Logo Studenta

6-B- Obras completas de Martín Lutero Vol VI B

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

SALMOS PEKITENCIALES 
Se volvi6 tni vel-dor en sequedades de verano. Selah. 
Semejante aflicci6ri iiace marchitar e1 corazón, ánimo y sentido de 
niodo que también e1 ciierpo de1 Iiombre decae. 
5. POY 10 tanto lzngo manifiesto. 
Ahora advierto que no l-iay cosa mejor que confesar ante ti que en 
mí no hay más que pecado y nada bueno, para que só10 tu gracia sea 
enaltecida y ansiada, y termine todo orgullo y confianza en 10s méritos 
y buenas obras. 
Y no encubrió mi pecado. 
Asi proceden aqiiellos a 10s ciiales si: espíritu maííero produce una 
confianza enganadora, de inanera qiie sin iniedo osan justificare v 
disculparse a sí mismos. Ademris entra11 en altercados con otra gente 
y caen en soberbia, odio, impaciencia, se erigen en jiieces y hablan de1 
prójimo; a caiis;i de su "inocencia" se viielveri vcrclacleramente culpa- 
hles, y no obstante, quieren liabri proceílirlo bien y rectamente. Ocul- 
tan profundamente si1 maldacl, piiesto que lraccn valer sii piedati. No 
confiesan a Dios ? t i pecado en verdad y siri nialicia de sii espíritu inte- 
rior. En cambio, 10s hombres rectos no esconden si1 mialílacl, no se enco- 
lerizan, no se vuelven inipacientes, aunque ~i i fran iniiisticia, puesto 
que no creen que algiiien 10s pueda tratar injustamente. N o encuentran 
justicia en sí. Son 10s bienaventurados a los cuales Dios 105 redime y 
cancela su injusticia, porque la dcclaran; y porque ello, inisinos no en- 
cubren o esconden su pecado, por eso Dios lo riibre 7 oculta. 
Esto significa: Alrora veo que LIXO debe decir y actuar así. No 
puede qer de otro modo. Es como si dijera: tú eras tan benigno y tanto 
te agrada oír e1 verdadero reconocimiento y la confesión humilde, que 
tan pronto como e1 liombre se propone humillarse, de inmediato lo 
consiielas y levantas. Ni bien se reconoce pecador y lo lamenta ante ti, 
en seguida e5 justo y agratlable a ti. 
Confesaré co?ztra rni mis tranyl-esiones a1 Secor. 
Esto es: Yo me reprenderé a mí mismo y Dios me elogiará; rne 
deshonraré y Dios me dará horior; me aciisaré y Dios me disculpará; 
hablaré contra mí y Dios hablará a mi favor; diré mi culpa, é1 dirá 
mi mérito, como 10 hizo a María Magdalena en la casa de Simón e1 
leproso lfi. 
Y tú perdonaste la maldad de ~ n i pecado. Selah. 
T ú perdonaste, porque yo tuve en cuenta Ia maldad de mi pecado 
y la confesé. 
6 . Por es fo o?-n~dn R ti todos los sa~itos. 
Eso significa: Serán santos porque lloran ante ti su maldad y pi- 
den clemencia. Kótese bien: ante ti. Porque, si bien parecen santos 
ante Ia gente, no 10 toman en cuenta, sino que teinen tu juicio, sabien- 
do que su santidad no es nada ante ti. A1 contrario, humildemenite 
esperan tu gracia. 
E n t i e~npo oportuno. 
Es e1 momento cuando e1 hombre se conoce a s í mismo o el tiempo 
de ia gracia, piiesto que es Ia oporliinidad propia de pedir, coino dice 
e1 profeta Isaíaslí: "En tiempo aceptable te oí". En esta coyuntura 
están 10s santos, cuando Dios 10s toca y visita con Ia lu^ de la gracia. 
Czertarnente e97 las inundacione.~ de muchns aguas. 
Esto significa: E1 santo que así se basa, no eri si1 santidad, sino 
sobre Ia roca de tu justicia que es Cristo, en la cual se fundamenta 
cada cual que iç acusa a sí mismo, se reprende y se juzga cuando lo 
acosan muclios embates y tribulaciones crueles igual como un diluvio 
con aguas, o si lo persiguen por su vida humilde. 
N o llegardn n ellos. 
Esto significa: No perjiidicarán su alma, aunque tengan que dejar 
e1 cuerpo y la vida. 
7 . Tú eres n u 1 efugio. 
Eii todas estas aguas de las tribitlaciones que me embisten eres tú 
mi roca en Ia que estoy parado firmemente, para que no me ahoguen 
y devoren. 
M e guardar& de lu angustia. 
Son las aguas, tribulaciones de todas partes alrededor. 
Con cantlcos de liberacid~z m e ~odearás. Selah. 
Esto significa: Me gloriaré cle tu gracia por dondequiera, y venceré 
Ias congojas y seré alboro7ado. 
8 . T e halC entender, y te elzsefinré el camino en que debes andar. 
Es decir: Donde yo qiiiero que estés. Tú pides que te redima. 
No te enfades. No me ensefies a nií ni a ti. Entrégate todo a mi. 
SALMOS PENITENCIALES 259 
Fiiera de mí no necrsitas maestro. T e enreiíaré e1 camino en que 
puedes andar según mi agrado. T e parece que todo está perdido si 
Ias cosas no van como piensas. Tus ideas son nocivas para ti v una 
traba para iní. Las cosas tienen que ir, no según tu entendimiento, 
sino más a115 cle é1. Si te hun Ies en Ia irreflexión, te daré mi refle- 
xión. Carecer de entendimiento es e1 verdadero entendimiento. No 
saber a dónde vas es conocer en verdarl tu camino. Mi inteligencia 
hace de ti un ser sin inteligencia. Así Abraham 1s abandonó su patria 
sin saber a d0nde iba. Se entregó a rni sapiencia, dejando a un lado 
su saber, y encontró e1 camiao recto a Ia meta recta. He aquí, ésta 
es la senda de la crii7. No puedes hallarla tú, sino que tengo que 
conducirte yo como a un ciego. Por ello, ni tíi, ni iin Iiombre, ni una 
criatura Ia podéis mostrar, sino m smo te ensefíaré por mi Espíritu 
y palabra e1 caniino donde ciebes ca~niilai-. No es Ia obra que tú kli- 
ges, ni e1 sufrimiento que tú ideas, 10 que debes seguir, sino e1 que 
te sobreviene contra tu elección, pensamiento y deseo. Alií obedece, 
ahí llamo, ahí sé discípulo; ahí es e1 momento; ahí ha venido ti1 
maestro; ahí no seas un caballo o un animal irracional. Bbedéceme a 
mi abandonándote a ti. Mira, entonces: 
Sobre t i fijaré mis ojos. 
No te dejaré. No te hundirás. No te olvidaré. Tus ojos deben 
estar cerrados sobre ti, mientras mis ojos están abiertos sobre ti. ;No 
has leído: "Los ojos de1 Sefior están abiertos sobre 10s justos"1s. Y 
e1 monte Moriah se llama dominus videbit?20, sin duda, para que 
yo solo provea así, como tamb;in le pioveí a Abraham 10 que é1 
no pudo proveer. En resumen, esto no es otra cosa que: D i a quiere 
que tengamos una £e recta y sencilla, y firme confianza, seguridad y 
esperanza. Por ello, en estas palabrai no se menciona explicitamente 
la fe, esperanza, humildad )I paciencia, sino lo que es Ia índole y ver- 
dadera naturaleza de esa viitud. Hay inuchos que e~cr i l~en de virtii- 
des, y en vez de mostrar su natiiraiela, elogian m2s 10s téiminos en sí. 
9. N o seais con?o e1 c ~ b n l l o , o como el mtclo, si72 entendimiezto. 
Son aquellos que no me clejan gobernar. For el contrario, son 
como 10s aniinales provistos de sentidos que obedecen cuando sien- 
ten. Donde no sienten o no llegan a convencerse, no obedecen. No 
entienden e1 espíritii. Piles e1 caballo ;v e1 muio no han sido creados 
para comprender las cosas no perceptibles con 10s sentidos. Por ello, 
no son impelidos por elias ni para bien ni para mal. A L ~ son 10s 
liombres que quieren hacer, dejar o sufrir só10 10 que pueden medir, 
18 Gn. 12:l y sigs. 
1"al. 34:15. 
2o Gn. 22:14; e1 Seiíor rerá. 
comprender, sentir y probar. No pueden sondear mi inteligencia. La 
razón es para ellos 10 que para 10s caballos son 10s sentidos. Ambos 
s610 andan de acuerdo con Ia vida sensitiva. 
Que han de ser sujetados c072 cabestso y con frencr, si n o quieren alle- 
garse a ti. 
Esto significa: No me agradan 10s que deben ser forzados por 
leyes como 10s animale5 con bridas, sino 10s que de plena libertad, 
sin coerción de Ia ley, me sirven por e1 espíritu y amor. 
Son 10s que se çobiernan a sí mismos. No quieren tolerar e1 
gobierno de Dios y andan só10 según su parecer. Sin embargo, opinan 
que respetan y veneran a Dios en la nlejor forma. Consideran que son 
10s más obedientes, piatlosor y justos, porque tienen buenas inten- 
ciones, y que es recto 10 que resulta de su buen designio. A ellps 
D i o ~ se opone siempre, porçrie son vanidosos y en e! sentido divino 
no son sumisos. Por e110 tienen que tener muchos padecimientos y 
plagas, y todo es en vatlo, sin mérito y consuelo, puesto que no tienen 
buena conciencia, sino solamente fatiga y trabajo en su buena vida, 
a 10 cual 10s impiilsa la ley y la concienciaabrumada y mala, como a 
10s caballos y 10s mulos. 
Mas a1 que espe~a e?z el Seízor, le rodea~á Ia misericordia. 
Así como aquellos son rodeados por e1 juicio y Ia ira de Dim, 
por 10 cual tienen inucha desgracia y niriguna felicidad, por cuanto 
se basnil en sí misinoq y fiin<lan su esperanza en su propia intención 
buena, así 10s Iiombres rectos que no esperan nada de sí rnismos ni 
de su correcta opinión, ni se fían en eso, 10s circunda la bondad por 
Ia cual reciben muclios bienes y felicidad. Por eqto, concluye e1 sal- 
mista de ellos: 
11. Alegraos en e1 Selior y gozaos, justos. 
Esto significa: Tlosctros que confiáis en Dios podéis también ale- 
graros en éi, que no os apoyais en vosotros ni os gozáis, sino que 
desesperáis de vosotros mismos y os afligís, sois enemigos de vosotros 
y en vuestra opiiii6n nada os complace. 
Y cantad con júbilo todos vosotros 10s rectos de corazón. 
Esto significa: Tened ánimo y sed valientes, levanlaos, gloriaos 
y complaceos como un liombre que se glorifica. Porque e1 çorazón 
que es recto ante Dios y no vertido sobre sí mismo, o algo fuera de 
Dios, se fundamenta eii e1 bien eterno y está firme. Por eso é1 posee 
MLMOS PENITENCIALES 26 1 
con profusión de que puede gloriarse, lucir, ostentar y alardear. Como 
dice e1 apóstol: "El que se gloría, gloríese en el Sefior"Q1, Pero Ias 
almas torcidas y vertidas en si mismas con falsos pareceres, creyén- 
dose enganosamente buenas, alarctean de sí mismas y no de Dios. 
TERCER SALMO PENITENCPAL 
'i. 
SALMO 38 
Sefior, no me reprendas en tu furor, 
ni me castigues en tu ira. 
Porque tus saetas están clavadas en rní, 
y tu mano me aprieta. 
Nada hay sano en mi carne, a cama de tu aixenaza; 
ni paz en mis Iiuesos, a causa de mi pecado. 
Porque mis iniquidades sobrepasan mi cabeza; 
como carga pesada se han hecho demasiado graves para md, 
Hieden y supuran mis ilagas, 
a causa de mi loçura. 
Estoy encorvatlo, esroy liurnillado en gran manera, 
ando afligido todo e1 dia. 
Porque mis entrafias se han secado de ardor, 
y nada Iiay sano en mi carne. 
Estoy debilitado y molido en gran manera; 
gimo a causa de la conmoción de mi corazón. 
Sefior, delante de ti estin todos rnis deseos, 
y mi suspiro no te es ocuito. 
Mi corazón está acongojado, me ha abandonado mi vigor, 
y aun la 1:iz de mis ojos me falta ya. 
Mis amigos y rnis companeros se mantienen lejos de mi plaga, 
y los más allegados a mí se han alejado. 
Los que buscan mi vida arman lazos; 
y 10s que procuran mi mal hablan e inwratan 
falsedades diariamente. 
Alas yo, como si fuera sordo, no oigsr 
y soy como mudo que no abre !â boca. 
Soy, pues, como un hombre que no oye, 
y en cuya boca no hây reprensiones. 
Porque en ti, oh Sefíor, he esperado; 
iú responderás, Seiíor Bios mio. 
16. Pienso: No se alegren de mí; 
cuando mi pie re~bale, no se vanagiorien contra mí. 
17. Pero estoy hecho para sufrir, 
y mi dclor está delante de mí continuainente. 
18. Porque confieso mi nialdad, 
y estoy preocupado por mi pecado. 
19. Porque mis enemigos están vivos y fuertes, 
y se han aumentado 10s que me aborrecen sin causa. 
20. Los que pagan mal por bien 
me son contrarios, por seguir yo 10 bueno. 
21. No me desampares. oh Sefior; 
Dios mío, no te alejes cie mí. 
22. Apresúrate a ayudarme, 
oh Seííor de mi szlvación. 
Este s a h o representa en la forma más clara el modo, las pala- 
bras, Ias obras, 10s pensamientos y e1 comportamiento de un corazón 
verdaderamente arrepentido. 
1. Oh Sefio?; no me reP~e;?das e n t u furor. 
Este castigo se aplica con palabras, como se reprende a un 
malhechor. 
Ni m e castigues en tzl ira. 
Esto se hace con hechos, como en ef segundo salmo penitencial =. 
Hablará a ellos en su furor, dice, 10s caqtigará en su cólera, y en su 
ira 10s asustará, es decir, 10s repi-enderá con hechos y obras. 
2 . Po,rque t ~ ~ s saetas esián clilvndns en si. 
Las palabias de Dios con las cuales é1 reprende y amenaza en 
la Escritura son Ias saetas. Quien las siente, exclana: "Sefior, no me 
reprendas en tu Iuroi". Pero no las siente nadie, sino aquel al que 
son lanzadas al corzzón asustando Ia conciencia. Son 10s hombres íe- 
merosos a 10s ciiales Dios las lama en e1 corazón, Mas en 10s que no 
tienen miedo, que estdn enclurecidos, rebotan como en una roca dura. 
Esto continúa mientras !as palabras son anunciadas por predicaciones 
humanas sxn que Dios coopere y lance Ias flechas. 
Esto significa: No só10 tus paiabras airadas y amenazas me van 
a1 fondo de mi corazón, sino que tus acciones enfurecidas peszn siem- 
pre sobre mí y me oprimen. 
2 Sal. 32. 
SALMOS PENITENCIALES 263 
3 . N o hay paz en mis hzlesos a causa de mi pecado. 
Es como en e1 primter salmo penitencial23: ' T e n misericordia de 
mí, porque estoy enfermo". La carne está débil y enferma para el 
sufrimiento, y no puede soportar la mano y los actos de1 castigo de 
Dios. 
4 . Nada hay sano e~2 mi carne. 
La ira de Dios me asusta tanto que tiemblan también mis piernas, 
y mi carne y tuétano disminuyen. 
A causa de mi pecado. 
Por conocer mi pecado, las saetas de Dios y sus palabras airadas 
me hacen presente e1 pecado en mi rorazón. De e110 se origina inte- 
riormente intranquilidad y susto de Ia conciencia y de todas las fuer- 
zas de1 alma, lo que vuelve muy enfermo a1 cuerpo. Cuando sucede 
esto, e1 hembre está en buen camino, pues a Cristo le aconteci6 10 
mismo. 
5 . Porque mis iniquidades sobrepasan rni cabeza. 
Esto significa: Me han sojuzgado completamente y son más nu- 
merosas y fuertes que yo. Todo eso se debe a las saetas, que hacen 
que 10s pecados sean tan innumerables, grandes y fuertes que e1 hom- 
bre no es capaz de librarse de ellos y de remediarlos, sino que su- 
c ~ m b e . 
Como carga pesada se han hecho demasiado graves para m%. 
Esto significa: más pesadas de lo que puedo soportar, como dice 
e1 Salmo 6424: "Seiior Dios, nuestras iniquidades psevalecen contra 
nosotros; quieras perdonar nuestra injusticia". De este modo e1 pe- 
cado nos huella hasta que vieiie la gracia y pisotea la iniquidad. Y 
levanta nuestra cabem encima de ella, de manera que la dominemos 
nosotros a ella y no ella a nosotros y nos gobierne. i o s que yacen en 
el pecado, 10s muertos, y los que son demasiado santos no sienten 
estas cosas. Por tanto, es cosa sorprendente: quien no riene pecado, 
10 siente y 10 tiene, y quien lo tiene, ni 10 nota ni 10 tiene. Porque 
no sería posible que se quejase de1 pecado y se levantara contra 61, 
si no viviese en justicia y gracia. Un diablo no echa fuera a1 otroZ6; 
e1 pecado no acusa a sus semejantes; un lobo no ladra contra e1 otro. 
Es imposible que esté sin pecado quien eleva la voz contra éi, puesto 
que no debe usar ficciones ante Dios. Ha de ser verdâd que tiene pe- 
2" Sal. ú:2. 
2" Sal. 65:3. 
26 L:. 11~18. 
263 OBRAS DE M A R T ~ N LUTERO 
cado como dice, y al mismo tiempo será ciereo que está líbre de 
pecado; y como Cristo estaba vivo y verdaderamente muerto a la vez, 
deben estar cargados de pecados y tambikn exentos de ellos los Gwe 
son cristianos genuinos. 
6 . Hieden y s~ipuran mis I l~gas. 
Igual como heridas y úlceras se emputrecen, supuran g hieden 
en e1 cuerpo, así también las iniperfecciones de la naturaleza humana 
se echan a perder y se vuelven hediondas, cuando uno no las atiende 
y cura todos 10s días con el ungüento de la pzcia y e1 agua de 2â 
palabra de Dios. Alioia ellos caminan seguros y no cuidan estos de- 
fcctos, como si fueraii sanos. Por ello, e1 salmo continúa diciendo: 
A causa de rni locurn. 
En presencia de ella, pilesto que la sabiduría es la sal y el ãgua 
que limpia las heridas. Esta sapiencia no es otra cosa que conocerse 
a fondo a sí mismo, como dice Proverbios 11 m: "Con 10s humildes 
está la sabiduria", porque e1 conocimiento no permite que e1 hombre 
se deje perder de este modo. En cambio, la necedad consiste en que 
e1 hombre no se ve a sí inismo, sino que opina gozar de perfecta sa- 
lud. Empero, las saetas de Dios revela11 estalocura, de modo que el 
hombre se da cuenta de cuán ciego ha sido en e1 conocimiento de 
sí mismo. Por tanto, e1 sentido es: cuaildo reconocí 'mi estulticia y la 
ignoranria acerca de mí, iioté también cuán lamentablemente mis he- 
ridas se han corrompido 7 vt~elto hediondas, 10 que antes no advertia 
en mi necedacl. Por tanto: 
7 . Estoy encol-vado, esfoy humillndo en gran manera. 
Como un llombre que sufre y se siente mal, iiene exteriomente 
Lin comportamiento mísero, baja la cabeza y no tiene ganas de 1e- 
vantarla, de mirar, escuchar o hablar, sino que dirige también los 
ojos hacia e1 suelo. 
Ando afligido todo el día. 
Estas son Ias verdaderas sefiales de un arrepentimiento fundamen- 
tal, como e1 publicano27 que no se atrevi0 a alzar los ojos, estuvo 
afligido y se inclinó hacia la tierra más c011 ef corazóii que con e1 
cuerpo. 
8 . Porqzte mis entríjGas se hnn secado. 
Esto significa: Estoy interiormente tan Ilenu de angustias que 
quisiera morirme de sed. Tanto me extenúa ta! sufrimiento, como 
26 Pr. 112 . 
97 h. 19:15. 
SALTVIOS PENITENCIALES 265 
acontece a todos 10s que se asustan fuertemente 7 ttienen miedo, 
como dice Proverbios 30 28: "Dad vino a los de amargado Anima". 
Y nada hay sano en rni carne. 
Como ya fue dicho: El cuerpo no piiede soportar tal angiistia de 
Ia conciencia, 10s hixesos tampoco. 
9. Estoy debilitado y m401ido en gran maneríi. 
Como un corazón entristecido que por semejante terror de Ia 
conciencia está completamente quebrantado. 
Gimo a causa de lu conm'oción de mi corazón. 
Como un león grita y ruge, es decir, si el corazón está lleno de 
sufrimiento y gemido qUe no puede conterierse, sino que prorrumpe en 
un lamento lastimoso. 
10. Seíior, delnnte de t i están todos mis deseos, y m'l' suspiro no te 
es oculto. 
Esto significa: >Ii anhelc es tan grande que no lo p ~ e d o exjr'esar 
con palabras, No sé qué pedir. T ú ves rni corazón. (Qué más te d i d ? 
Más grande es mi congoja de 10 que mi lamentación puede ser. Esto 
Io dice también e1 primes salmo penitencial: "Me he consumido a 
fuerza de gemir" m. 
1 1 . AiZi corarón está acongojado, 
Son todas sefiales de un gran susto, si e1 corazón palpita y tiembla 
ante Ia gran ira de Dios. 
Me fia abandonado mi vigor. 
Esto significa: Mi f u e r ~ a me ha abandonado, en todas ias cosas 
estoy extenuado y pusilánime. Así dice tambien Zristo en d Salmo 21 %O: 
"llfi corazón es como cera derretida y ini vigor se seca". Esto lo hacen 
las saetas de Dios que caiisan esta desolación interior. 
Y a s n lu Luz de mis ojos me falta ya. 
Eso significa: hfi vista no está clara y alegre. sirro q ~ o esrá lúgubre, 
triste y sombria. 
1%. Mis amigos y m i ~ comfiafieros se nzantienen leios de m i 
Esto significa: Me lie vuelto horror de mis amigos. Huyen ante 
mi miseria, como dice en otra partes:: Pllis parientes me eluuden, pg- 
3s Pr. 3ã:G. 
Sal. 6:6. 
30 Sal. 22:14 y sigs. 
Sal. 31:11; Job 19:13 y sigs.; Sal. 6953: Sal. 35:11; Sal. 88:8; Sal. 88:18. 
que se atemorizan ante la cólera de Dios contra mí, de modo que no 
osan consolarme. 
Y 10s más allega4dos n 7ni se han nlejado. 
Qbservan en qué va a parar esto. No me ayudan por el miedo de 
ser también castigados conmigo por los tiranos que me persigrren. 
13. Y los que buscan rni vida a m m n lazos. 
Aquí indica Ia fuente de sus aflicciones. A saber, 10s tiranos y mala 
gente 10 atacan exteriormente a causa de Ia palabra y justicia de Dios. 
De esto se asusta en su interior y teme la ira de Dios. Entonces aparecen 
todos 10s pecados viejos que de otro modo no sentía ni pensaba en 
ellos, porque había caducado, puesto que un infortunio raras veces 
sobreviene solo. 
Y los que p+ocuran mH mal hnblnn e imentan fakedudes diariameate. 
Me atacan con mentiras y acusaciones falsas e inventan cosas cor,- 
tra mí para matarme. 
14. Mas yo, conto si fziel-a sordo, no oigo; y soy como mudo que no 
abre la boca. 
Debo dejarles la razón y callarme como un tronco, porque mi 
hablar y responder no valen y no me ayudan. 
15. Soy, pues, como ur2 hombre qzte no oye y e?z cuyn boca no huy 
reprensiones. 
Además no puedo reprenderlos y debo callarme la boca y no 
tener razón, puesto que no presta11 oídos, se enfurecen y no aceptan 
razones. 
16. Porque en ti, oh SeEor, he esperado; tiz responderds, se fio^, 
Dios mio. 
- - - 
Son palabras de una £e Suena y iirme, que en tiernpos $e is, ad- 
versidad deja rodo a un lado y se atiene a la palabra y gracia de Dias, 
sin dudar de que Dios 10 escuchará y le ayudará. Sin embargo, no le 
fija e1 momento ni Ia manera de1 auxilio, sino que simplemente dice: 
"Tú me responderfis seguramente. Esperaré y no cesaré de aguardar". 
17. Pienso: ATO se alegreri de mi cuando mi pie resbnle, z o se gana- 
glorien contra mi. 
fvli preocupación ha sido y he pensado dentro de mí: Ch, qciera 
Dios que no se alegren de nií, que no terminen por tener razón, sino 
que, como en e1 primer salmo penitencial, se turben y sean avergonza- 
dosa2. Resbalar e1 pie es sucumbir y no mantenerse en pie. Por tanto, 
* Sal. 6:lU. 
SALMOS P E N I T E N C I A ~ S 267 
quiere decir: por e110 espero en ti, cuando la desventura me obliga. Si 
hiibiesen ganado, seria eternamente su escarnio y ellos eendrian razón. 
De esto me preocupo y tengo miedo. Piies así seria escarnecida también 
tu palabra. Este versículo indica cóino un hombre doliente se preocupa 
y se aflige, porque 10s impíos andan tan hien, y opina que seguirán 
asi y é1 estará perdido. Einpero Dios no permite que acontezca esto. 
Por e1 contrario, cuando prosperan de manera que creen haberlo lo- 
grado, ios derriba y hace que 10s justos vuelvan a estar alegres. 
18. Pero estoy hecho p a ~ a sufrir, y 7ni dolor está en m2' continuamente. 
Asi habla y opina iin corazón que tiene que sufrir mucho, un 
padecimiento tras otro: "Oh Dios, no hay fin de 10s sufrimientos; 
cuando uno termina, comienza e1 otro. Bien lo veo que estoy hecho 
para e1 sufrimiento y siempre tengo que sufrir miseria"; Salmo 33%: 
"Muchas son Ias afliccioiies de1 justo, pero de todas ellas le librari4 
e1 SeÍíor". 
19. Porque confieso m i maldad. 
Esto significa: Semejante tribulación no es tampoco injusta, pioesto 
que mi viejo Adán debe ser limpiado de sus pecados y morir. 
Y estoy preocupado por mi pecado. 
Como se dice en ei cuarto salmo penitencial qiie sigueM: "Mi 
pecado está siempre delante de mí y confieso mis rebeliones". El sen- 
tido es e1 mismo que en este versícltlo. Los sabios, justos, santos y 
orgullosos reciben paz, tranquilidad, seguridad y honor, y no ven nada 
que 10s aflija, sino 10 que les es gozoso y agrababie. Ocultan y no con- 
fiesan su pecado, no piensan en é1 tampoco, sino s610 en su piedad y 
10s yerros ajenos, como dice e1 versículo siguiente. Un hombre integro 
er, por otra parte, totalmente diferente, como dicen esos dos versiculos. 
Asf manifiesta también el santo apóstol Pablo ên Romana 7 B6: que 
en é1 habita el pecado y está cautivo de 61. No obstante, no hacfa nada 
ma10 exteriormente, sino mucho bien. También Cristo nianda a todos 
10s snyos a odiar su vida 36. Ahora bien; no se debe abomecer nada sino 
solamente el pecado. ;Cómo penetra e1 pecado en 10s piadosos para que 
lo cieban odiar? No dice que só10 deben detestar Ias iniquidades preté- 
ritas que ahora están perdonadas y expiadas, sino e1 alma y la vida 
que sin duda esrán aún-en é!. Lcs santos orgullosos no toman en cuenta 
para nada estas transgresiones. Andari seguros manifestando que son 
pecados cotidianos y no son contrarios a1 mandamiento de Dios. Si 
33 Sal. 34:19. 
34 Sal. 51:3. 
3 j Ro. 7 2 3 . 
86 Jn. 12:25. En lugar de vida, Lutero tiene alnm. 
esto es verdad, ?por qué manda abominarlos y por qué e1 apóstol se 
queja de estar cautivo de ellos? Contra e1 pecado cotidiano - s e g í ~ 
dicen ellos- no hay mandamiento, ni hacen cautivo a nadie. 
20. Porque mis enemigos e ~ t d n vivos y fue~tes; y se han aumentado 
10s que m e aborrecen sin causa. 
Sufromucho y me va mal. Pero mis enemigos prosperan, como 
10 describen Jeremias 12 y Habacuc 137, puesto que "vivir" es aqui 
tener días buenos y una existencia regalada. Ellos son poderosos y 
fuertes, yo soy oprimido sin cesar: gozan de honores, yo estoy deshon- 
rado; ellos están en paz, yo en tribulaciones; aumentan y hay muchos 
que 10s favorecen, 10s alaban, toinan su partido, yo s610 estoy abando- 
nado, nadie me acompafia o me es favorable. De este modo un verda- 
dero santo es muy disímil y está separado cle santos aparentes y falsos 
que se engafian a sí mismos. 
21. Los q z ~ e pagarz xk1 por bierz m.e son contrarios ~ O T segz~ir yo 
lo bueno. 
Los que se creen sabios y justos s61o pueden pagar mal por bien, 
porque la doctrina recta que uno les dispensa y que les dice lc mejor y 
les sirve bien, lo que es cosa buena, Ia persiguen, la gagan con o&o 
y martirio. Además sospechan y calumnian a toàos los que buscan e1 
mismo bien y le siguen. La causa es que este bien no es manifiesto, sino 
que está bajo la cruz y reditcido a la nada, oculto en Dios. Mas ellos 
no quieren ser reducidos a la nada en su vida y apariencía buena. 
Ansían representar algo o exteriorizar su ira y causar desgacia. No 
obstante, creen seguir en eso a1 bien. Empero en verdad es e1 mal y 
la perdición de ellos mismos. De esto se aparta el hombre piadsso 
y por eso 10 caiumnian. 
22. N o me desampares, oh Sefior; Dios mio, rzo te alejes de mí. 
Estoy solitario, abandonado y despreciado por todos. For e110 
recógeme y no me desampares. La naturaleza de Dios es de hacer algo 
de la nada. Por tanto, quieri no es aún nada, de é1 Dios no puede hacer 
nada. Los hombres hacen nada. Los hombres hacen de algo una cosa 
distinta. Pero esto es una obra vana e inútii. Por eso, Dios sólo recibe 
a 10s abandonados; cura únicamente a 10s enfermos; da Ia vista sola- 
mente a 10s ciegos; no resucita sino a 10s muertos; hace piadosos sblo 
a 10s pecadores y sabios a 10s aturdidos. En fin, se compadece única- 
mente de 10s míseros y acuerda gracia a 10s que carecen de ella. For 
tanto, ningún santo orgulloso, sabio o justo puede llegar a ser materia 
de Dios y lograr que Dios realice obra en 15.1, sino que queda en su 
propia obra de sí rnismo un santo fictício, aparente, falso y disfrazado, 
es decir, un hipócrita. 
87 der. 12:l; Hab. 1:2 y sigs, 
SALMOS PEKITENCIALES 
23. Apresú)ntt. a a y u d a r m e , oh SeEor d e mi salunción, 
Apresúrate a ayiidarme. Todos 10s demás se apuran a destruirme. 
No Iiay auxilio de Dios donde existe ayiida humana, incluso donde no 
hay perseciición de 10s hombres u hostigamients de1 individuo con- 
tra sí mismo. Díos no es un padre de 10s ricos, sino de los indigen- 
tes, viudas y hiierfanos. "A. los ricos envió vacíos." "h Dios de rni 
salvación, esto significa que no busco salvacibn s arixliio, ni en mi 
mismo ni en otro, sino rólo en ti. Así también dice en el Salmo 4 B S : 
"E1 Dios de mi jiisticia me oyó". Esto significa que es é1 quien da ka 
justicia. Idos variiclosos empero tienen saivación, auxilio y satisfacción 
en sí mismos. Su ayuda no es Ia de Dios. La han ideado para ellos 
mismos, por cuanto no se sienten condenados ni quieren serlo. 
SALMO 5í 
Ten piedad de mi, oh Dios, conforme a tu b o ~ d d ; 
conforme a tu gran misericordia borra mi rebelibn. 
Lávame a fondo de mi irraldad, 
y límpiaine de mi pecado. 
Pai-que yo reconoLco mi transgresión, 
y mi pecado está siempre delante de mí. 
Contra ti solo he pecado, 
y he heclio 10 ?ma10 delante de ti. 
Por eso ser& reconocido justo en tus pãlabras 
hallado puro cuando se te juzgue. 
He aquí, en maldad Iie sido formado, 
y en pecado me concibi0 rni madre. 
H'e aqi~í , tú amas Ia verdad, 
y me haces comprender ia sabiduría en Io secreta. 
Purifícame con hisopo, para que sea Iimpio; 
Iávame, para que sea blanco como la nieve. 
Hazme oír gozo y alegria. 
para que se recreen 10s huesos que has abatido, 
Esconde tu rostro de mis pecados, 
y borra todas mis maldades. 
ê rea en rní, oh Dios, un coraz6n limpio, 
y renileva un espíritu obediente dentro òe mi. 
38 Lc. 1:53. 
a9 Sal. 4:3. 
No me eches de delante de ti, 
y no quites de mí tu santo Espíritu. 
Vuélveme #e1 consuelo de tu salvación, 
y e1 espíritu noble me sustente. 
Ensefiaré a 10s transgresores tus caminos, 
para que 10s pecadores se conviertan a ti. 
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, 
para que mi lengua glorie tu justicia. 
Scfior, abre mis labios, 
para que mi boca publique tu alabanza. 
Porque no quieres sacrificio, si no yo 10 daria; 
no te agradan Ios holocaustos. 
Los sacrificios de Dios son e1 espíritu quebrantado; 
a1 corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Gios. 
Haz bien con tii benevolencia a Sion; 
edifica 10s muros de jerusalén. 
Entonces te agradarán Ios sacrificios de justicia, êi kdocaersto 
y ofrenda de1 todo quemada. 
Entonces ofiecerári becerros sobre tu altar. 
1. Ten piedad de mi, oh Dios, confol-me a tu bo%da.d. 
Un corazón veraz y arrepentido no ve sino su pecado y miseria e3 
Ia conciencia, por 10 cita1 no puede decir estas palabras con seriedad 
profunda quien aún halla algo de consejo y auxilio en sí mismo, por- 
que no es todavía completamente abatido, sino que siente algo como 
un consuelo en sí mismo, h e r a de Ia gracia de Dios. E1 sentido fie 
este versiculo es el siguiente: Oh Dios, ningún hombre ni criatura ine 
puede auxiliar ni consolar. Tan grande e? mi miseria, porque mi ma! 
no es corporal ni temporal. Por e110 Dios, que eres eterno, tú solo 
me puedes ayudar; ten piedad de mí, puesto que siia tu misericosbia 
todas Ias cosas son terribles y amargas para mí. 
Conforme a tu gran misericordiu borra mi rebelidn. 
Son todas palabras de un arrepentimiento profundo, que hace 
grande y abundante Ia gracia divina haciendo grande y abundante su 
propio pecado. E1 apóstol dice 40: "Donde abundan 10s pecados, abun- 
da también Ia gracia". Por ello, no les gusta mucho Ia gracia a 10s 
orgullosos, puesto que aúii no les disgustan suç pecados. 
2. Eduame a fondo de mi mbldad, y Eimpiarne de mi pecads. 
Antes. cornenzando a Ia manera humana, e1 salmista habia impIe 
rado Ia gracia e indulgencia por 10s pecados cometidos y e1 poder por 
40 Ro. 5:20. 
empezar una vida diferente. Ahora suplica de un modo creciente, casi 
hasta e1 final de1 salmo, que sea lavado y limpiado siempre más y más. 
La primera gracia es un coinienzo rle lavar y limpiar. En esta gracia 
no permanecen y aun recaen Ios que sólo se fijan en d pecado real yr 
exterior, y persisten. Ahora es necesario que Xdán sea expulsado y que 
entre Cristo: Adán ha de perecer y Cristo solo ha de reinar y estar 
presente. Por ello, e1 lavar .j. limpiar nunca termina en este siglo, pues 
Adán, que es inilato en nosotros, convierte en pecados y destruye eam- 
bién nuestras obras buenas que hemos iniciado y en que aumentamos, 
si Dios no mirase la gracia y Ia abiución comenzadas. 
3 . Porque yo reconozco nzi transgresih, y mi pecauo estd siempre 
delante de mi. 
Esta es Ia diferencia entre 10s santos verdaderos )í 10s aparentes: 
Los santos verdaderos ven sus ciefectos y que no son lo que deben y 
qnieren ser. Por ello, juzgan, no 10s errores de 10s demás, sino 10s s u p s 
propios. Empero, 10s otros no reconocen sus debilidades, creyendo 
que son Io que deben ser. Sienipre se olvidan a sí mismos y son jueces 
de las transgresiones de los rlernás. Pervierten este salmo en la siguiente 
forma: "Reconozco 10s defectos de 10s demás y su pecado está siempre 
delante de rní", porque llevan su pecado a sus espaldas y !a viga 
en sus ojos 41. 
4 . Contra ti solo he pecado, y he hecízo i* m-~alo deiante .de ti. 
Este es el versículo que nos eniefia a fondo a despreciar nuestras 
buenas obras exteriores )r a no c r e r Iia alabanza y honra que la gente 
nos tributa a causa de ellas, porque se han realizado en impureza y 
ciebilidad. No son apreciadas por Dios, a no ser que ias confesemos 
como heclias de tal manera. Por ello, está lejos detener fundamento 
Ia interpretacióri que refiere este versículo 2 10s pecados exteriores, 
puesto que en cuanto a Ias Iniquiiiades exteriores sin duda pecamos 
y practicamos e1 mal, no sblo ante Dios, sino también ante la gente. 
5 . Por eso ser& reconocido jmto en tm- paiabras y hallado puro 
cuando se te juzgue. 
;Qué es eso? ~Dios no piiede ser justificado, a no ser que nosotros 
seamos pecadores? {O qiiién ju~ga ct Dios? Es manifiesto que Dios en 
si mismo y en si1 naturaleza no es juzgado o justificado por nadie, 
puesto que é1 es Ia justicia eterna, constante, esencial e inmutable mis- 
ma y juez supremo de todas ias cosas. Empero, con referencia a sus 
palabras y obras 10s que se justifican a si mismos y creen que son jus- 
tos, continuamente le contradicen, le resisten, lo juzgan y lo condenan, 
y entre é1 y ellos hay un continuo y violento pleito respecto a sus 
41 Mt. 7:s y sigs. 
palabras y obras. Por esto, e1 sentido de Ia ex~resión: "para que seas 
reconocido justo en tus palabras" significa que tus palabras sean 
justificadas y consideradas y reconocidas como verídicas. Ahora pues, 
no es posible enumerar todas Ia7 palabras a las que contradicen 10s 
orgullosos. Las reuniremos toclas en un término común: Todas las Es- 
crituras y palabras de Dios se refieren a1 sufrimiento de Cristo, como 
é1 mismo asegura en e1 último capítulo de Lucas 42, de que la Escritura 
$610 contiene la prometida gracia y e1 perdón de 10s pecados por el 
sufrimiento de Cristo, tle inanera que e1 que cree en é1 será salvo y 
ningún otro. A esta verdacl y 10s paclecimientos de Cristo y la fe se 
oponen todos aquelIos que 110 quieren ser pecadores, )I especialmente 
10s que han comenzado una vida nueva. Éstos no quieren considerar 
que son pecadores y tampoco tienen iin ardiente deseo de Cristo. a 
pesar de que Dios ha proiiietido eli todas sus palabras que Cristo 
morirá a causa de1 pecado. Por ello, quien no se considera pecador 
ni quiere ser tenido por tal intenta hacer de Dios un mentiroso y se 
tiene a sí mismo por verídico, 10 que es e1 pecado más grave y una 
idolatría que sobrepasa a todas Ias ctemás. Por eso dice e1 apósto1 
Juan en 1 Juan 143: "Si decimos que no tenemos pecado, nos eFigz- 
fiamos a nosotros mismos, y Ia ~ e r d a d no está en nosotros". Tam- 
bién 4k 'Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a éi meriti- 
roso, y su palabra no está en nosotros". Por ello declara ahosa ef pro- 
feta: Para no incurrir en este horrible pecado de orgullo, confieso 
que soy pecador y no hago nada bueno, para que t e permanezcas er, 
Ia verdad y prevalezcas y venzas a todos 10s que altercan contigo Y 
se justifican a si misimos y te juzgan en zus palabras. Pues, a1 finzi, 
Dios prevalecerá y triunfará, o aquí con bondad o allá con severidad. 
No nos servirá que ante 10s ojos de la gente o ante nosotros misaos 
seamos justos. De esto debemos apartar la vista y esperar temerosos 
10 que Dios opina al respecto. 
6 . Ele aqui, en 97zaldad izr-. sido fot-?7zado, y en pecado me concibiá 
mi madre. 
He aquí, e1 que ante ti soy pecador es tan verídico que el pecado 
es rni naturaleza, e1 inicio de mi sei y mi concepcibn, para no men- 
cionar las palabras, obras y pensamientos en e1 transcurso de mi vida. 
&%mo estaría sin pecado, habiencto sido formado en pecado y slendo 
maldad mi natuixleza e índole? Soy iln árbo! maic -j por naturoleza 
un hijo de ira y de maldad. Por ello, mientras e1 mismo carácter y 
esencia queda inheiente en nosotros. permanecemos pecadores y debe- 
moi decir: "IPerdona nuestras de~c!as'-, etc., hasta que e1 cuerpo muera 
h. 2 4 : g p sigs. 
1 Jn. 1:s. 
44 1 Jn. l:10. 
y desaparezca. Adán tiene qiie morir y dcscomponerse, antes que nazca 
Cristo de1 todo y comicnce la vida en arrepentimiento, y hasta que 
concluya a1 morir. Por eso la muerte es algo salutífero para todos 
aquel2os que creen eii Cirist-o, piiesto qite corrompe y reduce a polvo 
iodo lo qiie 11a naciclo de Adán, para que Cristo só10 viva en nosotros. 
7 . We aqui , t u amas la verdad. 
Esto significa: l,a justicia exterior y piedad aparente es mero 
engano sin fundamento y verdad, porque solamente citbre e1 pecado 
interior y es só10 Lina caricatura de la justicia fundamental y verda- 
dera. T ú no ia quieres, pero 10s hombres la aman; por eso tií aprecias 
Ia verdad interior, mas e l l o ~ la fatsedaci exterior; tú aprecias el funda- 
mento, eilos ia apariencia. Por eso no dicen: "Soy un pecador ante ti". 
A 10s orguilosos Ia sabiduría de Dios se revela 3olamente en Ia 
apariencia exterior; mas a 10s hitmildes se descubre en su verdad inte- 
rior y su fundamento oculto. Lo exterior de esta sapiencia consiste en 
que e1 bombre opina servir a Dios y aproximarse a é1 con muchas 
palabras, meditaciones )- obras, todo eqo en una apariencia exterior 
que es visible y posible a cada cual, ya que Ias actitudes y modos soti 
muchos. En esta forma se Iiitsca a Dios, pero todo a1 revés y exterior- 
mente. Interiormente lo conocen menos que toda 10 demás, porque 
se buscan a sí mismos, tratando también sin Dios de estudiar y cono- 
cerlo de aste mismo modo, etc. 
Empero, 10 interior y ociiito cic esta sabiduría no es otra cosa que 
e1 conocerse a sí mismo a fonclo; y por coiisiguiente. odiar a1 propio 
ser y biiscar toda justicia, no en si, sino en Dioq, disgiistarse de sí y 
anhelar a Dios. Esto significa amar humildemente a Dios, abandonán- 
dose a s í inismo. Esa justiria interior desconocicla se maltifiesta en todas 
las posturas, modos, palabras, obras exteriores, .en los ciiales 10s orgu- 
Ilosos perinanecen y se eridiirecrn. Por ello, Dios, qilien aprecia e1 
fundamento y Ia verclacl, 10s aborrece. porque ellos aman Ia apariencia 
y Ia hipocresía. 
8. lurificame ron hivof~o, para qric sea liinpio. 
Aqiií el salmista confirmo en seguida con un ejemplo 10 que ha 
dicho anteriormente. Es como si dijese: Moisés y 10s sacerdotes de la 
ley se rociaban a sí mismos y a1 pueblo c011 I i isop, mojado en sangre 
de macho cabrío 45, y creían que con ello quedaban puros. En a t o , 
igual como er, todas las formas exteriores de santificación dentro de 
!a ley. confiaban todos 10s iiipkritas. Empero, es s6Eo apaBencia eãte- 
45 Nm. 19:18 y sigs. 
rior e imagen, mas no Ia verdaíl significada, a que te refieres y Ia que 
amas, ni tampoco la sabiduría interior que me revelaste. Por ello, 
rocíame con la verdadera sangre sacrificial, Ia de Jesucristo, por la cual 
quedo verdadera y totalmente limpio en rni interior, sin ningún obrar 
o poder mío. 
Lávanze para que sea blarzco ronzo ia rzieve. 
Esto significa: E1 javamiento exterior de Ias manos j- pies de 
acuerdo con Ia ley no me hace blanco, sino que sediice con su fâlsa 
apariencia a 10s que no conocen e1 lavamiento interior que queda 
significado por aquél, el cual es Ia sabiduria recta y verdadera. El 
asperjar con hisopo y e1 lavar exteriores no sirven a ia ablución y asper- 
sión interiores. Es sólo una imagen y simplemente un signo exterior. 
Igualmente, con todos los dcmás modos y actitiides exteriores no se 
quiere indicar $i110 que en la iiiisma forma Dios interiormente asperja, 
lava, obra, !labia, cuida, etc., con Ia gracia de1 Espíritu Santo. Así 
también 10s amados padres antiguos interpretaban el acto figurativo 
clel Anrigiio Testamento, entendieiltlo por éste e1 aspecto interior y 
oculto de1 serdadero sentido 7. de Ia sapiencia divina. 
9 . Harme oír goro y alegria. 
Esto es: Toda contiucta y acción cie la justicia exterior no son 
capaces de consolar mi conciencia y quitar e1 pecado. Pese a todos 105 
esfuerzos y obras buenas permanece Ia conciencia timicla, asiiseado y 
temerosa fiasta que tú me asperjes y laves con Ia gracia y me tles de 
esta manera una buena conciencia y yo oiga 10 que me dices con voz 
bãja: "Tus pecados te son perdonados" 16. Nadie lo advierte, sino d 
que 10 oye; nadie 10 ve ni lo entiende. Sin embargo. es perceptible, y 
este oir Iiace una conciencia consolada y alegre y confianza ea Dios. 
Para quese recreen fos hucsos que hns abatido. 
Todo e1 cuerpo que es fatigado y aplastado, a causa de la coa- 
ciencia pecaminosa. se alegra v es reconfortado cuando la conciexcia 
u , 
oye la grata noticia de1 perdón, puesto que e1 pecado es una carga 
pesada, afligente )I angustiosa. Xo obstante, no puede ser quitada por 
las obras exteriores de1 lio~ribre. sino só10 por ia acción interior de 
Dios. 
10. Esconde tu rostro de nzis pecados. 
Esto ~ignifica: Ko te fijes con severidad en mis obras, puesto que 
son todas pecado, si ias pones ante tu rostro y jcicio. Por ello, el sal- 
mista no dice: "ctparta mi pecado de tu rostro", como si hubiese a@- 
46 Mt. 9 2 . 
nas obras que podrían soportar Ia cara de Dios, que se aparta só10 
de 10s pecados dejando Ias obras bueaas. Por e1 contrario, debe apartar 
SLI semblante para que Ias obras y nosotros podamos subsistir y que- 
dar, es decir, no impiita por gracia 10 que por su naturaleza sería pe- 
cado, como dice e1 Salmo 32 47: "Bienaventurado aquel cuya rransgre- 
sión ha sido perdonada". 
Y borra todas m'is rnaida,des. 
Lo qiie aún falta e11 justiria, perdóname. como te he rogado que 
apartes tu rostro de Io malo que todavia subsiste. Porque ante Dios 
todas nuestras obras, como ya se dijo, tiener, algo que no deberían 
tener, es decir, son realizadas en pecacio, en el cual hemos nacido, 
y no tienen 10 que deberinn tenei., eito es. ia pureza completa, de 
la cual l~einios sido privaclos -=r ei pecado de Adán. 
11. Cren e n mi, oh Dios, urz comzóli. l impio . 
Tener manos limpia? y lindas palabras seg-Gn apariencia exterior 
es fácil y está dentro de Ias fuerías humanas. Pero un corazbn lim- 
pio, apartado de1 amor a las cosas creadas es obra dei Creador y p- 
der divino. De acuercio con la Escriturals. nadie rime un corazón lim- 
pio. Todos son pecadores ante nios, ante el cuai el corazbn está des- 
cuhierto, como para e1 Iiornbre son visibles Ias manos o Ias obras. . . . 
En e1 cora~ón está Ia verdad, que zma Dios; la justic~a interior, em- 
pero, no se alcan7a nunca de1 todo en esta vicia y, sin embargo, de- 
hemos biiscarla sin cesar. 
Y renueua un espiritu obediente dentro d e mi. 
Torcido es e1 espíritu de Ia corne y de 4dán que introvertido 
busca 10 suyo en todas ias cosas. Es innaío en nosotios. EI espíritu 
sincero e? la biiena voluiitad dirigida directamente hacia Dios, bus- 
cándolo só10 a 61. Este espíiitu debe ser creado de nuevo e infundido 
por Dios en lo íntimo de nuestio toraltjn, a fin de que no haya e1 
menor engano en nireitro espilitu, sina que de todo cora~bn sea ania- 
da la voluntad (livina. 
12. Aro m e eches de delante cie ti . 
Esto siicede a todos 10s que no se reprueban ante sus ojos 1. rio 
se pi-eocupan tle ser desechaclos ante Ia faz de Cios. Hasta se presen- 
tan ante e1 rostro cle Dios y se enaltecen a si niismos. Por ello, son 
liumillados y reprobados, puesto que creen ser puros, piadosos e ilu- 
minados y, por tanto. irreprensibles. Empeio, 10s otros sienten y saben 
47 Sal. 32:l. 
-'%n. 6 : s ; 8:21; Ro. 3:10 y sigs. 
que merecidamente son repi-ocl-iables a causa de sus pecados. Por e110 
se presentan ante Dios temerosos y piden con humildad lo que 10s 
otros creen haber ganado por si1 ranticlacl. 
Y n o quites de m i tu santo Espíritu. 
Piies de mi parte soy depravado. T u Espíritu debe hacerme 
santo y guardarme. Por otra parte, siri e1 Espíritii Santo no hay don 
o gracia que piieda ser suficiente ante Dios. 
13. Vuélveme e1 consuelo de tzl snivaciólz. 
Por Adán y e1 pecado se nos ha perdido este consuelo y debe ser 
restaurado sin mérito nuestro por gracia, es decir: "Devuélveme una 
conciencia a!ep-e y confiada en til salvación". 
Y el espiritu noble 17Z'e sustente. 
Esto significa: Que me sustente con e1 Espiritu Santo que hace 
hombres dbciles que si:-rei1 a Dios, no por temor ante e1 castigo o 
amor clesordenaclo. Tocios 10s que le r i r ~ e n por miedo son constantes 
y firmes só10 mientras dura e1 pavor. Hasta le sirven por coacción ). 
contra su propia voliintacl, a1 plinto de que no le servirían de modo 
alguno si no exirtiese e1 infierno o e1 castigo. Xsimismo, 10s que por 
el amor de recompensa o de bienes sirven a Dios, no son constantes 
tampoco. Si sripiesen que no ltay preinio y si escasean 10s bienes, 
cesan en e1 servicio. Todos ellos no tienen gozo en la salvación de 
Dios, ni tampoco un coiaz6n limpio o 1111 espiritri recto, sino que 
se aman más a sí mismos que a Dios. Pero 10s que sirven a Dios de 
una voluntad buena y recta, están firmes en su servicio, en cualquier 
situación, en días buenos o malos, puesto que han sido hechos firmes 
y constantes por Dios con una voluntad noble, libre y espontánea. 
La palabra "espíritu noble" que figura aquí significa en hebreo tam- 
bién iin espíritu espontáneo o voluntario que actúa de buen grado. 
Lo que es mantenido por Ia £uerza no perdura, mientras que 10 que 
está sustentado por la voliintad permanece. 
14. Enseiíaré n l«s tlnn~greso?es fzts cilmrnos, para que 10s pecadores 
se conviertarz n ti. 
Esto es: No enseiíaré jamás la jiisticia y 10s caminos Airmanos, 
como 10 hacen 10s soberbios, sino la senda de la gracia y tu justicia. 
Así vienen pecadores a ti y son convertidos de veras, puesto que por 
Ia justicia de 10s hombres son apartados siempre más de Dios, a 
causa de1 orgullo que necesariamente existe, donde no hay gracia. 
15. Librarne de hornicidios, oh Dios, Dios de rni salvación. 
E1 llomicidio es un crimen por e1 cual se merece ia rnuerte. Ante 
Dios, según la ley, toda clase de pecados merecen la inuerte, Roma- 
SALMOS PE'IITENCIALES 277 
nos 2, Deuteronomio 27 49. EEl salmista se refiere especialmente a1 pe- 
cado cometido con Betsabk y hirías, por el cual é1 era culpablie de la 
muerte 50. 
Para que mi lengzra glork tt! jzuticia. 
Esto es: Jam;is predicaré ia juscicia de 10s hombres ni celebraré 
sus obras, sino que enalteceré sólo tus obras y predicaré que no hay 
otra justicia ~ i n o Ia tuya, por la cual son justificados todos 10s justos 
p sin Ia cual todos 10s demás son pecadores, puesto que. si tíx no 
justificas, con sus obras nadie se vuelve justo. Por ello, se dice "tu jus- 
ticia", porque tií la das por gracia. Yosoíres n9 12 airanzamos com 
obras. Por el'io: 
16. Seiior, abre mis Eabios. 
Dame fuerza y Animo para que ls predique libre y vaferosamente 
contra 10s impíos e hipócritas. 
Para que mi boca publique tu alaba?zzn. 
Esto significa: Por tu poder darne valor para reprender a todos 
10s hombres y convencerlos cle que son pecadores y que no hay en 
e!los nada digno cZe elogio y Iiorira; que solamente han merecido 
deshonra y castigo, para que conozcan que la alabanza y honor s610 
corresponde a ti, porque tuyas son solamente !a justicia y lã sabidu- 
ría, pues nadie puede honrar y alabar a menos que se censure y se 
deshonre a si misnlo, ni nadie puecle atribuirte sapiencia y justicia 
si no las quita de sí mismo, irnpuiándose mero pecado y necedad. Mi 
lengua te proclamará esta alabanza y honor si tú la desligas, pueséo 
que a quien Dios no manda y habia en é1, no puede predicar esta 
doctrina y cantar su alabanza. 
Y es 10 más sublime que podernos tributar a Dios y 10 que 61 
desea sobre todo, que uno le dé aiai3rrn~a y honor y le atribuya todo 
10 bileno que existe. Por eilo dice: 
17. Porqzte no quieres saclaficio, si izo yo 10 dauia; ?zo te agradan 
Los holocazcstos. 
Esto significa: ?u quieres que nâdie se a:ribuya a si mismo en- 
comio y honor de la justicia y sabiduría, sino sólo a ti. Por eilo, 
poco te importan e1 sacrificio 7 mucho menos las otras obras buenas 
menores, ya que el sacrificio es 12 mayor. Quieres ser misericordioso 
y no juez. No quieres fijarte en io piadosos que queremos s- LI- nosotros, 
sino en lo piadosos que desearnos Ilegar a ser con tu ayuda, a 5n de 
49 Dt. 27:15 y sigs. 
a* 2 S. 11. 
ciile entonces 110 seamos nosotros elogiados y honrados, ya que no te 
damos nada, sino que só10 tomamos de ti justicia, sabiduría, verdad,méritos y todas las obras biienas. Y por ello: 
18. Los sacrificios de Dios son e1 espiritu quebrantado; a1 contrito y 
hzlnziilado rzo desfwecinríis toi, oh Dios. 
Es como si e1 salmista dijera que Dios desprecia todo 10 demas 
menos un corazón humillaclo y quebrantado, pues éste atribuye a 
Dios Ia honra y a sí mismo e1 pecado. E1 corazón no le ofrece nada 
a D i a , sino que solamente toma cle é1. Precisamente esto es 10 que 
Dios quiere, a fin de que é1 sea Dios en verdad. Pues a Dios le CD 
rresponde dar y no tomar. 
19. Haz bien con tu bene~toberzcia a SEon; edifica 60s muros da JT+ 
rusalén. 
Si 10s santos orgui1osos no quieren aceptar esta doctrina y ade- 
más enseiían a 10s otros su justicia propia, entonces da tu gracia a 
10s demás, 10s elegidos, no a causa tle sus mbitos, sino por tu buena 
voluntad, para que sean edificados 10s muros, es decir, que haya hom- 
bres iluminados en Ia cristiandad que guarden y enseííen a 10s de- 
más, para que no sean seducidos por las doctrinas y 10s maéstros fal- 
sos que ensefian su propia justicia. Pues 10s muros son 10s maestros 
que deben ser edificados principalmente en esta doctrina. 
20. En tonces te ap-adal-átz 10s sacrificios de justicia, 
Es como si e1 salmista dijese: ?;o te sacrificarán machos czbri- 
y ovejas y becerros, sino te ofrecerán sacrificios de justicia, es decis, 
a si mismos, Pues presenta un sacrlficio de justicia quien da a D ~ s 
10 que debe. Xhora, adeudamos a Dios más cle 10 que tenemos. por 
ello, 10 pagamos entregáridole 10 que somos nosotros mismos en el 
humilde conocimiento de nuestra deuda y en la confesión de su jus- 
ticia, es decir, que é1 es justo CGEO quiera que su voluntad divina 
proceda con nosotros. Este proceder y entrega a ia voluntad divina ês 
Ia suprema justicia que podemos tener y e1 verdadero sacrificio que 
se llama holocausto, como aqui sigue: 
E1 holocausto 21 ojrendcr de1 todo quernada; entonces ofvecerdn beceflTs 
sobre t u altar. 
En e1 irtioma alemán no podemos expresar 10s términos hebreos, 
porque tenemos s610 1a palabi-a "opfer" (sacrificio), la que significa 
toda clase de sacrificioç eil general. En e1 hebreo, en cambio, hay 
muchos y diferentes nombres de sacrificios, como sacriflicium, es de- 
cir, e1 sacrificio que era ofrecido en e1 santo oficio, prescrito por h 
ley. Entre Cstos liabia algunos denominados holocausta, es decir en 
alemán Brandopfer (ofrenda quemada), de los que 10s sacerdotes O 
inmoladores no retenían nada. Otros se llamaban Todnpfer (ofrendas 
pacíficas), etc. Eran sacrificios ocasionales ofrecidos por delioción. 
Ahora dice e1 salmista: Todos éstos só10 entonces serán ofrecidos 
en forma correcta, o dicho en otras palabras: Lo que ahora se ofrece 
es como si no se sacrificase nada, pues su beneplácito no está ien e1 
sacrificio, como se ha dicho. Esto se debe al hecho de que, si e1 W- 
razón no es agradable y previamente sacrificado, todos los sacrificios 
exteriores resultan vanos. Pero si e1 corazbn ya es agradable y previa- 
mente sacrificado, todas Ias obras exteriores son sacrificios de justicia. 
Mas loi becerros 10s menciona en especial, que eran las víctimas 
sacrificadas, a que acaba de referirse. Y precisamente como si no hu- 
biesen sido sacrificados en acluel tiempo, e1 salmista dice: "Ofrecerán 
becerros", como si dijera que este sacrificar becerros en aquel tiem- 
po es só10 una prefiguración. Llegará el día en que sacrificarán a 10s 
verdaderos beceiros, es decir, al hctán exterior, sobre la cruz,, y !o des- 
truirán y lo criicificarán con Cristo, ciiya cruz es e1 altar para todos 
10s becerros. 
QIJINTO SdZM9 PEWITENCIAL 
Seííor, escucha mi osación, 
y Ilegue a ti mi clamor. 
No esconda de mí tu rostro en el clia de mi anpst iz: 
inclina a mí tu oído; 
apresúrate a responderme cuando te invocare. 
Porque mis días se han consumido como humo, 
y mis huesos c~ral tizón están qtiemados. 
Mi corazón está trillado como la liierba y se seca, 
por 10 cual me olvido de comer ml pai]. 
Por la voz de mi gemido 
mis huesos se han pegado a mi carne. 
Soy semejante a1 pelícano de1 desierto; 
soy como e1 búho en las ruinaç. 
Velo, y soy 
como el pájaro solitario sobre eei tejado. 
Cada día me afrentan mis enemigos; 
10s que se burlan de mí, me hacen objeto Ge sus j~~i;%1p~%t-. 
Por 10 cual yo como ceniza a manera de pân, 
y rni bebida mezclo con lágrimas, 
10. A causa de tu enojo J. de tu ira; 
pues me alzaste, y n e has arrojado. 
11. Mis dias se han desvanecido como sombra 
y me he secado como la hierba. 
12. Mas tú, Seííor, permanecerás para siempre, 
y tu memoria de generación eii generación. 
13. T e levantarás y tendrás misericordia de Sion, 
porque es tiempo de tener misericordia de elia, porque 
Ia hora ha Ilegado. 
14. Porque tus siervos aman sus piedras: 
y de1 polvo de ella tienen compasióri, 
15. Entonces 10s gentiles temerán tu nombre, 
y todos 10s reyes de Ia tierra tu gloria. 
16. Por cuanto e1 Sefior edifica a Sion. 
y en su gloria es visto. 
17. Considera ia oración de 10s desvalidos, 
y no desecha e1 ruego de ellos. 
18. Escríbase esto para Ia generación venidera; 
y el pueblo que está por nacer alabará a1 Sefior. 
19. Porque mira desde 10 alto de su santuario; 
e1 âefior mira desde 10s cielos a la tierra. 
20. Para oír e1 gemido de1 preso, 
para soltar a 10s hijos de la muerte. 
21. Para que publique en Sion su nombre, 
y su alabanza en Jcrusalén, 
22. Cuando 10s pueblos y 10s reinos se congreguen 
en uno para servir a1 SeÍíor. 
23. E1 debilita mi fuerza en el camino; 
acorta mis dias. 
24. Digo: Dios mio, no me cortes e= 1a mitad de mis dias; 
por generación de generaciones son tus aííos. 
25. En e1 principio tú fundaste Ia tierra; 
y 10s cielos son obra de tus manos. 
26. Ellos perecerán, mas tú permaneces; 
y todos ellos como una vestidura se envejecerári; 
y si 10s mudares, como s n vestido serán mudados. 
27. Pero tú eres el mismo5 
y tus aííos no se acabarán. 
28. Los hijos de tus siervos habitarán seguros, 
y su descendencia será establecida delante de ti. 
1 . Secor, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor. 
En su oración, e1 salmista pide gracia; en si; clamor, explica su 
miseria, como sigue: 
2 . N o escondas de m i t u rostro. 
No seas airado contra mí, como lo he merecido, puesto que apar- 
tar la faz indica cólera, volver Ia cara es signo de gracia. 
En e1 dia de mi angustia inclina a m i tu oido. 
Escúchame cuando estoy triste y doliente. Inclinar el oído signi- 
fica prestar atención a1 clamor de1 corazón afligido, aunque esta mis- 
ma inclinación también expresa: aun cuando no pileda clamar o pedir 
tan fuertemente que penetre hacia arriba a los oídos de Dios, el 
salmista pide que Dios se incline iiacia abajo para escncharlo. 
AfiresUrate a responderme cuando te invocare. 
No só10 cuando me persiguen y padezco por parte de otros, como 
10 pide el versículo anterior, sino también en toda necesidad. Pues 
este salmo, 10 misrno como 10s demás, descri);? en primei- lugar e1 
sufrimiento interior que 10s santos soportan por sus pecados, en un 
espíritu arrepentido; eil segundo lugar, Ia persecución por parte de 
otros a causa de la rnisma vida crucificada. 
3 . Porque mis dias se han consumido como humo. 
Esto significa: Mis días se han anonadado gr han pasado inútil- 
mente como e1 humo desaparece en el aire y se desvanece. Bienaven- 
turados 10s que reconocen que la vida temporal, a causa de1 pecado 
de Adán, es só10 vanidad, como dice ei Salmo 7T51: ' 6 C o n ~ ~ m i S sus 
días en vanidad", es decir, como iiumo, puesto que no queda nada 
que pueda ser útil en la otra vida. Aun en este tiempo es más bien 
apariencia o signo que vida, como el humo sólo es apârie~ciz o s i p o 
de1 fuego y no la esencia. 
Y mis huesos cual tizón estdn, quemados. 
Igual como e1 fuego extrae toda Ia grasa p. deja residuos secos, así 
también ei padecimiento seca todas las fuerzas de1 alma, Ias vuelve 
endebles y provoca hastío. 
4. M i corazón está trillado como lu nierbay se seca. 
La hierba cortada o quebrada pierde su origen, es decir, Ia savia 
y humedad que penetra en ella; se vuelve seca y se ca~vierte en 
buen combustibe. De1 mismo modo en Adán todos hemos sido abati* 
51 Sal. 78:33. 
dos por e1 diablo y privados de nuestro origen, a saber, de Dios, balo 
cuya influencia deberíamos verdecer y crecer. Por ello, nos hemos 
vuelto privados de grada, marchitos, y no. hemos convertido en ma- 
teria de1 fuego eternal. Empero, por otra parte, dice e1 Salmo 71 E.z 
de 10s vivientes: "Florecerán como la liierba de la tierra". E1 cora- 
z6n seco es e1 que no ansía e1 bien eterno, mientras que la carne 
prospera en vista de 10 temporal. 
Por 10 cual me olvido de comer m i pa,n. 
tCómo no habría de secarme, si me olvido de alimentarme? 
E1 pan de1 corazón secc es Dios mismc. é1 sólo puede nutrir los 
corazones, puesto que necesitan de un alimento eterno, si quieren 
estar satisfechos. Pero dichoso es e1 que advierte y lamenta e! olvido, 
pero desafortunados 10s que se oividan de1 olvido, como 10 hacen 10s 
pecadores sensuales y 10s santos orguliosos, que están satisfechos; aqué- 
110s con bienes exteriores, éstos con biener interiores. 
5 . Por la voz de rni gemido, rnis I?uesos se !inn pegado a mi carne. 
Tanto me acongojo en unz vida de gemidos y lucho contra =i 
naturaleza mala que soy sólo pie! y huesos, como dice JobS3: "Mi 
pie1 y mi carne se pegaron a mis huesos". Por ello, por este gemido 
no se entiende só10 el sollczo corporal de poca duración, sino toda 
Ia vida de penitente y e1 anhelo aflictivo de gracia y consuelo. Pnes 
ellos experimentan crián profundamente e1 pecado original nos ha 
corrompido. Mas 10s que no se critican a sí mismos, no saben tampoco 
10 que les hace falta y sus huesos no se pegan a su carne, sino que 
están llenos de sangre fresca y de sa~~ia , y tienen e1 cuerpo bien ali- 
mentado, como también dice e1 primer salmo penitencial5" '"de he 
consumido a fuerza de gemir". 
6 . Soy semejazte ai pelicatzo e?z e1 ~ C S ~ P Y ~ O . 
Aquí empieza e1 otru sufrimiento cuando el mundo y los 
se creen sabios persiguen, desprecian y escarnecen a estos hombres 
agobiados y contritos, puesto que una vida buena debe ser también 
una existencia inseiisa~a, porque se aparta de todo lo que 10s 6emás 
apetecen. 
Soy como el btiho en las rukna~. 
E1 salmista se equipara con las aves solitariâs y Ias que no salen 
de día, porque es abandonado ) despreciado. La gente no se le asocia, 
62 Sal. 72:16. 
63 Job 1920. 
54 Sal. 6:6. 
no 10 tolera tampoco en la luz de1 dia: es decir en 12 honra y gloria 
de1 mundo. Por ello, su vida es semejante a un desierto y una noche. 
7 . Velo, y soy corno el fidjci,+o solitardo sobr,p e% feicdc-, 
No me he ctormido ni i-re &$cuidado e1 cccti^oriarme a mi mismo. 
E1 mundo duerme, como àice e1 apóseol en í Tesaionicenses 5 
"No durmamos como 10s demás, sino velemos y seamos subrios". Pues 
10s placeres temporales se oponen al bien eterno. Son como las imá- 
genes de1 ensueíío en comparación con Ias inágenes reales, como dice 
Isaías, en el capítulo 29 ", que a los pecador?§ sucede como a un se- 
diento que sueiía c011 estar bebieiido y, mando se despiesta, su alma 
está aún vacía. Porque este siiefio es $610 el amor y placer dirigido 
a Ias criaturas, Empero, veiar significa a3heI.r e1 bien eterno y mirar 
bacia 61 7 ansiarlo. Mas eri eso está soio; nadie !o acompaiía, porque 
todos duermen. Y e1 salmista dice "sobre e1 tejado", como si dijera: 
"E1 mundo es una casa, en la cual todcs duermen y yacen encerrados, 
pero yo solo estoy fuera de ia casa, sobre e! tejado. Todavía no me 
encuentro en el cielo y taapoco me hallo en ei mundo. Tengo e! 
mundo debajo y e1 ciclo arriba de mí, es decir, por ia fe me man- 
tengo solitario entre la vida terrena y ia vida eterna". 
8 . Cada dia me afi-entar? mis enetnlgos. 
Los que se oponen a la pâlabra de Dios 7 esta forma de vida, )p 
10s que se complacen en sü pop ia manera de v i~ i r , nae juzgan y ton- 
denan sin cesar y repruebac y menospreciaz a i s palahras -j obras. 
Esto es: Los mismos enemigos que me enccmiaban con escarnio 
y mofa, puesto que semejante alabanza es más que doble b u r h 
&-e keceia objeto de sus juramentos. 
Esro significa: Me toman por ejemplo, juramento, maldición gi 
deseo, como dice: que Dios baga a ti ~3mn g_ir_~ 0 3 X G U & ~ , 
9 . Por Eo czial yo como cenizci a marcera de ?an. 
No es que haya comido ceniaa, sino que b Escri-;~ra Blma s: la 
buena comida "pan" yr a ia m a h "ceniza", purque al alimento de 
10s hombres piadosos es escaso y una nada, como io ceniza es en 
comparación con la comida de 10s que llevan rino vida suntuosa pzra 
la satisfacción de la ca-me. E! sentido es ei siguiente: mi coaida es 
semejante a ceniza en comparación coro e1 alimenco de elios, es deêir, 
estoy tan triste y apenado que nada me gusta. Aunque fuese u n huen 
manjar a mí me parece p e estog ca-i?iendo ceniza, 
Y m'i bebida mezclo con lágrimas. 
A causa de mi Ilanto no me gusta tampoco Ia bebida. Ellos beben 
y ríen, cantan y están alegres, puesto que no oyen 10 que dice Dios": 
"Bienaventurados 10s que lioran"; y: "Ay de vosotros 10s que ahora 
reís", pues según Ia vida temporal quien quiere vivir rectamente 
vivirá bajo Ia cruz y no en el gozo. 
10. A causa de tu enojo y de tu ira. 
La visión de1 juicio severo y de la ira de Dics expulsa todos b s 
apetitos de la carne y amarga e1 comer, beber y reposar. Así se 
vuelve pesado el padecimiento, porque 10s que están más seguros en 
su vida o justicia, se burlan de estos hombres penitentes y humildes, 
como se dice en el saimo *penitencial siguienteEg. 
Pues me alzaste, y me h u ar~ojado. 
Así le parece a cada alma, cuando siente Ia c0Iera de Dios, que 
estuviera reprobada y eternamente condenada. 
11. Mis dias se han dewanecido como sombra, 
Mis dias han pasado inútilnlente, no me queda oiada. Como cie ia 
sombra no resta nada, así no subsiste nada de d a la vida que se 
pasa en gozo carnal y mundano. No obstante, nc existe nadle qrie 
1 OSotrgr,. no Ileve este género de vida, porque la carne está en todos 3 
Por tanto, la vida de todos nosotros es una existencia inbtil. Dichoso 
aquel que 10 reconwe. 
Y me he secado como Eu hierba. 
Es como si dijerâ, cuán corta 7 vana es la vida de todos nosotros, 
además pecaminosa y corrupta. Por elio, ven tú, que eres eterno J' 
permanente, y danos parte de tu vida. Kasta ahora e1 salmista ha la- 
mentado su miseria y se ha incitado 2 acercarse a Dios. Ahsra ce- 
mienza su deseo y anhelo de la vida, que está en Dios, como en el 
Salmo 92 59: "Mi alma tiene sed de ti"; e invoca a Cristo y su grzcia. 
12. Mas tú, Sefioy, pmmalzecerds para siempre. 
Yo perezco y mis dias se anonadan. For ello, estoy harto de mi 
vida y anhelo tri vidâ, en lâ cual nada es perecedero. 
Y tu memoria de generacidn en generacibn. 
Esto signi£ica: Gomo tu ser permanece eternamente, tarnbiéra PU 
nombre y memoria quedo para siempre. Pero el nombre mio desapa- 
57 Lc. 621, 25. 
58 Sal. 143. 
59 Sal. 63:l. 
SALMOS PENITENCIALES 285 
rece con mi ser, como dice e1 Salmo 960: "SU memoria se desvaneció 
como un sonido". Por ello, oh Dios, zcómo ir6 de mZ a ti, para que 
rni ser y mi non~bre también permanezcan eternamente? Por desgra- 
cia, estoy profundamente alejado de ti. 
1 3 . T e levantarás y tendrds misericordia .de Sion. 
No puedo Ilegar a ti; por ello, Dios mío, levántate, ven a mí y 
iiévame a ti. E1 levantar de Dios significa ia dulcísima y misericor- 
diosa encarnación, puesto que en aquel entonces Jerusalén prosperaba. 
Por tanto, tal Iastimero clamor y ruego no puede referirse a socorro 
temporal, sino a Cristo y su reino, puesto que é1 ha venido a nosotros 
a fin de Ilevarilos a su presencia; con esto ha tenido piedad de Sion, 
es decir, de su pueblo. 
Porque es ttenzpo de tener misericordia de ella, 
El tiempo de Ia g-acia y, corno dice San Pablo, el cumplimiento 
de1 tiempo, Gálatas 461. 
Porque Ea hora ha Zlegcùào.Es tieinpo que tú mismo vengas, piiesto que Dios no da gacia, 
sino en la hora que é1 juzga oportuna. Ernpero, cuál es, sigue a c80n- 
tinuación. 
14. Porque tzis siervos amalz sus piedras, 
E1 salmista habla de Jerusalén como de ur?a ciudad que se debe 
edificar. Piedras y tieri-a hay en abundancia, que da gusto verlo. Esto 
indica que está hablando de Ia construcción espiritual, puesto que 
Jerusalén (como se ha dicho) estaba en todo su esplendor. E1 sentido 
es e1 siguiente: Sefior, ven pronto y edifica. Es tiempo. Hay piedras 
y cal y todo, en tal calidad y abundancia que tus siervos tienen gana$ 
de ayudar en Ia construcción. Esto significa que les gustz oír y apren- 
der e1 evangelio. También es el tiempo oportuno para Ia buena nueva 
cuando la gente Ia anliela. En este sentido dice Cristo, juan 463: 
"Mirad 10s campos, porque ya están blancos para Ia siega", y Zucasm: 
"Muchos reyes y profetas desearon ver 10 que vosotros veis". 
Y deE polvo de ella tienen com~asidn. 
Llama â1 polvo de Jerusalén ia tierra excavada, de la cual se 
hace barro y arcilla. De ella se hizo tambikn a Adán, C-énesis z 6 % 
Pero indirectamente se indica también que Ia gente baja y pobre 
60 Sal. 9:7. 
61 Gá. 4:4. 
62 Jn. 4:35. 
e3 Lc. 10:24. 
64 Gn. 2:7. 
desea e1 evangelio, como en Mateo 11 6" ''A 10s pobres es anuncia- 
do e1 evangelio". 
15 . Entonces 10s gentiles temcrán tu nombre, 
E1 salmista ansía un futuro reino de Dios tal que incluya, no 
s610 a 10s judíos, sino también a todos 10s gentiies, Salmo 2 w: "Pi- 
deme, etc." De ahí se conoce a qué Sion se refiere. 
Y todos 10s reyes de la tierra iu gloria, 
Esto significa: Por e1 evangelio conocerán ir? fuerza y poder en 
Cristo y te honrarán con temor y hwmildad. 
16. Por cuanto e1 Secor edifica a Sion, 
La ciudad de Dios, la santa cristiandad, que comenzó en Sicn. 
no es edificada con Ia doctrina u obra humanas, sino i610 con la pa- 
labra y gracia de Dios. 
Y en su gloria es visto. 
Dios está revelado por su paiabra y espíritu para que se conozca 
que é1 solo es y hace todo, mas nosotros somos nada, isaías 11 "La 
tierra está Ilena de1 conocimiento de1 Sefior"; Salmo 18G8: "bos r ~ k - 
10s cuentan Ia gloria de Dios", 
17. Considera lu oració7z de 10s .desvalidos, 
La índole de su reino es que tiene gente ~liísera que clania )I ora 
y sufre mucho a causa de é1. Así, su caráctei- régimen no es otra 
cosa que ayiidar, escucliar y socorrer a taies pecadores pobres, mise- 
ros y moribundos. Isaías 61 69: "He sido enviado a predicar buenas 
nuevas a 10s abatidos", etc.; Mateo 11 70: "Venid a rni todos los que 
estáis trabajados". 
Y no desecha e1 ru.ego de eltos. 
No es un reino secular, donde uno ciebe ayudar a ia autoridab, 
darle y auxiliarle, sino espiritual, e= el cita1 se recibe ayuda para 
salir de la desgracia de toda clzse de1 caerpo 7 alma. 
18. Escribase esto pal-a Eu generación venidera; 
Estas cosas se predicarán, escribirán, dirrin y i-ecordarkn Tara 
siempre, sin cesar hasta e1 juicio final; &si2 j nc otra será Ia predi- 
cación para 10s hijos de 10s hijos. 
66 Mt. 11 :S. 
66 Sal. 2:8. 
67 1s. 119. 
@a Sal. 19:l. 
59 BIS. 61:l. 
-70 Mt. 1 1 : z . 
Y eb pueblo que estíí por nacer alabará al Sefíor. 
Como está escrito en e1 Salmo 11 T1: "Se perpetuzrá SE nonnbre 
mientras dure e1 sol". Es una caracteristica de esta doctrina que cuan- 
do se mata a 10s maestros, Ia enseiíanza comienza de veras entre 10s 
descendientes: Entre ellos Dios es predicado y alalrâdo. 
19 . Porque nzisa desde 10 alto de su santuaiio; 
El rei110 de Cristo depende de Dios solo. A CI ve y conoce, y- a 
la vez Dios conoce e1 reino desde e1 cielo. Este versicnlo íambién ex- 
presa que existe un reino celestial y espiritual, y que todos los mi- 
seroi son auxiliados por Djos. 
E2 Sefio?- mira desde Eos cielos a la tierra. 
Es un reino espiritual ocirlto. No obstante, existe en la tierra 
entre 10s hombres, pero recóndito en ia fe y el espíritu. 
20., Para oír e1 çem'ido dei pseso, 
Esto significa: Corno i;e dijo arriba, es Ia índole de su reino, que 
Dios permite qiie Ios s~iyos sufran mucho, que sean hijos de la rnuerte 
y ovejas para e1 matadero, como clice PabloT2. Empero? por ello no 
están abandonados, sino que están sepros de que oye su gemido y 
miseria. 
Para soltar a 10s hijos de Ia rnuerte. 
Hijos de la muerte se Ilamail, al modo hebreo, 10s hombres sen- 
tenciaclor a miierte, como se ctice "hijo de ia vida", "hijo de la ini- 
quidad", etc. Pues 10s cristianor está= etltregadcs a la muerte, Ro- 
manos 6 73. 
2 i . Para que pzcblique en Sion su nombre, 
No e1 nombre de 10s hombres, pileçto que Ia honra y el nombre 
de Dios son celebrados en toda !a cristiandad, cuando se dice 7 se 
sabe que Ci es el auxiliador de rodos 19s crisiianos miseros y rnori- 
bundos. 
Y su alaba?zza en Jerusalén. 
- - Es justo que si uno bate Ia eb:z9 eesia ilere iaxc~ien su nombrc. 
A1 que tiene el nombre le corresponde Ia alabanza, y nl qUe tiene 
Ia alabanza, se le atribuye e! encomjo. 
22. Cuando ios puebios y los reinos se çongreguen en u n n para 
seruir a1 Sefior. 
71 Sal. 72:?7. 
7.2 Sal. 44422: Ro. 8:%. 
73 Ro. 6:3. 
E1 salmista 10 dice una v'ez mmás, para que se sepa que su reeino 
comienza en Jerusalén, pero se extiende a todas las naciones. Así como 
Ia palabra y su gracia, con que perdona 10s pecados, son comunes a 
judios y gentiles, así también la cruz y Ia ayuda que de ella proviene 
está en pleno uso en todos 10s lugares, tanto entre judíos como entre 
gentiles. Pues 10s reinas y 10s pueblos no pueden reunirse corporal- 
mente en un solo lugar. 
23. ÉZ debilita m'z' fzce~za en el comino; 
Así acontece en el reino de Cristo respecto al hombre exterior: 
É1 permite que en este tiempo sus queridos santos sean quebranea- 
dos, castigados, humillados y torturados de muchas maneras, a fin 
de que no estén vigorosos y fuertes exteriormente, sino en e1 interior. 
Mas e1 mundo, que en este tiempo se encumbra y fortalece, lo hu- 
millará a1 final. Por ello, e1 profeta se consuela a sí mismo y a1 pue- 
blo cristiano, con que ellos son oprimidos con Cristo temporalmente 
y en e1 camino, y no a1 fin. 
Acorta mis dias. 
Dios acorta Ia vida de1 viejo hombre. Pero principalmente el 
versículo concierne a 10s santos mártires. San Pedro diceT4 que es 
tiempo de que e1 juicio comience por ia casa de Dios, es decir, prJr 
sus santos. Mas a1 fin vencirá a ia casa riel diablo. 
24. Digo: Dios mio, 
Aunque me quebranta y oprime no Iiuiré de 61, sino que tantii 
más esperaré en 41, io invocaré y rogaré, como 10 hacen todos sus 
santos. 
No m e cortes en Za mitad de mis dias; 
Este significa: Haz que no me muera sin estar preparado para 
ello. Quienes están hartos de la vida y anhelan la muerte, como Da- 
~ i d ? ~ , Abraham76 y PaElo 77, son Ilevados a1 fin de sus días, pueseo 
que han dado adiós a la vida y ansían la muerte. Pero 10s que aún 
tienen apego a esta vida y la aman, están todavia en Ia mitad de siis 
anos, como e1 rey Ezequías a &tos no ies gusta morir y soporfan 
con dificultad e1 juicio y 10s padecimientos de Cristo. 
74 Z P. 4:17. 
75 1 Cr. 29:28. 
76 Gn. 25:8. 
77 Fil. 1:23. 
1s. 38:lO y sigs. 
Por generació~z de geraeracionw son tus anos. 
Esto significa: Considera que tú eres eterno y yo vivo tan corto 
tiempo. Por tanto, nadie puede eycapar de ti, pero a mí e! tiempo se 
me puede escapar pronto, de modo que !a graciâ quizás ya no me lie- 
gue a tiempo. Pero tu castigo no ptiede faltar, porque eú, que eres 
eterno, siempre estás a tiempo. 
2.5. En el principio tú fundaste la tierra; y tos cieio.~ son obra 
de tus manos. 
Cristo, segÚn su divinidad, es con ei Padre un creadoi de todas 
Ias criaturas. En este sentido cita e1 apóstol en H e b r e o ~ ~ ~ este ver- 
sículo. 
26 . Eltos perecerún, mas tú pel-manccel-ás, y iodos ellos como 
vestidura en~~ejecerán; y si 10s nzzsdal-es, como un vesti.do 
serán mudados. 
Si 10s cielos no permanecerán, mucho menos ia tierrâ. Por tanto, 
todas Ias criaturas,tarnbién los cielos, serán mudados. PIo pereceran 
ni serán aniquilados, sino renovados. 
27. Pero tu eres e1 mismo, 
T ú no serás otro dios o un ciiss nnevc., como 6ir;rán los jirdios 
cuando oigan que eres hombre y ciios, reprobarán a ios tuyos: tenéis 
un dios nuevo y distinto de1 que al principio Iia fundado :a tierra. 
Empero, e1 cielo y la tierra pueden cambiar, mas tú permaneces siem- 
pre e1 mismo. 
Y tus anos n o se acaba?-Ún. 
Lo que 10s judíos y gentiles se han Imaginado; pero tu reino 
permanece y tu pueblo contigo, para siempre jamás. 
28. Los hijos de tus sieiuos 
Son 10s que son bautizacios y enseiiados en Ia cristiandad por !os 
apbstoles, puesto que 10s predlcadores son siervos de Dios. 
Hab itarátz seguros. 
Los hijos son herederos 7 quetiari. 3fas 10s siervos, a 10s cuales 
Dios da un saiario temporal, no permanecerán en l a herencia eterna1 
con 10s hijos. 
Y su descendencia se?-& establecida deiante de ti. 
Son 10s mismos hijos, 10s creyentes de Cristo, que son descendien- 
tes espirituales y herederob, hasta coherederos con siis padres eterna- 
mente preparados ante Dios, aunque rechazaclos teilzporalmente ante 
e1 mundo: Ei reino de Cristo no tendrá fin. 
79 He. 1:10. 
SEXTO SALMO PENITENCIAL 
SALICfO 130 
I . De 10 profundo, oh Seííor. a ti clamo. 
2 . Sefior, oye mi voz; 
estén atentos tus oídos 
a Ia voz de mi 9úplica. 
3 . Si mirares a 10s pecados, 
$quién, oh Seííor, podrá rnantenerse? 
4 . Pero e n ti hay perdón, 
para que seas reverenciada. 
5 . Espero yo a1 Sefior, espera ini alnia: 
en si1 palabra espero. 
6 . Mi alma espera a1 Sefior, 
de una vigilia matutina a la otra. 
7 . Espere Israel a1 Seííor; 
porque en e1 Seííor hay misericordia, 
y abundante redención con 61. 
8 . 1P é1 redlmirá a Israel 
de todos sus pecados. 
1 . De 10 p ~ o f u ~ ? d o , oh Senor, n ti clamo. 
Son palahras sultiimes y veliementes qiie vienen de1 fondo de -ia 
corazón verdaderamente coiltrito y preocupado en 10 más hando por 
niltan. su miseria. Sólo Ias entenderán 10s que 10 sienten y experim,. 
Todos estamos en una grande e insondeable desgracia, mas no todos 
sentimo4 dónde nos encontramos. - 
A ti clunzo. 
Este claniol- i;o es otra cosa que un muy fuerte y serio anhelo de 
la gracia de Dios, i0 cual no nace en e1 hombre a no ser que vez en 
quC abismo yace. 
2 . Secor, oye rni uoz. p j t é i ~ at~;7tos t ~ i s oidos u Ia uoz de m'i shpiica. 
Esto signif.ca: T e callas, me abandonas y desdefias mi sir?plica mi- 
sera, ailnque nadie puede ayudarme, sino tú solo. For ello, abre IUS 
oícics y escucha mi clamor. Estas palabras las dice el alma, cuando 
advierte que ninguna criatura qciere atender su calamidad; en efereo 
cuando le parece que aun Dios y todas las criaturas se le oponen. Pei 
ello, sigue: 
3 . Si mirares a ~ O S pecíidos, 
e = 
Esto quiere decir: Si rezivieres 10s pecados. repzrares e= ci:ss 
y no 10s perdonares, tú que eres solo e1 perdonador misericordioso y 
potente, y fuera de ti nadie puede perdonar. 
SALMOS PEXITENCIALES 2% 
~Quiét t , oh Sefior, pedi r j . manf enerse? 
;De qué me valdría que todas las criaturas fuesen misericordiosas 
para conmigo y no reparasen en mi iniquidad y me la remitiesen, si 
Dios la advierte y la retiene? z'J qué dafio me caiisaría que todas Ias 
criaturas me imputaran 10.; pecados 1 los retu~iesen, si Dios 10s perdo- 
na y 10s estima en nada? Lo mismo dice también e1 salmo penitencial 
siguientes": "Oh Dios, no entres en juicio con tu siervo; porque no 
sería hallado justo delante de ti ningún ser liumano". Este mismo ver- 
siciilo maaifiesta de3de qilé punto de vista se ha compuesto e1 salmo. 
Partió de Ia consideracióil de los severos juicios de Dios, quíen no 
puede dejar de castigar pecado alguno y no quiere dejarlo impilne. 
Luego: quien no mira e1 juicio de Dios, no se atemoriza; quien no 
tiene miedo, no clama a 61; quien no clama, no halla misericordia. 
Por tanto, eri e! hombi-e cabal siempre clebe l-iaber temor frente 
a1 juicio de Dios, a caiisa dei viejo hombre, al cual Dios es adverso 
y se le opone. Junto a este miedo debe existir ia esperanza de hallar 
gracia en vista de Ia miserirordia que ze compiace en este pavor ü 
causa de1 I-iombre nuevo, qiie es también enemigo de1 viejo y que de 
este $modo conciierda con e1 juicio de Dios. De esta manera, existen 
juntos e1 terror y Ia esperanza; y así como e1 juicio de Dios caiisa e1 
espanto, así Cste induce a clamar, ma? e1 clainor obtiene Ia gracia. Mien- 
tras viva e1 viejo lioinbre, no cesará e1 temor que es su cruz y morti- 
ficación, y é1 no se olvidará del juicio de Dios. Quien vive sin la 
cruz, siri e1 temor y e1 j11ic:o de Dios, no vive una vida justa. De 
tal hombre se dice en ei Salmo 9 81: "Tus jaicios 10s tiene muy lejos 
de su vista y clice: No seré movicio jarnás; nu:rca me alcanzará e1 
infortunio". 
4 . Pelo rtz t i hny perdhn, 
Eri cortsecuencia, no hay tamporo refugio alguno edi otra parte 
donde alguier, pueda mantenerse o permanecer. Snn PaSlo dicea2: "Si 
Dios es por nosotros, :quién cmtra nosotros?" A la inversa, vale tam- 
bién: <quifn es por nosotros, si Dios es contra nosotros? Pues s610 
en éi bay perdón, de modo que buenas obra. tampoco üyudan. Quien 
quiere ser algo ante Dios, debe gioriarse de su gracia, no de los méritos. 
Para que secrs reverenciado. 
Como dijimos arriba, esto signikica: quien ao reme â Dios, no clâ- 
ma, y a é1 no se le perdona. Pnr tailto, para obtener ia gracia de 
143:Z. 
81 Sal. 10:s y sig. 
8"0. 8:31. 
Dios, hay que temer a é1 )i 51510 a éi, piiesto que solamente é1 perdona. 
Pues quien siente pavor a otra cosa que no sea Dios, ansía e1 favor y la 
gracia de ese otro y no se preocupa de Dios. Mas quien teme a Dios, 
anhela su gracia, y desprecia todo 10 que no sea Dios, sabiendo que 
aadie puede hacerle ,mal, si Dios es benigno con é1. 
Hasta aquí e1 saimista describió e1 temoi-, la cruz de1 viejo l-iom- 
bre, cómo hay que soportarlos y tenerios. Ahora resefia la esperanza, 
Ia vida de1 nuevo hombre, cómo uno debe conducirse en ella. Pues, 
estas dos partes re ensefian en todos 10s salmos; en efecto, en toda Ia 
Sagrada Escritura. Dios es tan insólito en cuanto a sus hijos que 10s 
hace bienaventurados por medios en cierto modo contradictorios entre 
sí y no ajustados 10s unos a 10s otros. pilesto que la esperanza )I Ia deses- 
peración están opuestas entre si. Sin embargo. debemos esperar en 
medio de Ia desesperación, porque e1 temor no es sino un principio 
de la desesperación, y la esperanza es un comienzo cle Ia convalecencia. 
Debe haber en nosotros Ias dos cosas contradictorias por naturaleza, 
puesto que en nosotros hay dos hombres naturalmente opuestos e1 uno 
a1 otro: e1 viejo y e1 nuevo. E1 viejo debe temer, desalentarse y pere- 
cer; e1 nuevo debe esperar, mantenerse p ser enaltecido. Estas dos 
cosas suceden a un mismo tiempo en un inlsmo hombre y liasta en 
una misma obra. De idéntica manera un escultor, a1 quitar y cortar 
Ias partes de Ia madera que no Iian de pertenecer a la imagen, saca 2 
luz la forma definitiva de ella. De tal suerte, en e1 temor que corta ai 
viejo Adán crece la esperanza que forma a1 nuevo hombre. 
Por eso dice e1 salmista: "Esperé a Dios", es clerir: En este c l a ~ o r 
y cruz no volví Iiacia atrás, rii deserpeié. ni me fié de niis mereci- 
mientos, sino só10 de la gracia divina anhelada. X ella Ia aguardo y la 
espero hasta que a rni Dios le plazca socorrerme. Hay algunos que 
quieren fijar la meta a Dias, poilerle plazo y medida. De cierta ma- 
nera, elloq misnios le proponen cómo desean ser ayudados; y si no 
acontece así, se desanirnan o huscan auxilio en otra parte, cuando 
pueden hacerlo. S o aguardan, no erperan a Dios. Quiereil que é1 10s 
espere a ellos y en seguida esté pronto para ayudarlos exactamente así 
como ellos se 10 han trazado. Empero, 10s que espera11 a Dios soliciian 
si1 gracia, pero dejan a su buena voluntad cuándo é1 quiera socorrerlos 
y cómo, dónde y por qué medio. No dudan