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1 TUMORES CARDÍACOS Los tumores cardíacos son infrecuentes y pueden ocurrir en cualquier edad. La gravedad del cuadro clínico está relacionada con el tamaño, la ubicación (pericárdica, miocárdica, endocárdica o valvular) y la friabilidad del tumor, y no sólo por sus características histopatológicas. La insuficiencia cardíaca es la manifestación cardinal (90%) en los enfermos sintomáticos. El 10% de los pacientes están asintomáticos y el tumor se encuentra incidentalmente en un ECO de rutina u otra técnica de imagen. MANIFESTACIONES CARDÍACAS Los síntomas y signos cardíacos son provocados por: a) obstrucción intracardíaca al flujo sanguíneo que origina insuficiencia cardíaca, b) prolapso tumoral que provoca insuficiencia o estenosis valvular, y c) invasión local que causa trastornos de la contractilidad miocárdica, arritmias (fibrilación o aleteo auriculares) y/o derrame pericárdico, con o sin taponamiento cardíaco. MANIFESTACIONES EXTRACARDÍACAS Las embolias tumorales, sistémicas (accidente isquémico transitorio, accidente cerebrovascular) o pulmonares, aparecen en un 25% de los pacientes y son comunes en los fibroelastomas papilares de la válvula aórtica y en los mixomas de la aurícula izquierda. Los enfermos con tumores pequeños y mínimas manifestaciones cardiovasculares son los que tienen mayor riesgo embolígeno. Los síntomas constitucionales (astenia, pérdida de peso, fiebre, artralgias, mialgias), causados por la liberación de citocinas inflamatorias (interleucina-6), son las manifestaciones iniciales más frecuentes en los pacientes con tumores malignos y mixomas cardíacos. Pueden asociarse con anemia, elevación de la eritrosedimentación y de la proteína C reactiva, y positividad de los autoanticuerpos (factor antinuclear, factor reumatoideo). Los tumores endocárdicos también pueden provocar hemólisis mecánica con o sin anemia. Los tumores malignos primitivos pueden metastatizar u originar cualquier tipo de síndrome paraneoplásico. Tipos de tumores cardíacos La mayoría son benignos (50%-75%) y se originan en el endocardio o las válvulas cardíacas; el más común es el mixoma. 2 TUMORES CARDÍACOS TUMORES BENIGNOS PRIMITIVOS MIXOMA Se origina en las células progenitoras mesenquimáticas multipotenciales. Tiene un aspecto macroscópico parecido al de un trombo organizado, a veces con calcificaciones, forma polipoidea, consistencia gelatinosa y está unido al endocardio por un tallo. El 90% de los mixomas son esporádicos, tres veces más frecuentes en las mujeres y se localizan en la aurícula izquierda. Hasta el 10% de los mixomas aparecen en un síndrome de neoplasias múltiples (complejo de Carney), heredado de manera autosómica dominante (mutación PRKAR1A), que además incluye tumores o hiperactividad endócrina, neurofibromas y lesiones cutáneas pigmentadas. Se diagnostican con mayor frecuencia entre la cuarta y sexta décadas de la vida, por uno o más componentes de la tríada de embolias tumorales, obstrucción intracardíaca y síntomas constitucionales. La variabilidad de los síntomas y signos, a menudo relacionada con cambios posturales, es una característica del mixoma. La ecocardiografía define certeramente la ubicación, tamaño, adherencia y movilidad de estos tumores, así como las consecuencias hemodinámicas que pudieran producir. Otros tumores benignos El fibroelastoma papilar, un papiloma endocárdico pequeño en las válvulas cardíacas, es el segundo tumor cardíaco primario más frecuente en los adultos. El diagnóstico habitualmente es casual, en un ECO realizado por motivos no relacionados o para la evaluación de una fuente de cardioembolia. Los rabdomiomas (casi exclusivamente en los niños), fibromas, lipomas, fibrolipomas, hemangiomas y linfangiomas son mucho menos frecuentes y producen obstrucciones valvulares o trastornos de la conducción. Finalmente, en el pericardio pueden descubrirse quistes, lipomas y teratomas. TUMORES MALIGNOS PRIMITIVOS Aproximadamente el 25% de los tumores cardíacos primitivos son malignos y el 75%- 95% son sarcomas. El linfoma no Hodgkin primario del corazón, más frecuente en enfermos inmunocomprometidos, y los mesoteliomas representan el porcentaje restante. SARCOMAS Son tumores muy agresivos que invaden rápidamente el pericardio y metastatizan a distancia. Predominan en individuos jóvenes y se localizan preferentemente en el miocardio ventricular, con cierta preferencia por el lado derecho. El angiosarcoma y el sarcoma pobremente diferenciado son los subtipos histológicos más comunes. Tienen un refuerzo marcado en la fase arterial de la TC y la RM que permite el diagnóstico de certeza. El 80% de los enfermos tienen metástasis en el momento del diagnóstico, y el órgano más afectado es el pulmón. 3 TUMORES CARDÍACOS MESOTELIOMA Afectan preferentemente al pericardio y son más comunes en los varones. Pueden provocar taponamiento o constricción pericárdica. Su ubicación en el nódulo auriculoventricular es causa de bloqueos cardíacos. TUMORES MALIGNOS SECUNDARIOS Y OTRAS COMPLICACIONES CARDÍACAS DEL CÁNCER Las metástasis hematógenas y la invasión carcinomatosa local desde el mediastino son 40-100 veces más frecuentes que los tumores primarios. También puede acontecer el crecimiento de un carcinoma abdominal (carcinoma de células renales, hepatocarcinoma) en el interior de la vena cava y su prolongación a la aurícula derecha. Las metástasis de los tumores epiteliales se localizan en el pericardio y se manifiestan por un derrame neoplásico. El melanoma, los carcinomas de pulmón, mama, riñón y esófago y los linfomas son las localizaciones primitivas extracardíacas más frecuentes. Se debe considerar la posibilidad de metástasis cardíacas o pericárdicas en todo paciente con cáncer que desarrolla síntomas y/o signos cardiovasculares. Los enfermos con cáncer pueden presentar complicaciones cardíacas por otros mecanismos, como infartos de miocardio y endocarditis trombótica no bacteriana por la trombofilia. Otras veces, el corazón sufre los efectos tóxicos del tratamiento del cáncer: - La radioterapia mediastínica puede provocar o acelerar la arteriosclerosis coronaria o causar insuficiencia cardíaca incluso años después de su finalización. - La quimioterapia con antraciclina, desoxirubicina o trastuzumab puede provocar lesión miocárdica grave. Los tratamientos combinados o con dosis elevadas son especialmente peligrosos. Diagnóstico El ECO transtorácico es el patrón y el ECO transesofágico mejora la calidad de las imágenes, pero es invasivo y tiene un campo restringido de visión. El ECO tridimensional ha mejorado la evaluación de una masa cardíaca en términos de ubicación anatómica, morfología e impacto funcional. La TC y la RM son procedimientos complementarios en los casos dudosos. La RM con material de contraste tiene una excelente certeza diagnóstica para diferenciar un trombo de un tumor, puede ser útil para distinguir neoplasias benignas de las malignas y es una técnica ideal para la evaluación preoperatoria y el seguimiento de un paciente con un tumor cardíaco. La PET es ventajosa para identificar metástasis y mixomas cardíacos; integrada con la RM puede mejorar el diagnóstico de una masa cardíaca en pacientes seleccionados. La angiocardiografía convencional debe ser el último recurso diagnóstico, por el riesgo de provocar embolias. 4 TUMORES CARDÍACOS A veces puede confirmarse el diagnóstico histopatológico estudiando el material obtenido de una embolectomía o por una biopsia transvenosa. La biopsia miocárdica tiene poca utilidad clínica. Pronóstico y tratamiento El tratamiento de elección, con excepción de los linfomas, es la resección completa, seguida de quimioterapia y/o radioterapia cuandocorresponda. La extirpación de algunos tumores puede ser curativa (mixomas, fibroelastomas) y la mortalidad operatoria es baja (aproximadamente 5%). Los indicadores de mal pronóstico más trascendentes son la histopatología tumoral, la duración de la circulación extracorpórea y la clase funcional preoperatoria III/IV. La mortalidad a largo plazo de los operados por un mixoma cardíaco es similar a la de la población general. La tasa de recidivas es 3% en las formas esporádicas y 22% en las familiares, aunque el riesgo de padecerlas disminuye a partir del cuarto año. Por este motivo se recomienda un ecocardiograma semestral durante ese lapso de tiempo. La resección de otros tumores cardíacos benignos tiene peores índices de supervivencia. El algoritmo terapéutico para los tumores cardíacos malignos está pobremente definido y las recomendaciones deben ser individualizadas. Los procedimientos quirúrgicos recomendados incluyen la reducción de la masa tumoral, sin resecciones extensas, y extirpaciones agresivas como la miocardioplastia y el autotrasplante. Estos tumores son poco sensibles a la radioterapia; algunos esquemas de quimioterapia adyuvante han sido eficaces en los sarcomas. Menos del 20% de los enfermos están vivos 1 año después del diagnóstico, a pesar del tratamiento. El trasplante cardíaco puede ocasionalmente ser una alternativa para los tumores irresecables.
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