¿Hay una ventaja específica en la forma de las hojas para algunas plantas?

Sí hay. De hecho, para la mayoría de las plantas existe una ventaja específica para sus hojas que tienen la forma que tienen. (De lo contrario, tendrían una forma diferente.)

Echemos un vistazo a algunos ejemplos.

Este árbol de haya, como muchos otros árboles en América del Norte, tiene una hoja con una punta puntiaguda. Se supone que esta forma, más la superficie irregular de la hoja, se asegura de que el agua gotee de la punta cuando llueve, de modo que llegue a donde están las raíces en lugar de cargar las ramas.

La planta Oreja de Elefante es originaria de regiones cálidas y lluviosas en el sureste de Asia. Sus hojas son increíblemente grandes para capturar la mayor cantidad de luz solar posible y desplazar a otras plantas. El pliegue en el medio de la hoja también ayuda a drenar el agua de lluvia.

Si las hojas grandes atrapan más luz, ¿por qué no todas las plantas cultivan hojas más grandes? La respuesta es que las hojas grandes y planas tienden a ser arrastradas más por el viento y se rompen, y también a que pierden mucha agua a través de su mayor superficie foliar. El árbol de acacia crece en regiones secas, planas y soleadas, expuestas a frecuentes tormentas de viento y manadas de jirafas hambrientas. Las muchas hojas diminutas de este árbol permiten que el viento se deslice fácilmente y se puede plegar para ahorrar agua cuando el sol es demasiado brillante. Además, las espinas gigantes son en realidad partes modificadas de las hojas en algunas especies, ayudando al árbol a evitar ser comido.

La hierba toma la estrategia opuesta: no opone esfuerzo en evitar ser comido, utilizando toda su energía para crecer lo más rápido posible. A diferencia de otras plantas, una hoja de hierba no crece desde un extremo; crece en su base, como el cabello, cada vez más y más largo. Esta adaptación le permite sobrevivir al ser rozado (o segado) y volver a crecer más sano que nunca, mientras que otras hojas serían destruidas por el daño constante. Debido a su resistencia, la hierba cubre casi un tercio de la superficie terrestre del mundo.

Otra hoja de gran éxito es la aguja de pino, cuyas adaptaciones al frío permiten que cubra vastas áreas alrededor del Círculo Ártico y en regiones montañosas. Las agujas finas y brillantes permiten que la nieve se deslice fácilmente, mientras que su cubierta cerosa evita que se sequen o se congelen. Sus puntos afilados los protegen de los renos hambrientos.

Una de mis hojas favoritas es la hoja del rocio del sol o Drosera, que está cubierta por pequeños glóbulos pegajosos suspendidos en pelos de hojas delgadas. Cuando un insecto aterriza y se atasca, la hoja entera se dobla lentamente alrededor del insecto y secreta los jugos digestivos. La Drosera en realidad no obtiene energía de su "comida", sino que obtienen los nutrientes esenciales para las plantas, el nitrógeno y el fósforo. Esta adaptación les permite crecer en pantanos y turberas, lugares con mucha luz solar y agua, muy pocos nutrientes en el suelo, pero muchos y muchos insectos.

¿Ves los pétalos púrpuras en esta vid de buganvilla? En realidad son hojas modificadas. Su propósito es atraer polinizadores a las flores reales, que son las pequeñas, blancas en el medio. Además de ser brillantes y coloridos, también les dan a las mariposas más grandes un lugar para aterrizar. Además, los seres humanos a menudo plantan vides de buganvilla por sus hermosos colores.

Casi todas las hojas tienen una razón para verse como son. Las plantas existen en una sorprendente variedad de formas, especialmente en entornos desafiantes que las obligan a encontrar soluciones creativas. La variación entre las hojas de las plantas es parte de lo que hace que la naturaleza sea tan hermosa.