Deben ser comprendidas. Y no meramente entendidas, sino que el estudiante debería comprender qué motivo existe para que alguien considerara importante ese concepto; qué lo diferencia de otros similares, qué sutil diferencia aporta, qué efectos conlleva.
Cuando se ha entendido eso, no hace falta memorizar nada; todo ha quedado aclarado, y para siempre.
Me voy a permitir poner un ejemplo: la definición de sucesión de Cauchy:
Una sucesión (ai)(ai) es una sucesión de Cauchy cuando:
(∀ϵ>0):∃n∈N tal que |ap−aq|<ϵ;∀p,q≥n(∀ϵ>0):∃n∈N tal que |ap−aq|<ϵ;∀p,q≥n
Cuando un estudiante se enfrenta por vez primera a esta galimatías, ¿qué debe hacer?, ¿memorizar esta cadena de símbolos?
Yo te lo diré: debe intentar:
Te aseguro que un estudiante que haya recorrido este camino no necesita memorizar nada, porque ya lo lleva grabado a fuego por los siglos de los siglos. De hecho, yo no he necesitado copiar esta definición de sitio alguno: la llevo interiorizada porque transité ese camino.
Así se estudian las matemáticas. Pero no son cosas que pueda realizar un niño de cinco años ni que puedan realizarse sin dedicación, tiempo, y ¿por qué no decirlo?, con amor por lo que se está estudiando.
Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta
Compartir