Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO Clase 5 EL ADULTO MAYOR SANO Y ENFERMO. CONSIDERACIONES GENERALES. Envejecimiento primario y secundario. Los gerontólogos distinguen entre envejecimiento primario, los cambios universales que ocurren en la senectud, y el envejecimiento secundario, las consecuencias de enfermedades particulares. Esta distinción no resulta clara del todo. Por ejemplo: la enfermedad cardiovascular (que compromete al corazón y al aparato circulatorio) es envejecimiento secundario porque, aunque suele ser común, se relaciona más con el riesgo que con la edad (por ejemplo: en casos de diabetes, tabaquismo, colesterol elevado, falta de ejercicio, hipertensión, etc.). Sin embargo, en el caso de la hipertensión (presión sanguínea elevada) se observa que no depende sólo de algunos aspectos del estilo de vida (consumo de sal, peso) sino que también depende de la genética y la edad. Si la hipertensión se relaciona con la edad y la enfermedad cardiovascular se relaciona con la hipertensión, es una simplificación exagerada decir que hipertensión es un riesgo para la enfermedad cardiovascular y que la edad no lo es. Este ejemplo ilustra el tipo de interacciones que se producen en casi todas las enfermedades. El mero paso del tiempo no causa envejecimiento secundario, pero muchos cambios biológicos del envejecimiento primario aumentan la vulnerabilidad a la enfermedad. Aunque no sea clara la distinción, permite resaltar un hecho muy importante: la mayor parte de la gente mayor, incluso los más ancianos, no padecen ninguna enfermedad en particular. Menos de la mitad padecen de enfermedades cardiovasculares, diabetes o demencia, pero no podemos ignorar que esta otra mitad menor presenta alguna enfermedad o varias enfermedades a la vez. Todos los sistemas vitales de nuestro cuerpo –cardiovascular, respiratorio, digestivo y urinario, etc.- mantienen la vida. La reserva de los órganos y la homeostasis permiten el buen funcionamiento de cada sistema, a menos que algún problema en particular como el consumo de sustancias (drogas, tabaco, alcohol), un virus o ciertos hábitos resulten en enfermedad. Aunque el envejecimiento primario no sea la causa, sí hace que todos los sistemas de órganos funcionen más lentamente y sean menos eficientes y que la red vascular sea menos flexible: siguiendo con el ejemplo, por el envejecimiento la presión sanguínea se vuelve más elevada y se incrementa el riesgo de ataques cardíacos y ACV. Los pulmones inspiran y expiran menos aire con cada respiración, por eso el nivel de oxígeno en la sangre se reduce. Las funciones del aparato digestivo son cada vez más lentas, se absorben menos nutrientes y se expulsan menos toxinas. Los riñones son menos “El envejecimiento primario se define como los cambios universales que ocurren con la edad que no son causados por enfermedades o influencias medioambientales. El envejecimiento secundario se define como los cambios que involucran la interacción de los procesos del envejecimiento primario con las influencias medioambientales y los procesos de enfermedades.” Edward Masoro, 2006 http://www.fundacionconstelar.org/index.php?option=com_mailto&tmpl=component&link=aHR0cDovL3d3dy5mdW5kYWNpb25jb25zdGVsYXIub3JnL2luZGV4LnBocD9vcHRpb249Y29tX2NvbnRlbnQmdmlldz1hcnRpY2xlJmlkPTgzOmFzaXN0ZW50ZS1lbi1nZXJpYXRyaWEteS1nZXJvbnRvbG9naWEmY2F0aWQ9Mzg6Y3Vyc29zJkl0ZW1pZD05MA== Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO eficientes para regular los niveles de agua, potasio y otras sustancias, lo que particularmente se vuelve problemático cundo el adulto mayor bebe menos para reducir la incontinencia. Como resultado de este enlentecimiento y disminución progresiva de ciertas funciones, las enfermedades graves como ACV, enfermedades respiratorias –por ejemplo efisemas-, cáncer, ataques cardíacos, entre otras, son mucho más comunes en la adultez tardía. Estos ejemplos de envejecimiento secundario son sólo indirectamente causados por el envejecimiento primario. Los adultos mayores son más vulnerables ante una enfermedad o accidente que los jóvenes debido a la recuperación más lenta y a la capacidad de reserva disminuida de sus órganos. Un joven con neumonía, por ejemplo, puede recuperarse en unas pocas semanas mientras que un adulto mayor puede llevar una recuperación mucho más lenta o bien llegar a la muerte en caso de que no posea reserva suficiente. No obstante, no es significativa la diferencia entre adultos jóvenes y adultos mayores con respecto a la tasa de mortalidad general porque algunas causas de muerte son más comunes entre los jóvenes que entre los mayores (por ejemplo: el homicidio en veinteañeros, donde la tasa es ocho veces mayor con respecto a los mayores de 85 años). El presente gráfico muestra las principales causas de muerte en EE.UU. de adultos mayores de 65 años y su proporción (aproximada) en comparación con habitantes menores de 65 años. Los adultos mayores no sufren, por ejemplo, más gripe o accidentes que los adultos más jóvenes, pero si los órganos de la persona mayor han perdido su capacidad de reserva, un accidente puede causar una insuficiencia cardíaca y la gripe puede terminar en neumonía. Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO Optimización selectiva con compensación El envejecimiento secundario deteriora la calidad de vida. El envejecimiento primario genera cada vez más estrés a medida que progresa. Ante este panorama hay personas que eligen proyectos y actividades (selección) que pueden hacer bien (optimización) a medida que se ajustan (compensación) al envejecimiento. El sueño y el dormir ilustran muy bien la optimización selectiva con compensación en el plano individual. Los adultos mayores pasan más tiempo en cama, les cuesta conciliar el sueño, cada vez duermen menos y además se despiertan seguido, por lo que su tiempo de sueño disminuye en cantidad pero también en calidad. Una respuesta médica es la de prescribir narcóticos, que muchas veces resulta contraproducente porque puede causar sueño pesado y comprometer su estado de vigilia con nauseas, confusión, depresión, funciones cognitivas disminuidas (memoria, atención, funciones ejecutivas). No obstante, los patrones de sueño cambian con la edad. El avance de los años reduce la actividad eléctrica del cerebro, lo que significa menos sueño profundo, más tiempo medio despierto y ciclos de sueño más corto. Los tiempos corporales cambian con la edad, por lo cual es absolutamente común que los adultos mayores se levanten en medio de la noche varias veces para orinar, mover las piernas, acomodar las sábanas. La optimización en este caso consiste en aprovechar el tiempo del sueño: si está acostado sin poder dormir, la solución es levantarse y hacer algo en lugar de esperar a que el sueño llegue. La evidencia sugiere que restringir el tiempo que pasa en la cama, evitar las siestas y comprimir el tiempo de su sueño nocturno permitiría compensar el insomnio con el uso adecuado del tiempo limitado para dormir. Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO La optimización selectiva con compensación también es importante para las familias y las poblaciones. En el plano social tomamos como ejemplo el conducir vehículos. Muy pocos profesionales aconsejan al adulto mayor sobre conducir. Muchos ancianos dependen de sus autos para preservar su salud y su independencia. En Argentina las personas de más de 70 años que quieran hacerlo deben renovar su licencia anualmentesometiéndose a los exámenes correspondientes. Cuando un conductor anciano tiene un accidente con el auto, la gente culpa al conductor pero no a la familia o a las leyes y normas que le permitieron conducir, incurriendo en discriminación por la edad (recuerden el concepto de “viejismo” que vimos en clases 1 y 2). Incluso, muchos adultos mayores que pueden conducir cuidadosamente tienen miedo de hacerlo. Lo cierto es que los conductores mayores tienen menos accidentes automovilísticos que los adultos más jóvenes; aun cuando leer las señales de tránsito les lleve más tiempo, la rotación de la cabeza sea menor y la visión nocturna esté alterada. La mayoría de los conductores mayores usan la optimización selectiva con compensación para sí mismos: se toman su tiempo, van por caminos que conocen, conducen menos y llegan a su casa al anochecer. Si bien muchos de ellos compensan, pocas leyes, rutas y empresas fabricantes de autos lo hacen. Si se orientara el enfoque a mejorar el diseño de los automóviles, mejorar los caminos y señales, y las leyes es entonces probable que los adultos mayores pudieran manejar sin problemas beneficiando así no sólo a la tercera edad sino también a la sociedad en su conjunto. En síntesis, establecer y mantener buenos hábitos de salud depende de una combinación entre la elección personal y el contexto social. Algunos factores como una nutrición adecuada a la adultez tardía (dieta variada, más rica en nutrientes con menor cantidad de calorías, regulada en relación con los fármacos que la afecten –por ej.: la aspirina aumenta los requerimientos de vitamina C-, líquidos suficientes y bebidos a conciencia –ya que la sed disminuye-), ejercicio físico adaptado a las vicisitudes del envejecimiento, la disminución del uso de drogas o su abandono (son muy comunes los cigarrillos y el alcohol. Si bien son causa de muerte en todas las edades cabe prestarle atención aquí por las complicaciones en relación al envejecimiento) contribuyen a la posibilidad de llevar un envejecimiento activo y de calidad. Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO EL ADULTO MAYOR COMO SUJETO DE DERECHO A nivel social, existen diferentes enfoques según los cuales se guían las interpretaciones de los temas que abordan las leyes, las políticas y los programas dirigidos a las personas mayores. Cada uno de estos posee, implícita o explícitamente, una concepción específica de la realidad que es construida socialmente. En el caso de la tercera edad, se relaciona directamente con la concepción de vejez a partir de la cual se delinean propuestas para lograr ciertos objetivos. Tradicionalmente, la concepción predominante de vejez ha sido la de una etapa de carencias de todo tipo: económicas (problemas de ingresos), físicas (falta de autonomía) y sociales (ausencia de roles a desempeñar). Es por esto que el adulto mayor es ubicado en lugar de objeto de asistencia. El enfoque de los derechos conlleva un cambio de paradigma en este sentido, promoviendo el empoderamiento de las personas mayores y una sociedad integrada desde el punto de vista de la edad. Esto implica que las personas mayores son sujetos de derecho, no solamente beneficiarios, y que, por lo tanto, disfrutan de ciertas garantías y tienen determinadas responsabilidades respecto de sí mismas, su familia y su sociedad, con su entorno inmediato y con las futuras generaciones. Estas consideraciones forman parte del debate en el que se construyen los asuntos de la vejez y el envejecimiento como una cuestión pública y de derechos humanos en la agenda política actual, tanto internacional como regional. Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO En marzo de 2006, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) planteó que: “El principio de la titularidad de derechos debe guiar las políticas públicas. Se trata de orientar el desarrollo conforme al marco normativo de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales plasmados en acuerdos vinculantes tanto nacionales como internacionales”. Desde esta perspectiva, el punto de partida no es la existencia de personas con necesidades que deben ser asistidas, sino el de sujetos con derechos que obligan al Estado y al resto de la sociedad. Con esto lo que cambia es la lógica con que se elaboran las políticas, los programas y las leyes en relación a la tercera edad. Por lo tanto, lo central aquí es la persona y tiene, a nivel internacional, establecidas las garantías consagradas en el régimen universal de protección de los derechos humanos. Este enfoque también permite establecer las obligaciones de los Estados frente a los derechos —económicos, sociales, culturales, civiles y políticos— involucrados en una estrategia de largo plazo. En la región, todos los Estados ratificaron al menos tres de los siete tratados de derechos humanos principales vigentes al año 2006 y, como consecuencia de ello, tienen obligaciones jurídicas internacionales vinculantes. Al integrar a esta perspectiva los derechos humanos es posible superar una lógica conceptual presente en los marcos normativos a partir de los cuales se establecen políticas públicas y acciones concretas teniendo como eje concepciones estandarizadas de la humanidad, es decir la idea de la humanidad donde se acentúan ciertos aspectos –lo masculino, la adultez, determinado origen étnico- en detrimento de otros y a partir de los cuales se construye la ciudadanía y la identidad. En este contexto, las especificidades de las mujeres, los indígenas, las personas con discapacidad o las personas mayores, por ejemplo, no se han contemplado de forma plena. Este nuevo enfoque permite que las medidas puestas en práctica consideren la situación específica de las personas y grupos vulnerables, marginales, desfavorecidos o socialmente excluidos. Además, contribuye a que se aplique el enfoque de derechos humanos en todos los grupos sociales logrando que quienes, en el pasado, fueron excluidos sean tratados en el presente sobre la base de la igualdad y el respeto de la dignidad humana para favorecer el objetivo de constuir una “sociedad para todos” (Naciones Unidas, 1995). El proceso de envejecimiento abre nuevas posibilidades para este enfoque: Impulsa a conciliar las necesidades e intereses de todos los grupos para avanzar hacia la integración social, donde cada persona, con independencia de su edad, con sus propios derechos y responsabilidades, tenga una función activa que desempeñar. afirma nuevo sujeto social, que reclama un tratamiento particular en razón de su edad y permite especificar y profundizar los derechos humanos. Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO La estrategia para promover el enfoque de los derechos humanos en el abordaje de los asuntos de las personas mayores debe incluir el desarrollo y la aplicación de conceptos y contenidos particulares en base a tres dimensiones: normativa, procesal y de contenidos. Dimensión normativa en los asuntos de las personas mayores, las acciones públicas y las instituciones encargadas de su atención deben basarse explícitamente en las normas internacionales sobre derechos humanos que le brindan protección jurídica. Junto con ello, hay que hacer uso de la jurisprudencia y la doctrina de los comités de los tratados internacionales tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre otros. Dimensión procesal: la legislación y las políticas sobre envejecimiento deben promover y proteger los derechos y libertades fundamentales en la vejez. Para que esto se concrete, se requiere que los poderes políticos establezcan los medios y los recursos con que se harán efectivos, como por ejemplo la constitucionalización de derechos y la creación de leyes especiales de protección y la puesta en marcha de políticas o planes de acción. Asimismo, es necesario asignar presupuestos que financien la puesta en práctica de las normativas y políticas estatales. Todo ello en base a tres criterios básicos: la no discriminación, la progresividad y la participación. Dimensión de contenidos: por un lado comprende las acciones concretas de aplicación y de responsabilidad que se ponen en práctica mediante programas específicamente dirigidos a las personas mayores, considerando en especial que su orientación y sus prestaciones permitan avanzar en el cumplimiento de los derechos Casa Central: Mitre 788 1° Piso – TE.: 5580175 Consulta por nuestras sedes en www.institutoicr.com.ar A. GERONTOLÓGICO en la vejez; por otro lado está la aplicación transversal de políticas públicas dentro del quehacer general del estado, lo que conlleva crear y desarrollar mecanismos para cumplir sus obligaciones que incluyan la perspectiva de la vejez desde el enfoque de derechos. Para finalizar, es importante destacar que la normativa internacional de derechos humanos resulta una herramienta esencial para promocionar y proteger positiva y ampliamente los derechos en la vejez. Fundamentalmente, permite traspasar la esfera individual, establecer responsabilidades para la sociedad en general y para los gobiernos, tendiente a concentrar los esfuerzos para que los sujetos controlen de manera independiente sus vidas. * Para leer el documento completo ingresar en: http://www.cepal.org/
Compartir