Otro rasgo que comparte Eliot con los surrealistas, sobre todo con Max Emst —tan aficionado al collage— , es la práctica de citar un clásico en un ...
Otro rasgo que comparte Eliot con los surrealistas, sobre todo con Max Emst —tan aficionado al collage— , es la práctica de citar un clásico en un contexto aparentemente desconectado; en el pasaje que acabamos de leer encontramos una cita de La Tempestad y en los versos siguientes hay una acumulación de citas que van desde «To his Coy Mistress» de Marvell, hasta The Parliament o f Bees de Day, una balada australiana moderna y en verso Verlaine. Las citas de Picasso son más' crípticas. En sus Filies au bord de la Seine, su modelo, el famoso cuadro de Courbet del mismo nombre, sólo aparece como lá estructura de alambre que sostiene los fuegos artificiales. En su cita [117] del retrato de Simonetta Vespuci de Piero di Cosimo [118], Georges Braque invirtió parcialmente la disposición de los colores: pintó de negro el perfil de la muchacha, contra el blanco de su rostro con aspecto de luna; en el cuadro antiguo, por el contrario, el perfil blanco se dibuja sobre el fondo de una nube negra. En Une Semaine de bonté de Max Ernst, la esfinge aparece en la ventana de un compartimiento de tren del siglo XIX, dentro del cual hay un caballero sentado, con cara de león y con un bombín en la cabeza; pueden verse las piernas desnudas de un cadáver. Un fotomontaje de Hans Erni presenta a uno de los Reyes Magos, tal como lo pintara el artista suizo del siglo XV Konrad Witz, sobre el fondo de un sanatorio, un pasillo moderno desde el que se ve el panorama de las montañas suizas.
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