Según la Organización Mundial de la Salud, las pautas básicas de alimentación son: - Consumir al menos 5 porciones (400 g) de frutas y hortalizas al día. - Comer frutos secos y cereales integrales no procesados. - Las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica diaria total; consumir menos grasas saturadas y más grasas no saturadas, eliminando gradualmente las grasas industriales de tipo trans o hidrogenadas. - Limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10% de la ingesta calórica total; consumir menos del 5% aportaría beneficios adicionales para la salud. - Consumir por debajo de 5 gramos de sal al día y que sea sal yodada, lo que ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y de accidente cerebrovascular en los adultos.
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