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SEMANARIO LIBERAL. ASO 1. LOS ANGELES, CAL., JULIO 27 PE, 1907. NÚM. 9. NO QUEREMOS LA PAZ. Perder el amo; ver desaparecer el cómitre brutal que á gritos y á golpes se hace obedecer, es cosa que hace temblar á los hombres- bue.ves, esas bestias sumisas incapaces de dar un paso si la pioa no ha acariciado sus ancas. Por eso ciertas gentes ven con odio la revolu- ción que Be acerca, porque por ella perderán el amo, por ella serán li- bres, y la idea de no sentir más la mano de hiervo que las acogota, las hace e«trem«¡cer. ¿ Qué será de las masas—Be preguntan—sin la vo- luntad disciplinádora que desde el Olimpo del Poder refrena los im- pulsos de los impacientes y ahoga las aspiraciones de IOB rebeldes 1 Esos hombre-bueyes forman legión, ] pobres bestias que no pue- den marchar si la espuela no les desgarra los hijarea I Así como hay hombres que necesitan el latigazo del alcohol para ser valientes y mar- char, del mismo modo hay hombres-mulos que sin el acicate del déspo- ta vagarían como piedras arrojadas al acaso. La acción de los hombres enérgicos es neutralizada por la inercia de los mansoB, de los sufridos, de los que extrañan sobre los lomos el peso del ginete y necesitan en los hocicos la humillación del freno. ¿No vemos en algunos periódicos hacer la apología da las toscas manos que estrangul an á los pueblos ? ¿ No se ha dicho en todos los tonos que el pueblo mexicano—pueblo de inquietos—necesita soldado- nes asesinos que lo tengan sometido ? Son los hombres-mulos loe que propagan esa doctriné, de serrallo con la naturalidad con que el gana- do esparce sus deyecoiones en las praderas. Para esos seres desprecia- bles es una vergüenza la rebeldía y una virtud lá sumisión; pretenden alcanzar el progreso tirando eternamente de la carreta que ocupan sus .amos y sin salir de los infecundos caminos det órdeir"y"~Iít "paz. '***•"*rx*t ¡ El orden y la paz sobre todo ! gritan eeos eunucos como balan y v uelven los ojos al cielo las ovejaa destinadas al rastro. No sienten como Prometeo la necesidad de robar su lumbre al cielo, satisfechos con las brumas que envuelven sus espesos cerebros; inmóviles como os- tras pegadas á la roca de la rutina, quietos como dioses viejos que duermen olvidados bajo el polvo de la indiferencia, de bruces en el es- tercolero donde el despotismo los tiene, beben sus lágrimas en silencio sin que de sus labios pestilentes broten las demeniacas imprecaciones de Job. Y aBÍ marcha la humanidad llevando á cueBtas la pesada cruz de la traición fomentada por los hombres-bueyes. Sobre las conciencias peea un cadáver que apesta: el de la rutina. Hay sed de aire puro: el del progreso. Se necesita luz: la de la libertad. Ea el seno del amargo mar de la indiferencia, los revolucionarios ee agitan. No son los hombre-bueyes que piden paz: ellos piden gue- rra; ellos saben que lá vida se conquista desafiando "la muerte y van derecho á ella. Entre las multitudes compactas los rebeldes hacen prosélitos mos- trando la verdad, la verdad desnuda: Afrodita con vestidos ya no es Yemis. Y IOB cerebros al digerir la verdad, se hacen rebeldes. La gran fuerza de la. revolución que ee aproxima es esa: la verdad. La pluma de los escritores raspó el barniz que daba bella apariencia á la tiranía; la espada de los revolucionarios la matará. Siempre la pre- dicación ha precedido á la acción. \ Por algo .persiguen tanto á los a- póstoles los tiranos! Loa revolucionarios han demostrado que la paz enerva y corrom- pe, y no lo han demostrado con palabras sino oon hechos. La paz sig- nifica quietud, y la quietud es la muerte. Del choque oontínuo de los inteaeses es de donde surge el progreso. El coBmos es un inmenso pa- lenque donde las acciones y las reacciones se producen hasta lo infini- to. Nada está quieto en el universo, y llevando la observación á las saciedades humanas encontramos confirmada esa gran verdad. Una sociedad que no evoluciona es una Boeiedad destinada á desaparecer podrida en su propia vileza. La enorme China detenida en BU evolu- 4Rn por la lepra del quietismo ha ido perdiendo fracciones de su terri- toiio como las personas atacadas del horrible mal van consumiéndose á pedazos. El Indostán, absorto en la contemplación de Brahama, a- penas'comienza á sentir el ultraje del pable británico que desde hace tantos años la ha venido desgarrando. España, petrificada en el pa- sado, perdió sus colonias, y gracias á la sangría de la guerra compren- dió que era necesario marchar y marcha llevando al frente las legio- nes libertarias hacia la República Secial. Rusia, la madre dolorida de los mujiks taeiturnos fallecía bajo la férula del czarismo, perdién- dose sus lamentos angustiosos en la inmensidad de sus estepas, y se hubiera podrido ai fin si el acicate de la guerra no enseña al pueblo que si la sangre ha de correr, debe ser en beneficio de la libertad. México en paz es una nación destinada á morir. La paz de Méxi co, no es la paz saludable del organismo sano; no es el producto de B en la coar ta píame.. HORRIBLE SITUACIÓN EN MÉXICO. "Poco ó nada se «abe en el ex- terior acerca de la situación po* lítioa y económica de México." Tales son las primeras palabras de un artículo sobre dicho país, publicado en el número de "El Emancipador," un nuevo perió- dico mensual de San Franoisco, Cal., consagrado al fomento del Unionism* Industrial. El co- mentario es, perfectamente cierto bueno Bería que* los ojos del mundo se abrieran para observar lo que pasa en México, aunque uego tuvieran que cerrarse de horror, al descubrir nuevas fases de la crueldad del hombre para el hombre. Al mismo tiempo que el arfcí- ulo publicado por "El Emanci- pador," hemos tenido oportuni- dad de leer otro sobre el mismo tema y escrito por un socialista americano. oa que los leen corren grave pe- igro de que se les encarcele. Los escritores independientes son desterrado! 6 asesinados. No hay libertad de prensa ni de palabra ni de reunión. Viven bajo la más completa esclavitud os trabajadores, los que produ- en la riqueza nacional que tarde > temprano pasará á los bolsillos del Yankee. El escritor socia- ista á que nos hemos referido, segura y así es en efecto, que os ferrocarriles, las minas, el arbón, el petróleo, los depósitos de asfalto y los grandes intereses de la agricultura, están en ma- nos de los capitalistas america- nos. Si, él añade, se tiene algún deseo de ayudar ai infortunado pueblo, hay que hacerlo secreta- mente. En la ciudad de México los trabajadores se agrupan en sociedades mutualistas; pero no se les permite organizar uniones obreras. c Díaz aparece como un completo tirano, como-iin Dictador empe* nado en exterminar á toda costa la población nativa. El peón es un esclavo, un utensilio de los propietarios de las minas y las haciendas. El peón nace y mue- re en el suelo regado con el su- dor de sus mayores; él, su espo- sa y sus hijos son, como el gana- do, la propiedad del amo. . Si este muere, el ganado humano pasa á poder de los herederos. Si el peón apela á la fuga para escapar á la esclavitud, la policía lo persigue y si es aprehendido, se le golpea para que aprenda á permanecer quieto en su cauti- verio. En muchos de los distri- tos rurales, todavía, eomo en la antigüedad, trabaja bajo el láti- go. El obrero de las minas las fábricas trabaja de doce catorce horas diarias por un che- lin y seis peniques y como el sistema de multas está en estric- ta observancia, los miserables jornales Bon reducidos al capri- cho de los amOs. Para colmo de desdichas, los salarios no son pa gados en dinero, sino en tickets que sólo se reciben en las tien- das de la compañía. Es impo- sible organizar a los trabajado res porque la policía disuelve cualquier reunión que se celebre con ese fin. Tan luego como una huelga se inicia, el Presi dente manda tropas á reprimirla como sucedió en Veracruz el úl- timo invierno, cuando hombres mujeres y niños fueron asesina dos brutalmente por los sóida dos. Los periódicos que defien- den al obrero son suprimidos y bajan de quince á dieciseis horas diarias porunos cinco pesos mensuales y duermen en el piso de la cocina. Se dedican á to- mar porque el licor se vende muy barato, á un centavo el vaso; mientras que las cosas ne- cesarias á la vida, tienen los mismos precios que en los Esta- dos Unidos. El tiempo que tra- bajan los sastres y los zapateros, sólo se limita por lo que puedan aguantar despiertos y otro tanto puede decirse de las mujeres que se dedican á la fabricaoión de medias, shawls, &. Muchas de esas mujeres quedan ciegas y se convierten en mendigas. La Iglesia, oomo en todaB paTtes, oprime á la sociedad y estorba toda actividad política. Natu- ralmente, la idea revolucionaria vive latente en esta infortunada y destrozada Nación; pero han fracasado los esfuerzos que se han hecho para conquistar la libertad. Algo más triste y más lastimoso no puede ser conce- bido. Traducido del Nám. 218 de la prestigiada revista "Freedom' (Libertad) de Londres, Ingla- terra. EN FAVOR DE ESPINOSA. Colectado y reportado hasta el 20 de Julio: Contribuciones duran- te la semana- Un Neoleones $ 46. 00 1. 00 Total $ 47. 00 Procure Ud. el próximo número contendrá lectura que debe Ud leer. LA VUELTA DE MANUEL SARABIA. Como lo referimos en el nú- mero anterior, Porfirio Díaz tu- vo qué sufrir la humillación de devolver 4 Manuel Sarabia al suelo americano. Este gran triun- fo se debe esencialmente al bi- larro esfuerzo de los bravos hi- os de Douglas. La mañana del Sábado 13 del actual, libre por completo, regre- só Manuel Sarabia á Douglas, á la ciudad donde trece díaB antea fue la víctima del escandaloso plagio que tan funesto ha sido para la Diatadura. Infinidad de personas se die- ron cita en la estación para es- perar la vuelta del liberal pla- giado y cuando el tren que lo conducía arribó, un ciudadano hizo flotar una bandera blanca en la que se leía en letras rojas: Libertad y Constitución. La multitud estalló en aplausos y se hubiera celebrado una imponen- te manifestación, si el Capitán de los rangera Harry Wheeler, no se da prisa en invitar afable- mente á Sarabia á tomar asiento en un automóvil en el que lo condujo á la casa del Sr. Guada- lupe López. El pueblo no se dio cuenta de la estratagema ni pudo por lo pronto averiguar á donde se habían llevado á nues- tro compañero. El Director del "Douglas-Iu- dustrial" que abnegadamente ha luchado porque se haga justicia en el presente caso, fue de los primeros en visitar á Manuel Sarabia con quien celebró una entrevista que se publicó en in- glés en el mencionado periódico y de la que traducimos los párra- fos más culminantes y que con- tienen los datos que servirán de base á la sentencia que no muy tarde será dictada contra los plagiarios. El entrevistado dijo en parte : "Tengo veinticuatro años de edad, soy periodista y jamás he cometido errimen alguno. EL 30 de Junio me encontró en la calle el "ranger" Sam Hayhurst y po- niéndome la pistola en el pecho me dijo : "levante las manos y dése preso." Le pedí que me enseñara la orden de aprehen-. eión, y rae contestó que no neoe- sitaba orden para mí. Me negué á seguirlo y llamó entonces á un hombre en su ayuda y entre am- bos me condujeron á la cárcel, donde me tuvieron incomuni» [Sigue en la tercera plana.] REVOLUCIÓN, SUBBORirriON RATK8. Que yoar $ *. 00 Six months " 10 CONDICIONES: REVOLUCIÓN se publicará todos loe Sábados, siendo los precios de suscripción los siguientes- Kn los Estados U nidos Un liño $ 2. 00 íín semestre " 1- 10 Números sueltos -05 En la República Mexicana Un año, moneda mexicana, $ 5.00 Un semestre " 3 00 Números sueltos 0 10 Todo pago debe ser precisamente adelantado Háganse las remesas de dinero, en Billetes de Banco, por giro pos- fcal ó* por Express, dirigiéndolas en todo caeo al Editor, 660 San Fer- nando, St. Los Angeles, Cal. U S A Editor y Propietario: MODESTO DÍAZ. WHAT THE LIBERAL PARTY OF MÉXICO STANDS FOR. The absoluto freedom of the press in discussing all matters pertainmg to the Segulation of the national Government. The electiom of a Preeident every four years, an honest v o t e and the elimination of the Diaz ring which has con- trolled the elections for the last tv\ enty-one years. Tho rights of any party or organization to edúcate the ma^ses in matters of political and social reform Restriction of the rights of Governors of States and repre- sentativefc an t h e legifalative bodic.'and election of Gover- nors and repiesentatnes by the \ote of the people Right of fair tnal to all pei- sons arrested on c h a i ge of enme, and ebimmation of the praetice of ampri&oning and oí politicn.1 offpnders due investigaron by a court of jUBtice. Fair wages and reasonable hours for the laboring clastes 11 LA MUJER ACUDE A NUESTRAS FILAS. Mentira es que el crimen y el a- tropello puedan contribuir a pro- longar la existencia de una tiranía amenazada por el descontento ge- neral La política del terroi que infini- dad de veces han ensayado los de- tentadores del mando público para ahogar oposiciones y reprimir las cóleras de pueblos prestos á rebe- larse, siempre ha obtenido resulta- dos negativos Luis XVI quiso in- timidar al pueblo de Francia, lle- nando la Bastilla de prisioneros políticos á quienes se aplicaron torturas q u e la imaginación no puede concebir, y el p u e b l o de Francia, en vez de acobardarse, erigió la justa, la hermosa guilloti- na rigicida, García Moreno muere destrozado por on grupo de valien- tee cuando soñaba el imbécil en demofiar el alma ecuatoriana á fuerza de villanías y crueldades; y ol Czar do las Rusia» con ol inolvi- dable Domingo rojo, incondió In alborada do la más tendenciosa, de la mas trascendente de las revolu- ciones quo han conmovido a la hu- manidad. El pueblo es rehacio al mundo pooas voces lo domina ol pánico y (mando eBto sucede, pronto viene & levantarlo y sacudirlo, formidable y embravecida reacción. Por oso los déspotas cuando ee proponen infundir pavor con actos de barba- rie, no hacen otra cosa que provo- car indignaciones y enardecer á los vejados. El pueblo es un mar quo se agita cuando el vendabal lo azo- ta, que se encrespa y ruge cuando sobie él se desencadena el huracán de la inclemenoia Es el mismo fenómeno social que ha cabalgado en los fastos de la historia, de edad en edad y de pueblo en pueblo, tiranos que se enloquecen y Bon atacados por la furia de perseguir y atormentar y pueblos que se irritan con el ultra^ je y deciden sublevarse. Poifirio Díaz, como todoB los o- preeores cuando ven en peligro gu poderío, está reourriendo á la vio lencia y el crimen, figurándose en eus devaneos seniles, que por esos medios podrá conjurar la revolu- ción, de la que yá se sienten las primeras conmociones y se escu- chan IOB ruidos sordos y rugientes como de volcán formidable que pronto va á estallar. El Dictador se equívoca oomo todos los que le han precedido en la negra senda del despotismo. ~ Está sucediendo lo que siempre ha sucedido: los atentados f u e Porfirio Díaz comete sólo sirven para hacei más intensos los odios que se ha concitado y para aumen- tar prodigiosamente el número de los que se aprestan á derrocarlo. Y no es solamente el hombre el que ee le opone y lo increpa la mujer también t o m a puesto en nuestras üJas y da <i su voz tierna y exquisita, inflexiones de enojo y rebeldía. El plagio de Manuel Sarabia, mas que cualquiera de los atenta- dos de que han sido víctimas últi- mamente los arrogantes defensores de la libertad, ese .ultraje que en lo grosero y lo brutal no se le en- niu ntra paialelo en la histom dp los crímenps internacionales, ha tenido la \irtud de agitar hasta la exaltación .i los corazones honra- dos y de provocai una tempestad de piotestas y maldiciones que a- /otan las frentes de los culpables y los cubren de vergüenza é igno- minia. A iiínz del plagio, no hubo hom- bre de decoro, de dignidad que se sintiera satisfecho bin arrojar al menos un anatema contra los mi- bcrabltíB secuebtradoies; no hubo hombre de honor que pudiera pres- cindir de confundir en un vocablo infamante a la banda de cobardes Díaz,Roosvelt, M a z a , Dowdle, Shropíhire, Hayhurst y Thompson. En la tribuna, en la prensa, en todas partes, el hombre digno ma- nifestó simpatías para la víctima y repulsión para los culpables. La mujer se sintió á la vez, las- timada, herida, por el ultraje infe- rido á la justicia y tomó" la causa de los perseguidos con ese entu- siasmo alto y bello, con esa pasión desinteresada y pura que BÓIO arde en los pechos femeniles. En esta ciudad, en la manifesta- ción celebrada á principios del co- ricnto para donunciar ol plagio do MaJiuol Saiabift, la Señora B. do Talnvera, c|uo de antnflo ee ha distinguido por sus idéalos levan- tados, pronunció un disourso quo fue un himno vibrante y soberbio contra los tiranos t-u palabra elo- cuonte y fascinadora aún repercu- to on nuestios oídos, aún nos con- mueve, vhe en nuestros recuerdos como algo que nos es giato, muy grato, como uno do esos Bucesos que nos place traer tí la memoria porque nos oaus<5 honda impresión, porque nos alagó, porque «os hizo gozar intensamente. Las damas de El Paso, Texas, supieron así mismo, merecer el a- plauso y la admiración. En nú- mero de más de doecientas señoras y señoritas mexicanas, firmaron una protesta que fue dirigida á Teodoro Rooeevelt y en la que re- latan con energía, que muchos hombres han de envidiar, el cri- men odioso cometido en Douglaa y acaban por demandar en nom- bre de la civilización, en nombre del decoro de la Patria de Wash- ington y Jefferson, que Manuel Sa- rabia fuera traído al territorio de los Estados Unidos y que se die- ran garantías á los refugiados me- xicanos. Si Roesevelt conserva algo de la dignidad que le supusieron eus conciudadanos al elevarlo á la Pri- mera Magistratura de la Nación, ha de haber sentido que la ver- güenza lo torturaba, al enterarse de la protesta formulada por las damas de El Paso, al leer en ese documento—lo que él ya eabía y hj-bía conBentido-r-que la Consti- tución Americana habia sido bur- lada, que el pabellón de las estie- lias, símbolo de las libertades hu- manas y al que él ha jurado y de- be defender y respetar, había sido pisoteado y escarnecido por un gru- po de bandoleros que portaban u- rufoimes de agentes de la auton- d«id Vergüenza lia de haber sentido Roose\e.lt, bi no se ha degradado por completo, al leei quo se le lia niaba al cumplimiento del deber y que eran unas damas respetables y abnepadafc, lae que ese llama- miento hacían. En Douglas Del Río y San An- tonio, también la mujer rnexieana tomó parte en las manifestaciones de indignación y ee adhirió á las peticiones en demanda de justicia. El plagio de Manuel Sarabia ha confirmado, pues, que la política del terror da resultados contrapro- ducentes a. los tiranos qu£ la em- plean como un medio de dominar el espíritu de rebelión y ha servi- do al minino tiempo para despertar a la mujer de su habitual indife- rentismo á las luchas por la liber- tad, para indignarla contra los ex- cesos del despotismo, para atraerla á nuestras filas, á nuestra causa que es la causa de la razón y la virtud. i Bien venida sea la mujer al campo de la emancipación y del combate' LECTOR Si acaso llega uno de nuestros ejemplares á sus manos, es para in- vitarle á que se suscriba. Si Vd. sim- patiza con nuestras ideas y perió- dico, se lo agradeceremos infinito si nos toma una suscripción. Pero en caso de que no fuere de en agrado, tendrá la bondad de devolvérnoslo, y así nos evitará grandes perjuicios. LOS CÓNSULES DE LA DICTADURA. El plagio de que fue víctima Manuel Sarabia ha arrojado to- rrentes do luz que han hecho vor en todo su horror esos antros que se llaman Consulados Mexi- canos. Los Consulados son verdade- ras cavernas en cuyas sombras los mas viloa polizontes fraguan sus ataques contra los luchado- res liberales. No Bon los Con- sulados las oficinas destinadas a rendir informaciones sobre la producción y la riqueza do Mé- xico, 6 á procurar en el extran- jero mercados favorables á los productos mexicanos. No son los Consulados el escudo protec- tor de los derechos del mexioano ausente de su Patria ni la mano fuerte que levante á los nacio- nales vencidos en la azarosa contienda por la vida. Nada de eso son los Consulados. En las tinieblas de esas oficinas, manos brutales rechazan á los mexica- nos que osan llamar á sus puer- tas en demanda de protección; del fondo de esas cavernas, como si fuera el vientre de una caja de Pandora, salen el polizonte, el rufián, el delator, el judas, el es- birro y esos asnos sarnosos que desde ciertos periódicos ultrajan tanto la gramática como la hon- radez en beneficio de sus iuvere- cundos amos. En uno de esos Consulados se frag'aú el plagio de Manuel Sa- rabia En una de esas cavernas, un troglodita, Antonio Maza, Cónsul de México en Douglas Arizona, pactó con sucios bandi- dos el precio del orimen. No se paró mientras en el precio, cual- quiera que fuese, podría ser pa- gado, |para eso se tiene»al pue- blo en la miseria, paia derro- char el oro en crímenes! ¿Y el Consulado de St. Louis, Mo ? es un pantano Un cerdo, Rafael Serrano, administró los fondos que habían de servir pa- ra la persecución de los miem- bros de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. Otro cerdo, Diebold, convertido en esbirro, tendió lazos infames á los luchadores Librado Rivera y Aaróu López Manzano. El Consulado de San Antonio Texas regenteado por un muñe- co, es una telaraña desde la cual se atisban los movimientos de los liberales mexicanos refugia- dos en Texas. El Consulado de Brownsville, Tex., donde un merolico sinver- güenza que se hace llamar Doc- tor redacta panfletos contra los revolucionarios, es algo así como un puesto de policía que la Dic- tadura sostiene de este lado de la frontera para delatar á todos los hombres que quieren justicia y libertad. Del Consulillo Lozano no nos ocupamos hoy porque para él tenemos algo especial que le ha- rá comprender cuál es la verda- dera misión del Cónsul. A este Consulillo lo titulan honorable unos cuantos perros famélicos quo hacen Uso de las patae pa nt escribir en salvaje, porque no croomos que tengan la preten- sión de que es castellano ol gali- matías que garrapatean. (Po- bres canes! ¿De qué vivirían 6i no so granjeasen las sobras de Lozanillo? Heoha esta digresión, volve- mos al asunto de los Consulados. El Dictador Porfirio Díaz tie- ne especial tino para escoger sus Cónsules. Son éstos, individuos analfabetas que harían furor en cualquier feria como contorsio- nistas ú hombres sin. cuyuntu. ras, flexibles de espinazo, vaoíos de cerebro y dúctiles como miga de pan. Buenos indudablemente para figurar en el cuadro de cualquier circo; pero inmejora- bles para el uso á que los destina el cobarde Autócrata de México : el de servidores incondicionales. Por eso los vemos cometer crí- menes como el que cometió An- tonio Maza en Douglas; por eao los vemos convertidos en policías como el Cónsul Mallén de El Paso Texas. ¿No es uno vergüenza para los mexicanos que tengamos Cónsu- les de esa clase? ¿No repugna que en lugar de dedicarse los Cónsules á las importantes labo- res que tienen que desempeñar, hagan el papel de esbirros y de denunciantes de revoluciona nos? Ya volveremos á hablar sobre este asunto. Por lo pronto basta con lo dicho. ¡ A ARMARSE, LUCHADORES! Los liberales deben armarse individualmente á ] a mayor bre- vedad. La revolución esta para estallar y es urgente que haga- mos acopio de previsión, q°ue compremos desde luego nuestros fusiles, Winchesters de prefe- rencia y parque en g i a n canti- dad para sostener la campaña contra los soldados del despo- tismo. Los hombres desarmados, por buena que sea su voluntad, por ardoroso que sea su entusiasmo y su valor, de nada serviuin en los momentos de la lucha. Ar- marse, es una necesidad impe- noso que no deben descuidar loa que de corazón anhelen que la libertad sea exaltada y los tiranos abatidos. El Partido Liberal no cuenta en sus filas «4 ningún magnate que dé dinero para armar, á los revolucionarios. El Partido Li- bera! lucha contra los magnates y á favorde los oprimidos. Por eso, es á los oprimidos, única- mente á los oprimidos á quienes toca esforzarse, sacrificarse, para contribuir al triunfo de la reve- lación. Hay que reducir los gastos ordinarios, hacer economías, pri- varse de satisfacer algunas nece- sidades, si es preciso, para com- pletar el costo de un fusil. El sacrificio no será infecundo: con él compraremos la libertad. i JUSTICIA! La voz del pueblo se ha levan- tado airada y justioiera; la acción popular conduce a IOB autores del plagio de Manuel Sarabia, RI banquillo del reo. Allí están todos : el borracho truhán lla- mado Maza; los polizontes que Tondieíon la vileza de su con- ciencia y el canalla "chauffer" que batió el "record" de la cri- minal complicidad; no falta el jefe de los bandoleros cosncos, tampoco ese otro banquillo está solo, lo ocupa el feroz "jefe su- premo," el que ordenó el delito, el que pagó las manos mercena- rias que apretaron la garganta de Sarabia y estrujaron el pabe- llón americano. El tribunal está formado, se instruye el proceso : Examinemos uno á uno los reos. Antonio Maza, hombre de ba- jos instintos, borracho, adulador, cobarde y servil de profesión es- birro, fue el director del nefando <atentado; manejó el engaño, la corrupción y la iufamia para apoderarse de un hombre ino- cente. Obró según él, por amor al Czar y pensando que -el carác- ter de Cónsul aseguraba su im- punidad para atropellar la justi- cia universal y burlarse de una nación entera. Los rufianes que vendieron por unas cuantas monedas su dignidad y cubrieron con un sanbenito la bandera de las es- tiellas, entregaron la víctima á los verdugos. Alegan en defensa su ignorancia completa de lo que son el honor y el patnotis mo. Los cafres se aveigon/arían de tenerlob por coinpnUiotas. El ' (Jhauffei" paiaeste hom- bLe no '-c; hicieron los escrúpulo y como los antcuorcb tiene la conciencio, bastante elástica y a disposición del 111c j< r pobtoi, be le oheció una bueno, piopina é hizo prodigios par,' finarla Por media docena de "dollars' ayudaría á robar í\ media huina- nidad. El Coronel cosaco, el preto- nano Kosfrerlizky, obedeció órde- nes superiores: fiel perro de pre- sa del Dictador Día¿, su oücio es morder á los enemigos del Czar. No discute sobre la ini- quidad de este acto; le basta el placer que siente en ejercitar sus instintos de tártaro salvaje sobre el merme pueblo. Veamos el otro, ese que tiene la cabeza cana y la mirada de fe- lino decrépito; ese sangriento Maxtla que se agita en el cubil de su impura senectud, ordenan- do aterrorizado un crimen tras otio crimen, una violación trae otra violación, un fusilamiento tras un tormento. La sombra del derecho por él asesinado, le inquieta y le persigue; á veces es una mujer la que encarna ese es- pectro, á veces es un niño ó un anciano y Abdul estremecido de remordimiento y de espanto or- dena á sus genizaros la matanza. Tiberio febril y feroz se levanta galvanizado por innoble ambi- ción al escuchar el suspiro de la libertad de este lado del Bravo y LA INOCENCIA Dfe LOS GRANDES oxelama : "¿quién o«a llamurao íbre viviendo yo ?" Poro, no narremos su vida, no hagamos desfilar en fúnebre prosesión la egión de mártir«8 sacrificados por este enano hermano de Ti- mur Bey y de Christian II, por esto compinche de Ludovico el Moro y de Estrada Cabrera. Hablemos de un solo hecho, del escandaloso atentado come- tido en la persona indefensa del digno mexicano Manuel Sarabia. Porfirio Díaz fue la mano que movió todos ios hilos de la tra- ma. No satisfecho con haber ;ojido á la Nación Mexicana en la trampa de Tuxtepec; no con- tento con robar hasta la camisa á un pueblo desventurado, ha querido más. Después de apu- ñalear por la espalda al sufragio popular y acogotar ala Constitu- ción; después de llenar las cárce- les de ciudadanos y hecho morir en la esclavitud al libre pensa- miento; cuando contemplaba el cadáver de la libertad colgado de un ahuehuete de Chapultepec, imaginó una iniquidad más. Se dijo : "la obra de la pacificación (?) no está completa, es necesa- rio que mi saliva llegue hasta el Capitolio, y que las botas de mis rufianes salpiquen de lodo el ¡noche del 30 del mes próximo suelo de Lincoln para' que esos pasado. Teodoro Roosevelt se mostró asombrado cuando se le habló del asunto, lo mismo que Ehhu Koot, el Seeietario de Re- laciones Exteriores, que pronto CRIMINALES. Manuel Sarabia fuó entregado por los esbirros amoricanos quo lo plagiaron, á un piquete de soldados dol Ejército mexicano que con oportunidad esperaba al prisionero en Agua Prieta, en un punto de la línea divisoria de antemano señalado. Fue conducido a Ctuianeu, como bien se sabe, y de allí ú Itauris y después ú Hormosillo, custodiado en todo el trayecto por soldados de la Federación. No obstante esa circunstancia, no obstante que es lógico presu- mir que la escolta que custodió á Sarabia obró bajo órdenes di- rectas del Secretario de la Guerra que mantiene comunicación dia- Como dijimos en una do nucs- trns antenoros edioiones, lti Jun- ta nombró ií los abogados Ihrsch y Boohinan do St Louis, Nro , para que exigioian la devolución de Saralna Dichos abogados no dirigirían (\ los Tribunales Kodo- raleB de la Uiiimi, en caso do que Rooaevolt no lea hiueía jus- ticia ÍSu p i i ni ei paso iué enuai un Lelugtania á Washington, .1 la b i t I I t u , I l l t . [[•, L u a l l í - L i ' l ñores, denunciando el plagio y pidiendo que so entablaran con Poinno Día/' las negociaciones pertinentes pura que el pusio- nero fuera devuelto al territorio de los Estados Unidos. La citada Societaria contesto por telégrafo en loa siguientes términos: [ Vicuo do la primera plan * ] LA VUELTA DUYIANUEL SARABIft na coa el Dictador, ee traia de , "Washington,.Julio ü de 190/ hacer creer quo ninguno de los' altos dignatarios de la tiranía está complicado en el plagio, que el Cónsul Antonio Maza se metió en eae enredo por su pro- piu ementa sin coiiBultar á sus superiores. ' El Gobierno americano, á su vez, sigue la misma política: nie- ga tener alguna responsabilidad en el vandálico crimen interna- cional perpretado en Douglas la rebeldes mexicanos que no pue- den vivir bajo mi látigo perezcan como unos «perros." Y para lle- var á cabo sus tenebrosos pro- yectos no le detuvo nada, no re- ¡ hará una visita á su gran amigo troced'ió ante el ceño adusto de Porfirio Díaz, para arreglar el Jefferson; halagó á sus lacavos con la perspectiva de honores abyectos; estimulo á sus brutales agentes, derramó el oro arran- cado al pueblo y apuntó cínica- mente el HONOR DEL PUEBLO tiaspaso de la Baja California y algunos otros negocitos que se transarán de tal manera que Mc- MCO, mediante ellos, pueda co i responder á los grandes servi- cios que ha recibido de los Esta- Mr. A L Kirsch, St Lom«, Mo No se ha recibido íníoiiuacion olieial. El Procurador General de los labiados L niilob(jbtain\eí- tigando el aiuuto. Si puede Ud. rocogcr declaraciones, en foima l^ga!, bi es posible, daremos á ellas debida consideración. BACUN (Secretario de Estado.)" Como se ve, el Gobierno de Washington, lo misino que el de México, es completamente ageno (creedlo) al plagio de Manuel barabia Los únicos responsables son el infeliz; coiibiilillo Antonio Maza y>los polizontes Miropoiie,, llay- hurst, Dowdle ) riioinpbun Tendrán que apelai á la fuga ó irán á la Penitenciaría del Yunia por cinco ó seis años, mientras '•us amos, quienes los azu/aiun ¡il crimen, íeirán en la opulen- cia Las chíceles son para los pe- queños delincuentes cailo, ton un centinela de \ que iocibio otden do matar.no si trataba do oacapar " ' Como 11 las nueve y modín (• las diez de la noche dol misino Domingo, dos hombres nic des- poilaiDii, 1110 pusieron esposa^ en los puños y me condujüiou, utunesando el edificio, á un au- |i)inó\il i]ui < stab.i en la 1 alie, fíente á ln pueita do la cáicel." ' Les uilveití entontes que m> tenían derecho para llovartne ¡í Mí vico ) poi la fuer/a mo colo- caron en el automóvil, me pusie- ron un pañuelo en la boca, iué apietaion elcuello y mo venda- ron los ojos. El uutoiumil paitió velozmente y pocos minutos des] pius luí entregado, 011 la linca divisoria, á diez soldados mexi- canos que me esperaban Me puMerun sobie un caballo, me ataron manos } pies y un hom- Liequu montaba una ínula-tomó las riendas del caballo en que yo iba ) piincipianiob la mutulla Al t.u^L ¿L AMERICANO en una partida de ¡dos Unidos durante los últimos años. ¡Grandes servicios' Man- dar tropas americanas á, Cananca ú asesinar á los huelgistas, en- carcelar refugiados políticos bajo falsos pretextos, entregar levolu- HlVUUlula.j (.s, tol. il la lev no los alcanza 111U) ¡Maldita oiKa.ni/aciun social Id que se ensaña 1 011 Ü' de abajo \ bochorno-afa paia los de arriba' ¡Maldita ley la que garantiza clónanos dignos á las venganzas ¡ impunidad A los próceies del de sutt cobardes enemigos Liimen! su libro de caja. Pero ¡insen- sato' creyéndose envuelto en la bombra, no vio que un ojo irri- tado y colérico le miraba. Rodea- do de histriones, pensó que la atmósfera de seivilismo y adula- ción que le rodean, se extendía por todo el continente ameri- cano. ¡Necio' 'en estos momen- tos, el Derecho, guardián y de- fensor de los débiles, le ba cojido por el cuello cotilo a un malhe- chor vulgar y le ariastra ante el tnbutial inapelable de la opinión ¡diuiin para el cobarde: para el r r o r fa]ta de espacio, oti 1 hoia pública que falto de patnotismo leniegue ' titulada 'Infamia' subbciita t.un- El castigo de los culpables em- pieza ya; unos están bajo la ac- ción de la ley; otros, ÍOB más cul- pables tal vez, los que llevan en el uniforme condecoraciones y en la frente la marca candente del desprecio universal, aguar- dan temblando el grito de Es- pártaco; ven aparecer la silueta amenazante del cadalso construi- do por la gleba. TSI pueblo americano ha cru- zado con la fusta de su viril ci- vismo el rostro del nacionicida Porfirio Díaz que palidece no de vergüenza sino de miedo. Al pueblo mexicano toca limpiar el nombre de BU Patria de la man- cha porfirista. flajelados, los ¡A nosotros los humillados, los \ endidos, los proscriptos en tero luchadoi de ideales, es dig- nuebtio mismo país, corresponde ' 110 del cariño de todos los huía- la vindicación de nuestro honor' bies que trabajan por la libei- ,Guay de nobotros si el miedo de- tad. t.enenuebtiobia/.o' ¡Eteuiainal- Sentimos no podei rcpioducn de un pasado glorioso' ¡Boiie- bien por o-I bia\ o luchado! tiuoi- mos del suelo patuo la palabra roro, y que, como la que ho\ n - TIRANÍA y coloquemos esta ¡ producimos, circulo otra sobre la que descansa la m e n t e . En dicha ho única paz aceptable para los hombres: JUSTICIA' piofuca- a se con- dena el atentado de que fue víctima Manuel Sarabia, \ tei- PRÁXEDIS G GUERRERO, mina, asi : Douglas, Ariz , Julio 5 de 1907. 1 Con gran satisfacción insertaL mos el anterior escrito que,e i hoja suelta circuló profusarnent en Douglas, y felicitamos al va leroso oompañero Práxedis G Guerrero por haber sabido ha blar alto y señalar con la ente reza de los hombres dignos á lo¡ cobardes autores de un obscur< crimen. Práxedis G. Guerrero, el aus 'Ciudadanos! Es >a la hd\a de dominar temores; de arroja de nosotros esa femenil espe- ranza de un salvador divino; en las manos del pueblo esta la f u e r z a , derribemos Bastillas, apaguemos con los ecos sonoros de la Marsellesa Mexicana el in- sultante ruido de la bacanal por- firista. ¡Acabemos con tanta in- famia si no queremos ser infa- mes también!" L ¿L lo^ 1 ilullob, camina- mos toda la noche, y al día si- guiente, eonioú las doce, ina nie- tieion en un tren quu me llevó & Cananea en cuya cárcel estuve tres días incomunicado El día 3 de Julio me bacaion da aquella piision seis soldados \ tías una penosa ca'n,na¡.a a < ib. 1K>, llega- mos .1 luiuií.s ti cl:a "> ilumle to- mamos el tren pat.i Hoi"rT7Ti=il!o En l.i ' .11 < el 'W- i•* 1 u . 1 1 pei- manetíseis días incomunicado, á cu\o tTrini 11 o, el Capitin Whect- li 1, a nomine del (loluerno A1119- iicanu, obtu\u im hbeitud y me acompciH' a Nogalus \ después 1 e.sta población. " \ o esto\ 111 i» qut agiadei ido al pi.tbl ) ik D ).i¿la« 3 al Comí tí' de Ciudadanos por lo que hi- ( l e í 011 e n ¡ n i l a \ 01 Después do la c n L e u - u qiu ili^ainob c\ t ia t ta i l , i , --i- supo u Douglas la residencia de Manuel Sarabia \ \ íokn lamente «-e pre- jiaro en su honoi un gian nieet- nig que be celebm la mit-unt no- che \ en el q^i' -ai il ia turnó h- palabra jiaia L\pi),ni lod [»IHICI pi<>b qiu, JK r - i^ut 11 l 'ait idi Liberal ) ¡ u i a L.\,>iuoai, coinoo- \ i d o \ c m c i c i o i i . i ' l o , M I 11 1 111 i i c i - niH'iito, su gi i t iun l liniul 1 1 i m - pereced í 1 a bac i 1 i¡ pi tl> o q m o l iber tó Ta ' i ib i i 11 lu 'b lo (>, isluií jui i lo I 11/ 11ci\ es q a e es- tuvo m u j feliz c.i su p< 10: u i ó i . _\ f uoap l í ' ud i ' l o cbtrojutns p u e n t e La ' ¡íei nio-a iicfcta 1 mu 1 i\ > con u n a g r a n í ec^pc ión en el '-.ilón I i e n e , bajo lo.s au&j)icio° ile la soc iedad " The r>a<rles' a m e r i c a n o s , b i e n d " obje to S,>ru- bia de m u y t \ q u i s i t a 6 \ c a r i ñ o - s.is a t e n c i o n e s . Las s e ñ o r i t a s l e obsequiaron un gtan bouquet de ñores que fue pedido por telé- grafo á Tucson, expresamente para la fiesta Pero esta vida es de contrastes. En tanto que el civismo su apoteosis en el salón Iren la alegría sincera y bulli [Sigue en la cuarta plana PROGRAMA DEL PARTIDO LIBERAL. REFORMAS CONSTITUCIONALES. 1.—Reducción del periodo pre- sidencial á cuatro años. 2.—Supresión ilo la reelección para el Presidente y los Gobor- nadores de los litados. Estos funcionarios sólo podrán ser nuevamente electos hasta des- pués de dos períodos del que des- empefinron. 3.—Inhabilitación del Vice- Presidento para dt)t>ein penar fun- ciones legislativas ó cualquier otro cargo de cleción popular, y autorización al misino para lle- nar un cargo conferido por el Ejecutivo. 4.—Supresión dol seivicio mi- litar obligatorio)' establecimien- to de la Guardia Nacional. Los que presten sus servicios en el Ejército permanente, lo harán libre^ Voluntariamente. Se revi- sará la Ordenanza Militar para suprimir de ella lo que se consi- dere opresivo y humillante para la dignidad del hombre, y se me- joraran los haberes de los que sirvan en la milicia nacional. 5.—Reformai y reglamentar los artículos 6o y 7o. Constitu- cionales, suprimiendo las restric- ciones que la viva privada y la paz pública imponen a las liber- tades de palabra y de prensa, y declarando que sólo se castiga- rán en este sentido la falta de verdad que entrañe dolo, el chan- tage, y las violaciones de la ley en lo relativo á la moral. 6.—Abolición de la pena de muerte, excepto para los traido- res á la Patria. 7.—Agravar la responsabili dad de los funcionarios públicos, imponiendo severas penas de prisión para los delincuentes. 8.—Restituir ¡í Yucatán el te- rritorio de Quintana Roo. 9.—Supresión de los Tribuna- les Militares en tiempo de paz. MEJORAMIENTO Y FOMENTO DE , LA INSTRUCCIÓN. 30.—Mulitplicación de escue- las primarias, en tal escala que queden ventajosamente suplidos los establecimientos de instruc- ción que se clausulen por perte- necer al Clero. 11.—Obligación de impartir enseñanza netamente laica en todas las escuelas de la Repú- blica, sean del Gobierno ó parti- culares, declarándose la respon- sabilidad de los Directores de escuelas que no se ajusten á este precepto. 12.—Declarar instrucción hasta la edad de ca- torce años, quedando al Gobier- el deber de impartir protec- IÍI'H escuelas de la Repú- blica, la enseilanüia de los rudi- mentos de artes y oficios y la insti noción militar, y prestar prefeieuto utonciún ú la instruc- ción cívica que tan poco atendida es ahora * • * EXTRANJEROS. 1 5.—Prescribir que los extran- jeios, por el sólo hecho de.adqui- rir bienes raíces, piordeu BU na- cionalidad primitiva y se hacen ciudadanos mexicanos. 16.—Prohibir la inmigración china. * • ¥• RESTRICCIONES A LOS ABUSOSDEL CLERO CATÓLICO. 17.:—Los templos se conside- ran como negocios mercantiles, quedando, por tanto, obligados á llevar contabilidad y pagar las contribuciones correspondientes. 18.—Nacionalización, confor- me á las leyes, de los bienes raí- ces que el Clero tiene en poder de testaferros. 19.—Agravar las penas que las Leyes de Reforma señalan para los infractores de les mismas. 20.—Supresión de las escuelas regenteadas por el Clero. noqesarias que dojen en ellas. 31.—Prohibir á los patronos, bajo severas penas, qno paguoti al trabajador do cualquier otro modo que no sea con dinero efectivo; prohibir y castigar que se impongan multas á loa traba- jadores ó se lea hagan descuen- tos de su jornal ó se retardo el pago de la raya por más de una seinanti ó se niegue al que se se- para del trabajo el pago inme- diato de lo que tiene ganado; su- primir las tiendas de raya. , 32.—Obligar á todas las em- presas ó negociaciones á no ocu- par entre sus empleados y traba- jadores, sino una miuoría de extranjeros. No permitir en nin- gún caso que trabajos de la mis- ma clase se paguen peor al me jeicano que al extranjero en el mismo establecimiento, ó que á loa mexicanos se les pague en otra forma queá los extranjeros. 33.—Hacer obligatorio e) des- canso dominical. obligatoria la no ción, en la forma que le sea posi- ble, á los niños pobres que por su miseria pudieran perder los neficios de la enseñanza. 3.—Pagar buenos sueldos á aestros de instrucción pri- Hacer obligatorio para CAPITAL Y TRABAJO. 21.— Establecer un máximum de ocho horas de trabajo y un salario mínimo en la proporción siguiente: de $1.00 para la gene- ralidad del país, en qoe el pro- medio de los salarios es inferior al citado, y de más de $1.00 para aquellas regiones en que la vida es más cara y en las que este sa lario no bastaría para salvar de la miseria al trabajador. 22.—Reglamentación del ser- icio doméstico y del trabajo ¡i domicilio. 23:—Adoptar medidas para que con el trabajo á destajo los patronos no burlen la aplicación del tiempo máximo y salario mínimo. 24.—Prohibir en ío absoluto el empleo de niños menores de catorce años. 25.—Obligar á los dueños de minas, fábricas, talleres, etc., á mantener las mejores condicio- nes de higiene en sus propieda- des y á guardar los lugares de peligro en un estado que preste seguridad á la vida de los opera- rios. 26.—Obligar á los patronos ó propietarios rurales á dar aloja- miento higiénico á los trabajado- res, cuando la naturaleza del trabajo de éstos exija que reci- ban albergue de dichos patronos ó propietarios. 27.—Obligar á los patronos á pagar indemnización por acci- dentes del trabajo. 28. —Declarar nulas las deudas actuales de los jornaleros de campo para con los amos. 29.—Adoptar medidas para * * * TIERRAS. 34.—Los dueños de tierras es- feán obligados á hacer producti- vas todas las que posean; cual- quier extensión de terreno que el poseedor deje improductiva, la recobrará el Estado y la empleará ¡onforme á ios artículos siguien- es : 35.—A los mexicanos residen- es en el extranjero que lo solici ten, los repatriará el Gobierno pagándoles los gastos de viaje, y es proporcionará tierras para-su cultivo. 36.—El Estado dará tierras á quien quiera que lo solicite, sin más condición que dedicarlas a a producción agrícola, y no ven- derlas. Se fijará la extensión máxima de" terreno que el Esta- do pueda ceder á una persona. 37.—Para que este beneficio no sólo aproveche á los pocos que tengan elementos para el cultivo d© las_ tierras, sino también á, los pobres que carezcan de estos ele- mentos, el Estado creará ó fo- mentará un Banco Agrícola que hará á los agricultores pobres préstamos con poco rédito y re- dimibles á plazos. q«o los impono la loj. * * * PUNTOS GENERALES. 41.—Httoev practioo el juicio le amparo, simplificando los pro- cedí in ion tos. 42.—Restitución de la Zona Libre. - 43. —Establecer la igualdad ci- vil para todos los hijos do un mismo padre, suprimiendo las diferencias que hoy establece la ley entre legítimos y ilegítimos. 44.—Establecer, cuando sea posible, colonias penitenciarias de regeneración, en lugar de las Cárceles y Penitenciarías en que hoy sufren el castigo los delin- cuentes. 45. Supresión de los Jefes Políticos. 46.—Reorganización de los Municipios que han sido supri- midos y robustecimiento del po- der municipal. 47,—Medidas para suprimir ó restringir el agio, el pauperismo y la carestía de los artículos de primera necesidad. 48.—Protección á la raza indí- que los dueños de tierras no abusen de los medieros. 30.—Obligar á los arrendado res de campos y casas, que in- demnicen á los arrendatarios de sue propiedades por las mejores das siu ningún valor logal. • » * REFORMA, LIBERTAD Y JUSTICIA. St. Louis, Mo., Julio Tdo 1906. Presidento — Ricardo Floree Mngón. Vioo-Presidonte — Juan Sara- bia. Secretario — Antonio I. Villa- rroal. Tesorero — Enrique Florea Magón. ler. Vocal — Prof. Librada Ri- vera. 2 ^ Vocal — Manuel Sarabia. IMPUESTOS. 38.—Abolición del impuesto sobre capital moral y del de ca- pitación, quedando encomenda- do al Gobierno el estudio de los mejores medios para disminuir el impuesto del Timbre hasta que sea posible su completa abo- lición. 39.—Suprimir toda contribu- ción para capital menor de $100.- 00, exceptuándose de este privi- legio los templos y otros negocios qué" se consideren nocivos y que no deben tener derecho á las ga- rantías de las empresas útiles. 40.—Gravar el agio, los artíou- los de lujo, los vicios, y aligerar de contribuciones los artículos de primera necesidad. No per- mitir que los ricos ajusten igua- las con el Gobierno para pagar menoi contribuciones que las gena. 49.—Establecer lazos de unión con los países latino-americanos. 50.—Al triunfar el Partido Li- beral, se confiscarán los bienes de los funcionarios enriquecidos bajo la Dictadura actual, y lo que se produzca se aplicará al cumplimiento del Capítulo de Tierras, — especialmente á res- tituir á los yaquis, mayas y otras tribus, comunidades ó indivi- duos, los terrenos de que fueron despojados,— y al servicio de la amortización de la Deuda Na- cional. 51.—El primer Congreso Na- nonal que funcione después de a caída de la Dictadura, anulará todas las reformas hechas á nues- tra Constitución por el Gobierno de Porfirio Díaz; reformará nues- tra-Carta Magna, en cuanto'sea necesario para poner en vigor ste Programa; creará las leyes que sean necesarias para el mis- mo objeto; reglamentará los artí- ulos de la Constitución y de otras ley.es que lo requieran, y estudiará todas aquellas cuestio- nes que considere de interés pa- ra la Patria, ya sea que estén enunciadas ó no en el presente Programa, y reformará los pun- tos que aquí constan, especial- mente en materia de Trabajo y de Tierras. * * * [Viene de la primera plana] No Qneremos la paz. equillibrio de las fuerzas aocialea, sino el resultado de la obediencia impuesta á todos por el capricho de un hombre, mejor dicho, de ua bandido. La tranquilidad de Mé- xico, es la Varsovja, es.la de la muerte. Es una paz adquirida al costo de la sumisión de todoa, de la castración de todos: paz de ha- rem digna de eunucos, vergonzosa p a r a hombres. El pensamiento agoniza en los presidios; la justicia se prostituye en loa estrados de la curia; los sostenedores del derecho mueren en las encrucijadas 6 a- rrastran la vida del proscripto en playas tan inhospitalarias como las de BU Patria. Hay que respetar al gendarme hasta la humillación, No hay ley: el sable es la ley. Loe huesos de los rebeldes blanquean en todos los recodos desd,e Califor- nia hasta Quintana Roo. El suelo está reblandecido" por el sudor y las lágrimas de los esclavos. Las fábricas son presidios; las minas, lugares de tsrtura; las plantacio- nes, oolonias penales donde el sil- bido del látigo acompaña al hipar de los siervos. La masa entera de una población de quince millones de habitantes, vive en la miseria y en la ignorancia trabajando para un puñado de bribones: el cacique, el rico, elsacerdote, el militar, el gendarme. Tal es el c u a d r o sombrío de nuestro México en paz; quienes tío lo vean, serán ciegos. Un vaho mortal, como la respiración de un sepulcro, envuelve á loa hombres y las cosas-corrompiéndolotodo: es el aliento del Tirano. Para confirmar nuestra degrada- ción, ya solo falta la conquista que es el castigo de los pueblos que no saben rebelarse. Pero no; no su- friremos la conquista: antes nos rebelaremos. Sacando fuerzas de nuestra debi- lidad, los rebeldes nos aprestamos á Ja lucha. Despreciando las peti- ciones de paz de los hombres-bue- yes, los revoluoionarios nos orga- nizamos y pronto iniciaremos el grande incendio que, por sus prin- cipios asombrará al mundo entero. No queremoe que los gobernan- tes sean nuestros amos, sino núes tres sirvientes. CLAUSULA ESPECIAL. 52.—Queda á cargo de la Junta Organizadora del Partido Libe- ral dirigirse á la mayor breve- dad á los Gobiernos extranjeros, manifestándoles en nombre del Partido, que el pueblo mexicano no quiere más deudas sobre la Patria y que, por tanto, no reco- nocerá ninguna nueva deuda que bajo cualquier forma ó pre- texto arroje la Dictadura sobre la Nación, ya contratando em- préstitos, 6 bien reconociendo tardíamente obligaciones pasa- de la tercera sonaba sus cristales y entonaba endechas y aleteaba plácidamen- te .en los pechos que se agrupa- ban al rededor de Sarabia, en otras partes y en otros corazones la hiél del despecho filtraba su amargura, hervían los enconos. En el Consulado, en los palacios oficiales de Cananea, de Hermo- sillo, de Chapultepec, las pasio- nes negras se agitaban y se mor- dían así mismas. Había en esas mansiones que son pantanos del crimen, con- ciencias que se estremecían de rabia, almas siniestras que ru- gían, almas en pena. [Ruines almas en pena!