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Política Económica _ Controles de precio en Argentina

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Facultad de Ciencias Económicas
Política Económica
Docente: Santiago Tamous
Alumno: Gianfranco Devico
Controles de precio en Argentina
Fecha: 17/11/2022
Índice
Introducción ……………...………………………………………………………………………… 2
El control de precios a lo largo de la historia …………………………………………………… 2
Análisis y consecuencias del control de precios ………………………………………………. 3
Conclusión …………………………………………………………………………………………. 5
Bibliografía utilizada ………………………………………………………………….................... 7
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Introducción
En este trabajo se analizará el control de precios como herramienta económica para
frenar los aumentos.
Desde 1952 hasta hoy, gobiernos de diferentes orientaciones aplicaron este tipo de
medidas en contextos de aumentos de precios. Y en los últimos años, el control de
precios parece haber vuelto con más fuerzas entre las políticas implementadas
para intentar frenar la inflación.
Si bien en muchos de esos casos se logró bajar inicialmente la inflación, los
resultados no se extendieron en el tiempo. Es por esto que en este trabajo se
explicará mediante un análisis por qué estas medidas no son buenas herramientas
económicas.
El control de precios a lo largo de la historia
I. Segunda Presidencia de Perón
En el año 1952 tenemos el primer ejemplo de la aplicación de un control de precios
durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón. Se creó la Comisión Nacional
de Precios y Salarios, acompañada de una política de reducción del gasto público.
Luego, en 1967, durante el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía se aplicó un
congelamiento de precios principalmente a productos industriales y de salarios.
II. Plan de Gelbard
Con el Plan de Gelbard en 1973 se promovió un pacto social entre sindicatos,
empresarios y gobierno donde a cambio de un gran aumento salarial se postergaron
las negociaciones colectivas por 2 años y prevalecieron los controles de precios.
III. Última dictadura militar
En la última dictadura militar, en 1977, Martinez de Hoz estableció lo que se conoció
como la tregua de precios por 120 días, acompañado por una reforma financiera.
IV. Plan Austral
Así llegamos a 1985 con el Plan Austral durante el gobierno de Raúl Alfonsín, que
combinaba medidas fiscales, monetarias y un novedoso método de desindexación
en conjunto con el congelamiento de precios y salarios.
V. Los controles durante el kirchnerismo
Durante el gobierno de Néstor Kirchner en el 2006 se produjeron acuerdos de
precios en productos de la canasta básica durante 3 meses, que luego se extendió a
todo el año. Más tarde, durante los gobiernos de Cristina Kirchner, donde se
instauraron los precios cuidados.
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VI. “Productos esenciales”
En un contexto de aceleración inflacionaria en la previa a las elecciones
presidenciales de 2019, en abril de ese año el gobierno de Mauricio Macri
(Cambiemos) anunció un acuerdo con 16 empresas para que “60 productos
esenciales de la canasta básica mantengan sus precios durante al menos 6 meses”.
VII. Precios máximos frente a la pandemia
El 19 de marzo de 2020, el gobierno de Alberto Fernández (Frente de Todos)
estableció el programa Precios Máximos, que ordenaba retrotraer los valores de
determinados productos al 6 de marzo de ese año, ante posibles aumentos
relacionados con la emergencia del coronavirus.
El programa, que era obligatorio y se encontraba amparado en la Ley de
Abastecimiento, congelaba el valor de algunos productos alimenticios, bebidas,
artículos de limpieza y de higiene personal. Si bien inicialmente fue establecido por
30 días, luego fue prorrogado en varias oportunidades (ver acá, acá, acá y acá),
hasta que fue reemplazado por “Super Cerca”, que establece la fijación de precios
en 70 productos de consumo básico hasta fin de año.
VIII. “Precios Justos”
Y en la actualidad el ministro de Economía, Sergio Massa, estableció que congelará
los valores de los productos por cuatro meses (entre diciembre y marzo) e incluye
un total de 1.788 artículos de la canasta básica, con la participación de 102
empresas en 2.500 puntos de venta de todo el país bajo el programa “Precios
Justos”.
Análisis y consecuencias del control de precios
Dada la “experiencia” de más de 4.000 años en la historia mundial, se asume que
los controles de precios originan desabastecimiento, lo cual implica menos bienes
económicos producidos, por ende, góndolas vacías, dando origen al mercado negro,
donde se venden menos bienes a mayor precio, como ocurre con el dólar blue.
La Teoría Económica Subjetiva Solidaria (TESS) -fundamentada en el marginalismo
subjetivo del austríaco Carl Menger de fines del siglo XIX- expresa en forma muy
sencilla las consecuencias del control de precios, que exceden con creces al
desabastecimiento.
La cadena de razonamientos lógico-deductivos que expone la TESS es la siguiente:
● La utilidad que los seres humanos asignan a las cosas determina su valor
subjetivo;
● De la comparación de los valores que asignan a un producto y a la moneda,
surgen los intercambios (compras-ventas);
● De los intercambios surge el precio.
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Es decir, conforme los humanos valoran las cosas, se producen y compran, los
consumidores determinamos los precios. En el caso del ejemplo, conforme aumenta
la producción de pan baja su valor, por lo tanto, su precio. Pero ello también implica
que si el precio del pan se baja compulsivamente (valor máximo), bajará su valor, y
por ende caerá su producción (menos riqueza), lo cual termina en
desabastecimiento y aumento del precio (en el mercado cambiario negro o marginal
sube la cotización del dólar libre cuando se impone el cepo).
Conforme enseña la TESS, la producción de los bienes valorados por la sociedad
tiene su origen en el trabajo -acción humana que produce bienes económicos, caso
contrario no es trabajo —, producción que se multiplica con el uso de la herramienta
capital. Ya se sabe que los precios máximos reducen la producción, lo cual trae
aparejado el aumento de su precio (en el mercado “negro”) y desabastecimiento
(góndolas vacías en el mercado “blanco”). La suba de precios trae aparejado la
caída del salario.
Por lo tanto, la sumatoria de consecuencias de la imposición de precios máximos se
manifiesta en la siguiente cadena de acontecimientos:
Implicando una involución económica, “solucionando” un problema pero sólo de
manera temporal y muy acotada en el tiempo.
Victor Ruilova, economista de la consultora Econviews, mencionó que
“en general los acuerdos de precios otorgan tiempo para tratar de recoordinar
las expectativas de inflación a la baja, pero son acompañados por algún
reseteo de otras variables macroeconómicas para una especie de parar y
empezar de nuevo”.
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En este sentido, indicó:
“Desde la salida de la convertibilidad tuvimos acuerdos de precios que
momentáneamente desaceleraban la inflación, pero como no fueron
acompañados de planes más amplios para estabilizar la dinámica
inflacionaria, siempre terminamos volviendo o incluso acelerando la que se
observaba previo al congelamiento”.
Bajar la inflación en Argentina requiere de un programa de estabilización serio, pero
no hay condiciones ni políticas ni económicas para lanzarlo en este momento.
Las condiciones económicas no están dadas porque cualquier plan de estabilización
requiere de un alineamiento previo de los precios relativos. Y corregir las
distorsiones aceleraría la tasa de inflación en el corto plazo, un precio que el
Gobierno no está en condiciones de pagar a pocos meses de las elecciones.
Al mismo tiempo que el Gobierno procura moderar la inercia inflacionaria, debe
avanzar en la reducción del déficit, el control monetario y evitar el atraso de las
tarifas y del tipo de cambio para asegurar mejores condiciones para cualquier
estrategia que pretenda llevar, en un tiempo razonable, la tasa de inflación a niveles
compatibles con los del resto del mundo.
Conclusión
En conclusión, la evidencia empírica de no sólo Argentina, sino que del mundo deja
notar que el control de precios es una medida política que nunca ha surtido efecto
positivo, sino que es una herramientatemporal que necesita ir acompañado con
otras políticas para lograr su objetivo principal, bajar la inflación. Ante cada intento
de congelar los precios, ya sea en forma unilateral por parte del Gobierno o a través
de acuerdos con productores y comercializadores, la visión de los economistas es la
misma: van a fracasar como ocurre desde tiempo inmemorial.
Si bien hay que reconocer que la quita de estos programas de control de precios
conllevarían a un estallido social, es una herramienta que está destinada al fracaso
si no se acompaña de otras medidas.
La inflación desde hace mucho tiempo es el más relevante de la economía
argentina, pero pocas veces hubo la percepción de que fue lo más urgente. La
experiencia del siglo pasado y la más reciente demuestran que los controles de
precios no son una política antiinflacionaria efectiva. Suele existir un error de
diagnóstico en su instrumentación: considera que las causas del problema son las
pujas sectoriales o conductas de los formadores de precios, es decir, las empresas.
La inflación puede estar potenciada por diferentes causas con diferente peso, según
el contexto. En el actual, la causa primordial de la inflación es el déficit fiscal, es
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decir, los mayores gastos por parte del Estado nacional en relación con los ingresos
que recauda.
Esto termina provocando una masiva emisión monetaria que, al no ser demandada
por la población, termina presionando sobre los precios de los bienes y servicios.
Como resultado de constantes políticas económicas erradas, la inflación se ha
convertido en un problema crónico y estructural cuya solución no está en medidas
que funcionen como “parches” temporales, sino en iniciar cuanto antes un
reordenamiento integral del sector público y equilibrar las cuentas públicas.
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Bibliografía utilizada:
● Carlos Alberto Bondone - “Teoría Económica Subjetiva Solidaria” | Tercera
edición.
● Carl Menger - “Principios de Economía Política”.
● Sitio web de Argentina.gob.ar.
● Datos extraídos de medios de comunicación masiva: Infobae, El Economista,
ámbito.
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