(No pensaba responder esta pregunta, pero en serio, no hay una sola mujer entre quienes ya contestaron, así que aquí voy.)
Honestamente, es un tema que nos tiene divididas a las feministas porque en realidad no hay una respuesta clara, y los resultados de la legalización no son precisamente alentadores en muchos aspectos.
Para empezar, la VASTA mayoría de las prostitutas que lo hacen sin ser víctimas de explotación no se dedican a ello porque quieren, sino por vulnerabilidad económica. Lo comparo un poco con la minería: los tipos que se desloman en las minas no lo hacen porque quieren, lo hacen porque son pobres. Puedes darles mejores normas de seguridad y todo eso, pero no dejará de ser un trabajo de porquería.
¿Acaba con el tráfico de mujeres? ¿Acaba con el abuso? Uf, no sé. Una amiga mía estaba a favor de la legalización, pero luego leyó informes sobre cómo va la situación en Alemania, y nos dio mucho que pensar.
El problema es que demasiados tipos consideran que tienen derecho al sexo, lo cual implica tener acceso al interior del cuerpo de otra persona. Hay un grado de cosificación, nos guste o no. (Y sí, entiendo que haya tipos que se sienten súper solos y todo eso, o que quieran tener sexo casual sin complicaciones, pero en serio, que la otra persona sigue siendo eso: una persona, no un agujero.) ¿Van a respetar los derechos de las prostitutas legales? ¿Y si la oferta no cubre la demanda? ¿Y si no quieren pagar un precio justo? ¿Van a ir con una prostituta esclavizada simplemente para pagar menos? (la legalidad no erradica por completo el contrabando de nada, ¿por qué funcionaría con la prostitución?). ¿Es bueno para la mujer, como género, dar a ciertos hombres la idea de que, porque la prostitución es legal, ya todo está bien y pueden meterse sin culpa en el cuerpo de una mujer aunque ella lo haga solamente porque no pudo conseguir un trabajo que pague mejor? ¿Les importará alguna vez cómo se sienta ella al respecto? (Diablos, a mí sí me preocupa que la gente que trabaja para mí tenga un mínimo de bienestar mental, aunque sea la persona que limpia los baños en un centro comercial.) Una mujer no es una máquina de gaseosas, es una persona.
Pero claro, tampoco está bien condenar a una mujer por prostituirse porque no tenía otra opción, o porque sí tenía opciones pero todas pagaban una miseria (aplicable a muchos, muchos trabajos para ambos géneros, por desgracia). Y merece tener atención médica y una jubilación.
Mi punto de vista personal es que la legalización solo es PARTE de la solución. Hay que acabar también con la vulnerabilidad económica de las mujeres, para que no tengan que prostituirse ni caigan en garras de las redes ilegales. Ello implica mejorar la educación pública y las ofertas de empleo, por ejemplo. Como feminista, estoy a favor de todo esto. (Y de mejorar las condiciones insalubres de muchos empleos que cubren los hombres, pero eso es un tema aparte. Lo incluyo para que no digan que "a las feministas no les importan los hombres, blablablá", aunque no he visto chillar en masa a los hombres contra los abusos a los obreros de construcción que están haciendo los estadios para el Mundial de Fútbol en Qatar, EJEM.)
Claro que… hacer lo anterior bajaría la oferta de prostitutas, y los traficantes seguirían recurriendo al secuestro para satisfacer la demanda, por lo que hay que bajar la demanda también, lo cual requeriría igualmente un montón de educación, para que los hombres aprendan desde temprano a no cosificar a las mujeres y a no considerar el sexo como algo que ellas les deben de la manera que sea.
Como dije, es complicado, y yo ni siquiera trabajo en el tema (conozco gente que sí, y lo que cuentan es de miedo). Espero que alguien tenga una mejor respuesta, pero esta cuestión es muy, muy gris.
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