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Unidad 2 Investigación Criminal y la Seguridad Pública Tanto el concepto de Seguridad Pública como el de Investigación Criminal pueden ser entendidos e interpretados de diversas maneras, en función de su evolución histórica, contexto y corriente teórica. Sin embargo, ambos conceptos deben ser pensados en conjunto, al momento de la planificación e instrumentalización de toda política de seguridad. De esta manera comenzaremos, el presente documentos con un breve recorrido sobre el concepto de Seguridad Pública, luego profundizaremos en la noción de Investigación Criminal, y finalmente nos detendremos en los punto de encuentro, y tipo de relación entre ambos conceptos. Introducción a la Seguridad Pública Pensar en Seguridad nos lleva a pensar en un concepto que engloba múltiple variables y diferentes dimensiones. Desde su etimología podemos decir que la palabra Seguridad significa “ausencia de preocupaciones, ausencia de inquietudes”. Dicha definición nos posiciona en dos variables significativas, por un lado al tipo y grado de riesgo en que se encuentra una persona y por otro lado referida a cómo actúa y cuál es el grado de preocupación de una persona, ante la posibilidad de ser víctima de un delito. En este contexto, corresponde al Estado asumir la responsabilidad de garantizar el contrato social, asegurando el bienestar e integridad de todos los ciudadanos, y presentándose como autoridad para resolver ante todos los conflictos que puedan surgir (Marx, 1974). De esta manera, la seguridad es competencia exclusiva del Estado, siendo este el principal responsable y máxima autoridad, en tanto detenta el monopolio de las fuerzas de seguridad. Ahora bien, recordemos que el Estado “es un concepto político que refiere a una forma de organización social y política que regula la existencia del individuo a nivel nacional, estatal y municipal” (González, 2014:1) Al respecto debemos destacar que la Declaración Universal de los derechos Humanos establece que: Artículo I. Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Articulo III. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. En este contexto, “las obligaciones asumidas por los Estados miembros en relación con la protección de los derechos se incumplen cuando el Estado no adopta las medidas de protección eficaces frente a las acciones de particulares que pueden amenazar o vulnerar el derecho a la vida de las personas que habitan en su territorio, y/o cuando sus fuerzas de seguridad utilizan la fuerza letal fuera de los parámetros internacionalmente reconocidos”1 De esta manera, pensar en la seguridad pública como política de Estado requiere de políticas destinadas a garantizar la protección de los derechos de las personas. Por consiguiente, el campo de la seguridad pública involucra el ejercicio de la ciudadanía y la relación de estos con las instituciones. Por tal motivo, no debe caerse en el error de pensar en inseguridad solo al riesgo y/o peligro ante una determinada situación de violencia, sino que existe inseguridad cuando se vulneran los derechos de los ciudadanos. Tal como lo plantea (Kessler, 2010) el delito y la inseguridad, es la parte visible de otros procesos menos evidentes y menso espectaculares para la opinión pública. Desaciertos en políticas de seguridad En ocasiones los problemas de inseguridad y su debate simplista, dan lugar a propuestas de resolución de casos que lejos de solucionar el problema de inseguridad lo terminan por agravar. Dichas propuestas podemos agruparlas en tres grandes campos: a) Propuestas Punitivas, b) Soluciones por la mera sanción de normativas, c) Discursos Críticos. 1 Comisión Interamericana de DD.HH. “Informe Sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos” Recuperado de: https://www.cidh.oas.org/countryrep/Seguridad/seguridadv.sp.htm#_ftn132 a) Propuestas Punitivas: se refieren a aquellas propuestas orientadas a garantizar la seguridad, a través del control y vigilancia por las fuerzas de seguridad. Se implementa la “Mano Dura” ante todo evento disruptivo. De esta manera, el orden en las calles es el principal objetivo, y para lograrlo se restringen derechos y como consecuencia aparece el temor y el miedo, e incluso se generan hechos de violencia institucional y la inseguridad persiste de manera latente. En efecto, prevenir significa demorarse en aquellas conductas colectivas que, si bien no constituyen un delito, estarían creando las condiciones para que este tenga lugar (Alzueta, 2019) En la agenda de este tipo de propuestas la seguridad es acotada a un problema policial y en consecuencia el problema se resolvería con más políticas y más patrulleros. b) Soluciones por la mera sanción de normativas: estas propuestas plantean que la solución a los problemas de inseguridad se resuelven con leyes más severas y mayor cantidad de normativa tipificando las conductas. Este discurso plantea que la violencia e inseguridad son el producto de la ausencia del imperio de la Ley. El objetivo consiste en la defensa del orden y para garantizarlo hace faltan más leyes, que muchas veces implican la reducción de los derechos de los ciudadanos, y no considera la variable social, cultural, educativa, económica, etc. Que se encuentran presentes en la problemática de inseguridad. Sin embargo, cuando el estado se desentiende de la cuestión social, los vínculos ciudadanos tienden a relajarse, se desdibujan las redes sociales y los entramados de solidaridad, acrecentando el individualismo, la creciente angustia y vulnerabilidad social. c) Discursos Críticos: Estos discursos consideran las problemáticas de inseguridad en el sentido amplio, en tanto incorporan la variable social, cultural, los diferentes tipos de violencia, el rol de la justicia, etc. Sin embargo estos discursos se focalizan en la crítica y no generan propuestas y/o soluciones a la problemática, sino que más bien se limita a describir críticamente el objeto. Por lo anterior, queda en claro que pensar en seguridad e inseguridad nos lleva a pensar en un campo complejo, dinámico, con múltiples variables que iremos desarrollando a lo largo del presente taller. En efecto, pensar y comenzar a indagar en seguridad pública requiere de pensar en un conjunto de estrategias e intervenciones, con diferentes actores e instituciones, que se llevan a cabo con el objetivo de abordar y resolver aquellos conflictos, concretos o previsibles, que pueden ser violentos o del tipo delictivo, que vulneran derechos y libertades. Bibliografía González, Damaris Cobos (2014) “El Estado garante” Revista Advocatus, volumen 11 no. 22: 247 - 257, universidad libre seccional. Barranquilla
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