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Revolución N 19 26 de Octubre de 1907 Semanario Liberal Los Angeles - Eladio Murgia Mandujano

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SEMANARIO LIBERAL. 
AÑO 1. LOS ANGELES, CAL., OCTUBRE 28 DE> 1907. 1 JVtfV. M> 
PAGINAS NEGRAS. 
} l aflo de 1876, el General 
Porrino Díaz decidió rebelarse 
y se rebtdó oontra el Presidente 
en aquella época, Lio. Sebastian 
Lerdo de Tejada. El Presiden-
te Lerdo pretendía reelegirse 
violando la Constitución que or-
ái naba que solamente cuatro 
ai <j podía permanecer en el Go-
bierno un Presidente. Porfirio» 
Día' triunfó' y pasó á ocupar el 
pues o que había quedado vaoío 
por la caída de Lerdo de Teja-
da. Fue Presidente cuatro años, 
hasta 1880 en que, por medio de 
una combinaoión política, pasó 
el Poder a manoa^ del General 
Manuel González, quien quedó 
compróme ,<lo á volver á entre» 
garlo á Porfirio Díaz, por su-
puesto, haciendo la farsa de las 
elecione». Así sucedió, y desde 
Diciembre de 1884 se encuentra 
dicho militar en la Primera Ma-
¿ioUatura d« la 1''^ ública Me-
xioana. 
* * * 
Porfirio D i a z no ha tenido 
más que una preocupación: no 
perder el puesto que usurpó por 
medio de la violencia. Natural-
mente, tenía que atropellar las 
leyes para salir avante en su ca-
pricho y las ha atropellado á su 
sabor. 
Permitir la soberanía de los 
Estados de la Fe*1 oración, hubie-
ra sido tanto como decretar el 
fin de su rornado, pues siendo 
los Gob ¿nadores de loa Estados 
millonarios electos por los ciu-
<* adanos, no estaban obligados á 
obedecer ordene» ó atender in-
dicaciones del Presidente, Era, 
pues, necesario que'los Goberna-
dores no debieran el oargo 6 los 
«lectores, sino • á ól, á Porfirio 
Díaz, para que, como hechuras 
suyas, lo obedecieran. De ese 
modo quedó reducido a cero el 
voto popular. No se empleó ni 
siquiera el fraude p a r a sacar 
victoriosas las candidaturas ofi-
ciales: el Dictador recurrió lisa 
y ñañamente á la fuerza. Disol-
vió por medio de esbirros los 
Clubs Políticos, llevó á la cárcel 
B los propagandistas de las can-
didaturas independientes, puso 
soldados en las casillas electora-
les. Ante tal lujo de fuerza, los 
ciudadanos se abstuvieron de 
votar; pe- > hubo muchos que, 
sintiendo vergüenza, protesta-
ron. Esos eron á habitar los 
calabozos de os presidios, sien-
do apaleados ó 
más enérgicos 
asesinados los 
Así logró Porfirio Díaz impo-
ner Gobernadores á los llamados 
Estados Libres y Soberanos de 
la República Mexicana y pudo 
hollarlos á su antojo. 
Los Diputados al Congreso de 
la Unión seguían constituyen-
do un peligro para lo» deseos 
absolutistas del Czar de México. 
Era necesario, también, que los 
ciudadanos no los eligiesen, y 
para conseguirlo, se s i g u i ó el 
mismo sistema que se puso en 
práctioa para impedir la eleeión 
de Gobernadores. Lo mismo se 
hiso para que los jueces, los Ma-
gistrados, lo» Alcaldes y Regido-
res de los Municipios no debie-
ran sus puestos al voto popular, 
sino al favor de Porfirio Díaa, 
para «"te á óste obedecieran y 
** conocieran como amo. 
, El Poder Legislativo y el Po-
der Judicial quedaron de hecho 
dependiendo del ' Poder Ejecuti-
vo. La centralización h a b í a 
uedado <hecha, y Porfirio Díaz 
podía reinar como soberano ab-
soluto. 
# * * 
Pero si Porfirio Díaz se había 
hecho dueflo de la máquina gu 
bernamental, en las conciencias 
alentaban ideas de independen-
cia y de rebeldía que se sentían 
ofendidas por la imposición bru? 
tal del moderno Nerón, Era ne-
cesario castrar las conciencias, 
mutilarlas, aniquilarlas. Mien-
tras hubiese hombres de carác-
ter, la autocracia porfirista no 
podría tener una larga existen-
cia y siempre estaría envuelta 
en conflictos políticos y sociales, 
que harían imposible esa quietud 
á que aspiran todos los déspotas 
y que constituye la base en que 
descansan los más sombríos des-
potismos. 
Los periódicos independien-
tes levantaron la voz para pro-
testar contra la centralización 
que había llevado á cabo Días. 
Grupos de ciudadanos se consti-
tuyeron en clubs enemigos de la 
autocracia en toda la extensión 
del país y aún se hicieron es-
fuerzos para ejercitar el derecho 
electoral. Se había formado al 
rededor del Gobierno una at-
mósfera de hostilidad que ame-
nazaba la perpetuidad que para 
el despotismo soñó Díaz, y en-
tonces óste se dedicó á matar, á 
asesinar sin reparo y sin líimte. 
Las primeras víctimas fueren 
unos ciudadanos que habían for-
mado un club enemigo del des-
potismo en el Puerto de Vera-
Craz. El olub era secreto, por-
que de otro modo no hubiera po-
dido existir, y su propósito era 
propagar entre los ciudadanos 
ideas de libertad y,de justicia, 
preparándolos para un movi-
miento contra la opresión. Al-
guien denunoió la existencia del 
elub al Jefe de las Armas del 
Puerto de Veracruz, General 
Luis Mier y Terán, y éste, perro 
fiel de Porfirio Díaz, le envió te-
legrama en cifra noticiándole el 
hallazgo. Porfirio Días, tam-
bién en cifra y p o r telégrafo, 
contestó lacónicamente de este 
modot "Mátales e n caliente,*' 
frase que reouerdan horroriza-
dos todos lo» habitantes de la 
infortunada República Mexica-
na. 
Luis Mier y Terán se apresuró 
á cumplimentarla orden. La no-
che del 24 al 25 de Junio de 1879, 
cuando los habitantes del Puer-
to ee entregaban al / ./joaneo, 
Luis Mier y Terán y sus esbirros 
l l a m a b a n i ' * »•»••«'•*«g é& las 
casas de los prosélitos, que tam 
Pasa á la tercera plana 
CONTR/ÜÍ AÍAVISNIO. 
Hay pueblos que á pesar del 
transcurso de los tiempos y de la 
transformación de varias gene-
raciones, siempre llevan consigo 
las malas columbres y vicios de 
sus antepasa los, siendo fiel espe-
jo dejia antigüedad y conservan-
do todos los»i-sabios y t r a d i c i o -
nes que como logado les dejaron 
sus predecesores. 
En Méxicr, por ejemplo, si lee-
mos la histo ia que precede al 
descubrimiento de Colon y á la 
invasión de J>rnán Cortés, ve-
remos en ellas la adaptación de 
unas costum'bfeS importadas de 
España, que «ion el reflejo del más 
obscuro fauitismo religioso, del 
despotismo gubernamental y la 
ignorancia completa de todo ua 
pueblo que s<? lanzaba en busca 
de conquistas al Nuevo Mundo 
oon el afán de enriquecerse y 
volverse después á su patria con 
el orgullo de vencedor y repleto 
d» t i i s «i. 
Inútil menmoar los infinitos 
bión dormían sin sospechar q u e l o r í m e B e s quf iJestos "conquista-
la muerte estaba cerca de ellos.' 
De sus lechos, de los brazos de 
sus esposas sobrecogidas de es-
panto, sin parar mientes en las 
lágrimas de las mujeres y de los 
pequeñuelos que habían desper-
tado sobresaltados por lo inusi-
tado del acto, por la brutalidad 
de los sicarios, fueron arrastra-
dos á las calles desiertas, semi-
desnudos y tiritando de frío, los 
ciudadanos cuyos nombres cons-
taban en el índice de la tiranía. 
Así, sin permitir siquiera que 
se pusieran sue vestidos, que cu-
briesen sus carnes, fueron lleva-
dos los mártires al Cuartel don-
de en un patio alumbrado ape-
nas por un farol de luz amari-
líenla, se les hizo formar en lí-
nea mientras u n a soldadesca 
ebria cargaba sus armas. Luw 
Mier y Terán dio la orden de 
hacer fuego. Algunos hombres 
cayeron mortalmente heridos; 
otros quedaron todavía en pié; 
otros más, sobrecogidos de te-
rror corrían por el patio tratan» 
do de saltar las tapias. Manos 
crispadas arañaban ías paredes 
pretendiendo escalarlas. L o s 
soldados hicieron nuevas descar-
gas, y aquellos hombres caían 
unos sobre otros maldiciendo ó 
suplicando, pidiendo meroed ó 
blasfemando. La puerta que da-
ba á la calle se abría de tiempo 
en tiempo y entraban nuevas 
víctimas, desnudas casi, cami-
nando á golpes y maldiciones 
como no se hace marchar á las 
dores" cometieron contra la raza 
indígena quk se rebelaba contra 
sus opresora;, 'haciendo tan solo 
notar que el ,rutal despotismo 
oon que los moldados españoles 
trataban á b t indios ha ido tras-
mitiéndose i través de los siglos, 
como la faU«( educación religiosa 
que los misi <iWos inculcaban á 
los hijos delpi ísha continuado 
hasta nuestjus|días, así como el 
desbarajusto, al abuso,el robo y 
el escándaV dé los antiguos ad-. 
ministrados 8 )úblicos se han su-
cedido hastt u época presente re-
sultando qn a dejar de dominar 
en México toe Wa^oles , si bien 
es verdad q «» Jel país, se libertó 
de la tiranf i d| los funcionarios 
públicos de 15 
dejó de ser ÍS 
ejemplos ú 
do s e m b i 
México, ui 
que forzesb 
pésimoH frii 
dándose el } 
jaña, no por eso 
avo/de los m^los 
>.| ¿r e*>tvis, dejau-
' o , al abandonar 
amilla venenosa 
nte había de dar 
• más tarde, que-
blo independien-
te, pero oort W herencia de una 
mala oultu^, ¿ una funesta ad-
ministración yj« crasa ignoran-
cia en el seno * I pueblo. 
¿ Qué suct di después ? Que 
los hombr A <. nial vivir, los 
holgazanes y *»« ambiciosos, 
imitaron á los talos gobernan-
tes español s, píen pronto los 
mismos myxújios, inoculados 
oon el viruw p/zoñoso que de-
jaron los d madores, empeza-
ron á despílfií ar el tesoro pú-
blico, á char.chlíear con la po-
lítica y despen* al pueblo que 
lo£ mantiene, tiranizándolo y su-
jetándolo á uua inicua explota-
ción á más de tenerlo sumido en 
la más negra ignorancia, dándo-
le religión en vez de instrucción 
y balazos en vez de pan ó buen 
gobierno. 
Y este atavismo religioso, po-
lítico y social lo tenemos toda-
vía bien marcado en el pueblo 
mexicano. Ha bastado la entro-
nización de un bandido p a r a 
que la relajación administrativa 
de antaño haya vuelto á enseño-
rearse y amenace destruirlo to-
do; pero afortunadamente, los 
liberales, que estamos ya libres 
de viejas preocupaciones, cos-
tumbres arcaicas y perniciosas, 
vamos abriendo paso á paso la 
verdadera civilización á la cul-
tura humana y, oual Argos vigi-
lante, al acabar con el presente 
despotismo, procuraremos la re-
g e n o r a c i ó n d e la raza, 
e l e v a n d o á ¡ j u s t i o i a 
y la razón y haciendo que siera-
< r<» fe« xss tM n lo<; 'lüiaUío i a«t 
pueblo. 
Y con la muerU leí atavismo 
desaparecerán todos los parási-
tos gubernamentales actuales, 
realizándose la evoluoión en los 
cerebros y la revoluoión con los 
elementos de destrucción que la 
ciencia nos facilita como medios 
d e combate, transformándose 
México, de país pobre é ignoran-
te, en Nación rica y culta, pro-
bando que las nuevas ideas ha-
brán dado flus frutos, quedando 
tan solo como recuerdo en la 
historia, los crímenes y cruelda-
des del bandido D í a z , que el 
pueblo habrá premiado cortán-
dole la cabeza. 
ESí'ARTACO, 
UJ1-U.UUL m,1 !,',« 
"LOS BRIBONES" 
P o r ol l . Ic . JLi. 4»)•• ¿terreas «lo l . a r n 
NOVELA SENSACIONAL. 
Desoribe en estilo cáusti< o los 
vicios de la burguesía y la co-
rrupción del gobierno porfirista. 
Lleva impreso el retrato deí 
autor. 
Remita Ud. su direooión y un 
giro postal ó bancario por valor 
de .$1.50 moneda mexicana ó 75 
centavos moneda americana á la 
óirden de: H. L. Elliott, 420 W. 
4th St., Los Angolés, Cal., y se 
le mandará á vuelta de correo 
un ejemplar de la novela: "Los 
Bribones." Los pedidos de más 
de veinticinco ejemplares t en-
drán rebajas de consideración. 
"La Defensa de Juan Sarabia" 
está de venta en esta redacción.. 
pedi-Precio: 10 centavos. Los 
dos por correo deberán venir a-
oompafiadoc do una estampilla 
de á 2 centavos. 
REVOLUCIÓN, 
SUBSCftlVWON RAÍBS". 
One y'ear $ 2. 00 
Six month* » " 1. 10. 
CONDICIONES: 
REVOLUCIÓN se publicará todos 
\m Sábado», siendo los precio» de 
wwrtpoión los siguientes; 
M¡ • . +L* - , ( í u * ^ «*o< , ' 4 
Un aüo $ a. (JO 
Un semestre u 1. 10 
Números suelto» .05 
En la República Mexicana; 
Un año, moneda mejicana, $ 5.00 
Un semestre " 3. 00 
Números sueltos 0.10 
Todo pago debe ser precisamente 
adelantado. 
Háganse las remesas de dinero, 
en Billete» de Banco, por giro pos-
tal ó por Express, dirigiéndolas en 
todo caso al Editor, 664 San Fer-
nando, St, Los Angeles, Cal. U. S1A. 
Editor y Propietario: 
MODESTO DÍAZ. 
LA REVOLUCIÓN SE 
ACERCA. 
Cada día que pasa es un día 
menos que. le queda de vida al 
despotismo que allende el Bravo 
se bambolea c« ,uo i.m ebrio que 
esté, próximo á caer,. • Mientras 
11 r¿ v del pueblo «©'Jfobusfcsce 
con nuevos y valiosos elementos, 
la causa do lat ' ranía se debilita, 
vacila, camina penosa *y tarda 
mente, cayendo aquí, levantan-
do olla, encorvada bajo el peso 
de sus crímenes, agobiada por los 
remordimientos, teniendo con-
ciencia de su próximo fin, como 
el culpable que al subir las gra-' 
das del patíbulo sabe que dá los 
últimos pasos do su vida, 
Por todas partes de la Repú-
blica; se aprestan Ion hombres 
do corazón á emprender la lucha, 
á hacer el supremo esfuerzo de 
los pueblos, oprimidos', a verifi-
car el tremendo duelo que ha de 
dar lo. victoria ó los que hasta 
hoy han eufrido hambre de pan 
y de justicia. En la obsoura ma-
sa de los qno sufren, algo se agi-
ta conmovedor y grande; es el 
sentimiento de la dignidad que 
sale del sueño en que las preocu» 
paciones hábilmente sembradas 
por los de arriba lo habían »u~-
' mido, y que, al despertar rompe 
la, calma del ambiente como el 
bostezo de un león en medio de 
la selva. 
¡Cuánto la despreciaba el pue-
blo» y i ahora, cuánto se le teme! 
Se nos despreciaba por nuestros 
andrajos» se hacía mofa de nues-
tra miseria, sin recordar los que 
oprimen que todo lo que de 
grande y de bello ostenta U mo-
^dérna cultura ee^obra de la ma-
te incolora, de loa harapientos 
d« todos los siglos, de la gleba 
sórdida, vestimenta» que en los 
mementos solemnes de la vida 
de los pueblos, »abe convertí* los 
harapoi en símbolos de rebeldía 
y de protesta. 
La calina y& NAi(í*ym.perBo; el 
vaho d<t «eputWo ira '/adía los ám» 
hito» de la nación dtñiftída sobre 
cuyo, cuerpo enflaquecido »e dis-
putaban las últinias jdltrafas los 
buitre» de la Iglesia, del'Gobier-
no y del Dinero, va 4dquiriendo 
calor y vida; el a l ieno revolucio-
nario caldea el ambiente presa-
giando la vida, CGÍBQ los prime-
ros soplos del vjenló del Sur a~ 
jjunciaa la l leuda ' *J« la prima-; 
yera. v Jüs el d^s-piá^r do lm le-
giones del hambré^que levantan 
la cabeza lívida corno una a«u» 
ción formidable eofrtra los satis-
fechos y rapaces; de la inmensa 
masa obscura se destaca iuexo-' 
rabie ún índice mostrando los 
vientres hinchado^ ele los poeos 
que viven del dolor,j que se nu-
tren de la sangre, que medran 
con las lágrimas! dé todo un pue-
blo que trabaja eih (sentir otra 
caricia que la del "látigo, sin go-
zar otra satisfaeeióíi que la muer-
te, esa amable pyo.tirtida que no 
rehusa desposarse'con los opri-
midos y lo» parias, íj " ' 
Los esfuerzos qi,@ íace el tira-
no para que la b» «¡¿a nueva se 
pierda en el aire y áo- lleven el 
aliento y la eeperítnW á loe pe-
chos de los que sufxeSÉÜ, resultan* 
do infructuosas^ jA pasar de loa 
esbirros, á pesar ae í»8 cárpeles, 
á pesar de,los cuartales, á pesar 
de la angre que uugí$ las protes-
tas de Canánea ¡y «¡4:í*nguló* las 
re vindicaciones». d4 ¡iíoiiBlanco, 
las águilas de, JimeWií Aca'yuean 
se preparan al combata en tortio 
~r" 
suyo á los bravos ^ >i los dignos. 
Ya que la hora «¡6 recerca, no 
desmayemoe, Corl'!j lucha só-
lo una cosa t e tí te in o s que 
que perder; la . i}> eria. Mu-
chos aseguran qttfhj» tomau el 
fusil, porque tiene*, fámlia t ie-
nen hijos ..' , .'Pusw'ptí examen-
te por la familia y p ^ f los hijos 
hay que empuñar lp aTinai?, tan-
to como pof' el biehwt&r propio. 
La tiranía perjudica A lodos por 
igual, hombres, muí «cor y nifíos. 
Cuando la miseria ihvje desgra-
ciados á todos. Ls t)*üyiía' es un 
monstruo qUe*axnm.</4 la tran-
quilidad de lô i hogík eá; porque 
por ella, carecen AÜ ¡.¿XL necesa-
rio la mujer y lok hi¡og) por ella 
los hombreé Mfr<¡T persecu sie-
nes y a t íope l l f^y^n Ja, -muertej 
<v*,"> lo qm. *" -^n wnj'u -
ció de lj« hogares» , A, miseria 
y la injusticia! J úra lo que 
produce la tirarla., • , • 
Para llegar á lafcitf de Promi-
sión hay que luc-iw .^a no hay 
dioses bonachoh,# • I destruyan 
las )eye# do la hid* joá abrien-
do Ios-mates para q ,* jüa pueblos 
escojidos alaaneen ' • b^ra opües 
ta sin humedece?»l,>»|>ies, co-
mo el dios de laviu¡ a,abrió las 
aguas del Mar Eoj> Ahora los 
pueblos tienen >q»? vo^seg«*iiio 
todo por sí mhm, |>or su es-
fuerso y voluntad", •!, y loa, mo-
dernos Maree H< » que set in-
terpooen,wtr*> í» ¿ cidad y los 
'pueblos tienen qn «f fraiaquea-
dos^or nUestsa, foacia f por 
nuestro attfojo^ / f r i e n d o pre-
viamente la» ca4« ÍJ ^u© «ion un 
c ' ' ' . „ . •• . • ' 
lastre demasijadó pesado y pue-
den Uevamo» al abismo. 
Los mexioaiios no» sentimos 
con fuerza» para pasar, el Mar 
Kojo dé la tiranía. 
Somos esclavos; pero tenemos 
médula de león. Nuestros andra-
jos cubren coraaonés fuerte?) y 
grandes, ¿ó ya olvidamos que 
fuimos batalladoreef ¿La molicie 
de treinta años nos ha hecho á-
feminadas? .¿De las cenizas de 
^uestraB glorias no saldrán los 
espíritus fuertes que nos lleven 
& la victoria.' 
Tal vez nuestro» tíranos al ver 
la indiferencia con que sufrimos el 
aprobio por tantos lustros, se ha-
bían hecho la ilusión de que gober-
naban uo rebaño de eunucos inca-
paces de sebelarae. No nos rebela1 
bamos por que no estábamos orga-
nizados, porque no estábamos uni-
dos los que no hemos pendido la ver-
güenza, porque el esfuerzo aislado 
er» infructuoso y se hacía necesa-
rio obrar colectivamente, Ahora 
estamos organizados gracias á los 
esfuerzos de la Junta de St. Louis 
Missouri; ahora estamos fuertes por 
la unión y podemos presentar ba-
talla á nuetros cobardes enemigos, 
á les bandidos que oprimen al pue-
blo, á las sanguijuelas que viven 
prendidas al cuerpo anémico .de la 
que mañana, por nuestro esfuerxo, 
»erá la gran Nación Maxicana, 
Desunidos, aislados, entregados 
á nuestra propias penas» éramos 
débiles k¡« que queremos la liber-
tad, Impotentes para juchar con-
tra el enemigo común, gastábamos 
inútilmente nuestras energías y 
non oonfomiábarjaos con lamentar 
que se no- t-ratase como á bestias, 
que se nos humillase, que ge nos 
hiciese objeto dó todas las burlas» 
Y aaí estuvimos largo tiempo 
hasta que, unidos, nos hicimos fuer-
tes y ahora somos capaces ele le-
vantar las frentes, y pro nto, hen-
chidos de entusiasmo, derribaremos 
á Ja primera señal el colosal despo-
tismo que por largo tiempo nos hft 
oprimido.' 
ISl momento do la lucha ge acerca, 
y urge que todos loe ,quo viven en 
territorio mexicano se armen rápi-
damente y se apresten á secundar 
el movimiento libertador que ini-
eiárá el Partido Liberal. En i a 
próxima campaña tienen sitió to-
dos los valientes. 
"Los eiudadano» que, por el' espio-
naje que reina en México', no Ha-
yan, podido ponerse en conexión 
con la Junta de SULouiSj pero' qtie 
; iV?"i íli.ípufMiOíj á • levan+arse en 
armas y cooperar ew ,1a--empresa 
redentora, debón procurar formar 
guerrillas, y, si es posible, batallo-
nes, lo más pronto posible, pues el 
movimiento ó o tardará en ser 
iniciado. 
Mexicanos: la lucha que prepa-
ra el Partido Liberal Mexicano 
contará con las simpatías de todos 
los oprimidos de }a tierra por la 
grandeza de la causa. No se trata 
solamente del mezquino proyecto 
de derribar á Porfirio Díaz, eino de 
implantar reformas que nos pan-
gan en aptitud de evolucionar y 
de ser grande» y felices 
dera do K revolución será el Pro-
grama d«i Partido. Liberal promul-
PARA LA DEFENSA. 
Lista de donativos pajra la de-
fensa de loa Sres. Ricardo Mo-
nee Magón, Antonio I. Villarreal 
y Prof. Librado Rivera. 
Colectado por el Sr. N. F, Lo-
ya en esta Ciudad. 
IVIOY JUSTA RtCTIFiCAClON. 
G. Panucchi 1 
Adolfo Villarreal 
Blas Vázquez 
Eleuterio Salas 
Nabor Martínez 
F. Rios 
A. Cantú 
B. Reyes 
Un Libeer&l 
S. Ramiaez 
Varios 
Colectado en el Estado 
D. Flores, iP«nard, $ 
A. GonzalevjS. Fr'isco. 
B. Ordufio, S.Taula 
J. Lagos, Pomofea 
En India» Tfcrritory. 
.J. Vaüsqaez, Goweuw • • 
J'. Castro, Wilburtofj* 
E. Herrera, Roff 
; 5,00 
13.00 
2.00 
'6.00 
6.00 
5.00 
'5.00' 
1.00 
LOO 
5.00 
1.10 
»: 
22.00 
5.00 
2.00 
1.00 
7.25 
3.00 
5.00 
De Atizona. 
E. ' G. Estrada, Olifton $ 18.00 
F. Palomares, Prescott ' 5.00 
De Searchligt, Nev. 
José García 
•En San Antonio, Tex 
G. Castañeda 
En Sanderson, Tex. 
Gregorio de la Garza 
En Buda, Tex. 
Un Liberal 
Un Valentíne, Te"x. 
Roque Segura 
' . En Beeville, Tex. 
Melchor Curlel . 
To'más Q, Dávila"' 
En Waco, Tex. 
Rangel 
En Sao. Marcos,' Tex. 
Barrón* 4.05 
En MeQueeney, Tex. 
Royes 5.00 
En Rio Frió, Tex. 
Juan Orosco 10.00 
En Big Bend, Tex. 
Fortunato Vazvquez. 
En Marathón, Tex. 
Eügio Gar«a 
Jesús Cortóz, Bibí Tex. 
(Continuará.) 
J. M. 
N.O. 
J. Z 
2.00 
6.0« 
, 4.00 
2.50 
5.00 
14.00 
4.00 
11.50 
2.00 
7.50 
3.00 
, s • __ LECTOR. 
' Sí aoasd llega Uno de nueétroe 
ejomplares á sus manos, ee para in-
vitarle á que se suscriba. Sí Vd. sim-
patiza con nuestras ideas y perió-
dico., se lo agradeceremos infinito si 
nos toma una suscripción. Pero en 
caso de que no fuere de au agrado, 
tendrá la bondad de devolvérnoslo., 
y así nos evitará grandes perjnloioa 
Procúrese el próximo número. 
Fernando Palomares . 
En nuestro número 17 do fecha-
I2.de Ootubie publicamos un pá-
»rafo condenatorio para este Hedor. 
Dijimos que Palomares era un es-
pía y el delator de Jos miembros 
de la Junta. Al publicar ese pá-
rrafo }o hicimos basándonos en in-
formaciones! de personas que nos 
merecían crédito. Hoy, que h e 
mo.8 recibido del $*• Fernando Pa-
lomares una Carta llena uY ,uu¿ 
nación donde se vindica clafji fuen-
te y que, además horno» entrevia* 
tado á los miembros do la Junta 
que se encuentran prese-i* ora 
darles cuenta do ente incidente, es-
tamos autorizados p« a decir, en 
nombre deí Preside, te, Secretario 
y prime.r Vocal <"» 1¡* Junta QUE 
FERNANDO ALOMAK1I» NO-
ES EL' DELATOR DE ELLOS y 
que por el contrario saben que és 
te es un luchador por la justicia < 
la libertad, 
En carta del St. Palomar* i» 
pueden leer párrafos llenos d no-
ble indignación y que er .oraos 
Hiny sinceros. Transcribimos uno 
para que nuestros corrolip jnario» 
juzguen; 
"La mentira dura i uentra» la 
verdad llega, así es que yo, como 
hombre honrado y caballero y a-
mante de la justicia, wtoy listo y 
preparado parto corregir tan la-
mentable error en mi contea. A 
la mayo» brevedad que me sea po-
sible salgo para esa ciudad con el 
especial objeto de probar mi acri-
solada honradez como lihtsial i „t 
xionno y también como socialista 
revolucionario internacional. Re-
conozco en el héroe y mártir Sr. 
D. Ricardo Floro» Magón, awí como 
también en los valientes luchado-
res presos en epa ciudad, Sres An-
tonio I. Vülarrel, librado Rivera, 
Modesto Díaz y Lázaro Outá-rroz' 
de Lara, hombros humanitarios y 
verdaderos defensor*» del pueblo 
mexicano sin l i b e r t a d y justi-
cia e s t a m o s esolavistados. 
Bajo mi palabra de honor y dé ca-
ballero, cíe todo corazón Boatewlré* 
hastael morir al i-titulo Liberal 
Mexicano. Protesto &J I« Ud'. y 
todos los verdaderos luc < > loro» 
po» la libertad d«l pueblo mes-" nv 
no esclavizado que, yo, Férnanm 
Palomares, no soy culpable di* la 
iníiime calumnia qno mancha mi 
humilde persona y mi reputación," 
Como se verá, la carta está rebo-
sante de «inceridad y con lodo i;»»-
to hacemow .la rectificación que |» . 
nos pido, y no ocultamos nuestro 
gustoo al saber que tenemos en el 
Sr. Fertiando Palomares on lupar 
do un. traidor, ¡í un amigo y co-
rreligionario. 
Leed el Programa y reimprimidlo 
y hacedlo circula» para que todos 
lo conozcan, para que todos sepan 
por qué se lucha, por qué se hace 
La ban-|armae contra él Gobierne de Por-
firio Díaz, el más ladrón, el más 
asesino, el más traidor de los que 
gado por la Junta de St. Leuis Mi-1 por desgracia nos ha tocado tenor. 
íeouri el primero de Julio del aüo] ¡A las armas ciudadanos! Aba-
pasado, Programa inspirado en la» i jo la tiranía j la miseria 1 t 
necesidades del pueblo y no en I Tensado de "E l Rebelde," de 
b a s t a ^ d o* inte»»®* personales.{Dwr, I&dian'Torr. , 
EL REBELDE. 
* i va-
'i empre, 
En ca-
ía y co li-
lla vuelto á vjsitapnos 
liento periódico. Como 
viene valientey reauolto 
da línea vibra la rebel 
vence al exhortar á lop libéralo» á 
sacudirse d«>l yugo de a tiranía 
por medio del único n lio posible: 
la revolución. 
¡Larga vida á F UEBELDK 
para bien de la caía i:! 
La.^Defe»*» <\ > Juan<Sarbia.* 
Lcnla usted Val« 10 oeuU-
voe en essiia re ' icjóm. 
*vt %-y' 
http://I2.de
•Q 
- o - 1 ft l V) 
/ 
A. UJJ>CLLXͱ 
EL TRIUNFO DE 
LOS FUERTES. 
Todo lo que el hombre ha 
creado y transformado con las 
grandes revoluciones ha sido de-
bido al esfuerso individual, á la 
«nergía de las voluntades que 
legaron á realizar lo que pre-
tendían. 
Existe una ley en el mundo 
* ttico qu« declara y afirma, que 
oúnicosque triunfa y se impone 
la fuerza viva y posiliva de 
IOP lementos orgánicos, los cua-
les u rollan las partea débiles 
que se su teponen á su paso. Y 
esta teoría científica no se refie-
•e á la potenza superficial de la 
"¿ntidad <5 volumen, «ino al po-
t.i ' moral ó la calidad de los e-
|u nentos agresivos, lo que quie-
re < «oir que, un individuo pue-
de su* fuerte sin necesidad de po-
seer i ia fuerza hercúlea, sino 
que ec impone por «u inteligen-
cia y [ t su potencia "electro-
nervosa ' Esto viene á corrobo-
rar, qu ; ¿anto las individualida-
des C' wio laa minorías, al luchar 
con a un enemigo cien veces 
,vc 'xh numeroso que datas, no hay 
- zótx para creer que la mayoría 
debe vencer, influyendo tan solo 
en ía lucha" la cualidad de los 
combatatientes, el grado de inte-
ligencia, la t e n a c i d a d , el 
carácter indomable y sobre todo, 
la audacia. 
Infinidad de veces ha ocurrido 
que ínfimas minorías se han im-
puesto á las mayorías. 
El pastor griego Espartaeo, 
debido á su potencia individual 
Ilegal á despertar á miles de 
esclavos, y 4 unirlos rompiendo 
sus cadenas, destruyendo á sus 
tiranos y ilognron hasta las puer-
tas do#Roma, llenando de terror 
él imperio romano. 
Una decena do hombres inició 
la revolución francesa, y triunfó 
nna ínfima minoría, porque la 
mayoría del pueblo nunca se hu 
biera rebelado, bebido á eu igno 
norancia 5 al temor de ser cas-
tigado por las tropas del rey. 
°1 buscamos algunos ¡actos in 
idividuales> contra los abuzos gu-
bernamentales, desafiando un 
•óio hombre el poder oficial de 
una nación, citaremos el hecho 
de Gagotano Bresci, en Italia, 
quien quitó lá vida al rey llum 
berto, en venganza de los asesi-
tos que cale monarca ordenó 
contra los obreros de Milán; ó 
Angiolillo, que mató al Presiden 
te de Ministros de España, Cá-
novas del Castillo, por ser el 
instigador de las torturas y fusi-
lamientos de trabajadores en el 
Castillo de Montjuioh de Barce-
lona;'ó el nihilista ruso que eje-
•tó al Ministro PleWe, ú otro r e -
volucionario moscovita queacabó 
con la vida del Gran Duque 
Sergio arrojándole dos bombas. 
Todos estos actos rebelan la 
fibra revolucionaria que estos 
individuos poseían, triunfando 
en sus propósitos debido á su 
gran enerf ía y voluntad, proban-
do las gra les cosas que puede 
realizar un a. sol», persona é una 
pequeúa minoría. 
En México, debido á la detes-
ble dictadura del déspota Díaz, 
son muchos los mexicanos des-
contentos que anhelan un cambio 
de Gobierno y se preperan para 
combatir al enemigo y gran par-
te del pueblo, que ya sea por su 
pocac ultura ó por temor, serán 
un gran obstáculo p a r a e l 
trjunfo de la revolución. 
Y esta lucha titánica entr# los 
oprimirlos y los poderosos, en-
tre los explotados y los explota-
dores, depende de la cantidad de 
energías que se desplieguen en 
ambas partes. 
Si buscamos la inteligencia de 
los gobernantes, el poder moral 
que ellos necesitan para destruir 
á los revolucionarios, no encon-
traremos otra cosa que media-
nías, empleados incultos é inca-
paces de defenderse ellos mismos, 
llevando u n a administración 
confusa y escandalosa, reinando 
el caos más espantoso en todos 
los departamentos del Estado. 
He aqui pues, las desventajas 
con que cuenta Díaz, pero en 
cambio cuenta oon la fuerza po-
sitiva, el ejórcito, que en apa-
riencia, es el único baluarte que 
le queda para sostenerse. Es 
por eso que al soldado se le debe 
anunciarla lucha que se avecina, 
se lo debe advertir que al defen-
der á los gobernantes traiciona-á 
s<< pueblo y combate contra sus 
propios intereses y los de sus 
conciudadanos. _.* 
Pero si, en llegando el momento 
d • la revolución, os veis en pre-
sencia de cuerpos armados, que 
risisten vuestro empuje revolu-
cionario, entonces vuestro bra-
zo ha de ser inexorable para 
destruir á vuestros enemigos, 
pues de vuestro triunfo depende 
la libertad del pueblo y la salva-
ción de vuestras propias vidas. 
Los revolucionarios, al comba-
tir el régimen tiránico do Porfi-
rio Díaz, deben echar mano de 
todos los recursos posibles para 
realizar sus propósitos emanci-
padores, y gracias al progreso, 
á las nuevas invenciones científi-
cas, el hombre actual ¡puede lle-
gar á ser fuerte para combatir á 
muchos enemigos, siendo esto la 
única solución para poder domi-
nar la fuerza organizada de las 
bayonetas y apoderarse de las li-
bertades que tanto deseáis. 
Hacer una lucha noble y leal, 
luchar con armas desiguales 
contra un enemigo numeroso, es 
cosa que no debéis hacer puesto 
que la Dictadura, sin aceptar 
vuestro reto franco y leal, ha 
pretendido desbarataros por me-
dio de la traición. 
Poneos en la mente el deseo 
de vencer. Decid: queremos que 
la revolución triunfe, y veréis 
coronada vuestsa obra con un 
éxito asombroso, porque el hom-
bre realiza lo que se prepone, 
cuando tiene un carácter firme y 
una voluntad digna dt loa seres 
fuertes. 
El triunfo será de los fuertes: 
"será de vosotros revoluciona-
rios mexicanos." 
J AIME VIDAL. 
PAGINAS NEGRAS. 
Tiene «le l a primera p lana . 
bestias que se conduce al mata-
dero. Muchos pedían que se les 
permitiera escribir unas líneas 
despidiéndose de sus esposas, de 
sus viejos y tristes padres; todos 
los ruegos eran inútiles: Luis 
Mier y Terán tenía que "matar 
en caliente" y cumplía la oYden 
i n i c u a , salvaje, brutal. Dr. 
Albert Hernández, Jaime Rodrí-
g u e % , Capmany, Rubalcava, 
Cueto, Ituarte, Gutiérrez 
y otros más, fueron sacrificados 
aquella noche en aras de la am-
bición de un hombre perverso, 
Porfirio Díaz, que se había he-
cho el propósito de no abando-') 
nar la Presidencia hasta que la 
muerte lo sorprendería. • 
Desde entonces, Porfirio Díaz 
se ha dedicado á matar. Todo 
hombre de carácter ha sido un 
reo de muerte. Periodistas, o-
breros, propagandistas de ideas 
de libertad han sido asesinados, 
envenenados, apaleados, encar-
celados, deportados á las Gibe« 
rias Mexicanas: Yucatán y Va-
lle Nacional. El número de 
hombres sacrificados hasta el 
presente es incontable. En to-
dos los Estados, en todas las ciu-
dades, en todos los pueblos, en 
las más apartadas aldeas, los 
hombres valientes han ' ido pa-
sados por las armas ó aé cual-
quier modo a©, les ha perseguido. 
Algunas personas calculan en 
cinco mil «1 número dew iudada-
nos sacrificados solamente en 
tres Estados. Coahuila, Nuevo 
León y Tamaulipas, en cinco 
largos lustros que lleva el Gene-
ral Bernardo Reyes de ser Go-
bernador del Estado de Nuevo 
León., y Delegado déla Dictadu-
ra para tener sometidos militar-
| mente á los habitantes de esos 
desgraciados Estados. Bernar-
do Reyes se hailístrónguido como 
el más carnicero de los servido-
res del Czar de México. Apenas 
nota síntomas de descontento 
entre los habitantes de los Esta-
dos qu® gobierna militarmente, 
ordena á las autoridades inferio-
r-es que busquen en cada ciudad, 
en cada pueblo, esa cada ranche-
ría, á los hombres que tengan 
fama de audaces, 'de valientes ó 
de dignos, y los maten. No se 
mete ó investigar quienses son 
los que provocan la exi-tación po-
pular: el delito,» para él, es'ser 
valiente 6 audaz ó digno. En 
mejor escala, se sigue la misma 
regla en todo el país: verdadera 
obra de castración. 
* * * 
No es posible mencionar to-
dos y cada nno de los asesinatos 
oficiales llevados á cabo durante 
el largo tiempoque ha reinado 
Porfirio Díaz, y solo, por vía de 
muestra y para formarse una 
idea, hay que citar algunos ca-
sos. . 
Las hecatombes han sido nu-
merosas. Juchitán, Papajntla, 
el Yaqui, Tomóchic, Monterrey, 
Cananea, Río Blanco y cien lu-
gares más atestiguan la barba-
rie del czariamo mexicano. ,En 
todos esos lugayes los habitantes 
hau sido asesinado en masa, pa-
sados á cachi1 (o sin merced y 
sin respetar ancianos ni mujeres 
ni niños. Ha habido pueblos, 
como el de Tomóchic, Estado de 
Chiuhuahua, cu que solo han 
sobrevivido á ít matanza unas 
cuantas persor as, y aún esos, 
gravemente lu. idos. El Yaqui 
contenía más d ? veinticinco mil 
habitantes, y l«,oyA escasamente 
pueden contar.» mil quinientos. 
En Monterrey %\ 2 de Abril de 
1903, la civil, xión recibió un 
rudo ultraje. Monterrey es la 
c a p i t a l del Justado de Nuevo 
León, ciudad do ocherMa mil ha-
bitantes, bastante eulta y muy 
cerca de los Estado» Unido». 
Los ciudadanos se habían pro-
puesto ese afío hacer un esfuer-
zo pura elegir UÍÍ nuevo Gober-
nador. Se instalaron clubs elec-
torales en todo el Estado, se 
fundaron algun< 3 periódicos pro-
pagadores da 1¡ candidatura po-
pular y se organizo* para el 2 de 
Abril u»a procesión cívica para 
popularizar la fdea de la no-re-
elección. 
Bernardo Re/es pensó vengar-
se, y se vengó. El 2 de Abril el 
pueblo acudió n masa al lugar 
de cita de don<¡e había de partir 
la imponente procesión. Todo 
eso era nuev<*< 'iara aquel pueblo 
educado en k ..uiuisióu servil, y 
en todos los r aros se leía el en-
tusiasmó qül Sentían aquellos 
esclavos por r presentar, aunque 
fuera en pequeña escala, el pa-
pel de ciudadanos, de hombrea 
que pueden manifestar sus ideas. 
En aquellos í «omentos se olvi-
daron todos de las severas lec-
ciones ' que había recibido el 
pueblo por pretender ejercitar 
l o s derechos constitucionales 
desde que Porfirio Díaz se con-
virtió en amo de loa mexicanos; 
nadie se acó Jaba de las heca-
tombes que había enrojecido el 
territorio nacional. Gremios de 
obreros, de estudiantes^ de pr®-
fesionistas, de pequefios indus-
tríales y co terciantes, con es-
tandartes y b sudas de música co-
menzaron á i'osfilar.'en medio de 
una multitud gozosa que veía en 
aquella manifestación, en aque-
lla procesión pacífica y ordena-
da, algo comT> una protesta "o-
mo un iáocy, ¿ desahogo, p<, :y 
que s© haoí* precisamer'fv lo 
que al Gobio- <o disgu.«ttyUa: ma-
nifestar las i; jas. 
Para aque, pobre pueblo, es 
demasiado d 1 > rar que algún 
acto de los g\, Mantés no es con 
siderado bueu ,. Por eso la pro-
cesión organi/füda para protes-
tar de ese mooo paeífiso y eibi— 
lizado contra la reelección de 
Bernardo Reyc-a, el verdugo de 
la frontera del Norte, fué recibi-
do con regocijo. Las fachadas 
de las casas lucían adornos de 
toda clase, t ambres , mujeres 
y ñiños inva^/an las calles por 
donde la pro' esión cívica tenía 
que pasar. I Las músicas antu -
siasmaban i h¡ multitud. ),<¡1 sol 
brillaba internamente. 
Mientras esto sucedía, Ber-
nardo Reyes mandó colocar sol-
dados sigilosamente en las azo-
teas dol Palacio Municipal, en 
las de la casa comercial que gira 
bajo la razón social Maiz H e r -
manos y otros edificios. Gran. 
oantidad de parque se depositó 
en los mismos lugares, y, h e -
ohos esos preparativos, esperó el 
verdugo á que la procesión p a -
sase por ahí. 
Apareció por fin la procesión. 
La muchedumbre apiñada lanzó 
vivas á la libertad y en el mis -
mo instante una descarga cefra-
da se hacía desde las alturas 
sobre aquel gentío indefenso, 
sobre aquella masa, de hombre», 
mujeres, viejos y niños inermes* 
Las descargas se sueediorqn rá -
pidamente. Había prisa de ma-
tar, de sembrar la muerte, de 
propagar el pánico. Pronto las 
piedras de las callos se tifieron eu 
sangre. Los esbirros seguían 
haciendo fuego desde laa azotóos; 
Personas de todas edades reci-
bínn la muerte por Igual. Las 
mujeres y los niños corrían, pe-
ro balas certeras alcanzaban á 
esas infortunadas criaturas. 
Así terminó aquella procesión, 
inofensiva, pacífica, respetuosa. 
Bernardo Royes es muy que-
rido por Porfirio Díaz, quien a-
laba en toda ocasión la crueldad 
de eso hienn. Cierta voz qu» 
Porfirio Díaz hizo \ ü viajo espe-
cial á Monterrey, al pronunciar 
un brindis en un banquete ofre-
cido por Bemardi Reyes, des-
pués de hacer uu hiperbólico 
elogio de éste, terminó su dis-
curso con esta frase que á los 
holentotes mismos debe repug-
nar: "Señor General, ¡asi se go-
bierna!" 
El Oral. Díaz, al pronunciar 
su ridicula frase, aprobó lo, con-
ducto criminal de Bernardo Re-
yes, y los dos asesinos del pue-
blo y la libertad so dieron bis 
manos en señal do buen enten-
dimiento: P o r f i ó Díaz necesita 
hombres-hienas como Bernardo 
Reyes y los sostiene y protege 
para bien de su roínado. 
Seguiremos moetraudo tí lu, 
faz del mundo laa páginas ne-
gras de los "íeaders" del bando-
lerismo porfirista. 
J\u¡5 DE VUlA 
Un simpatiz,,, 'V uetitra cau-
sa, ha donado un gran surtido do 
libro» de todas clases, que están do 
venta en nuestra oficina, y cuyos 
productos se destinarán al foinon- • 
to de REVOLUCIÓN, 
Novólas de Dumas, Ibson, Car-
lota M. Braome y libros sociológi-
cos de Tolstoi, Demonio, B 1 a s o o 
Ibañies y otros autores celebres, los 
ofrecemos á precios muy reducidos. 
Para más informaciones, diríjan-
se á Modesto Díaz, G54 San Fer-
nando St.—Loe Angeles, Cal. 
REVOLUCIÓN se ha cambia-
do al Núm. 654 S. B'ernando St. 
Procúrese el próximo núme-
ro; contendrá buena inf >rm&~ 
cien. 
TI*""! JOT"'"'" ''' •"* 
Todos los países democráticos 
que forman una Nación confede-
rada y federativa cuyoréigmen 
político lo constituye la sobera-
nía popular, tienen el gobernan-
te que libremente se elijen, pero 
México aún al amparo de esas 
-sabias instituciones que lo hicie-
ron grande y libre, tiene «1 que 
'oort mano frasea y candente fe le 
impone y le tiraniza, pues es pú-
blico y notorio que hace treinta 
«nos Porfirio Díaz, Presidente de 
la República Mexicana, llegó al 
poder contra la voluntad legal 
del pueblo que Gobierna.* Su 
política claudica uto desde que 
motinó en Tuxtepee para adue-
ñarse del puesCo presidencial, lia 
«ido exterminar ¡v lo, raza mexi-
•cono, arrebatándole la herencia 
que le legaron los constituyente» 
en «1 testamento fundamental, e-
liminándo de la cosa pública á 
personalidades de gran prestigió 
y ordenando asesinatos en la 
sombra, como se vio con loe de 
Veracruz, ejecutados por el Ge-
neral Mier y Terán, el del Geni-
tal Martines en Laredo, Texas, 
García de la Cadena y Corona en 
sus respectivas municipalidades, 
a la vez que creando una reduci-
da facción con quien comparte 
la riqueza nacional, el pueblo 
hambriento j lesnudo inmigra, 
sufre el azote del encomendero y 
4 vm^ño alguien levanta ln voz en 
su defensa, e«ta ce perseguido 
con lujo por u.ui tiranía obceoa-
da y que compromete á sicarios 
á que empleen -e\ crimen para e-
liminar dol campo político á los 
que so encargnn de la defcusa de 
las instituciones democráticas 
que han sido trilladas por un 
mal gobierno, 
Las guerras f raticidas que tan 
mal crédito le dieron a México 
en aquellos tiempos, desapare-
cieron, no porque Porfirio Díaz 
las.haya perseguido para solidi-
fieai la paz, sino porqu», habien-
do sido el único revolucionario 
que manchó el suelo con la san-
gre de sus hermanos, rebelde 
siempre contra los gobiernos de-
mócratas de los Grandes Juárez 
y Lerdo y yá hecho del poder, las 
revoluciones tenían por conse» 
«anuncia lógica qu« tern inar, PI 
vutyd u<< que su ^aud'hVO^g^j ¿U« establece c í p.rqcadimiento 
-en Í87G á la jp»la d« su nmbV,.leg&¿ T " ^ puede d'ir derecho á 
Louis Mo., perseguidos siempre 
y presos actualmente en Los An-
geles Cal. por la instrumentación 
d© Greene«Cr«cl, sirvientes in-
eodíoionales del Osar de México 
y á quienes unidos á aquellos, 
nos proponemos 'destronar para 
que México sea en, realidad la 
República Domocrátkja de J u á -
rez, Ocampo y,. L$tdó» y no una 
monarquía como w haconstituí-
do un gobierno tierno y dictato-
rial. 
El prurito d£ pi r^eguir Porfirio 
Día» á los que, hala desnudado 
BU nial gobierno «,¡omó Presiden-
te de la Hépúblwft de México, 
está plenamente Justificado ante 
mundo que lo oWerva, y en apo-
yo de nuestro d'^hot, aducimos 
la prueba de haber decretado to-
da una representación Nacional 
que ha sabido influenciar, la sus 
pensión del periódido " R E G E N E -
RACIÓN, ", Órgan del Partido 
Liberal, publica to en' México 
por los Señores. 1 lores Mügón y 
Sarabia. 
• El hecho de elevar a rango do 
ley la suspensión de un periódi-
co, y de prohibir en todas las o-
ficinas de Corroo» ¿M círoulación, 
así como la de otro'j impresos de 
oposición, damuMtra «1 colmo 
de rudeza i que llega un £<>-
hieruo que se inquina contra la 
soberanía nación A violando la 
correspondencia qufo circula por 
las estafetas en } o f juicio del pú-
blico que constituye un tercero, 
y cuyos derechos están bajo el 
amparo y protección de las leyes 
que rigen" & un ti, pación civili-
zada. 
El plagio de Manu 1 ^arabia or-
denado por elgobi •mt> de Prfirio 
Díaz y consumado por Antonio 
Maza, Cónsul de México en Dou-
glas, Aria:., es unanto que justifica 
el grado de barbaria, á que llega 
una administrado i que desarro-
lla un mal gobieh/o sin/más ley 
que su capricho, ^ue traspasa 
de un modo clandestino la línea 
que divide do» ter» (torios opues-
tos, que invade el derecho inter-
nacional, y ultraja 5¡, jurisdicción 
de Un Vecino para" ousüraar uno 
de log actos más punibles y aten-
tarlos, como es «A t>l«gio de Ma 
linea 
ción; desarmó al pueblo desús 
derechos con las continuas re-
formas constitucionales, afiló el 
sable, caló la bayoneta y exami-
nes hizo caer cadáveres de héroes 
como el dos de Abril en Mon-
terrey y los asesinatos do Río 
Blanco y Cananca. 
La consscuoucia do desnudar 
esta mortífera administración de 
sus malos actos para que el pue-
blo los vea y conozca con el cri-
terio do la razón, la necesidad de 
«n cambio radical, son la canea 
do la persecución de los Beñores 
Florss Magón, Sarabia, Rivera 
y Villar real, defensores d«l Par-
tido Lt >cral, miembros do. la 
Junta Organizadora de Saint 
parnés». \ 
Por tod<»^ ' ¡$t íi exposiciones 
que son de déi» oh1 "jfgal, el Co-
mité Iliberal d« ü't Ingenio, Te-
xas, parte integra. ,-'e del partido 
y haciendo suyas1 I »*|>er8eoucio 
nes que han • sido traídas á loa 
Tribunales Fed^rules' de los An-
geles, Cal., contra los señores 
Ricardo Flores M<M,ób, Librado 
Rivera y Antonio '!,¡ Villarreal, 
miembros de la ^u^ta Organiza-
dora en Saint ^bvds^Mo., por 
delitos del orden,co^wau,. protes> 
tan con la euergíV/? t ciudadanos 
libres cqntra el gab> w o de Mé-
xico po «us éesaíUorós que da-
mo» p i « bien' califa «M3OS; Protes-
tamos contra los $¡ «¡elfos de que 
se les acusa por ser á todas luce» 
inexactos y carecer de fundamen-
to legal que justifique su proce-
dimiento; Protestestamos contra 
los actos calumniosos y crimina-
les que puso en juego el gobier-
no de México contra los procesa-
dos de los Angeles, Cal.,* por 
conducto' del Cónsul de aquel lu-
gar, quien sin reparar en los 
medioa de • procedimiento legal, 
formuló de acuerdo con el gran 
tirano la criminal acusación de 
robo y asesinato que lo» txen© 
en prisión; Protestamos ante el 
Juez que conoce del proceso que 
se instruye en Los Angeles, Cal., 
. á Ricardo Flores Magón, Libra-
do Rivera y Antonio I. Villa-
rreal; Contra los oargos de que 
los acusa el gobierno de México, 
solicitando tome en considera-
ción para la continuación del 
proceso, esta protesta que invoca 
únicamente el amparo de la ley 
contifa la tiranía de aquel gobier-
no manifestada en el desarrollo 
de su vetusta administración, 
persiguiendo siempre á los que 
en virtud de decretos especiales 
conttra sus intereses han inmi-
grado á este país, para continuar 
su oposición rendentora por me-
dio de la prensa. Esta actitud, 
que Porfirio Díaz la mira como 
el más inminente peligro de ro-
dar de las cumbres de Chapulte-
pec, y quedar sepultado bajo sus 
simas, p< «-que al ejercitar el pue-
blo el ci ,ieoho de Rebelión, re-
cargó legal do los oprimidos pa-
ra recabar sus deréohos vulnera-
dos lo lí-Ace tomar una actitud 
hostil, que no tomaría contra un 
gobernante bien sentado. 
Finalmente, .Protestamos con-
tra la forma de gobierno que 
Porfirio Díaz ha implantado en 
México por atacar en todas sus 
partes la soberanía nacional en 
el ejercicio dol libre voto, d« la 
libertad de pensar y de escribir, 
pues su .política nrtefri' y refrnr-
taria á'todo adt licito y á el edu-
cacional, queía reflejada en la 
estadística criminal del Distrito-
Fedejal, cuyo retroceso pone á 
sus cantores de oñoi.o en el nivel 
degradante de la adulación, toda 
vez qué los hechos justifican la 
inferioridad de aquel Monarca, 
q u c n o . s e ocupa de stt pueblo 
SUDO del extranjero que lo adula 
y lt> exploto. 
SAN ANTONIO, TEXAS, OC-
TUBRE | 1907. 
Presidente, Eulaüo Trevifio— 
Vico-presidente, Marcelino A. I-
barra.—lor. Vocal, Francisco Re-
yes.—2do. Vóoal, OtonT. Guillen 
—Ser. Vocal, G. L. Saldarla.— 
Secretario, I. J. Hendióla.—Te-
sorero, Antonio Villarreal.. 
Francisco Mancha, José Ma,Can« 
tú, Gudalupe Martínez, Juan Pa-
redes, Juan Pérez, A. Morante, 
Bartolomeé Trevifio, Rodolfo E. 
Villarreal, Leandro 'Previno Vi-
llarreal, Jesús Rocafuerte, Eula-
lio Garza, N.. Jiménez, Mag-
daleno Villarreal, Buenaventura 
González, Gaspar Rosas, Marga-
rito Jiménez, Aureliano Sali-
nas, Juan N. Nava, Vicente Mi— 
ramar, l)iódorO M. Paredes, Je-
súe Mora,, Laureano Barriga, Pe-
dro Fundas. Samuel Míreles, 
Pilar Robleá, Leopoldo Jiménez, 
Guadalupe G. Veía, Gil Barba, 
Martin Villarreal, Rosendo P i -
nas, Alfredo Vaca, Prisciliano 
Moiales, Juan C. García, Adolfo 
Urrieta, Porfirio Garza Aldaba, 
Bruno Nuncio, Bartimeo de An-
da, Consuelo Torres, Juan de la 
Torre, Raymundo Fernández, 
José Sierra, Balbino Barajas, 
Antonio Fernández Vara, Abun-
dio Moreno, Rosalio Moreno, 
Rodolfo Buendía, Miguel Ángel 
Bueno, Cesáreo Garza, Juan Be-
nitez, Bruno Aldape, Bruno 
Buenrrotro, Ascención Fuertes, 
Antonio Obligado, Aureliano 
Gallegos, Marcos r¿. Valdóz, Ma-
tías Reyes L., Amado G. Hernán-
dez, Pantaleon Tenorio, Estanis-
lao Tenorio, José Ma. Tenorio, 
Oelso Barajas, Pantaleon Bara-
jas, Antonio Valdéz, Telesforo 
Valdéz, D, Pérez, M. Garaa, José 
M. Casares, M. Lara. 
LA REVOLUCIÓN ES LA 
SALVACIÓN DE MÉXICO. 
Revisando los pocos periódi-
cos de vergüenza que se publi-
can en México, entrevistando á 
los compatriotas que diariamen-
te cruzan la frontera, se advier-
te sin dificultad la espantosa 
condición en que se halla el país 
bajo la férula de Porfirio Dí«/. 
De uno á otro extremo de esa 
tierra que oyó las estoicas frases 
de Guatimozía y se sintió elec-
trizada con. las palabras de Ju¿< 
rez, se escucha el indignado cía 
mor de un pueblo, digno de me-
jor suerte, y agouizanta hoy en 
la ascención al ignominioso Cal-
vario de vergüenza y oprobio á 
que lo arrastra el crimen con-
vertido en fuerza. 
En nombre'de los principios 
liberales usurpó Porfirio Díaz el 
poder público y en treinta y un 
años que lleva de administra-
ción no ha quedado principio 
que no baya escarnecido, ni ley 
moral fjufl no hayu violado, co-
mo tampoco, resorte dol meca-
nismo nacional que no haya he-
cho pedazos, en nombre do la 
idea liberal «a transformó en 
Dictador é hizo descender des-
pués la Diotadura hasta el últi-
mo límite de la satrapía, y cuan-
do obediente «1 látigo que las 
amenazaba, salieron da la feria 
do ooiícienciaa las encargadas de 
echar el disfraz de la constitu-
cionalidad sobre los hombros de 
la usurpación, invocóse también 
el Credo Liberal; que ha sido 
sistema de todos los advenedi-
zos políticos escudarse con cuan-
to ' d e m á s excelso brilla para 
buscar loa medios de vilipen-
diarlo. 
La revuelta de TuxUpeo que 
acaudilló Porfirio Díaa, con «na 
fecundidad aterradora ha derra-
mado sobro nuestra patria infi-
nidad, de males siendo 0l peor 
de ellos porlo monstruoso: el 
crimen político. Ese, sistema 
incalificable, anacronismo terri-
ble-en estos tiempos de cultura, 
es un residuo vergonzoso da los 
tiempos de barbarie, y á él so 
ha apelado en pleno siglo XX, 
c o n el solo designio do hacer 
triunfar sobre los intereses de 
la Patria, vitales y sagrados, los 
intereses de facción, meaquinos 
y bastardos. 
La administración •porftriata" 
ha querido defenderse última-
mente de su falta lastimosa de 
popularidad, con dos medios, & 
cual más ioprobad«! 1* delación 
y el garrote ^uo han p«iK/.,*«a<» 
tartufo y aleve el uno» atrevido ** 
y descarado el otro, ambos igual- 'l 
mente amenazadores, hasta el 
santuario mismo del hogar para 
sembrar la desolación y el terror. 
¿ Con qué elementos gobierna 
en nuestra patria, Porfirio Día»? 
Basta preguntarlo á cualesqui 
ra de los gremio» verdaderanw -
te honrados dol país. Uno <¡< o 
soplo de amargura y terror «i» 
por sobre ellos haciéndol es-
tremecer. Se tiembla de tuj an-
to ante el porvenir de la? indus-
trias; ante el girón de t i torio 
nacional puesto en pública em-
basta; ante la libertad indivi-
dual á cada instante aau<i azada; 
ante la santidad del hop¡«r . . . . . 
Es hora ya de que se » os evi-
ten mayores vergüenzas, le que 
no se lleve adelante esa labor 
incalificable de desprestigio es-
pantoso. En esta hora do opro-
bio y de desastre, sálvese siquio-
ra el buen nombre do esta Pa-
11 i.k infortunada. 
La ivt-vuluoíou que «st«i ox„,a 
nizando el Po tido Liberal será 
la salvación de México. 
EN LIBERTAD. 
Kl 19 del corriente fué puesto en 
absoluta'libertad el apreciable jo-
ven Ivés G. Lelevior, aousado do 
ustafa por el Gobierno Mexicano. 
El tJomkionado de loe Estados li-
rados en Tucson (Ariz.) negó la 
tíxtradicción del referido Lolevier, 
solicitada por las autoridades de 
MCMCO. Felicitamos al jovon Ivés 
G. La. » <* por su libertad. El 
caso de l<<l"'>r prueba una ve/, 
miís i'\ "-poder m.uc t <• > t 1 tirano 
Díaz para Uovar ú sus rn<íi leo» 
político» al inatad('u>. 
A naeshm smcriptow"^ 
Suplicamos atentai >cnto nos ba-
gan ol favor do liona ol cupón qu© 
l»s hemos enviado y devolvérnoslo, 
pues necesitamos • 1 «sentarlo al 
administrador de e< »reos. 
Nuestra ofici-
na se lialla si-
tuada en la ca-
« 
sa Numero 654 
calle San Fer-
naiicio^ 
<**? 
http://qucno.se
	r1234.pdf
	r1235.pdf
	r1236.pdf
	r1237.pdf

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