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pues la motivación repercute sobre la personalidad, ya que la generalización y automatización de los reflejos psíquicos de la realidad, que actúan ...

pues la motivación repercute sobre la personalidad, ya que la generalización y automatización de los reflejos psíquicos de la realidad, que actúan en la motivación, llegan a transformar la personalidad, sus estados y propiedades, muy especialmente las caracterológicas. Entre las propiedades psíquicas de la personalidad se destacan 2 aspectos básicos: las propiedades del carácter y las capacidades cognitivas. El primero está relacionado con el aspecto inductor (motivador) de la regulación psíquica de la conducta; el segundo, con el aspecto organizador y ejecutor de dicha regulación (Rubinstein, 1965). El aspecto ejecutor de la regulación de la actividad se consolida en la persona en forma de capacidades. El aspecto inductor o motivacional se consolida en forma de carácter. Tanto el uno como el otro son resultados de la generalización y automatización de la actividad psíquica. Según Rubinstein (1965), el carácter constituye un sistema −consolidado en el individuo− de inducciones y motivos generalizados. El aspecto inductor o motivacional de la función reguladora de lo psíquico se consolida en la persona en forma de carácter. El proceso en virtud del cual se forman las propiedades del carácter de la persona es un proceso de generalización y automatización de sus incitaciones o inducciones, de sus motivos de conducta. Los motivos (las incitaciones) que caracterizan no tanto a la persona como a las circunstancias en que se ha desarrollado su vida, se convierten en motivos firmes, característicos de la persona en cuestión. Las incitaciones o instigaciones a la acción, provocadas por las circunstancias de la vida, constituyen los "materiales" con que se va formando el carácter. Para que un motivo se convierta en propiedad de la persona, propia de ella, estereotipada en ella, es necesario que se generalice con respecto a la situación que se ha dado en un principio; ha de extenderse hacia todas las situaciones similares. Una propiedad del carácter es una tendencia, un motivo de conducta. Así se concibe, de acuerdo con Rubinstein (1965), el proceso de formación y desenvolvimiento del carácter en el transcurso de la vida. En la interacción del individuo con su medio social los objetos y fenómenos del mundo exterior aparecen no solo como objetos de conocimiento, sino, además, como valores e impulsores de la conducta, como sus instigadores, pues indican la posibilidad de satisfacción o insatisfacción de las necesidades y crean en el hombre determinados reflejos psíquicos: los motivos de la acción, los cuales caracterizan no tanto las propiedades ya formadas de la personalidad, como las circunstancias en que se ha desarrollado su vida. La generalización y automatización de tales reflejos psíquicos engendran las propiedades del carácter. A su vez, estas propiedades, ya formadas, se expresan y actúan en los procesos psíquicos, en la motivación; determinan la orientación del individuo, la dirección y activación de su comportamiento y de esta forma condicionan y determinan el mismo proceso de su formación. El carácter es la consolidación de la motivación en las propiedades de la personalidad y una vez formado constituye un factor relativamente autónomo que regula activamente el comportamiento y condiciona la refracción de las influencias externas. Necesidades y disposiciones Para comprender mejor la función activa y relativamente autónoma de la personalidad en la motivación del comportamiento, se deben esclarecer los conceptos de necesidad y de disposición.15 La necesidad es una propiedad caracterológica de la personalidad, que constituye una fuente de activación posible si es excitada (pasiva o activa), con respecto a un determinado objeto-meta, reflejado cognitivamente, que se evita o se busca. En cuanto a propiedad psíquica, caracterológica de la personalidad, se manifiesta en estados, procesos y reflejos psíquicos que expresan la interacción del sujeto con su medio y su organismo biológico, en el decurso de la cual es excitada, incentivada, frustrada o satisfecha.16 Toda necesidad tiene un objeto-meta: para el hambre es la comida; para la sed, el agua; para la necesidad de afecto, el contacto interpersonal favorable; para las necesidades morales, el comportamiento, de acuerdo con las normas y los principios.15 El término disposición se emplea para designar lo que en la literatura psicológica se ha llamado actitudes.16 González Serra DJ. Lecciones de motivación; González Serra DJ y P Arenas. Necesidades y disposiciones (inédito).75 Ahora bien, debe diferenciarse el objeto-meta de la necesidad del objeto-meta de la actividad. Este último es aquel objeto externo a la necesidad, con cuya obtención se produce la satisfacción de la necesidad. El objeto-meta de la necesidad es el reflejo cognoscitivo del objeto-meta hacia el cual la necesidad se orienta como algo requerido por la personalidad. Como propiedad o proceso psíquico, la necesidad contiene en su interior el reflejo cognoscitivo de su objeto-meta, el cual adquiere una carga afectiva propia, autónoma o independiente. Asimismo, contiene un aspecto direccional (el reflejo cognoscitivo de su objeto-meta y la dirección hacia el mismo) y un aspecto de activación o energético (su carga afectiva propia, autónoma e independiente). La necesidad implica el establecimiento de conexiones temporales afectivas o de activación entre el reflejo cognoscitivo de su objeto-meta y las formaciones subcorticales, entre ellas la formación reticular, que confieren a este reflejo cognoscitivo un poder de activación propio, autónomo e independiente. El reflejo cognoscitivo es capaz de movilizar por sí solo los procesos psíquicos y la actividad del ser humano, en relación con todo aquello que afecte negativa o positivamente la pérdida u obtención del objeto-meta que está reflejado cognoscitivamente en la necesidad. La activación de la necesidad siempre es interna, pero las fuentes de activación de la necesidad pueden ser internas o externas. La fuente de activación interna radica en los proyectos o planes, en la función activa de la palabra como factor interno del sujeto, que convierte a la necesidad en algo relativamente independiente de los factores externos y orgánicos. La fuente de activación externa radica en los estímulos del mundo exterior y en los requerimientos de la homeostasis biológica del propio organismo. Aunque la necesidad y su activación son algo internos al sujeto y a sus procesos y estados psíquicos, a veces la fuente principal de dicha activación es externa. Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de las necesidades psicobiológicas por una carencia orgánica o por una excitación de origen externo. En otros, la fuente de activación es principalmente interna, como en el caso de los proyectos y aspiraciones correspondientes a las necesidades superiores o sociales. A veces la fuente de activación es tanto interna como externa, por ejemplo, cuando tengo sed y me propongo buscar agua. Las necesidades de la personalidad constituyen la fuente dinámica interna de la actividad psíquica y externa del ser humano y del autodesarrollo de su personalidad. La necesidad activa dirige el comportamiento hacia la obtención de su objeto-meta.76 La necesidad es a su vez activa y pasiva: activa porque constituye una fuerza que moviliza la actividad hacia la obtención de su objeto- meta; pasiva porque expresa cómo el individuo depende de este objeto-meta, sufre por su privación o frustración, teme por su pérdida, disfruta por su obtención y aseguramiento, o sea, el aspecto de activación o energético de la necesidad puede ser activo o pasivo. Cuando en este libro se habla de necesidad, nos referimos a una propiedad psíquica de la personalidad y a su manifestación en un estado o proceso psíquico de la persona, y no a una exigencia social externa ni a un requerimiento biológico del propio sujeto. Ciertamente, existen necesidades orgánicas (las que presupone la homeostasis biológica) y necesidades sociales (aquellas que se refieren al desarrollo y a la preservación de la economía, de la ciencia, de la política, del arte, etc.). Pero aquí se trata de las necesidades como propiedades psíquicas, o sea, en un plano psicológico, por eso no nos referimos a las necesidades biológicas, sino a las necesidades psicobiológicas: el reflejo psíquico y personalizado de las necesidades biológicas. Dos seres humanos pueden tener un requerimiento biológico similar, sin embargo, se dirigen a satisfacer estos requerimientos en forma muy diferente, según haya sido su educación y las características de su vida. La necesidad biológica opera a través de su reflejo psíquico y de la forma personalizada e individual que este ha asumido. Por otro lado, las necesidades sociales, externas al psiquismo del hombre, se reflejan en él y engendran las necesidades sociales personalmente significativas. Estas surgen porque el individuo las ha hecho suyas, ha convertido en personalmente significativas las necesidades de la vida social, los requerimientos de la moral y se comporta de acuerdo con ellos, de este modo, las necesidades que

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Psicología de la Motivação
274 pag.

Avaliação Psicológica Universidad VeracruzanaUniversidad Veracruzana

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Lo siento, pero parece que has copiado un texto extenso que no parece ser una pregunta. ¿Puedes reformular tu pregunta para que pueda ayudarte?

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