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CURSO DE ENFERMEDADES INMUNOMEDIADAS - DICIEMBRE 2008 1 HIPERSENSIBILIDADES Hipersensibilidad es un estado de reactividad alterada en el cual el organismo reacciona con una respuesta inmune exagerada, inapropiada y dañina contra un antígeno que incluso puede ser inocuo. Las hipersensibilidades son una serie de reacciones inflamatorias inmunomediadas que cursan con daño tisular. El daño se produce en individuos previamente sensibilizados que se exponen al antígeno; en estos casos las reacciones de hipersensibilidad pueden apreciarse con alteraciones clínicas. Las hipersensibilidades se clasifican como de tipo I, II, II y IV (Coombs y Gell, 1968). En la práctica clínica, sin embargo, es difícil encontrar una sintomatología debida a un único tipo de hipersensibilidad. Los mecanismos humorales y celulares implicados en estas reacciones son los mismos que en una respuesta inmune normal. HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO I El término alergia se puede utilizar como sinónimo de la hipersensibilidad (HS) de tipo I. Las reacciones de HS de tipo I se explican principalmente por la participación de los mastocitos (más abundantes en aparato respiratorio, digestivo y piel). Los gránulos de los mastocitos contienen aminas vasoactivas (mediadoras de la inflamación): histamina, heparina, serotonina, y enzimas que pueden modificar la matriz extracelular: superóxido dismutasa, peroxidasa, triptasa, quimasa e hidrolasas ácidas. Los mastocitos liberan también interleuquinas 4 y 5 que estimulan el crecimiento y la función de mastocitos y eosinófilos. Además, sintetizan y liberan citoquinas: factor de necrosis tumoral alfa, factor activador de plaquetas y metabolitos del ácido araquidónico (leucotrieno C2 y prostaglandina D4). Los antígenos que generan este tipo de hipersensibilidad, denominados alergenos, son antígenos de tipo proteicos que inducen respuestas T-dependientes, en las que los LTh2 activados secretan IL4 que induce el switch isotípico hacia IgE. Los mastocitos poseen receptores de alta afinidad para la IgE (FcεRI). Los anticuerpos de tipo IgE que se sintetizan en respuesta a un alergeno, se unen a los receptores de alta afinidad que se expresan en la superficie de los mastocitos y basófilos. Cuando un alergeno se une a dos o más moléculas de IgE (lo que se conoce como “entrecruzamiento de receptores”) se produce la activación y degranulación de las células. Se produce entonces la consecuente liberación del contenido de sus gránulos, mediadores de la inflamación que producen aumento de la permeabilidad capilar, contracción de la musculatura lisa y aumento de la secreción de mucus en epitelios. En la circulación, los basófilos también poseen receptores de alta afinidad para la IgE y cumplen funciones similares a los mastocitos tisulares. La exposición a una dosis elevada del alergeno por parte de un individuo sensibilizado lleva a que el alergeno llegue a las células sensibilizadas, la unión a las moléculas de IgE en las superficies de las células, la degranulación con liberación de aminas vasoactivas y la consiguiente aparición de los síntomas, eventos que ocurren en un tiempo que puede ir de 15 a 30 minutos, por lo que recibe el nombre de “hipersensibilidad inmediata”. Sin embargo, la degranulación de los mastocitos, basófilos y plaquetas requiere la saturación de los mastocitos con IgE específicas en un punto crítico de densidad. Esta sensibilización puede producirse durante días, meses, o años. CURSO DE ENFERMEDADES INMUNOMEDIADAS - DICIEMBRE 2008 2 La reacción sistémica se debe a la vasodilatación brusca generalizada de las arteriolas y el aumento de la permeabilidad vascular a través de las vénulas poscapilares, que lleva al edema cutáneo y visceral y al shock hipovolémico. El término shock anafiláctico se utiliza para designar a las reacciones alérgicas sistémicas inducidas por la inoculación de un antígeno por vía parenteral (inyección o picadura), en las que se produce una liberación brusca de mediadores de la inflamación. Se dan frecuentemente en tratamientos medicamentosos en pacientes con hipersensibilidad a fármacos. Los eosinófilos poseen gránulos con peroxidasa y otras enzimas que generan metabolitos oxigenados tóxicos, una proteína básica principal (mayor) que promueve el espasmo bronquial y favorece la secreción de histamina, y una proteína catiónica que induce la formación de poros sobre las células vecinas. Estos componentes tienen además una acción tóxica sobre helmintos. Los eosinófilos se desarrollan por la acción del Factor Estimulante de Colonias de Granulocitos y Macrófagos (GM-CSF), IL3 e IL5. Llegan al sitio de la inflamación atraídos por la Histamina el Factor Activador de Plaquetas, Leucotrieno B4 y eotaxinas, entre otras. Los eosinófilos poseen receptores para IgE de baja afinidad (FcεRII), por lo que no se sensibilizan con moléculas de IgE como los mastocitos y basófilos, sino que se activan a través de la unión de complejos antígeno- anticuerpo. La degranulación de los eosinófilos contribuye a la inflamación y a la lesión tisular. Mediadores químicos que intervienen en la HS de tipo I: La histamina se encuentra en los gránulos de mastocitos, basófilos y plaquetas, unida a proteoglicanos y proteínas como en la heparina, pero se disocia cuando se libera. Los síntomas característicos de la HS de tipo I se deben a la unión con receptores H1 ó H2. Los fármacos antihistamínicos bloquean los receptores H1. La cimetidina y ranitidina bloquean los receptores H2. La serotonina se encuentra en los gránulos de mastocitos y plaquetas, y también produce contracción de la musculatura lisa y aumento de la permeabilidad capilar. Se considera que la serotonina es un mediador importante de la HS de tipo I, por lo que las drogas antihistamínicas serían menos efectivas. Mastocito en reposo Mastocito activado Gránulos con histamina y otros mediadores inflamatorios Degranulación por entrecruzamiento de la IgE por un Ag polivalente CURSO DE ENFERMEDADES INMUNOMEDIADAS - DICIEMBRE 2008 3 El ácido araquidónico es un ácido graso que es liberado de los fosfolípidos de membrana por acción de fosfolipasas. La activación del mastocito lleva al metabolismo del ácido araquidónico para generar mediadores de la inflamación a través de dos vías: por la acción de la 5- lipooxigenasa, para generar leucotrienos (B4, C4, D4 y E4), o por la acción de la ciclooxigenasa para generar prostaglandina D2. La prostaglandina D2 produce vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular y es quimiotáctica para neutrófilos. Los leucotrienos producen contracción de la musculatura lisa; antiguamente se denominaban “sustancias de reacción lenta de la anafilaxia”. El factor activador de plaquetas se libera principalmente por mastocitos y plaquetas. Activa plaquetas, neutrófilos y basófilos, y produce quimiotaxis de eosinófilos. Fármacos usados para el tratamiento de la HS de tipo I: Aspirina Bloquea la síntesis de prostaglandinas. Glucocorticoides Dificultan la conversión de histidina a histamina. Bloquean la síntesis de prostaglandinas por inhibir el metabolismo del ácido araquidónico. Estabilizan las membranas celulares (previenen la degranulación). Teofilina y Aminofilina Modulan la liberación de mediadores por aumento del cAMP. Antihistamínicos Compiten con la unión de la histamina a los receptores H1 ó H2 presentes en las células blanco. Epinefrina Revierten las respuestas inflamatorias en los tejidos afectados. Contrarrestan los efectos de los mediadores. (Actividad simpáticomimética) INMUNOTERAPIA DESENSIBILIZACIÓN o HIPOSENSIBILIZACIÓN. Como medida ideal se debe evitar la re-exposición al antígeno, lo que puede ser muy difícil de lograr con los alergenos ambientales, aunque no debe desestimarse la necesidad de trasladar al animal a otro sitio geográfico, con un ambiente antigénico distinto. HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO II Se define como hipersensibilidad de tipoII a las reacciones citotóxicas mediadas por anticuerpos de tipo IgM o IgG que reconocen antígenos presentes en superficies celulares o en la matriz extracelular. Los complejos inmunes activan mecanismos citotóxicos humorales (activación de complemento) y celulares (ADCC: citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos), a través de células citotóxicas que expresan receptores para IgG (RFcγ): neutrófilos, macrófagos, células Natural Killer y mastocitos. Si el antígeno involucrado se encuentra en la superficie de células sanguíneas, los complejos inmunes pueden activar el mecanismo de fagocitosis. Estas reacciones son típicas de las enfermedades autoinmunes, pero también puede producirse en la eliminación de células como consecuencia de transfusiones o transplantes. En el caso de las enfermedades autoinmunes, se produce una sensibilización gradual en animales que pierden la tolerancia con células autólogas. En estas enfermedades no existe un desafío antigénico, sino que este es gradual y constante. Se sugiere que las infecciones virales y daños celulares causados por sustancias químicas podrían desencadenar reacciones autoinmunes. CURSO DE ENFERMEDADES INMUNOMEDIADAS - DICIEMBRE 2008 4 La enfermedad clínica aparece cuando el daño citotóxico alcanza niveles críticos. En su forma más grave, refleja la pérdida de las funciones de los tejidos u órganos involucrados. El tratamiento a estas enfermedades se basa en la aplicación de medicamentos inmunosupresores y antiinflamatorios. HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO III Las reacciones de hipersensibilidad de tipo III se caracterizan por el depósito de complejos inmunes en el tejido afectado. Los complejos inmunes se producen normalmente en todas las respuestas inmunes, pero cuando se forman en exceso o su depuración es incompleta, tienden a circular en sangre y a depositarse en determinados órganos. Esta formación en exceso de complejos inmunes es característica de enfermedades infecciosas crónicas y de muchas enfermedades autoinmunes. Los complejos inmunes con mayor potencial patogénico son aquéllos formados por IgG en ligero exceso de antígeno, situación en la que se forman complejos inmunes pequeños con mayor capacidad para depositarse en tejidos y activar mecanismos citotóxicos humorales (complemento) y celulares (ADCC). Los mastocitos cumplirían un papel importante en la patogenia de la HS de tipo III, gracias a la presencia de receptores para IgG de baja afinidad (FcγRIII). El entrecruzamiento de receptores CURSO DE ENFERMEDADES INMUNOMEDIADAS - DICIEMBRE 2008 5 producida por los complejos inmunes, lleva a la degranulación de los mastocitos y a la liberación de mediadores inflamatorios potentes. Las reacciones de HS de tipo III persistentes pueden progresar hacia la necrosis del tejido afectado al cabo de varios días, por la reacciones citotóxicas e inflamatorias, pero además porque los complejos inmunes pueden bloquear el paso de la sangre en capilares y vénulas post-capilares. El depósito de los complejos inmunes en los tejidos también depende de las características de los vasos sanguíneos que irrigan el tejido. Así por ejemplo, los capilares glomerulares y sinoviales que se caracterizan por ultrafiltrar el plasma para producir respectivamente orina y líquido sinovial, facilitan el depósito local de complejos inmunes. Los complejos inmunes formados por anticuerpos de tipo IgM pueden mediar reacciones de HS de tipo III en el interior de los vasos sanguíneos. Los signos clínicos en la HS de tipo III dependen del lugar donde se depositan los complejos inmunes: las lesiones más frecuentes son en riñón, en donde los complejos inmunes ocasionan glomerulonefritis. En situaciones más crónicas pueden aparecer lesiones en pequeños vasos de piel y mucosas donde originan vasculitis. Los procesos agudos pueden requerir tratamiento con antihistamínicos y antiinflamatorios, mientras que los procesos crónicos son más difíciles de manejar y pueden requerir tratamiento con medicamentos inmunosupresores cuando el antígeno que lo causa no es infeccioso. HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO IV A diferencia de los tres tipos de hipersensibilidad descriptas que son reacciones mediadas por anticuerpos, las reacciones de HS de tipo IV están mediadas por linfocitos T. Los mecanismos efectores se activan por las citoquinas liberadas por los linfocitos TH1, y entre las células involucradas puede haber un predominio de macrófagos activados, de linfocitos T citotóxicos, o de ambos. Las reacciones de HS de tipo IV pueden desencadenarse por bacterias intracelulares que inducen fuertes reacciones de inmunidad celular, tales como especies de Mycobacterium, Listeria o Brucella, pero también por proteínas extrañas o por haptenos (moléculas pequeñas o metales) que se conjugan con proteínas propias de la piel para sensibilizar al animal y desencadenan dermatitis por contacto. CURSO DE ENFERMEDADES INMUNOMEDIADAS - DICIEMBRE 2008 6 Estas reacciones recibieron el nombre de hipersensibilidad retardada debido a que la respuesta a la prueba intradérmica alcanza su reacción máxima a las 24-48 hs. Sin embargo, si se produce el desafío con grandes dosis de un antígeno al que el animal está sensibilizado, se puede originar una reacción sistémica comparable a la del shock anafiláctico. Después de una inyección intradérmica del antígeno a un animal sensibilizado, se produce una primera llegada de células sanguíneas, principalmente neutrófilos. Con el correr del tiempo se produce un predominio de linfocitos y monocitos, debido a la secreción de citoquinas que atraen y activan células mononucleares. El tratamiento se basa en la eliminación del agente infeccioso o del químico que origina la dermatitis por contacto. Las lesiones cutáneas pueden tratarse con corticosteroides tópicos o sistémicos, pero las lesiones en órganos internos no son alcanzadas por la medicación. BIBLIOGRAFÍA: Leonardo Fainboim, Jorge Geffner. Introducción a la Inmunología Humana. Editorial Médica Panamericana. 5ta. Edición. 2005. Ota Barta, José Luis Blanco Cancedo. Enfermedades Inmunes de los Animales Domésticos (Inmunología Clínica Veterinaria). Editorial Inter-Médica Buenos Aires. 1ra. Edición. 2005. Ian Tizard. Inmunología Veterinaria. Editorial Mc Graw-Hill-Interamericana. 6ta. Edición. 2002.
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