El filósofo Crisipo de Solos murió riendose de su propio chiste.
Mientras observaba a un burro comer higos, bromeó diciendo "Ahora dale al burro un buen vino para acompañar los higos." y estalló en carcajadas. Tanta gracia le pareció la situación, que no pudo parar de reir a carcajadas y termino muriendo de risa.
¿A quién no le parecen divertido los burros?
Vaya forma de morir.
Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta
História Antiga Ocidental
Compartir