¿Por qué necesitamos armas? ¿Sería el mundo un lugar mejor sin ellas?

Para poder siquiera discutir la respuesta a esta pregunta, es necesario comenzar por definir qué es un arma.

Un cuchillo de cocina puede hacer las veces de un arma, lo mismo un bate de béisbol, un hacha para cortar leña o un martillo. El prohibir este tipo de herramientas, que pueden servir como armas, definitivamente no creo que resulte en un mundo mejor. La lista de objetos que pueden servir para hacer daño es tan larga, que prohibirlos todas nos dejaría en un nivel de desarrollo anterior antes de la edad de piedra.

Intuyo que la pregunta se enfoca en las armas de fuego, o en todo caso, armas blancas. El problema con tratar de prohibir la segunda categoría, es que es básicamente imposible distinguir entre ciertas armas de este tipo y una herramienta. Por ejemplo, cuál es la diferencia entre un machete, el cual cual es usado en diversas tareas en el campo y una espada, entre una daga y un cuchillo de cocina, o entre un hacha destinada al combate y un hacha de leñador. Existen pequeñas diferencias, las cuales más que nada radican en características orientadas al combate contra un arma similar, por ejemplo, una espada lleva una guarda sobre la empuñadura y un machete no, pero de manera general, existen pocas diferencias entre un arma y una herramienta agrícola, y esta última puede ser usada como un arma de ataque bastante efectiva.

En un mundo en el que las armas de fuego están prohibidas, las personas con mayor fuerza física tienen una ventaja bastante considerable sobre la persona promedio. Por ejemplo, defenderse de manera efectiva de un atacante en posesión de un cuchillo de cocina, es básicamente imposible para una persona promedio. Incluso un experto en defensa personal puede tener problemas serios si su atacante es considerablemente más fuerte/pesado que él. No sin razón los torneos de artes marciales dividen a los participantes por pesos.

Es interesante observar que es común que la fuerzas policíacas utilicen armas de fuego, esto es cierto incluso en países en los que las armas de fuego son muy poco comunes y las probabilidades de que sean atacados con armas de fuego son pocas. La principal razón para esto es que un arma de fuego es simplemente la mejor herramienta que existe actualmente cuando es necesario detener un ataque de la manera más rápida posible.

En la antigüedad, las armas de fuego no existían, por lo tanto, la pregunta hipotética de si un mundo sin armas de fuego sería necesariamente un mejor lugar, puede ser contestada con un rotundo NO.

Los niveles de violencia antes del periodo moderno eran considerablemente mayores a cualquier cosa que podemos ver hoy. La siguiente gráfica muestra los índices de homicidio en algunos países de Europa desde el año 1300.

Es interesante ver que el gran declive en homicidios se inicia casi al mismo tiempo que se da la invención de las armas de fuego portátiles. ¿Podemos inferir entonces que las armas de fuego sean la causa directa de una disminución en la violencia? Probablemente no. Es más probable que las mejoras en las condiciones de vida y educación que se dieron durante el renacimiento tengan bastante más que ver con el declive en la violencia. Sin embargo, a pesar de que no podemos establecer una relación de causalidad entre la reducción de la violencia en las sociedad y la disponibilidad de armas de fuego, si podemos decir que esta disponibilidad definitivamente no resultó en un aumento de la violencia.

Es posible que un mundo sin armas, en el que los actos violentos sean eliminados mediante algún método hipotético, se un lugar mejor. Sin embargo, mientras existan individuos violentos, dispuestos a causar daño a sus semejantes, y no existan otras herramientas con la misma capacidad de detenerlos de manera rápida, las armas seguirán siendo una herramienta indispensable.