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RESUMEN AGUA P(57)

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AGUA PARA EL HORMIGON 
 
Generalidades 
 
Es un ingrediente fundamental en la elaboración de concreto y mortero debido a que 
desempeña una función importante en estado fresco y endurecido. Generalmente se hace 
referencia a su papel en cuanto a la cantidad para proveer una relación agua/cemento 
acorde con las necesidades de trabajabilidad y resistencia, pero es evidente, que para 
usarla en el lavado de agregados (áridos), en la preparación de la mezcla o durante el 
curado del concreto, no solamente su cantidad es importante, sino también su calidad 
química y física. 
 
Términos relativos al agua 
 
. Acidez: capacidad de los medios acuosos de reaccionar con los iones OH. 
 
. Alcalinidad: capacidad de los medios acuosos de reaccionar con los iones H. 
 
. Análisis de control: determinación de los parámetros específicos usados como criterio 
para las operaciones propias de un sistema. 
 
. Cloro residual: cantidad disponible de cloro presente en agua a cualquier tiempo 
especificado. 
 
. Dureza: concentración de cationes polivalentes de agua. Generalmente calcio y 
magnesio. 
 
. Partes por millón (ppm): unidad química equivalente a la cantidad en masa del soluto 
que hay en un millón de unidades de masa de la solución. 
 
. Partículas en suspensión: materia no líquida dispersada heterogéneamente del agua. 
 
. pH: es un valor variable entre 0 y 14 que indica la acidez o la alcalinidad de una 
solución. Logaritmo negativo de la actividad del ion hidrógeno en soluciones acuosas. 
 
. Producto de corrosión: resultan de la reacción química y electroquímica entre un metal 
y el medio ambiente. 
 
. Sedimento: depósito de agua formada por sedimentación. 
 
. Sólidos disueltos: materia dispersa en agua formando una sola fase homogénea. 
 
. Turbidez: reducción de transparencia de una muestra debida a la presencia de material 
particular. 
 
Agua de lavado de agregados 
 
Es la utilizada durante el proceso de trituración, para retirar impurezas y exceso de finos 
presentes en los conglomerantes de los que provienen, así como las partículas muy finas 
formadas durante la trituración. 
 
Debe ser lo suficientemente limpia como para no introducir contaminación a los 
materiales procesados, como puede ser exceso de partículas en suspensión, especialmente 
materia orgánica o sales, que posteriormente afectan la calidad del concreto producido 
con estos. 
 
 
 
 
Agua de mezclado o amasado 
 
Se adiciona junto con los agregados y el cemento. Se necesita éste último para producir 
una pasta hidratada con fluidez tal, que permita la lubricación adecuada de la mezcla de 
concreto cuando se encuentre en estado plástico, esta pasta va estructurándose de forma 
diferente para producir el gel de cemento. 
 
 
 
 
 
Dependiendo de la cantidad de agua adicionada la fluidez de la pasta será mayor o menor 
y al endurecerse una cantidad del agua quedará fija como parte de la estructura y otra 
permanecerá como agua libre. Si la medida de agua de mezclado aumenta, la parte fija es 
la misma y por consiguiente el agua libre aumenta, con lo cual se aumenta la porosidad, 
debido a que, con el tiempo, esta agua libre se evapora dejando unos pequeños conductos 
en el interior del concreto endurecido. Con este aumento se disminuye la resistencia y el 
concreto se hace más permeable. De ahí la importancia del control de la cantidad de agua 
utilizada en la mezcla. 
 
Agua de curado 
 
Una vez el concreto ha fraguado, es necesario el suministro de agua para garantizar la 
completa hidratación del grano de cemento, esta agua adicionada depende de la 
temperatura y humedad del ambiente donde se encuentre el concreto, ya que, a menor 
humedad relativa, la evaporación es mayor. El objeto del curado es mantener el concreto 
saturado, o lo más próximo posible a la saturación, hasta que los espacios que inicialmente 
estaban saturados de agua se llenen hasta un nivel deseado con los productos de la 
hidratación del cemento. 
 
 
El agua que se utiliza en la mezcla, generalmente, es apta para el curado, sin embargo, la 
causa más común de las manchas en las superficies del concreto, es por la presencia de 
una alta concentración relativa de hierro o materias orgánicas. Así mismo, bajas 
concentraciones de estas impurezas pueden causar manchas si el agua fluye lentamente 
sobre el concreto y se evapora. No existe ningún método práctico y confiable que 
relacione las posibilidades de manchas con los contenidos de impurezas orgánicas o de 
hierro contenido en el agua. 
En la evaluación de las impurezas que contienen las aguas de curado se deben tener las 
siguientes dos consideraciones: 
 
. Que no manchen las superficies del hormigón. 
. Que no ataquen ni deterioren el hormigón. 
 
En algunos casos, las manchas superficiales no son tan importantes, pero siempre es 
necesario que el agua de curado esté libre de sustancias que ataquen el concreto 
endurecido. Por otro lado, en el caso de concretos arquitectónicos o a la vista, resulta 
mucho más perjudicial emplear aguas con impurezas durante su curado que en su 
amasado. 
 
Es el caso del agua del concreto con agua mar, se puede usar para amasar concreto no 
reforzado, pero no se puede utilizar durante su curado. 
 
 
Calidad del agua 
 
Fuera de los perímetros urbanos, se corre el riesgo de utilizar aguas de calidad 
desconocida, las cuales no son estudiadas para su empleo en la elaboración de 
hormigones, de ahí la necesidad de difundir esta información, que permita tratar de 
adquirir la mejor información de la bondad del abastecimiento, en cuanto a la calidad de 
los hormigones que puedan generar. 
 
Efecto de las impurezas en el agua de mezcla 
 
Existe la creencia popular, que si el agua es apta para beber; es óptima para hacer 
hormigón. sin embargo, esto no es del todo cierto, pues algunos acueductos o plantas de 
tratamiento de agua, utilizan o adicionan para el consumo substancias que pueden 
interferir con el fraguado del cemento, o pueden promover la corrosión del refuerzo o 
manchar el concreto, tales como, sulfatos de aluminio, cloro, sabores artificiales, flúor, 
azúcares, etc. Así mismo, un agua apta para mezclar o curar concretos puede no ser 
necesariamente buena para tomar. 
 
Cuando el agua para una obra proviene de un pozo, es conveniente analizarla periódica y 
sistemáticamente para comprobar que no varía el pH. o las impurezas a través del tiempo. 
 
Las impurezas pueden interferir con el fraguado del cemento, afectar adversamente la 
resistencia del concreto o causar manchas en su superficie y provocar, además, la 
corrosión de los aceros de refuerzo. 
 
Es necesario distinguir entre los efectos del agua de mezclado y el ataque al concreto 
endurecido por parte de aguas agresivas. 
 
En general las especificaciones de la calidad del agua para amasado plantean la necesidad 
que el agua se encuentre limpia y libre de substancias perjudiciales. En algunos casos se 
establece que, si el agua a emplearse proviene de una fuente desconocida, deben 
prepararse concretos con ésta y con el agua destilada o conocida, efectuar comparaciones 
de su comportamiento durante el fraguado, desarrollo de resistencia, cantidad de aire 
atrapado o incluido, etc. Se considera que el agua es aceptable, si la relación entre las 
resistencias de especímenes preparados con el agua de calidad desconocida y los 
preparados con agua destilada, es mayor del 85%. Con base en el anterior criterio de 
resistencia se ha establecido que no se aceptan para elaborar concreto, las siguientes: 
 
Aguas ácidas -ácido húmico-, aguas básicas provenientes de curtiembres, aguas 
carbónicas provenientes de descargas de plantas de galvanización, aguas que contengan 
más del 3% de NaCl (Cloruro de sodio) o 3.5% de 𝑆𝑂3𝑁𝑎2( 𝑆𝑢𝑙𝑓𝑖𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑜𝑑𝑖𝑜), aguas 
con azúcar. 
 
El contenido de sólidos disueltos totales no debe ser mayor de 2140ppm, para las aguas 
carbonatadas. 
 
Las siguientes aguas se aceptan para elaborar concreto, sobre la base de alcanzar más del 
5% de las resistencias respecto a un agua destilada: aguas con un contenido máximo de 
1% de Sulfatos; agua de mar pero no para concretos reforzados, aguas alcalinas con un 
contenido máximo del 0.15% de 𝑁𝑎2𝑆𝑂4 (sulfato de sodio) o NaCl (Cloruro de sodio), 
aguas provenientes de minas de carbón y yeso y aguas de desecho de fábricas como por 
ejemplo: cerveza, plantas de gas, pinturas y jabón. 
 
Las provenientes de abastecimientos desconocidos, frecuentemente se usan en la 
elaboración de morteros o concretos en obra o construcción. Por lo cual es necesario 
plantear los riesgos que se afrontan, respecto a conseguir concretos técnica y 
económicamente aceptables, al utilizar aguas desconocidas que puedan aportar, 
substancias nocivas disueltas o en suspensión, tales como, materia orgánica, azúcares, 
sulfatos o cloruros. 
 
El agua que se emplea para lavado de las ollas mezcladoras o cubas hormigoneras se 
puede utilizar para elaborar concreto, siempre y cuando antes del lavado cumpla con los 
requisitos para ser empleada en el amasado. 
 
Partículas en suspensión 
 
El agua que contiene muchos sólidos en suspensión debe dejarse asentar antes de ser 
utilizada, debido a que no es conveniente añadir cantidades grandes de limo o partículas 
de menor tamaño. 
Para el agua de mezcla se tiene un límite de 2.000 ppm de sedimentos o arcillas 
suspendidas, porque contenidos superiores pueden incrementar la demanda de agua, la 
contracción por secado o causar eflorescencias. Las aguas con lodos deberán dejarse 
sedimentar en tanques de decantación antes de su uso. 
 
Sólidos disueltos 
 
El agua que contiene menos que 2.000 ppm de sólidos disueltos puede en muchos casos 
ser utilizada, sin embargo, esto depende de la naturaleza del material disuelto. Es así, que 
sulfito de sodio en cantidades superiores a 100 ppm, cloruro en más 500 ppm, carbonatos 
en más de 1.000 ppm, pueden causar problemas al concreto. 
 
La cantidad de partículas en suspensión y sólidos disueltos presentes, causan diferentes 
efectos sobre el concreto y son función de la fuente de donde provienen, razón por la cual, 
es importante tener presente los efectos de las aguas que a continuación se enumeran. 
 
Agua de mar 
 
El agua de mar está principalmente compuesta de sulfatos y cloruros de sodio y magnesio. 
Tiene una salinidad de 3.5 % (34.000 ppm de sales disueltas), lo cual hace que se afecten 
los tiempos de fraguado y que se produzca una resistencia temprana mayor, pero a largo 
plazo menor. Por lo general no son importantes los efectos sobre el fraguado, siempre y 
cuando la pérdida de resistencia sea inferior al 15 %. El agua con grandes cantidades de 
cloruro tiende a causar humedad persistente, eflorescencia y descascaramientos en la 
superficie del concreto, por consiguiente, el agua de mar no se deberá emplear en casos 
arquitectónicos, en que sea importante la apariencia. 
 
En el concreto reforzado, el agua de mar aumenta el riesgo de corrosión del acero de 
refuerzo, por lo que en la práctica no es recomendable utilizarla en la mezcla. Sin 
embargo, en los casos en que sea imposible evitar su utilización es necesario proteger la 
armadura con recubrimientos y utilizar concretos densos para evitar los problemas de 
corrosión. 
 
El agua de mar ha sido utilizada en concretos masivos con resultados aceptables en 
resistencias, dentro del límite del 85% anotado anteriormente, pero el mayor problema ha 
ocurrido cuando el agua contiene algas u otras impurezas orgánicas. 
 
Aguas con impurezas orgánicas o algas 
 
Aguas coloreadas generalmente indican la presencia de material orgánico disuelto, el 
cual, al igual que la presencia de algas en el agua de mezcla, tiende a generar una gran 
inclusión de aire y reducción de adherencia, con la consecuente pérdida de las resistencias 
mecánicas. 
 
 
Aguas con azúcar 
 
La presencia de azúcar en pequeñas cantidades 0,03 % - 0,15%, por masa de cemento, en 
el agua de mezcla generalmente retarda el fraguado del cemento. Cuando la concentración 
se incrementa al 0,2% de cemento, el fraguado generalmente se acelera y si se incrementa 
a 0.25% o más, puede causar fraguado rápido y una sustancial reducción de resistencia a 
28 días. 
 
Cuando es menos de 500 ppm de azúcar en la mezcla, generalmente no tienen efecto 
adverso sobre la resistencia del concreto, pero al exceder esa cantidad, deberá probarse el 
tiempo de fraguado y la resistencia. 
 
Aguas ácidas 
 
Las aguas que contengan ácidos inorgánicos comunes, tales como el clorhídrico o el 
sulfúrico, en concentraciones inferiores a 10 000 ppm no tienen efectos adversos en la 
resistencia del concreto. Sin embargo, aguas naturales que contengan ácidos orgánicos, 
tales como, el húmico, son peligrosas para su elaboración, ya que pueden atrapar grandes 
cantidades de aire y ejercer efectos adversos sobre el endurecimiento. Se debe evitar las 
aguas ácidas con valores de pH inferiores a 3. 
 
Aguas alcalinas 
 
Aguas que tengan concentraciones de hidróxido de sodio de 0.5% en masa de cemento, 
no afectan las resistencias, siempre que no aceleren el fraguado; pero mayores 
concentraciones pueden reducir la resistencia. Para algunos cementos pueden permitirse 
aguas con, concentración de hidróxido de potasio hasta de 1.2 % de la masa del cemento, 
valor que puede ser peligroso para otros cementos. 
 
Por lo general, contienen unas 400 ppm de materia orgánica. Luego de diluidas en un 
buen sistema de tratamiento, la concentración se reduce aproximadamente a 20 ppm o 
menos, que no causa problemas al concreto. 
 
 
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