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GESTIÓN DE PERSONAS Débora Frizzo 2GESTIÓN DE PERSONAS CONTEXTUALIZANDO GESTIÓN DE PERSONAS 3 Contextualizando todo esto: ¿De dónde vienen todas estas ideas? 11 PERSONALIDAD, COMPORTAMIENTO Y ACTITUDES 15 PERSONALIDAD, COMPORTAMIENTO Y ACTITUDES 16 Estructura de la Personalidad, de acuerdo con la Teoría Psicoanalítica 22 Fases del desarrollo de la personalidad y trazos de personalidad. 30 COMPETENCIAS INTERPERSONALES Y AUTOCONOCIMIENTO 41 Trazos de Personalidad o Perfiles de Personalidad 41 Segunda Competencia 48 ACTITUDES EN EL MUNDO DEL TRABAJO 56 Definiciones y Criterios para la Competencia Interpersonal 57 Las gafas que Usamos (O nuestros Modelos Mentales) 58 Resiliencia 64 Liderazgo 66 Motivación 69 Compromiso 70 Envolvimiento 72 La Niña Quebrada 75 ÍNDICE CENTRO UNIVERSITÁRIO UNIFTEC Rua Gustavo Ramos Sehbe n.º 107. Caxias do Sul/RS, Brasil RECTOR Claudino José Meneguzzi Júnior PRORRECTORA ACADÉMICA Débora Frizzo PRORRECTOR ADMINISTRATIVO Altair Ruzzarin DIRECTORA DE EDUCACIÓN A DISTANCIA (NEAD) Lígia Futterleib Desarrollado por el Núcleo de Educación a Distancia (NEAD) Diseñadora Educativa Sabrina Maciel Diagramación, Ilustración y Alteración de Imagen Igor Zattera Traductora Paula Verónica L. S. Feiten, Renata Meneghel 3GESTIÓN DE PERSONAS CONTEXTUALIZANDO GESTIÓN DE PERSONAS La Trayectoria de “Arigó” 1 rumbo al “Sol al otro lado de la vereda” 2 En este capítulo comprenderemos qué es esta Gestión de Personas, la cual estudiaremos aquí. En esto, veremos sus bases teóricas y el proceso de transformación que podrá ocurrir con usted, nuestro alumno. “Mírese a sí mismo, para sus profundidades, aprenda primero a conocerse”. (Sigmund Freud) Queridos alumnos ¡Sean bienvenidos a nuestra asignatura de Gestión de Personas! Estamos en el momento en el que iniciamos nuestra asignatura, a través de un “viaje”, un encan- tador viaje sobre el ser humano, sobre nosotros mismos, sobre las personas que están a nuestro alrededor, sobre las personas con las cuales interactuamos y sobre nuestra capacidad de de- 1 palabra brasileña que se refiere al peón, pero en este caso será utilizada como un personaje. 2 Es una expresión inventada por la autora. 4GESTIÓN DE PERSONAS sarrollo durante la vida. A lo largo de este viaje, desarrollaremos varias habilidades y competencias, que son esenciales para perfeccionar nuestra principal herramienta de trabajo, ¡Nosotros mismos! Tales com- petencias son un diferencial competitivo para todo y cualquier profesional, por eso, que esta asignatura está presente en todos nuestros cursos universitarios, indepen- dientemente del área. Profesionales del área de gestión, de ingeniería, del área de tecnología de la in- formación, en fin, todas las áreas, necesitan aprender a autodesarrollarse para perfec- cionar sus habilidades comportamentales. Esto garantizará su supervivencia y, más, su sostenibilidad en un escenario tan com- petitivo y mutante como es el mundo, en el cual vivimos hoy. Hablaremos siempre sobre el mundo del trabajo, un concepto mucho más amplio que mercado de tra- bajo. Este mundo contemporáneo, en el cual vivimos, amamos y trabajamos, puede ser considerado como un mundo en cons- tante mutación, cada vez más complejo, dinámico, fluido, contradictorio, y, por eso mismo, nos exige cada vez más habilidades sofisticadas, presentes, sólo, en quien desea estar en constante autodesarrollo. Para fines de nuestra asignatura com- prenderemos Gestión de Personas como la competencia del lidiar, del convivir, del dirigir personas, de la manera más saluda- ble y productiva posible. De manera que podamos atender nuestros objetivos, tan- to individuales, como sociales y organi- zacionales. Saber dirigir personas, saber relacionarse con ellas y saber interactuar con las personas. Y, además de eso, saber dirigirse a sí mismo. Esta autogestión será nuestro enfoque principal. Ella siempre será nuestro guía. Todo lo que hablemos será para subsidiar nuestra autogestión. Sólo consigue dirigir personas, o relacionar- se con los otros, aquella persona que sabe dirigirse a sí mismo, que sabe conocerse y relacionarse consigo mismo. Por eso, a lo largo de nuestra asignatura, hablaremos mucho sobre autoconocimiento. Él es un pre requisito esencial para toda y cualquier forma de gestión de personas. Es muy importante que ustedes en- tiendan esta perspectiva de nuestra asig- natura. La mayoría de las veces, cuando se habla de Gestión de Personas, estamos refiriéndonos a la manera de como una organización lidia con las personas que están insertadas en ella. Se refiere al con- junto de políticas y prácticas adoptadas por el área de recursos humanos para lidiar con las personas que componen la plantilla de una organización. Nuestra perspecti- va aquí sería, entonces, un paso anterior a eso. ¿Cómo así? Si entendemos que, sea cual sea el área de actuación, de trabajo, del puesto de trabajo o la función de una per- sona, independiente de su cargo, para que ella pueda situarse de manera productiva en el contexto de una organización; ella necesita, antes, autodesarrollarse. Y, para autodesarrollarse será necesario desarrollar tres competencias básicas, esenciales, para aprender a lidiar con las personas. Aquí, no hablaremos sobre las prácticas de gestión de personas, hablaremos sobre las prácti- cas que necesitamos adoptar en relación a las otras personas y, principalmente, en relación a nosotros, de manera que seamos profesionales de éxito en el mundo del tra- bajo. Por eso, hablaremos de competencias comportamentales. 5GESTIÓN DE PERSONAS Estas competencias tienen por ob- jetivo desarrollar una serie de habilidades comportamentales. ¡Por lo tanto, queridos alumnos, nuestro objetivo, aquí, será su autodesarrollo! Existen estadísticas difundidas por ahí, en variadas fuentes, que nos dicen que un 80% de las despedidas de los ambientes de trabajo se debe a problemas comporta- mentales. Las personas son contratadas, por las organizaciones, por su competen- cia técnica, por su currículum, por aque- llo que saben hacer. Pero son despedidas, después, debido a la falta de competencias comportamentales. Son despedidas por ser personas que no saben convivir con las otras personas, por ser personas que causan conflictos improductivos, que dejan los am- bientes tensos, en fin, son personas que no poseen la habilidad de crear herramientas para la búsqueda de soluciones. Justamente, las competencias comportamentales que faltan, en la mayor parte de las personas, son las que desarrollaremos aquí. Lo que deseamos aquí, es que todos ustedes pue- dan, por lo menos, empezar a desarrollar estas competencias, para que, jamás, entren en estas estadísticas. Estas competencias comportamentales ayudarán, o servirán de “paño de fondo” para que ustedes puedan ejercitar, mostrar o desempeñar todas sus competencias técnicas, en cualquier con- texto del mundo del trabajo. A partir de ahora, la siguiente pregunta debe ser una reflexión constante en ustedes: Las personas que sólo desarrollan competencias técnicas encuentran, en el mundo del trabajo (e incluso en el mun- do privado de sus vidas), adversidades y situaciones complejas, naturales e inevi- tables, que las impiden de demostrar sus competencias técnicas. Si ellas no tienen la capacidad de dirigirse a sí mismas, de dirigir sus relacionamientos interpersonales, tales momentos serán una traba para su éxito profesional. Ellas presentan comportamien- tos y actitudes que provocan problemas en su ambiente de trabajo, causan conflictos y dificultades interpersonales, construyendo, de esa manera, el camino de su despedida. Por más habilidoso técnicamente que us- tedes sean, ante las complejidades de los ambientes del mundo del trabajo, de la di- versidad de personas con las cuales ustedes interactuarán, llegará un momento en que todas sus competencias técnicas “desapa- recerán” si ustedes no tienen la habilidad de dirigirsea sí mismos y a sus relacio- nes interpersonales. Podemos decir que es, prácticamente, imposible que ustedes desarrollen una carrera profesional y tengan una vida saludable sin interactuar con las personas. Las interacciones son inevitables y están presentes en todos los momentos de nuestra vida. ¿Por dónde ando, yo soy la solución o la causa de los problemas? 6GESTIÓN DE PERSONAS Actualmente, incluso las interaccio- nes virtuales son inevitables y necesarias, y exigen habilidades de comportamiento. Al escribir un e-mail, comentar una publi- cación en una red social, publicar una foto suya en su timeline, ustedes necesitan llevar en consideración ciertas cosas básicas, para que no haya problemas en la relación in- terpersonal con su interlocutor virtual. Por lo tanto, no hay como huir de esa máxima: ¡o ustedes saben dirigir a las personas o su éxito profesional está amenazado! ¡O us- tedes saben dirigirse a sí mismos, o serán una nube negra ambulante en los ambientes por donde pasen! Solemos ilustrar a las personas que no aprenden a desarrollar sus habilidades interpersonales o comportamentales, con la imagen que está al lado: ¡un ícono del cine o de las tiras cómicas, reconocible y comprensible para todos! Las personas sin habilidades comportamentales funcionan como una nube negra para los ambientes, donde están, y para las personas con las cuales interactúan. Ellas “contaminan” el ambiente, provocando el surgimiento de conflictos, de más dificultades, de emo- ciones negativas y deterioran las relaciones interpersonales. ¡Y, lo que es peor, sin dar- nos cuenta de eso! ¡Bueno! Entonces, ¿Cuáles son estas maravillosas y diferenciales competencias que les harán profesionales diferenciados, sea cual sea su área de actuación? 1. Comprender el comportamiento hu- mano, el comportamiento organiza- cional y las relaciones interpersonales en las organizaciones, desarrollando una perspectiva sistémica de la ges- tión de personas. 2. Desarrollar su Inteligencia Emo- cional, con el desarrollo gradual y constante de las cinco habilidades que la componen. 3. Desarrollar su Competencia Inter- personal, de manera que ustedes puedan establecer relaciones más funcionales y saludables en todos los ambientes, en los cuales ustedes an- dan, especialmente, en los ambientes organizacionales donde trabajan, pre- sentando comportamientos deseables en el mundo del trabajo. Miren la imagen, reflexionen y piensen: ¿Ustedes son el tipo de personas que, por donde andan, llevan consigo una nube negra? Si la respuesta es no, ¡Óptimo! Ustedes están en el camino cierto para ser profesionales de éxito, y, aquí en nuestra asignatura, mejorarán estas competencias que poseen. Si es sí, ¡Óptimo también! Pues ahora ustedes aprenderán a reflexionar, aprenderán a cambiar, y aquí encontrarán ayuda y recursos para desarrollar aspectos muy importantes para los cuales, aún, no dieron atención en su trayectoria como estudiantes y profesionales. 7GESTIÓN DE PERSONAS ¡Iniciaremos nuestro “viaje”, enton- ces! ¡Aprieten los cinturones, y accionen su más importante aplicación, su mente, la cual debe estar llena de ganas de aprender! Co- noceremos el Sol al otro lado de la vereda! ¡Ah! Antes de empezar nuestro viaje, quiero presentarles a un personaje, que es muy importante que lo conozcamos. Todas estas competencias que estudiaremos, nos ayudarán a no transformarnos o a no ma- tarnos, en el caso de que seamos un “Arigó” ¿Quién sería ese “Arigó”? El “Arigó” descrito aquí, no se refie- re a ninguna traducción o significado que este término pueda tener en cualquier otro contexto ya utilizado. En realidad, el “Arigó” descrito aquí, es una espe- cie de personaje, construido a partir de observaciones, a lo largo del tiempo, de decenas de trabajadores en sus ambientes de tra- bajo y sus gimientes locales. El término no se refiere a una clase específica de trabajadores o a una función de trabajo, ni a personas que se localicen en determinado estrato de las pirámides jerárquicas de las organiza- ciones. El término “Arigó” utilizado aquí, describe, antes de más nada, una actitud general de determinadas personas, ante la vida y el trabajo. Esta actitud está caracte- rizada por una serie de comportamientos, cogniciones y sentimientos que dejan al “Arigó” como un trabajador problemático en las más diversas organizaciones, y que exige de sus gestores y de los profesionales de recursos humanos, grandes esfuerzos para que pueda desempeñar, de manera mínimamente satisfactoria, sus actividades, llevando en consideración, las necesidades de la organización, y las suyas, mientras ser humano. Partimos del presupuesto que, la actitud “Arigó” puede estar presente en cualquier persona, de cualquier género, edad, poder adqui- sitivo o nivel educacional. Cualquier uno podrá, en su trayectoria profesional o en algunos momentos de su vida, tener una actitud “Ari- gó”, no importando si es un trabajador físico o un trabajador del conocimiento. La cues- tión clave es la magnitud o la durabilidad, a lo largo del tiempo, de esta actitud. Todos podemos “estar Arigós” en momentos pasa- jeros de la vida, pero no podemos “ser Arigó” todo el tiempo. Solemos decir que ¡“estar Arigó” es una silla en la cual nos podemos sentar por algún tiempo, pero no una ciudad para dónde debiéramos cambiarnos! Para él, trabajar, significa una tor- tura, un castigo, algo de lo que se debe- ría huir siempre que sea posible. Trabajar avergüenza, humilla. Vemos que la percep- 8GESTIÓN DE PERSONAS ción del trabajo del “Arigó” está vinculada a las cuestiones de sufrimiento, de dolor, de desgaste y cansancio del trabajo físico. Incluso actualmente, con las más variadas formas de trabajo físico e intelectual sien- do estudiadas y debatidas, para él, traba- jar significa algo que debe ser evitado, así como, se evita cualquier circunstancia que perjudique el cuerpo. No existe en el “Ari- gó” la percepción de que el trabajo puede ser considerado una obra, una producción que dignifica y que trae satisfacciones de las más variadas maneras. Hay una dicotomía prevalente en la percep- ción del Arigó: trabajar es sufrir, jamás es obtener placer. El placer y la satisfacción están destinados, en su per- cepción, a cualquier circunstancia, lugar o actividad que estén lejos del trabajo. El ocio sí es placer y prioridad en los días de la vida de un “Arigó”. Trabajar, jamás es prioritario. Dejar de divertirse, eventualmente, (por ejemplo, horas extras, actividades extra turno) para hacer actividades laborales y, con eso, obtener placer, es algo inconcebible. El sueño y proyecto de vida del “Arigó” es el ocio. El ocio físico y mental, jamás un ocio productivo y creativo, visto como un tiempo para pensar, reflexionar y crear (De Masi, 2000). Juntamente con eso, el “Arigó”, en su vida profesional, no busca trabajo, sino empleo, con los cuales pueda satisfacer sus necesidades de supervivencia, no está preo- cupado con la construcción de una carrera profesional. Empleos en los cuales él su- frirá, y buscará hacer el mínimo esfuerzo posible, sea físico o mental, cumpliendo, mínimamente, las atribuciones explicadas en su contrato de trabajo. ¡Nada más que eso! La vida profesional del “Arigó” se re- sume a tener un empleo y, en él, hacer el mínimo esfuerzo posible, y a recibir el sueldo que le deben. Pensar sobre sueños, proyectos, desafíos, evolución personal y gestión de la carrera son cosas completamente ajenas a las aspiraciones del “Arigó”. Como consecuencia de esta percepción, todas aquellas acti- tudes tan deseadas por el RH de las organizaciones, tales como motivación, compromiso y envolvi- miento, estarán completamente ausentes de su repertorio comportamental. En el em- pleo, el “Arigó” busca, apenas, el sueldo y los beneficios, siendo ellos sus únicos factores motivacionales. Jamás busca la realización profesional y el reconocimientode sus pares y de sus superiores. Y, además de eso, en el ambiente de trabajo, comúnmente, evalúa, peyorativamente, a los compañeros que tienen motivación, compromiso y envolvi- miento, calificándolos con desprecio y burla. Por lo tanto, queridos alumnos, ¿Sintieron que debemos huir de esta des- cripción, cierto? ¡Entonces, desarrollemos nuestras tres fundamentales competencias para que ningún rastro de ese triste per- sonaje exista dentro de nosotros! Pues el “Arigó” no sabe, no conoce, no quiere y ni desea aprender a hacer gestión de personas. El “Arigó” anda por el mundo con la nube negra volando sobre su cabeza y con- tagiando a los demás. 9GESTIÓN DE PERSONAS ¡VAMOS A HUIR DEL “ARIGÓ”! ¡ÉL NO SABE LO QUE SIGNIFICA AUTODESARROLLO! 10GESTIÓN DE PERSONAS ¡Piensen! ¡Reflexionen! ¡Respondan! Pero antes de continuar, necesitamos certificarnos de que ustedes entendieron perfectamente lo que será esta gestión de personas para nosotros. ¡Gestión de Perso- nas que estudiaremos aquí, en las próximas semanas! ¡Piensen! ¡Reflexionen! y respon- dan mentalmente la siguiente pregunta: ¿Qué significa dirigir personas? ¡Piensen! ¡Reflexionen! ¡Respondan! ¡Explíquenle a alguien! ¡Esta idea tiene que estar bien clara en su cabeza! 11GESTIÓN DE PERSONAS Contextualizando todo esto: ¿De dónde vienen todas estas ideas? Antes de continuar y de empezar a trabajar con las competencias de la asig- natura, necesitamos hacer una contextua- lización. Estamos hablando en nuestra asig- natura, sobre el desarrollo de habilidades comportamentales, sobre el autodesarro- llo, sobre no transformarnos en personas “Arigós” que sufren con el trabajo y que contaminan negativamente los ambientes por donde pasan. La propuesta es desarrollar compe- tencias que los hagan personas más produc- tivas, saludables y felices, que contribuyan positivamente en los ambientes donde están insertados. O, dicho de otra manera, perso- nas más desarrolladas, más evolucionadas, más saludables. Personas que, al revés de cargar una nube negra en la cabeza, ¡Vivan y estén en el Sol al otro lado de la vereda! “Estar en el Sol al otro lado de la vereda” es una expresión inventada por no- sotros, que significa comportarse y tener actitudes positivas que contribuyan para el propio bienestar y para el bienestar de las otras personas. El Sol al otro lado de la ve- reda es un lugar “abstracto”, que simboliza, metafóricamente, una manera de ser y de estar en el mundo, una manera saludable y que ilumina a los que están alrededor, por eso hacemos referencia a la luz solar. Las personas que están en el Sol al otro lado de la vereda son, simbólicamente, personas iluminadas, soleadas, porque cuidan de sí mismas y de sus relaciones interpersonales. Las personas que están en el Sol al otro lado de la vereda son afectuosas, carismá- ticas, tienen una expresión facial agradable, saben lidiar bien con sus emociones, pues desarrollaron su inteligencia emocional y se transformaron en personas resilientes. Son agradables en la convivencia, son promotoras de ambientes optimistas y con un clima agradable, buscan resolver o amenizar los conflictos, al contrario de cau- sarlos, buscan ser optimistas y esperanzadas y consiguen extraer los mejores aspectos de cada situación y de cada persona. No son personas “Arigós”, pues entienden y dis- frutan del trabajo, como algo positivo, que ennoblece, desarrolla y que es placentero. Si hiciéramos una línea continua imagi- naria, diríamos que las personas que están en el Sol al otro lado de la vereda están en el punto extremo contrario a las personas consideradas “Arigós”. Las personas que están en el Sol al otro lado de la vereda son auto-motivadas, empeñadas y comprome- tidas con sus actividades laborales. Sienten placer en el trabajo y, con eso, consiguen la maravillosa hazaña de, continuamente, estar desarrollando sus potencialidades. Están siempre en desarrollo. Siempre aprendien- do. Para que todo esto pueda ser posible, estas personas buscan conocerse y autode- sarrollarse continuamente, en un constante proceso de autorreflexión. Y, consecuente- mente, obtienen éxitos en sus tareas pro- fesionales, tienden a ser exitosas ante las adversidades de la vida, y consiguen superar bien los obstáculos. Consiguen desarrollar carreras pro- 12GESTIÓN DE PERSONAS fesionales afortunadas y sostenibles, pues todas sus características positivas enalte- cen sus competencias técnicas. Por eso son optimistas y llenas de energía, persistentes y seguras. Contaminan los ambientes, de forma positiva y constructiva. Las personas que están en el Sol al otro lado de la vereda saben dirigir personas y saben dirigirse a sí mismas. Están siempre usando gafas colo- ridas que, como más tarde veremos, tienen una función esencial. Todo esto, no quiere decir que las personas que están en el Sol al otro lado de la vereda no tengan problemas o dificul- tades a lo largo de la vida, y que no pasen por momentos difíciles. La gran diferencia, la diferencia clave, es la manera de lidiar con estas dificultades. Y, la manera cómo su autodesarrollo contribuye para que los problemas sean percibidos y tratados de una forma más optimista y esperanzada, lo que, a su vez, retroalimenta su modo de ser. Optimistas, cuando confrontados con desafíos y dificultades, tienden a actuar con confianza y persistencia, aunque los pro- gresos o éxitos sean difíciles o lentos. Y el optimismo es una de las características más fuertes de la persona que está en el Sol al otro lado de la vereda. Las personas optimistas, de acuerdo con Bastinaello & Hutz, (2015) “viven con menor ansiedad, se mantienen emprendien- do esfuerzos continuos y crean estrategias en dirección a los mejores resultados, in- cluso en las peores situaciones”. Los opti- mistas son seguros con relación al éxito que tendrán al realizar sus metas, por lo tanto, continúan emprendiendo esfuerzos, incluso ante las adversidades. Las ventajas de una orientación optimista, para la vida, también parecen estar presentes en el dominio de las relaciones interpersonales, puesto que, personas optimistas, con su tendencia a percibir los eventos de la vida de la mejor manera posible, acaban envolviendo más esfuerzos para la solución de problemas que mantiene relaciones vivas. ¡Podemos decir, que el optimista que vive en el Sol al otro lado de la vereda es un óptimo gestor de personas! Entonces, podríamos decir que, mientras el “Arigó” se queda “preso” en un círculo vicioso de pereza, de pesimismo, de relaciones interpersonales improductivas y poco saludables, y de falta de motivación, la persona que está en el Sol al otro lado de la vereda está “presa” en un círculo virtuoso de optimismo, de esperanza y de relaciones interpersonales satisfactorias. ¿Recuerdan que en la primera página de la asignatura dijimos que estábamos iniciando un viaje? ¡Un encantador viaje sobre el ser humano, sobre nosotros mis- mos, sobre las personas que están a nuestro alrededor, sobre las personas con las cuales interactuamos! Bueno, a lo largo de este viaje, que en realidad nunca termina, ¡Nos transporta- remos para el Sol al otro lado de la vereda! ¡Dónde es mucho más saludable vivir! La asignatura de Gestión de Perso- nas debe servir como el punto de partida para su autodesarrollo, que deberá ser un proceso continuo de evolución a lo largo de la vida. Esto, sí, los hará profesionales diferenciados, que agregan valor y diferen- cian los ambientes en los que trabajan. Sean por donde pasen: ¡Optimistas, persistentes y valientes! 13GESTIÓN DE PERSONAS Pero, además de entender este obje- tivo, necesitamos saber ¿De dónde “salió” todo esto? El referencial teórico, para com- prender todas estas cuestiones, es llamado de Psicología Positiva (Barros, Martin, & Pinto, 2010; Scorsolini-Comin & Santos, 2010). Durante toda su historia, mientras ciencia y profesión, la Psicología se pre- ocupó porestudiar, comprender y tratar los problemas y las enfermedades de las personas. Su enfoque siempre fueron los aspec- tos enfermizos que no funcionaban bien en las personas, sus problemas, sus limita- ciones, y las mejores formas de tratar todo eso. Como una respuesta a eso, surgió, en la década del 80, en Estados Unidos, la corriente llamada Psicología Positiva. Una de las teorías más jóvenes de la Psicología, que estudia las potencialidades, las motiva- ciones y las realizaciones humanas y analiza las condiciones que contribuyen para la promoción del funcionamiento óptimo de personas, grupos e instituciones. Ella se preocupa por entender las características personales positivas, que promueven el bienestar de las personas y de las organizaciones. La Psicología Posi- tiva es el estudio de las fuerzas y virtudes de las personas. Su enfoque deja de ser la cura o la reparación de los aspectos malos de la vida, y pasa a ser la construcción de cualidades positivas en los individuos y en las organizaciones. La Psicología Positiva pretende cen- trarse en las experiencias positivas (como emociones positivas, felicidad, esperanza y alegría) de las personas, en las característi- cas positivas individuales (como carácter, fuerzas y virtudes), y en las instituciones positivas (como organizaciones basadas en el éxito y potencial humano, ya sean locales de trabajo, escuelas, familias, hospitales, comunidades o sociedades). La Psicolo- gía Positiva cuida del “Sol al otro lado de la vereda”, usando nuestra metáfora. Esta corriente rescata el carácter preventivo que, hace mucho tiempo, fue abandonado por una Psicología exclusivamente focalizada en la enfermedad. Así, nuestra gestión de personas se inserta en el contexto de la Psicología Po- sitiva, pues busca, con sus competencias, comprender y promover aspectos saludables positivos en las personas, en las interaccio- nes y en los ambientes, de manera que, en todos los niveles de la vida de la persona, prevalezcan su bienestar y sus emociones positivas. La gestión de personas puede ser entendida entonces, como toda esta área que busca desarrollar a las personas y a las organizaciones que se mueven y que están sustentadas en el éxito del potencial humano. 14GESTIÓN DE PERSONAS ¡HORA DE PARAR Y PENSAR! Y ahora sí, en la última pausa antes de iniciar nuestras competencias, ¡Tendre- mos más un momento de reflexión! Tomen un papel, o cualquier dispositivo móvil en el cual ustedes puedan digitar, e intenten escribir un párrafo, solamente uno, que sin- tetice las ideas tratadas hasta aquí. Intenten construir un texto, un párrafo coherente, que una las siguientes ideas: el objetivo de la gestión de personas, nuestro persona- je Arigó, nuestro lugar deseable, el Sol al otro lado de la vereda, y las propuestas de la Psicología Positiva. Deben ser capaces de unir todas estas ideas antes de avanzar. La importancia de escribir esto, de construir esa unión en sus entendimientos, reside en el hecho de que esto les ayuda- rá a construir un todo, coherente en “sus cabezas”, sobre todo lo que estamos con- versando y aprendiendo. No basta leer y estudiar, tienen que entender, tienen que hacer una internalización, tienen que ab- sorber, para poder usar eso, de verdad, en su autodesarrollo. 15GESTIÓN DE PERSONAS PERSONALIDAD, COMPORTAMIENTO Y ACTITUDES ¿Cómo son construidos nuestros comportamientos? En este capítulo estudiaremos qué son nuestros compor- tamientos, actitudes y personalidad, y cómo ellos son construi- dos a lo largo de nuestra historia de vida personal. Con eso, desarrollaremos la primera competencia de nuestra asignatura. Primera Competencia: Comprender el comportamiento humano, el comportamiento organizacional y las relaciones interpersonales en las organizaciones, desarrollando una perspectiva sistémica y positiva de la gestión de personas. Para desarrollar una perspectiva positiva y sistémica de la gestión de personas dentro de nuestro enfoque de autodesarrollo, es necesario comprender bien los conceptos de comportamiento, actitudes, personalidad y formación de ellos. Eso, es lo que estudiaremos a continuación. Todo lo 16GESTIÓN DE PERSONAS que veamos deberá ayudarlos a compren- der el comportamiento humano, tanto el propio como el de las otras personas, y a comprender el comportamiento y las rela- ciones interpersonales que ocurren en las organizaciones. Ustedes deberán ser capaces de “mirar” para determinada situación, para determinada persona o para determinada interacción personal y comprender lo que está ocurriendo, percibir cuáles son las po- sibles razones y motivos, estén ellas claras o no. Toda esta comprensión es el primer paso para desarrollar la capacidad de diri- gir personas y, principalmente, dirigirse a sí mismo. PERSONALIDAD, COMPORTAMIENTO Y ACTITUDES Empezaremos nuestro estudio por la personalidad. Existen muchas y muchas teorías que estudian la personalidad, las definiciones de personalidad, las actitudes y los comportamientos. Todas están correc- tas, todas se complementan. Necesitamos comprender estos conceptos, ahora, al inicio de nuestra asignatura, para después com- prender el resto, pues ellos son conceptos básicos. Estaremos, todo el tiempo, hablando de desarrollo de competencias y habilidades, de autodesarrollo. Por lo tanto, estaremos, indudablemente, hablando de cambios, de nuestras capacidades de cambiar “cosas”, y de las dificultades y desafíos de hacer cambios en nosotros mismos. Cuando ha- blamos de cambios, es necesario discutir y entender bien los tres conceptos: persona- lidad, actitudes y comportamientos, pues es importante distinguir cuando los cambios ocurren en los comportamientos o en las actitudes de las personas. Podemos definir personalidad como “el conjunto peculiar y duradero de ca- racterísticas de una persona, que puede manifestarse de maneras diferentes, en si- tuaciones diferentes” (Schultz & Schultz, 2002). También puede ser entendida como el conjunto de aspectos internos y externos peculiares, relativamente permanentes, del Cambiar significa salir de una posición o de un lugar, en el cual estamos, e ir para otro lugar o posición. Exige movimiento, disposición y ganas. Salir de donde estamos para ir a otro lugar. 17GESTIÓN DE PERSONAS carácter de una persona que influyen en su comportamiento en situaciones diferentes. Estas características se van desarrollando a lo largo de la historia de vida de una perso- na. Por lo tanto, la personalidad, que es el fruto de una larga historia de vida de una persona, es algo estable, no suele cambiar. Cambiar significa salir de una posición o de un lugar, en el cual estamos, e ir para otro lugar o posición. Exige movimiento, disposición y ganas. Salir de donde estamos para ir a otro lugar. Los cambios ocurren a nivel de actitud y de comportamientos. La personalidad es responsable por las diferencias, interindividuales, que en- contramos entre los seres humanos. Nunca encontraremos dos personas iguales, porque nunca habrá dos personas con la misma personalidad. La personalidad es la que da el “colorido” único para cada ser humano, la manera de ser de cada persona, que no debe ser copiado. ¡Siempre comprenderla como resultado de su historia de vida! ¡Ahora, antes de continuar, hagamos una reflexión importante! ¡HORA DE PARAR Y PENSAR! A lo largo de toda nuestra asignatura estaremos hablando, estudiando y reflexio- nando sobre una cuestión paradoxal, o sea, que puede parecer ambigua, contradictoria y que merece toda nuestra atención: cambio x estabilidad. Cuando decimos que nuestra personalidad es algo estable, algo construido a lo largo del tiempo, durante los primeros años de nuestra vida, conectado a nuestro pasado, estamos diciendo que tendemos a tener estabilidad en nuestros comporta- mientos y actitudes, en nuestra manera de “funcionar” en la vida, en nuestra manera de ser y de actuar ante loseventos que ocurren a nuestro alrededor. Tendemos a ser siempre los mismos, a no cambiar, a tener un patrón que es típico y arraigado en nosotros. Como si fuéramos una construcción de nuestro pasado. Estamos moldeados, construidos de determinada manera y así seremos a lo largo de la vida, con el pasar de los años. ¡Cambiar no combina con todo ese enten- dimiento del concepto de personalidad! 18GESTIÓN DE PERSONAS Por otro lado, estaremos comentando mucho sobre cambios, sobre autodesarrollo, sobre desarrollo de habilidades compor- tamentales. ¿Serán contradictorias estas ideas? ¡No lo son! ¡Y eso ustedes necesitan entender bien! El hecho de que la personali- dad es algo estable, construido durante años en la infancia de las personas no impide que ocurran cambios. Los cambios ocurrirán en los comportamientos y en las actitudes. La idea de personalidad significa la ocurrencia de un patrón de comportamiento. Pero, los patrones pueden y deben ser alterados. ¡La idea de personalidad no debe funcionar como algo determinado, como un destino! “Soy hecho así y no hay nada que hacer” Nunca podemos concordar con esa frase, dicha por muchas personas y que, ciertamente, ya escucharon. Toda la propuesta de la Psicología Positiva, so- bre la cual ya hablamos, se basa en la po- tencialidad del ser humano de, siempre y continuamente, desarrollar los mejores aspectos de su personalidad, evolucionar, transformarse, y desarrollar nuevas habi- lidades, con la finalidad de, cada vez más, alcanzar su bienestar. En esta perspectiva, el determinismo que puede acompañar la idea de personalidad, será sustituido por el optimismo, del siempre posible cambio. Es por eso que estamos aquí estudiando todos estos conceptos. Comprender el pasado, las causas, las determinaciones, para poder cambiarlos. Ésta es la lógica del entendi- miento que debemos tener. Recordando a nuestro Sol al otro lado de la vereda, estar en el lado del sol será comprender el pasado para poder cambiarlo. Debemos comprender cómo funciona y de dónde vienen nuestros comportamientos y actitudes para, en seguida, poder modificarlos para mejor, para nuestro desarrollo personal y, consecuentemente, de los ambientes por donde circulamos. “Cuando el dolor de no estar viviendo sea mayor que el miedo al cambio, la persona cambia.” Sigmund Freud 19GESTIÓN DE PERSONAS Después de esta reflexión, que nece- sitará acompañarnos durante toda nuestra asignatura, volvamos a nuestros conceptos. Ahora hablaremos sobre comportamientos. ¿Qué es comportamiento, entonces? El comportamiento puede ser defi- nido como todo lo que una persona hace, sus acciones y reacciones. Son ejemplos de comportamientos: sentar, escribir, estudiar, mirar, comer, oler, sentir, pensar, caminar, cocinar, en fin, todo lo que hacemos, que puede ser visto o no por otra persona. Paren de leer, en este instante, y piensen: ¿Se están comportando? Cuan- do preguntamos esto, ¿Si alguien se está comportando?, normalmente tenemos en mente la idea de evaluar el comportamien- to de la persona, en lo que se refiere a la manera correcta o equivocada, si está “bien comportada”, si está obedeciendo alguna regla o norma. Comportarse, para el sen- tido común, significa “comportarse bien”, portarse adecuadamente en determinado contexto. ¡Pero, no! Nosotros estamos siem- pre comportándonos. En este momento, ustedes están comportándose porque están sentados, están leyendo, están rascándose la cabeza talvez, están mirando, en fin, haciendo ac- ciones, ejecutando acciones. Todo lo que hacemos es nuestro comportamiento. Nuestros comportamientos pue- den estar siempre acompañados por un pensamiento y por una emoción, forman- do un trío que “siempre anda junto”. En cada comportamiento, estamos viviendo una emoción, y teniendo un pensamien- to. Puede parecer que no, porque muchas veces, o en la mayoría de las veces, estos dos elementos del trío – la emoción y el comportamiento – son inconscientes, en el sentido de ser desconocidos para noso- tros. Entonces, llamamos de actitudes al conjunto de comportamiento, emoción y pensamiento. Actitud es el comportamiento acompañado de deseos y de ideas. Actitud es mucho más que actuar, significa actuar conscientemente y con una emoción. Puede ser entendida como algo “mayor”, más profundo que el comporta- miento. Dentro de la perspectiva que nos interesa aquí, que es aprender nuevas ha- bilidades comportamentales y, por lo tanto, cambiar, esta distinción se queda funda- mental. Una persona cambia cuando cambia sus comportamientos, pero también sus actitudes. Cambios de comportamiento pueden ser fáciles, pero no son resistentes al tiempo y no pueden ser generalizables para todos los contextos de la vida de una persona. Los cambios de actitudes son más duraderos, consistentes a lo largo del tiem- po y a lo largo de los ambientes, son más importantes porque acarrean un cambio legítimo en la persona. Por lo tanto, cuando queremos cambiar, cambiar verdaderamen- te, debemos cambiar nuestras actitudes. Aprender nuevas habilidades comporta- mentales, como en el caso de nuestra asig- natura, significa cambiar nuestras actitudes. ¿Entendieron la diferencia? 20GESTIÓN DE PERSONAS Ejemplo Vamos a un ejemplo que puede ayu- darnos en el entendimiento de la diferencia entre comportamiento y actitud. Digamos que ustedes sean gestores de determina- do sector de una organización y tienen un empleado, que es su subordinado, que siempre llega atrasado al trabajo, ocasiona- do trastornos en la ejecución de las tareas del sector. Después de sucesivos atrasos, ustedes deciden llamarlo para conversar, alertándolo sobre su comportamiento inadecuado de llegar atrasado, sobre los problemas causados. Lo alertan sobre la posibilidad de recibir una advertencia, y le piden que eso no se repita más. Después del día de esta conversación, el referido empleado no se atrasa, llega a la hora cierta por algunos días. Podemos suponer que hubo un cambio de comportamiento por parte de él. El comportamiento de atraso fue sustituido por el comportamiento de la puntualidad en el trabajo. Pero, ¿Cuál será la sorpresa, después de dos o tres días? Él vuelve al antiguo comportamiento, vuelve a atrasarse. Será necesario tener una nueva charla, un cambio en el abordaje con él, pues podemos presuponer que la primera charla provocó solamente un cambio de comportamiento en el funcionario, y no un cambio de actitud. Podemos presuponer que él cambió sólo, superficialmente, su comportamiento para atender una orden o un pedido suyo, por miedo de castigos, pero no hubo un legítimo cambio en su interior. Si hubiera habido un cambio de actitud, él permanecería siendo puntual porque ten- dría ganas de ser puntual y comprendería el porqué. Habría cambiado sus emociones y sus pensamientos. Podemos presuponer que él se comportó, puntualmente, por algunos días, pero no entendió la real necesidad de ser puntual, y, sus deseos no eran esos. La puntualidad, como resultado de un cambio legítimo de comportamiento, sería resultado de emociones y pensamientos de puntua- lidad, y sería duradera. 21GESTIÓN DE PERSONAS Esperamos que este ejemplo sencillo les haya ayudado a comprender la dife- rencia entre los posibles tipos de cambios que pueden ocurrir en el comportamiento humano, y a entender los cambios deseables, los cuales ayudan en el desarrollo de nuevas competencias. Éstos son los cambios de ac- titudes. Recuerden, el Sol al otro lado de la vereda. ¡Cambiarse para el Sol al otro lado de la vereda, significa cambiar de actitud ante las circunstancias de la vida! Anteriormente, en nuestro texto, mientras explicábamos la diferencia entre personalidad, actitudes y comportamien- tos, trajimos para nuestro estudio algunos conceptos nuevos. Luego, los veremos nue- vamente. Dijimos que algunas veces no cono- cemos algunos de nuestros pensamientos y de nuestras emociones. Que pensamientos,ideas y emociones pueden estar inconscien- tes. Ésta es una idea importante que debe ser bien entendida, cuando hablamos sobre comportamiento humano. Gran parte de nuestro mundo inte- rior, de aquello que compone nuestra per- sonalidad, son causas internas de nuestros comportamientos y actitudes inconscientes, lo que significa decir que está “escondido” de nosotros mismos, que está lejos del acceso inmediato de nuestra atención, de nuestra consciencia. Existe “un mundo” dentro de nosotros donde no tenemos acceso inme- diato, porque está inconsciente, es desco- nocido para nosotros. Buenos ejemplos, de esto, son todos los aspectos que componen nuestra personalidad, los pensamientos que acompañan nuestras acciones, y nuestras emociones. Si alguien les pregunta ahora por qué escogieron este curso superior que están haciendo, ustedes pueden citar varios motivos para la elección. Pero, ciertamente, existen otros motivos, inconscientes, a los cuales ustedes no tengan acceso inmediato con su atención y que determinaron, de manera bien importante, su elección. Además de ese sentido de desconoci- do, el término inconsciente puede referirse a “un lugar” que está dentro de nosotros, una parte de nuestra personalidad llama- da inconsciente. Esta parte inconsciente de nuestra personalidad, que es llamada, también, ID, compone aquello que la teoría psicoanalítica freudiana llama personalidad. Para esta teoría, que nos sirve mucho para alcanzar un entendimiento profundo sobre nuestro comportamiento, nuestra persona- lidad, está compuesta por tres partes: id, ego y superego (Schultz & Schultz, 2002). Entenderemos, un poco más, sobre esta teoría psicoanalítica de la personalidad. Ella nos ayudará a comprender las razones “escondidas” de nuestros comportamientos. Y comprender las razones escondidas de nuestros comportamientos nos dará subsi- dios para, posteriormente, poder cambiar- los. Por lo tanto, esta teoría, que es una de las varias teorías sobre personalidad que existen, merece nuestra atención. 22GESTIÓN DE PERSONAS Estructura de la Personalidad, de acuerdo con la Teoría Psicoanalítica De acuerdo con la teoría psicoanalí- tica de la personalidad (Schultz & Schultz, 2002), nuestra personalidad está compuesta de la siguiente manera. Describiremos y entenderemos cada una de estas partes. Pero antes, haremos algunas consideraciones importantes para comprender la formación de la personali- dad. Es importante destacar que, de estas tres partes, en tesis, la única, que está pre- sente cuando nascemos es el ID. El ego y el superego son resultado de una “construc- ción” a lo largo de los primeros años de la infancia. Esta construcción o formación ocurre durante, a través y dependiendo de las relaciones interpersonales que el niño establece con los adultos que lo cuidan. Decimos, normalmente, que las relaciones que los padres establecen con el niño son las que “forman” su personalidad. Es importante destacar aquí, que, cuando hablamos sobre padres, no nos estamos refiriendo necesariamente a los padres biológicos. Cuando hablamos sobre términos de estructuración de la personali- dad, el término “padres” se refiere a aquellas personas que establecen relaciones inter- personales y que crean vínculos afectivos con el niño, que son significativas para su socialización y educación, de manera ge- neral. Pueden ser los padres biológicos, los padres adoptivos, otros parientes, o cual- quier otra persona, sin vínculo biológico con él, pero que sea importante a lo longo de su infancia. ID: El id (también llamado incons- ciente) es una parte inconsciente de nuestra personalidad. Es la única parte que nace con nosotros, por lo tanto, es innato. El id es Teoría Psicoanalítica de la Personalidad Fonte: Igor G. Zattera (2016) 23GESTIÓN DE PERSONAS el depósito de nuestros instintos, contiene nuestro instinto de vida y nuestro instin- to de muerte y sus respectivas energías, llamadas libido y agresividad. Funciona como un depósito de energía psíquica y funciona, de acuerdo, con el llamado prin- cipio del placer. Esto quiere decir que el id “nos empuja” para buscar la satisfacción de nuestras energías instintivas. No tiene noción de la realidad y funciona como un bebé llorón que desea que todos sus deseos sean satisfechos inmediatamente. No sabe esperar, no tolera frustraciones. Es la par- te instintiva de nuestra personalidad, que quiere solamente gratificación y placer, no lleva en consideración el mundo real, las otras personas o la moralidad. Como de- cimos, en el lenguaje de sentido común, el id es nuestro lado “animal”, nuestro lado B, amoral e instintivo. Allí, también, quedan almacenadas nuestras memorias infantiles, experiencias que vamos “olvidando” a lo lar- go de la vida. En realidad, nada es olvidado. Todo va para ese depósito de emociones e instintos llamado inconsciente. Superego: el superego es el enemigo número uno del id. También inconsciente y funcionado como una barrera represora de los instintos del id. El superego es la parte de nuestra personalidad que funciona como una barrera, una censura interna para las satisfacciones impiedosas del id. Es el responsable por nuestros frenos morales, por nuestros límites, por el control interno de nuestros deseos instintivos. El superego no nace con nosotros, él es una parte de la personalidad desarrollada a través de la asi- milación, por parte del niño, de los límites y órdenes que recibe de los adultos respon- sables por su socialización y educación. Los sentimientos de remordimientos, de culpa, de “peso en la consciencia” cuando hacemos algo que puede ser juzgado o considerado errado, son frutos del superego. Entonces, el superego es nuestro lí- mite interno, nuestra ley, nuestra norma, que cargamos dentro de nosotros para li- mitar y controlar nuestro comportamiento. Si no tuviéramos superego, actuaríamos con base en el principio del placer, solamente, o sea, seríamos esclavos de nuestros deseos instintivos. Todos nuestros comportamien- tos serían para buscar placer y evitar sufri- miento, sin importar las consecuencias que ellos tendrían en el mundo real a nuestro alrededor. Esta parte, responsable por nuestra censura moral, difiere de intensidad en cada persona. Algunos sujetos tienen un supe- rego más rígido, casi como se estuviesen cargando un “tirano” dentro de sí, que los castiga y que les hace despertar intensos sentimientos de culpa y de remordimien- to ante el menor pensamiento, fantasía o acto que tenga por objetivo satisfacer algún deseo instintivo. Otras personas, a su vez, presentan un superego más tenue, menos severo, que no las castiga tanto ante sus deseos instintivos. Estas diferencias en la severidad del superego provocan algunas de las diferencias entre las personas, de- jándolas más o menos controladas, más o menos severas para consigo mismas o con los otros. Además de eso, esta diferencia de severidad del superego, también, responde por las diferencias de comportamientos, El superego posee una parte inconsciente y una parte preconsciente, que quiere decir, fácilmente, nuestra tensión. 24GESTIÓN DE PERSONAS más o menos audaces, más o menos arries- gados que podemos encontrar en las per- sonas. Cuanto más severo sea el superego, más controlada, menos arriesgada y menos audaz será la persona. ¿De dónde viene esta diferencia del superego en las personas? ¿Por qué él es tan severo en algunas y tan permisivo en otras? Una de las principales causas de es- tas diferencias es lo que llamamos prácti- cas educativas parentales (Bee, 1997). Las prácticas educativas parentales son todos los comportamientos que los adultos, que educan a un niño, tienen con relación a él. Son las acciones que, los que educan, tienen, y la manera de relacionarse con el niño, en el intuito de socializarlo y enseñarle los comportamientos adecuados, a lo largo de su desarrollo. Cuando los adultos educan a un niño,utilizan acciones más enérgicas, autoritarias, con amenazas y castigos, castigándolo física y psicológicamente ante sus desobediencias, éstas acciones que, a su vez, son llamadas prácticas parentales autoritarias, se trans- forman en una probable estructuración de un superego más severo y rígido. Ocurre como si la autoridad punitiva y la severidad de los adultos se transforma- sen en una autoridad muy severa “dentro de la personalidad”. Por otro lado, si las prácticas parentales son menos severas, más amenas, más calurosas y más permisivas con los comportamientos y desobediencias del niño, su superego no será tan severo. Así, como los adultos eran más condescen- dientes con sus travesuras en la infancia, él será más condescendiente consigo mismo cuando sea adulto. Si ustedes no tuvieran superego, a la menor señal de algún deseo, o del surgi- miento de algo más placentero para hacer, abandonarían esta lectura, se levantarían del lugar donde están e irían a hacer algo que les trajera alguna sensación más placentera que leer y estudiar. Ustedes no necesitan que alguien les diga que deben quedarse ahí leyendo y estudiando hasta el final de la tarea. Ustedes saben y sienten que, eso, es lo correcto a ser hecho. Eso es el resul- tado de su autocontrol interno, efecto de su superego. Ego. Finalmente tenemos el ego, la parte más superficial de la personali- dad, que mantiene nuestro contacto con la realidad. Podemos definir el ego como el mediador entre los deseos instintivos del id, las demandas represivas del superego y las demandas del mundo externo. Vean que el ego, que también es desarrollado a lo largo de las experiencias de vida, posee muchos “señores” a quien servir, con quien negociar, y a quien atender. El ego debe siempre mantener el equilibrio entre todos los deseos internos advenidos del id y del superego, y el mundo real, que está fuera de la persona. Sin embargo, él necesita ser fuerte, para conseguir realizar todas estas tareas y mantener a la persona en contacto con la realidad. El ego no puede impedir, completamente, los deseos del id, él debe atenderlos llevando en consideración las limitaciones de la realidad y extraer su ener- gía y fuerza de él. Después de estas consideraciones, podemos percibir que nuestra personali- dad es prácticamente un ring de una lucha constante. Las tres partes: id, ego y supe- rego, están constantemente en conflicto, 25GESTIÓN DE PERSONAS luchando por intereses antagónicos, con deseos opuestos, y, mantener este equilibrio constante no es una tarea fácil. El ego ne- cesita ser capaz de comprender y atender a todos y, aún más, adecuarse a las presiones externas venidas de los ambientes. Vamos a usar un ejemplo lúdico para ilustrar esta constante lucha que se traba en nuestro interior. Digamos que ustedes están al aire libre, en la orilla de precipicio, en un paisaje increíblemente lindo. Sienten un deseo loco de saltar para experimen- tar una sensación nunca conocida antes. Imaginen, ustedes, con los pies bien en la orilla del precipicio, mirando para abajo. En este exacto momento, cada una de las partes les dice algo diferente: el id grita entusiasmado ¡“anden, tírense, será óptimo, sentirán un placer increíble”! El superego, aterrorizado, y afirmando un látigo en las manos, les mira severamente y dice con voz grave y firme: “ ¡De ninguna manera, no hagan eso, o serán severamente castigados! ¡No se arriesguen a ceder a los deseos de aquel loco!” Y, para resolver eso, llega el ego, con su racionalidad y paciencia y propone: “entonces, quien sabe vamos a buscar un paracaídas para poder saltar, para disfrutar del placer, pero sin tantos riesgos”. ¿Comprendieron cómo funciona el conflicto? ¡HORA DE PARAR Y PENSAR! Ahora, para ejercitar mentalmente esta comprensión sobre el llamado conflicto psíquico que es natural e inherente a nuestra personalidad, intenten imaginar o recordar una situación vivida por ustedes, en la cual hayan probado o sentido, estas diferentes fuerzas actuando en sí. Un deseo muy gran- de de hacer algo extremamente placente- ro, una censura interna o remordimiento diciéndoles que no lo hagan, y la solución mediadora, encontrada por ustedes, para salir de esa situación de conflicto. Si prestan atención en sí mismos, y se concentran, encontrarán muchos y muchos ejemplos de eso en su cotidiano. 26GESTIÓN DE PERSONAS Vivimos, todo el tiempo, en con- flicto y la manera como lidiamos con esos conflictos inconscientes es crucial para el desarrollo de nuestras habilidades com- portamentales, para la comprensión del comportamiento de los otros, y del propio. Cada vez que miramos para una persona, no podemos olvidarnos de que ella está viviendo una batalla interna, mismo sin saber, y que sus comportamientos y ac- titudes exprimen esta batalla. Vean que, conocer estas cuestiones sobre el conflicto de las partes de nuestra personalidad debe ayudarnos a entender mejor nuestro pro- pio comportamiento y comprender, de una manera más generosa, los comportamientos ajenos, sin juicios previos. Cada uno vive y lucha como puede y resuelve esta batalla interna de su perso- nalidad de la mejor manera que consigue. Es importante destacar que en esta batalla el papel del ego y de su capacidad de lidiar con todas las demandas, advenidas de dentro y de fuera es esencial. Las personas necesitan desarrollar aquello que llamamos ego fuerte, robusto, resistente. Que no se acobarde ante los deseos instintivos del id, que no se deje dominar por la censura y culpa causadas por el superego, y que no se preocupe solamente en atender las deman- das y patrones de la realidad externa de la persona. Él necesita ser capaz de atender, de forma eficaz, todos estos deseos juntos, ser un negociador, un mediador, utilizar la energía del id en favor de la productividad. De la energía del id el ego debe extraer su fuerza máxima para producir, vivir, estudiar, amar, en fin, vivir. El id funciona como una fuente de energía, que necesita ser bien utilizada por el ego. Por lo tanto, el ego no debe amedrentarse ante el id, pero, sí, saber extraer lo mejor de nuestros deseos instintivos. Anteriormente, cuando hablamos del superego, hablamos sobre su origen. Y el ego, ¿De dónde viene? ¿Cómo se forma? Antes de hablar sobre eso, vamos para otra reflexión importante, que puede ayudarlos a entender todo lo que estamos estudiando aquí. Cuando hablamos de desarrollo hu- mano, de manera general, o sea, cuando es- tamos dialogando sobre el largo y continuo proceso por el cual, una persona, desde su nacimiento, hasta su muerte, se desarro- lla, madura su cuerpo y perfecciona sus aptitudes físicas, emocionales, sociales e intelectuales (Bee, 1997), estamos remi- tiéndonos a algo que ocurre de fuera para dentro. El proceso de desarrollo requiere colocar cosas que “estaban fuera de la per- sona para dentro”. Cuando proferimos el desarrollo de la personalidad, esto es aún más relevante. Bueno, ¿Qué es eso? ¿Qué es ese proceso de “colocar para dentro lo que está fuera? Ese proceso de desarrollo, de evolución del ser humano ocurre a través de dos mecanismos psicológicos o mentales llamados de internalización e identificación. A través de ellos, colocamos para dentro de nosotros, todo lo que ocurre desde los primeros meses de vida; cosas, personas, eventos que están en el ambiente, fuera de nuestro cuerpo y de nuestra mente. Veamos dos ejemplos que nos ayu- darán a entender esto. Normalmente deci- mos, en el sentido común que, una persona adulta sólo sabrá amar si fue un niño amado durante su infancia. El amor de los padres 27GESTIÓN DE PERSONAS (que está fuera de él) pasa para dentro de él, a través de los mecanismos citados, él guarda ese amor dentro de sí, el cual pasa a formar parte de él, y, posteriormente, co- locará, nuevamente, ese amor para fuera en sus relaciones interpersonales. Otro ejemplo es aquel que describi- mos antes,cuando explicamos la formación del superego. ¿Recuerdan? Hablamos que la autoridad, las puniciones que son hechas por los padres (que están fuera del niño) son internalizados formando el superego. Cuando él está formado, la autoridad y la punición están dentro del niño (en el superego). Por supuesto, que todos estos procesos ocurren inconscientemente, lejos de la consciencia del niño o adulto, pero es así que las cosas internas, nuestro mundo interior, nuestra personalidad “va creando cuerpo” y existiendo. Bueno, en la formación del ego ocu- rre la misma cosa. Él no nace con nosotros, es formado a lo largo de la vida a través de las relaciones interpersonales que el niño y, después, el adulto, establecen con las per- sonas que están a su alrededor, y que son significativas para su vida. El ego es como un mosaico, formado por las relaciones in- terpersonales que vamos estableciendo des- de nuestro nacimiento. Cada relación que es importante es “colocada para dentro” a través de la internalización e identificación, y pasa a componer este ego. El ego es la suma de todas nuestras relaciones interpersonales. Pero, no es cual- quier relación interpersonal que construye el ego. Solamente aquellas relaciones que traen en sí aquello que llamamos de vínculo afectivo. Dicho de otra manera, podemos decir que nuestro ego está formado por los vínculos afectivos que vamos teniendo a lo largo de la vida. Pero, ¿Cuál es la diferencia entre relación interpersonal y vínculo afectivo? ¡Vamos a los ejemplos! ¡Presten atención, esto es muy importante! 28GESTIÓN DE PERSONAS VS Si ustedes están dentro de un ascensor o en una fila cualquiera y empiezan a interactuar con las personas, podrán hasta establecer una relación interpersonal con ellas. Ustedes conversarán, sonreirán, harán gestos, en fin, interactuarán con estas personas que, antes de aquel mo- mento, ustedes desconocían. Después que ustedes salgan del ascensor o de la fila, la relación terminará y, probablemente, estas personas no serán más significativas en sus vidas. Generalmente ocurre eso. Ustedes no formaron vínculos afectivos con ellas, solamente tuvieron una rela- ción interpersonal. No establecieron una relación de afecto, a principio, ustedes no tienen ningún afecto por aquellas personas del ascensor o de la fila, ellas no despertarán ninguna emoción en ustedes. Entonces, el vínculo afectivo es algo mayor, más profundo, más significativo que una relación interpersonal. Podemos tener relaciones personales que no tienen, no generan, no son acompañadas por vínculos afectivos. Establecer vínculo afectivo con alguien es conectarse, afecti- vamente, con alguien, y vivir un cambio de afectos, de emociones, tanto positivas como negativas. Vincularse afectivamente con alguien signi- fica que esa persona pasará a ser importante para ustedes. Ella pasará a formar parte de su ego, será significativa para ustedes. Relaciones con vínculos afectivos, como el propio nombre lo dice, son llenas de afecto, de emociones calurosas. Son conexiones afectivas, hilos de afecto que unen a las personas unas con las otras, de manera que establezcan cambios satisfactorios. Tienden a ser más duraderas y son, porque son “colocadas para dentro de la persona”, más importantes e impactantes para la vida. Es como si nuestro ego cargase en sí todas las personas con las cuales establecemos vínculos afectivos desde nuestro nacimiento. 29GESTIÓN DE PERSONAS Entonces, ¿De qué manera nuestro ego es importante?Recordando que él está formado por los vínculos afectivos que es- tablecemos a lo largo de la vida. Y, en esa formación, los vínculos afectivos iniciales, que establecemos durante los primeros años de vida, son los más importantes. Volvere- mos a hablar de eso más adelante, cuando entremos en el asunto de las fases del de- sarrollo de la personalidad. Mientras más satisfactorios sean los vínculos afectivos que un niño establezca en la infancia, más fuerte y robusto será su ego y, tendrá más fuerza para lidiar con las demandas internas y del ambiente externo. Pero, ¿Qué son vínculos satisfactorios en la infancia? ¿Qué tipo de vínculo entre niño y adultos consigue formar un ego saludable, fuerte y robusto? Son los vínculos verda- deramente legítimos. Aquellos que ocurren entre el niño y los adultos que lo rodean, con las siguientes características: respeto por las necesidades del niño, demostra- ciones verdaderas y naturales de afectos, y constancia. En resumen, vínculos que le hagan al niño sentirse respetado, aceptado, amado y en seguridad. También podemos recordar del Sol al otro lado de la vereda. Las personas que están en el Sol al otro lado de la vereda, nor- malmente, tienen un ego fuerte. Resultado de un buen desarrollo de la personalidad o de un proceso de autodesarrollo. A ellas les gusta establecer vínculos afectivos con las otras personas, se sienten bien vinculándose afectivamente con los otros, saben y les gusta demostrar sus afectos, y eso las deja muy carismáticas. Fíjense que, a lo largo de nuestra vida, se puede establecer un círculo virtuoso o vicioso, en términos de relaciones interper- sonales. Probablemente ellas tuvieron, en su infancia, algún tipo de relación interperso- nal muy satisfactoria, cargada de vínculos afectivos, que construyeron un ego fuerte y saludable. A ese ego fuerte, a su vez, en la edad adulta, le gusta y busca establecer vínculos afectivos con las personas, con las cuales interactúa, lo que refuerza las características positivas del ego, y dejan el ambiente de la persona mucho mejor. Así, todos queremos y necesitamos vincularnos afectivamente con los otros. Las personas que tienen un ego frá- gil, poco apto para lidiar con sus conflictos internos y con las presiones del ambiente externo, probablemente sean el resultado de historias de vida marcadas por relaciones interpersonales sin vínculos afectivos, poco afectivos o fríos. Y, a su vez, cuando sean adultos, tenderán a repetir este patrón de relaciones interpersonales frías, distantes, sin afecto, justamente, porque no vivieron eso. Pero nada, como ya dijimos anterior- mente, que no pueda ser alterado. Si quieren estudiar más sobre estos conceptos, deben buscar algún libro básico sobre Psicología y sus corrientes teóricas, o sobre teorías de la personalidad. Les aconsejo el libro clásico, Historia de la Psicología Moderna, de Schultz e Schultz, en cualquier edición. 30GESTIÓN DE PERSONAS Fases del desarrollo de la personalidad y trazos de personalidad. Después de los conceptos de com- portamiento, actitudes y personalidad, es importante que estudiemos más detalla- damente las fases del desarrollo de esta personalidad. Dijimos que este desarrollo es una especie de construcción, que ocu- rre en etapas sucesivas durante las nuevas adquisiciones que van ocurriendo, nuevos procesos de internalización e identifica- ción. Las etapas que veremos ahora, están descritas por la teoría psicoanalítica del desarrollo de la personalidad (Schultz & Schultz, 2002). Son consideradas etapas universales, lo que quiere decir que, con algunas varia- ciones, todos los niños, de todas las culturas, pasan por ellas a lo largo de su infancia. Las etapas acompañan la edad cronoló- gica, conteniendo pequeñas variaciones, que pueden estar relacionadas a los tipos de ambientes en que el niño está sometido. Lo importante es entender lo que cada etapa agrega en términos de formación de la personalidad, para que podamos pro- fundizar nuestro entendimiento sobre el comportamiento humano. En cada fase, o etapa, el niño tiene tareas para cumplir, demandas internas con las cuales tiene que aprender a lidiar, deseos que buscan satisfacción, demandas de su ambiente externo que lo presionan, y debe desarrollar determinadas características que la acompañarán por el resto de la vida. En cada fase, él aprenderá, convivien- do, interactuando y vinculándose con los adultosque están a su alrededor, un modelo, un patrón de relación social y afectiva, que tiende a cristalizarse y a formar parte de su perfil de personalidad, cuando llegue a la fase adulta. Es importante decir que, cuando hablamos de desarrollo humano, necesita- mos entender que es un proceso continuo de desarrollo de los varios aspectos del ser humano: aspectos físicos, aspectos cogni- tivos, aspectos sociales, aspectos afectivos. Aquí enfatizaremos el desarrollo afectivo y social porque será él que marcará la ma- nera como las personas se comportarán en interacción con las otras, y la manera como podrán modificar su personalidad, actitudes y comportamientos en la vida adulta. Las fases del desarrollo de la perso- nalidad son llamadas, dentro del contexto de la teoría psicoanalítica, fases o etapas psicosexuales del desarrollo de la perso- nalidad (Schultz & Schultz, 2002). Ellos tienen este nombre porque son una sucesión de fases, siendo que en cada una la energía instintiva del niño está “conectada” a un área de su cuerpo, que pasa a funcionar como una verdadera zona erógena, y que “comanda” todas sus relaciones interpersonales. Vemos, por lo tanto, que la cuestión de la sexualidad (no del sexo), es una cuestión importante para el desarrollo de la personalidad. El desarrollo de la personalidad es el propio desarrollo de la sexualidad de una persona. Pero, atención, cuando hablamos de sexualidad, ¿Qué es lo que queremos decir? 31GESTIÓN DE PERSONAS Sexualidad es energía. La energía vital que nos mueve, que nos impulsa para todas las formas de desarrollo que podemos probar en la vida. En este contexto, que estamos estudiando, el desarrollo de la perso- nalidad, a partir del punto de vista de la teoría psicoanalítica, sexualidad no significa actos sexuales. La sexualidad, que está presente en el ser humano desde nuestro nacimiento, tiene que ver con la obtención de un placer difuso en varias partes del cuerpo a lo largo de la vida, y con la constante búsqueda de placer, son impulsadas por nuestro instinto. La sexualidad tiene que ver con placer, con impulso para la ac- ción, con la búsqueda de varios tipos de placer, con el deseo de moverse de varias formas para buscar satisfacciones de varios tipos. En fin, la sexualidad es un término amplio, que significa el deseo de vivir, buscar placer y sentirse satisfecho. Podemos decir, que la sexualidad, en este amplio y vital sentido, tiene todo que ver con la postura de las personas que viven en el ¡Sol al otro lado de la vereda! 32GESTIÓN DE PERSONAS Después de esta observación, que es importante para el entendimiento de este desarrollo de la personalidad que estamos estudiando, vamos a volver para las fases. Al lado, presentamos una tabla con las fases psicosexuales del desarrollo de la personalidad y, a seguir, veremos la explica- ción de cada una de ellas, recordando que lo que ocurre con la energía sexual – libido – es lo que comandará el surgimiento de las fases y la importancia que, cada una de ellas, tiene en la formación de las características de la personalidad. Es importante, en este momento, como siempre, que rescatemos el propósito de estar estudiando las fases del desarrollo de la personalidad. Estamos aprendiendo sobre eso, para tener subsidios de com- prensión, de una manera más profunda y robusta, sobre los comportamientos huma- nos, sean los nuestros, o los de las personas que nos rodean. Es siempre importante recordar eso, para ir “formando”, en sus mentes, ideas coherentes y cohesivas sobre el entendimiento del ser humano. Fase oral: primera fase del desarrollo, que va desde el nacimiento hasta el segun- do año de vida. En esta fase, la principal fuente de placer de la libido del niño son las actividades relacionadas a su alimentación. Ella obtiene placer en la succión, y poste- riormente, en las mordidas, y la sensación del alimento (leche) entrando por su cuerpo es una fuente maravillosa de placer. El placer viene, también, de todo el contacto corporal que el niño tiene con la madre, tales como la caricia, el acurruco, el olor de la madre, su seguridad al ser tocado. Todo eso, junto con la alimentación, com- pone el conjunto de fuentes de placer del niño y contribuyen para la formación del ego incipiente. El niño está totalmente de- pendiente de la figura materna que lo cuida, Nome da Fase Idade Média Características ORAL 0-1 Predominancia del id, siendo la boca la principal fuente de placer, obtenido por la succión. ANAL 1-3 En función del entrenamiento de los hábitos de higiene, la re-gión anal pasa a ser la principal fuente de placer. FÁLICA O GENITAL INFANTIL 4-5 Fase del placer con fantasías incestuosas. Fase del Complejo de Edipo. Formación del superego. LATENCIA 5 - Pubertad Fase de sublimación de los instintos sexuales. GENITAL ADULTA Adolescencia en adelante Fase del desarrollo de la identidad sexual, del papel sexual y de relaciones adultas. Consolidación de la personalidad. Tabla de las Fases Psicosexuales del Desarrollo de la Personalidad Fo nt e: B ee (2 00 7) 33GESTIÓN DE PERSONAS y entre esta figura y el niño va ocurriendo un aprendizaje: ambos aprenden a amarse. Ésta será la primera relación interpersonal del niño, su primer vínculo afectivo, y por eso mismo, el más poderoso de su vida. La manera cómo la madre consigue atender las necesidades del niño, que son solamente instintivas, será fundamental para el inicio de la formación de su mundo interior, de su ego. Será en el contexto de esta relación, dependiendo de lo que ocu- rre con este dúo, que el niño aprenderá si el mundo es bueno o malo, si es un lugar satisfactorio o no para sus necesidades, si es seguro o peligroso. Toda esta relación oral y de dependencia, que es fuente de placer, será internalizada, “colocada para dentro”, empezando a formar el ego del niño. En esta fase el niño pequeño nece- sita aprender a sentir que la figura mater- na satisfará sus necesidades, que él estará amparado y que la madre es alguien en quien puede confiar, pues lo ayudará con sus necesidades. Los comportamientos orales que demostramos en la edad adulta, que nos dan satisfacción, tales como besar, comer o beber, hablar mucho, son comportamientos originados en esta fase de la vida, donde el placer provenía de actividades relacionadas a la boca. Fase anal: con el crecimiento y de- sarrollo físico, a partir del segundo año de vida, el niño va disminuyendo su total de- pendencia de la figura materna. Se empieza a percibir como un ser separado de la madre, más autónomo, con las posibilidades de locomoción, tiene mayor independencia y autonomía. En esta fase, también son fundamentales las prácticas educativas parentales, relacionadas al entrenamiento del control de los esfínteres. Este entrena- miento tendrá importancia fundamental en la continuidad de la Formación de la personalidad. Para esta teoría, la defecación trae un placer sexual para el niño. El placer que él sentía en la fase anterior, al alimentarse, ahora lo siente al defecar y al controlar sus propios esfínteres. Además de eso, los productos fecales serán percibidos por el niño como el primer pro- ducto que él hace y entrega al mundo, “su hez es algo valioso”, que él hace y entrega para los adultos, y espera que sea recibida con cuidado y cariño. Entonces, ahora, diferente de la fase anterior, el niño tendrá que aprender a li- diar con un obstáculo en la búsqueda de la gratificación de sus necesidades: el en- trenamiento higiénico impuesto por sus padres, que no permitirá que él dé flujo a todos sus instintos libidinosos. Él tendrá que aprender a abandonar el placer anal tan deseado para agradar a sus padres. Esta fase será, por lo tanto, más con- flictiva, para todos los envueltos, que la anterior: niños y padres. El niño aprende que tiene un arma para ser usada contra los padres: la desobediencia a sus pedidos de control de la hez y de la orina. Élaprende que tiene el control sobre algo importante, su entrenamiento de higiene, y que pue- de optar o no por actuar de acuerdo con las demandas de los padres. De acuerdo con el grado de exigencia de los padres, el niño aprenderá a manipularlos, pudien- do presentar comportamientos de rabie- ta, desobediencia, protesta, haciendo sus necesidades en locales y de maneras bien diferentes de aquellas que los padres tanto le piden. También podrá aprender a rete- ner sus heces, lo que podrá ser otra técnica de manipulación de los adultos. Lo cierto es que, cuanto mayor sea la rigidez de los adultos con relación al entrenamiento de la higiene, más el niño aprenderá formas de combatir esta rigidez y manipular a los padres, pues él entiende que tiene derecho 34GESTIÓN DE PERSONAS a tener placer y a comandar estos aspectos tan importantes y recién descubiertos de sí mismo: sus actividades fecales. Entonces, perciban que la relación de puro amor y satisfacción de la fase oral cede lugar a una relación conflictiva, que es presentada para el niño con los dramas y los desafíos que tendrá que enfrentar desde aquí en adelante: la satisfacción de sus de- seos instintivos x la obediencia a los otros que están en el mundo externo. A partir de la fase anal, el ego (que está aprendiendo a relacionarse y, simul- táneamente, formándose a través de las interiorizaciones e identificaciones) tendrá que aprender a lidiar con relaciones inter- personales más conflictivas, más frustran- tes. Los vínculos afectivos pasan a no ser establecidos, solamente, en relaciones de amor y satisfacción, pero sí en relaciones de amor y odio, de gratificación y frustración. Vean que, en esa fase ocurre un pro- ceso largo y suave de socialización del niño, la cual traerá grandes cambios graduales en la formación de su ego. La socialización es un proceso continuo, en el cual, el individuo, a lo largo de la vida, aprende e identifica hábitos y valores característicos que lo ayu- dan en el desarrollo de su personalidad y en la integración de su grupo, dejándolo sociable. Estos hábitos no son innatos. Es importante notar que existen dife- rentes procesos de socialización, de acuerdo con la sociedad que estamos insertados, que utilizan diferentes prácticas educativas. Cualquiera que sea la clase social y la reali- dad, los procesos de socialización son muy diversos y pueden ocurrir entre personas que viven en un barrio pobre, por ejemplo, o entre los burgueses que viven en una gran capital. Pero todos estos procesos tienen un objetivo común: “domar” los deseos instin- tivos del niño y enseñarle a comportarse de acuerdo con los parámetros de la sociedad, en la cual está siendo educado. Fase Fálica o Genital Infantil: con su crecimiento continuo, con su entendi- miento de la realidad siendo ampliado, el niño entra en la tercera fase del desarrollo. En esta fase, el enfoque del placer pasa de la región anal del cuerpo para los genitales, trayendo un nuevo conjunto de conflictos para las relaciones interpersonales del niño con sus padres. Nuevamente, el niño en- contrará batallas entre la búsqueda de la satisfacción de sus deseos inconscientes y Antes de continuar las fases del desarrollo, ¡Haremos una pausa! A estas alturas, ustedes deben estar pensando: ¡“Cuanta cosa que ocurre y pasa en la cabeza de un niño tan pequeño”! ¡“No me acuerdo de eso en mi propia infancia”! Es importante que recordemos que todos estos acontecimientos, la memoria afectiva de ellos, los resultados de todas estas fases están guardados en nuestro inconsciente. ¿Recuerdan cuando hablamos que el in- consciente guarda todas nuestras memorias infantiles? Las experiencias, emociones, sentimientos, afectos, los vínculos vivi- dos a lo largo de estas fases, todo eso está guardado en el fondo de nuestra mente, en nuestro inconsciente. Y, desde allá, coman- dan e influyen nuestros comportamientos y actitudes. 35GESTIÓN DE PERSONAS las demandas de la sociedad, materializadas en las prácticas educativas de sus padres. Ahora el placer sexual será obtenido en la explotación y manipulación de sus genitales. El niño también empieza a tener mucha curiosidad sobre su origen, sobre el cuerpo humano, sobre el nacimiento de los bebés, y con relación a todos los asuntos relacionados a la sexualidad. Los conflictos vividos por el niño son, para muchas perso- nas, difíciles de ser comprendidos, porque envuelven temas considerados complicados en nuestra cultura, tales como fantasías sexuales y el tabú del incesto. Los conflictos básicos de esa fase se concentran en el deseo inconsciente que el niño siente por su genitor del sexo opuesto, y acompañado por el deseo agresivo incons- ciente de sustituir el genitor del mismo sexo. Fantasías amorosas y agresivas, de rivalidad de pasión, pueblan el inconsciente del niño, chico o chica, y moldarán sus comporta- mientos en esta edad. El chico desea ser “el príncipe”, el amor de la madre, y la chica desea ser “la princesa”, el amor de su padre. Cabe recordar, aquí, que estas vivencias no son necesariamente relacionadas a los padres biológicos. Cualquier persona adul- ta que sea importante en la vida del niño, podrá desempeñar estos papeles de padre y madre y despertar estos sentimientos de amor y odio en el niño. Y, por sentir sentimientos tan inten- sos, ambivalentes y considerados condena- bles, el niño siente culpa y remordimiento. Culpa y remordimiento por desear cosas malas para el genitor del sexo opuesto, con- siderado rival en sus fantasías de amor. En realidad, en esta fase, el niño vive un trián- gulo amoroso con sus padres, con todas las emociones y dolores que un triángulo amoroso puede traer. Para encerrar esta fase, el niño necesitará, a través de las prácticas educativas firmes, pero amorosas, de sus padres, comprender que necesita abando- nar sus deseos amorosos, que ese triángu- lo amoroso es inviable, y que él tiene que conformarse con eso. Al final de la fase, el niño necesitará estar apto para comprender y vivir la sensación de que todos sus deseos instintivos no son y no podrán ser satisfe- chos, ni ahora, ni a lo largo de su vida. Y, ese fundamental entendimiento, será obra del superego, el cual estará completamente formado. Es él que hará que el niño abdi- que de sus fantasías amorosas, dejándolo conformado con los límites impuestos por el mundo externo. A través de las tres fases que descri- bimos, que esta parte de la personalidad, llamada superego, y que tiene un papel tan importante en nuestra vida, se fue forman- do, y ahora está en pleno funcionamiento. A partir del final de la fase fálica, el niño estará más apto para controlar su impulsividad, sus ganas y deseos, llevando en consideración las realidades externas y los impedimentos para la plena e inmediata satisfacción de sus deseos. ¡Eso será un avance increíble y fundamental en su desarrollo! 36GESTIÓN DE PERSONAS Y, en esta formación, el equilibrio de las prácticas educativas parentales es fundamental. Los padres, en su compor- tamiento, en relación al niño, no pueden ser ni muy austeros, ni muy autoritarios y ni muy severos, ni muy permisivos y ni muy condescendientes. A los ojos del niño, los padres pueden parecer muy severos y punitivos. Pero la creciente imposición de límites, al niño, es fundamental para la es- tructuración adecuada de la personalidad. 37GESTIÓN DE PERSONAS La personalidad del niño está en construcción. Y, para que eso ocurra de la forma más saludable posible, para que la edad adulta de él sea capaz de lidiar con el mundo, es necesario hacer un balance entre autoridad y permisión, además de, mucho afecto, siempre. Los vínculos afectivos van ocurriendo mientras son dadas, órdenes, comandos, reglas y cariños, para el niño. Son ellos que van consolidando el ego y van dando fuerza para esta obra que está en construcción – la personalidad. Recordando, siempre, del Sol al otro lado de la vereda,
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