye, y en cuya boca no hây reprensiones. Porque en ti, oh Sefíor, he esperado; iú responderás, Seiíor Bios mio. 16. Pienso: No se alegren de mí; cuando mi pie re~bale, no se vanagiorien contra mí. 17. Pero estoy hecho para sufrir, y mi dclor está delante de mí continuainente. 18. Porque confieso mi nialdad, y estoy preocupado por mi pecado. 19. Porque mis enemigos están vivos y fuertes, y se han aumentado 10s que me aborrecen sin causa. 20. Los que pagan mal por bien me son contrarios, por seguir yo 10 bueno. 21. No me desampares. oh Sefior; Dios mío, no te alejes cie mí. 22. Apresúrate a ayudarme, oh Seííor de mi szlvación. Este s a h o representa en la forma más clara el modo, las pala- bras, Ias obras, 10s pensamientos y e1 comportamiento de un corazón verdaderamente arrepentido. 1. Oh Sefio?; no me reP~e;?das e n t u furor. Este castigo se aplica con palabras, como se reprende a un malhechor. Ni m e castigues en tzl ira. Esto se hace con hechos, como en ef segundo salmo penitencial =. Hablará a ellos en su furor, dice, 10s caqtigará en su cólera, y en su ira 10s asustará, es decir, 10s repi-enderá con hechos y obras. 2 . Po,rque t ~ ~ s saetas esián clilvndns en si. Las palabias de Dios con las cuales é1 reprende y amenaza en la Escritura son Ias saetas. Quien las siente, exclana: "Sefior, no me reprendas en tu Iuroi". Pero no las siente nadie, sino aquel al que son lanzadas al corzzón asustando Ia conciencia. Son 10s hombres íe- merosos a 10s ciiales Dios las lama en e1 corazón, Mas en 10s que no tienen miedo, que estdn enclurecidos, rebotan como en una roca dura. Esto continúa mientras !as palabras son anunciadas por predicaciones humanas sxn que Dios coopere y lance Ias flechas. Esto significa: No só10 tus paiabras airadas y amenazas me van a1 fondo de mi corazón, sino que tus acciones enfurecidas peszn siem- pre sobre mí y me oprimen. 2 Sal. 32. SALMOS PENITENCIALES 263 3 . N o hay paz en mis hzlesos a causa de mi pecado. Es como en e1 primter salmo penitencial23: ' T e n misericordia de mí, porque estoy enfermo". La carne está débil y enferma para el sufrimiento, y no puede soportar la mano y los actos de1 castigo de Dios. 4 . Nada hay sano e~2 mi carne. La ira de Dios me asusta tanto que tiemblan también mis piernas, y mi carne y tuétano disminuyen. A causa de mi pecado. Por conocer mi pecado, las saetas de Dios y sus palabras airadas me hacen presente e1 pecado en mi rorazón. De e110 se origina inte- riormente intranquilidad y susto de Ia conciencia y de todas las fuer- zas de1 alma, lo que vuelve muy enfermo a1 cuerpo. Cuando sucede esto, e1 hembre está en buen camino, pues a Cristo le aconteci6 10 mismo. 5 . Porque mis iniquidades sobrepasan rni cabeza. Esto significa: Me han sojuzgado completamente y son más nu- merosas y fuertes que yo. Todo eso se debe a las saetas, que hacen que 10s pecados sean tan innumerables, grandes y fuertes que e1 hom- bre no es capaz de librarse de ellos y de remediarlos, sino que su- c ~ m b e . Como carga pesada se han hecho demasiado graves para m%. Esto significa: más pesadas de lo que puedo soportar, como dice e1 Salmo 6424: "Seiior Dios, nuestras iniquidades psevalecen contra nosotros; quieras perdonar nuestra injusticia". De este modo e1 pe- cado nos huella hasta que vieiie la gracia y pisotea la iniquidad. Y levanta nuestra cabem encima de ella, de manera que la dominemos nosotros a ella y no ella a nosotros y nos gobierne. i o s que yacen en el pecado, 10s muertos, y los que son demasiado santos no sienten estas cosas. Por tanto, es cosa sorprendente: quien no riene pecado, 10 siente y 10 tiene, y quien lo tiene, ni 10 nota ni 10 tiene. Porque no sería posible que se quejase de1 pecado y se levantara contra 61, si no viviese en justicia y gracia. Un diablo no echa fuera a1 otroZ6; e1 pecado no acusa a sus semejantes; un lobo no ladra contra e1 otro. Es imposible que esté sin pecado quien eleva la voz contra éi, puesto que no debe usar ficciones ante Dios. Ha de ser verdâd que tiene pe- 2" Sal. ú:2. 2" Sal. 65:3. 26 L:. 11~18. 263 OBRAS DE M A R T ~ N LUTERO cado como dice, y al mismo tiempo será ciereo que está líbre de pecado; y como Cristo estaba vivo y verdaderamente muerto a la vez, deben estar cargados de pecados y tambikn exentos de ellos los Gwe son cristianos genuinos. 6 . Hieden y s~ipuran mis I l~gas. Igual como heridas y úlceras se emputrecen, supuran g hieden en e1 cuerpo, así también las iniperfecciones de la naturaleza humana se echan a perder y se vuelven hediondas, cuando uno no las atiende y cura todos 10s días con el ungüento de la pzcia y e1 agua de 2â palabra de Dios. Alioia ellos caminan seguros y no cuidan estos de- fcctos, como si fueraii sanos. Por ello, e1 salmo continúa diciendo: A causa de rni locurn. En presencia de ella, pilesto que la sabiduría es la sal y el ãgua que limpia las heridas. Esta sapiencia no es otra cosa que conocerse a fondo a sí mismo, como dice Proverbios 11 m: "Con 10s humildes está la sabiduria", porque e1 conocimiento no permite que e1 hombre se deje perder de este modo. En cambio, la necedad consiste en que e1 hombre no se ve a sí inismo, sino que opina gozar de perfecta sa- lud. Empero, las saetas de Dios revela11 estalocura, de modo que el hombre se da cuenta de cuán ciego ha sido en e1 conocimiento de sí mismo. Por tanto, e1 sentido es: cuaildo reconocí 'mi estulticia y la ignoranria acerca de mí, iioté también cuán lamentablemente mis he- ridas se han corrompido 7 vt~elto hediondas, 10 que antes no advertia en mi necedacl. Por tanto: 7 . Estoy encol-vado, esfoy humillndo en gran manera. Como un llombre que sufre y se siente mal, iiene exteriomente Lin comportamiento mísero, baja la cabeza y no tiene ganas de 1e- vantarla, de mirar, escuchar o hablar, sino que dirige también los ojos hacia e1 suelo. Ando afligido todo el día. Estas son Ias verdaderas sefiales de un arrepentimiento fundamen- tal, como e1 publicano27 que no se atrevi0 a alzar los ojos, estuvo afligido y se inclinó hacia la tierra más c011 ef corazóii que con e1 cuerpo. 8 . Porqzte mis entríjGas se hnn secado. Esto significa: Estoy interiormente tan Ilenu de angustias que quisiera morirme de sed. Tanto me extenúa ta! sufrimiento, como 26 Pr. 112 . 97 h. 19:15. SALTVIOS PENITENCIALES 265 acontece a todos 10s que se asustan fuertemente 7 ttienen miedo, como dice Proverbios 30 28: "Dad vino a los de amargado Anima". Y nada hay sano en rni carne. Como ya fue dicho: El cuerpo no piiede soportar tal angiistia de Ia conciencia, 10s hixesos tampoco. 9. Estoy debilitado y m401ido en gran maneríi. Como un corazón entristecido que por semejante terror de Ia conciencia está completamente quebrantado. Gimo a causa de lu conm'oción de mi corazón. Como un león grita y ruge, es decir, si el corazón está lleno de sufrimiento y gemido qUe no puede conterierse, sino que prorrumpe en un lamento lastimoso. 10. Seíior, delnnte de t i están todos mis deseos, y m'l' suspiro no te es oculto. Esto significa: >Ii anhelc es tan grande que no lo p ~ e d o exjr'esar con palabras, No sé qué pedir. T ú ves rni corazón. (Qué más te d i d ? Más grande es mi congoja de 10 que mi lamentación puede ser. Esto Io dice también e1 primes salmo penitencial: "Me he consumido a fuerza de gemir" m. 1 1 . AiZi corarón está acongojado, Son todas sefiales de un gran susto, si e1 corazón palpita y tiembla ante Ia gran ira de Dios. Me fia abandonado mi vigor. Esto significa: Mi f u e r ~ a me ha abandonado, en todas ias cosas estoy extenuado y pusilánime. Así dice tambien Zristo en d Salmo 21 %O: "llfi corazón es como cera derretida y ini vigor se seca". Esto lo hacen las saetas de Dios que caiisan esta desolación interior. Y a s n lu Luz de mis ojos me falta ya. Eso significa: hfi vista no está clara y alegre. sirro q ~ o esrá lúgubre, triste y sombria. 1%. Mis amigos y m i ~ comfiafieros se nzantienen leios de m i Esto significa: Me lie vuelto horror de mis amigos. Huyen ante mi miseria, como dice en otra partes:: Pllis parientes me eluuden, pg- 3s Pr. 3ã:G. Sal. 6:6. 30 Sal. 22:14 y sigs. Sal. 31:11; Job 19:13 y sigs.; Sal. 6953: Sal. 35:11; Sal. 88:8; Sal. 88:18. que se atemorizan ante la cólera de Dios contra mí, de modo que no osan consolarme. Y 10s más allega4dos n 7ni se han nlejado. Qbservan en qué va a parar esto. No me ayudan por el miedo de ser también castigados conmigo por los tiranos que me persigrren. 13. Y los que buscan rni vida a m m n lazos. Aquí indica Ia fuente de sus aflicciones. A saber, 10s tiranos y mala gente 10 atacan exteriormente a causa de Ia palabra y justicia de Dios. De esto se asusta en su interior y teme la ira de Dios. Entonces aparecen todos 10s pecados viejos que de otro modo no sentía ni pensaba en ellos, porque había caducado, puesto que un infortunio raras veces sobreviene solo. Y los que p+ocuran mH mal hnblnn e imentan fakedudes diariameate. Me atacan con mentiras y acusaciones falsas e inventan cosas cor,- tra mí para matarme. 14. Mas yo, conto si fziel-a sordo, no oigo; y soy como mudo que no abre la boca. Debo dejarles la razón y callarme como un tronco, porque mi hablar y responder no valen y no me ayudan. 15. Soy, pues, como ur2 hombre qzte no oye y e?z cuyn boca no huy reprensiones. Además no puedo reprenderlos y debo callarme la boca y no tener razón, puesto que no presta11 oídos, se enfurecen y no aceptan razones. 16. Porque en ti, oh SeEor, he esperado; tiz responderds, se fio^, Dios mio. - - - Son palabras de una £e Suena y iirme, que en tiernpos $e is, ad- versidad deja rodo a un lado y se atiene a la palabra y gracia de Dias, sin dudar de que Dios 10 escuchará y le ayudará. Sin embargo, no le fija e1 momento ni Ia manera de1 auxilio, sino que simplemente dice: "Tú me responderfis seguramente. Esperaré y no cesaré de aguardar". 17. Pienso: ATO se alegreri de mi cuando mi pie resbnle, z o se gana- glorien contra mi. fvli preocupación ha sido y he pensado dentro de mí: Ch, qciera Dios que no se alegren de nií, que no terminen por tener razón, sino que, como en e1 primer salmo penitencial, se turben y sean avergonza- dosa2. Resbalar e1 pie es sucumbir y no mantenerse en pie. Por tanto, * Sal. 6:lU. SALMOS P E N I T E N C I A ~ S 267 quiere decir: por e110 espero en ti, cuando la desventura me obliga. Si hiibiesen ganado, seria eternamente su escarnio y ellos eendrian razón. De esto me preocupo y tengo miedo. Piies así seria escarnecida también tu palabra. Este versículo indica cóino un hombre doliente se preocupa y se aflige, porque 10s impíos andan tan hien, y opina que seguirán asi y é1 estará perdido. Einpero Dios no permite que acontezca esto. Por e1 contrario, cuando prosperan de manera que creen haberlo lo- grado, ios derriba y hace que 10s justos vuelvan a estar alegres. 18. Pero estoy hecho p a ~ a sufrir, y 7ni dolor está en m2' continuamente. Asi habla y opina iin corazón que tiene que sufrir mucho, un padecimiento tras otro: "Oh Dios, no hay fin de 10s sufrimientos; cuando uno termina, comienza e1 otro. Bien lo veo que estoy hecho para e1 sufrimiento y siempre tengo que sufrir miseria"; Salmo 33%: "Muchas son Ias afliccioiies de1 justo, pero de todas ellas le librari4 e1 SeÍíor". 19. Porque confieso m i maldad. Esto significa: Semejante tribulación no es tampoco injusta, pioesto que mi viejo Adán debe ser limpiado de sus pecados y morir. Y estoy preocupado por mi pecado. Como se dice en ei cuarto salmo penitencial qiie sigueM: "Mi pecado está siempre delante de mí y confieso mis rebeliones". El sen- tido es e1 mismo que en este versícltlo. Los sabios, justos, santos y orgullosos reciben paz, tranquilidad, seguridad y honor, y no ven nada que 10s aflija, sino 10 que les es gozoso y agrababie. Ocultan y no con- fiesan su pecado, no piensan en é1 tampoco, sino s610 en su piedad y 10s yerros ajenos, como dice e1 versículo siguiente. Un hombre integro er, por otra parte, totalmente diferente, como dicen esos dos versiculos. Asf manifiesta también el santo apóstol Pablo ên Romana 7 B6: que en é1 habita el pecado y está cautivo de 61. No obstante, no hacfa nada ma10 exteriormente, sino mucho bien. También Cristo nianda a todos 10s snyos a odiar su vida 36. Ahora bien; no se debe abomecer nada sino solamente el pecado. ;Cómo penetra e1 pecado en 10s piadosos para que lo cieban odiar? No dice que só10 deben detestar Ias iniquidades preté- ritas que ahora están perdonadas y expiadas, sino e1 alma y la vida que sin duda esrán aún-en é!. Lcs santos orgullosos no toman en cuenta para nada estas transgresiones. Andari seguros manifestando que son pecados cotidianos y no son contrarios a1 mandamiento de Dios. Si 33 Sal. 34:19. 34 Sal. 51:3. 3 j Ro. 7 2 3 . 86 Jn. 12:25. En lugar de vida, Lutero tiene alnm. esto es verdad, ?por qué manda abominarlos y por qué e1 apóstol se queja de estar cautivo de ellos? Contra e1 pecado cotidiano - s e g í ~ dicen ellos- no hay mandamiento, ni hacen cautivo a nadie. 20. Porque mis enemigos e ~ t d n vivos y fue~tes; y se han aumentado 10s que m e aborrecen sin causa. Sufromucho y me va mal. Pero mis enemigos prosperan, como 10 describen Jeremias 12 y Habacuc 137, puesto que "vivir" es aqui tener días buenos y una existencia regalada. Ellos son poderosos y fuertes, yo soy oprimido sin cesar: gozan de honores, yo estoy deshon- rado; ellos están en paz, yo en tribulaciones; aumentan y hay muchos que 10s favorecen, 10s alaban, toinan su partido, yo s610 estoy abando- nado, nadie me acompafia o me es favorable. De este modo un verda- dero santo es muy disímil y está separado cle santos aparentes y falsos que se engafian a sí mismos. 21. Los q z ~ e pagarz xk1 por bierz m.e son contrarios ~ O T segz~ir yo lo bueno. Los que se creen sabios y justos s61o pueden pagar mal por bien, porque la doctrina recta que uno les dispensa y que les dice lc mejor y les sirve bien, lo que es cosa buena, Ia persiguen, la gagan con o&o y martirio. Además sospechan y calumnian a toàos los que buscan e1 mismo bien y le siguen. La causa es que este bien no es manifiesto, sino que está bajo la cruz y reditcido a la nada, oculto en Dios. Mas ellos no quieren ser reducidos a la nada en su vida y apariencía buena. Ansían representar algo o exteriorizar su ira y causar desgacia. No obstante, creen seguir en eso a1 bien. Empero en verdad es e1 mal y la perdición de ellos mismos. De esto se aparta el hombre piadsso y por eso 10 caiumnian. 22. N o me desampares, oh Sefior; Dios mio, rzo te alejes de mí. Estoy solitario, abandonado y despreciado por todos. For e110 recógeme y no me desampares. La naturaleza de Dios es de hacer algo de la nada. Por tanto, quieri no es aún nada, de é1 Dios no puede hacer nada. Los hombres hacen nada. Los hombres hacen de algo una cosa distinta. Pero esto es una obra vana e inútii. Por eso, Dios sólo recibe a 10s abandonados; cura únicamente a 10s enfermos; da Ia vista sola- mente a 10s ciegos; no resucita sino a 10s muertos; hace piadosos sblo a 10s pecadores y sabios a 10s aturdidos. En fin, se compadece única- mente de 10s míseros y acuerda gracia a 10s que carecen de ella. For tanto, ningún santo orgulloso, sabio o justo puede llegar a ser materia de Dios y lograr que Dios realice obra en 15.1, sino que queda en su propia obra de sí rnismo un santo fictício, aparente, falso y disfrazado, es decir, un hipócrita. 87 der. 12:l; Hab. 1:2 y sigs, SALMOS PEKITENCIALES 23. Apresú)ntt. a a y u d a r m e , oh SeEor d e mi salunción, Apresúrate a ayiidarme. Todos 10s demás se apuran a destruirme. No Iiay auxilio de Dios donde existe ayiida humana, incluso donde no hay perseciición de 10s hombres u hostigamients de1 individuo con- tra sí mismo. Díos no es un padre de 10s ricos, sino de los indigen- tes, viudas y hiierfanos. "A. los ricos envió vacíos." "h Dios de rni salvación, esto significa que no busco salvacibn s arixliio, ni en mi mismo ni en otro, sino rólo en ti. Así también dice en el Salmo 4 B S : "E1 Dios de mi jiisticia me oyó". Esto significa que es é1 quien da ka justicia. Idos variiclosos empero tienen saivación, auxilio y satisfacción en sí mismos. Su ayuda no es Ia de Dios. La han ideado para ellos mismos, por cuanto no se sienten condenados ni quieren serlo. SALMO 5í Ten piedad de mi, oh Dios, conforme a tu b o ~ d d ; conforme a tu gran misericordia borra mi rebelibn. Lávame a fondo de mi irraldad, y límpiaine de mi pecado. Pai-que yo reconoLco mi transgresión, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti solo he pecado, y he heclio 10 ?ma10 delante de ti. Por eso ser& reconocido justo en tus pãlabras hallado puro cuando se te juzgue. He aquí, en maldad Iie sido formado, y en pecado me concibi0 rni madre. H'e aqi~í , tú amas Ia verdad, y me haces comprender ia sabiduría en Io secreta. Purifícame con hisopo, para que sea Iimpio; Iávame, para que sea blanco como la nieve. Hazme oír gozo y alegria. para que se recreen 10s huesos que has abatido, Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. ê rea en rní, oh Dios, un coraz6n limpio, y renileva un espíritu obediente dentro òe mi. 38 Lc. 1:53. a9 Sal. 4:3. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme #e1 consuelo de tu salvación, y e1 espíritu noble me sustente. Ensefiaré a 10s transgresores tus caminos, para que 10s pecadores se conviertan a ti. Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, para que mi lengua glorie tu justicia. Scfior, abre mis labios, para que mi boca publique tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, si no yo 10 daria; no te agradan Ios holocaustos. Los sacrificios de Dios son e1 espíritu quebrantado; a1 corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Gios. Haz bien con tii benevolencia a Sion; edifica 10s muros de jerusalén. Entonces te agradarán Ios sacrificios de justicia, êi kdocaersto y ofrenda de1 todo quemada. Entonces ofiecerári becerros sobre tu altar. 1. Ten piedad de mi, oh Dios, confol-me a tu bo%da.d. Un corazón veraz y arrepentido no ve sino su pecado y miseria e3 Ia conciencia, por 10 cita1 no puede decir estas palabras con seriedad profunda quien aún halla algo de consejo y auxilio en sí mismo, por- que no es todavía completamente abatido, sino que siente algo como un consuelo en sí mismo, h e r a de Ia gracia de Dios. E1 sentido fie este versiculo es el siguiente: Oh Dios, ningún hombre ni criatura ine puede auxiliar ni consolar. Tan grande e? mi miseria, porque mi ma! no es corporal ni temporal. Por e110 Dios, que eres eterno, tú solo me puedes ayudar; ten piedad de mí, puesto que siia tu misericosbia todas Ias cosas son terribles y amargas para mí. Conforme a tu gran misericordiu borra mi rebelidn. Son todas palabras de un arrepentimiento profundo, que hace grande y abundante Ia gracia divina haciendo grande y abundante su propio pecado. E1 apóstol dice 40: "Donde abundan 10s pecados, abun- da también Ia gracia". Por ello, no les gusta mucho Ia gracia a 10s orgullosos, puesto que aúii no les disgustan suç pecados. 2. Eduame a fondo de mi mbldad, y Eimpiarne de mi pecads. Antes. cornenzando a Ia manera humana, e1 salmista habia impIe rado Ia gracia e indulgencia por 10s pecados cometidos y e1 poder por 40 Ro. 5:20. empezar una vida diferente. Ahora suplica de un modo creciente, casi hasta e1 final de1 salmo, que sea lavado y limpiado siempre más y más. La primera gracia es un coinienzo rle lavar y limpiar. En esta gracia no permanecen y aun recaen Ios que sólo se fijan en d pecado real yr exterior, y persisten. Ahora es necesario que Xdán sea expulsado y que entre Cristo: Adán ha de perecer y Cristo solo ha de reinar y estar presente. Por ello, e1 lavar .j. limpiar nunca termina en este siglo, pues Adán, que es inilato en nosotros, convierte en pecados y destruye eam- bién nuestras obras buenas que hemos iniciado y en que aumentamos, si Dios no mirase la gracia y Ia abiución comenzadas. 3 . Porque yo reconozco nzi transgresih, y mi pecauo estd siempre delante de mi. Esta es Ia diferencia entre 10s santos verdaderos )í 10s aparentes: Los santos verdaderos ven sus ciefectos y que no son lo que deben y qnieren ser. Por ello, juzgan, no 10s errores de 10s demás, sino 10s s u p s propios. Empero, 10s otros no reconocen sus debilidades, creyendo que son Io que deben ser. Sienipre se olvidan a sí mismos y son jueces de las transgresiones de los rlernás. Pervierten este salmo en la siguiente forma: "Reconozco 10s defectos de 10s demás y su pecado está siempre delante de rní", porque llevan su pecado a sus espaldas y !a viga en sus ojos 41. 4 . Contra ti solo he pecado, y he hecízo i* m-~alo deiante .de ti. Este es el versículo que nos eniefia a fondo a despreciar nuestras buenas obras exteriores )r a no c r e r Iia alabanza y honra que la gente nos tributa a causa de ellas, porque se han realizado en impureza y ciebilidad. No son apreciadas por Dios, a no ser que ias confesemos como heclias de tal manera. Por ello, está lejos detener fundamento Ia interpretacióri que refiere este versículo 2 10s pecados exteriores, puesto que en cuanto a Ias Iniquiiiades exteriores sin duda pecamos y practicamos e1 mal, no sblo ante Dios, sino también ante la gente. 5 . Por eso ser& reconocido jmto en tm- paiabras y hallado puro cuando se te juzgue. ;Qué es eso? ~Dios no piiede ser justificado, a no ser que nosotros seamos pecadores? {O qiiién ju~ga ct Dios? Es manifiesto que Dios en si mismo y en si1 naturaleza no es juzgado o justificado por nadie, puesto que é1 es Ia justicia eterna, constante, esencial e inmutable mis- ma y juez supremo de todas ias cosas. Empero, con referencia a sus palabras y obras 10s que se justifican a si mismos y creen que son jus- tos, continuamente le contradicen, le resisten, lo juzgan y lo condenan, y entre é1 y ellos hay un continuo y violento pleito respecto a sus 41 Mt. 7:s y sigs. palabras y obras. Por esto, e1 sentido de Ia ex~resión: "para que seas reconocido justo en tus palabras" significa que tus palabras sean justificadas y consideradas y reconocidas como verídicas. Ahora pues, no es posible enumerar todas Ia7 palabras a las que contradicen 10s orgullosos. Las reuniremos toclas en un término común: Todas las Es- crituras y palabras de Dios se refieren a1 sufrimiento de Cristo, como é1 mismo asegura en e1 último capítulo de Lucas 42, de que la Escritura $610 contiene la prometida gracia y e1 perdón de 10s pecados por el sufrimiento de Cristo, tle inanera que e1 que cree en é1 será salvo y ningún otro. A esta verdacl y 10s paclecimientos de Cristo y la fe se oponen todos aquelIos que 110 quieren ser pecadores, )I especialmente 10s que han comenzado una vida nueva. Éstos no quieren considerar que son pecadores y tampoco tienen iin ardiente deseo de Cristo. a pesar de que Dios ha proiiietido eli todas sus palabras que Cristo morirá a causa de1 pecado. Por ello, quien no se considera pecador ni quiere ser tenido por tal intenta hacer de Dios un mentiroso y se tiene a sí mismo por verídico, 10 que es e1 pecado más grave y una idolatría que sobrepasa a todas Ias ctemás. Por eso dice e1 apósto1 Juan en 1 Juan 143: "Si decimos que no tenemos pecado, nos eFigz- fiamos a nosotros mismos, y Ia ~ e r d a d no está en nosotros". Tam- bién 4k 'Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a éi meriti- roso, y su palabra no está en nosotros". Por ello declara ahosa ef pro- feta: Para no incurrir en este horrible pecado de orgullo, confieso que soy pecador y no hago nada bueno, para que t e permanezcas er, Ia verdad y prevalezcas y venzas a todos 10s que altercan contigo Y se justifican a si misimos y te juzgan en zus palabras. Pues, a1 finzi, Dios prevalecerá y triunfará, o aquí con bondad o allá con severidad. No nos servirá que ante 10s ojos de la gente o ante nosotros misaos seamos justos. De esto debemos apartar la vista y esperar temerosos 10 que Dios opina al respecto. 6 . Ele aqui, en 97zaldad izr-. sido fot-?7zado, y en pecado me concibiá mi madre. He aquí, e1 que ante ti soy pecador es tan verídico que el pecado es rni naturaleza, e1 inicio de mi sei y mi concepcibn, para no men- cionar las palabras, obras y pensamientos en e1 transcurso de mi vida. &%mo estaría sin pecado, habiencto sido formado en pecado y slendo maldad mi natuixleza e índole? Soy iln árbo! maic -j por naturoleza un hijo de ira y de maldad. Por ello, mientras e1 mismo carácter y esencia queda inheiente en nosotros. permanecemos pecadores y debe- moi decir: "IPerdona nuestras de~c!as'-, etc., hasta que e1 cuerpo muera h. 2 4 : g p sigs. 1 Jn. 1:s. 44 1 Jn. l:10. y desaparezca. Adán tiene qiie morir y dcscomponerse, antes que nazca Cristo de1 todo y comicnce la vida en arrepentimiento, y hasta que concluya a1 morir. Por eso la muerte es algo salutífero para todos aquel2os que creen eii Cirist-o, piiesto qite corrompe y reduce a polvo iodo lo qiie 11a naciclo de Adán, para que Cristo só10 viva en nosotros. 7 . We aqui , t u amas la verdad. Esto significa: l,a justicia exterior y piedad aparente es mero engano sin fundamento y verdad, porque solamente citbre e1 pecado interior y es só10 Lina caricatura de la justicia fundamental y verda- dera. T ú no ia quieres, pero 10s hombres la aman; por eso tií aprecias Ia verdad interior, mas e l l o ~ la fatsedaci exterior; tú aprecias el funda- mento, eilos ia apariencia. Por eso no dicen: "Soy un pecador ante ti". A 10s orguilosos Ia sabiduría de Dios se revela 3olamente en Ia apariencia exterior; mas a 10s hitmildes se descubre en su verdad inte- rior y su fundamento oculto. Lo exterior de esta sapiencia consiste en que e1 bombre opina servir a Dios y aproximarse a é1 con muchas palabras, meditaciones )- obras, todo eqo en una apariencia exterior que es visible y posible a cada cual, ya que Ias actitudes y modos soti muchos. En esta forma se Iiitsca a Dios, pero todo a1 revés y exterior- mente. Interiormente lo conocen menos que toda 10 demás, porque se buscan a sí mismos, tratando también sin Dios de estudiar y cono- cerlo de aste mismo modo, etc. Empero, 10 interior y ociiito cic esta sabiduría no es otra cosa que e1 conocerse a sí mismo a fonclo; y por coiisiguiente. odiar a1 propio ser y biiscar toda justicia, no en si, sino en Dioq, disgiistarse de sí y anhelar a Dios. Esto significa amar humildemente a Dios, abandonán- dose a s í inismo. Esa justiria interior desconocicla se maltifiesta en todas las posturas, modos, palabras, obras exteriores, .en los ciiales 10s orgu- Ilosos perinanecen y se eridiirecrn. Por ello, Dios, qilien aprecia e1 fundamento y Ia verclacl, 10s aborrece. porque ellos aman Ia apariencia y Ia hipocresía. 8. lurificame ron hivof~o, para qric sea liinpio. Aqiií el salmista confirmo en seguida con un ejemplo 10 que ha dicho anteriormente. Es como si dijese: Moisés y 10s sacerdotes de la ley se rociaban a sí mismos y a1 pueblo c011 I i isop, mojado en sangre de macho cabrío 45, y creían que con ello quedaban puros. En a t o , igual como er, todas las formas exteriores de santificación dentro de !a ley. confiaban todos 10s iiipkritas. Empero, es s6Eo apaBencia eãte- 45 Nm. 19:18 y sigs. rior e imagen, mas no Ia verdaíl significada, a que te refieres y Ia que amas, ni tampoco la sabiduría interior que me revelaste. Por ello, rocíame con la verdadera sangre sacrificial, Ia de Jesucristo, por la cual quedo verdadera y totalmente limpio en rni interior, sin ningún obrar o poder mío. Lávanze para que sea blarzco ronzo ia rzieve. Esto significa: E1 javamiento exterior de Ias manos j- pies de acuerdo con Ia ley no me hace blanco, sino que sediice con su fâlsa apariencia a 10s que no conocen e1 lavamiento interior que queda significado por aquél, el cual es Ia sabiduria recta y verdadera. El asperjar con hisopo y e1 lavar exteriores no sirven a ia ablución y asper- sión interiores. Es sólo una imagen y simplemente un signo exterior. Igualmente, con todos los dcmás modos y actitiides exteriores no se quiere indicar $i110 que en la iiiisma forma Dios interiormente asperja, lava, obra, !labia, cuida, etc., con Ia gracia de1 Espíritu Santo. Así también 10s amados padres antiguos interpretaban el acto figurativo clel Anrigiio Testamento, entendieiltlo por éste e1 aspecto interior y oculto de1 serdadero sentido 7. de Ia sapiencia divina. 9 . Harme oír goro y alegria. Esto es: Toda contiucta y acción cie la justicia exterior no son capaces de consolar mi conciencia y quitar e1 pecado. Pese a todos 105 esfuerzos y obras buenas permanece Ia conciencia timicla, asiiseado y temerosa fiasta que tú me asperjes y laves con Ia gracia y me tles de esta manera una buena conciencia y yo oiga 10 que me dices con voz bãja: "Tus pecados te son perdonados" 16. Nadie lo advierte, sino d que 10 oye; nadie 10 ve ni lo entiende. Sin embargo. es perceptible, y este oir Iiace una conciencia consolada y alegre y confianza ea Dios. Para quese recreen fos hucsos que hns abatido. Todo e1 cuerpo que es fatigado y aplastado, a causa de la coa- ciencia pecaminosa. se alegra v es reconfortado cuando la conciexcia u , oye la grata noticia de1 perdón, puesto que e1 pecado es una carga pesada, afligente )I angustiosa. Xo obstante, no puede ser quitada por las obras exteriores de1 lio~ribre. sino só10 por ia acción interior de Dios. 10. Esconde tu rostro de nzis pecados. Esto ~ignifica: Ko te fijes con severidad en mis obras, puesto que son todas pecado, si ias pones ante tu rostro y jcicio. Por ello, el sal- mista no dice: "ctparta mi pecado de tu rostro", como si hubiese a@- 46 Mt. 9 2 . nas obras que podrían soportar Ia cara de Dios, que se aparta só10 de 10s pecados dejando Ias obras bueaas. Por e1 contrario, debe apartar SLI semblante para que Ias obras y nosotros podamos subsistir y que- dar, es decir, no impiita por gracia 10 que por su naturaleza sería pe- cado, como dice e1 Salmo 32 47: "Bienaventurado aquel cuya rransgre- sión ha sido perdonada". Y borra todas m'is rnaida,des. Lo qiie aún falta e11 justiria, perdóname. como te he rogado que apartes tu rostro de Io malo que todavia subsiste. Porque ante Dios todas nuestras obras, como ya se dijo, tiener, algo que no deberían tener, es decir, son realizadas en pecacio, en el cual hemos nacido, y no tienen 10 que deberinn tenei., eito es. ia pureza completa, de la cual l~einios sido privaclos -=r ei pecado de Adán. 11. Cren e n mi, oh Dios, urz comzóli. l impio . Tener manos limpia? y lindas palabras seg-Gn apariencia exterior es fácil y está dentro de Ias fuerías humanas. Pero un corazbn lim- pio, apartado de1 amor a las cosas creadas es obra dei Creador y p- der divino. De acuercio con la Escriturals. nadie rime un corazón lim- pio. Todos son pecadores ante nios, ante el cuai el corazbn está des- cuhierto, como para e1 Iiornbre son visibles Ias manos o Ias obras. . . . En e1 cora~ón está Ia verdad, que zma Dios; la justic~a interior, em- pero, no se alcan7a nunca de1 todo en esta vicia y, sin embargo, de- hemos biiscarla sin cesar. Y renueua un espiritu obediente dentro d e mi. Torcido es e1 espíritu de Ia corne y de 4dán que introvertido busca 10 suyo en todas ias cosas. Es innaío en nosotios. EI espíritu sincero e? la biiena voluiitad dirigida directamente hacia Dios, bus- cándolo só10 a 61. Este espíiitu debe ser creado de nuevo e infundido por Dios en lo íntimo de nuestio toraltjn, a fin de que no haya e1 menor engano en nireitro espilitu, sina que de todo cora~bn sea ania- da la voluntad (livina. 12. Aro m e eches de delante cie ti . Esto siicede a todos 10s que no se reprueban ante sus ojos 1. rio se pi-eocupan tle ser desechaclos ante Ia faz de Cios. Hasta se presen- tan ante e1 rostro cle Dios y se enaltecen a si niismos. Por ello, son liumillados y reprobados, puesto que creen ser puros, piadosos e ilu- minados y, por tanto. irreprensibles. Empeio, 10s otros sienten y saben 47 Sal. 32:l. -'%n. 6 : s ; 8:21; Ro. 3:10 y sigs. que merecidamente son repi-ocl-iables a causa de sus pecados. Por e110 se presentan ante Dios temerosos y piden con humildad lo que 10s otros creen haber ganado por si1 ranticlacl. Y n o quites de m i tu santo Espíritu. Piies de mi parte soy depravado. T u Espíritu debe hacerme santo y guardarme. Por otra parte, siri e1 Espíritii Santo no hay don o gracia que piieda ser suficiente ante Dios. 13. Vuélveme e1 consuelo de tzl snivaciólz. Por Adán y e1 pecado se nos ha perdido este consuelo y debe ser restaurado sin mérito nuestro por gracia, es decir: "Devuélveme una conciencia a!ep-e y confiada en til salvación". Y el espiritu noble 17Z'e sustente. Esto significa: Que me sustente con e1 Espiritu Santo que hace hombres dbciles que si:-rei1 a Dios, no por temor ante e1 castigo o amor clesordenaclo. Tocios 10s que le r i r ~ e n por miedo son constantes y firmes só10 mientras dura e1 pavor. Hasta le sirven por coacción ). contra su propia voliintacl, a1 plinto de que no le servirían de modo alguno si no exirtiese e1 infierno o e1 castigo. Xsimismo, 10s que por el amor de recompensa o de bienes sirven a Dios, no son constantes tampoco. Si sripiesen que no ltay preinio y si escasean 10s bienes, cesan en e1 servicio. Todos ellos no tienen gozo en la salvación de Dios, ni tampoco un coiaz6n limpio o 1111 espiritri recto, sino que se aman más a sí mismos que a Dios. Pero 10s que sirven a Dios de una voluntad buena y recta, están firmes en su servicio, en cualquier situación, en días buenos o malos, puesto que han sido hechos firmes y constantes por Dios con una voluntad noble, libre y espontánea. La palabra "espíritu noble" que figura aquí significa en hebreo tam- bién iin espíritu espontáneo o voluntario que actúa de buen grado. Lo que es mantenido por Ia £uerza no perdura, mientras que 10 que está sustentado por la voliintad permanece. 14. Enseiíaré n l«s tlnn~greso?es fzts cilmrnos, para que 10s pecadores se conviertarz n ti. Esto es: No enseiíaré jamás la jiisticia y 10s caminos Airmanos, como 10 hacen 10s soberbios, sino la senda de la gracia y tu justicia. Así vienen pecadores a ti y son convertidos de veras, puesto que por Ia justicia de 10s hombres son apartados siempre más de Dios, a causa de1 orgullo que necesariamente existe, donde no hay gracia. 15. Librarne de hornicidios, oh Dios, Dios de rni salvación. E1 llomicidio es un crimen por e1 cual se merece ia rnuerte. Ante Dios, según la ley, toda clase de pecados merecen la inuerte, Roma- SALMOS PE'IITENCIALES 277 nos 2, Deuteronomio 27 49. EEl salmista se refiere especialmente a1 pe- cado cometido con Betsabk y hirías, por el cual é1 era culpablie de la muerte 50. Para que mi lengzra glork tt! jzuticia. Esto es: Jam;is predicaré ia juscicia de 10s hombres ni celebraré sus obras, sino que enalteceré sólo tus obras y predicaré que no hay otra justicia ~ i n o Ia tuya, por la cual son justificados todos 10s justos p sin Ia cual todos 10s demás son pecadores, puesto que. si tíx no justificas, con sus obras nadie se vuelve justo. Por ello, se dice "tu jus- ticia", porque tií la das por gracia. Yosoíres n9 12 airanzamos com obras. Por el'io: 16. Seiior, abre mis Eabios. Dame fuerza y Animo para que ls predique libre y vaferosamente contra 10s impíos e hipócritas. Para que mi boca publique tu alaba?zzn. Esto significa: Por tu poder darne valor para reprender a todos 10s hombres y convencerlos cle que son pecadores y que no hay en e!los nada digno cZe elogio y Iiorira; que solamente han merecido deshonra y castigo, para que conozcan que la alabanza y honor s610 corresponde a ti, porque tuyas son solamente !a justicia y lã sabidu- ría, pues nadie puede honrar y alabar a menos que se censure y se deshonre a si misnlo, ni nadie puecle atribuirte sapiencia y justicia si no las quita de sí mismo, irnpuiándose mero pecado y necedad. Mi lengua te proclamará esta alabanza y honor si tú la desligas, pueséo que a quien Dios no manda y habia en é1, no puede predicar esta doctrina y cantar su alabanza. Y es 10 más sublime que podernos tributar a Dios y 10 que 61 desea sobre todo, que uno le dé aiai3rrn~a y honor y le atribuya todo 10 bileno que existe. Por eilo dice: 17. Porqzte no quieres saclaficio, si izo yo 10 dauia; ?zo te agradan Los holocazcstos. Esto significa: ?u quieres que nâdie se a:ribuya a si mismo en- comio y honor de la justicia y sabiduría, sino sólo a ti. Por eilo, poco te importan e1 sacrificio 7 mucho menos las otras obras buenas menores, ya que el sacrificio es 12 mayor. Quieres ser misericordioso y no juez. No quieres fijarte en io piadosos que queremos s- LI- nosotros, sino en lo piadosos que desearnos Ilegar a ser con tu ayuda, a 5n de 49 Dt. 27:15 y sigs. a* 2 S. 11. ciile entonces 110 seamos nosotros elogiados y honrados, ya que no te damos nada, sino que só10 tomamos de ti justicia, sabiduría, verdad,méritos y todas las obras biienas. Y por ello: 18. Los sacrificios de Dios son e1 espiritu quebrantado; a1 contrito y hzlnziilado rzo desfwecinríis toi, oh Dios. Es como si e1 salmista dijera que Dios desprecia todo 10 demas menos un corazón humillaclo y quebrantado, pues éste atribuye a Dios Ia honra y a sí mismo e1 pecado. E1 corazón no le ofrece nada a D i a , sino que solamente toma cle é1. Precisamente esto es 10 que Dios quiere, a fin de que é1 sea Dios en verdad. Pues a Dios le CD rresponde dar y no tomar. 19. Haz bien con tu bene~toberzcia a SEon; edifica 60s muros da JT+ rusalén. Si 10s santos orgui1osos no quieren aceptar esta doctrina y ade- más enseiían a 10s otros su justicia propia, entonces da tu gracia a 10s demás, 10s elegidos, no a causa tle sus mbitos, sino por tu buena voluntad, para que sean edificados 10s muros, es decir, que haya hom- bres iluminados en Ia cristiandad que guarden y enseííen a 10s de- más, para que no sean seducidos por las doctrinas y 10s maéstros fal- sos que ensefian su propia justicia. Pues 10s muros son 10s maestros que deben ser edificados principalmente en esta doctrina. 20. En tonces te ap-adal-átz 10s sacrificios de justicia, Es como si e1 salmista dijese: ?;o te sacrificarán machos czbri- y ovejas y becerros, sino te ofrecerán sacrificios de justicia, es decis, a si mismos, Pues presenta un sacrlficio de justicia quien da a D ~ s 10 que debe. Xhora, adeudamos a Dios más cle 10 que tenemos. por ello, 10 pagamos entregáridole 10 que somos nosotros mismos en el humilde conocimiento de nuestra deuda y en la confesión de su jus- ticia, es decir, que é1 es justo CGEO quiera que su voluntad divina proceda con nosotros. Este proceder y entrega a ia voluntad divina ês Ia suprema justicia que podemos tener y e1 verdadero sacrificio que se llama holocausto, como aqui sigue: E1 holocausto 21 ojrendcr de1 todo quernada; entonces ofvecerdn beceflTs sobre t u altar. En e1 irtioma alemán no podemos expresar 10s términos hebreos, porque tenemos s610 1a palabi-a "opfer" (sacrificio), la que significa toda clase de sacrificioç eil general. En e1 hebreo, en cambio, hay muchos y diferentes nombres de sacrificios, como sacriflicium, es de- cir, e1 sacrificio que era ofrecido en e1 santo oficio, prescrito por h ley. Entre Cstos liabia algunos denominados holocausta, es decir en alemán Brandopfer (ofrenda quemada), de los que 10s sacerdotes O inmoladores no retenían nada. Otros se llamaban Todnpfer (ofrendas pacíficas), etc. Eran sacrificios ocasionales ofrecidos por delioción. Ahora dice e1 salmista: Todos éstos só10 entonces serán ofrecidos en forma correcta, o dicho en otras palabras: Lo que ahora se ofrece es como si no se sacrificase nada, pues su beneplácito no está ien e1 sacrificio, como se ha dicho. Esto se debe al hecho de que, si e1 W- razón no es agradable y previamente sacrificado, todos los sacrificios exteriores resultan vanos. Pero si e1 corazbn ya es agradable y previa- mente sacrificado, todas Ias obras exteriores son sacrificios de justicia. Mas loi becerros 10s menciona en especial, que eran las víctimas sacrificadas, a que acaba de referirse. Y precisamente como si no hu- biesen sido sacrificados en acluel tiempo, e1 salmista dice: "Ofrecerán becerros", como si dijera que este sacrificar becerros en aquel tiem- po es só10 una prefiguración. Llegará el día en que sacrificarán a 10s verdaderos beceiros, es decir, al hctán exterior, sobre la cruz,, y !o des- truirán y lo criicificarán con Cristo, ciiya cruz es e1 altar para todos 10s becerros. QIJINTO SdZM9 PEWITENCIAL Seííor, escucha mi osación, y Ilegue a ti mi clamor. No esconda de mí tu rostro en el clia de mi anpst iz: inclina a mí tu oído; apresúrate a responderme cuando te invocare. Porque mis días se han consumido como humo, y mis huesos c~ral tizón están qtiemados. Mi corazón está trillado como la liierba y se seca, por 10 cual me olvido de comer ml pai]. Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne. Soy semejante a1 pelícano de1 desierto; soy como e1 búho en las ruinaç. Velo, y soy como el pájaro solitario sobre eei tejado. Cada día me afrentan mis enemigos; 10s que se burlan de mí, me hacen objeto Ge sus j~~i;%1p~%t-. Por 10 cual yo como ceniza a manera de pân, y rni bebida mezclo con lágrimas, 10. A causa de tu enojo J. de tu ira; pues me alzaste, y n e has arrojado. 11. Mis dias se han desvanecido como sombra y me he secado como la hierba. 12. Mas tú, Seííor, permanecerás para siempre, y tu memoria de generación eii generación. 13. T e levantarás y tendrás misericordia de Sion, porque es tiempo de tener misericordia de elia, porque Ia hora ha Ilegado. 14. Porque tus siervos aman sus piedras: y de1 polvo de ella tienen compasióri, 15. Entonces 10s gentiles temerán tu nombre, y todos 10s reyes de Ia tierra tu gloria. 16. Por cuanto e1 Sefior edifica a Sion. y en su gloria es visto. 17. Considera ia oración de 10s desvalidos, y no desecha e1 ruego de ellos. 18. Escríbase esto para Ia generación venidera; y el pueblo que está por nacer alabará a1 Sefior. 19. Porque mira desde 10 alto de su santuario; e1 âefior mira desde 10s cielos a la tierra. 20. Para oír e1 gemido de1 preso, para soltar a 10s hijos de la muerte. 21. Para que publique en Sion su nombre, y su alabanza en Jcrusalén, 22. Cuando 10s pueblos y 10s reinos se congreguen en uno para servir a1 SeÍíor. 23. E1 debilita mi fuerza en el camino; acorta mis dias. 24. Digo: Dios mio, no me cortes e= 1a mitad de mis dias; por generación de generaciones son tus aííos. 25. En e1 principio tú fundaste Ia tierra; y 10s cielos son obra de tus manos. 26. Ellos perecerán, mas tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se envejecerári; y si 10s mudares, como s n vestido serán mudados. 27. Pero tú eres el mismo5 y tus aííos no se acabarán. 28. Los hijos de tus siervos habitarán seguros, y su descendencia será establecida delante de ti. 1 . Secor, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. En su oración, e1 salmista pide gracia; en si; clamor, explica su miseria, como sigue: 2 . N o escondas de m i t u rostro. No seas airado contra mí, como lo he merecido, puesto que apar- tar la faz indica cólera, volver Ia cara es signo de gracia. En e1 dia de mi angustia inclina a m i tu oido. Escúchame cuando estoy triste y doliente. Inclinar el oído signi- fica prestar atención a1 clamor de1 corazón afligido, aunque esta mis- ma inclinación también expresa: aun cuando no pileda clamar o pedir tan fuertemente que penetre hacia arriba a los oídos de Dios, el salmista pide que Dios se incline iiacia abajo para escncharlo. AfiresUrate a responderme cuando te invocare. No só10 cuando me persiguen y padezco por parte de otros, como 10 pide el versículo anterior, sino también en toda necesidad. Pues este salmo, 10 misrno como 10s demás, descri);? en primei- lugar e1 sufrimiento interior que 10s santos soportan por sus pecados, en un espíritu arrepentido; eil segundo lugar, Ia persecución por parte de otros a causa de la rnisma vida crucificada. 3 . Porque mis dias se han consumido como humo. Esto significa: Mis días se han anonadado gr han pasado inútil- mente como e1 humo desaparece en el aire y se desvanece. Bienaven- turados 10s que reconocen que la vida temporal, a causa de1 pecado de Adán, es só10 vanidad, como dice ei Salmo 7T51: ' 6 C o n ~ ~ m i S sus días en vanidad", es decir, como iiumo, puesto que no queda nada que pueda ser útil en la otra vida. Aun en este tiempo es más bien apariencia o signo que vida, como el humo sólo es apârie~ciz o s i p o de1 fuego y no la esencia. Y mis huesos cual tizón estdn, quemados. Igual como e1 fuego extrae toda Ia grasa p. deja residuos secos, así también ei padecimiento seca todas las fuerzas de1 alma, Ias vuelve endebles y provoca hastío. 4. M i corazón está trillado como lu nierbay se seca. La hierba cortada o quebrada pierde su origen, es decir, Ia savia y humedad que penetra en ella; se vuelve seca y se ca~vierte en buen combustibe. De1 mismo modo en Adán todos hemos sido abati* 51 Sal. 78:33. dos por e1 diablo y privados de nuestro origen, a saber, de Dios, balo cuya influencia deberíamos verdecer y crecer. Por ello, nos hemos vuelto privados de grada, marchitos, y no. hemos convertido en ma- teria de1 fuego eternal. Empero, por otra parte, dice e1 Salmo 71 E.z de 10s vivientes: "Florecerán como la liierba de la tierra". E1 cora- z6n seco es e1 que no ansía e1 bien eterno, mientras que la carne prospera en vista de 10 temporal. Por 10 cual me olvido de comer m i pa,n. tCómo no habría de secarme, si me olvido de alimentarme? E1 pan de1 corazón secc es Dios mismc. é1 sólo puede nutrir los corazones, puesto que necesitan de un alimento eterno, si quieren estar satisfechos. Pero dichoso es e1 que advierte y lamenta e! olvido, pero desafortunados 10s que se oividan de1 olvido, como 10 hacen 10s pecadores sensuales y 10s santos orguliosos, que están satisfechos; aqué- 110s con bienes exteriores, éstos con biener interiores. 5 . Por la voz de rni gemido, rnis I?uesos se !inn pegado a mi carne. Tanto me acongojo en unz vida de gemidos y lucho contra =i naturaleza mala que soy sólo pie! y huesos, como dice JobS3: "Mi pie1 y mi carne se pegaron a mis huesos". Por ello, por este gemido no se entiende só10 el sollczo corporal de poca duración, sino toda Ia vida de penitente y e1 anhelo aflictivo de gracia y consuelo. Pnes ellos experimentan crián profundamente e1 pecado original nos ha corrompido. Mas 10s que no se critican a sí mismos, no saben tampoco 10 que les hace falta y sus huesos no se pegan a su carne, sino que están llenos de sangre fresca y de sa~~ia , y tienen e1 cuerpo bien ali- mentado, como también dice e1 primer salmo penitencial5" '"de he consumido a fuerza de gemir". 6 . Soy semejazte ai pelicatzo e?z e1 ~ C S ~ P Y ~ O . Aquí empieza e1 otru sufrimiento cuando el mundo y los se creen sabios persiguen, desprecian y escarnecen a estos hombres agobiados y contritos, puesto que una vida buena debe ser también una existencia inseiisa~a, porque se aparta de todo lo que 10s 6emás apetecen. Soy como el btiho en las rukna~. E1 salmista se equipara con las aves solitariâs y Ias que no salen de día, porque es abandonado ) despreciado. La gente no se le asocia, 62 Sal. 72:16. 63 Job 1920. 54 Sal. 6:6. no 10 tolera tampoco en la luz de1 dia: es decir en 12 honra y gloria de1 mundo. Por ello, su vida es semejante a un desierto y una noche. 7 . Velo, y soy corno el fidjci,+o solitardo sobr,p e% feicdc-, No me he ctormido ni i-re &$cuidado e1 cccti^oriarme a mi mismo. E1 mundo duerme, como àice e1 apóseol en í Tesaionicenses 5 "No durmamos como 10s demás, sino velemos y seamos subrios". Pues 10s placeres temporales se oponen al bien eterno. Son como las imá- genes de1 ensueíío en comparación con Ias inágenes reales, como dice Isaías, en el capítulo 29 ", que a los pecador?§ sucede como a un se- diento que sueiía c011 estar bebieiido y, mando se despiesta, su alma está aún vacía. Porque este siiefio es $610 el amor y placer dirigido a Ias criaturas, Empero, veiar significa a3heI.r e1 bien eterno y mirar bacia 61 7 ansiarlo. Mas eri eso está soio; nadie !o acompaiía, porque todos duermen. Y e1 salmista dice "sobre e1 tejado", como si dijera: "E1 mundo es una casa, en la cual todcs duermen y yacen encerrados, pero yo solo estoy fuera de ia casa, sobre e! tejado. Todavía no me encuentro en el cielo y taapoco me hallo en ei mundo. Tengo e! mundo debajo y e1 ciclo arriba de mí, es decir, por ia fe me man- tengo solitario entre la vida terrena y ia vida eterna". 8 . Cada dia me afi-entar? mis enetnlgos. Los que se oponen a la pâlabra de Dios 7 esta forma de vida, )p 10s que se complacen en sü pop ia manera de v i~ i r , nae juzgan y ton- denan sin cesar y repruebac y menospreciaz a i s palahras -j obras. Esto es: Los mismos enemigos que me enccmiaban con escarnio y mofa, puesto que semejante alabanza es más que doble b u r h &-e keceia objeto de sus juramentos. Esro significa: Me toman por ejemplo, juramento, maldición gi deseo, como dice: que Dios baga a ti ~3mn g_ir_~ 0 3 X G U & ~ , 9 . Por Eo czial yo como cenizci a marcera de ?an. No es que haya comido ceniaa, sino que b Escri-;~ra Blma s: la buena comida "pan" yr a ia m a h "ceniza", purque al alimento de 10s hombres piadosos es escaso y una nada, como io ceniza es en comparación con la comida de 10s que llevan rino vida suntuosa pzra la satisfacción de la ca-me. E! sentido es ei siguiente: mi coaida es semejante a ceniza en comparación coro e1 alimenco de elios, es deêir, estoy tan triste y apenado que nada me gusta. Aunque fuese u n huen manjar a mí me parece p e estog ca-i?iendo ceniza, Y m'i bebida mezclo con lágrimas. A causa de mi Ilanto no me gusta tampoco Ia bebida. Ellos beben y ríen, cantan y están alegres, puesto que no oyen 10 que dice Dios": "Bienaventurados 10s que lioran"; y: "Ay de vosotros 10s que ahora reís", pues según Ia vida temporal quien quiere vivir rectamente vivirá bajo Ia cruz y no en el gozo. 10. A causa de tu enojo y de tu ira. La visión de1 juicio severo y de la ira de Dics expulsa todos b s apetitos de la carne y amarga e1 comer, beber y reposar. Así se vuelve pesado el padecimiento, porque 10s que están más seguros en su vida o justicia, se burlan de estos hombres penitentes y humildes, como se dice en el saimo *penitencial siguienteEg. Pues me alzaste, y me h u ar~ojado. Así le parece a cada alma, cuando siente Ia c0Iera de Dios, que estuviera reprobada y eternamente condenada. 11. Mis dias se han dewanecido como sombra, Mis dias han pasado inútilnlente, no me queda oiada. Como cie ia sombra no resta nada, así no subsiste nada de d a la vida que se pasa en gozo carnal y mundano. No obstante, nc existe nadle qrie 1 OSotrgr,. no Ileve este género de vida, porque la carne está en todos 3 Por tanto, la vida de todos nosotros es una existencia inbtil. Dichoso aquel que 10 reconwe. Y me he secado como Eu hierba. Es como si dijerâ, cuán corta 7 vana es la vida de todos nosotros, además pecaminosa y corrupta. Por elio, ven tú, que eres eterno J' permanente, y danos parte de tu vida. Kasta ahora e1 salmista ha la- mentado su miseria y se ha incitado 2 acercarse a Dios. Ahsra ce- mienza su deseo y anhelo de la vida, que está en Dios, como en el Salmo 92 59: "Mi alma tiene sed de ti"; e invoca a Cristo y su grzcia. 12. Mas tú, Sefioy, pmmalzecerds para siempre. Yo perezco y mis dias se anonadan. For ello, estoy harto de mi vida y anhelo tri vidâ, en lâ cual nada es perecedero. Y tu memoria de generacidn en generacibn. Esto signi£ica: Gomo tu ser permanece eternamente, tarnbiéra PU nombre y memoria quedo para siempre. Pero el nombre mio desapa- 57 Lc. 621, 25. 58 Sal. 143. 59 Sal. 63:l. SALMOS PENITENCIALES 285 rece con mi ser, como dice e1 Salmo 960: "SU memoria se desvaneció como un sonido". Por ello, oh Dios, zcómo ir6 de mZ a ti, para que rni ser y mi non~bre también permanezcan eternamente? Por desgra- cia, estoy profundamente alejado de ti. 1 3 . T e levantarás y tendrds misericordia .de Sion. No puedo Ilegar a ti; por ello, Dios mío, levántate, ven a mí y iiévame a ti. E1 levantar de Dios significa ia dulcísima y misericor- diosa encarnación, puesto que en aquel entonces Jerusalén prosperaba. Por tanto, tal Iastimero clamor y ruego no puede referirse a socorro temporal, sino a Cristo y su reino, puesto que é1 ha venido a nosotros a fin de Ilevarilos a su presencia; con esto ha tenido piedad de Sion, es decir, de su pueblo. Porque es ttenzpo de tener misericordia de ella, El tiempo de Ia g-acia y, corno dice San Pablo, el cumplimiento de1 tiempo, Gálatas 461. Porque Ea hora ha Zlegcùào.Es tieinpo que tú mismo vengas, piiesto que Dios no da gacia, sino en la hora que é1 juzga oportuna. Ernpero, cuál es, sigue a c80n- tinuación. 14. Porque tzis siervos amalz sus piedras, E1 salmista habla de Jerusalén como de ur?a ciudad que se debe edificar. Piedras y tieri-a hay en abundancia, que da gusto verlo. Esto indica que está hablando de Ia construcción espiritual, puesto que Jerusalén (como se ha dicho) estaba en todo su esplendor. E1 sentido es e1 siguiente: Sefior, ven pronto y edifica. Es tiempo. Hay piedras y cal y todo, en tal calidad y abundancia que tus siervos tienen gana$ de ayudar en Ia construcción. Esto significa que les gustz oír y apren- der e1 evangelio. También es el tiempo oportuno para Ia buena nueva cuando la gente Ia anliela. En este sentido dice Cristo, juan 463: "Mirad 10s campos, porque ya están blancos para Ia siega", y Zucasm: "Muchos reyes y profetas desearon ver 10 que vosotros veis". Y deE polvo de ella tienen com~asidn. Llama â1 polvo de Jerusalén ia tierra excavada, de la cual se hace barro y arcilla. De ella se hizo tambikn a Adán, C-énesis z 6 % Pero indirectamente se indica también que Ia gente baja y pobre 60 Sal. 9:7. 61 Gá. 4:4. 62 Jn. 4:35. e3 Lc. 10:24. 64 Gn. 2:7. desea e1 evangelio, como en Mateo 11 6" ''A 10s pobres es anuncia- do e1 evangelio". 15 . Entonces 10s gentiles temcrán tu nombre, E1 salmista ansía un futuro reino de Dios tal que incluya, no s610 a 10s judíos, sino también a todos 10s gentiies, Salmo 2 w: "Pi- deme, etc." De ahí se conoce a qué Sion se refiere. Y todos 10s reyes de la tierra iu gloria, Esto significa: Por e1 evangelio conocerán ir? fuerza y poder en Cristo y te honrarán con temor y hwmildad. 16. Por cuanto e1 Secor edifica a Sion, La ciudad de Dios, la santa cristiandad, que comenzó en Sicn. no es edificada con Ia doctrina u obra humanas, sino i610 con la pa- labra y gracia de Dios. Y en su gloria es visto. Dios está revelado por su paiabra y espíritu para que se conozca que é1 solo es y hace todo, mas nosotros somos nada, isaías 11 "La tierra está Ilena de1 conocimiento de1 Sefior"; Salmo 18G8: "bos r ~ k - 10s cuentan Ia gloria de Dios", 17. Considera lu oració7z de 10s .desvalidos, La índole de su reino es que tiene gente ~liísera que clania )I ora y sufre mucho a causa de é1. Así, su caráctei- régimen no es otra cosa que ayiidar, escucliar y socorrer a taies pecadores pobres, mise- ros y moribundos. Isaías 61 69: "He sido enviado a predicar buenas nuevas a 10s abatidos", etc.; Mateo 11 70: "Venid a rni todos los que estáis trabajados". Y no desecha e1 ru.ego de eltos. No es un reino secular, donde uno ciebe ayudar a ia autoridab, darle y auxiliarle, sino espiritual, e= el cita1 se recibe ayuda para salir de la desgracia de toda clzse de1 caerpo 7 alma. 18. Escribase esto pal-a Eu generación venidera; Estas cosas se predicarán, escribirán, dirrin y i-ecordarkn Tara siempre, sin cesar hasta e1 juicio final; &si2 j nc otra será Ia predi- cación para 10s hijos de 10s hijos. 66 Mt. 11 :S. 66 Sal. 2:8. 67 1s. 119. @a Sal. 19:l. 59 BIS. 61:l. -70 Mt. 1 1 : z . Y eb pueblo que estíí por nacer alabará al Sefíor. Como está escrito en e1 Salmo 11 T1: "Se perpetuzrá SE nonnbre mientras dure e1 sol". Es una caracteristica de esta doctrina que cuan- do se mata a 10s maestros, Ia enseiíanza comienza de veras entre 10s descendientes: Entre ellos Dios es predicado y alalrâdo. 19 . Porque nzisa desde 10 alto de su santuaiio; El rei110 de Cristo depende de Dios solo. A CI ve y conoce, y- a la vez Dios conoce e1 reino desde e1 cielo. Este versicnlo íambién ex- presa que existe un reino celestial y espiritual, y que todos los mi- seroi son auxiliados por Djos. E2 Sefio?- mira desde Eos cielos a la tierra. Es un reino espiritual ocirlto. No obstante, existe en la tierra entre 10s hombres, pero recóndito en ia fe y el espíritu. 20., Para oír e1 çem'ido dei pseso, Esto significa: Corno i;e dijo arriba, es Ia índole de su reino, que Dios permite qiie Ios s~iyos sufran mucho, que sean hijos de la rnuerte y ovejas para e1 matadero, como clice PabloT2. Empero? por ello no están abandonados, sino que están sepros de que oye su gemido y miseria. Para soltar a 10s hijos de Ia rnuerte. Hijos de la muerte se Ilamail, al modo hebreo, 10s hombres sen- tenciaclor a miierte, como se ctice "hijo de ia vida", "hijo de la ini- quidad", etc. Pues 10s cristianor está= etltregadcs a la muerte, Ro- manos 6 73. 2 i . Para que pzcblique en Sion su nombre, No e1 nombre de 10s hombres, pileçto que Ia honra y el nombre de Dios son celebrados en toda !a cristiandad, cuando se dice 7 se sabe que Ci es el auxiliador de rodos 19s crisiianos miseros y rnori- bundos. Y su alaba?zza en Jerusalén. - - Es justo que si uno bate Ia eb:z9 eesia ilere iaxc~ien su nombrc. A1 que tiene el nombre le corresponde Ia alabanza, y nl qUe tiene Ia alabanza, se le atribuye e! encomjo. 22. Cuando ios puebios y los reinos se çongreguen en u n n para seruir a1 Sefior. 71 Sal. 72:?7. 7.2 Sal. 44422: Ro. 8:%. 73 Ro. 6:3. E1 salmista 10 dice una v'ez mmás, para que se sepa que su reeino comienza en Jerusalén, pero se extiende a todas las naciones. Así como Ia palabra y su gracia, con que perdona 10s pecados, son comunes a judios y gentiles, así también la cruz y Ia ayuda que de ella proviene está en pleno uso en todos 10s lugares, tanto entre judíos como entre gentiles. Pues 10s reinas y 10s pueblos no pueden reunirse corporal- mente en un solo lugar. 23. ÉZ debilita m'z' fzce~za en el comino; Así acontece en el reino de Cristo respecto al hombre exterior: É1 permite que en este tiempo sus queridos santos sean quebranea- dos, castigados, humillados y torturados de muchas maneras, a fin de que no estén vigorosos y fuertes exteriormente, sino en e1 interior. Mas e1 mundo, que en este tiempo se encumbra y fortalece, lo hu- millará a1 final. Por ello, e1 profeta se consuela a sí mismo y a1 pue- blo cristiano, con que ellos son oprimidos con Cristo temporalmente y en e1 camino, y no a1 fin. Acorta mis dias. Dios acorta Ia vida de1 viejo hombre. Pero principalmente el versículo concierne a 10s santos mártires. San Pedro diceT4 que es tiempo de que e1 juicio comience por ia casa de Dios, es decir, prJr sus santos. Mas a1 fin vencirá a ia casa riel diablo. 24. Digo: Dios mio, Aunque me quebranta y oprime no Iiuiré de 61, sino que tantii más esperaré en 41, io invocaré y rogaré, como 10 hacen todos sus santos. No m e cortes en Za mitad de mis dias; Este significa: Haz que no me muera sin estar preparado para ello. Quienes están hartos de la vida y anhelan la muerte, como Da- ~ i d ? ~ , Abraham76 y PaElo 77, son Ilevados a1 fin de sus días, pueseo que han dado adiós a la vida y ansían la muerte. Pero 10s que aún tienen apego a esta vida y la aman, están todavia en Ia mitad de siis anos, como e1 rey Ezequías a &tos no ies gusta morir y soporfan con dificultad e1 juicio y 10s padecimientos de Cristo. 74 Z P. 4:17. 75 1 Cr. 29:28. 76 Gn. 25:8. 77 Fil. 1:23. 1s. 38:lO y sigs. Por generació~z de geraeracionw son tus anos. Esto significa: Considera que tú eres eterno y yo vivo tan corto tiempo. Por tanto, nadie puede eycapar de ti, pero a mí e! tiempo se me puede escapar pronto, de modo que !a graciâ quizás ya no me lie- gue a tiempo. Pero tu castigo no ptiede faltar, porque eú, que eres eterno, siempre estás a tiempo. 2.5. En el principio tú fundaste la tierra; y tos cieio.~ son obra de tus manos. Cristo, segÚn su divinidad, es con ei Padre un creadoi de todas Ias criaturas. En este sentido cita e1 apóstol en H e b r e o ~ ~ ~ este ver- sículo. 26 . Eltos perecerún, mas tú pel-manccel-ás, y iodos ellos como vestidura en~~ejecerán; y si 10s nzzsdal-es, como un vesti.do serán mudados. Si 10s cielos no permanecerán, mucho menos ia tierrâ. Por tanto, todas Ias criaturas,tarnbién los cielos, serán mudados. PIo pereceran ni serán aniquilados, sino renovados. 27. Pero tu eres e1 mismo, T ú no serás otro dios o un ciiss nnevc., como 6ir;rán los jirdios cuando oigan que eres hombre y ciios, reprobarán a ios tuyos: tenéis un dios nuevo y distinto de1 que al principio Iia fundado :a tierra. Empero, e1 cielo y la tierra pueden cambiar, mas tú permaneces siem- pre e1 mismo. Y tus anos n o se acaba?-Ún. Lo que 10s judíos y gentiles se han Imaginado; pero tu reino permanece y tu pueblo contigo, para siempre jamás. 28. Los hijos de tus sieiuos Son 10s que son bautizacios y enseiiados en Ia cristiandad por !os apbstoles, puesto que 10s predlcadores son siervos de Dios. Hab itarátz seguros. Los hijos son herederos 7 quetiari. 3fas 10s siervos, a 10s cuales Dios da un saiario temporal, no permanecerán en l a herencia eterna1 con 10s hijos. Y su descendencia se?-& establecida deiante de ti. Son 10s mismos hijos, 10s creyentes de Cristo, que son descendien- tes espirituales y herederob, hasta coherederos con siis padres eterna- mente preparados ante Dios, aunque rechazaclos teilzporalmente ante e1 mundo: Ei reino de Cristo no tendrá fin. 79 He. 1:10. SEXTO SALMO PENITENCIAL SALICfO 130 I . De 10 profundo, oh Seííor. a ti clamo. 2 . Sefior, oye mi voz; estén atentos tus oídos a Ia voz de mi 9úplica. 3 . Si mirares a 10s pecados, $quién, oh Seííor, podrá rnantenerse? 4 . Pero e n ti hay perdón, para que seas reverenciada. 5 . Espero yo a1 Sefior, espera ini alnia: en si1 palabra espero. 6 . Mi alma espera a1 Sefior, de una vigilia matutina a la otra. 7 . Espere Israel a1 Seííor; porque en e1 Seííor hay misericordia, y abundante redención con 61. 8 . 1P é1 redlmirá a Israel de todos sus pecados. 1 . De 10 p ~ o f u ~ ? d o , oh Senor, n ti clamo. Son palahras sultiimes y veliementes qiie vienen de1 fondo de -ia corazón verdaderamente coiltrito y preocupado en 10 más hando por niltan. su miseria. Sólo Ias entenderán 10s que 10 sienten y experim,. Todos estamos en una grande e insondeable desgracia, mas no todos sentimo4 dónde nos encontramos. - A ti clunzo. Este claniol- i;o es otra cosa que un muy fuerte y serio anhelo de la gracia de Dios, i0 cual no nace en e1 hombre a no ser que vez en quC abismo yace. 2 . Secor, oye rni uoz. p j t é i ~ at~;7tos t ~ i s oidos u Ia uoz de m'i shpiica. Esto signif.ca: T e callas, me abandonas y desdefias mi sir?plica mi- sera, ailnque nadie puede ayudarme, sino tú solo. For ello, abre IUS oícics y escucha mi clamor. Estas palabras las dice el alma, cuando advierte que ninguna criatura qciere atender su calamidad; en efereo cuando le parece que aun Dios y todas las criaturas se le oponen. Pei ello, sigue: 3 . Si mirares a ~ O S pecíidos, e = Esto quiere decir: Si rezivieres 10s pecados. repzrares e= ci:ss y no 10s perdonares, tú que eres solo e1 perdonador misericordioso y potente, y fuera de ti nadie puede perdonar. SALMOS PEXITENCIALES 2% ~Quiét t , oh Sefior, pedi r j . manf enerse? ;De qué me valdría que todas las criaturas fuesen misericordiosas para conmigo y no reparasen en mi iniquidad y me la remitiesen, si Dios la advierte y la retiene? z'J qué dafio me caiisaría que todas Ias criaturas me imputaran 10.; pecados 1 los retu~iesen, si Dios 10s perdo- na y 10s estima en nada? Lo mismo dice también e1 salmo penitencial siguientes": "Oh Dios, no entres en juicio con tu siervo; porque no sería hallado justo delante de ti ningún ser liumano". Este mismo ver- siciilo maaifiesta de3de qilé punto de vista se ha compuesto e1 salmo. Partió de Ia consideracióil de los severos juicios de Dios, quíen no puede dejar de castigar pecado alguno y no quiere dejarlo impilne. Luego: quien no mira e1 juicio de Dios, no se atemoriza; quien no tiene miedo, no clama a 61; quien no clama, no halla misericordia. Por tanto, eri e! hombi-e cabal siempre clebe l-iaber temor frente a1 juicio de Dios, a caiisa dei viejo hombre, al cual Dios es adverso y se le opone. Junto a este miedo debe existir ia esperanza de hallar gracia en vista de Ia miserirordia que ze compiace en este pavor ü causa de1 I-iombre nuevo, qiie es también enemigo de1 viejo y que de este $modo conciierda con e1 juicio de Dios. De esta manera, existen juntos e1 terror y Ia esperanza; y así como e1 juicio de Dios caiisa e1 espanto, así Cste induce a clamar, ma? e1 clainor obtiene Ia gracia. Mien- tras viva e1 viejo lioinbre, no cesará e1 temor que es su cruz y morti- ficación, y é1 no se olvidará del juicio de Dios. Quien vive sin la cruz, siri e1 temor y e1 j11ic:o de Dios, no vive una vida justa. De tal hombre se dice en ei Salmo 9 81: "Tus jaicios 10s tiene muy lejos de su vista y clice: No seré movicio jarnás; nu:rca me alcanzará e1 infortunio". 4 . Pelo rtz t i hny perdhn, Eri cortsecuencia, no hay tamporo refugio alguno edi otra parte donde alguier, pueda mantenerse o permanecer. Snn PaSlo dicea2: "Si Dios es por nosotros, :quién cmtra nosotros?" A la inversa, vale tam- bién: <quifn es por nosotros, si Dios es contra nosotros? Pues s610 en éi bay perdón, de modo que buenas obra. tampoco üyudan. Quien quiere ser algo ante Dios, debe gioriarse de su gracia, no de los méritos. Para que secrs reverenciado. Como dijimos arriba, esto signikica: quien ao reme â Dios, no clâ- ma, y a é1 no se le perdona. Pnr tailto, para obtener ia gracia de 143:Z. 81 Sal. 10:s y sig. 8"0. 8:31. Dios, hay que temer a é1 )i 51510 a éi, piiesto que solamente é1 perdona. Pues quien siente pavor a otra cosa que no sea Dios, ansía e1 favor y la gracia de ese otro y no se preocupa de Dios. Mas quien teme a Dios, anhela su gracia, y desprecia todo 10 que no sea Dios, sabiendo que aadie puede hacerle ,mal, si Dios es benigno con é1. Hasta aquí e1 saimista describió e1 temoi-, la cruz de1 viejo l-iom- bre, cómo hay que soportarlos y tenerios. Ahora resefia la esperanza, Ia vida de1 nuevo hombre, cómo uno debe conducirse en ella. Pues, estas dos partes re ensefian en todos 10s salmos; en efecto, en toda Ia Sagrada Escritura. Dios es tan insólito en cuanto a sus hijos que 10s hace bienaventurados por medios en cierto modo contradictorios entre sí y no ajustados 10s unos a 10s otros. pilesto que la esperanza )I Ia deses- peración están opuestas entre si. Sin embargo. debemos esperar en medio de Ia desesperación, porque e1 temor no es sino un principio de la desesperación, y la esperanza es un comienzo cle Ia convalecencia. Debe haber en nosotros Ias dos cosas contradictorias por naturaleza, puesto que en nosotros hay dos hombres naturalmente opuestos e1 uno a1 otro: e1 viejo y e1 nuevo. E1 viejo debe temer, desalentarse y pere- cer; e1 nuevo debe esperar, mantenerse p ser enaltecido. Estas dos cosas suceden a un mismo tiempo en un inlsmo hombre y liasta en una misma obra. De idéntica manera un escultor, a1 quitar y cortar Ias partes de Ia madera que no Iian de pertenecer a la imagen, saca 2 luz la forma definitiva de ella. De tal suerte, en e1 temor que corta ai viejo Adán crece la esperanza que forma a1 nuevo hombre. Por eso dice e1 salmista: "Esperé a Dios", es clerir: En este c l a ~ o r y cruz no volví Iiacia atrás, rii deserpeié. ni me fié de niis mereci- mientos, sino só10 de la gracia divina anhelada. X ella Ia aguardo y la espero hasta que a rni Dios le plazca socorrerme. Hay algunos que quieren fijar la meta a Dias, poilerle plazo y medida. De cierta ma- nera, elloq misnios le proponen cómo desean ser ayudados; y si no acontece así, se desanirnan o huscan auxilio en otra parte, cuando pueden hacerlo. S o aguardan, no erperan a Dios. Quiereil que é1 10s espere a ellos y en seguida esté pronto para ayudarlos exactamente así como ellos se 10 han trazado. Empero, 10s que espera11 a Dios soliciian si1 gracia, pero dejan a su buena voluntad cuándo é1 quiera socorrerlos y cómo, dónde y por qué medio. No dudan