Avisaría de inmediato.
¿Qué tal si fuera inocente? Como pasó con José Horacio Campos en 1993 a quién acusaron de violar y matar a su hijastra y estando detenido fue ahorcado por otros presos. El guardia encargado de su seguridad dijo que ese día estaba cansado y no se acordaba si había cerrado las puertas que separaban a los reos. Las investigaciones posteriores demostraron que Campos era inocente. El caso se puede ver el capitulo 2 de Forenses, cuerpos que hablan (ver desde el minuto 33).
Tampoco considero bien darle permiso a otros delicuentes para que torturen, maten o violen, me parecen prácticas salvajes y peligrosas. Pienso que alguien que ve natural quemarle la cara otra persona tal vez podría hacérselo a la novia cuando se pelee con ella o a alguno que lo mire mal. No me parece algo para festejar. Yo no le quemaría la cara a nadie y en general me asusta bastante la gente que se expresa a favor de la tortura.
También me da asco imaginarme esa situación: los gritos, los gestos de dolor, la piel quemada que se desprende y el olor a hervido. ¿Miro para otro lado? No me gusta esa vieja costumbre de mirar para otro lado, me recuerda a los que miran para otro lado frente a los genocidios, las violaciones, el hambre, la prostitución infantil, y así con casi todo (salvo el facebook).
No veo ninguna utilidad en la tortura y como ya dije me parece repugnante. Aunque estoy en contra de pena de muerte, estaría más dispuesto a aceptarla en algunos casos antes que la tortura, o si no aceptar que somos sádicos y volver a la edad media donde los desmembramientos era un espectáculo para toda la familia, la tortura clandestina quizás sea todavía peor.
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Direitos Humanos e Direitos Humanos Fundamentais
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