En las programaciones de aula, el juego debe ser tratado como objetivo educativo porque ha de enseñarse a jugar; como contenido, ya que son muchos ...
En las programaciones de aula, el juego debe ser tratado como objetivo educativo porque ha de enseñarse a jugar; como contenido, ya que son muchos los aprendizajes vinculados a los juegos que los niños pueden construir; y como recurso metodológico porque a través del juego se pueden realizar aprendizajes referidos a las diversas áreas de conocimiento y experiencia (…) En definitiva, el juego debería ser una actividad central en esta etapa educativa porque constituye un elemento privilegiado capaz de integrar diversas situaciones, vivencias, conocimientos o actividades. Por ello, como se ha indicado, no debe entenderse en oposición al trabajo escolar, sino como un instrumento privilegiado de aprendizaje” (p. 1033).
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