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La gestión sostenible de proveedores El departamento de compras de la empresa juega un papel importante en la búsqueda de la sostenibilidad, pues e...

La gestión sostenible de proveedores El departamento de compras de la empresa juega un papel importante en la búsqueda de la sostenibilidad, pues en los últimos años, la cadena de suministro se ha convertido en una de las áreas más expuesta a la vigilancia de los grupos de interés, sobre todo en la manera en la que se conciben los productos y servicios, y los impactos sociales y medioambientales de su actividad. Las empresas, también concientes de su responsabilidad sobre su cadena de creación de valor y la importancia de ésta en su comportamiento responsable y sostenible, están extendiendo el ámbito de aplicación de sus códigos de conducta a sus proveedores. Desde este punto de vista, la empresa se encuentra frente a los desafíos de comprar de manera sostenible los productos y servicios, contribuir al desarrollo sostenible y conciliar las demandas de los diferentes grupos de interés. La compra sostenible hace referencia a estrategia de adquirir bienes o servicios en la que se tiene en cuenta diversos aspectos éticos, laborales, económicos, sociales y medioambientales en la cadena de suministro. El departamento de compras debe verificar la utilidad de la compra en la que se eligen los productos bajo ciertos requisitos medioambientales y sociales. Por otra parte, la elección de los proveedores debe ir más allá de la selección y evaluación basada únicamente en el desempeño económico, e integrar en esta toma de decisiones el cumplimiento de requisitos de sostenibilidad que considere oportunos y que superen los requisitos legales aplicables. De esta manera la empresa fomenta que sus proveedores adopten unos valores comunes y les estimula a que inicien un proceso de mejora continua hacia a la sostenibilidad. Por otro lado, la gestión sostenible de proveedores conduce a mejorar la calidad, competitividad, reducción de costes, avances tecnológicos, aumenta el control sobre el riesgo en la cadena de suministros y favorece la reputación corporativa. Para alcanzar estos objetivos, la empresa deberá establecer un sistema de diagnóstico y clasificación de los proveedores en función de los distintos niveles de riesgo. Asimismo, la organización deberá establecer una metodología de evaluación de proveedores basada en los criterios de compras responsables previamente identificados y definidos que cubra progresivamente a los distintos grupos de riesgo detectados. La empresa al desarrollar un código de conducta para evaluar y seleccionar sus proveedores puede tener en cuenta aspectos medioambientales, derechos humanos, salud y seguridad laboral, normas laborales y prácticas de empleo. Actualmente varias empresas adoptan los diez principios del Pacto Mundial al establecer el código de conducta para sus proveedores. De acuerdo con el Pacto Mundial “se pide a las empresas que adopten, apoyen y discutan, dentro de su ámbito de influencia, un conjunto de valores dentro de las áreas de los Derechos Humanos, Relaciones Laborales, Medio Ambiente y Lucha Contra la Corrupción”. A continuación presentamos un breve recordatorio de los diez principios del Pacto Mundial50. En el área de Derechos Humanos, el principio 1, establece que “las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales reconocidos universalmente, dentro de su ámbito de influencia”. En el principio 2: “las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices de la vulneración de los derechos humanos”. Con relación a los Estándares Laborales, el principio 3, establece que “las empresas deben apoyar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva”. En el principio 4: “las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción. En el principio 5: “las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil” y en el principio 6: “las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y ocupación”. En el área de Medio Ambiente, el principio 7, establece que “las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente”. En el principio 8: “las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental” y el principio 9: “las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente”. Por fin, la cuarta área se refiere al tema Anticorrupción, en que el principio 10 establece que “las empresas deben trabajar en contra de la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno”. El desafío de la empresa es conocer el grado de cumplimiento del código de conducta por parte de los proveedores en cada área y a partir de los resultados poder decidir qué acciones e iniciativas a seguir y la mejor forma de manejarlos. Este proceso de gestión de proveedores pone de manifiesto la necesidad de establecer relaciones entre diferentes conceptos para distintos niveles de cumplimiento de las variables analizadas y obtener las correspondientes afinidades existentes entre los distintos proveedores en relación a los grados de cumplimiento del código de conducta de los mismos. 5.3 La gestión sostenible en las finanzas Una empresa que busca la sostenibilidad en sus operaciones debe poner de relieve el mantenimiento de una sólida estructura financiera, como vía adicional que contribuye a la fortaleza patrimonial de la empresa y que, por tanto, facilita el cumplimiento de sus objetivos estratégicos. Asimismo, una empresa financieramente estable podrá hacer frente a las inversiones en innovación, ampliación de mercados, a las crisis y a los riesgos del negocio, y principalmente, podrá generar beneficios económicos, sociales y ambientales. Por esa razón, nos parece necesario reflexionar sobre la forma en que la gestión sostenible en las finanzas podrá contribuir y asegurar el alcance de la sostenibilidad empresarial. Las actividades de la empresa están expuestas a diversos riesgos financieros: riesgo de mercado, riesgo de crédito, riesgo de liquidez y riesgo del tipo de interés en los flujos de circulación de efectivo. La gestión del riesgo de la empresa se centra en la incertidumbre de los mercados financieros y trata de minimizar los efectos potenciales adversos sobre la rentabilidad de la organización, para lo que emplea determinados instrumentos financieros. La empresa tiene el compromiso de presentar la información sobre su exposición a cada uno de los riesgos mencionados anteriormente, los objetivos, políticas y procesos definidos por la empresa para gestionar el riesgo, así como los métodos utilizados para medir dichos riesgos y los cambios habidos con respecto al ejercicio anterior. El buen gobierno requiere que los grupos de interés tengan acceso regular y puntual a información relevante, suficiente y fiable y ello, tanto en relación con las reglas y ejercicio del gobierno como sobre los resultados alcanzados. Todavía más, con la última crisis financiera global de 2008, los grupos de interés están más atentos y exigentes a respecto de la transparencia en la rendición de cuentas y ética en los negocios. En un breve recordatorio exponemos algunos de los principales riesgos que la empresa debe conocer, evaluar y controlar: � Riesgo Reputacional, que se deriva de la mala gestión de otros riesgos y tienen que ver con la percepción de los consumidores y del público en general del comportamiento de una empresa, de sus directivos y empleados. � Riesgo Crediticio y Comercial, está relacionado con la incapacidad de una empresa en cumplir con sus obligaciones financieras y desarrollar sus actividades. � Riesgo Social, relacionase con los impactos sobre la sociedad y sobre las personas. � Riesgo Económico y de Mercado, está relacionado con tasa de inflación, tipo de interés, el riesgo liquidez, riesgo de mora, y el ciclo económico. � Riesgo Ambiental, está relacionado con el impacto negativo sobre el entorno, derivados de las actividades industriales, transporte y comercialización de productos, y de operaciones financieras. La mala gestión de este riesgo puede desembocar en procesos civiles, administrativos o penales. Asimismo, el cambio climático podrá generar consecuencias financieras y otros riesgos y oportunidades para las actividades de la organización. Es importante resaltar, como establece los indicadores económicos GRI, la empresa deberá informar sobre los riesgos y/o oportunidades que plantea el cambio climático y que pueden tener implicaciones financieras potenciales para la organización, entre ellos: � Riesgos debidos a cambios asociados con el cambio climático, por ejemplo impactos de la modificación de los patrones meteorológicos y de las enfermedades enfermedades relacionadas con el calor. � Riesgos regulatorios, como son los costes de las actuaciones y de los sistemas necesarios para cumplir con nuevas normativas. � Oportunidades para ofrecer nuevas tecnologías, productos y servicios destinados a abordar los retos relacionados con el cambio climático; y � Ventajas competitivas potenciales para la organización derivadas de cambios regulator

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Sustentabilidade Empresarial
589 pag.

Desenvolvimento Sustentável Universidad Antonio NariñoUniversidad Antonio Nariño

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