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Lo han llenado de un estado emocional insatisfactorio. Durante la noche, en el contacto amoroso Una joven casada, cuyo marido ha salido del país pa...

Lo han llenado de un estado emocional insatisfactorio. Durante la noche, en el contacto amoroso Una joven casada, cuyo marido ha salido del país para estudiar en el extranjero, participa en todo tipo de diversiones: se va a la playa con su familia, concurre al cine con frecuencia y siempre procura estar entretenida en algo agradable. De esta manera lucha contra la insatisfacción profunda que implica la ausencia del esposo. Así, en la orientación hacia la satisfacción se mezclan lo específico (la orientación hacia el objeto-meta específico de una necesidad) y lo inespecífico (la descarga de la tensión pasiva derivada de la insatisfacción de otras necesidades). En unos casos el factor fundamental es específico; en otros casos tenemos que el factor fundamental es inespecífico. La satisfacción puede ser psicobiológica. Aquí se puede mencionar la importancia de la satisfacción sexual, de la nutrición, del sueño, del descanso, etc. Puede ser psicogénica, por ejemplo: satisfacer la curiosidad, los intereses cognoscitivos, la necesidad de actividad física o intelectual, la necesidad de contacto interpersonal afectivo, y otras. La satisfacción puede ser individual, pero sociogénica: poder realizar los proyectos propios, tener éxito, ser bien valorado y autovalorarse, encontrar un sentido a la vida. La satisfacción también puede ser moral, social. El cumplimiento del deber y el logro de los proyectos autónomos de orientación social pueden implicar una profundísima satisfacción. Para cada ser humano y en cada momento de su vida, la orientación hacia la satisfacción de las necesidades adopta una forma concreta y diferente: puede ser realizar una obra social, una creación artística o científica, comer excesivamente, tener contacto sexual, dar paseos y tener diversiones, etc. Se debe considerar la importancia de la satisfacción psicobiológica, por ejemplo, la actividad sexual procura una intensa satisfacción orgánica, sin embargo, los determinantes motivacionales que mueven al ser humano, constantemente dirigido hacia conquistas amorosas y disfrutes sexuales, no pueden ser reducidos a la simple necesidad sexual. Por el contrario, a menudo contienen y expresan el esfuerzo por diluir la insatisfacción y privación de muchas otras necesidades de la personalidad, incluso morales y sociales, de realización social, de valoración, etc., y reflejan el momento sociohistórico en que se ha desarrollado su vida. Otro ejemplo: con la novia y en la satisfacción que le brinda una interesante película, nuestro estudiante disipa inespecíficamente sus tensiones. Una actividad es más placentera en la medida en que permite la satisfacción simultánea y armónica de muy diversas necesidades, por ejemplo, en la relación amorosa matrimonial, en la cual se funden la necesidad sexual con las necesidades de contacto interpersonal, de afecto, de ayuda mutua y de procrear y perpetuarse en la descendencia. Igualmente, la actividad amorosa y sexual puede ser una forma de valorarse, de darse a valer. De esta manera se explica la importancia de este factor motivacional en la personalidad humana. No es posible centrar la orientación de la personalidad en la necesidad sexual, como han tratado de hacer Freud y sus seguidores. La necesidad sexual es, por sí misma, un factor motivacional importante, pero, además, debe verse como una expresión de la dinámica total de la personalidad humana. La orientación motivacional hacia la satisfacción inmediata de las necesidades puede expresarse de manera activa (en los actos y actividades) y pasiva (en los deseos, ilusiones, sueños, imaginaciones, etc.). De igual forma puede manifestarse positivamente, dirigida a obtener la satisfacción, y de manera negativa, dirigida a evitar la insatisfacción y aquello que sea desagradable. El fracaso reiterado o intenso en la búsqueda de la satisfacción inmediata de las necesidades y en evitar los sufrimientos e insatisfacciones, puede determinar que la orientación a la satisfacción inmediata se convierta en su contrario, o sea, en una orientación auto agresiva que se expresa en la depresión psíquica y en los deseos de sacrificio, suicidio y muerte. En la personalidad normal a veces se presenta el conflicto entre los proyectos asumidos, el deber y la orientación hacia la satisfacción inmediata de una determinada necesidad, la cual afectaría los proyectos y deberes asumidos. Lo más frecuente es que el individuo cumpla con ellos y sacrifique su satisfacción inmediata. Esto es lo normal. Por el contrario, diversos estados patológicos pueden explicarse por el predominio de la orientación hacia la satisfacción de determinadas necesidades o la tendencia a evitar ciertos esfuerzos o peligros, que se convierten en factores patógenos de la personalidad. Sin embargo, también es típico de la persona normal que el deber y el ideal social se fusionen y armonicen con la orientación a la satisfacción inmediata de las necesidades. A menudo, el cumplimiento del deber se acompaña de una intensa satisfacción y, a su vez, favorece satisfacciones ulteriores. Igualmente, la satisfacción inmediata (la diversión, el disfrute, etc.), se realiza de acuerdo con los principios morales y de manera favorable al cumplimiento posterior de los deberes. De esta manera se comprende el predominio de los proyectos, deberes y responsabilidades sobre las orientaciones inadecuadas dirigidas hacia la satisfacción inmediata de determinadas necesidades y, a su vez, la unidad y armonía que existen en la persona normal entre el deber y la satisfacción inmediata de las necesidades. Esta unidad y armonía se explican, en última instancia, por el hecho de que la privación mantenida de las necesidades conduce al debilitamiento físico o a serios trastornos del psiquismo y de la personalidad. Orientación hacia la seguridad El ser humano busca la satisfacción actual o inmediata de sus necesidades, pero no solo esto, sino que se orienta igualmente a asegurar su satisfacción futura y evitar la inseguridad. El sujeto puede preferir disminuir la satisfacción actual o renunciar a ella para obtener la seguridad de la satisfacción futura de sus necesidades. Sin embargo, es necesario tener en cuenta el hecho fundamental de que el ser humano sacrifica constantemente su seguridad personal, pone en juego su futuro, para cumplir con los proyectos y las necesidades sociales que ha asumido. Así, el revolucionario que se enfrenta a un sistema social injusto, el hombre honesto que se opone a los actos arbitrarios de alguien que puede hacerle daño, el artista y el científico innovadores que se enfrentan a las ideas predominantes en su época, sacrifican su seguridad personal en pro del deber social que han asumido. De este modo, la orientación hacia el aseguramiento de las necesidades está sometida a la jerarquía, en la cual generalmente las necesidades sociales, los proyectos asumidos predominan y, según sea necesario, sacrifican la seguridad individual. No obstante, esta estructuración jerárquica no niega, sino que afirma el hecho de que el ser humano se orienta hacia el aseguramiento de sus necesidades, tanto sociales como individuales. La persona se enfrenta con 3 situaciones fundamentales que son: las relaciones con otras personas; la valoración de sí misma, de acuerdo con las exigencias sociales; las limitaciones de su vida. De esta manera, la orientación del individuo hacia el aseguramiento de sus necesidades se manifiesta en tres formas diferentes: las estrategias en las relaciones interpersonales, la tendencia hacia la valoración y la autovaloración y la tendencia hacia la vida y la felicidad futuras. Estrategias en las relaciones interpersonales El individuo obtiene los bienes y relaciones que le satisfacen a través de los demás. Por ello, el manejo de las relaciones interpersonales es una vía, un camino, para garantizar la satisfacción futura. Así, en dependencia de su temperamento y de la conducta y el ejemplo de las personas que le rodean, van surgiendo y desarrollándose en el sujeto determinadas tendencias que constituyen estrategias para el manejo de las relaciones interpersonales, las cuales son, entre otras, las siguientes: – Dominación: influir o controlar la conducta de los demás individuos por sugestión, persuasión u orden. – Agresión: superar a la fuerza una oposición, pelear, vengarse, atacar, dañar o matar, despreciar, difamar, censurar y ridiculizar a otras personas. – Aislamiento: separarse de los demás, estar solo, no intercambiar con otros ni recibir su influencia. – Autonomía: ser independiente y tener la libertad de actuar, de acuerdo con las propias intenciones; oponerse a la coerción, evitar o abandonar las actividades prescritas por autoridades dominantes, liberarse, eliminar toda restricción. – Sumisión: someterse a las exigencias y deseos de otros, vivir a la altura y de acuerdo con estas exigencias, no rebelarse, aceptar el daño, la crítica y el castigo. – Afiliación: acercarse y cooperar o intercambiar a gusto con una persona que se asemeje al sujeto o que simpatice con él, agradar y obtener el afecto de esa persona. – Dependencia: tener las necesidades satisfechas mediante la ayuda de una persona afectuosa, ser sostenido, protegido, am

Esta pregunta también está en el material:

Psicología de la Motivação
274 pag.

Avaliação Psicológica Universidad VeracruzanaUniversidad Veracruzana

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