No puedes.
Aprender álgebra supone ir pasito a pasito afianzando conceptos. Cada uno de los pasos no es excesivamente difícil, pero son imprescindibles, y no hay atajos. Particularmente es necesario resolver muchos problemas, atendiendo a los razonamientos implícitos en cada resolución; y no cediendo nunca a la idea de que la matemática en general (y el álgebra en particular) consiste en una serie de recetas paras seguir maquinalmente hasta llegar al resultado. Nada más falso.
Pero esto no es un consejo para que desistas de aprender álgebra, sino todo lo contrario. Es una invitación a iniciar un precioso paseo que no tiene fin y que no hay que tomar con prisas. Así no te pasará como al chico de la viñeta.
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