Dado que los mensajes difundidos por el manganimé siempre poseen una fuerte carga estimulante y sensitiva, para el otaku experimentado es fácil des...
Dado que los mensajes difundidos por el manganimé siempre poseen una fuerte carga estimulante y sensitiva, para el otaku experimentado es fácil descubrir el tipo de tono que posee la historia. No sólo la apariencia del trasfondo y de los personajes arroja claves sobre su sentido, sino la manera como el relato es abordado; el aspecto grotesco de algunos personajes es reflejo y consecuencia de las necesidades narrativas impuestas basadas muy probablemente en un humor sórdido e irreverente; asimismo el uso de un lenguaje formal denotaría un desarrollo casi ceremonioso y protagonistas que rayan en lo majestuoso. El espectador exige además de situaciones y conflictos congruentes y entretenidos, elementos interpretativos de los que pueda valerse para aproximarse e intervenir el mensaje (mediante supuestos y acotaciones internas que evidencien su pleno conocimiento de las circunstancias), que le permitan adelantarse a los acontecimientos y esperar por una confirmación o una contradicción, algo que incite su interés.
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