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respuesta emocional. La interrelación de los aspectos cognitivos y afectivos dificulta la distinción radical entre emociones y sentimientos, que a...

respuesta emocional.

La interrelación de los aspectos cognitivos y afectivos dificulta la distinción radical entre emociones y sentimientos, que a veces son tratados como lo mismo, sobre todo al hablar de su educación. Se propone, por tanto, referirse al término de emociones centrándose, en esencia, en el aspecto vivencial de la experiencia afectiva, y llamar sentimientos a la manifestación más estable, que es expresión de la elaboración y consolidación de aquéllas. En general, no obstante, es viable, al menos para los fines de este trabajo, usar la palabra emociones en alusión a los estados emocionales, ya sean emociones o sentimientos.

Así como hay una gran variedad de animales, aves, plantas, frutas, colores, existen también diversas emociones que se pueden experimentar, muchas de las cuales son una mezcla y pueden tener matices difíciles de englobar en una palabra, pero, en general, se les nombra alegría, tristeza, enojo, vergüenza, miedo, felicidad, amor, celos, envidia y otras. Como se puede observar, algunas tienen un carácter positivo y otras, negativo, pero todas expresan cómo afectan o se responde a las cosas, acontecimientos o personas del entorno. Lo importante es reconocerlas y saber a qué responden para expresarlas de forma adecuada, pues están muy matizadas por su socialización, esto es, las relaciones interpersonales juegan un papel decisivo en la aparición y en las formas específicas de manifestación de la vida emocional.

Enseguida se despliegan algunos ejemplos de ejercicios empleados para mejorar el autoconocimiento y el reconocimiento y expresión de las emociones.

Ejercicio 1. Reconocimiento de emociones

a) ¿Puede señalar algunas emociones?

b) ¿Puede identificar situaciones que le hacen sentir ciertas emociones? Ubíquelas en la siguiente tabla:

Situación Emoción


c) Ahora seleccione una emoción y trate de identificar cómo la vive, según lo que se indica a continuación:

Emoción ¿Qué siente? ¿Qué piensa? ¿Qué hace?

Ejercicio 2. Autovaloración emocional

a) En escala del 1 al 10, ¿cómo se siente habitualmente?

b) ¿Qué palabra califica mejor su estado de ánimo habitual?

c) ¿Cómo se calificaría usted en términos emocionales?

d) Coloque en cada columna de la siguiente tabla aquellas situaciones que correspondan a sus vivencias personales. Puede poner las que desee.

e) Si tuviera que organizar sus comportamientos o características emocionales en fortalezas y debilidades, ¿cómo lo haría? Ayúdese con la siguiente tabla:

f) Estilo emocional. ¿Cuál de los estilos emocionales que se describen a continuación califica mejor la manera de llevar su comportamiento? Puede que ninguno se ajuste exactamente, pero seleccione el que más se acerca a su comportamiento habitual:
• Sufre su manera de ser como algo inevitable. Utiliza expresiones como: “¿Qué voy a hacer?”, “Ojalá fuera de otra manera”, “No soy tan fuerte como ________”, “No tengo remedio”.
• Asume su manera de ser como algo natural, bueno o malo, pero “es así”. Utiliza expresiones como: “Soy y siempre he sido así”, “Cada uno es como es”.
• Trata de dominar su manera de ser. Conoce sus puntos fuertes y débiles y trata de manejarlos; evita, sobre todo, la manifestación de los débiles.

g) ¿Estaría de acuerdo en que las siguientes expresiones reflejan manifestaciones “normales” de sus estados de ánimo y no deben constituir fuente de preocupación?
• Cuando estoy triste o enojado(a), lo reflejo en mis expresiones, gestos o conducta.
• Cuando estoy triste, no tengo deseos de hacer las cosas.
• Cuando estoy triste, siento que tengo menos fuerza.
• Cuando estoy triste, a veces siento deseos de llorar.
• Cuando estoy enojado(a), me siento tenso(a).

AUTOCONTROL. EL CONTROL DE LAS EMOCIONES

El autocontrol emocional es el manejo adecuado de las emociones negativas, la búsqueda del equilibrio, de manera que la vivencia de lo que perturba o disgusta transcurra con el menor costo posible para la salud y bienestar. No se trata de reprimir dichas emociones, sino de canalizarlas, manejarlas, tratar de aliviarlas de la mejor manera. Para esto pueden ser útiles ciertas estrategias que a veces no son fáciles, requieren de un esfuerzo adicional y, ante todo, de la intención de reconocerlas e incorporarlas como parte de las respuestas emocionales.

Uno de los problemas más frecuentes se relaciona con el manejo de la tristeza y el enojo, por lo que se abordarán estas dos emociones que servirán de base o guía para el enfrentamiento de otras.

La tristeza es una de las emociones más temidas y a la vez más enfrentadas; muchas veces se busca alivio para la tristeza, pero acudiendo, por lo general, a remedios medicinales cuando también es factible, y mejor, utilizar otras vías.

A continuación se describen algunas conductas no deseables o que constituyen situaciones agravantes para el manejo de la tristeza:
• Rumiar sobre los síntomas: repetir y acentuar lo que se siente.
• Aislarse: preferir estar solo(a), no responder o rechazar compañía de otros.
• Perpetuar su manifestación: no hacer nada para salir de ese estado, considerarlo natural o “sin remedio”.

Algunas vías para un buen manejo pueden ser:
• Cuestionar la validez de las causas que provocan la tristeza. Podría plantear preguntas como: ¿es para tanto?, ¿es realmente tan importante?
• Considerarla un estado transitorio: una posición sana es no ofrecer a la tristeza la categoría de permanente, considerar siempre que pasará. Y usted, que ha vivido tanto, debe estar seguro(a) de ello.
• Programar acontecimientos agradables: la tristeza, el estado de ánimo negativo, hay que combatirlo. Al participar en actividades positivas, de entretenimiento o divertidas, la tristeza tiene menos lugar; podría decirse que dos sentimientos no pueden ocupar el mismo sitio. Quizás usted ha dejado de intervenir en este tipo de actividades que son muy saludables y en caso necesario ayudan a “levantar el ánimo”, pero es buena ocasión para retomarlas. Como opciones están asistir a espectáculos artísticos, bailar, cantar o canturrear, lo que sirve de compañía y aleja pensamientos melancólicos, participar en reuniones de amigos, llamar a una amistad simpática para pasar un buen rato. En fin, se trata de buscar ayuda, alternativas que permitan mantener o recuperar el equilibrio emocional.

Y, además:
• Desear o permitir tener a alguien al lado, alguien que le ayude.
• Contarle su situación a alguien.
• Intentar levantarse el ánimo.
• Intentar reflexionar sobre lo ocurrido.
• Pensar que puede superarlo.

La ira o enojo, por su parte, es una de las emociones peor dominada; a continuación se describen algunas conductas no deseables o que constituyen agravantes para su manejo:
• Rumiar sobre las causas que la provocan.
• Estados irritantes anteriores.
• Dar total libertad a su manifestación.

Algunas vías para un buen manejo pueden ser:
• Considerar las causas de forma diferente: ¿podría restar importancia al suceso que le ha provocado tanta ira?
• Utilizar atenuantes en la fase inicial: no dejar que el sentimiento de malestar crezca, porque luego es más difícil de controlar. Podría pararse con frases como: “Suficiente, no es para tanto”, “No puedo dejar que esto me desborde”, “La última vez que me sentí así la pasé mal y no resolví nada”.
• No estimular pensamientos negativos. Aunque requiere de un esfuerzo, es importante no dejar que los pensamientos negativos ocupen la mente, pues tienden a crecer como bola de nieve y pueden llegar a cegar el razonamiento y mover al sujeto a emprender acciones de las cuales después se arrepentirá porque no responden a sus sentimientos habituales.

Y, además:
• Tratar de reflexionar sobre lo ocurrido.
• Evitar que el enojo alcance niveles incontrolables.
• Buscar algo que lo distraiga.
• Compartirlo con alguien.
• Considerar que no es un estado saludable, que lo daña a usted y quizás a quienes lo rodean.

La pérdida del control emocional no es deseada, simplemente ocurre, pero es posible preverla, evitarla y aliviar sus efectos. Un paso importante es conocer sus síntomas o señales:
• Se caracteriza por una serie de sensaciones físicas, es decir, se siente en el cuerpo, lo que significa que éste “sufre”. Sería un buen momento para respirar profundo y aliviar al organismo para evitarle daños.
• Bloqueo del sentir y del pensar. Usted nota que pierde claridad en sus sensaciones y pensamientos, “como si algo lo cegara”, y entonces es un buen momento para tratar de parar.
• Acumulación de tensión. Se va sintiendo cada vez más tenso(a); los músculos se crispan, como si el malestar no cupiera dentro de sí. Ésta es una oportunidad para hacer algo que lo relaje o distraiga, como hablar con alguien, por ejemplo.

Si no se logra canalizar de modo adecuado los sí

Esta pregunta también está en el material:

50739
210 pag.

Neuropsicologia OutrosOutros

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¡Vaya! Parece que has copiado un texto extenso sobre emociones y autocontrol. ¿En qué puedo ayudarte específicamente con este contenido?

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