¿Cómo podía conciliarse esta actitud con la religión cristiana? En El Cortesano de Castiglione —como observa el autor de su última edición—, «encon...
¿Cómo podía conciliarse esta actitud con la religión cristiana? En El Cortesano de Castiglione —como observa el autor de su última edición—, «encontramos la visión de una humanidad activa y volcada hacia la gloria secular, la visión de una cultura mundana en modo alguna dirigida hacia la salvación del alma y menos aún hacia el éxtasis místico, sino más bien hacia el servicio de los intereses concretos y vitales del hombre. En este sentido, resulta significativa la posición que ocupa el dogma religioso en la estructura del Cortesano. Como sabemos por sus propios escritos, y también por lo que cabe inferir de esta misma obra, Castiglione era un hombre piadoso, estrecha y rígidamente ortodoxo: sin embargo, salvo algunas referencias fugaces, la religión queda decididamente al margen de la estructura global de su diálogo. Como comprobamos en todos los humanistas, el plano del saber mundano y el del dogma religioso (este último aceptado fundamentalmente como una cuestión de fe, aunque quizá más aún como una tradición) se mantienen estrictamente separados. La filosofía del Cortesano se sitúa en un terreno exclusivamente humano».
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