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Microbiología
Conferencia
Dr. Warnell Pupo Palacio.
Especialista de Primer Grado en Cardiologia.
Sumario.
 Strongyloides stercoralis. Definición de la enfermedad. 
Datos y cifras. Epidemias importantes en los seres 
humanos. Agente biológico. Distribución. Ocurrencia. Carga 
de morbilidad. Desarrollo de la enfermedad. Fuente de 
infección y modo de transmisión. Diagnóstico. Tratamiento. 
Control.
Fisiología y estructura.
El ciclo vital de Strongyloides stercoralis difiere en tres 
aspectos: 
1)Las larvas nacen en el intestino antes de que los huevos 
salgan al exterior con las heces.
2)Las larvas pueden madurar hasta la fase filariforme y causar 
autoinfeccion.
3)Es posible un ciclo no parasitario de vida libre fuera del
 hospedador humano.
Una larva penetra a través de la piel, pasa a la circulación y 
llega a los pulmones. 
Es expulsada con la tos y deglutida, y los parásitos adultos se 
desarrollan en el intestino delgado. 
Fisiología y estructura.
Las hembras adultas se entierran en la mucosa del duodeno 
y se reproducen por partenogenia.
Cada hembra deposita alrededor de una docena de huevos 
diarios, que hacen eclosión dentro de la mucosa y liberan 
larvas rabditiformes en la luz del intestino. 
Las larvas rabditiformes se diferencian de las de los 
anquilostomas por la capsula bucal corta y el primordio 
genital grande. 
Fisiología y estructura.
Se eliminan con las heces y pueden continuar el ciclo directo 
para transformarse en larvas filariformes o bien iniciar el 
ciclo indirecto al convertirse en gusanos adultos de vida libre 
durante el ciclo vital indirecto, las larvas presentes en el 
suelo se transforman en adultos de vida libre que producen 
huevos y nuevas larvas. 
Son posibles varias generaciones de vida no parasitaria 
antes de que las nuevas larvas adquieran nuevamente la 
capacidad de atravesar la piel intacta.
Por ultimo, en los casos de autoinfección, las larvas 
rabditiformes del intestino no salen al exterior con las heces,
sino que se convierten en larvas filariformes. 
Fisiología y estructura.
Por ultimo, en los casos de autoinfección, las larvas 
rabditiformes del intestino no salen al exterior con las heces,
sino que se convierten en larvas filariformes. 
Estas formas atraviesan la mucosa intestinal o la piel 
perianal y siguen el ciclo a través de la circulación y las 
estructuras pulmonares, se eliminan con la tos y 
posteriormente son deglutidas; en este momento se 
convierten en adultos, produciendo mas larvas dentro del 
intestino. 
Este ciclo se puede repetir durante años y puede producir 
hiperinfección e infección masiva o diseminada, con 
frecuencia mortal.
Epidemiologia.
Similar a los anquilostomas en cuanto a requerimientos de 
temperatura cálida y un grado alto de humedad, S. 
stercoralis tiene una prevalencia baja, pero con una 
distribución geográfica algo mas amplia, que incluye el norte 
de EE.UU. Y Canadá. 
También se produce transmisión sexual. 
Los animales de compañia actuan de reservorios. 
Enfermedades clínicas.
Los individuos sufren frecuentemente neumonitis por 
migración de las larvas, de modo similar a lo que sucede en 
las infecciones por ascaris y anquilostomas.
La infección intestinal suele ser asintomática. 
Sin embargo, cuando el numero de gusanos es muy grande 
se pueden ver afectados los conductos biliares y 
pancreáticos, todo el intestino delgado y el colon, con 
inflamación y formación de ulceras que provocan dolor e 
hipersensibilidad en el epigastrio, vómitos, diarrea (a veces 
con sangre) e hipoabsorcion. 
Enfermedades clínicas.
Síntomas similares a los de la ulcera péptica, junto con 
eosinofilia periferica, son muy sugestivos de estrongiloidiosis.
La autoinfeccion puede conducir a estrongiloidiosis crónica, 
que a veces persiste durante anos incluso en áreas no 
endémicas. 
Aunque muchas de esas infecciones crónicas cursan sin 
síntomas, hasta dos terceras partes de los pacientes 
experimentan episodios sintomáticos atribuibles a la 
afectacionn de la piel, los pulmones y el tubo digestivo. 
Enfermedades clínicas.
Los individuos con una estrongiloidiosis crónica tienen riesgo 
de sufrir un síndrome por hiperinfeccion grave cuando el 
equilibrio entre el hospedador y el parasito se altera por 
cualquier fármaco o enfermedad que modifica el estado 
inmunitario del primero.
El síndrome de hiperinfección se ve con mayor frecuencia en 
individuos inmunodeprimidos por enfermedades neoplasicas 
(en especial neoplasias hematologicas) y/o tratamiento con 
corticoides. 
La perdida de la función inmunitaria celular se puede asociar 
a la conversión de las larvas rabditiformes en filariformes, 
seguida de diseminación a través de la circulación hasta 
prácticamente cualquier órgano. 
Enfermedades clínicas.
La mayoría de las veces la infección extra intestinal afecta a 
los pulmones y provoca bronco espasmo, infiltrados difusos y, 
en ocasiones, cavitación. 
No es rara la diseminación generalizada con invasión de 
ganglios linfáticos abdominales, hígado, bazo, riñones, 
páncreas, tiroides, corazón, cerebro y meninges. 
Entre los síntomas intestinales del síndrome de hiperinfeccion 
se incluyen diarrea intensa, hipoabsorcion y alteraciones 
electrolíticas. 
Enfermedades clínicas.
El síndrome de hiperinfeccion se ha observado también tras 
un trasplante de órganos sólidos y en individuos desnutridos. 
Hay que destacar que este síndrome de hiperinfeccion se 
asocia a una elevada mortalidad, cercana al 86%. 
Son frecuentes la septicemia bacteriana, la meningitis, la 
peritonitis y la endocarditis secundarias a la diseminación de 
las larvas desde el intestino, entidades que muchas veces 
presentan una evolución mortal.
Diagnóstico de laboratorio.
El diagnostico puede ser difícil dado que la eliminación del 
parasito es intermitente y se efectúa en pequeño numero de 
larvas junto con las heces. 
El examen del sedimento concentrado de las heces revela la 
presencian de los parásitos , pero, a diferencia de lo que 
sucede en las infecciones por anquilostomas, no se suelen 
observar huevos en las infecciones por S. stercoralis. 
Se recomienda recoger una muestra diaria durante 3 días 
consecutivos, ya que las larvas de S. stercoralis pueden ser 
muy numerosas un determinado día y estar ausentes al 
siguiente. 
Diagnóstico de laboratorio.
Varios autores han recomendado el método del embudo con 
gasa de Baermannpara concentrar las larvas de S. stercoralis 
vivas en las muestras de heces. 
Se emplea un embudo con una llave de paso y un forro de 
gasa. 
El embudo se llena de agua templada hasta un nivel situado 
inmediatamente por encima de la gasa y la muestra de heces 
se coloca en la gasa parcialmente en contacto con el agua. 
Las larvas migran a través de la gasa hacia el agua y 
después se depositan en el cuello del embudo, donde es 
posible visualizarlas mediante microscopio de bajo aumento. 
Diagnóstico de laboratorio.
Cuando no se detectan en las heces, las larvas se pueden 
detectar en los aspirados duodenales o en el esputo si la 
infección tiene carácter masivo. 
Por ultimo, es posible el cultivo de las larvas fecales 
utilizando medios de carbón o una placa de agar, aunque la 
mayoría de los laboratorios no emplean de forma habitual 
esas técnicas. 
La demostración de anticuerpos frente a Strongyloides en la 
sangre puede ser útil como herramienta de detección 
selectiva o complemento para el diagnostico.
Tratamiento, prevención y control.
Todos los pacientes infectados deben ser tratados para 
prevenir la autoinfeccion y la posible diseminación 
(hiperinfeccion) del parasito. 
La ivermectina es el fármaco de elección; como alternativa 
estarían elalbendazol o el mebendazol.
En pacientes de aéreas endémicas en tratamiento 
inmunodepresor se deben examinar al menos tres muestras 
de heces para descartar la infección por S. stercoralis y evitar 
el riesgo de síndrome de hiperinfeccion. 
Tratamiento, prevención y control.
Se aplicaran medidas de control estrictas en la asistencia a 
pacientes con síndrome de hiperinfeccion, ya que las heces, 
la saliva, los vómitos y los líquidos corporales pueden 
contener larvas filariformes infecciosas. 
De modo similar a lo indicado para los anquilostomas, el 
control de S. stercoralis requiere formación, higiene adecuada 
y tratamiento sin dilación de las infecciones existentes.

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