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enfermedades reumaticas - Keren Michel

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Las enfermedades reumáticas son un grupo heterogéneo de padecimientos que afectan primordialmente al sistema musculoesquelético. Las características distintivas de las enfermedades reumáticas son el dolor, la inflamación y la limitación funcional; de estos componentes, la inflamación es la más susceptible de ser evaluada por laboratorio para determinar la actividad de la enfermedad. Una clasificación básica de estas enfermedades en grandes grupos debe considerar: reumatismos degenerativos (artrosis), reumatismos inflamatorios (artritis), reumatismos metabólicos (gota) y reumatismos no articulares musculotendinosos (fibromialgias, tendinitis, etc.).
Los resultados de algunos exámenes utilizados en el estudio de las enfermedades reumáticas pueden confirmar o negar la impresión diagnóstica; también suelen ser de utilidad en el seguimiento de los pacientes y para determinar el pronóstico de la enfermedad.
Velocidad de sedimentación globular (VSG)
La VSG permite medir en forma indirecta las proteínas de fase aguda (FA); es el marcador más frecuentemente empleado. La VSG se considera como una medida específica de inflamación, pero varios factores pueden ocasionar su aceleración, entre ellos, el fibrinógeno y, en menor grado, α-2β y gamaglobulina, lo que disminuye la carga negativa de los eritrocitos que previenen el apilamiento. La VSG se eleva en otras situaciones diferentes a los padecimientos reumáticos, entre ellas, la obesidad, posiblemente debido a la secreción de IL-6 por los adipocitos. La técnica de elección para medir la VSG esla de Westergreen, empleando sangre anticoagulada.9 Los valores normales son de 15 mm/h para los varones y 20 mm/h para las mujeres. La VSG aumenta con la edad y es influenciada por factores étnicos.
Proteína C reactiva
Se le dio el nombre por su capacidad de precipitar el polisacárido C del neumococo en presencia de calcio. La PCR se encuentra en pequeñas cantidades en el plasma sanguíneo, pero se incrementa en los procesos infecciosos, inflamatorios, traumáticos o neoplásicos. Se puede medir cuatro horas después de la lesión tisular; su concentración aumenta 24 a 72 horas después del estímulo inflamatorio y sus niveles disminuyen rápidamente, a su estado basal, una vez que el estímulo desaparece; sin embargo, permanece elevada en procesos crónicos como la artritis reumatoide. Por lo general, es más sensible que la VSG y, a diferencia de ésta, no varía con la edad, la morfología de los eritrocitos ni las variaciones de las otras proteínas.
Por el método de turbidimetría, se consideran normales los valores menores de 0,6 mg/dl; en ocasiones, sube a 1 mg/dl, posiblemente en relación con pequeños traumas cotidianos, pero también por obesidad, tabaquismo y diabetes; las cifras de 1 a 10 mg/dl se consideran moderadamente elevadas y, como muy altas, las que están por encima de 10 mg/dl. 
En varias enfermedades reumáticas existe una buena correlación entre la actividad clínica y la concentración plasmática de la PCR. En la artritis reumatoide, los valores superiores a 5 mg/dl son factor de predicción de erosiones articulares. En pacientes con lupus eritematoso sistémico y fiebre, la determinación de la PCR puede ser de utilidad para diferenciar actividad e infección, pues los valores muy elevados (mayores de 8 mg/dl) sugieren un proceso infeccioso; en estos pacientes también puede estar aumentada, cuando presentan serositis activa o sinovitis crónica.
Factores reumatoides (FR)
Son un grupo de anticuerpos contra la porción Fc de la IgG. Pueden ser de cualquier isotipo de gamaglobulina, pero los más comunes son IgG e IgM. Están presentes en 80% de los pacientes con AR pero también en un gran número de otras entidades reumáticas y no reumáticas. A títulos mayores de 1 :1.280 se consideran significativos de AR. Si bien existe clara correlación entre los títulos de FR de tipo IgM y la severidad de la enfermedad, manifestaciones extraarticulares, erosiones y presencia de nódulos subcutáneos, también ocasionalmente se los puede encontrar en pacientes con pocos síntomas articulares.
Los FR de tipo IgG tienen la particularidad de formar complejos inmunes por su propia asociación sin la presencia de antígenos. Dichos complejos producen inflamación por activación del complemento e interacción con los monocitos y por lo tanto juegan un papel importante en la patogénesis de la AR. Títulos altos se han asociado con vasculitis.
Autoanticuerpos
Los autoanticuerpos son producidos por el propio sistema inmune del paciente. Entre los de mayor significancia, y que constituye un autoanticuerpo especial, se encuentra el Anti Péptido Citrulinado Cíclico (Anti CCP); el mismo constituye un elemento patognomónico de la artritis reumatoide, cuenta con una sensibilidad de 98 % y una especificidad del 93 %; estas cifras lo referencian como el auto anticuerpo de mayor importancia en el diagnóstico de la artritis reumatoide. De forma general los anticuerpos se pueden clasificar en dos grupos fundamentales, los anticuerpos anti nucleares (ANA) y los anticuerpos extraíbles del núcleo (ENA). Los ANA son anticuerpos dirigidos a destruir la pared nuclear; los ENA son anticuerpos que se extraen después de destruido el núcleo, es decir después de que los ANA hayan realizado su función. Es por eso que teóricamente es imposible obtener resultados positivos de algún ENA sin tener ANA positivos.
Dentro del grupo de los ENA, los que con mayor frecuencia se determinan son el Anti DNA de doble cadena y el Anti Smith; estos dos son anticuerpos de una elevada especificidad diagnóstico para el lupus eritematoso sistémico (LES). El anti Ro y Anti La, o también conocidos como Anti SSA y Anti SSB, son anticuerpos que se encuentran con elevada frecuencia junto a la positividad del ANA en los pacientes con síndrome de Sjögren; también pueden ser encontrados positivamente en los pacientes con LES.
En el caso de todas las enfermedades reumáticas, a excepción de artritis reumatoide, la osteoartrosis y la fibromialgia primaria, debe existir positividad de los ANA. En la artritis la positividad es del Anti CCP y la osteoartrosis y la fibromialgia primaria no incluyen dentro de sus mecanismos etiopatogénicos la presencia de auto anticuerpos; de forma similar ocurre en la afectación de tejidos blandos.
Bioquímica de las pruebas de función hepática y renal
La medición del ácido úrico es necesaria para el estudio y diagnóstico del paciente con gota: establece si se trata de un secretor absoluto o relativo de AU; a través de la depuración de creatinina podemos conocer el estado de la función renal tanto en este padecimiento como en el Lupus Eritematoso Sistémico y otros padecimientos que afectan al riñón, como la poliarteritis nodosa (PAN) o la granulomatosis de Wegener (GW).
Complemento (C)
El sistema del C es un grupo de proteínas de la inmunidad innata. Algunas enfermedades se caracterizan por mayor producción de las proteínas del complemento; en otras situaciones se encuentran disminuidas por consumo del mismo relacionado a complejos inmunes como parte de la actividad inflamatoria del padecimiento reumático, tales como lupus eritematoso sistémico, esclerosis sistémica progresiva, enfermedad mixta del tejido conjuntivo, etcétera. 
La medición de C3 y C4 en pacientes con enfermedad activa se relaciona con un descenso de estos componentes y riesgo aumentado de complicaciones renales, particularmente en LES. Ante la sospecha de deficiencia de C, se deben investigar los niveles de complemento hemolítico. Las proteínas del C actúan en forma de cascada y pueden ser activadas por una variedad de agentes, incluyendo complejos ag/ac. Las concentraciones disminuidas de C3 y C4 se asocian con enfermedad activa por complejos autoinmunes (valores normales de C3: 90-180 mg/dL, C4: 10-40 mg/dL).
Análisis del líquido sinovial
El estudio del líquido sinovial permite el conteo de leucocitos, la determinación de los niveles de glucosa y el coágulo de mucina; proporciona valiosa información, particularmente en los casos de artritis monoarticular aguda.En condiciones normales, un pequeño volumen de líquido sinovial (aproximadamente, menos de 5 mL) está presente, y el contenido de proteínas es de 1.34 g/dL. El hialuronato es el proteoglicano sintetizado por las células de la sinovial y secretado al interior de la articulación en el líquido sinovial. Su propiedad lubricante es atribuida a una glicoproteína llamada lubricina. La acción lubricante mantiene al cartílago en buenas condiciones. El conteo de leucocitos y la citología proporcionan información valiosa acerca de las causas del aumento del LS. En condiciones normales, contiene un poco menos de 180 células nucleadas por mm3, la mayoría de ellas provenientes de la sinovial. Su cuantificación permite clasificar el líquido sinovial como no inflamatorio (menos de 2,000 células/mm3), inflamatorio (2,000 a 50,000 células/mm3) y séptico (más de 50,000 células/mm3).
Como resultado de estas observaciones, es importante reconocer el papel de la clínica como la piedra angular y comprender que los distintos métodos de diagnóstico son auxiliares para su confirmación y seguimiento. La interpretación adecuada de los estudios de laboratorio y gabinete orienta y apoya la presunción diagnóstica, pero no sustituye a la clínica.
Bibliografía
Cetina Manzanilla, J. A. (2017). Métodos de diagnóstico en las enfermedades reumáticas. Rev Latinoam Patol Clin Med Lab, 64(3), 135-145.
Mejía Navarro, A. A., Mejía Navarro, J. C., & Tenorio Correa, M. (2019). Utilidad de la determinación de anticuerpos en el diagnóstico de las enfermedades reumáticas. Revista Cubana de Reumatología, 21(2), 1-10.
Molina Restrepo, J. F. (2007). El laboratorio en las enfermedades reumáticas autoinmunes. Medicina & Laboratorio, 13(1-2), 11-33.
Molina, J., Abad, J., & Posada, J. (1990). Laboratorio básico en las enfermedades reumáticas más comúnes. Métodos diagnósticos, 3(2), 85-90.
Prieto Valtueña, J. (2006). La clínica y el laboratorio (Vigésima ed.). Barcelona, España: Masson.
 
Las enfermedades reumáticas son un grupo heterogéneo de padecimientos que afectan 
primordialmente al sistema musculoesquelético. Las características distintivas de las enfermedades 
reumáticas son el dolor, la inflamación y la limitación 
funcional; de estos componentes, la 
inflamación es la más susceptible de ser evaluada por laboratorio para determinar la actividad de la 
enfermedad.
 
Una clasificación básica de estas enfermedades en grandes grupos debe considerar: 
reumatismos degenerativos
 
(artrosis), reumatismos inflamatorios (artritis), reumatismos 
metabólicos (gota) y reumatismos no articulares musculotendinosos (fibromialgias, tendinitis, etc.).
 
Los resultados de algunos exámenes utilizados en el estudio de las enfermedades reumáticas 
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ueden confirmar o negar la impresión diagnóstica; también suelen ser de utilidad en el seguimiento 
de los pacientes y para determinar el pronóstico de la enfermedad.
 
Velocidad de sedimentación globular (VSG)
 
La VSG permite medir en forma indirecta las prot
eínas de fase aguda (FA); es el marcador más 
frecuentemente empleado. La VSG se considera como una medida específica de inflamación, pero 
varios factores pueden ocasionar su aceleración, entre ellos, el fibrinógeno y, en menor grado, 
α
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2β 
y gamaglobulina, 
lo que disminuye la carga negativa de los eritrocitos que previenen el apilamiento. 
La VSG se eleva en otras situaciones diferentes a los padecimientos reumαticos, entre ellas, la 
obesidad, posiblemente debido a la secreciσn de IL
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6 por los adipocitos. La 
tιcnica de elecciσn para 
medir la VSG esla de Westergreen, empleando sangre anticoagulada.9 Los valores normales son de 
15 mm/h para los varones y 20 mm/h para las mujeres. La VSG aumenta con la edad y es influenciada 
por factores ιtnicos.
 
Proteνna C react
iva
 
Se le dio el nombre por su capacidad de
 
precipitar el polisacαrido C del neumococo en presencia
 
de 
calcio. La PCR se encuentra en pequeρas cantidades en el
 
plasma sanguνneo, pero se incrementa en 
los procesos
 
infecciosos, inflamatorios, traumαticos o n
eoplαsicos. Se
 
puede medir cuatro horas 
despuιs de la lesiσn tisular; su
 
concentraciσn aumenta 24 a 72 horas despuιs del estνmulo
 
inflamatorio y sus niveles disminuyen rαpidamente, a
 
su estado basal, una vez que el estνmulo 
desaparece; sin
 
embargo, permane
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la artritis reumatoide. Por 
lo general, es mαs sensible que
 
la VSG y, a diferencia de ιsta, no varνa con la edad, la
 
morfologνa de 
los eritrocitos ni las variaciones de las otras
 
proteνnas.
 
Por el mιtodo de turbidimetrν
a, se consideran normales
 
los valores menores de 0,6 mg/dl; en 
ocasiones, sube a 1
 
mg/dl, posiblemente en relaciσn con pequeρos traumas
 
cotidianos, pero 
tambiιn por obesidad, tabaquismo y diabetes;
 
las cifras de 1 a 10 mg/dl se consideran 
moderadamente
 
ele
vadas y, como muy altas, las que estαn por encima
 
de 10 mg/dl
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En varias enfermedades reumαticas existe una buena
 
correlaciσn entre la actividad clνnica y la 
concentraciσn
 
plasmαtica de la PCR. En la artritis reumatoide,
 
los valores superiores a 5 mg/dl s
on 
factor de predicciσn
 
de erosiones articulares.
 
En pacientes con lupus eritematoso sistιmico y fiebre,
 
la determinaciσn de la PCR puede ser de utilidad
 
para diferenciar actividad e infecciσn, pues los 
valores
 
muy elevados (mayores de 8 mg/dl) sugieren un
 
proceso
 
infeccioso; en estos pacientes 
tambiιn puede estar aumentada,
 
cuando presentan serositis activa o sinovitis
 
crσnica.
 
Factores reumatoides
 
(FR)
 
 Las enfermedades reumáticas son un grupo heterogéneo de padecimientos que afectan 
primordialmente al sistema musculoesquelético. Las características distintivas de las enfermedades 
reumáticas son el dolor, la inflamación y la limitación funcional; de estos componentes, la 
inflamación es la más susceptible de ser evaluada por laboratorio para determinar la actividad de la 
enfermedad. Una clasificación básica de estas enfermedades en grandes grupos debe considerar: 
reumatismos degenerativos (artrosis), reumatismos inflamatorios (artritis), reumatismos 
metabólicos (gota) y reumatismos no articulares musculotendinosos (fibromialgias, tendinitis, etc.). 
Los resultados de algunos exámenes utilizados en el estudio de las enfermedades reumáticas 
pueden confirmar o negar la impresión diagnóstica; también suelen ser de utilidad en el seguimiento 
de los pacientes y para determinar el pronóstico de la enfermedad. 
Velocidad de sedimentación globular (VSG) 
La VSG permite medir en forma indirecta las proteínas de fase aguda (FA); es el marcador más 
frecuentemente empleado. La VSG se considera como una medida específica de inflamación, pero 
varios factores pueden ocasionar su aceleración, entre ellos, el fibrinógeno y, en menor grado, α-2β 
y gamaglobulina, lo que disminuye la carga negativa de los eritrocitos que previenen el apilamiento. 
La VSG se eleva en otras situaciones diferentes a los padecimientos reumáticos, entre ellas, la 
obesidad, posiblemente debido a la secreción de IL-6 por los adipocitos. La técnica de elección para 
medir la VSG esla de Westergreen, empleando sangre anticoagulada.9 Los valores normales son de 
15 mm/h para los varones y 20 mm/h para las mujeres. La VSG aumenta con la edad y es influenciada 
por factores étnicos. 
Proteína C reactiva 
Se le dio el nombre por su capacidad de precipitar el polisacárido C del neumococo en presencia de 
calcio. La PCR se encuentra en pequeñas cantidades en el plasma sanguíneo, pero se incrementa en 
los procesos infecciosos, inflamatorios, traumáticos o neoplásicos. Se puede medir cuatro horas 
después de la lesión tisular; su concentración aumenta 24 a 72 horas después del estímulo 
inflamatorio y sus niveles disminuyen rápidamente, a su estado basal, una vez que el estímulo 
desaparece; sin embargo, permanece elevada en procesos crónicos comola artritis reumatoide. Por 
lo general, es más sensible que la VSG y, a diferencia de ésta, no varía con la edad, la morfología de 
los eritrocitos ni las variaciones de las otras proteínas. 
Por el método de turbidimetría, se consideran normales los valores menores de 0,6 mg/dl; en 
ocasiones, sube a 1 mg/dl, posiblemente en relación con pequeños traumas cotidianos, pero 
también por obesidad, tabaquismo y diabetes; las cifras de 1 a 10 mg/dl se consideran 
moderadamente elevadas y, como muy altas, las que están por encima de 10 mg/dl. 
En varias enfermedades reumáticas existe una buena correlación entre la actividad clínica y la 
concentración plasmática de la PCR. En la artritis reumatoide, los valores superiores a 5 mg/dl son 
factor de predicción de erosiones articulares. En pacientes con lupus eritematoso sistémico y fiebre, 
la determinación de la PCR puede ser de utilidad para diferenciar actividad e infección, pues los 
valores muy elevados (mayores de 8 mg/dl) sugieren un proceso infeccioso; en estos pacientes 
también puede estar aumentada, cuando presentan serositis activa o sinovitis crónica. 
Factores reumatoides (FR)

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